Narrador Omnisciente.
La noche fue de maravilla, todos quedaron sumamente alegres solo faltan tres días para la isla jeju, pero, en ese lapso de tiempo, sería lo suficiente para las sorpresas que el destino tiene para Artemisa.
Todos están en casa, menos artemisa que paso tiempo en casa de Jin woo junto con Ryu, pero fue llamada por su hermano al departamento donde ambos, estan destinados a enfretar a cruda realidad .
Narra Artemisa.
Llegué a casa, deje a Ryu con Jin Woo, lo que me preocupaba es la manera que actua Ayato.- Hermano..?- solo podía ver su espalda.
-Arte, el abuelo está aquí- dijo serio.
-Ya veo..- dije - Entonces ¿Quiere vernos verdad?- lo mire desidia a tomar cartas en el asunto.
-Si, me envió un aviso de que si no vamos, lastimara a todos.- en su mano, sostenía un sobre.
-Vamos- dije- Ahora que estás formando una familia, ahora que formamos conexiones con nuestros amigos, debemos proteger lo que está a nuestro alcance, estaré contigo, sin duda saldremos de esta.
-Bien vamos- dijo Ayato sonriendo, ya que el piensa que las cosa no saldrán como el abuelo quiere, solo un poco más y el plan estará listo, y así haré contra ataque.
Llegamos al lugar acordado un enorme edificio, nos guiaron a una habitación grande y lujosa dónde un hombre de cabellera negra azabache y ojos azules que parecen joyas con una apariencia algo joven esta a lado de un hombre de cabellos blancos de ojos azules que también parecen joyas, el anciano nos mira de pie a cabeza Ayato se coloco enfrenté de mi y me susurro.- Si te pasa algo Jin Woo, no me perdonara- sonreí. Y me mira con una mirada de que saldremos de esta.
-Valla, has crecido como una magnífica flor Artemisa- el abuelo se levanto de dónde estaba.- Tan hermosa cómo tu madre y abuela, esa apariencia te favorece.- caminó hacia nuestra dirección.-Incluso Ayato esta más presentable.
-Tu comentario esta de mas Kiramoto Audomaro- llame su atención a si como la de Ayato que sostuve su mano.- ¿Qué quieres de mi?- me acerque a el con una mirada fría y sin miedo a perder.
-Así saludas a tu abuelo, niña.- dijo enojado el mayor.
-Solo hago lo que me plazca- mi voz salía de una manera seria, Ayato y yo nos sentamos en el sofa donde hay una mesa en el centro con un tablero de ajedrez, cosa que llamo mi atención.
El abuelo, con el otro hombre se colocaron enfrente de nosotros, sentía un gran odio del pelinegro, sin duda la conversación sera larga, que bueno que los demas no estan aqui, seria muy arriesgado tener a mis amigos en un lugar como este.
-¿Por que nos llamaste Audomaro?- dijo Ayato quien esta fulminado con la mirada al abuelo, esto sera una guerra, mire nuevamente el tablero de ajedrez, en mi lado tengo al equipo blanco y el abuelo el negro.
-Solo quiero hablar con Artemisa y contigo Ayato-el abuelo, tenia un portafolio donde saco muchos documentos asi como fotos y artículos de noticias- Al parecer Artemisa es un Rango S, al igual que tu- el abuelo mostro fotos mias donde estamos Jin ah, Myeong-Suk incluso yo, ese lugar fue cuando nos hicimos las pruebas de embarazo.- Incluso tienen buenos vínculos eh.- Mostro unas fotos de Jin Woo y su familia, al igual que la familia Soo.- Son piedras en el camino, piedras que deben ser sacadas.
-Juguemos-Dije y Moví dos casillas hacia adelante del peón blanco, llamando asi la atención del abuelo- Incluso los viculos son más fuertes que cualquier cosa, y la piedra en el camino eres tu- levante la vista, el abuelo, movió un peón a dos casillas.
-Oh valla, sabias eso querida, los peones se desechan, asi como tus vinculos- reia de una manera asquerosa. Nueva mente seguia moviendo peones, bloqueando el camino de mi abuelo.
-Te equivocas, incluso algo pequeño es util- ahora movi a un caballo.-Solo eres un idiota tras la codicia-Movi la torre matando a sus peones.
-Crees que ganarás- movió a su torre matando a un peón.
-Si, lo debíl es lo fuerte- seguía jugando en el tablero de ajedrez.
-No me hagas reir niña, lo debil es inútil, lo unico que puedes hacer es rendirte- me mostraba una sonrisa de victoria, los peones de mi abuelo van cayendo mientras que los mios aún siguen de pie.- Ser el más fuerte es el que dominará todo.
-Incluso lo débil, se hace fuerte. no subestimes algo pequeño que puede vencerte- seguia teniendo mi mirada fría como un hielo, Ayato permanecia en silencio pero alerta, podia notar su mirada en mi.- Lo único que haces es caer al abismos que tú mismo creaste.
-Solo eres una niña, no podrás contra mi- Vi como sus peones negros callaron.-Vez, mis peones son desechos.- Sonreía victorioso.
- Te ordeno volver a tu jaula canario- dijo el abuelo, sentía un escalofrío, en todo mi cuerpo.- Te escapaste y debes volver a tu dueño- empezo a reirse a carcajadas, pero aun seguiamos jugando el tablero.
- Estas buscando tu muerte Audomaro!!- dijo Ayato enojado y su sed de sangre empezo a manifestarse, tome su mano- Calma el juego no termina- le dije a mi hermano.
-Niños insolentes como se atreven a insultar al señor- dijo el pelinegro quien esta sacando una espada.- Los matare si siguen asi.- No pude evitar reir como loca maniaca, me sentia insultada y mi sed de sangre se apodero de la habitación, no, se apodero de todo el piso del edificio o tal vez mas.
- ¿A caso no aprecias tu vida? Dime ¿Quieres morir?- Ayato por mas enojado que está, sabe controlarse.
-Podemos ayudarte a pasar al otro mundo sabias- dije, el pelinegro se puso de rodillas ya que no soporto la sed de sangre de dos personas de alto rango- Audomaro, deja de jugar a ser dios, por que tus propias creaciones te pueden matar y jaque mate- mate a su rey, con mi reyna blanca- Por que yo ganare la guerra.- Sonrei- Con tu maldita escoria de vida que cargas, me asegurare, de quitarte eso, así como di jaque mate, asi será mi victoria.
-Ya veremos Artemisa- dijo el abuelo a duras penas. Ya que la sed se sangre es potente- Espero tenerte en mi jaula de nuevo.
-Eso no pasara, ya que moriras antes de hacer eso- saque mi espada, llevandolo a su garganta.- Por que este canario, saco sus garras para degollarte-No importa como pero me asegurare de matarte- No importa que metodo use, al final moriras.- los ojos del abuelo empezaron a undirse del miedo.
-Nos vamos- dijo ayato- Perdimos el tiempo con escorias humanas.
- Si, lose hay que irnos, ya sabes abuelo, no dejare que toques a mis personas importantes, ya no soy alguien de mente debil.- Guarde la espada y nos levantamos con ayato para teletransportarse.- Hasta la proxima.- sonreí burlona- Teletransportación.
Desaparecimos de la vista del abuelo.