Subastada al mejor postor

By SarahiSalinas_

2.8M 154K 33.8K

[Contenido +18 y +21] Desde recién nacidas somos arrancadas de los brazos de nuestras madres o algunas son de... More

Sinopsis
Personajes principales
1. Origen
2. Dulces dieciocho años
3. Llego el día
4. La subasta
5. Los Friedrich, una nueva vida
6. Jayden Friedrich
7. Beso
8. Secretos y una perforación
9. Un rubio de ojos grises
10. Boda a medias
11. Luna de miel o hiel
12. Eso que huelo ¿acaso son celos?
13. Locuras que llevan nuestro nombre
14. Te llevaré a las estrellas y al mismo tiempo al infierno a sentir las llamas
15. Lo que pasa en las Vegas, se queda en las Vegas
16. La correcta
17. Después de todo el pasado regresa
18. Decisiones
20. La libertad que merece
21. Nueva integrante
22. Divorcio
23. El tiempo lo sana todo ¿O no?
24. Solo piel
25. ¡Quiero un papá!
26. Reencuentro inesperado
27. Volverte a ver
28. Hablar, solo quiero hablar
29. Antes de lo esperado
30. La verdad
31. Un paso a la vez
32. ¿Aún queda una segunda oportunidad?
33. Escándalo
34. Unas cuantas verdades
35. Bésame hasta que me harte
36. Dilema
37. Aguarda, aún falta algo...
38. La venganza se sirve en un platillo frío
Epílogo

19. ¿Soy una Klein?

62.8K 4K 1.2K
By SarahiSalinas_

Actualizo hoy porque acabe antes el capítulo y les pregunté por el grupo si querían capitulo hoy y dijeron que si. También por que ya pasamos las 100k leídas gracias a ustedes 🩷

No se olviden de votar y comentar ✨

°•✮•°

Al terminar la llamada, salgo de ahí y no miro atrás, no hay por qué. Abro el portón, me duele hacer esto. No tengo salida de otro modo. Quizá sea lo mejor, para él, para mí, para los dos.

Las lágrimas aún ruedan por mis mejillas, lloro en silencio. Salgo a la carretera, esperaré aquí se que vendrá por mi.

Es una noche sin estrellas, no hace frío, no hace calor y no siento nada. Mi corazón se ha hecho añicos nunca imaginé que eso llegase a suceder.

Luego de esperar un rato veo como un coche alumbra con sus luces y se detiene al lado mío. Del copiloto sale un Alec en pijama, un pantalón de tela y una camiseta sencilla. Me siento apenada por hablarle a esta hora y que seguro estaba dormido ya.

Al parecer es lo menos importante en estos instantes, corre a mi como si le preocupara demasiado se que dijo que podía contar con él; ahora se que es cierto.

—Elaine ¿qué sucedió? —me observa preocupado—. Viene lo más rápido posible, te escuché llorar. ¿Te ha hecho algo Jayden?

Muerdo mi labio y lloro, solo quiero que alguien me abrace y me diga que todo estará bien.
Y sin más me aviento a sus brazos, lloro en su pecho, sollozo, saco mi dolor y él no me lo impide. De un momento a otro siento sus manos acariciar mi espalda, es tan cálido aún así sigue ahí el dolor.

—Me dirás qué sucedió —habla bajito.

—Solo no quiero volver —sorbo mi nariz—. Lo vi, él y ella. No puedo, todo me estaba asfixiando cuándo los vi.

Llega a mi mente de nuevo los recuerdos, los dos abrazos. Trato de disiparlos de eliminarlos de mi mente pero no puedo.

—Todo estará bien. Quieres salir de aquí, de acuerdo. Vamos te llevaré a mi casa —sigo aferrada a su pecho—. Ya me contarás bien qué ocurre.

—No quiero regresar ahí —susurro con tanto dolor—. No voy a poder soportarlo.

Abre la puerta del copiloto para que suba no lo pienso mucho, subo.
Enciende el auto y se pone en marcha.

El vacío, el dolor y el nudo en mi garganta se hacen cada vez más. Cuándo me doy cuenta ha pasado tanto tiempo y sigue ahí; nunca se va, no hasta que lo vuelvo a ver. Todo se vuelve apretar aún más. Después de todo cuándo pasan los años no logro sacarlo de mi corazón, aunque en mi mente ya no esté el corazón será quien lo recuerda cada nada.

No lo sabía, no sabía nada de la vida. Me golpeó tan duro que tuve que hacerme dura, tuve que volverme fría así que entendí que nadie volvería a lastimarme.

Llegamos a la ciudad, llegamos a una calle donde hay muchas casas de lujo no les tomo tanta atención, se detiene en un portón donde ingresa el carro.

Su casa es enorme para solo una persona, desabrocho el cinturón de seguridad.

Deje de llorar en el trayecto. Sigue ahí todo el dolor creo que se van acabado las lágrimas.

—Elaine, antes tengo que decirte algo —volteo a verlo.

—Dime

—Mi padre a llegado está mañana a casa, así que estará en la sala esperándome tuve que decirle que saldría —caminamos hasta llegar a la puerta—. Espero no te incomode.

—Más bien la que está incomodando soy yo por llamarte tan tarde —digo apenada—. Gracias Alec, no entiendo porque lo haces pero gracias.

—De nada, yo siempre estaré para ti —de verdad me la creo—. No me gusta que sufras y menos que llores.

La cercanía que tiene conmigo no me incómoda para nada. Limpia una lágrima que se sale de mis ojos. Me sonríe aunque no llega a sus ojos.

Ingresamos a su casa, hay lindos cuadros un piso tan bien pulido de mármol. Todo reluce y grita caro. Hay luces encendidas, damos una vuelta donde está la sala, antes de llegar aquí hay escaleras que llevan al segundo piso.

Busco con la mirada al padre de Alec, no hay nadie aquí al parecer.

—Deja veo donde está mi padre y regreso —anuncia y se pierde por otro lado.

Me quedo quieta en mi lugar. Por un momento recuerdo seis meses atrás cuándo llegue a casa de Jayden, cuándo me quedé parada esperando que él señor Joshua regresará con su hijo. Ya ha pasado algo de tiempo aún no logro olvidar cada detallé como si fuera ayer, no lo es, nada lo es.

Escucho un carraspeo detrás mío, volteo para ver quién es. Giro tan rápido que no me da tiempo de procesar nada. Me quedo estoica sin poder creer lo que tengo frente a mis ojos.

Unos ojos grises me observan también se ha quedado como yo, veo como sus ojos se agrandan por la sorpresa estoy de la misma manera.
Ese cabello como el mío y los ojos. Ahora entiendo de dónde provienen los ojos de Alec.

Es como verme a mi en una versión masculina pero más mayor por obviedad. No puedo apartar la mirada.

—¿Elaine verdad? —por fin habla, tiene un tono de voz igual a la de su hijo.

—Si, usted es el padre de Alec —sigo sin poder creer lo de su apariencia.

Podría tener más de cuarenta y pico, se ve joven el cabello le da un atractivo único.

—Así es —no aparta la mirada, tampoco parpadea—. Me sorprende tu apariencia; nunca había visto a alguien con mi misma similitud.

—Estoy en las mismas. Cuándo conocí a Alec también me quedé un poco sorprendida.

—Me da gusto conocerte por fin Alec me habló mucho de ti —lo que dice me genera una pregunta del porque hablaría de mi a su padre cuándo casi ni hablamos, solo unas cuántas veces—. Me dijo que tenías unos ojos como los míos ni hablar del cabello.

—Será por eso, él nunca menciono algo de usted —platico con él y no se cómo se llama.

—Una disculpa, soy Zarik Klein un gusto —sonríe tan alegre.

—Un gusto señor Klein, pues bueno ya sabe soy Elaine la chica que despertó a su hijo de su sueño —me sonrojo ante mis palabras.

—No me llames por el apellido puedes decirme solo señor Zarik.

—Te buscaba papá —la voz de Alec hace que ya no conteste—. Al parecer ya conociste a mi padre Elaine.

—Si, es mi amigable y amable.

—Me halaga señorita.

—Me dirás qué ocurrió —quiero evitar el tema.

—Los dejo solos para que platiquen —se retira el señor Zarik—, estaré en mi habitación.

Me siento en uno de los sillones que se ven tan cómodos.

—No ha sido fácil. Vi a Jayden y a Heather juntos, abrazados en la cama que compartíamos —se me desgarra la voz—. Estaban ahí, se veían tan cómodos. Yo, yo no sabía que hacer me puse a llorar me dolió ver la escena —ahi voy de nuevo a llorar.

—Que hijo de... —tensa su mandíbula tan fuerte—, es tan idiota por hacerte esto. Ha pasado los límites le deje en claro que no fuera a lastimarte, se lo advertí le dije que no mereces ser trata así al parecer le valió mis palabras.

Su apariencia, su voz son de molestia. Se nota al tener apretada la mandíbula y sus nudillos también.

—Yo solo pensaba una cosa, huir —me abrazo a mi misma—. Nosotros hemos peleado últimamente, la última vez que hablamos venía a disculparse no acepte sus disculpas sentí de alguna manera que lo hacía presionado por el simple hecho que soy su esposa y que faltan meses para que acabe nuestro matrimonio. Qué ahora ya no queda nada.

Me pierdo en un punto fijo para seguir hablando.

—Le di a elegir a quién. Yo sí quería luchar por lo nuestro, hace dos meses nos acercamos tanto que me sentí tan feliz; cuándo ella regreso todo se fue. Hoy iba ir a verlo, quería hablar con él arreglar todo. Mi corazón se partió por lo que vi —suelto a llorar a mares—. No sabía que hacer, sabía la respuesta. Jayden la había elegido a ella y no a mi.

Callo para seguir llorando en mi dolor. Alec se acerca a mi, me abraza.

—Tranquila, yo estoy aquí —susurra—. Él no te merece, no lo hace. Se está perdiendo una persona tan maravillosa y única.

El sollozo, un hipo, junto a mis mocos no suena nada bien.

—No quiero regresar, qui-quiero ir a dónde sea. N-no, no volveré ahí.

—Te puedes quedar todo el tiempo que necesites aquí, no tengo problema alguno —acaricia mi cabello—. No le diré nada de qué estás aquí.

—Gra-gracias Alec. Eres como un hermano protector que nunca tuve —la calidez de sus brazos, su pecho hace que sea tan bien, como si de verdad fuera mi hermano.

—Me siento halagado de que me veas así, tú eres como mi hermanita pequeña que nunca conocí —recuerdo su historia de sus padres—. Yo no te abandonaré.

El señor Zarik vuelve aparecer en la sala.

—¿Ocurre algo?, escuche llantos, ¿está todo bien? —en sus ojos muestra lo preocupado que está.

—No se encuentra bien, descubrió que Jayden durmió con otra mujer —el tono que utiliza y la manera de decir el nombre de Jayden, se nota lo enojado que está.

Pensar que siguen juntos, que yo soy la que sobra. Que ahora que hui de ahí Heather tenga pase libre para lo que quería. Va a tener a Jayden solo para ella. Después de todo logro lo que quiso se quedó con él y yo, yo no obtuve nada más que el dolor y el sufrimiento.

Se me revuelve el estómago de solo imaginar que en un futuro Jayden regrese con ella sino es que ya lo hizo. Todo me hace querer vomitar, se me sube lo poco que ingerí en el día que fue casi nada.

—Un baño —apenas logro decir. Tapo mi boca conteniendo lo que quiero sacar.

—Mierda, vas a...

—Solo llévala al baño antes de que saque todo —su padre lo regaña.

Me lleva rápido a un sanitario que está cerquita de la sala. No me tomo mucho y expulsó todo.

Es líquido, saco todo. Arcadas hacen que sienta de nuevo mis ojos llorosos, lloro. Tardo un poco en terminar de vomitar. Lo que saco no es comida, por obvias razones no he pidió comer este día.

Siento que todo me da vueltas, me desestabilizo un poco, Alec me agarra para que no caiga.

—No estás bien, estás muy pálida —me sostiene.

—Yo... —no logro objetar nada.

Mi cabeza da vueltas, empiezo a ver nublado. Trato de concentrarme, Alec y su padre los veo lejos, sus voces son lejanas no logro escucharlas bien.

Y todo se nubla, voy a caer. Antes de tocar el piso me he desmayado por completo.

°•✮•°

No se cuánto ha pasado, escucho a lo lejos el pitido de alguna máquina. Mis ojos los abro poco a poco, una luz cegadora me cala.
Cuando mi vista se ha aclarado, veo de dónde proviene el pitido es una máquina de hospital donde marca los latidos de mi corazón. La habitación es completamente blanca. Intento moverme pero no puedo, en mi brazo tengo una intravenosa insertada en la piel de mi muñeca.

No hay nadie en la habitación, aún puedo sentir los estragos del vómito, un mal sabor de boca, mi cabeza sigue dando giros y me duele. Tengo claro que no estoy bien siento débil mi cuerpo.

Unos minutos después entra una enfermera en su traje blanco. Me observa, vuelve a salir. Cuándo vuelve a ingresar ya no viene sola, detrás de ella viene Alec y su padre.

—Ya has despertado, te vez todavía mal —se sienta en la esquina de la cama—. Nos diste un susto.

—Lo, lo siento

—No es por eso. Te tuvimos que traerte al hospital porque no reaccionabas eso fue demasiado preocupante —se acerca más y toma mi mano.

—No quise molestarte —mi tono de voz es tan bajita—. ¿Sabes que tengo?

—Ya nos dijo el doctor —la enfermera sale para dejarnos solos.

—Me dirás —quiero saber que es lo que me ocurre.

—Vendrá en un momento el doctor. Una cosa más, mi padre te ha registrado como hija suya así que eres Elaine Klein —sonríe demasiado como si estuviera muy feliz—. No contradigas.

—De acuerdo

No tarda mucho en entrar el médico.

—Señorita Klein, ¿cómo se encuentra?

—Con un poco de dolor de cabeza —toco mi sien.

—De acuerdo, puede ser normal a marcado un poco de estrés y también por el desmayo —estrés de varios días—. Tienes una baja en alimento y deshidratación, ¿has comido bien últimamente?

—Bueno, hoy o ¿ya es otro día? —asiente con la cabeza—. Esté, ayer casi no ingerí nada solo una manzana, no tenía apetito anteriormente algunos alimentos me generaban disgusto.

Me mira con las cejas alzadas. —Debe de comer a sus horas, por eso vino a dar acá y la intravenosa es suero para que su cuerpo recuperé energía.

—Yo no la he pasado bien

—También el desmayo tuvo que venir de eso. Me dijo su hermano y su padre que antes de desmayarse expulsó lo poco que comió. Le hemos hecho unos análisis, ya salieron su padre ya sabe lo que ocurre —tiene una manera de hablar tan serena—. Hay otra cosa que debo de decirle.

—Doctor, disculpe me gustaría ser yo quien le de la noticia —el señor Zarik habla—, después de todo es mi hija déjeme decirlo yo.

—Muy bien, entonces dejo que le diga. En un instante más se le retira la intravenosa y le daré el alta, iré a hacerle una receta y la dieta que debe de llevar —con eso sale de la habitación.

—Hay algo más verdad —afirmo.

—Así es —me mira preocupado.

—Tómate esto con calma —el chico rubio me tranquiliza por lo que se viene.

—Ok, dilo

—En los análisis que te hicieron... —duda en decirme—. Estás embarazada Elaine, de dos meses.

Me quedo en shock.

—Dime que es una broma —hablo asustada.

—Lo lamento, no lo es —confirma su padre—. Alec me ha contado todo y se que significa este tipo de situación.

Me tapo la boca para tapar los sollozos que estoy soltando ya.

—No puede ser posible

Embaraza yo. Aquí acaba todo para mí. Quiero gritar.

—Y-o, yo no puedo es-estar embarazada —me cuesta formular la oración.

—Todo va estar bien.

—No, nada va estar bien —estallo—. Si sabes lo que significa.

—Lo tuvimos tan presente cuándo nos dieron los resultados.

—Si ellos se enteran, si él lo hace o su papá aún peor el orfanato. Me van a quitar al bebé que llevo en el vientre —lloro sin parar—. No, no.

—Tenemos una solución —llega a mi.

—No lo hay. No se que hacer, huir es lo único que me queda.

—Ya no llores, tranquila. Busqué una solución; te conté que mi madre proviene de ahí y mírame aquí estoy yo, estoy con ellos —tuvo suerte.

—Pocos tienen la suerte. La mayoría son arrancados de los brazos de sus madres y muy pocos se quedan con sus padres biológicos. Deben de saber que somos bastardos ante los ojos de los demás —aseguro—. Yo no quiero eso, no se si quiero esto.

—Déjame hablar ¿si?

Cuándo dejo de hablar dejo que él diga todo.

—Elaine, mi padre más qué nada sabe cómo es todo. Le he dicho que tengo una idea. La idea consiste en que te vaya lejos, cambiarte de apellido.

—¿Por qué buscas soluciones a mis problemas?

—Porque me recuerdas a mi hermana, pienso que será como tú tendría tu edad —levanto mi vista a ver a su padre, está en silencio.

—Mi hijo tiene razón. Tienes mi ayuda. La solución es, claro si tú así lo aceptas. Te daremos mi apellido, serás mi hija. Elaine Klein —quedo estupefacta.

—¿Su hija?, yo estoy casada.

—Lo se, tengo suficiente dinero para que nadie lo sepa si así lo quieres.

Mi decisión. ¿Qué quiero yo?, no tengo ni idea.

Mi mano va a mi vientre. ¿Quiero tenerlo?

Un hijo mío y de Jayden. Rueda lágrimas, si lo quiero solo será mío.

—No se que decir —todo es abrumador—. Tengo miedo.

—Está bien que lo tengas, estás asustada y no sabes que hacer. Mi esposa también lo estuvo, hice hasta lo imposible para que nadie nos arrebatará a Alec.

—Piénsalo, no te presionaremos. Vamos a volver a mi casa, el alta ya debe de estar.

—Yo iré a revisar aquello. Tengo un asunto con el doctor seguro que ya habrá respuesta —no se a que se refiere el señor Zarik.

Me hago un ovillo en la cama.

—¿Debería tenerlo?

—Es tu decisión y de nadie más. Ya sabes que cuentas conmigo. Si aceptas mi padre y yo te llevaremos lejos de aquí; una vida nueva podrás ver crecer a tu bebé si no está la posibilidad de que abortes.

La palabra «abortar» me da miedo, yo no sería capaz de tal cosa.

—Tengo mucho miedo

No me contesta, el sonido de un teléfono nos interrumpe.

—Diga —contesta su teléfono dura unos segundos en volver a contestar—. Voy para allá. Es mi padre tiene algo importante que decirme te dejo un rato sola ya vendrán a quitarte la intravenosa.

Busco soluciones y no las hay.

El silencio se hace presente en la habitación, me pongo a pensar en la situación y el terrible miedo que se ha generado en mi.

Mis manos las pongo donde se supone que debe de estar creciendo una vida nueva; dentro de mi hay una vida nueva.

Estoy embarazada, tendré un bebé.

Soy consiente si lo tengo conlleva muchas cosas, más que nada dinero y es lo que no tengo. Otra es estar preparada para hacerlo.

Ni sé si lo estoy.

Viene la enfermera a retirarme el suero. Me encuentro en un bata de hospital, busco con la mirada si está por aquí mi ropa pero no hay rastro de ella.

Me levanto de la camilla para buscar. La puerta se abre muy rápido y recio que doy un brinco de susto en mi lugar. Es solo Alec.

No espero lo siguiente. Me abraza demasiado sin decir nada y yo no entiendo tampoco ha que viene eso.

—Eres tú, algo dentro de mi lo decía —muy apenas puedo escuchar sus palabras ya que habla tan bajito.

—¿Soy que? —me retiro un poco de él.

—Solo no me hagas caso. Te abrace por el motivo que imaginé que necesitabas el abrazo —se separa de mi, rasca su nuca nervioso.

—Vale. ¿Sabes dónde está mi ropa?

—Si, mi padre la fue a recoger la mando a lavar —noto su pesada mirada.

—Aquí está tu ropa Elaine —me da mi ropa limpia—. Ve a cambiarte.

Me encierro en el sanitario para quitarme la bata y colocarme mi ropa. Ya estoy listo, salgo en silencio.

Tu dois te modérer Alec / Debes de moderarte Alec —no entiendo que dicen solo que dice Alec—. C'était mal de la serrer dans ses bras en plus de dire tout ça. Ce n'est pas le moment de dire / Estuvo mal que la abrazaras además de que dijeras todo aquello. No es momento de decirle —lo riñe por algo, su voz lo delata.

Désolé papa, j'étais excité quand les résultats sont sortis, tu sais depuis combien d'années on la cherchait et on ne savait pas à quoi elle ressemblait, tu n'as pas besoin de la serrer dans tes bras / Perdón papá, me emocione cuando salieron los resultados sabes cuántos años la hemos buscado y no teníamos ni idea de como era de apariencia ¿acaso tú no tienes la necesidad de estrecharla en tus brazos? —no se porqué estoy escuchando una conversación en otro idioma—. Quand je l'ai vue pour la première fois, j'ai ressenti quelque chose, peut-être que c'était l'appel du sang / Cuándo la vi por primera vez sentí algo, tal vez fue el llamado de la sangre.

Je sais fils, tu m'as dit, tu m'as parlé de la fille qui avait les cheveux blancs et les yeux gris, je me souviens aussi de ce que tu as dit, qu'elle ressemblait à ma version féminine / Lo se hijo, me lo dijiste me contaste de la chica que tenía el cabello blanco y ojos grises, recuerdo qué dijiste también que parecía yo en versión mujer —hace una pausa—. Maintenant, c'est différent, cela nous a donné un indice et nous connaissons déjà la vérité. Et bien sûr, je veux la serrer dans mes bras et dire à ta mère qu'il n'y a plus de recherche / Ahora es diferente esto nos dio una pista y ya sabemos la verdad. Y claro que quiero abrazarla y decirle a tu madre que ya no más búsqueda.

Decido interrumpir ya su conversación de todas formas no se de que hablan. Será que no quieren que sepa lo que están tratando, es confidencial.

—Ya estoy lista

—Entonces vámonos

El camino del hospital a su casa es corto.

—Le diré a la cocinera que prepare algo delicioso tienes que alimentarte muy bien Elaine —el señor Zarik es quien va a ver la comida.

Caigo en cuenta que es otro día y ya es un poco tarde. Eso quiere decir que Jayden para esta hora debe de saber que ya no estoy en su casa.

—A está hora Jayden debe de saber que ya no me encuentro en su casa —hablo.

—Si, sobre eso. Ya me ha hecho un par de llamadas que he desviado —me alarmó—. Tranquila, no vendrá aquí es al último lugar que pensaría. Le he dicho a mi secretaria si llama a la empresa que diga que me he ido a Francia de nuevo.

Suelto un suspiro, alivio también siento.

—Nos queda tiempo para que decidas que hacer. Esta noche mi padre regresa a Francia y yo voy con él; puedes venir con nosotros —irme significa una nueva vida.

—No se. Estoy en proceso de asimilar todo lo último sucedido —todavía no puedo olvidar lo de la noche anterior.

—Tienes algunas horas para pensarlo bien.

—Ya está el desayuno, vamos al comedor —nos anuncia.

El desayuno es sencillo, han puesto una taza de café, bebo por sobos y como un poco de panqueques son digeribles a mi estómago no le molesta. Cómo demasiado hasta saciarme.

Cuándo acabo de comer me levanto para caminar por ahí.

En unos minutos se me une Alec.

—Debes descansar un poco, he mandado a preparar una recámara —sus manos las mantiene detrás de él.

—Gracias, no quiero hacerlo —salgo a su jardín.

—Hay algo que debes de saber Elaine —capta mi atención—. Quería que descansarás primero y ya después platicaríamos de lo que hay que contar.

—¿De que se trata? —indago.

—Vayamos adentro

Regresamos a la sala donde está también su padre. Se levanta cuándo nos ve.

—Es momento de decirle la verdad

—Ella aún no está bien deberíamos esperar un poco más —parece indeciso.

—Esto no espera papá tiene que ser ahora. No hay tiempo —los miro sin comprender nada—. Tenemos que irnos y sacarla de aquí.

—¿Qué dices? —pregunto, es obvio que hablan de mi.

—Siéntate —hago lo que dice—. Supongo que mi hijo te contó la historia de su madre y mía —asiento confirmándolo—. Su madre fue una subasta, sufrió mucho yo la salve me enamoré de ella y de todo eso salió Alec. Yo logré hasta lo imposible para que no nos lo quitarán. Cuándo creíamos que todo iba perfecto nos enteramos que íbamos a hacer de nuevo padres yo estaba tan feliz —la nostalgia y tristeza en su voz es notoria—. Ella se quedó sola esa noche cuándo dio luz, yo no estaba me había llevado a Alec. Ocurrió la mayor tragedia de nuestras vidas.

Ya lo sé, aún así no lo interrumpo en su narración. Una cosa es escucharlo de los labios de Alec pero otra distinta del protagonista de su propio pasado.

—Llegamos a la casa, no había rastro de nadie había un sonido terrible del silencio. Encontré a la señora que cuidaba a Irina, estaba inconsistente; corrí a su habitación ahí estaba pero nuestra bebé no lo estaba no había rastro de ella. Se la habían llevado, se la robaron. No pude verla cuándo nació no pude sostenerla ni siquiera en mis brazos —sus ojos están empañados de lágrimas—. Mi esposa Irina perdió luz en sus ojos se encerró, lloro, grito. La he buscado hasta donde he podido, no he encontrado nada hasta hoy. Lo hago por mi esposa, por mi y por mi hija.

—Tiene idea de quién puso ser el causante de todo esto —como quiero abrazarlo, el dolor en sus ojos.

—No tenía idea hasta el día de hoy. Tuve sospechas, ahora se que hay probabilidades de que la culpa sea del hombre que compro a mi mujer —no se quién será ese hombre, necesito saberlo.

—Puedo, puedo saber quién es el hombre que compro a su esposa.

—Fue Joshua Friedrich, el padre de tú esposo.

Y todo tiene sentido. Ahora comprendo porque no quería ver a Alec, porque no soportaba verlo, el hijo de la mujer que compro y que huyo con el amor de su vida. La rivalidad que me contó Alec entre su padre y él de Jayden.

—Ha dicho que solo tenía sospechas, eso me lleva a decir ¿ya encuentro su hija? —conjeturo con lo que ha contado.

—Estás en lo correcto. Ya encontré a mi hermana —esta vez habla su hijo—. Estoy tan feliz de tener de nuevo a mi familia.

—Me alegro que haya encontrado por fin a su hija señor Zarik. Me sorprende lo del señor Joshua.

—Ahora me gustaría llevarla con su madre, me gustaría que la conociera —se la llevarán lejos.

—Entonces la chica ya sabe que usted es su padre.

—Aún no le digo nada. Los análisis salieron está mañana, acelere el proceso de los resultados —se levanta de su lugar—. Ya no más búsqueda, Alec la encontró.

—Cuándo la vi por primera vez dije que tenía muchas similitudes con mi padre, sus ojos, su cabello —divaga recordando—. Me quedé asombrado por su apariencia, no tenía idea como sería pero cuándo la vi dije que tantas probabilidades hay que sea mi hermana.

Proceso lo que ha dicho. Su cabello, sus ojos. Los mismos rasgos que yo tengo. Trago duro.

El señor Zarik se para enfrente mío y se agacha a mi altura.

—Elaine —pronuncia con tanto cariño mi nombre—. Te vi y dije, carajo tiene lo mío —me quedó petrificada—. Te desmayaste y te llevamos al hospital, te sacaron muestra de sangre, me dijeron tu tipo de sangre el mismo que tiene mi esposa.

¡Oh dios mío!

—Iba con cero posibilidades que la prueba de compatibilidad que mandé hacer con la tuya y la mía diera un porcentaje alto —toma mis manos—. La encontré cuándo menos la busque.

Miro, sin poder decir nada, espero a que continúe.

—Justo en este momento tengo a mi hija enfrente mío dieciocho años después la encuentro. Elaine eres mi hija; soy tu papá, mi esposa Audrey tu mamá y Alec es tu hermano —mi corazón se detiene, luego late tan rápido como le es posible.

—Eres mi hermana pequeña.

Tráiganme aire que se me a olvidado como respirar.

—Mi papá, mi hermano... —digo sin creerlo.

—Lo somos

—Me, me dijeron que mi madre me había abandona en la puerta del orfanato —recuerdo cuándo le pregunté a la madame Ricci—. Ella lo supo siempre. Recuerdo que dijo que en su momento buscaría yo respuestas y que yo acudiría a ella para saber lo que no me dirán. Seguro ella sabe toda la verdad.

—Nunca te abandonaría, te arrancaron de los brazos de tu mamá, de mi esposa —acaricia mi mejilla—. Ahorita no importa eso, lo importante es que estás bien que eres mi hija y que no dejaré que nada te pase de aquí en adelante te cuidare y protegeré como no lo hice en el pasado.

—Tengo una familia —me digo más para mí que para ellos—. Una mamá, un papá e incluso un hermano.

Me echo a llorar por la felicidad de saber que mi madre nunca me abandono y que me ha buscado por años. Además que tengo a mi familia enfrente mío.

Sin esperarlo abrazo al señor Klein, mi padre.

—Papá —lloro en su hombro.

—Lo soy y tú mi hija —me apretuja contra su pecho—. Mi hija.

—No tienes porque tener miedo, estamos para ti. Te llevaremos lejos de aquí con nuestra madre —Alec, ahora mi hermano habla tratado de decir que me llevaran lejos.

Sueno mis mocos para poder hablar bien.

—Yo, quiero irme, dejar todo atrás a Jayden, su padre, las subastas.

—Si así lo quieres, así será —limpia mis lágrimas.

—Yo aún no se si tendré a mi bebé, solo pienso en huir de esta ciudad —lo que más quiero.

Mi libertad esta haciendo realidad.

—Está noche nos vamos.

—Necesitas procesar todo, ve a descansar mientras yo preparo el vuelo para la noche.

Alec me acompaña a una recámara.

—Todo va a estar bien —me abraza—. Ya no estarás sola, me tendrás a mi.

—Gracias Alec, gracias hermano —el lazo de sangre, la familiaridad siempre estuvo ahí.

—Descansa, duerme un poco.

Me acurrucó en la cama, duermo sin pensar que va a ocurrir.

Unos llamados me despiertan de mi sueño. Enfoco de quién se trata. Es Alec.

—Ya es tarde, debes de comer algo, dentro de dos horas nos vamos —la habitación está a oscuras.

Bajamos a la planta baja. La casa es muy grande y vacía.

—Tu casa es muy vacía

—Lo se, solo vengo de vez en cuándo. Mi verdadera casa está en París —eso explica muchas cosas—. La mayoría del tiempo la paso haya, suelo estar un poco aquí mi amistad con Jayden ya sabes. Aunque ahora no quiero saber nada de él.

—Su amistad, lo siento

—No te preocupes Elaine, si me alejo de Jayden no es por tu culpa, es la de él. Le dije que no fuera así contigo no hizo caso, eligió a Heather nadie lo obligó. Me han dado ganas de ir verlo y molerlo a golpes. Te está haciendo sufrir y no quiero verte sufrir —lo vuelvo a abrazar.

—Gracias por defenderme.

—Lo haré siempre.

Cómo muy poco, no ingiero mucho tampoco quiero que en el avión me vaya a vomitar.

—Ya está todo listo, el auto nos está esperando para llevarnos al aeródromo —llega a informarnos el señor Klein.

Corrección, nuestro padre. Tendré que acostumbrarme a decirle papá. Lo intentaré, siempre quise saber de mi familia.

Tengo a dos de ellos aquí y pronto estaré conociendo a mi madre. Nunca me abandono, nunca lo hizo. Me busco.

Yo no llevo nada, ni nadie solo nosotros. El cielo está teñido de un azul oscuro, la noche está tan calmada. El auto se pierde por las calles de la ciudad.

Ya no volveré más aquí, empezaré de cero en otro país. Es lo mejor para mí y para mí bebé.

Lo pienso y no quiero deshacerme de él. De alguna forma es lo único que me queda de Jayden Friedrich, de mi esposo. Él no tiene que saber que yo estoy embarazada ni mucho menos que es su hijo. Si lo voy a criar solo será mío, mi bebé.

Todo va estar bien, tú y yo juntos, junto a mi familia —mantengo mis manos en mi vientre—.

Llegamos al lugar donde esta un jet privado esperando por nosotros para abordar.

Subimos al avión, de ahora en adelante todo lo sucedido anteriormente queda en el pasado e incluso del hombre que me enamoré.

Es momento de ir enterrando todos mis sentimientos por él. No merece mi amor nada merece, nada mío. Espero y sea feliz con la mujer que escogió que yo trataré de serlo.

—De ahora en adelante empieza una nueva vida para ti hija.

—Mi padre tiene razón, nosotros somos tú familia, no te faltará nada. Muy lejos de aquí podrás vivir en paz, podrás cuidar de tu hijo, mi sobrino —me ajusto el cinturón de seguridad—. No hay porque mirar atrás cuándo te queda un futuro por recorrer.

Un futuro dónde yo lo decida, empieza mi libertad, mi decisión de hacer lo que quiera con mi vida sin nadie que decida por mi. Por mi, por mi bebé que crece en mi vientre.

—Estoy lista para empezar de nuevo. Una vida nueva al lado de mi familia —es lo que son—. Ya no solo seré Elaine a secas, tampoco Elaine Friedrich; ahora seré Elaine Klein.

Aquí empiezo desde cero, a tratar de olvidar a mi esposo y ver para adelante que tengo un bebé que criar. Me haré una mujer tan fuerte y valiente, que de la Elaine del pasado no quedará nada.

🫧🫧🫧

Ya se sacaron de dudas de todo. Yo sé que la mayoría ya sospechada del embarazo y de que es hermana de Alec, ya lo confirmo y pues.

Ahora espero que en el siguiente capítulo narre Jayden, no más no lo vayan a matar jajaja... Aún falta mucho que ver 👀 Ya estoy pensando cómo se va a arrastrar por el perdón de nuestra Elaine.

📍Síganme por instagram y Threads en ambas me encuentro como @sarahi_salinas04 subo contenido de libros, también para los spoilers

📍Si quieren unirse al grupo de WhatsApp envíenme un mensaje por instagram

Dejaré un cajón de preguntas por instagram para ver dudas y preguntas por allá, y reacciones sobre todo por el capítulo 👀 no me vayan a ignorar

Nos vemos hasta dentro de una semana 🫰 portense bien y no lean cochinadas jsjsjs

Continue Reading

You'll Also Like

Un dulce peligro By Becka <33

Mystery / Thriller

26.1K 1.2K 59
Mi vida era normal, solitaria pero normal. Aburrida, pero normal. Mi familia era pequeña, nunca imaginé tener una tan grande. Vivíamos con el dinero...
57.7K 6.1K 20
Poison Apple es uno de los burdeles de la ciudad. Allí Bianka es vendida por su madrastra a un hombre desconocido, solo que él no cuenta toda su verd...
1.1M 190K 160
4 volúmenes + 30 extras (+19) Autor: 상승대대 Fui poseído por el villano que muere mientras atormenta al protagonista en la novela Omegaverse. ¡Y eso jus...
1.9M 134K 90
Becky tiene 23 años y una hija de 4 años que fue diagnosticada con leucemia, para salvar la vida de su hija ella decide vender su cuerpo en un club...