ᏟᎪᏢᏆ́ͲႮᏞϴ 06
ʀᴀɢɴᴀʀᴏᴋ
𝘽𝙚𝙚𝙡𝙉𝙞𝙠𝙤
⊶⊷⊶⊷⊶⊷⋆⊶⊷⊶⊷⊶
El Dios más despreciado y aterrador se encontraba aun en el HeilHeim, mismo que también era uno de los participantes del Ragnarok. ¿Por qué? Zeus solo le avisó cuando ya estaba inscrito.
Sinceramente tampoco le importaba, lo veía como una oportunidad para acabar por fin con su vida, aunque en sus adentros supiera que eran simples humanos que no podrían matar a un Dios.
-Pensé que estabas más emocionado por participar en el Ragnarok, o simplemente te interesará. -mencionaba una voz desconocida para después escuchar pasos acercarse hacía el señor de las moscas.
-Hades... -nombró a quien venía, Beelzebub se encontraba haciendo otro de sus monstruos para por fin obtener su tan preciada muerte cuando el Rey del HeilHeim apareció en su laboratorio haciendo que Beelzebub volteara en su dirección. -Y yo pensé que no te interesaba el Ragnarok como para checar que todos los participantes estuvieran yendo de camino al Ragnarok.
Suspiro mientras decía tranquilamente todo, centrándose solo en sus monstruos. Hades frunció el ceño.
-Si bueno, mis hermanos, sobrinos y tú están por lo que me interese en ver sus batallas, así que sal del HeilHeim y ve hacía el Valhalla porque en cualquier momento te puede tocar, incluso en la primera batalla.
-¿Qué sentido tiene que Zeus me mande en la primer batalla? No lo tiene, ni siquiera es racional, si quiere ganar primero tiene que ver la lista de participantes por parte de los humanos y ver quien peleara primero de ellos.
Beelzebub en parte tenía razón, pero Hades y él mismo sabían como era el padre de los Dioses como para hacerlo.
-Es mi hermanito, pero ¿En serio crees que mi pequeño hermano es tan estratégico?
-Tienes razón.
Hades dio un suspiro largó, si, hasta él mismo Rey del Inframundo quería creer que podía ser así Zeus.
-Como sea, mañana da inicio el Ragnarok, así que preparate porque tu sala de espera estará lista para mañana.
Beelzebub guardó silencio mientras volteaba a ver unas rosas, tan rojas como la sangre y brillantes como si de un Rubí fuera. Dio otro suspiro separando su vista de aquellas rosas y de sus experimentos, los cuales tenían toda su atención desde que dio inicio a la conversación, para ahora mirar con quien había estado hablando.
-Esa valkiria siempre ha sido un problema para los dioses. Supongo que llegarás en cuanto sepas que alguno de tus hermanos, sobrinos o incluso yo pelee primero ¿No? -pregunto para después ver a Hades asentir con una sonrisa en su rostro.
Beelzebub ante esto también sonrió.
El Ragnarok había dado inicio, Beelzebub se encontraba ya en su sala de espera, sentado en un sillón con una pantalla en frente para ver las peleas, si bien podía hacer lo que quisiera pues estaba en el Valhalla y era un Dios, no quería ver a ninguno de esos Dioses, menos a Ares que a simple vista le parecía un completo idiota.
Al parecer los primeros luchadores serían Thor y Lu Bu Housei. Lo veía ridículo, pese a que fueran los humanos más fuertes de la historia de la humanidad no podían derrotar a un Dios. Simplemente era ilógico... ¿No?
Bueno, grande fue su sorpresa ya que gracias a las Valkirias si podían hacerle frente a un Dios.
-Esas Valkirias son estúpidas, más Brunhilde... -dijo fijando su mirada en la pantalla la cual se podía apreciar el reciente daño que había causado ese humano en el pecho del Dios que se encontraba sangrando.
Suspiro, al parecer si saldría de esa sala, solo que después de ver a ese humano muriendo, si bien no apoyaba a ningun bando, tampoco le gustaba la idea de que se vieran en igual con algún humano.
Y como si fuera magia, Lu Bu Housei murió en esa ronda, tal vez los humanos fueran odiados por los Dioses después del Ragnarok... Si es que aun seguían existiendo.
Beelzebub salió de la sala y encaminándose por un pasillo sin necesidad de querer encontrar algún rumbo, no hasta que vió aquella pequeña discusión entre Zeus y Shiva, dios de la destrucción. No es que quisiera ser entrometido, pero quería ver en que se desencadenaba esa "charla" (por cierto, la más tranquila que había visto por parte de Zeus en lo que conocía de tiempo).
Al final ese viejo había ganado yendo feliz a su combate, mismo que se dirigía a en donde estaba Beelzebub, por lo que se encontraron.
-¡Beelzebub! Que sorpresa muchacho, viste lo de hace un momento ¿No?
-Se podría decir que lo último. -mintió.
Hermes solo se detuvo a sonreír.
-Lo que sea, estoy bastante entusiasmado por la última batalla y quiero que esos humanos vean el poder de un Dios. -sonrió de una peculiar manera Zeus.
-Son humanos al final, dudo que haya gran diferencia, si es que la hay es porque los dioses no son lo suficientemente fuertes. -respondió Beelzebub de manera seca y sería.
Zeus y Hermes se detuvieron a asentir.
-¡Bueno muchacho, tú si sabes! Pero me tengo que ir.
-Yo tengo que acompañar a mi padre Zeus. -sonrió Hermes para después despedirse al igual que Zeus.
Después de esa pequeña charla entre los tres dioses Beelzebub siguió caminando sin rumbo alguno, volviéndose a topar con alguien más, mismo/a que no quería toparse ni a kilómetros.
Brunhilde y su hermana.
Los tres se encontraron cara a cara, tomando un ambiente tensó, por dos razones, la lista ya había sido publicada y ninguno de esos tres tenía la mejor relación. Aunque no duró mucho, pues cierta pequeña de cabellos violetas habló.
-Hola señor Beelzebub. -salió de detrás de su hermana para saludarlo, más que nada por educación, siento correspondido por un seco "Hola" de parte de Beelzebub.
-Beelzebub, no pensé encontrarlo, es un gusto verlo después de tanto tiempo. -Brunhilde habló seriamente al igual que su rostro estaba, pero en sus ojos se notaba el nerviosismo y molestia que poseía.
-Digo lo mismo... Brunhilde. Por lo que veo hasta ahora sigues mintiendo con tus intenciones ¿No es así? -Beelzebub pregunto sin rodeos, pues a pesar de los sentimientos que en los ojos de la Valkiria veía, también notaba algo más.
Göll vió extrañada a su hermana, la última por otra parte se tensó, sonriendo levemente.
-Dudo que así sea señor Beelzebub, pero lamentó no alargar más la charla, tengo que ver a mi participante y por ende su Valkiria. -quito su sonrisa e hizo una leve reverencia. -Hasta pronto.
Sin duda ese día se mantendría con sorpresas.
La segunda batalla ya había sido terminada, el padre de la humanidad había muerto de pie, Zeus, el ganador y padre de los dioses, ganó de rodillas.
"Que irónico" Beelzebub pensó, sin embargo, esa batalla le había puesto a pensar. ¿Por qué dar todo por descendencia que no conociste y que pudo haber sido mala? Sinceramente no lo sabía, pero tampoco le dió muchas vueltas, "amor de padres, supongo... " volvió a pensar, Zeus necesitaría atención a la de ya o sino podría tener consecuencias graves.
Por ese día en el Valhalla serían todas las batallas, ya había anochecido y quería pasearse por ahí, después de todo, la noche en el Valhalla era su parte favorita del día, pero también la más solitaria.
Salió de la sala y fue hacía un jardín, había un pequeño camino de rocas en donde podías pasar sin pisar el hermoso pasto verde que también poseía algunas flores, mayormente flores de diente de leon, también habían varios arboles, siempre variando su figura, tipo de hojas y colores adornados con el pequeño lago de agua, misma que era tan cristalina como el diamante mismo, resplandeciendo por la hermosa luz de luna, el ambiente era tranquilo. O al menos lo fue hasta que llegó alguien de cabellos ondulados y castaños, quien era portador de una risa proveniente.
Parecía reírse con una paloma quien se apoyaba en su hombro, para su lamentable suerte (para él) ya estaban frente a frente.
-Oh ¡Hola! Lamentó interrumpir, pero esta paloma me llamó la atención y fuí tras ella. -sonrió inocentemente el joven de cabellos castaños.
Definitivamente o era un Dios idiota o era un humano insolente que no sabía que hablaba con un Dios. Pensó por un momento Beelzebub, sin embargo, eso no fue lo que captó su atención, sino con la confianza que hablaba, como si ya se conocieran de toda la vida.
Beelzebub suspiro negando con su cabeza.
-No hay problema. -miro a quien confirmó como un humano para después dirigir su mirada hacía aquel lago quien poco antes, tenía toda su atención, misma que ahora había puesto en el humano sin necesidad de mirarlo.
El humano sonrió feliz aun con la paloma sobre su hombro, se acercó a quien para él, era otro humano y dijo.
-Me llamó Nikola Tesla, ¿tú cómo te llamas? -miro al Dios con curiosidad mientras mantenía esa sonrisa.
Beelzebub miro al humano, mirando esa sonrisa que parecía resplandecer más que la luna misma. Pensó su en si responderle o no, pues seguían siendo o podrían ser enemigos.
-Supongo que mi nombre no es importante, por otro lado tu nombre es peculiar... -alago muy a su manera Beelzebub. -Es un gusto de todas formas, Nikola Tesla.
Sonrió levemente mirándolo.
Si hubiera visto eso algún Dios se habría muerto de la sorpresa, nunca habían visto a Beelzebub sonreír si no era con Hades, enserio, nunca. Pero con el humano no fue así, pues le sonrió también, al menos era algo cómodo que no se sorprendieran por eso y simplemente le respondieran sin dificultad alguna a su gestó.
-¡También es un gusto conocerte!
-Por cierto, Nikola ¿Te perdiste? Este jardín por lo poco que he visto no lo visita casi nadie.
Nikola lo miro confundido, pese a que si había notado la palabra "poco" también le causaba intriga el como sabía él que casi nadie lo visitaba, pues todos y cada uno de los humanos que habían elegido como participantes se le había asignado una sala y NINGUNA, estaba cerca de ese jardín como para que pudieran ver si alguien visitaba o no ese lugar.
-Ah... Si, algo así, digamos que fue más por esta hermosa paloma... -señalo con una sonrisa a la paloma, ganandose un asentimiento por parte de con quien había estado hablando. -Sin embargo, quisiera saber por qué dices que no has visto a nadie pisar este jardín.
"Ya la cagué" pensó Beelzebub, porque no pensó que ese humano se diera cuenta si quiera de tan pequeño detalle.
Sin embargo, volvió a sonreír tranquilo.
-Digamos que me perdí y simplemente me quedé aquí, por eso es que no he visto a nadie. -se cruzó de brazos mirando a aquel humano quien pareció converserle su respuesta.
Y es que si, muchos se habían perdido, tanto dioses como humanos.
-Deberías decirle a la señorita Brunhilde que te ayudé, ella sabe casi todo y sin problemas podría ayudarte. -obtuvo como respuesta por parte del humano quien ahora tenia en una mano a la paloma.
-Si... Lo haré... -desvío la vista, no quería saber nada de esa Valkiria, presentía que tarde o temprano la odiaría y no necesariamente por lo que trame.
Con esa Valkiria era toda una caja de Pandora.
-Por cierto, ¿vas a participar en el Ragnarok?
-Sí, pero dudo que me toque pronto por lo que simplemente quiero esperar hasta que sea momento de pelear.
-Entiendo, si es así, solo te puedo desear la mejor de las suertes. -sonrió cálidamente Nikola haciéndo que Beelzebub le devuelva el gesto levemente.
Tal vez ese humano no sería una molestia después de todo.
Hablaron casi toda la noche, desde los experimentos que había hecho Nikola hasta poco de la vida de Beelzebub, mismo que le mencionó que también hacía uno que otro experimentó y todos ellos habían fallado.
Nikola solo lo alentaba y le daba alguna que otra palabra de aliento.
Eso fue hasta que amaneció en donde ambos tenían ojeras por haberla pasado en vela platicando con más confianza toda la noche.
Sin embargo, no se sintió como toda la noche, no para ellos dos, se sintió solo como un par de horas.
-Oh... Ya amaneció. -Nikola susurró.
Ambos rieron levemente divertidos.
-Nuestra charla se alargó... -Dijo Beelzebub aun con una sonrisa en su rostro, levantándose del pasto donde había estado acostado junto a Nikola.
Ayudó a que Nikola se pusiera de pie de igual manera cosa que con gusto fue recibida por parte del primero.
-Bueno, supongo estarás cansado entonces te dejo para que al menos en alguna pelea puedas dormir. -Beelzebub volvió a hablar.
-Para nada, si estoy algo cansado ahora que mencionas, pero no se compara con otras noches. -sonrió Nikola.
-Aun así, deberías tomar un descanso, sigues siendo uno de los que lucharán en el Ragnarok.
-Tú igual. -señalo ese punto Nikola, haciendo que Beelzebub se quedará sin otra cosa que decir.
Si hubiera sido algún dios que le tuviera miedo no habría dicho nada y solo se iría, pero ese humano no, simplemente le resaltó el hecho de que también participaría y por ende no podía decir mucho sobre el descanso que claramente no tomaría.
Ese humano le causaría hacer que se contradiga mucho pero también una nueva compañía. Suspiro.
-Ya mejor ve a descansar.
Así medio acabo la charla, simplemente despidiéndose y yendo cada quien por su lado, haciendo recordarle a Beelzebub que buscará a Brunhilde para que lo ayudará con su extravío. Cosa que el Dios paso por alto, no sin que antes ambos acordarán verse por la noche.
Que rápido se puede tomar confianza con ese humano.
Y así fue, apenas anocheció ambos ya estaban ahí, platicando amenamente como hace algunas horas.
La tercera noche, con muchísima más confianza entre ambos Beelzebub le dijo que era un Dios, pero no le dijo cuál, Nikola solo sonrió respondiendo con un "Lo sospechaba, no todos los humanos se siguen perdiendo tres días seguidos. " Y es que si, por muy idiota que parezca siempre siguió utilizando la misma excusa.
Simplemente no se le ocurría otra, pero eso ya no era de mayor importancia, pues después de eso solo siguieron como si nada, ya sin miedo por parte de Beelzebub, quien tenía ser tratado de diferente manera.
Beelzebub se encontraba viendo la séptima ronda a un lado de Adamas. Veían la batalla a medias.
Insultos escuchaban por parte de Adamas. Atención por parte de Beelzebub.
Rey vs Rey... No solo era eso... No solo era una batalla de un rey contra otro rey... No, había algo más, como si esos dos hubieran tenido un encuentro, un encuentro que marcó a ambos pues veía en sus miradas preocupación, desesperación y hasta cierto punto miedo. No sabía aun su respuesta pero solo quería ver ganar a Hades.
Grande fue su sorpresa al ver el desenlace de la batalla.
El rey del inframundo se desvanecía mientras lágrimas del otro rey aparecían, por primera vez en la batalla vieron al Emperador De China, de rodillas, su rostro estaba herido pero su expresión de dolor no era por las heridas, no, era porque Hades estaba muriendo.
No quiso ver más y simplemente se fue de ahí, pasaba por los pasillos mientras tenía un sin fin de emociones.
No quería ver morir a Hades, sentía una furia que solo crecía más sin parar. Vio como Adamas quiso deshacerse de esa Valkiria, quería verlo pero sus acciones fueron otras, ganándose insultos por parte de un enojado y herido Adamas y agradecimientos por la menor de las dos Valkirias.
A ella no la odiaba, pero no podía decir lo mismo de la mayor, solo se fue del lugar antes de que él mismo le diera sentencia de muerte.
No quería cruzarse con nadie... Nadie que no fuera Nikola o Hermes. Al último solo para que le diera la noticia de que ahora él sería el que combatiera en la arena.
Quería destruir a esa maldita humanidad.
Pero vueltas son las que te da la vida, dando mayormente malas vueltas cuando quieres ejecutar algo.
Ahora mismo sentía lo que Hades sintió cuando vio a su ahora enemigo.
El ambiente se tensó poniendo a ambos en una situación digamos... Mala.
Nikola Tesla vs Beelzebub.
Lamentablemente para el último solo existía un pensamiento y dos emociones.
El destruir a la humanidad
Miedo y Enojó, enojó inmensurable.
La batalla de alguna u otra manera se dió, el más afectado era Nikola al principio pero al final ambos se encontraban de la misma manera.
Ninguno quería seguir, solo esperaban un empate, más Beelzebub.
Pero el final fue algo que los dioses no pudieron dictar.
Beelzebub, el mismo Beelzebub en algún punto se había librado de Satanás ¿Cómo lo sabía? Ni cuando llegó a tenerle un cariño Satanás tomo el control. Cosa que ahora Beelzebub se lamentaba porque ahora si sabia que él fue el responsable de atravesarle el corazón a Nikola.
-Perdóname... Perdóname... No quería que se diera de esta manera... -susurró con una voz temblorosa Beelzebub.
Nikola le brindó una sonrisa calida.
-No tienes porque pedir perdón a algo que desde que entramos a la arena y nos vimos se había destinado. Solo te puedo agradecer los momentos... Los últimos momentos que pasamos.
Sonrió apenas Nikola, poco a poco parecía tomar un color esmeralda y como si fuera un cristal romperse.
Lo mismo que había pasado con los que fallecían en el Ragnarok, hasta que solo empezó a desvanecerse.
Beelzebub observó esperando un milagro, mismo que no pasó y cuando casi desapareció Nikola calló una flor.
Beelzebub apenas la vió y la alzó retirándose de la arena y cuando por fin salió de ahí la vió bien... Era la Gardenia que le había regalado en una de esas noches que platicaron hasta tarde...
Fue ahí en donde soltó lágrimas, de alguna manera la había conservado de excelente manera y la llevaba consigo.
De pronto fue obligado a secarse las lágrimas y guardando la Gardenia pues Zeus se aproximaba.
-Al parecer los humanos no son diferentes a los dioses.
-Para nada... -Respondió sin ganas Beelzebub. -Siempre que se vean sin esperanza resistirán hasta conseguir su objetivo, incluso si fallan seguirán peleando por su única esperanza...
-Al parecer ese humano provoco un cambió en ti muchacho.
Beelzebub lo miro y asintió.
-Sin duda lo hizo, cada humano dejo algo que aprender de los Dioses.
La conversión le dió fin Beelzebub, mientras iba a la enfermería a curar sus heridas, pese a que Zeus le ofreció ayuda decidió ir solo, quería estar solo en ese momento. Tal vez no sería en este mundo... Pero quería creer cínicamente que en otra realidad y mundo fuera diferente.
⊶⊷⊶⊷⊶⊷⋆⊶⊷⊶⊷⊶
𝙃𝙖𝙨𝙩𝙖 𝙖𝙦𝙪𝙞́ 𝙚𝙡 𝙘𝙖𝙥𝙞́𝙩𝙪𝙡𝙤 👀
¿𝙌𝙪𝙚́ 𝙡𝙚𝙨 𝙥𝙖𝙧𝙚𝙘𝙞𝙤́?
𝙇𝙖 𝙫𝙚𝙧𝙙𝙖𝙙 𝙚𝙨 𝙦𝙪𝙚 𝙣𝙤 𝙩𝙚𝙣𝙜𝙤 𝙢𝙪𝙘𝙝𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙙𝙚𝙘𝙞𝙧 𝙖𝙥𝙖𝙧𝙩𝙚 𝙙𝙚 𝙡𝙤 𝙪𝙨𝙪𝙖𝙡, 𝙚𝙨𝙥𝙚𝙧𝙤 𝙡𝙚𝙨 𝙝𝙖𝙮𝙖 𝙜𝙪𝙨𝙩𝙖𝙙𝙤 𝙮 𝙢𝙚 𝙨𝙚𝙜𝙪𝙞𝙧𝙚́ 𝙚𝙨𝙛𝙤𝙧𝙯𝙖𝙣𝙙𝙤, 𝙜𝙧𝙖𝙘𝙞𝙖𝙨 𝙥𝙤𝙧 𝙨𝙪 𝙖𝙥𝙤𝙮𝙤 𝙮 𝙚𝙨𝙥𝙚𝙧𝙤 𝙚𝙨𝙩𝙚𝙣 𝙙𝙚 𝙚𝙭𝙘𝙚𝙡𝙚𝙣𝙩𝙚 𝙢𝙖𝙣𝙚𝙧𝙖 <3
¡𝙃𝙖𝙨𝙩𝙖 𝙡𝙪𝙚𝙜𝙤!
𝙀𝙨𝙩𝙖 𝙞𝙢𝙖́𝙜𝙚𝙣 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙖𝙡𝙞𝙫𝙞𝙖𝙧 𝙚𝙡 𝙘𝙖𝙥𝙞́𝙩𝙪𝙡𝙤 😃
𝙋𝙙𝙩: 𝙣𝙤 𝙨𝙚 𝙙𝙚𝙨𝙫𝙚𝙡𝙚𝙣 𝙘𝙤𝙢𝙤 𝙮𝙤 𝙥𝙤𝙧𝙦𝙪𝙚 𝙙𝙚𝙡 𝙞𝙣𝙨𝙤𝙢𝙣𝙞𝙤 𝙣𝙖𝙘𝙚𝙣 𝙘𝙖𝙥𝙞́𝙩𝙪𝙡𝙤𝙨 𝙖𝙨𝙞́ 😿