𓂃 𝟭𝟮. 𝗍𝗁𝖾 𝖼𝖺𝗅𝗅 ⊹₊ ⋆
Me estaba preparando para salir, otra vez, con Jack. Ya era casi de noche y no me quería decir a donde íbamos a ir.
De repente, sonó mi teléfono haciendo que deje a un lado el pintalabios que me estaba poniendo.
Vi que era Jenna, así que lo cogí sin pensarlo.
— ¡Hola Jenna! — saludé mientras ponía el móvil en la mesa para seguir maquillándome.
— Hola Liv ¿como estás? — preguntó ella.
— Muy bien, preparándome para salir ¿y tú? — pregunté.
— Descansando del rodaje, ¿no será que vas a salir con un tal Champion? — preguntó con un tono burlón.
— Si — dijo suspirando.
— Uy, ¿y ese suspiro de enamorada? — preguntó emocionada.
— No se, siento que me gusta y yo también le gusto pero no me atrevo a pedirle ser mi novio. Yo estoy preparada para una relación pero ¿él lo está también? — dije preocupada mientras me levantaba de mi silla, ya había terminado de maquillarme. Cogí el móvil y me fui al balcón, donde hacía un viento muy agradable.
— No te comas la cabeza, Jack te quiere y eso está claro, si no está listo ahora lo estará más tarde pero estoy segura de que está enamorado de ti — respondió ella.
— Gracias Jenna — respondí con una sonrisa y un brillo en los ojos al pensar en Jack.
— Bueno, voy a colgarte, espero que te vaya bien, estoy muerta de sueño — dijo ella.
— Adiós, mañana te cuento — dije antes de colgar.
Suspiré y miré a la calle. Estaba nerviosa ¿estoy segura de que estoy lista para una relación? ¿Que dirá la gente sobre eso? ¿Por que todo es tan perfecto, va a pasar algo malo?
El timbre sonó, haciendo que me aleje de todos esos pensamientos.
Me acerqué a la puerta y vi a Jack, el chico que vivía en mi mente día y noche.
— ¿Está disponible la señorita Seyfried? — preguntó.
— Para usted siempre lo va a estar, señor Champion — respondí y a él se le dibujó una sonrisa en el rostro.
Me tendió su mano como si fuera miembros de la realeza y yo la acepté, mientras cerraba la puerta detrás de mi.
— ¿Donde vamos? — pregunté mientras entrábamos al ascensor.
— Ya te he dicho que es una sorpresa, no puedo decir nada — respondió.
Yo rodé los ojos mientras él reía por mi reacción.
Salimos del ascensor y empezamos a caminar por la calle, aún tomados de la mano.
— Dame una pista, por favor — dije mientras le miraba como una niña pequeña.
— No — respondió él con una sonrisa.
— Vale — dije rindiéndome.
Odio las sorpresas, soy una persona que quiere tener todo planeado así que cualquier cosa imprevista me pone nerviosa.
— Dentro de una semana es tu cumpleaños — dijo él, y yo me sorprendí de que lo supiera.
— ¿Como lo sabes? — pregunté.
— Tengo mis contactos — respondió.
— Esto no tendrá algo que ver con mi cumpleaños ¿no? — dije.
— No, no tiene nada que ver, ya habrá otra sorpresa para tu cumpleaños — dijo guiñándome un ojo.
Llegamos a la playa y vi una manta con una bolsa.
— Como se que te gusta la playa, te he traído aquí, se que puede parecer un poco cutre... — dijo él.
— Jack, es perfecto — dije sonriendo, y el me devolvió la sonrisa.
Nos acercamos a la manta y nos sentamos uno al frente del otro.
— ¿Que has traído? — pregunté.
— Se que te gusta más el dulce que el salado — respondió mientras sacaba una caja de donuts.
Yo sonreí con un brillo en los ojos.
— ¿Como sabes tantas cosas de mi? ¡No es justo! — dije quejándome.
Él levantó los hombros con indiferencia.
Terminamos de comer, discutiendo de sobre quien sabía más del otro.
— Vamos a dar un paseo por la orilla — dijo levantándose y dándome la mano para que yo hiciese lo mismo.
— ¿Que hacemos con esto? — pregunté refiriéndome a las cosas que teníamos ahí.
El cogió la caja, la bolsa, las latas de refrescos y la manta y se acercó a una papelera que había cerca y tiró las cosas.
— Esa manta tiene más años que yo, ya estaba muy estropeada — dijo el sacudiéndose las manos.
Me dio su mano, nos acercamos a la orilla y empezamos a caminar.
Otra vez empece a pensar lo mismo de antes. ¿Me querrá Jack de la misma forma que le quiero yo? Ni siquiera nos hemos besado, todos dicen que lo ven enamorado pero ¿y si es así con sus amigas?
— ¿Que te pasa? — preguntó él al ver que llevaba un rato sin hablar.
— Jack, ¿me quieres? — pregunté soltándome de su mano y poniéndome frente a él. La diferencia de altura me hacía ver ridícula, y eso que yo no era bajita, pero Jack es bastante alto.
— Claro — respondió él seguro de su respuesta y a la vez un poco extrañado por mi actitud tan repentina.
— Pero ¿me quieres como a tus demás amigas? ¿Me quieres cómo quieres a Jenna, a Kaylen o a Bailey? ¿O me quieres de otra manera? Porque yo tengo claro de que lo que siento por ti es mucho más que amistad — dije rápidamente y, obviamente, nerviosa.
El se acercó más a mí, puso sus manos en mi cintura y estando a milímetros de mi cara dijo:
— Olivia, no puedo explicar lo que siento por ti con palabras, pero te lo puedo demostrar —
Al terminar de decir eso, corto la poca distancia que nos separaba con un beso suave y dulce.
Al separarnos nos brillaban los ojos, ahora tengo claro lo que siente por mi, siente lo mismo que yo.
— Jack ¿quieres... — pregunté pero el me interrumpió.
— Si, quiero ser tu novio — respondió él, aún abrazándome.
Y volvimos a besarnos.
Llegamos a mi apartamento entre risas y bromas. Nos pusimos el pijama, el se puso una camiseta y unos pantalones que me quedaban grandes.
Cuando iba a apagar la luz para dormirnos vi que me teléfono empezó a sonar, y lo cogí de inmediato al ver de quien se trataba.
— ¿Que pasa? — pregunté preocupada.
Al escuchar la respuesta de la persona que estaba al otro lado del teléfono, se me cayó el móvil a la cama y me tapé la boca mientras lágrimas recorrían por mis mejillas, estaba en completo shock.
— No puede ser — dije.
35 𝗏𝗈𝗍𝗈𝗌 𝗉𝖺𝗋𝖺 𝖾𝗅 𝗌𝗂𝗀𝗎𝗂𝖾𝗇𝗍𝖾 𝖼𝖺𝗉í𝗍𝗎𝗅𝗈 !