La nieve continúa cayendo de una manera frágil y hermosa mientras que las personas van de un lado para otro hablando, escuchando música o con sus mascotas. Ahora mismo me encuentro caminando hacia el Karasuno mientras hablo con mi hermano mayor que está en Shiratorizawa, Ushijima Wakatoshi, y es el mejor sin dudarlo, se preocupa por mí y siempre me defiende cuando es necesario, no lo cambiaría por nada.
Entro al patio de la escuela acariciando suavemente mis hombros por el frío, entonces siento una presencia seguida de unas voces detrás de mí.
Cuando pasan por mi lado observo a Tsukishima y a Yamaguchi, un sonrojo nace en mis mejillas al ver como los ojos dorados de Tsukishima contactan con los míos por unos segundos.
Mi corazón empieza a latir muy rápido casi a punto de salir del pecho, sin poder evitarlo aparto la mirada tragando saliva muy nerviosa. Él me gusta desde principio de curso, pero es obvio que no va a hacerme caso, yo soy horrenda, no soy como las demás, estoy gorda, nadie va a quererme así, hasta lo dice mi tía, soy una morsa llena de grasa.
De hecho, mis padres y mi hermano dejaron de hablarse con ella por esa misma razón, los insultos hacia mí, Ushijima siempre me lo dice, que soy la chica perfecta, todos quisieran tener algo conmigo, pero sinceramente no lo creo, todos los chicos en los que estuve en una relación me engañaron a los 4, 6, 8 días por ahí, pero de las dos semanas no pasaron. No tengo esperanzas en el amor, es una mierda.
Noto aún la mirada de mi compañero de clases sobre mí pero a los pocos segundos la separa para marcharse.
Sacudo mi cabeza poniéndome seria de nuevo para ir hacia mi clase, a la hora del patio me encuentro comiendo en el baño sola mientras escucho música hasta que veo entrar a Yachi quién me mira muy nerviosa.
— ¿Te encuentras bien? — pregunta acercándose.
— Sí tranquila, solo estoy comiendo, no te preocupes — le sonrío.
— ¿Quieres que me quede? No tengo problema.
— No gracias, estoy bien — le dedico otra sonrisa para bajar la mirada a mi teléfono volviendo a poner la música.
Al terminar las clases me encuentro recogiendo mis cosas cuando noto como se acercan, al girar la cabeza observo a Tsukishima con Yamaguchi, rápidamente aparto mi mirada hacia mi mochila.
— Oye... — empieza el rubio.
— No tengo tiempo — rápidamente me voy de allí sin dejarles decir una sola palabra más. — Eso estuvo cerca — susurro al salir para dirigirme a la parada de buses.
Cuando llego a casa escucho muchas voces, deben ser los del equipo de mi hermano, me asomo a la puerta de la sala observándolos sin ellos darse cuenta de mi presencia, justo cuando me iba a ir a mi cuarto escucho la voz de Tendo llamándome, me detengo para girar viendo a todos mirándome.
— Pensé que te quedarías con tus amigas — dice mi hermano.
Ante esas palabras los recuerdos de primaria y secundaria vienen a mi mente, las chicas burlándose de mí por mi apariencia, los chicos llamándome vaca gorda, las fotos, los memes... Toda esa mierda.
Sacudo la cabeza y les sonrío.
— Estaban ocupadas y no pudieron quedar, mañana quedamos para comer — le sonrío.
¿Qué amigas van a ser? Ni puta idea porque no tengo una sola, vivo una vida de mierda donde la única luz es mi hermano, ya estoy acostumbrada a la mierda de soledad, no necesito más que a Ushi.
— ¿Queréis que os traiga algo de la tienda?
— No gracias — responde mi hermano. — ¿Necesitas ayuda con las tareas?
— No, gracias, disfruta — le sonrío yendo a la cocina cogiendo el bote de crema de cacao y luego subiendo a mi cuarto.
Cierro la puerta de todo poniendo mi música a todo volumen mientras me pongo a hacer los deberes.
Al cabo de unas horas continúo centrada en mis deberes hasta que me tocan el hombro, al girar la cabeza veo a mi hermano.
— Tienes que cenar venga.
— No quiero, déjame en paz — protesto.
— Ven a cenar y luego... — empieza.
— ¡¡Que me dejes en paz pesado!! — le grito ya cabreada. — Que tu seas deportista y tengas la vida arreglada no significa que yo la tenga, lárgate joder — vuelvo a mirar a mi libreta.
escucho el sonido de la puerta y subo la música intentando concentrarme.
Ahora me siento mal, mi hermano siempre se esforzó porque estuviera bien en el colegio y me protegió de mi tía y los que se reían de mí...
Mierda, me odio a mi misma.
Observo las cicatrices de mis brazos tapadas por el maquillaje. Yo nunca pedí nacer, tal vez fui un error que nunca debió ser creado.
Sacudo la cabeza golpeándome suave contra la mesa dos veces.
Concéntrate Tn, no puedes suspender este examen o reprobarás la evaluación, aunque pases estudiando toda la noche tienes que aprobar.
Cosa que no paso por que como a las dos de la mañana me quedé dormida.
Al día siguiente después de las clases me encuentro terminando de recoger mis cosas cuando alguien me quita la mochila. Al levantar la cabeza observo a Tsukishima que va a cerrar la puerta de clase.
— Oye, ¿qué crees que haces? — protesto muy sonrojada.
— ¿Te gusta ignorarme? — sonríe burlón acercándose.
— N-no sé de qué hablas — le miro muy sonrojada apoyándome en la pared.
En menos de un segundo nuestros labios se juntan en un beso apasionado de su parte, sin poder evitarlo lo continúo.
Antes de que pueda darme cuenta estoy encima de la mesa de Tsukishima mientras él besa mi cuello sacando gemidos leves, por la excitación de mi cuerpo no puedo evitar desabotonar la camisa del contrario.
Mi sonrojo aumenta al sentir como los botones de mi camisa van cediendo ante sus largos dedos, mi respiración comienza a ir más rápido cuando noto sus suaves, lentos y dulces besos sobre mis pechos a la vez que el sujetador termina perdiendo la partida cayendo al suelo.
— Tsukishima... Pueden vernos
— Si no haces ruido ni sabrán que estamos aquí, así que estate callada.
— M mi hermano se preocupará por si no llego pronto a casa... — susurro soltando leves jadeos.
— No voy a tardar tanto tiempo en follarte linda — mete su mano bajo mi falda acariciando mi intimidad por encima de la ropa interior provocando otro gran sonrojo en mis mejillas y unos leves gemidos salir de mi boca.
— P pero...
Me interrumpe besándome mientras se desabrocha el pantalón, ingresa un dedo en mi interior acariciando este a la vez que me tapo la boca para opacar los gemidos provenientes de su garganta.
— ¿Eres virgen? — pregunta viéndome serio mientras se coloca las gafas.
— N no — murmuro acomodando mi cabello.
— Oh vaya, la chica buena ya probó a follar, interesante — sonríe sarcástico.
Con un ligero movimiento me arrebata las bragas tirándolas por ahí, no logro captar en donde.
Me abre de piernas obligándome a rodear su cadera con ellas a la vez que baja su boxer, sus labios impactan contra los míos en un beso apasionado, me sorprendo un poco pegando un ligero salto al sentir como mete su miembro de una estocada en mi interior comenzando a ir algo lento.
Nos separamos tras unos minutos a causa del aire formando un hilo de saliva entre nosotros, lleva su boca a mi cuello mientras me dedico a meter mis manos bajo su camisa quitándosela y arañando con mucha fuerza su espalda manteniendo mi boca en su cuello intentando controlar los gemidos.
— Tsukishima... Ah ahh — gimo en voz baja clavando mis uñas en su espalda.
— Shhh — ordena besándome con pasión mientras empieza a subir de velocidad y fuerza sus embestidas.
Lloriqueo del placer arañando con más fuerza su espalda. No sé cuánto tiempo pasa hasta que noto ese ligero cosquilleo en mi abdomen y como sus movimientos empiezan a ser más torpes, me aferro a sus hombros soltando un gemido algo fuerte opacado por sus hombros.
— Tsk... Mierda — susurra yendo cada vez más rápido a la vez que coloca mi pierna izquierda sobre su hombro
— Tsukishima... V voy a correrme — susurro arañando su espalda.
— Yo también — contesta dando estocadas mucho más fuertes.
Suelto un gemido con mucha fuerza tapando mi boca cuando ambos líquidos se juntan.
Mete la cabeza entre mis pechos cansado y jadeando.
— Tsukishima... Tú... Me gustas mucho — murmuro muy sonrojada.
En ese momento me gira la cara despacio y me besa acariciando con suavidad mi cabello.
— También me gustas Tn, mucho más de lo que te puedas imaginar — me sonríe de forma sarcástica.
— Entonces, ¿a qué esperas para decirlo? — sonrío traviesa dejando un suave beso en sus labios.
— Ay señor — murmura rodando los ojos para luego verme aún algo sudado. — ¿Quieres ser mi novia?
— Sí — sonrío como niña pequeña para separarlo y ponerme las bragas y pasarle su camisa.
Justo cuando iba a agarrar mi mochila me acorrala contra la pared.
— Como vuelvas a ignorarme, te dejaré sin caminar por cuatro meses, ¿me oíste?
Asiento con la cabeza agarrando mi mochila y acercándome a la puerta.
— Te toca limpiar, disfruta v le guiño un ojo y me voy de allí.
A la hora de la cena me encuentro comiendo en frente de mi hermano en silencio absoluto hasta que lo rompo.
— Perdón por como te traté ayer, no debí hacerlo, pero estoy muy estresada por los exámenes de medio período.
— No pasa nada — me dedica una sonrisa leve. — Si quieres hoy y el fin de semana que voy a quedar con los chicos podemos ayudarte.
— Hoy vale, pero el fin de semana he quedado con un compañero para estudiar, es uno de los mejores de la clase.
— Está bien — me vuelve a mirar serio con su cara de todos los dias y continuamos cenando.
Y si os preguntáis con quién fue mi primera vez, os lo diré, el año pasado me monté un trío con Eita y con Tendo y está claro que mi hermano no lo sabe y espero que siga así por muuuuuucho tiempo.