Deudas [Saloonatics AU] [One...

By Franwhispy

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Contenido +18 [Carita Endemoniada] Hombre × Hombre Historia 100% original jaja que geis Los personajes perten... More

Unica parte [+18]

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By Franwhispy

Era un día algo tranquilo y caluroso en aquel lejano pueblo de extraño nombre apodado como Pueblo de Escupitajo, parecía silencioso y hasta cierto punto desértico, muy pocas personas se veían paseando fuera o haciendo sus cosas habituales, pero todo apuntaba a que no sería un día normal para el cantinero del pueblo, Todd Arskin.

Aquel cantinero sabía perfectamente el motivo de su preocupación, deudas. . .

Hace tiempo atrás había acordado un trato con el justiciero o comisario del pueblo, un trato el cual no estaba cumpliendo, las compras en su bar no estaban siendo del todo tan buenas debido a una escasez de cerveza, pero sorprendeme se mantenía a pase de vender cola, quien diría que una sola persona del pueblo bebería demasiado este producto, pero no lo suficiente para financiar sus deudas.

Solo podía quedarse detrás de la barra de su bar limpiando un par de vasos y un poco del lugar, se encontraba tenso hasta que escucho el suave sonido de las puertas estilo vaqueras habituales en esos años, fue un sonido tan leve que lo hizo temblar en un escalofrío, sabía bien de quien se trataba pero se negaba a alzar la vista para confirmarlo.

–Buenas tardes Thornfinn, veo que este día no tienes mucha clientela.

–Me temo que no Sheriff, sabe que hay una feria en la ciudad, es usual no ver mucha gente paseando por aquí como siempre. –Trago en seco hablando aquel cantinero mientras finalmente miraba a los ojos a el Sheriff.

–¿Así que te encuentras solo? Entonces dejemos las farsas amigo mío.

El Sheriff se adentro al bar con una expresión suave pero aún con un aura sería, se acercó lo suficiente hasta poder sentarse frente a la barra de aquel lugar y mirar más de cerca a Todd.

–No dije que estaba solo, tal vez alguien más podría estar conmigo o incluso en la bodega. –Dijo el cantinero quitando su sombrero dejando ver su inusual peinado.

–Se bien que estás solo, me sorprende que aún así uses ese ridículo bigote falso. –El Sheriff simplemente hablo con un tono algo burlon y una sonrisa ladina en su rostro.

–Deja de burlarte, aunque no haya mucha gente en cualquier momento podría entrar alguien, ve al grano Thompson ambos sabemos porque estás aquí. –En la voz del cantinero se podía notar algo de fastidio, aún a pesar de estar nervioso.

Solo optó por ver y dejar que el comisario de aquel pueblo tomara un veredicto de la situación, después de todo el solo era el deudor de algún modo debería pagar y le hacía temer cuál sería la forma de hacerlo, se dió la vuelta para servir en un vaso con algo de cerveza, la favorita de aquel hombre con parche, se la ofreció y este no dudo mucho en aceptarla.

–Es bueno saber que eres consciente de tu situación actual, Todd. –Bebio un poco de aquella cerveza fría. –Tienes más de tres meses que no me pagas de forma adecuada, ya te soporte suficientes excusas y me temo que si no cumples tendrás que regresar a la celda de dónde saliste.

–Ya te dije que no son excusas, las ventas no han sido del todo buenas, se bien que pasa si no pago no me atrevería a ocultarte dinero pero es difícil vivir de únicamente una vieja cantina y bueno... –Hizo una pausa algo dramática. –Tu no me dejas volver a mis andadas de ladrón.

–Por favor ¿y volver a la cárcel? No me hagas reír.

–Bueno si vuelvo a la cárcel podrás sacarme ¿Eres el sheriff, no?

–Ya hice suficiente con sacarte una vez, ya fue mucha sospecha con que curiosamente uno de los criminales más buscados "se escapo" a mi cargo, no puedo arriesgarme y volver a hacerte el favor...

El silencio del lugar era algo incómodo, el ambiente era tan tenso que el cuernudo podía jurar que podía cortarlo con un cuchillo, soltó un suave suspiro apoyando sus brazos en la barra mirando al sheriff.

–Bien, no tengo dinero y no puedo pagar tu deuda, pero tampoco me dejas robar para conseguirlo ¿Acaso tienes algo en mente para que te pague o me mandaras de regreso a la cárcel?

–Eres un hombre de poca paciencia Arskin, pero si, tienes razón de hecho ya tenía algo en mente para pagar tu deuda. –Revelo el Sheriff de ojo tuerto con una extraña sonrisa en el rostro.

Todd se estremeció al verlo sonreír de esa forma que desconocía, era una sonrisa que nunca antes había visto en el, reflejaba un deseo... Un deseo morboso, del cual tenía miedo preguntar.

–Entonces... ¿Cómo te pagaré? –El cuernudo retrocedió un poco de la barra con nervios, pero estos solo aumentaron más cuando vio al sheriff levantarse de su asiento para caminar detrás de la barra junto a el.

–No seas tan inocente amigo mío... –Susurro lo suficiente audible para que Todd escuchará mientras se iba acercando a el. –Ambos sabemos muy bien como puedes compensar tus deudas.

–¡Sheriff, no nos desconozcamos! –Solto una frágil risa nervioso poniendo sus manos suavemente en el pecho de Thompson para evitar que siga acercándose. –Usted sabe mejor que nadie que estas cosas no son bien vistas en el pueblo, que sería de nosotros si alguien se llegará a enterar de este asunto...

–Nadie tiene por qué enterarse, ambos somos buenos guardando nuestros asuntos... –Hablo el tuerto mientras apartaba las manos de Todd.

–Igual usted sabe que yo no soy ese tipo de hombre debe haber otro modo de resolver nuestro asun-...

El pobre cantinero ni siquiera había podido terminar sus palabras ante el repentino acercamiento del sheriff, un acercamiento que juntaba sus labios en un beso algo forzado y de algún modo atrevido por parte del Sheriff.

–Deja de estar tan nervioso, no creas que no he notado como me miras cuando vengo a beber o se me acerca alguna mujerzuela.

–¡Es envidia de que no se me acercan a mi, no de que te busquen a ti!

–Te crecerá la nariz por mentir.

Nuevamente el sheriff rompió la distancia con otro beso del mismo modo atrevido mientras acorralaba en la pared al pobre cuernudo, y aunque aquel cantinero quisiera negar esas acusaciones sabía muy bien que era cierto, se había descubierto a si mismo mirando al sheriff o incluso celarlo de forma inconsciente y eso le preocupaba. Pero ahora mientras era besado por aquel hombre que le logro sacar un par de suspiros de amor ¿Por qué no aprovechar? Después de todo... Solo estaba pagando sus deudas ¿No?

Aunque en su mente sabía que estaba mal y los riesgos que podía haber se dejó llevar ante las caricias de aquel joven sheriff, entre besos simplemente se rindió a los atrevidos movimientos de este, que ya lo sujetaban de la cintura apegandolo a su cuerpo, como si no fuese suficiente.
El cuernudo optó por rodear el cuello de su contrario con sus brazos incrementando aún más la cercanía, sus besos ya no eran tan tranquilos, eran de necesidad pura.

–No creí que fueras tan bueno besando. –Dijo el tuerto entre besos con una risa de burla.

–Robar no es mi única habilidad, deja de hablar y continúa.

Aunque la actitud algo desesperada y necesitada del cantinero hizo reír al sheriff no sé negó a continuar con lo que habían empezado, ya no eran solo besos lo que ambos buscaban, habían roces y toques con necesidad entre ambos, sentían la temperatura de su cuerpo aumentar a medida que avanzaban, pronto ambos se encontraban contra la barra de aquel viejo bar, el sheriff exploraba el cuello de su compañero como si su vida dependiera de eso. El contrario simplemente tembló ante la dulce sensación, ambos estaban tan invertidos en su accion que no notaron que alguien estaba acercándose.

–¡Thornfinn!

Se escuche el llamado de un joven que se acercaba al bar, el pobre cantinero de los nervios termino tirando al sheriff debajo de la barra para que no lo vieran, acomodo su ropa lo mejor que pudo y se colocó su sombrero.

–¡E-Edward! Amigo mío, creí que estarías en la ciudad. –Hablo el cantinero lo más tranquilo que pudo en cuanto vio al compañero de el sheriff entrar por la puerta estilo vaquera.

–Bueno tenía intenciones de ir, pero quería notificarlo primero con el sheriff ¿No lo viste por aquí? –Sonrio de forma amable acercándose a la barra.

–¿Sheriff? ¿Que sheriff? Jaja ¿Que es un sheriff?... –El cornudo se apoyo suavemente sobre la barra haciendo lo posible por cubrir a Thompson con su propio cuerpo.

Por otro lado, el sheriff se encontraba de rodillas escuchando la conversación, no podía negar que le agradaba la vista que tenía, después de todo se encontraba justo al frente de lo que necesitaba.

–Ah... Ya sabes, Thompson, el sheriff del pueblo que viene seguido a beber a tu bar. –La confusión del chico castaño oscuro era notable, pero no sobrepenso la situación.

–¡Oh, Thompson, cierto! Jaja, no amigo mío, no lo he visto por aquí hoy, seguramente fue a la ciudad y se le pasó avisarte –Todd estaba logrando calmarse, sabía que su amigo era una persona comprensible, no tomo en cuenta que la persona debajo suya era un descarado que ya se encontraba desabrochando su pantalón de forma repentina.

–Mmh... Tal vez tengas razón, hace días dijo que le llamo la atención, pero que a la vez dijo que no era su tipo de eventos.

–Ya sabes cómo es el sheriff... Un indeciso que ¡Debería calmarse un poco! –Temblo ante el suave toque en su entrepierna que pronto empezó a sentir, un suave sonrojo fue evidente en su rostro.

–Bueno así es el, no se le puede hacer nada ¿Tu no quieres ir? –pregunto amablemente de forma inocente, demasiado para la escena obscena que sucedia del otro lado de la barra.

–¿Ir a la ciudad? N-No estoy seguro –mordio suavemente su labio bajando un poco la mirada.

Tenía tantas ganas de patear a la persona debajo suya, pero sería evidente lo que estaba sucediendo y por más que intento sus piernas no respondían, estaban disfrutando demasiado las descaradas caricias que sentía sobre su ropa interior brindadas por aquel hombre de parche.
Aunque no podía mirarlo, sabía que ese sheriff seguramente estaba burlándose debajo suya, torturandolo de ese modo tan placentero frente a su amigo, su erección era de esperarse, lo cual motivo aún más al hombre que lo complacia.

–¡Vamos! Será divertido, quería preguntarle al sheriff pero ya que no está no desaprovecho para invitarte.

–E-Es muy amable de tu parte Edward, pero debo atender el bar... –Aunque Todd trataba de mantener la compostura era evidente que estaba nervioso y más sonrojado.

–¿Te encuentras bien? Te veo demasiado rojo... Como si estuvieras–

–¡E-Estoy bien! Realmente tengo mucho calor, no te preocupes. –Hablo el cuernudo interrumpiendo, mientras miraba nuevamente a su amigo, parecía que el pobre explotaría en cualquier momento y no ayudaba que el sheriff ya se encontraba bajandole de todo para dejar expuestos hasta sus pecados.

–¿Realmente estás bien? Iba a decir que parecía como si estuvieras enfermo, creo que te dará fiebre, será mejor que me quedé. –Dijo el castaño oscuro con una notable preocupación hacia su amigo, podía notarse el... ¿Aprecio? Hacia el cantinero.

–No, no Edward, estoy bien lo juro, anda ve a la ciudad después hacemos algo para recompensarlo... –Se aferró un poco a la barra de su bar, sus piernas no dejaban de temblar.

El sheriff debajo suyo simplemente rodó su ojo sano con fastidio, le agradaba su compañero de trabajo Edward, pero no mientras quería seguir con sus actos indebidos, aún así eso no le impedia seguir, tomo suavemente con una mano el miembro de aquel cantinero moviendolo suavemente en una muy lenta pero placentera masturbación, suficiente para casi sacarle un gemido a el cuernudo.

–Sabes que me preocupo por ti, no tengo problema con quedarme y cuidar de ti ¡no sería la primera vez! –Rio con suavidad el chico, era un hecho que se llevaba muy bien con el cantinero.

Pero sus palabras no cautivaron demasiado a la tercera persona que se encontraba escuchando la conversación.

–N-No digas eso, anda estare bien, confía en mí hombre. –Trago en seco al sentir como el agarre de Thompson sobre su virilidad se apretaba un poco como si mandara una señal de algo.

–Vamos Thornfinn se que te preocupa lo que la gente del pueblo diga, pero somos buenos amigos, que no te apene recibir mi ayuda por lo que diran, sabes que te quiero demasiado y no me avergüenzo al decirlo.

¿Te quiero demasiado? ¿Buenos amigos? Esas palabras resonaban en la mente de Thompson, su cara expresaba totalmente sus celos inquietos, Edward era su compañero y sabía que no era mala persona claro, pero bueno, la situación era impulsiva y más teniendo el miembro de su chico prácticamente en su rostro, así que si no podía gritarle que se fuera al menos lo alejaría.

–Lo siento Edward, pero este cantinero ya está reservado... –susurro el sheriff para si mismo, con una sonrisa engreída en su rostro. Acercó suavemente su boca al miembro ya bastante erecto del cuernudo lamiendolo sin pena alguna, sabía que eso haria poner más nervioso a su contrario, pero no sintió pena por el, simplemente se concentro en lamer su pene como si de una paleta de tratara, pudo sentir las piernas de su chico tensarse de forma brusca logrando su cometido.

–¡A-Ahh..y! E-Edward en serio, sería mejor que te fueras y disfrutaras antes de que se haga m-mas tarde! Mmh.. –Sintio un escalofrío recorrer su espalda al sentir el tacto de la cálida lengua del sheriff en sus partes sensibles.

–Thorfinn realmente no parece que estés bien, estás seguro que no tienes fiebre o algo, estás demasiado rojo. –Pregunto acercando su mano a la frente de Todd intentando tocarla.

–E-Edward amigo, soy un hombre fuerte ¡No necesitas revisarme! –Detuvo la mano de su amigo antes de si quiera ser tocado, se sentía un mentiroso, vaya hombre fuerte, dejando que chuparan su pene sin descaro simplemente para sentir más esa sensación, la cuál solo aumentaba más a medida que Edward abría su boca molestando a aquel sheriff que en cuestión de segundos ya se encontraba con el pene de Todd dentro de su boca lamiendo y chupando, no podía negar que le gustaba avergonzar así a su contrario, le hacía sentir de algún modo demasiado dominante sobre el y eso solo le encantaba más.

–Bien... Te creere por ahora. –Suspiro el chico mientras se levantaba de su asiento y se dirigía a la salida del bar. –Pero si al volver sigues así me dejaras cuidarte ¡Y no quiero quejas ni reproches!

–¡S-Si! Anda, apúrate o te perderás el tren. –Menciono el cantinero reprimiendo todo gemido de su ser ante la placentera sensación que recorría su ser.

–Espero que no ¡adiós Thornfinn! –Dijo el castaño oscuro por última vez antes de finalmente salir de aquel bar.

En cuanto salió Todd soltó un suave gemido que había estado reprimiendo, respirando agitado sintiéndose más liberado después de todo lo sucedido.

–¡¿Que demonios pasa contigo?! –Grito apartando la cabeza y boca de Thompson de su pene húmedo y erecto.

–¿Que pasa Thornfinn? ¿Ya quieres irte con tu amiguito? –Miro con burla al cantinero y un suave ceño fruncido en su rostro levantándose.

–No me llames así ¡Pudo descubrirnos!

–Si eso significa hacer que se aleje de ti mejor para mi. –Sonrio mientras volvía a tomar la cintura de aquel chico bigotudo.

–Y dices que el celoso soy yo, ya no me expondré aquí, puede volver es muy necio.

Aunque el cantinero estaba evidentemente molesto no quería detenerse, llevo casi a rastras al tuerto hasta la bodega de aquel bar donde ambos podrían tener mucha más privacidad para sus asuntos.

En cuanto ambos entraron no tardaron en retomar lo previo, ambos se unieron en un beso bastante apasionado y sucio mientras se adentraron más al lugar, chocando con un par de cosas de forma torpe, pero no le dieron importancia como dirían los chavos.

El Sheriff aún sin querer separarse del beso necesitado que le estaba dando a su contrario busco un lugar firme para sentarse, tomando suavemente la cintura del cantinero y sentandolo sobre su regazo, como si hubiera estado ansioso por hacer eso desde hace un buen rato. Soltó un pequeño jadeo satisfecho al sentir el suave peso del trasero del cantinero sobre su entrepierna, disfrutando la sensación por unos segundos, pero no era suficiente para su fuerte deseo por hacer completamente suyo a ese chico y hacerlo gemir.

Sus manos se adentraron de forma lenta dentro de la camisa del cuernudo haciéndolo sentir un suave escalofrío ante el frío tacto de estás, más no sé negó a este, se sacó finalmente ese bigote falso y su sombrero tirándolo por algún lado de la bodega, dejando que el tuerto tocará y le sacará su camisa de botones. No se quedó atrás, mientras dejaba al sheriff hacer lo suyo movió de forma lenta sus caderas, haciéndo aún mayor el roce entre su trasera y la entrepierna de aquel comisario, sintiendo un duro bulto formarse en los pantalones de este último.

–Mmh~... Quien diría que eres todo un provocador. –Resalto el tuerto sacando por completo la camisa del cantinero de su cuerpo, dejándolo expuesto.
No tardó mucho en besar su cuello hasta su pecho haciendo jadear al pobre chico de cuernos que ya se sentía cada vez más necesitado con unos cuantos toques y una que otra lamida en sus pezones.

–S-Seguiras con lo demás o solo te quejarás jugando con mis pezones...

–Me gusta verte desesperado por más. –Contesto con burla el comisario mirándolo con una sonrisa ladina.

–Eres un... –Se guardo sus insultos y simplemente avanzo desabrochando el pantalón de el tuerto. –Si me hiciste pasar vergüenza frente a Edward más te vale recompensarlo, idiota. –Todd tomo en su mano el miembro del sheriff sin ningún tipo de vergüenza, moviendola suavemente de arriba a abajo, sacándole un suave gruñido placentero al británico.

–Ah..~ –Thompson solto un suave suspiro placentero mirando a su contrario con gusto. –No eres nadie para pedir eso, tu deuda es conmigo cariño, pero si quieres que me apure te lo cumplire~

Rio con algo de burla finalmente apurandose para darle aquello que el cantinero deseaba, no tardó en mucho en deshacerse por completo del pantalón de el cuernudo apretando suavemente sus muslos con deseo notorio, como si quisiera dejar sus manos marcadas en estos, fue cuestión de segundos para el británico acomodarse posicionando su miembro cerca de la rosada entrada del contrario haciendolo sacar un suave jadeo de sorpresa.

–¿N-No planeas entrar simplemente como si nada o si? –Respondio el cuernudo con nervios mirando sobre su hombro la posición en la que se encontraban.

–Tu querías que me apurara, así que deja de chillar.

Su miembro no tardó en adentrarse al interior del cantinero sacándole un suave gemido sorpresivo el cual ya se encontraba aferrando sus uñas a los hombros de el sheriff soportando el "pequeño" ardor que sintió en su entrada, mordiendo su labio inferior resistiendo como un macho y guardando la poca dignidad que le quedaba.
Por otro lado el sheriff siguio empujando con suavidad adentrandose más a su interior, soltó un jadeo con satisfacción cuando sintió todo su pene ser envuelto por el cálido interior de su cuernudo, aunque quisiera empezar a moverse aún tenía algo de piedad por el.

–Relajate o no te acostumbraras.

–E-Es fácil decirlo cuando tú no tienes un pito enorme me-metiéndose en tu interior...

–Tomare eso como un halago~

El sheriff beso suavemente el rostro y cuello de su amante para relajarlo, haciendo efecto, fueron unos muy largos segundos que se sintieron una eternidad para que el pobre chico sumiso logrará acostumbrarse a la sensación que le invadia.

–Okey... Creo que ya es–.. AH!~ –El cantinero gimio sorpresivo viéndose interrumpido con una repentina y placentera embestida que le hizo cosquillear.

El sheriff no tardó en proporcionar más embestidas empujando contra el interior del chico cuernudo que no podía hacer nada más que trata de callar sus gemidos con su mano en su boca, cosa que al tuerto no le gustó, tomo las manos del cantinero sosteniendolas con una sola de sus manos, mientras continuaba proporcionando suaves embestidas contra su interior.

–Me gustaría escucharte~

–¡A-Ah..!~ E-Eres... Un maldito!~ –El chico apenas podía balbucear unas cuantas palabras, el calor y el placer del momento no lo ayudaban a pensar con claridad.
Pero estaba seguro de una sola cosa en ese momento, nunca había sentido algo tan placentero como hizo con ninguna mujer, habiéndolo ceder totalmente a las embestidas que el tuerto daba sin penas.

Ambos estaban sumergidos en el placer, lo único que se podía escuchar en esa pequeña bodega eres gemidos y jadeos de placer, las embestidas pronto empezaron a volverse más rápidas, el británico sostenía con determinación la cintura del cantinero mientras parecía concentrarse, como si estuviese buscando con intensidad algo, el cuernudo lo miro confundido mientras jadeaba suavemente, hasta que finalmente supo o más bien sintió que estaba buscando el sheriff.

–¡A-AH!~ ¡Thompson!~ –Gemio alto el chico mientras sintió como su "punto p" estaba siendo rozado con fuerza gracias a las embestidas del sheriff el cual ya se encontraba sonriendo con burla mirándolo con gusto.

Esto solo motivo más al chico tuerto a seguir con fuerza empujando y rozando más contra esa punto sensible del chico, jadeaba con bajeza mientras sostenía con más fuerza la cintura del chico, el cual no dejaba de gemir y rogar más por esa placentera y abrumadora sensación que había sentido, de forma inconsciente ya se encontraba moviendo sus caderas montando el duro miembro del sheriff sosteniendose con la poca fuerza que tenía.

–¡N-No te detengas!~... Mmh.. ¡Mas!~ –Jadeo extasiado el cantinero que ya no podía ni cerrar bien su boca ante su respiración agitada y los gemidos que no podía evitar soltar.

–E-Estaria loco si me detuviera ahora~

Los dos chicos continuaban moviéndose de forma extrañamente coordinada, ambos totalmente metidos en su nube de placer y excitación, no fue más que cuestión de minutos para que ambos sintieran una sensación en sus partes bajas, sabían lo que sucederia y eso solo los motivo a continuar lo más rápido posible en busca de llegar a ese deseado climax.
Luego de una cuantas embestidas duras ambos llegaron a esa sensación sintiéndo que casi tocaban el cielo, el cantinero mancho el abdomen del sheriff soltando un fuerte gemido satisfecho, mientras que esté último ya se encontraba llenando el cálido interior del cantinero con su semilla jadeando con gusto, haciendo que el pobre cuernudo tuviera un pequeño escalofrío ante la extraña sensación.

–¿N-No podías acabar fuera? –Hablo el cantinero agitado abrazándose al contrario con cansancio.

–Ya te dije que no estás para pedir, tu eres el deudor, además era inevitable~ –Hablo en un tono burlesco besando con suavidad el cuello del chico cuernudo.

–Supongo que con esto ya pague mi deuda ¿No?

–¿Crees que una sola vez pagará tu deuda? Debo recordar que me debes varios meses de deuda, así que ve preparando tu culo. –Rio un poco proporcionando una suave nalgada al cantinero que solo soltó un gruñido con vergüenza.

–Siento que ahora sí me voy a enfermar... –Suspiro ocultando un poco de su rostro en el hombro de Thompson.

–Si te enfermas yo te cuidare, no te quiero ver en la casa de Edward o que el vaya a la tuya.

–Blah blah blah... Solo di que estás celoso.

Thompson le dió un pequeño golpe en el hombro a Todd haciéndolo reír, sabía que esto sería el inicio de algo más, aunque temia un poco por lo que podría pasar, tal vez podría acostumbrarse a ese "estilo de vida" de vida junto a Thompson... Aunque eso implicará terminar con el culo dolido por un tiempo.
































Un saludo para Darklaider_33
Que hizo este pedido de Saloonatics todo jot, espero que les guste ya sabrán que está historia como la de squid games AU son totalmente originales de mi parte, se vendrán más cosillas después y todas jots JAJA.

Por si alguien tenía la duda si, a Edward le gustaba Todd pero como a mí no me gusta el ship le rompí el corazón, también le dice Thornfinn porque ese es su nombre para ocultarse JSJS Eso no es error, por eso Thompson lo trata de Todd, pero Edward de Thornfinn.
Lamento cualquier error de ortografía que pueden ver.
-F r a n.

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