Hoy fue el día en que el novio entregó los regalos de esponsales a la familia de la novia. Tres emisarios de rito, un emisario principal y dos adjuntos, fueron enviados al Marquesado Yichun en nombre de la familia imperial. Incluso los emisarios adjuntos eran funcionarios de algún estatus y grado en la corte. Después de todo, este era el rito de boda del Príncipe Heredero, en el que cada detalle se registraría en los anales de la historia. Naturalmente, los que fueron designados para este trabajo no podían ser nadie al azar.
En otras palabras, todos los que vinieron tenían un grado oficial más alto que el de Cheng Yuanxian.
Cheng Yuanxian era el más inferior aquí, pero este hecho lo llenó de un orgullo inexplicable.
Los emisarios llevaron los regalos de compromiso y el edicto imperial a la puerta principal de la mansión y se detuvieron ante una cortina ceremonial y un altar ceremonial preparados de antemano. Siguiendo una serie de reglas engorrosas, exhibieron los regalos de compromiso de la familia imperial uno por uno para que el público los viera. La periferia de la puerta principal de la mansión del marqués Yichun estaba llena de espectadores. Todos señalaban las filas de cajas de caoba en el suelo con envidia y admiración.
Después de eso, los emisarios finalmente ingresaron a la mansión para presentar el edicto imperial. En medio de muchos suspiros y exclamaciones, el emisario principal llevó respetuosamente el edicto encerrado en una caja de jade al salón principal de la mansión, seguido por el atuendo formal de la corte de la princesa heredera. Por último, estaba la fila de deslumbrantes e imponentes guardias de honor, que llenaron el patio principal en un instante. Mirando la expresión del emisario principal leyendo el edicto imperial, estaba claro que se sentía honrado de poder participar en esta gran ceremonia.
Después de que Cheng Yuanxian y otros miembros de la familia Cheng se arrodillaron y aceptaron el edicto, las funcionarias entregaron el atuendo de princesa heredera al patio de Cheng Yujin. Cheng Yujin se cambió a su nuevo atuendo formal de la corte antes de caminar lentamente hacia el salón, rodeada de varias funcionarias.
La princesa heredera dio el ejemplo al mundo: esta frase no era solo un dicho. Tanto el Príncipe Heredero como la Princesa Heredera tenían grandes responsabilidades en varias ceremonias y rituales estatales. La ceremonia de sacrificio, el saludo de Año Nuevo, la Víspera de Año Nuevo... para cada ceremonia de estado importante que involucraba al Emperador, allí estaba el Príncipe Heredero. Y donde estaba el Príncipe Heredero, también estaba la Princesa Heredera.
En la importante ceremonia de hoy, Cheng Yujin fue la protagonista y también la que recibió el mayor escrutinio.
El lugar donde Cheng Yujin se presentó con el atuendo de princesa heredera por primera vez estaba ubicado en el patio interior, cerrado a los ojos de los forasteros. Cheng Yujin llevaba una corona de nueve faisanes y cuatro fénix, vestida con un vestido diyi azul oscuro, una túnica exterior y una cubierta decorativa cintura-rodilla con un colgante de jade y borlas rojas. Todo el conjunto de atuendos era complicado y sombrío.
La postura de Cheng Yujin era perfecta, su apariencia era deslumbrante y se veía tan deslumbrante con su nuevo atuendo formal.
Con este tipo de ropa de mangas anchas, dejar que las mangas se movieran de un lado a otro era extremadamente feo. Bajo innumerables miradas, Cheng Yujin salió lentamente. Sus palmas estaban ocultas en las mangas, su mano derecha estaba unida al dorso de su mano izquierda, sus brazos estaban nivelados y sus grandes mangas caían naturalmente, luciendo solemne y elegante.
Bajo tantos ojos, tanto bien intencionados como desagradables, Cheng Yujin no entró en pánico en absoluto. Se detuvo constantemente frente al altar ceremonial y realizó una serie de cuatro reverencias formales bajo las instrucciones de la funcionaria. Luego, se arrodilló y escuchó a la funcionaria leyendo el edicto imperial.
Este edicto imperial fue para conferir formalmente a Cheng Yujin como Princesa Heredera. El edicto, que estaba encerrado en una caja de jade, era del más alto rango e importancia. Después de que la funcionaria leyera el edicto, Cheng Yujin lo tomó con reverencia con ambas manos. La funcionaria arrodillada a la derecha de Cheng Yujin caminó apresuradamente sobre sus rodillas y levantó respetuosamente ambas manos sobre su cabeza. Cheng Yujin puso el edicto en manos de la funcionaria y luego se puso de pie con la ayuda de otra funcionaria. Sosteniendo una tablilla de jade utilizada para la ceremonia, realizó otra serie de cuatro reverencias formales. Finalmente, la funcionaria que presidió la ceremonia anunció:
—La ceremonia ha terminado.
Cuando la gente en el patio lo escuchó, inmediatamente dieron un paso adelante para darle a Cheng Yujin una profunda reverencia:
—Felicitaciones a la Princesa Heredera.
Cheng Yujin sonrió mientras asentía suavemente a la multitud.
Antes de hoy, aunque todo el mundo sabía que ella era la Princesa Heredera, otros todavía tenían que llamarla usando su identidad como la hija mayor de la familia Cheng porque aún no se la habían conferido. Pero de ahora en adelante, ella era la Princesa Heredera tanto en nombre como en realidad.
De ahora en adelante, todos los que la vieran tendrían que inclinar la cabeza y gritar respetuosamente 'Princesa Heredera'.
El eunuco supervisor salió por la entrada principal, caminó hacia el patio delantero donde se reunían los varones y anunció en voz alta: "El edicto ha sido recibido". En un instante, voces de felicitación sonaron desde afuera. Todos los funcionarios que asistieron a la ceremonia también fueron a felicitar a Cheng Yuanxian. Los emisarios y el eunuco supervisor se fueron poco después de las felicitaciones. Tenían una tarea encomendada y ahora debían regresar al palacio para hacer su informe.
Después de la presentación de los regalos de compromiso y la conferencia formal de la Princesa Heredera, pronto sería el día de la gran boda. En los últimos días, toda la mansión del marqués Yichun estuvo muy ocupada. La familia Cheng nunca antes había realizado un evento tan grandioso. La boda del Príncipe Heredero fue naturalmente diferente de las bodas ordinarias. En las bodas ordinarias, cualquier cosa que saliera mal resultaría, como máximo, en vergüenza frente a los invitados. En el caso de la boda del Príncipe Heredero, sin embargo, el fracaso fue un crimen.
Las reglas y disciplinas de la familia Cheng no eran buenas. De lo contrario, la familia no decaería en cada generación. Como uno podría imaginar, las personas que trabajaban en la mansión del marqués Yichun tampoco eran las más capaces.
Toda la mansión cayó en pánico.
Durante la boda de Cheng Yumo hace algún tiempo, hubo un gran lío cuando llegó el equipo de bienvenida del novio. El novio había llegado, pero la novia no estaba lista, e incluso el velo de novia casi no se podía encontrar. Si no fuera por Cheng Yujin para bloquear la puerta y retrasar el tiempo lo más posible, la familia Cheng habría perdido una gran cantidad de cara ese día.
Esta vez, no habría una segunda Cheng Yujin para rescatarlos. Incluso si lo hubiera, la gente del Departamento de la Casa Imperial no permitiría que ocurrieran tales retrasos improvisados.
La familia Cheng estaba aterrorizada y asustada. Todos estaban tan ocupados que sus pies rara vez dejaban de correr. Afortunadamente, la boda del Príncipe Heredero fue una ceremonia de estado, por lo que el palacio envió a un grupo de personas a la casa de la novia para ayudar a organizar la boda. Cada trabajo tenía especialistas, y nadie era mejor que el palacio a la hora de preparar un gran evento. La familia Cheng simplemente tuvo que escuchar las instrucciones del Departamento de la Casa Imperial y seguir lo que las funcionarias les dijeron que hicieran, y la preparación de la boda finalmente se llevó a cabo sin problemas.
El día de la boda, Cheng Yujin se despertó antes del amanecer. De hecho, todos en la mansión tuvieron que despertarse antes de que saliera el sol hoy. No solo el Patio Jinning de Cheng Yujin, sino también el Salón Shou'an de la Vieja Señora Cheng y las residencias de otros miembros de la familia, todos brillaban con las luces encendidas.
Cheng Yujin primero se bañó y encendió incienso antes de vestirse con ropa interior. Luego se puso un vestido ceremonial de yanju con una camisa roja larga. Luego, fue con Cheng Yuanxian y Qingfu Junzhu al salón ancestral de la familia Cheng para el culto ceremonial y la ofrenda de vino. Este ritual era para informar a los ancestros de la familia Cheng que una de sus descendientes había sido elegida Princesa Heredera y estaba a punto de ingresar al palacio hoy.
Después de escuchar un largo discurso de bendición, Cheng Yujin hizo una profunda reverencia y se despidió de los antepasados de su familia natal.
La tableta de espíritu colocada en el exterior pertenecía al Viejo Maestro Cheng.
Hace más de un año, cuando Cheng Yuanjing acababa de regresar de su puesto exterior, entró rápidamente en la habitación del viejo maestro Cheng enfermo, todavía con escarcha y nieve en su cuerpo. No mucho después, Cheng Yujin también entró corriendo, y la diferencia de dos vidas comenzó desde aquí.
El último deseo del viejo maestro Cheng se cumplió antes de su muerte y pudo cerrar los ojos en paz. Sin embargo, probablemente nunca imaginó que la niña que vino detrás de Cheng Yuanjing ese día eventualmente seguiría al mismo hombre fuera de la casa de la familia Cheng solo un año después.
Después de regresar del salón ancestral, Cheng Yuanxian y Qingfu Junzhu se sentaron en el salón principal. Bajo la guía de las funcionarias, Cheng Yujin hizo cuatro reverencias formales completas hacia la pareja. Cheng Yuanxian miró a la hija que no era suya pero que le había dado gloria y honor en los que nunca podría pensar.
Cheng Yuanxian estaba lleno de emoción. Originalmente estaba preocupado de que nadie lo cuidara después de la muerte de su padre. ¿Qué pasaría con su título de marqués? Sin embargo, Cheng Yuanxian no esperaba que el título cayera en su regazo tan fácilmente sin necesidad de mover un dedo.
Después de todo, él era el padre de la princesa heredera y no había forma de que pudiera quedarse como un simple shizi. Más tarde, ¿cómo debería la gente de la Oficina de Historia escribir sobre el matrimonio del Príncipe Heredero si el estatus de la Princesa Heredera no era lo suficientemente alto?
No había necesidad de que Li Chengjing hiciera ningún pedido, porque la gente de abajo había preparado apresuradamente los documentos que formalizaban la sucesión de Cheng Yuanxian como Marqués Yichun. Cheng Yuanxian ni siquiera necesitaba preocuparse por los procedimientos cuando de repente recibió el título de marqués. Realmente fue 'ganar sin hacer nada'.
En el pasado, Qingfu Junzhu siempre usó este hecho para criticarlo. Pero en este momento de la boda de Cheng Yujin, Cheng Yuanxian sintió que su vida era realmente buena.
En la primera mitad de su vida, hubo un padre que lo cuidó, y en la segunda mitad de su vida, hubo una hija que le brindó honor y gloria.
Cheng Yuanxian se aclaró la garganta. Hizo todo lo posible para mostrar una apariencia solemne y dijo:
—Te estás casando con la Familia Imperial. Sé diligente y cautelosa en tu conducta, y nunca olvides la piedad filial.
—La hija entiende. Gracias por la enseñanza del padre.
Luego caminó hacia Qingfu Junzhu, quien le dijo:
—Recuerda las palabras y enseñanzas de tu padre.
—Sí. Gracias Madre.
La agenda de Cheng Yujin era muy apretada. Cada minuto de su tiempo estaba programado hoy. Cheng Yuanxian y Qingfu Junzhu no se atrevieron a retrasarse, por lo que rápidamente liberaron a Cheng Yujin para pasar al siguiente paso.
Qingfu Junzhu vio a Cheng Yujin salir por la puerta principal. La cola de su larga túnica roja corría por el umbral como agua que fluye. Qingfu Junzhu suspiró en silencio. No importaba lo reacia que fuera, todavía tenía que admitir que el destino de su futuro, el futuro de Cheng Enbao, e incluso el futuro de toda la familia Cheng, ahora estaba fijado en la chica que tenía frente a ella.
Cheng Yujin expresó descaradamente su indiferencia hacia su familia natal. La última vez, Qingfu Junzhu y Cheng Yujin básicamente les habían destrozado la cara. Pero, aun así, todavía tenía que complacer a Cheng Yujin
Luego, Cheng Yujin fue a la residencia de la anciana señora Cheng para recibir sus palabras. Cuando una novia se casa, los ancianos de la familia deben darle palabras de despedida que adviertan a la novia sobre cómo comportarse en la casa de su esposo. Sin embargo, los que calificaron para aconsejar a la nueva novia fueron solo sus mayores inmediatos. En otras palabras, los tíos y tías como Cheng Yuanhan y Ruan Shi no estaban calificados.
A pesar de que eran los padres biológicos de Cheng Yujin.
***
Después de que terminó la sesión, Cheng Yujin regresó a su habitación y cambió el engorroso vestido yanju por el más engorroso y pesado vestido diyi. Después de eso, debía esperar pacientemente hasta que llegara el equipo de bienvenida del novio.
Finalmente, capaz de relajarse por un tiempo, la mente de Cheng Yujin comenzó a divagar. El lado de Li Chengjing debe estar más ocupado y agitado que aquí.
El Príncipe Heredero era la fundación del país, y su boda también era un asunto de sucesión imperial, que exigía los ritos más importantes. Especialmente porque esta boda fue la primera ceremonia a gran escala celebrada después del regreso de Li Chengjing a su condición de Príncipe Heredero. Era una oportunidad perfecta para mostrar su legitimidad. Con todo tipo de razones sumadas, no había necesidad de decir cuán grandiosa fue la boda de hoy.
Cheng Yujin no tenía idea de la situación exterior. Ni siquiera sabía cuánto tiempo había estado esperando cuando escuchó ruidos desde afuera. Los ruidos se hicieron cada vez más fuertes, y poco a poco se escuchaban voces de personas y el sonido de la música, lo que indicaba la llegada del novio.
Cheng Yujin había memorizado perfectamente todos los procedimientos de la boda, e incluso sabía exactamente cuándo debería llegar Li Chengjing a la puerta de la mansión de la familia Cheng. Supuestamente estaba muy familiarizada con los procedimientos, pero en ese momento, cuando finalmente escuchó la música del equipo de bienvenida de Li Chengjing, inesperadamente se puso nerviosa sin motivo alguno.
Ella se iba a casar. Realmente se iba a casar con Li Chengjing... Cheng Yujin estaba tan nerviosa que incluso el rostro de Li Chengjing en su memoria estaba borroso. La última vez que se vieron fue cuando ella acababa de recuperarse de su enfermedad meses atrás. En ese momento, estaba demasiado conmocionada y no estaba de humor para examinar cuidadosamente la apariencia de Li Chengjing. Desde que supo que él no era Cheng Yuanjing sino el actual Príncipe Heredero del país, Cheng Yujin rara vez volvía a mirarlo directamente a la cara.
Como resultado, la impresión más memorable de Cheng Yujin de la apariencia de Li Chengjing fue a principios de la primavera del año 22 de Jianwu. El viento trajo la nieve durante la noche, cubriendo el camino por delante. En medio del mundo blanco, su alta postura vestida con ropa roja era extraordinariamente llamativa.
Cuando las funcionarias escucharon los ruidos afuera, prestaron atención en secreto a Cheng Yujin. Al ver que la nueva princesa heredera todavía estaba sentada en posición vertical sin ser molestada, estaban muy satisfechos.
Cheng Yujin se sentó en la cama con dignidad. Sus esbeltas manos se entrelazaron y quedaron ocultas bajo sus largas mangas rojas. Su espalda y cuello estaban rectos, soportando los pesados nueve faisanes y cuatro coronas de fénix en su cabeza sin que se balanceara. Parecía extremadamente tranquila, acorde con la compostura exigida a una princesa heredera. En su corazón, sin embargo, no pudo evitar pensar. No podía recordar la cara de Li Chengjing, pero ¿recordaba él la de ella? Su maquillaje de hoy fue particularmente exagerado. De hecho, estaba más hermosa con su maquillaje habitual. Si Li Chengjing lo entendiera mal, seguramente se molestaría.
El sonido de los gongs y la música se acercaba más y más. A juzgar por el volumen del sonido, el equipo debe haber entrado en la mansión. Hoy, Cheng Yuanxian vestía su atuendo cortesano más formal. Cuando su futuro yerno ingresó al salón principal, debe arrodillarse y saludar al Príncipe Heredero antes de que el maestro de ceremonias anuncie:
—El Príncipe Heredero está aquí para dar la bienvenida a su novia.
La procesión después de eso fue así: Li Chengjing caminó al frente, seguido por los funcionarios de ritos y, finalmente, Cheng Yuanxian como el padre de la novia. Caminaron y se detuvieron en el pasillo central. En este momento, Cheng Yujin también entró desde la dirección opuesta. Bajo la guía de las funcionarias, se detuvo después de Qingfu Junzhu.
Incluso durante este tiempo, los dos lados estaban separados por una pantalla, lo que les impedía verse directamente. Cheng Yujin tenía una corona que pesaba alrededor de 2 a 3 kilos en la cabeza, lo que hizo que no estuviera de humor para mirar las caras de otras personas. Vagamente escuchó a Li Chengjing presentar un par de gansos salvajes, seguido por el maestro de ceremonias anunciando:
—El rito ha terminado. Su Alteza puede regresar.
Li Chengjing de repente se quedó sin palabras. Miró la pantalla donde estaba parada Cheng Yujin. Estaba impotente y también molesto. Después de tantos rituales engorrosos, ¿iba a ser expulsado sin siquiera mirar a Cheng Yujin?
Especialmente porque Cheng Yujin no estaba muy lejos y podía ver su silueta de un vistazo. Por primera vez, Li Chengjing sintió que estos protocolos anticuados y engorrosos eran extremadamente molestos.
El salón estaba lleno de gente y había música interminable afuera. Lógicamente, debería ser ruidoso aquí. Pero con Li Chengjing sin moverse como se le indicó, todos cayeron en un extraño silencio.
Al final, Li Chengjing no dijo nada y finalmente salió del pasillo. Cheng Yujin secretamente suspiró aliviada. Pero también estaba un poco divertida. La comisura de sus labios estaba ligeramente hacia arriba antes de volver a bajarla rápidamente, manteniendo la apariencia digna de una princesa heredera.
Después de que Cheng Yuanjing se fue, las funcionarias llevaron a Cheng Yujin a la silla de manos fénix que esperaba afuera. Esta silla de manos era magnífica y lujosa. Incluso las personas que llevaban la silla de manos eran todas mujeres. Cheng Yujin entró en la silla del sedán fénix. Luego se bajó la cortina, cubriéndola herméticamente de los ojos del exterior.
Al final, Cheng Yujin no vio a Li Chengjing en absoluto.
Las reglas de la familia imperial eran realmente impresionantes. Prestaron mucha atención hasta en los detalles más pequeños.
La boda del Príncipe Heredero hoy fue sin duda el foco de atención de todos en la capital. Innumerables personas observaban la procesión a lo largo del camino. Se detuvieron todas las escoltas, guardias y oficiales. Solo los guardias de honor de Cheng Yujin continuaron caminando y entraron por la Puerta del Este. Tan pronto como su silla de manos aterrizó, Cheng Yujin escuchó un golpe en la puerta del sedán, y la funcionaria que la acompañaba le recordó amablemente:
—Princesa heredera, levántese de la silla de manos.
Cheng Yujin agarró con fuerza la tableta de jade ceremonial entre sus dedos. Casi instantáneamente se dio cuenta de quién era la persona que estaba llamando a la puerta del sedán en este momento. Su vista de repente se volvió brillante cuando se abrió la cortina del sedán. Li Chengjing llevaba una corona imperial con borlas largas y vibrantes, lo que dificultaba verle los ojos. Pero Cheng Yujin sabía que la estaba mirando.
Las parejas no casadas tenían prohibido verse antes de la boda. Pero se iban a enfrentar día y noche después del matrimonio, compartiendo la misma cama durante toda su vida y el mismo ataúd después de la muerte.
De ahora en adelante, su destino estaba atado por el resto de sus vidas.
El corazón de Cheng Yujin se conmovió profundamente y se sintió aún más emocionada que cuando aceptó el edicto imperial. Li Chengjing extendió su mano, como si la invitara a su vida.
Cheng Yujin dudó por un momento antes de extender lentamente la mano.