DRESS
— CHAPTER TWO —
🌊.- Soñé con una princesa
TUVE SUEÑOS RARÍSIMOS, llenos de animales de granja. La mayoría de ellos quería matarme; el resto quería comida.
Debí de despertarme varias veces, pero lo que oía y veía no tenía ningún sentido, así que volvía a quedarme grogui. Me recuerdo descansando en una cama suave, alguien dándome cucharadas de algo que sabía a palomitas de maíz con mantequilla pero que era pudin. La chica de cabello rizado y rubio sonreía cuando me enjugaba los restos de la barbilla.
—¿Qué va a pasar en el solsticio de verano?—.Me preguntó al verme con los ojos abiertos.
—¿Qué?—. Mascullé.
Miró alrededor, como si temiera que alguien la oyera.
—¿Qué está pasando? ¿Qué es lo que han robado? ¡Sólo tenemos unas semanas!
-Lo siento—murmuré—, no sé...
Alguien llamó a la puerta, y la chica me llenó la boca rápidamente de pudin.
La segunda vez que desperté, la chica había sido remplazada por otras dos personas, un chico y una chica.
Los ojos de ella eran de un color eran de un color azul casi electrizante y su rubio era casi plateado. Parecía una princesa de esas que vez en Disney.
En cambio el chico, era alto, su piel era pálida y tenía cabello café.
Cuando ellos dejaron de hablar y se dieron cuenta que estaba despierto, ella le dio una sonrisa que le dejo la mente en blanco y le dijo.
—Deberías descansar, ojos bonitos— y sus ojos se cerraron de forma
—¿A donde vas Adri?— oyó la voz de Brace hablándole a sus espaldas.
—Tengo que reunirme con Quirón, el Señor D y Chase en la Casa Grande. Luego seguimos practicando ¿te parece? — ella queria quedarse practicando con Brace pero si no iba, se metería en problemas. Llevaban días esperando a que Percy se despertará.
Si, ya descubrí su nombre.
Y por fin había despertado, volver a ver esos ojos verde mar que la habían hipnotizado ese día en la enfermería, no se lo hubiera perdido por nada del mundo.
Ya en la Casa Grande mientras hablaba con Annabeth, a lo lejos pudo divisar con se acercaban dos figuras masculinas.
—Ése es el señor D – pude escuchar como le decía Grover a Percy – , el director del campamento. Sé cortés. La chica de la derecha es Annabeth Chase y la de la izquierda es Adrianna Bell; sólo son campistas, pero llevan más tiempo aquí que ningún otro. Y ya conoces a Quirón.
Dirigí mi mirada hacia ellos y pude ver como Percy dejaba de mirarme a mi para mirar a Quirón.
—¡Señor Brunner! — exclamó Percy.
¿Quien carajos era el Señor Brunner?
Pero a pesar de la forma en que lo llamo, le sonrió.
Y aparte estaba yo, más confundida que nada. Lo mejor que pudo hacer fue preguntarle a la rubia que tenía a lado.
—¿Annie? ¿Sabes porqué el le dijo a Quirón, Señor Brunner?
—Ya callate Bell y mejor escucha— respondió ella.
—Ah, Percy, que bien —dijo— Ya somos cuatro para el pinacle.
—¿Adrianna no vas a jugar? — preguntó el Dioniso.
—Ya siquiera que yo jugara, les ganaría.
Mentira odio ese juego, luego de haber perdido cinco veces contra Dioniso y Quirón.
Le ofrecieron una silla al lado de el Señor D, que lo miro y soltó un resoplido.
—Bueno, supongo que tendré que decirlo: bienvenido al Campamento Mestizo. Ya está. No esperes que me alegre de verte.
—Vaya, gracias. —Luego de haber dicho esas palabras, Percy se alejó de el, como si le recordara a alguien
—¿Annabeth? —La llamo Quirón y se la presento a Percy—. Annabeth cuido de ti mientras estabas enfermo, Percy.
Al oír eso, lo mire con una expresión ofendida. Aunque más bien lo hacía en forma de broma, pero Quirón al notarlo se corrigió.
— Y ella es Adrianna...— pero al oír eso automáticamente lo corregí.
—Pero si me dices así te vas a meter en graves problemas, semidiós. Dime June.
—Como decía ella también te cuidó mientras estabas en la enfermería. Ahora, queridas, ¿porque no van a ver si está lista la litera de Percy? De momento lo pondremos en la cabaña once.
—Claro Quirón —contestamos al mismo tiempo.
Percy se puso a inspeccionar a Annabeth, porque Annabeth era guapísima y lo admitía, lo que más resaltaba eran los característicos ojos grises de los hijos de la Señora Atenea. Pero la única diferencia de los de Annabeth eran más tormentosos e intimidantes, por no decir mucho.
Chase le hecho un vistazo al cuerno de minotauro y dijo:
—Cuando duermes babeas.
Y se hecho a correr hacia el campo.
—Si me disculpan tengo que seguirla— y yo también salí corriendo. Al llegar hacia donde estaba ella, dije:
—Que originalidad Chase.
Pero ella se pasó por el arco de triunfo mis palabras y mejor me pregunto.
—¿Puedes ir a avisarle a Luke de Percy? Tengo cosas que hacer.
—¡Tú!,¿¡Annabeth Chase sin querer ir a ver a Luke!? ¿Estas bien?
—Deja de estar de ridicula, claro que estoy bien, Bell. ¿Puedes ir tú?
—¿Cómo se piden las cosa Annie?
La oí suspirar antes de pronunciar.
—Por favor.
—Claro, no te preocupes. Yo me encargo.
Me di la vuelta y me dirigí, a la que sería una de mis cabañas favoritas, si no fuera por la cantidad exhorbitante de campistas que había ahí adentro.
Al llegar afuera, antes de tocar la puerta. Salió Luke de la cabaña, que hizo que me diera de frente contra la puerta y me hizo tambalear. Antes de que me pudiera caer Luke me agarró y se disculpo conmigo.
—¿Estas bien, June? — preguntó Luke.
—Claro, perfecta. Oye te venía avisar que... — me calle al divisar a Brace abrazando a Drew—. No puede ser ¿qué hace abrazándola?
—¿Que me venías a decir?
—Así, que tiene nuevo campista, prepárenle un lugar o algo así. Adiós Luke, tengo que ir a hacer que Drew suelte a mi mejor amigo.
+10 COMENTARIOS PARA EL PROXIMO CAPÍTULO
HOLI HOLI.
Fue perdón por el atraso con este capítulo. No sabía cómo introducir bien a Brace, o a Percy narrando.
Confirmado Annie y Adri se llevan de maravilla.
XOXO