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— Mina, ¿A donde vamos?— Chaeyoung estaba sentada en el asiento de pasajero con Mina a lado suyo concentrada en el camino. El Google maps indicaba un camino por seguir al cual Chaeyoung, para suerte de Mina, no había prestado atención.
— Ya te lo dije, mi amor, es una sorpresa; ya casi llegamos— informó con una sonrisa nerviosa, eso era un poco mentira, pues desde la casa de Nayeon para su próximo destino era casi hora y media de camino. Eso según Google, pero sabemos que a veces Google se equivocaba.
— ¿Acaso no crees que la casa de Nayeon es magnífica?— era una casa, de un solo piso, con un jardín pequeño y vista a un vecindario tradicional, eso que siempre sueñas de niño, ya que podrías tener amigos con cuales salir a jugar en la cuadra, salgo casi de en sueño, a pesar de que era una casa pequeña, una de las dos casas que portaban ambos artistas casados.
—¿Qué acaso no te gusta la nuestra?— Chaeyoung se giró a mirarla mal, con una sonrisa oculta que solo se delataba por sus mejillas alzadas.
— Claeo que me gusta, Mina. Pero la de Nayeon es como la que ves en una película estadounidense; esas casas como las que vivían la clase rica de donde nací.— Chaeyoung ya extrañaba su casa y eso que un mes atrás habían ido. Presentando a Mina como su novia y esta misma se vanaglorió con sus padres y después se los ganó cuando les cocinó unos tacos mexicanos bien hechos que se vió en internet. Su madre lo amó y su padre poco más, es más, hasta bromearon con Chaeyoung de adoptar a Mina y desheredar a Chaeyoung.
Fue la semana más tranquila y a gusto que pasó en ese pueblo, le enseñó lo poco que había, y aunque no quisiera, también le enseñó aquel puente que ya no dolía recordar. Recuerda que caminaron al puente, un camino largo que se pasó entre risas y charlas sobre extraterrestres y pueblos, tomadas de la mano, rodeadas por naturaleza y pinos grandes, frondosos.
— Y aquí está el puente, era mi lugar favorito en todo el pueblo— presentó el puente con una exagerada postura y un movimiento de manos, como si fuera la cosa más magnífica de todo el sitio. Más que el camino de margaritas y el corazón de madera tallado en medio del bosque.
— El puente luce prometedor — para nada lo era. Era solo un simple puente que separaba la ciudad y el pueblo, pero Mina entendía que para Chaeyoung era una metáfora, algo más extenso que un simple puente; eran recuerdos y sueños. Recuerdos que se deslavaron y sueños que se cumplieron, dejó el puente para ser alguien grande en la vida y ahora ya lo era.
Ya era una aclamada escritora de Canciones, que tenía seis premios grandes y trabajaba conjunto a Jihyo, ya no era una trabajadora de Park, ahora era su socia, y todo eso en menos de año y medio. Es curioso como las cosas siempre llegan donde deben estar ¿No?
Llegaron al puente, un camión pasó con rapidez y después nada, por debajo del puente el agua corría cristalina, que se suponía bajaba de alguna montaña que rodeaba el pueblo, era agua clara, sustentable, bastante bonita. Chaeyoung no recordaba verla nunca en primavera, por alguna razón siempre la recordaba congelada, blanca por el frío y dura, pero ya no lo era. Pues en primavera, el agua corría tranquila, y aunque no fuera su estación favorita, ahora la disfrutaba más.
Mina soltó su mano un momento, para inclinarse y ver qué realmente el puente no era muy alto y que el agua lucía apetitosamente refrescante, Chaeyoung la miró con una sonrisa, así ni parecía ser la famosa Idol la cual era, lucía majestuosa, sí, Mina aunque no fuera cantante y fuera una vagabunda luciría majestuosa, pero en ese momento lucía como una adolescente emocionada por primavera y las flores nacer.
— Debemos meternos— comentó en voz alta, Chaeyoung la miró como si hubiera perdido un tornillo, frunció el ceño y lo miró incrédulo.
— Mi amor, no sabemos nadar — recalcó Chaeyoung ante la clara idea de Mina quien le miró con una sonrisa traviesa que por un momento Chaeyoung no entendió.
— No hay problema — comentó y buscó en la pequeña bolsa que cargaba siempre con ella. Un bolso que valía más que toda la secundaria de Chaeyoung. Era una bolsa aprueba de agua, con suficiente capacidad para el celular y poco más. De aquella bolsa, Mina sacó dos bolsas con la imágen de flotadores de patos.
En efecto, eso eran eran flotadores con dona incluida, de esos que se utilizan en los parque acuáticos, por un momento Chaeyoung se preguntó "¿cómo carajos entró eso en esa bolsa?"
— Traje flotadores, son útiles y prácticos— Mina lo sacó del empaque y con toda su fuerza comenzó a inflar, dejando a la vista flotadores con patitos de hule, eran color azul chillón, mientras tanto, Chaeyoung comenzó a inflar el otro flotador, este de color amarillo y cocodrilos, no sabían sin cabrían en esas cosas porque principalmente eran infantiles, aunque se equivocaron, eran para adultos, solo que estaba perfectamente compactados, tardaron media hora inflando, las mejillas se les cansaron un poco pero eso no importó mucho.
No cuando el trabajo estaba terminado y Mina se quitó la playera, para después subirse al muro de piedra del puente, y brindarle la mano a Chaeyoung, quién antes de aceptar, se había puesto ya los flotadores y la dona. Se subió como pudo, incluso ambas se burlaron una de la otra, pues sinceramente se veían ridículas, hermosamente ridículas.
Mina miró directo a la cara de Chaeyoung y Chaeyoung con una sonrisa se perdió en la mirada de la mayor, eran personas de casi treinta años, tomadas de la mano, con flotadores y dona, apunto de aventarse al agua.
— Tres — comenzó Chaeyoung, la cuenta para lanzarse al agua, su sueño de saltar se estaba cumpliendo, no con quién una adolescente Chaeyoung pensó, pero si con el amor de su vida.
— Dos — Mina le siguió, ella recordó que Chaeyoung había contado sus ganas de saber que se sentía esta experiencia, por eso esa misma mañana que le comentó la salida al puente, ella cargó consigo esos kits de natación que se trajo desde Corea.
— Uno —dijeron al mismo tiempo antes de que de un impulso saltaran al agua, agua que al tocarla se sintió fría como el carajo y relajante se la misma forma, lo habían cumplido, un sueño más a la bolsa, ambas sonrieron y apoyadas de la dona quien les ayudaba a no hundirse, anduvieron un rato por el agua quien no les movió mucho, Mina solo rogaba porque alguien no le robara la bolsa que está a atada a un barrote del puente y gracias a sus suerte eso no pasó.
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— Cariño, ya te dije que no podríamos tener una casa tan pequeña, tenemos hijos ¿Lo recuerdas?— le comentó Mina.
— Apuesto a que Soonie, Doongie y Dori estarán bien en una habitación, no les costará trabajo compartir lugar con Bbama, y Bartolito, Claudio, Tita y doña plumitas estarán bien en algún gallinero en la parte trasera del patio y Totoro el conejo puede dormir con nosotros en la habitación, con Jaimito el hamster, amor.— Mina negó, estaba súper a gusto con su enorme casa, de diez habitaciones a las afueras de la ciudad, con todo para sostener hasta una granja entera.
— No mi amor, aún así no hay espacio, pronto verás porque, mi vida y entenderás mis razones.— Chaeyoung asintió, bajó sus gafas de sol, pues este daba en sus ojos en ese mismo instante y miró la ventana con una enorme sonrisa en sus labios.
— Amor, recuerda que Dan vendrá a visitarnos dentro de un mes, me acabo de acordar porque vi un chico de cabello azul en el auto que acabamos de pasar— Mina asintió, no vió al chico, pero estaba de acuerdo con ver a Dan.
—¿Por fin terminó con Somi? Aunque bueno, lamento decirle que ya no hay espacio para un poliamor, soy celosa y solo tengo ojos para ti, esto no funcionaría.— Chaeyoung soltó una carcajada y le dio un manotazo en el brazo, haciendo que Mina se quejara de forma muy ruidosa.
— No, para nada. Él está muy feliz con Somi, pero bueno, él viene porque nos quiere invitar a una fiesta que celebrará su hermana.
— Ya le dijiste que no soy ambientadora de fiestas ¿No?— Chaeyoung soltó una carcajada y asintió.
— Lo sabe, solo que su hermana nos amó ese día y aparte quiere vernos. Solo vendrá él, al parecer sabe que la última vez que vi a Somi le dije que por un largo tiempo no nos veríamos, así que la dejará sola en su casa y vendrá a vernos. Traté de decirle que ya no me afecta la presencia de ella, pero él dijo que estaba bien dejarla en casa un tiempo.— Mina asintió, sabía que en efecto, ya no le afectaba en nada el nombre de Somi a Chaeyoung, que había cerrado esa herida hace mucho tiempo que en efecto, ya no pasaba nada si estaban en la misma habitación. Pero aún así Dan era comprensible y solidario, así que no iría con Somi a ver a Chaeyoung.
— Ese hombre es un ángel, me cae re bien—Chaeyoung asintió. Se quedaron calladas un momento, justo en eso comenzó a sonar una canción de la playlist de Mina. teenage dreams de Katy Perry, y Chaeyoung estiró la mano para subirle al volumen.
— You think I'm pretty without any makeup on. You think I'm funny when I tell the punch line wrong I know you get me, so I let my walls come down, down— canto Chaeyoung, viendo a Mina, el perfil de Myoui era inigualable, bonito, sereno, ella daba paz al mismo tiempo que le alocaba el corazón, le hacía sentir como esa canción.
— Before you met me. I was alright, but things were kinda heavy. You brought me to life, now every February. You'll be my Valentine, Valentine— siguió el ritmo Mina, quién con una mano tamboreaba en el volante del auto de Nayeon, y cantaba a todo pulmón, Chaeyoung aún sin dejarlo de mirar se recargo completamente en el asiento y es que sentía que el corazón le explotaba de la emoción que sentía al tener a Mina a lado suyo, como su compañera de vida.
— Let's go all the way tonight. No regrets, just love— el potencial de canto de Chaeyoung es algo que solo Mina oía, y que por más que insistiera en que alguien más la escuchara, ya que tremendo talentoso estaba solo siendo escuchado por Mina, Chaeyoung se negaba sabiendo que los escenarios no serían para ella nunca, disfrutaba de escribir, no de cantar.
— We can dance, until we die. You and I, will be young forever— cantó Mina, volteando a ver un segundo a Chaeyoung, y es que quería ser joven por siempre.
Joven por siempre a lado de Mina y no por no tener edad, si no por sentir lo que siente cuando eres joven y no tienes carga en la espalda, sentirse liviana, eso es ser joven, y así quería sentirse siempre a lado de Chaeyoung.
— You make me feel like I'm livin' a teenage dream. The way you turn me on, I can't sleep. Let's run away and don't ever look back, don't ever look back
My heart stops
When you look at me, just one touch
Now, baby, I believe this is real
So take a chance and don't ever look back, don't ever look back
Cantaron las dos al momento de que el coro explotó, cantaron con sus voces haciendo una armonía absoluta, bonita, placentera que se oía genial, con risas incluidas y sonrisas mejoradoras de almas, así mismo, estas dos se sentían en compañía una de la otra, el camino fue relajado, a un lugar que no conocían y que Chaeyoung confiaba ciegamente en Mina, incluso con ella podía ir hasta el fin del mundo si esta misma se lo proponía, le tomaría la mano, y lo acompañaría a cualquier cosa que Mina le propusiera ¿Que si era a buscar sirenas? Lo haría ¿Que si era encontrar el caballo de Troya? Lo haría ¿Que si era a perseguir brujas al cerro? Por supuesto que lo haría, seguiría a Mina a todos lados si ella se lo pedía, no tenía que decir nada más.
Cuando el carro se estacionó, en un lugar que lucía bonito y agradable, no prestó atención a lo que decía el letrero de la entrada, solo miró su celular con un mensaje recién llegado.
Desbloqueó el celular y con una sonrisa fue al chat del grupo que se creó hace ya casi dos años, era una imagen, sí. Y una que lo dejo en shock.
— Mierda — soltó de repente, y Mina se le quedó mirando raro, Chaeyoung tenía los ojos abiertos de par en par.— Jihyo es una encubridora, no nos dijeron nada.
— ¿De qué?— Myoui tenía el ceño fruncido.
— Momo y Dahyun se casaron en las Vegas. ¡Y las malditas no nos invitaron!— dijo indignada la rubia, estaba feliz obviamente, pero ella quería estar para Dahyun y decirle que huyera, ya saben, lo que haría una buena amiga.
Mina entró rápido al chat de grupo y Nayeon estaba mandado sticker de un pollo enojado, Jeongyeon estaba maldiciendo en cien idiomas distintos y Sana solo mandó un sticker de un like, Chaeyoung puso un mensaje en donde decía que se sentía mal por no decirle a Dahyun que huyera de Momo y la recién casada le dijo que por eso no la invitó.
Al final, revelaron que se casaron de una manera muy divertida. Estaban en las Vegas, si, pero porque Momo tenía un disco que grabar con Jihyo y tenía curiosidad de saber que carajos eran las famosas Vegas, así que fueron ahí, y en cuanto alguien Random soltó que se podían casar de manera inmediata y de forma legal, ella se inclinó en una rodilla y le propuso matrimonio a Dahyun con un arito de su soda. Dahyun aceptó y en ese mismo instante, como niñas pequeñas, corrieron directo al primer Elvis que vieron para que se casaran. Jihyo no le quedó otra que ser un testigo de esa unión. Así mismo, estas dos estaban casadas feliz y legalmente.
— Joder, todo mundo se casa— comentó Chaeyoung y Mina asintió.
— ¿Sigues sin querer casarte?— Mina respetaba completamente la opinión de Chaeyoung sobre el matrimonio "no necesito un papel para saber amarte, cariño".
— Y no se mueve, sigo creyendo lo mismo, ¿Tu quieres casarte?— Mina asintió.
— Yo sí, pero estoy de acuerdo contigo y si tú no quieres hacerlo, no lo haremos, estamos bien así ¿No? No necesito de ningún papel o juez que compruebe mi amor por ti, cuando tú puedes comprobarlo por ti misma.— se quitó el cinturón de seguridad y con un movimiento rápido tomó las mejillas de Chaeyoung, les dio ligeras caricias y luego, como siempre que pasaba, su corazón se aceleró al estar tan cerca, no esperó más par subir sus labios en un beso tranquilo y bien dado, un beso que fue lento, lleno de amor.
— Te amo, Mina— nunca se cansaría de decirlo.
— Y yo más, mi amor, yo más — le dió un besito en los labios, uno en la nariz, y luego uno más prolongado en la frente.
— ¿A que venimos aquí?— preguntó ya harta del misterio.
— A ver la puerta.— bromeó la castaña y Chaeyoung la miró mal.
— No seas graciosa.— le dió un golpecito en el brazo.
— Te tengo una noticia.— comenzó a decirle, con ilusión en los ojos, genial, no sabía ni cómo comenzar.
—¿Estás embarazada?— Son estaba nerviosa por lo que sea que Myoui le diría, y cómo no, cuando la vería con esa carita tan tierna y ojos grandes, aunque la cara de Mina se transformó a una que decía ¿qué carajos?.
—¿Qué? ¡No Chaeyoung, no estoy embarazad-!— ni siquiera eso se podía.
— Uff, que bueno, sería bastante extraño porque tú no re...— Mina puso la mano en la boca de Chaeyoung y la cayó.
— Shhh, nada de eso, cariño — Chaeyoung suspiró, no se veía cambiando pañales. Luego de dos segundo cayó en cuenta que no podían embarazarse y se se maldijo por leer omegaverse
— ¿Entonces?— preguntó frunciendo el ceño.
— No estoy embaraza Chaeyoung, peroooo, sí seremos mamás.— Chaeyoung la miró extrañada, levantó una ceja.
— ¿Qué?— no entendía nada, Mina le dió un beso en la mano.
— Espera un momento, vuelvo.— se bajó del auto y tal vez tardó más de ello que esperaba, así que Chaeyoung se concentró en el celular y comenzó a mandarle mensajes de gatitos a Dahyun, quién a final le dijo: joder ando en mi luna de miel. Y dejó de contestarle. Genial, ahora debía jugar con bloques para no aburrirse.
Si Mina tardaba más llamaría a la policía.
Para su suerte no pasó y Mina abrió la puerta del auto con dificultad y una mantita rosa en las manos cubriendo algo.
— Chaeyoung, somos madres legales ahora.— le comentó con una sonrisa y Chaeyoung moría de curiosidad. — Mi amor, saluda a Rufina, nuestra nueva bebé.
Ay dios, Mina nunca mintió cuando dijo que quería un capibara.
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N/A: Extra porque es el cumple de Majito ( twiceshine ) tqm, feliz cumpleaños🫶🏻
Y Aquí ya termina encantada, espero lo hayan disfrutado y muchas gracias por leer 💘