Pasado
Katsuki
"¡Oh No! ¡Llamen a algún profesor!"
"¡Detente Bakugo!"
"¡Le va a romper la nariz!"
No me importaron los gritos. Yo seguí golpeado la cara de ese maldito mal nacido.
"¡Ya basta por favor!"
"¿¡Que no ves que ya está desmayado?! ¡Detente!"
"¡Que alguien lo detenga!"
"¡Hay mucha sangre! ¿¡Está muerto?!"
Una y otra vez golpeé su fea cara con mi puño. Ni siquiera me importaba la sangre que estaba empezando a salir de su nariz, o que mi propia mano se comenzaba a manchar con ese líquido rojo.
Cómo siempre. Alguien me sostuvo por la espalda y me alejo del cuerpo inconsciente de ese Alfa. Yo empecé forcejear. Todavía no había terminado con él.
Vi como todos comenzaron a rodear al chico. Angustiados de que tal vez yo podría haberlo matado.
"Malditos estúpidos"
Eso pensé.
.
.
.
-Bakugo Katsuki - me nombró la directora de la secundaria, con su fea y vieja voz. Debido a mis peleas ella ya se sabía mi nombre de memoria - ¿Sabes lo que has hecho?
- Justicia.
Le dije. Eso era algo obvio.
- No es Justicia usar la violencia, joven Bakugo. Dejo a ese pobre muchacho muy mal herido de su rostro ¿Que tiene que decir en su defensa?
- Que es una lastima. Yo le quería romper la nariz.
Se escuchó un impacto. Un ruido. Ella había golpeado el escritorio con su puño. Estaba enojada. Podía oler su enfadó. Pero eso no me importaba. Sé lo que ella hacía. Trataba de intimidarme. Que patética. Una Alfa vieja y decrepita como ella no iba a darme miedo. En ningún momento desvíe la mirada.
La señora suspiro, trataba de mantenerse sería y serena hacia la situación. Controlo su molestia.
- Bien. Necesito saber saber el motivo de la pelea - ese tonito de mierda y modales baratos. Trataba de aparentar ser una mujer sostificada. Lo cual no era.
- Él me miró mal.
Después de decir eso su cara de volvió a arrugar con un puto ceño fruncido.
- Debes estar bromeando..
-...
- ¿Llevaste a un chico a la enfermería, solo porque te miro mal? - dijo sin poder creerlo.
- Si. Exactamente.
Vinieron a mi los mismos comentarios de siempre, los malditos regaños, sus "sugerencias" para que dejara de cometer tantos escandaloso. Ja. Si supiera que todas sus palabras me valían mierda.
Alguien llamo a la puerta. Le permitieron pasar. Era mi padre. Masaru.
- Oh ¡Katsuki! ¿Estás bien? ¿Te lastimaron?
Él parecía realmente preocupado. Y lo estaba. Él de verdad pensaba que yo podría llegar a salir lastimado. Al menos se preocupaba por mí.
Después de su llegada. Me ordenaron salir de la oficina de la directora y papá se quedó adentro hablando o sobornando monetariamente a la directora. Yo no entendía el porque ella siempre me regañaba, si al final terminaba aceptando el dinero que mis "padres" le ofrecían para no expulsarme de ese lugar. Que estupidez.
Escuché la puerta abrirse. Papá salió de la oficina y me sonrió. Yo a él no. Me acarició suavemente la cabeza y nos retiramos a la salida. El chófer esperando nuestra llegada para poder llevarnos a casa.
Masaru nunca se molestó con el asunto de mis peleas. Yo siempre pensé qué se debía a qué en el fondo él se culpaba por todo esto. El no haber estado tan presente en mi niñez trajo conciencias. Por eso trataba de compensar ese error siendo un padre comprensivo. Él era extraño. Pero yo no lo odiaba.
.
Una vez llegamos a la mansión sabía que debía enfrentar al verdadero problema.
- Katsuki - me llamo mi papá - Tu madre quiere verte en su oficina, para hablar contigo.
- Está bien.
Entre al lugar, era mi casa, pero no era mi hogar. Subí las escaleras y caminé por los pasillos, cada habitación, sala, pared de este lugar era tan estratégicamente "Perfecto" la "señora y dueña" de esta casa era estricta con la decoración, a ella siempre le gustaba tener en control de todo. Era algo que yo detestaba.
Deje de caminar. Ya había llegado a mi destino, ni siquiera me moleste en tocar la puerta, entre sin avisar. Ahí estaba ella, Mitsuki Bakugo, envuelta en; archivos, papeles, lista de reuniones, su escritorio estaba repleto de hojas. Ella me miró, note desagradó en su mirada.
- Katsuki..
Cerre la puerta y me acerqué a su escritorio.
- ¿Que quieres? No tengo todo el día - le dije.
- ¿Que quiero? - dejo a un lado los papeles que estaba leyendo - Quiero que dejes de ser un imbécil y comiences a comportarte. Me tienes arta. ¿No te das cuenta la reputación que estás dañando? ¡¿No te importa darle vergüenza a nuestro apellido?!
- ¿Ya vas a seguir con ese tema? - apenas había pasado menos de un minuto ahí y ya me quería ir - ¿Que no te quedó claro que a mí eso no me importa?
- ¡Es suficiente! - golpeó con sus manos la mesa - Estos últimos años no has parado de meterte en problemas, pelea tras pelea y yo siempre tengo que estar ahí para sacarte de ese pozo.
- ¿Acaso yo te pedí que hicieras todas esas mierdas? Deja de mentir di la verdad, odias que estos escándalos te den a ti una mala reputación.
- No solo a mi Katsuki, a toda la familia, ¿Que pensaran las personas de mí, si ven que mi hijo es una bestia? - hija de puta.
- ¡No me importa! ¡Ellos se pueden ir a la mierda! ¡No me importa lo que la gente piense de mi!
- ¡Te tiene que importar! ¿¡No ves la situación en la que estás, en la que estamos?! - grito como una loca - Ya estás grande para estás estupideces, muy pronto serás un adulto y como adulto seguirás con el negocio familiar, te harás cargo de la empresa.
- ¡Ni en tus sueños! Jamás me haré cargo de la compañía. No pienso ser otro eslabón en esta cadena de hipócritas.
- ¡Katsuki! - se levantó de su asiento - Jamas vuelvas a decir esas palabras. Te guste o no, eres un Bakugo, eres de esta familia y cuando llegue tu momento tendrás que asumir ese papel, tal y como yo lo hice.
- Jamás.. - murmuré - Nunca.. Jamás voy a ser como tú ¡¿Oíste?! ¡Que te quede claro! ¡Preferiría morir!
No quise seguir hablando, toda esta conversación, todo esto, era absurdo. Caminé hacia la salida, ella seguía gritando tonterías.
Caminé lo más rápido que pude y me encerré en mi habitación. Ese lugar, era el único sitio donde me sentía cómodo, tal vez sea porque nunca le permití a Mitsuki poner sus manos en mi cuarto. Yo mismo elegía como decorarlo, o de que color iban a ser las paredes. A lo contrario de toda la mansión, mi habitación era "cero perfecta" y eso era lo que más me gustaba. Nunca les di permiso a las empleadas de la limpieza entrar, no me gustaba que las personas entrarán, yo mismo me encargaba de limpiar y ordenar. No era un problema, asi que estaba bien con eso.
Arrojé mi mochila a un lado y me tire sobre mi cama, trate de tomar una siesta.
Mi vida era tan gris. La odiaba. Pero de todos modos seguia existiendo ¿Por qué? Eso ni yo lo sabía. Habia llegado a ese punto en el que de verdad, nada me importaba. Me sentía.. sentía que estaba flotando en un rio y que no me interesaba saber que diablos sucedería conmigo.
Muchas cosas habían cambiado después de que Nana se fué. Empecé a desconfiar de los demás, me encerré en mi mundo, no permitía que nadie me dijera que hacer, a los pobres estúpidos que crean que podían hablar mal de mi a mis espaldas los agarraba a golpes y los obligaba a tragarse sus palabras. Esa última cosa era un fastidio, pero lo disfrutaba, me gustaba verlos lamentarse. Porque era algo que merecían.
.
El día siguiente entre lo más normal a la secuencia, algunos estaban sorprendido de verme, otros no, la pelea del otro día no era nada, siempre me metía en peleas con Alfas, o tontos hombres Betas que se creían muy listos. Siempre estaba la pregunta de cuando finalmente me expulsarían. Pero eso nunca pasaba, ni pasaría. Con Mitsuki y papá sobornando a la directora, me quedaría en ese lugar hasta que terminara mis estudios. Después de todo, estaba en mi último año de secundaria, pronto iría a la preparatoria. Sobre mis calificaciones, a lo contrario de lo que todos pensaban era uno de los mejores en mi clase. Los demás eran unos buenos para nada.
Los problemas y peleas en las que me metía, me dió una reputación, gente me tenía miedo, algunos odió, pero todos tenían en claro que jamás debían meterse conmigo. A mí no me importaba perderlo todo, después de todo nunca tuve nada.
Sorprendentemente, tenía amigos, o bueno, la verdad no sé cómo debería llamarlos, solo eran un par de chicos que me seguían a todos lados y me hablaban con confianza, yo no los alejaba porque al menos ellos nunca fueron doble cara conmigo, tal vez lo que ellos querían era protección de mi parte, con esta reputación de mierda que cargaba, era mejor ser amigos que enemigos. Pero al único chico a quien consideraba mi verdadero amigo era a Eijirou.
- Hey Katsuki, creo que se te pasó la mano ayer con ese chico.
- Es verdad, ten cuidado para la próxima.
Dijeron ellos, honestamente no recuerdo sus nombres, uno era pelinegro y el otro castaño, les voy a decir, extra uno y extra dos. Listo. Sin tantos líos con sus nombres.
- Cállense imbéciles - conteste y seguí mirando la pantalla de mi teléfono.
- Cambiando de tema - hablo Eijirou, en ese entonces, él ya se habia teñido el pelo de rojo y estaba emparejado con el Omega Denki - Pronto será el día de las madres ¿Que le van a dar de regalo a sus mamás? - pregunto.
- ¡Ay! ¿¡Cuando es?! ¡Lo olvide! Tengo que comprarle algo a mi mamá o se va a enojar conmigo - dijo extra dos.
- Yo tenía pensado robarle a mi papá su tarjeta de crédito y ir a comprarle un bolso, ya saben, de esos que son de marca y tienen el precio de una pinche casa - contó el peligro, o sea extra uno - ¿Tú? - le pregunto a Kirishima.
- Le compraré un auto.
Así re tranqui lo dijo.
- A la mierda - dijo extra dos, sorprendido - ¿De verdad?
- Si. Ella ha estado quejándose de que quiere un auto nuevo ¡Así qué ese será mi regalo! - grito entusiasmado.
Claro, de nosotros cuatro Eijirou era el segundo en tener más dinero, el primero era yo. Por eso para él no era un gran problema comprarle un auto a su mamá.
- Que cosa - dijo el castaño. Me miró - ¿Y tú qué le vas a dar a tu mamá, Katsuki?
- Nada - respondí. No mentía. De verdad no le iba a dar nada. Ni decirle un puto "Feliz día de las madres"
Todos me miraron sorprendidos, menos Eijirou, él ya esperaba esa respuesta de mi parte.
- ¿De verdad nada? - pregunto el extra uno.
- Oh vamos amigo, debes darle algo a tu madre, es la persona que te dió la vida.
- Es lo único bueno que hizo por mí y es algo de lo cual no estoy agradecido. Ya dejen de hablar de este tema extras, porque no me interesa - di por terminado la conversación.
Eijirou y los dos extras siguieron hablando de otros asuntos, mientras yo los escuchaba, sin opinar.
En las clases, en vez de prestarle atención a mis profesores, me puse a pensar en conversación de hoy temprano, sobre el día de las madres, en realidad no tanto por la fecha, sino por la palabra "madres" "mamá" Eso trajo a mi mente viejos recuerdos. Muy dolorosos. Me puse a pensar en Nana, en los lindos momentos que pasamos juntos, las promesas que jamás vamos a poder cumplir, el como a pesar de todo eso ella se fue y me abandono.
Pase días, semanas, meses.. esperando a que ella volviera, pero nunca lo hizo, nunca vino por mi. Mitsuki me dijo que ella había tomado la decisión de irse porque quería empezar una familia, una familia de verdad, con un Alfa del cual se había enamorado, nunca le creí ninguna sola palabra, pero al haberme cansado de tanto esperar y no encontrar una explicación para su abandono, termine creyendo y aceptando la versión de Mitsuki.
Me sentía mal al pensar en esas cosas, más que nada, existía en mi la duda "¿Por qué?" "¿Por qué me dejó?" "¿Que hice mal?"
Muy en el fondo, aunque ella me haya abandonado, yo seguía aceptando a Nana en mi corazón como mi única mamá, la única madre que tuve. Porque yo aún seguía esperando a que ella volviera. De inmediato me comencé a molestar. ¿Por qué aún tenía esperanzas en volver a verla? Ella me había abandonado. Nunca vino a buscarme o siquiera saber de mí. Y yo ¿A pesar de todo la seguía amando? Que estupidez. Era estúpido. Yo debería odiarla. Pero no podía.. porque ella era mi mamá.
Sin ser consiente de mis acciones, comencé a dejar salir feromonas de enfadó y dolor. Poco a poco el salón de clases se llenó de mi olor y todos volvieron a verme. Cuando me di cuánta de lo que estaba haciendo me asusté. Nunca dejé que mis pensamientos me afectaran en la escuela, siempre dejaba salir mis emociones en la seguridad de mi habitación, dónde podía llorar y enojarme todo lo que yo quisiera. Por eso, el estar ahí, con todos mirando y oliendo el aroma de mis emociones, me hizo sentir expuesto, me preocupe. Mi garganta la sentía seca, me faltaba el aire.
Me levanté de mi asiento y salí del salón lo más rápido que pude con la excusa de que iba a ir al baño. Corrí por los pasillos hacia el exterior, el patio de la institución. Cuando mis pies pisaron el césped, deje de correr. Me deje caer al suelo y comencé a respirar con más normalidad. Poco a poco las feromonas dejaron de salir y me tranquilice.
Escuché pasos a lo lejos, mire hacia un costado y ví a Kirishima corriendo en donde yo estaba. Se veía preocupado. Me senté en el césped.
- ¡Ay! ¡Katsuki! ¿¡Estás bien?! - tomo aire - Todo el salón se preocupo, esas fueron muchas feromonas, demasiado fuertes también, todos empezaron a decir que entraste en celo.
- No seas idiota, mis celos son mucho más fuertes - le conté - Ademas.. no es eso.. lo que pasó en el salón no era nada importante - baje la cabeza, sintiendo emocionalmente mal - Solo son tonterías.
- ¿Tonterías? ¿Una tontería te puede volver así? - la curiosidad de Eijirou siempre fue una molesta para mí. Pero apreciaba su preocupación - Dime la verdad ¿Que te tiene así?
Buena pregunta ¿Por qué me sentía tan mal? ¿Por qué esto era tan difícil para mí? ¿Por qué simplemente no podía dejar el pasado atrás? Mejor dicho.. ¿Por qué puedo dejar todo atrás, pero no puedo olvidarme de Nana? No está bien, no está bien. No es correcto. Yo tengo que estar enojado con ella.. me abandono.. nunca vino a buscarme.. ella.. mi mamá..
Muchos recuerdos vinieron a mi mente, los momentos que pasamos juntos, los abrazos, los juegos, las carreras en el patio, los dibujos.. ¡Maldita sea! ¡Esos putos dibujos! Nunca nos queme, nunca los rompí, aún los seguía conservando, dentro de una caja abajo de mi cama, cuando la extrañaba demasiado los observaba, esos años que pase junto a ella, fueron los años más felices de mí vida. A veces me preguntaba ¿Que habría pasado si todo hubiera sido diferente? Si tan solo hubiera venido a buscarme. Seguramente.. yo sería feliz. No podía olvidar. Tampoco odiar.. ¿Cómo podría odiar a mi madre?
- Yo.. - trague saliva - Es que yo.. yo extraño mucho a mi mamá..
Finamente dije lo que sentía en voz alta.
Deje de evadir estos sentimientos y los acepté. No pude más. No podía seguir haciéndome el fuerte. Me permití llorar. Lloré.. como un mocoso de mierda. Si, asi me sentía. Un niño que extrañaba a su madre y lloraba porque su ausencia lo estaba asustando y preocupando.
Kirishima se preocupó aún más, era la primera vez que me veía llorar. Se acercó más a mí y se agachó para acaríciame o darme palmadas en el hombro, era su forma de darme apoyo.
- Esta bien Katsuki, está bien, puedes llorar. No te preocupes. Todo estará bien - me decía.
Después de unos minutos me tranquilice y comencé a secarme las lágrimas.
- Entonces.. - comenzó a hablar Eijirou - ¿Extrañas a la señora Mitsuki? - pregunto dudoso.
- Mitsuki.. - tomé aire y me aclare la garganta - Ella no es mi verdadera madre.
- ¿¡Qué?! ¿¡No es tu mamá?! No lo entiendo - comento confundido - Pero ¡Los dos se parecen! ¡Son casi idénticos!
- Es algo difícil de explicar.. - murmuré - Escuchá. Mitsuki es mi madre biológica. Ella me dio la vida. Pero nunca le importe, me dejó al cuidado de mi niñera desde que era un bebé. Termine aceptado a mi niñera como mi mamá y ella me "adoptó" como su hijo - suspiré, decir estas cosas era libertador, pero de todos modos seguía siento difícil - Pero un día ella se fué.. también me abandono, al igual que Mitsuki. La extraño.. extraño a mi madre, pero ella me dejó..
Eijirou se quedó boquiabierto con mi historia, nunca hubiera imaginado que yo le diría algo así. Tardo un rato en procesar toda la información.
- Wow.. amigo.. ¿Por qué nunca me lo dijiste? - era verdad, nos conocíamos desde niños pero nunca le conté mi verdadera vida, él solo pensaba que yo tenia padres ausentes y que los odiaba por eso.
- Me sentía patético.. un niño que le decía "mamá" a su niñera.. Todo eso para que al final ella también lo terminará abandonado.. que estúpido..
- Katsuki.. no tenía idea de que habías pasado por todo eso - ay no. Ahora él me tenía lastima. Odiaba que las personas me tuvieran lastima.
- No te atrevas a verme con lastima. Odió esa porquería.
- Oh ¡Lo siento! - grito. Volvió a levantarse del suelo - Por eso saliste corriendo del salón.. ¿Extrañas a tu madre?
Agache la cabeza.
- Si.. pero.. de nada sirve sentirme así, ella nunca vino a buscarme..
Era la verdad y era lo que más me dolía.
- ¿Ella nunca volvió? Entonces.. si ella nunca vino a buscarte.. ¿Por qué no tú, la buscas a ella? - dijo Kirishima.
Me inmediato levanté la cabeza y abrí grande mis ojos, no podía creer lo que él me estaba diciendo ¿Ir yo a buscarla a ella?
- Acaso.. ¿Acaso eres idiota? ¿No escuchaste lo que te dije? Ella nunca volvió, nunca se molestó en volver por mí. Han pasado años, más de cinco años y jamás apareció.
- Con más razón debes buscarla - dijo de forma tranquila - ¿No quieres saber el motivo por el cual ella nunca volvió? ¿El porque te dejo? ¿No crees que mereces saber la verdad?
Cada palabra de Eijirou me dejaba sin hablá. Sin ser capaz de poder decir algo ¿Era posible? Ir a buscarla. Saber sobre ella, ver otra vez su rostro.. nunca pensé que tenía esa posibilidad, es decir, me di por vencido, habían pasado siete años.. era normal que me haya cansado de esperar.. pero aunque me di por vencido, aún tenía esperanzas de volver a verla..
Quería saber.. saber el motivo de su abandono.. ¿Que hizo con su vida después de déjame en esa mansión?
Mamá..
Volví a mirar a Kirishima, él me estaba sonriendo como un imbécil, pero algo en su sonrisa, era como si toda su cara visualmente me estuviera diciendo "Tu puedes amigo"
.
.
.
Ese día, después de la escuela, apenas llegué a la mansión, entre de inmediato. No estaba asustado, tampoco preocupado, esta vez no me iba a quedar con los brazos cruzados esperando una respuesta, yo mismo iría a buscarla. Llegué a la oficina de Mitsuki, por primera vez toque la puerta, espere que me diera su permiso. Entre.
Se veía sorprendida de verme. Mi cara estaba sería, pero no demostraba molestia, lo que era raro, porque yo siempre estaba enojado. Eso le llamo la atención. Dejo unas hojas que estaba leyendo a un lado.
- ¿Katsuki? ¿Sucede algo?
Me acerqué a su escritorio.
- Tengo una pregunta que hacerte.
Mi voz serena la sorprendió aún más de lo que ya estaba.
- Ah, okey. Dime ¿Que quieres saber?
- Mitsuki.
-...
- Quiero saber dónde está Nana.
____________________________________
Bien, eso a sido todo, gracias por leer.
Hola a tod@s! Si, está vez les traje un capítulo diferente a los anteriores. 🤗
Les gustó?? Porque de verdad espero que les haya gustado ❤️😅
Gracias por leer, comentar y votar ⭐🌟⭐
AVISOS IMPORTANTE!! ↓↓↓
A esta historia solo le quedan 4 capitulos mas y llegaremos a su final 🤗 (la historia terminará en el capítulo 41) Estoy muy feliz de que pronto termine está historia ❤️
Siguiente, ya estre en vacaciones!! Pero no pude escribir capitulos porque estaba disfrutando de relajarme y no hacer nada 💪🥴
A pesar de eso, tomé la decisión de publicar una historia nueva, creo que algun@s la recuerdan ↓↓↓
En mis tiempos libres escribía un poco y cuando me di cuenta que estaba casi terminada, decidí ponerle mucho amor y terminarla. Ya está publicada, me gustaría mucho que se tomarán el tiempo de leerla ❤️❤️❤️
Sobre mi vida personal, me encuentro muy bien, me aleje de algunas personas, pero me alegra saber que tengo amigos leales que aún están a mi lado 💕 Sobre los estudios, evaluaciones y demás, todo va bien, ya no me estreso tanto como antes, pero de todos modos le pongo ganas a las cosas 💪🥴💓💓
Agradezco mucho la preocupación de tod@s ❤️❤️❤️❤️❤️😊😊😊😊☺️☺️☺️
Ahora comenzaré a escribir el siguiente capítulo de "Barriguita grande" (Katsudeku) 🧡💚
Ya me tengo que ir 😋
Gracias por leer!! Comentar y votar 🌟⭐
Nos vemos pronto. Eso espero 😅💕
Adiós! 💪❤️
🧡💚