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Una niña de 6 años estaba en el jardín de la mansión de los Malfoy.
La chica jugaba con las flores cuando de reojo vio a unos niños detrás de la verja.
-¡Hey! Niña-la llamó uno.
Ella le ignoró mientras seguía jugando con las flores.
-¡Se nos ha metido el balón!-siguió el mismo niño-¿Nos lo podrías pasar?
La pequeña miró el balón blanco y negro que estaba casi a su lado, miró al niño y asintió mientras se levantaba.
-Toma-dijo entregándole el balón-¿Es de quidditch?-preguntó curiosa.
Los niños la miraron con el ceño fruncido.
-¿Qué?-preguntó uno.
-Sí, el juego en el que se montan en escobas y...
Los chicos se empezaron a reír, no dejándola acabar la frase.
-¿En escobas?-se carcajeó uno-¡Eres un bicho raro!
La niña le miró dolida-No, no lo soy-susurró.
-¡Lo eres! ¡Bicho raro!-se burlaron los dos repitiendo la misma frase todo el rato.
-¡Que no lo soy!-dijo la castaña con lágrimas acumuladas en los ojos por las burlas-Mirad esto-pensando que a los chicos les parecería un gesto bonito y dejarían de burlarse de ella, hizo que una pequeña flor le saliera de las manos.
Pero los niños no tuvieron la reacción que ella esperaba, empezaron a gritar y a tirarle tierra con miedo.
-¡Bruja, bruja!-gritaban los dos.
La castaña se fue corriendo con lágrimas y con su vestido favorito lleno de tierra.
En el salón estaban sus hermanos, la niña consideraba al hijo Malfoy como un segundo hermano.
Los tres, al verla llorando y llena de tierra fueron hacia ella.
-Bella, ¿Qué ha pasado?-preguntó Mattheo, su hermano mayor.
La niña no dijo nada y fue corriendo a abrazarle.
Mattheo le devolvió el abrazo y la levantó del suelo.
-¿Qué ha pasado, Arabella?-preguntó ahora su otro hermano mayor, Tom.
-Habían unos niños afuera de la verja, querían la pelota y-y yo se la di y les pregunté que si eran para el Quidditch, me empezaron a llamar bicho raro y bruja-sollozó escondiendo la cabeza en el cuello de su hermano, triste.
-No te preocupes, Arabella, nosotros nos ocupamos-dijo Draco.
Mattheo quien le daba caricias en el pelo la bajó-Ve a tu cuarto y cámbiate el vestido, ¿vale?
-P-pero ya no sirve-murmuró la niña.
-Te compraremos muchos más, ¿vale?-dijo Tom-Ahora ve, corre, que mancharás la casa entera.
Arabella asintió y abrazó a Tom.
A este le pilló desprevenido, no era muy fan del contacto físico, pero le devolvió el abrazo sutilmente.
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Unos días después, Narcissa reunió a todos.
-Escuchadme bien-dijo Narcissa con un tono más serio-Hoy necesito que os comportéis.
Los cuatro la miraron con curiosidad.
-¿Por qué?-preguntó Arabella.
-Van a venir familias importantes, tenéis que ser educados-explicó su tía-También tienen hijo de vuestra edad-dijo mirando a Draco y Arabella.
Todos asintieron.
-Arabella ponte el vestido que te he dejado en la cama-le dijo con cariño-lo mismo para vosotros.
-¿Un vestido para nosotros también?-bromeó Mattheo.
Narcissa le miró-Muy gracioso Mattheo, espero que no se te escape uno de esos comentarios con los demás, o si no acabarás llevando uno de los vestidos de Bella.
El asintió rodando los ojos y Narcissa sonrió-Bien, pues corred porque llegarán en media hora.
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Arabella salió de su habitación con su vestido verde esmeralda.
Sus hermanos y Draco sonrieron levemente al verla.
-¿Como me veo?-preguntó Arabella sonriendo mientras daba una vuelta para enseñar su vestido.
-Perfecta, pequeñaja-Mattheo la abrazó.
Arabella se rio.
-Te ves genial, Bella-sonrió Draco-Como una princesa de Slytherin.
Arabella sonrió-Gracias Draco, tu también te ves muy bien.
Tom no dijo nada pero sonrió al verla pasar.
Cuando llegaron al comedor ya estaban todos abajo.
-¡Perfecto!-exclamó Narcissa-Justo a tiempo, niños.
Arabella vio como habían tres familias abajo.
-Bueno, este es mi niño, Draco y estos mis sobrinos, Arabella, Mattheo y Tom-dijo señalando a cada uno-Son mis sobrinos, pero es como si fueran mis hijos-explicó con una sonrisa.
Arabella sonrió ampliamente al oír eso.
-Me quiere más a mi- le susurró a Draco.
-¡Retira eso!-exclamó Draco con los ojos entrecerrados mirándola.
-No-Arabella le sacó la lengua.
-Maldita adoptada.
-Bien que me amas-respondió Arabella.
Draco suspiró-Pues sí.
Arabella, satisfecha, continuó escuchando la conversación.
-Esta es la señora Zabini-dijo mirando a una mujer morena de ojos verdes con sus dos hijos-Luego está el señor Nott-ahora miró a un hombre de pelo negro con su hijo-Y por último los Parkinson-miró a una pareja que parecía encantadora, sonriendo y a su hija quien miraba a Arabella emocionada por tener otra amiga.
-¿Por qué no dejamos que los niños se conozcan?-preguntó la señora Zabini.
-Narcissa-murmuró Tom.
-Sí, pero Tom y Mattheo pueden venir, os aseguro que son muy maduros y entienden este tipo de temas-dijo Narcissa.
Los adultos asintieron y fueron a otra sala.
Un silencio algo incómodo se produjo.
-Hola-dijo la Riddle-Soy Arabella pero me podéis llamar Bella.
La chica Parkinson sonrió-Soy Pansy Parkinson, ¡encantada Bella! Por fin tengo amigas, a mi casa solo vienen abuelos amigos de mis padres-hizo una mueca.
Arabella suspiró-Aquí también, a parte solo están estos-señaló a Draco.
-¡Arabella!
La castaña se encogió de hombros.
El chico Nott habló-Yo me llamo Theodore Nott, pero llamadme Theo, el otro es nombre de viejo.
Arabella sonrió y asintió.
Y por último los Zabini se presentaron-Yo soy Leyla Zabini y el es mi hermano, Blaise.
A partir de ese día, los niños quedaban siempre, se había hecho como una costumbre quedar en la mansión Malfoy todos los findes de semana.
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Arabella tenía ahora 9 años y veía cogida de la mano con Draco como sus hermanos se iban a subir al expreso de Hogwarts.
-¿Prometéis que me vais a enviar cartas?-preguntó ella aferrada a Tom como una garrapata, el cual ponía los ojos en blanco del drama que hacía Arabella.
-Sí, Bella, lo prometemos-dijo Mattheo con una pequeña sonrisa al ver a su hermana con el ceño fruncido porque se iban.
-Bien-dijo Arabella satisfecha, ahora achuchando a Mattheo.
Vio como sus hermanos entraban en el expreso y notó como sentía mucha tristeza, se acercó a su tía, Narcissa y la abrazó de lado.
-Cissy...- la llamó.
-Lo sé, cariño, no te preocupes, antes de que lo notes volverán para las vacaciones de navidad.
Arabella se acercó a Draco y apoyó la cabeza en su hombro-¿Tu crees que nos echarán de menos?
El rubio le acarició el pelo-Conociéndoles... Probablemente se olvidarán de que existimos, pero no te preocupes, Bella, nos tenemos el uno al otro y también están los demás, además, tu, leyla y pansy parecéis garrapatas de tanto estar juntas.
Arabella asintió.
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-¡Arabella Riddle!-la pequeña de once años escuchó como la profesora McGonagall gritaba su nombre.
Temblando un poco, fue hacia el taburete, cuando se sentó vio a sus hermanos sonriéndole.
Le pusieron el sombrero en la cabeza y de repente no veía nada por la gran tela.
-Mmmm-dijo una voz-Interesante, muy interesante... Otra Riddle.
Arabella se quedó callada todo el rato en el que el sombrero decidía en que casa le pondría.
-¡Lo tengo!-exclamó el sombrero.
La Riddle estaba a punto de bajarse del taburete para ir a la mesa de Slytherin cuando el sombrero dijo una palabra que le cambió la vida entera, literalmente.
-¡GRYFFINDOR!-el tiempo parecía haberse pausado para Arabella, no, eso no podía estar pasando.
Sintió como si la sala se hubiese callado completamente hasta que unos gemelos pelirrojos de su nueva casa empezaron a aplaudir-¡Tenemos a una Riddle, señores y señoras! ¡Se acaba el mundo!
Gracias a esa pequeña broma la gente se empezó a reír y se desvió un poco la atención hacia Arabella.
La chica miró hacia la mesa de Slytherin, ninguno de sus hermanos la miraba, hablaban con Draco y parecían muy serios.
La única persona de Slytherin que la miraba era Leyla, quien la miró con preocupación al ver su cara.
Se sentó al lado de un chico con gafas.
-¡Hola, soy Neville Longbottom!- le saludó un niño.
-Hola-murmuró ella en voz muy baja, le temblaba todo el cuerpo, por Merlín, ¿Qué diría toda su familia?-Soy Arabella, pero mis amigos me llaman Bella.
-Hey-alguien la llamó, parecía ser uno de los gemelos-¿Estás bien?
-Yo, eh, sí, gracias-murmuró mirando a la mesa de Slytherin para ver si sus hermanos la miraban, nada, seguían haciendo como si ella no existiera.
-No te preocupes por estar en una mesa diferente, a veces pasa eso con los hermanos-le explicó uno-Soy George Weasley, encantado-le ofreció una mano.
Por primera vez de la noche, Arabella sonrió, cosa que sorprendió a la mayoría de los Gryffindor, pensaban que por ser una Riddle le trataría mal por ser un "traidor".
Al ver eso, más gente le habló y Arabella hizo lo mismo, sintiéndose algo más relajada.
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Cuando acabó el banquete fue corriendo hacia sus hermanos, sin importarle que un prefecto estuviera diciendo que todos los de primero le siguieran.
Hermione Granger vio como la Riddle se separaba del grupo así que la siguió para explicarle que si se separaba a lo mejor se perdía.
-¡Perdona! Arabella-la llamó.
La castaña se giró-¿Eh? Lo siento, ahora no puedo.
-Es que si te separas a lo mejor te pierdes.
Arabella enarcó una ceja-Peero... ¿No te acabas de separar tu también?
-Sí-Hermione asintió-Yo me sé de memoria el libro de la historia de Hogwarts, se volver.
-Perfecto, me alegro de que al menos una no se pierda-Arabella se giró y vio a sus hermanos con Draco.
-¡Mattheo, Tom, Draco!- les llamó.
Los tres se giraron hacia ella, la miraron con tanto asco y odio que Arabella sintió como si le hubieran clavado mil agujas.
-No hablamos con sucias Gryffindor-dijo Draco yéndose.
Arabella le miró-¿Pero qué?
-¿Por qué sigues aquí, niña?-habló Tom-Lárgate, no nos juntamos con Gryffindor.
-P-pero...
Los dos hermanos se alejaron sin decir una palabra más.
Esa fue la primera noche en la que Arabella sintió que le quitaban un pedazo de su vida, las personas con las que había estado toda su vida... la ignoraban y la repudiaban, por una simple casa.
Se dio la vuelta con lágrimas en los ojos y vio a Hermione en una esquina mirándola con tristeza.
-¿Qué pasa?-preguntó Arabella en voz baja.
-¿Vamos?-le dijo Hermione yendo a su lado.
Arabella asintió.
Hermione estuvo todo el camino contándole cosas sobre la historia de Hogwarts.
A Arabella no le habían explicado muchas cosas sobre el colegio así que escuchó con mucha curiosidad lo que decía Hermione.
La Granger le había explicado todo eso para que se distrajera, no iba a preguntarle nada porque no eran sus asuntos, pero no quería que su compañera se sintiese aún peor de que ella hubiese visto toda la conversación.
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A la mañana siguiente, Arabella se despertó con cansancio, no había podido dormir mucho.
Bajó a la sala y se encontró con un pelirrojo que estaba solo en el sofá.
-Hola-le dijo.
Él la miró confuso-¿Tu no eres una Riddle?
-Sí.
-¿No se supone que no puedes estar conmigo? Tu familia te lo prohibe, ¿no?
-No creo que me presten atención ya, mira la casa en la que estoy...
-Bueno, pues al menos, como no te prestaran atención ya, al menos ten orgullo de la casa en la que estás, así demuestras tu valentía de Gryffindor, ¿no?-murmuró bostezando.
Arabella se quedó callada procesando las palabras del pelirrojo.
-Lo siento, es primera hora de la mañana y a veces digo tonterías.
-No, no-negó Arabella-Gracias, la verdad es que me ha servido.
El chico sonrió con orgullo-Tengo una mente privilegiada.
Arabella contuvo una carcajada por el tono en el que lo había dicho.
-¡Pero no te rías!
-Perdón, perdón-se rio-Soy Arabella Riddle... ¿Y tú?
El pelirrojo dudó pero le acabó respondiendo-Ron Weasley.
La chica sonrió-Encantada, Ron.
-¿Vienes al Gran Comedor conmigo y Harry?- al mismo Ron le sorprendió estar pidiendo eso a una Riddle, pero la chica no era Slytherin y tampoco le había juzgado así que...
-¿Harry?- preguntó la chica.
-Sí-Ron asintió-Ahora te lo presento.
Arabella asintió.
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-¿Te gustan los pastelitos de calabaza?-le preguntó Ron.
-No mucho...-respondió ella.
-¡Perfecto!-exclamó Ron-Vale, mi plan es que cojas en tu plato y luego te los robo yo,¿vale?
-¿Por qué no te los pones todos en tu plato?-preguntó Arabella curiosa.
-Ojalá- respondió Ron-Pero a lo mejor la mayoría me mira mal.
-Oh... Pues no te preocupes, si nos miran mal, les miramos aún peor-Arabella sonrió.
-Me gusta como piensas.
-Gracias-dijo Arabella con una sonrisa.
-¡Mira! Ese es Harry-señaló a un chico de gafas que estaba discutiendo con... Draco.
Ron frunció el ceño-Malfoy otra vez...
Se acercaron a ellos y Draco se sorprendió al ver a Arabella con Ron.
-¡Arabella! ¿Qué haces con esa comadreja?-preguntó.
-¿Perdona? ¿Ahora si que me hablas? No le llames así-defendió al Weasley.
Draco resopló-No me digas que te vas a poner de su lado.
-Ayer me tratasteis horrible Draco... Unas disculpas no vendrían mal.
-¿De verdad piensas que me disculparía con una Gryffindor? Eres una traidora.
-Pues entonces adiós, Draco-Arabella se dio media vuelta con Ron.
Harry, confundido les siguió.
-Perdona... ¿Quién eres?
-Oh, es verdad, soy Arabella, Arabella Riddle-se presentó.
-¿Riddle?-preguntó Harry-Has defendido a Ron...
Arabella se encogió de hombros.
Los tres continuaron hablando y se dieron cuenta de que tenían bastantes cosas en común.
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Pasaban los días y los hermanos de Arabella seguían sin hablarle.
La chica se hartó y decidió visitar a todos a la sala común de Slytherin.
-¡Leyla!-vio a su mejor amiga-
La morena la miró con sorpresa-No, no, no, Bella, vete de aquí.
-¿Qué?
-Escúchame, te ven como una traidora y...
De repente todos los que eran amigos de Arabella y sus hermanos salieron de la sala.
Todos la miraron con odio y asco.
-¿Pero por qué me miráis así? Yo no he hecho nada...-murmuró Arabella harta.
-No es solo que seas una asquerosa Gryffindor, encima ahora te juntas con sangres sucia y traidores-espetó Draco.
-¿Qué mas da?
-Pero no podéis simplemente dejar de hablarme por eso, llevamos cinco años juntos-dijo Arabella, al ver como ninguno de los que solían ser sus amigos respondían, la chica sentía como su corazón se hundía lentamente.
-¿Tom, Mattheo, Draco?-preguntó-Llevamos toda la vida juntos, soy vuestra hermana...
-¿Por qué piensas que sigues siendo nuestra hermana? Tú ya no eres nada para nosotros, no al menos desde que entraste a esa casa y desde que te empezaste a juntar con traidores-espetó Tom con frialdad.
Arabella le miró y Tom pasó por su lado empujándola con el hombro aposta.
-Debería darte vergüenza tu casa-dijo Draco.
Todos se fueron ignorándola y con indiferencia.
Ella se quedó sola en el pasillo durante lo que se le hicieron horas, quieta pensando en todo lo que acababa de perder.
Se dio cuenta de que se tenía que ir cuando dos figuras pelirrojas pasaron corriendo por su lado.
Uno de los chicos se paró al verla en medio del pasillo.
-¡Oye! Pero si es la nueva integrante-dijo acercándose-Soy George Weasley, este es mi hermano, Fred.
El gemelo le guiñó un ojo y Arabella desvió la mirada.
-¿Todo bien?
-Sí-la chica asintió-Yo... me tengo que ir.
Se fue un poco corriendo por el pasillo para llegar a su dormitorio, era su segunda semana allí, no quería hacer el ridículo llorando delante de ellos dos.
Cuando llegó a su dormitorio se metió en su cama debajo de la sábana.
Arabella pensó en las palabras de Draco "debería darte vergüenza tu casa", esa misma frase la mantuvo despierta toda la noche.
¿No le iban a hablar más por eso? Bien, pues ella al menos llevaría su casa con orgullo, no se avergonzaría, todo lo contrario...
Y no se iba a quedar escondida para siempre en su habitación o iría a llorarles y a suplicarles que volvieran a estar todos juntos.
Si así lo querían pues perfecto, la vida de Arabella Riddle acababa de comenzar...
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Holaaa, otro fanfic más AJJAS
He hecho el prólogo para enseñar como era la relación de Arabella pues con sus hermanos, Draco y todos los demás.
Escribir este fanfic me va a dejar sin estabilidad emocional.
¡Espero que os guste!
Empezará por la cuarta película.
Adióssss :)))
Pd: la niña pequeña del gif es Arabella, por si os la queréis imaginar de peque.