Revisaba las cámaras del hospital, vigilando los movimientos del doctor Gu.
Había podido convencer al capitán Liu y al director Lin de que ese hombre era sospechoso, ya que una de las mujeres detenidas, que habían estado en la escena esa noche, había rogado por su ayuda. Eso me pareció muy sospechoso, porque al revisar los antecedentes de esa mujer, pude notar un largo historial con las drogas y centros de rehabilitación.
Y justamente había reconocido al doctor Gu.
Eso levanto varias sospechas, lo cual convenció al capitán Liu de investigar más a fondo. Vigilar los movimientos dentro del hospital. Ver que hacia el doctor Gu cuando creía que no lo estaban viendo. Teníamos a un pequeño grupo de policías vigilando, yo entre ellos; hasta ahora no había nada sospechoso en su rutina. Llevábamos dos semanas de vigilancia.
Pasaba más tiempo en el hospital que en su casa.
Ahora entiendo porque su gata había querido al menos un poco de cariño, pasaba gran parte de la semana sola. Este hombre era casi como yo, demasiado dedicado al trabajo como para tener una vida personal. Era un hombre muy pendiente de su trabajo y de sus pacientes, aunque rara vez, últimamente, se le veía ejercer su profesión de cirujano.
Luego de ese día en el que nos sorprendió a mí y a Ling discutiendo, cosa de la que me arrepiento actualmente ya que no tenia porque meterme con ella, ha estado más serio. Sé que nos vio reconciliándonos, había logrado verlo de reojo cuando la enfermera entro, pero se fue antes de que pudiera decirle algo.
Había sentido una especie de molestia cuando vi a esa joven mujer masajeando su cuello, una que no supe entender, lo cual llevo a que trate mal a mi propia novia. Aunque todo eso quedo en el pasado, aun no encontraba un motivo lógico para mi actitud. El doctor Gu Wei hizo bien en defender a Ling, en hacerme ver mi error, hizo bien en meterse solo en ese momento, ya que me hizo darme cuenta de mis acciones.
Poco después de que Ling fuera con esa enfermera y otro doctor para unas recomendaciones, yo vi como el doctor Gu había subido a un ascensor. Lo seguí poco después, notando que había ido hasta el último piso. En cuando llegue a ese lugar vi un largo pasillo y unas escaleras a la azotea, como el lugar me pareció vacio fui hasta allí, encontrándome con una puerta entre abierta.
En cuanto me asome y abrí la puerta lo más silencioso que pude, note al doctor Gu cerca del borde del edificio, admirando la vista. Iba a irme ya que parecía que solo quería estar solo, cuando escuche un sonido nasal, el típico que haces al inhalar cuando lloras. Lo mire, tratando de saber cuál era el motivo de sus lágrimas. Tal vez había pasado algo con uno de sus pacientes lo cual lo hizo reaccionar así, o tal vez algo mas, no lo sabía.
Escuche pasos en el pasillo, lo cual me hizo subir rápidamente las escaleras de la azotea y esconderme tras una pared. Una doctora, que apenas pude identificar por la oscuridad, se acerco a él. Ellos hablaron, discutieron y el doctor Gu Wei se fue muy molesto. La doctora dijo su nombre un par de veces, antes de que sus lágrimas le impidieran seguir hablando.
Ella se quedo allí al menos dos minutos más, luego se fue.
En cuanto supe que ya no había nadie salí, yendo hacia donde estaba Ling esperándome. La lleve a casa, donde solo se recostó y guardo reposo como le habían dicho. Yo volví al hospital, yendo al área donde trabajaba el doctor Gu, donde vi que esa joven mujer que le hizo masajes, estaba caminando detrás de él en uno de los pasillos; él lucia como siempre.
Lo cual me hizo pensar, él era un hombre que podía ocultar muy bien sus sentimientos, sus secretos. Me hizo dudar nuevamente. Así que logre que un pequeño grupo de policías vigilara el hospital, solo para descartar posibilidades.
Al capitán Liu también le había parecido sospechoso, luego de leer el informe que mi colega le había entrado sobre la sospechosa que se había querido refugiar corriendo hacia él, y el largo historial que tenía. Justamente por esa mujer que le pidió que la ayudara, que intento suicidarse en su celda poco después, fue por lo que obtuvimos el permiso para vigilar al doctor Gu.
Notamos que esa joven mujer, Lin Zhixiao, pasaba mucho tiempo detrás del doctor Gu. Revisamos sus antecedentes: no tenía ninguno. Nada, ni una multa de transito o una detención. Era una estudiante modelo, aun no se había graduado y tocaba en una orquesta, según sabemos el chelo. Su padre estaba internado en el hospital y era paciente del doctor Gu, ella y su madre son las que cuidan del hombre, por eso siempre se la ve allí.
Era quien más rondaba al doctor Gu, después de la doctora Gao Xi y otras dos o tres mujeres, a las cuales él siempre trataba de manera amable pero distante. Siempre trayéndole regalos, bolsas de comida o productos para la higiene y el cuidado personal. Ella y la doctora Gao parecían tener alguna especie de batalla por la atención del doctor, la cual apenas y le dirigía dos o tres palabras a cada una.
Al parecer las cosas con ambos doctores no iban muy bien.
No es que me metiera mucho en peleas de mujeres, o de doctores, pero se notaba mucho que ambas no se llevaban bien. No sabía si era porque ambas querían al mismo hombre, o porque a veces el doctor trataba a una mejor que la otra. Yo solo estaba allí por el caso, para investigar y tratar de llegar al fondo del asunto de las drogas.
Habíamos logrado que solo policías metidos en la investigación del doctor Gu, estuvieran en la habitación donde estaban las pantallas con acceso a las cámaras. Éramos solo cuatro hombres, quienes revisaban los movimientos en cada cámara e informaban si veían algo sospechoso. No habíamos llegado a ninguna conclusión más de la obvia: el doctor Gu tenía problemas con las mujeres.
El capitán Liu nos dio tres días más para encontrar algo relevante, antes de dar por terminada esta investigación inútil. El doctor Gu Wei no levanto la suficiente sospecha con sus actitudes y movimientos, como para que finalmente lo vinculáramos al caso de las capsulas, hasta ahora solo notamos que era solo un médico normal.
Dos de mis colegas salieron para buscar algo para beber, más concretamente café, ya que llevábamos toda la noche vigilando. Solo quedábamos dos, y quien estaba a mi lado parecía estar durmiendo, eso me dejaba a mí a cargo de casi todas las cámaras: hasta ahora no ha habido movimientos extraños.
Todavía recuerdo como había pedido explícitamente, casi rogado, estar incluido en esto, ya que desde el principio sospechaba del doctor. El capitán me había dado la autorización finalmente, aunque me había dicho que le informara por cualquier cosa, no se le había visto muy convencido cuando se lo pedí. Fue el director Lin quien me dejo formar parte, pero no debía desviarme del caso.
El doctor Gu estaba haciendo sus rondas normales, de todos los días desde que comenzamos a vigilarlo, revisando a sus pacientes. Ya había pasado dos horas desde que dejo su oficina, luego de comenzar a presentar informes para el director y el subdirector del hospital, hablar con algunos colegas, revisar placas e informes, rellenarlos y entregárselos.
Cuatro horas antes, estuvo atendiendo pacientes en emergencias y luego había ido a las habitaciones de los doctores, a leer algunos libros que tenía sobre el escritorio pasando casi toda la noche despierto. Casi no lo he visto dormir. Vi a esa Lin Zhixiao hablar con un colega del doctor y luego ir con su padre. La doctora Gao Xi se había ido hace horas y aun no había vuelto.
Según las enfermeras, el turno del doctor Gu termina en media hora o eso le habían comentado a uno de mis colegas, que fue a dar una vuelta para reunir información. Aunque, yo sé que fue para no quedarse todo el día aquí, sin nada interesante que hacer más que sentarse y observar.
Inhale sonoramente dejando caer mi cabeza hacia atrás, cerrando mis ojos por breves segundos. Masajee mi cuello con mis manos, luego moví mi cabeza de un lado al otro para intentar quitarme algo de la descontractura que tenía por haber mantenido la cabeza quieta, observando.
Había tenido dos semanas algo movidas entre vigilar al doctor Gu y los operativos para capturar a distribuidores de drogas. Casi no he dormido o comido decentemente. Yang Yi y Lan Anran nos han traído de comer, cambiando de turnos con algunos colegas para que fueran a descansar o a la estación.
Yo no me he movido de aquí.
Volví a fijar mí vista en las pantallas, viendo el movimiento normal de un hospital: pacientes yendo de un lado al otro, en la sala de espera, esperando por una consulta, doctores caminando por los pasillos hablando entre ellos, enfermeras hablando entre ellas y los doctores. Vi al doctor Gu Wei caminar por el pasillo solo, se dirigía a la sala de descanso de los doctores.
Vi algo moviéndose en esa habitación, lo cual me puso en alerta; había movimiento en una de las camas literas. No lograba ver quien era. El doctor Gu entro dándole la espalda a la cama, se comenzó a quitar la bata. Quien sea que estaba en la cama, se cubrió con las mantas para evitar que el doctor la viera, o las cámaras.
Abrí mucho mis ojos; tal vez finalmente ocurra algo.
Tal vez era una de sus pacientes, a quien tal vez le consiguió alguna de las drogas o le dio la información de quien si las tiene, aunque no le hayamos encontrado nada incriminatorio. O tal vez era su chivo expiatorio. Era demasiado extraño que nada haya pasado en todo este tiempo, tal vez finalmente ocurra algo y se revele la verdad sobre el doctor.
Aun dudaba que el doctor Gu Wei no esté metido en nada, aunque no pudimos vincularlo al centro de rehabilitación o a las drogas, es lo más cercano que tenemos de quien produce esas capsulas amarillas. No quedo duda después de arrestar a varios, y que todos nos dijeran lo mismo, que era un doctor quien hacia esas pastillas y luego los jefes la distribuían. Tal vez finalmente tengamos evidencia visual.
O tal vez todo este en mi cabeza, nada ocurra en realidad.
El doctor Gu Wei colgó su bata en el perchero, desviando su mirada al escritorio. Subí un poco el volumen de esa habitación y observe. Él camino hacia el escritorio diciéndole al doctor Du, su colega, que había movido sesenta grados a la derecha por dos centímetros. Hice una mueca alzando una ceja, por lo preciso que fue al notar que habían movido sus cosas.
Lo cual me hizo pensar que, tal vez, había notado algo cuando me metí en su casa y en su oficina para encontrar alguna pista. Tal vez era por eso que no había hecho ningún movimiento, era un hombre muy meticuloso con sus cosas y notaba cuando alguien las había tocado o movido. Eso me hizo chasquear la lengua y sonreír de medio lado; no debía subestimarlo.
Dijo algo más, mientras comenzaba a abrirse los botones de la camisa; vi movimientos en la cama cuando él volteo para ir hacia donde estaba parado hacia segundos. Se sacó la camisa de dentro de los pantalones y pude ver como poco a poco se podía ver la piel de su pecho, pase saliva en cuanto se quitó la camisa. No escuche ni siquiera lo que dijo, a quién creía que era su colega.
Vi cómo tomo y se cambió por otra camisa, pasando sus dedos suavemente por su piel, aún tenía un plano desde arriba del torso del doctor Gu. Creía estar viéndolo en cámara lenta. Sus pezones se veían oscuros y un poco grandes. Contuve la respiración por breves segundos, pasando mi lengua rápidamente por mis labios.
Una sensación extraña me pasó por la espalda, un cosquilleo en mi nuca me hizo estremecer y tratar de desviar la mirada hacia la cama, o cualquier sitio en la habitación, para no ver directamente al hombre que aún estaba acomodándose la camisa.
Me sentía un pervertido mirón.
Carraspee, tratando de centrarme en los movimientos de la litera de abajo. Vi una mano y un cuerpo pequeño, como el de una mujer. Luego a esa chica, Lin Zhixiao, la vi salir de debajo de las mantas con su rostro sonrojado mientras el doctor Gu hablaba. Estaba inclinada hacia abajo, tratando de no llamar la atención mientras se dirigía a la puerta, pero el doctor Gu Wei se dio cuenta, la tomo de la ropa y la hizo retroceder.
Noto finalmente quien era, viendo su rostro completamente avergonzado, levantando su mano para saludarlo. Él la soltó dándose cuenta de que traía la camisa abierta, volteo cubriéndose. – Lo siento. Estaba esperándolo –dijo ella. – Quería hablar con usted para disculparme por lo del otro día.
–Eres tú –dijo, terminando de abrocharse la camisa, dejándose solo los cuatro primeros botones abiertos. Pude ver su expresión molesta. Volteo de nuevo hacia ella. – Entonces, fuiste tú quien toco mi taza.
– Lo juro –dijo ella rápidamente. – No toque esa taza.
Gu Wei volteo de nuevo, cerrándose los botones que le quedaban; pude ver su rostro incómodo. Ella balbuceo algunas palabras, pero el doctor la interrumpió. – Dijiste que me estabas esperando para disculparte – dijo. – ¿Por qué exactamente? ¿Y porque no podías hacerlo fuera de aquí?
– Por lo que paso hace unas semanas –dijo. No podía ver la expresión del doctor Gu, porque estaba dándole la espalda a la cámara. ¿Unas semanas? ¿Qué habían hecho? Tal vez ellos se encontraron o algo, u ocurrió algo entre ellos, antes de que nosotros nos instaláramos para investigarlo.
Tal vez él había hecho sus movimientos fuera del hospital, pero eso era imposible. Hubo agentes siguiéndolo todo el tiempo. Seguí observando atentamente. –No quería que nadie nos escuchara. No quería que usted presenciara esa discusión con mi padre, ni que se viera involucrado, –dijo ella. –Estaba ebria y no sabía lo que hacía, por eso quería disculparme.
– Así que eras tú – dijo el doctor Gu. – Si ya te disculpaste, sal de aquí.
– Espere –dijo ella rápidamente. – En serio quería disculparme con usted.
Él volvió a señalar afuera, ella señalo con su dedo y camino hacia la puerta. El doctor Gu tomo algo del perchero y fue a sentarse en la cama de abajo, donde esa chica había estado. Ella corrió rápidamente hacia el escritorio moviendo la taza, diciéndole que le devolvía el movimiento involuntario. Hice una mueca por la ridícula escena. El doctor Gu Wei solo la miro, inclinándose para volver a acomodar la taza como él la había dejado; ellos comenzaron a discutir.
Puse mis ojos en blanco, ya que esto fue solo otra pérdida de tiempo.
Seguí escuchando como esa mujer llamaba frio al doctor, siguió hablando, mientras él se cruzaba de brazos y la escuchaba quejarse de que él no es amable y no se preocupa por los familiares de su paciente. La discusión entre ellos siguió por otro rato. Escuche como ella se quejaba de que él nunca era amable con ella, que ella siempre le traía cosas, lo trataba bien y bla, bla, bla.
Comenzaba a molestarme un poco la actitud de esa joven, se comportaba peor que una niña chiquita. Entre ella y la doctora Gao Xi, no paraban de querer llamar la atención de Gu Wei. No me sorprendía el hecho de que no quiera estar con ninguna de ellas, o con alguna otra mujer. Ambas te hacían perder el interés de tener una pareja; agradecía eternamente que Ling no fuera así.
Muchas de las mujeres que estaban detrás del doctor, por lo que he visto, están por interés y no porque sientan algo verdadero por él. La doctora Gao Xi busca su aprobación, Lin Zhixiao quiere su atención y que sea cariñoso con ella, al igual que todas las que intentaron darle algún regalo para que Gu Wei se fije en ellas.
Al final llegue a la conclusión, que ese doctor no era la clase de hombre que creí que era. No era un casanova, ni un rompecorazones, ni siquiera mostraba interés por ninguna de las mujeres que le traían obsequios. Nunca acepto ninguno de los regalos que le traían. Era simplemente un doctor dedicado a sus pacientes y nada más.
Vi por la pantalla como ella se acercó e inclino muy cerca del rostro del doctor, eso me hizo fruncir el ceño. Una sensación horrible y molesta se alojó en mi bajo vientre. Apreté mis manos en puños, viendo cómo se acercó poco a poco a su boca, pero él evito que lo tocara y le dijo que saliera. – Es solo un beso de disculpa –dijo ella.
¿Beso de disculpa?
¿Era en serio?
¿Cuántos años tenía, cinco?
Me quede quieto, dándome cuenta de mis pensamientos; trate de pensar en otra cosa.
Según el informe, ella era menor que él por diez años; su actitud parecía la de una adolescente o una niña, no la de una mujer joven. Entendía porque el doctor no podía sentir nada por ella, ya que no se comportaba como una mujer de veintiún años. Seguramente no eran de su gusto. – No necesito besos de disculpa, no somos niños –dijo él. – Sal.
– De acuerdo –dijo ella. Lucia molesta. – No quiero quedarme aquí de todos modos.
Su teléfono comenzó a sonar, saliendo rápidamente de la habitación. El doctor Gu Wei suspiro, poniendo sus ojos en blanco, para luego negar con la cabeza. Vi como abrió uno de los cajones y saco unos pañuelos desinfectantes, tomando la taza para limpiarla rápidamente y volverla a poner en su lugar. – Beso de despedida, que ridícula –dijo él en voz baja. – Lo único que quiero es que me dejen en paz.
Presione mis labios juntos tratando de reprimir mi sonrisa, pero fue inevitable.
Reí bajo apoyando mi espalda contra el asiento, viendo como el doctor tomaba sus cosas y salía de la habitación. Mi compañero despertó, vi como siguió mirando las cámaras mientras refregaba sus ojos con el dorso de su mano. Me miro, yo volví a mi semblante serio. – Debemos decirle al capitán que no encontramos nada, y que podemos dejar de vigilar al doctor Gu Wei –dije.
Volvimos a la estación poco después, continuando con los interrogatorios y la búsqueda de evidencia. Nos retiramos del hospital, dejando de investigar al doctor Gu Wei, por ahora. Se lo informamos a los directores del hospital, quienes nos seguían diciendo que el doctor Gu Wei no tenía nada que ver con esto.
Se mostraron molesto la primera vez, cuando nos presentamos para decirles que teníamos una sospecha de que el doctor Gu Wei podía estar implicado en un caso de drogas. Nos dijeron que estábamos equivocados pero que nos permitirían investigar, para que nos diéramos cuenta de que estábamos en un error.
Les habíamos pedido explícitamente que no comentaran nada a los demás doctores, ya que era un caso abierto y podría verse perjudicada cada prueba. Fue una suerte que el subdirector no se lo dijera a su hija, ya que esta sospechaba que algo ocurría, solo porque nos veía seguido por allí.
Dos de las veces que me la he cruzado en el pasillo del hospital, ella cambiaba completamente su semblante al verme. Parecía que no le caía bien. No era que me importara mucho, pero no era nada cómodo caminar con una mirada casi fulminante en tu nuca. Como fuera, ya habíamos dejado ese tema, por ahora.
Aunque había pensado recientemente, que nos serviría otro doctor para la investigación, ya que Leng Feng, del buro de seguridad pública, el doctor que tenemos para la investigación, no daba abasto él solo y teníamos demasiadas preguntas y asuntos sin resolver. Él no podía comentar muchas cosas de las que descubre, ya que solo se los informa al director o al capitán, quienes son los encargados principales del caso.
Por eso tal vez, podría necesitar ayuda de otro doctor.
Exhale sonoramente, mientras terminaba de revisar las pruebas que teníamos. Había venido aquí para tratar de encontrar algo que nos ayude. Yang Yi me ha dicho que fuera a descansar, que ya llevaba mucho tiempo metido en la estación, estos días estuve yendo del hospital a la estación y viceversa, que debía ir a casa a dormir.
Lo haría, luego de revisar cada archivo.
El director Lin vino a verme poco después, mandado seguramente por Yang Yi, diciéndome que fuera a casa a descansar y que volviera en dos días para continuar la investigación. Ya que se enteró que no he descansado absolutamente nada en estos días. Luego de saludarlo y de llevarme algunas carpetas que estaba revisando, me fui a casa.
*Si ven algún error, comenten.
-Gracias por leer ♥.*