HyunJin entró a su hogar justo cuando un acelerado Ni-Ki aparecía con una bandeja con diferentes platos en esta y se dirigía a la habitación de su hermano.
—¡Wo! ¿Por qué la prisa?—el alfita le mostró un enorme sonrisa.
—Mi omega está en Seúl e irá al parque de diversiones así que le pediré permiso a Yukio para ir.
—Pero yo soy tu hermano mayor y el alfa de esta casa.
—Yukio tiene más autoridad—respondió para continuar su caminar hacía la habitación a la cual entró.
HyunJin negó sabiendo que era mucha verdad. Se quitó los zapatos y se colocó pantuflas. Primero fue a su oficina y dejó su portafolio y demás cosas de trabajo en el escritorio antes de encaminarse a la habitación.
—¡Gracias, gracias, gracias!—exclamaba un entusiasmado Ni-Ki. HyunJin supo que el omega le había concedido el permiso.
—Hola precioso—dijo el rubio entrando a la habitación para acercarse y dejar un beso e la frente del omega que tarareo gustoso—. ¿Cómo se portó este pequeñín?—inquirió acariciando el vientre cubierto del Kang que le sonrió.
Desde el incidente—que era mejor no recordar— Yukio fue asignado a la cama. No podía levantarse sin ayuda y mucho menos ir al trabajo o estresarse. Todos lo cuidaban y HyunJin lo hacía mucho más.
—Se portó bien.
—Mentira—refutó el alfa menor—. Ha tenido a su querido tío Ni-Ki de aquí para allá trayéndole comida a Yukio-Hyung.
—Bien hecho cachorro—respondió HyunJin acariciando suavemente el vientre de casi cinco meses.
—Hmp—el pequeño alfa se levantó para acomodar bien la bandeja en la mesa junto al omega—. Me iré a preparar para ver a mi omega.
—El chófer te esperará abajo.
Ni-Ki salió dejando a la pareja alfa-omega en la habitación. HyunJin le pasó el vaso con agua al omega que lo tomó luego de agradecerle.
—¿Te has sentido mal hoy?—preguntó acariciando el suave cabello del omega.
—No, Ni-Ki me ha cuidado, ni siquiera me ha dejado levantarme si no era estrictamente necesario—Yukio hizo un puchero—. Aunque quisiera ir al parque de diversiones también.
—Precioso, sé que quisieras ir pero te puedes hacer daño.
—Hyunjin, ya el médico dijo que estoy bien, han pasado tres semanas, además el cachorro está estable.
—Sigo preocupado.
—No me puedes tener encerrado siempre, por favor.
—Yukio, no me lo pongas difícil—el omega se apoyó en el alfa y con cuidado se acercó a darle un beso en la comisura del labio.
—Por favor.
—Está bien—el omega sonrió—, pero no te alejarás de mí, temo que te pueda pasar algo mientras estamos en ese concurrido lugar.
—Sí, Jinnie—exclamó para levantarse con ayuda del alfa.
HyunJin le sonrió para dejar un beso en su frente y dejarlo frente al clóset para que eligiera algo que usar.
—No debían acompañarme—se quejó Ni-Ki mirando de reojo a Yukio que llevaba un algodón de azúcar en su mano mientras se sujetaba al brazo de HyunJin.
—No vinimos para acompañarte, Yukio quería venir—explicó el alfa.
Ni-Ki iba a quejarse cuando fue interrumpido por un lindo niño corriendo hacía él.
—¡Ni-Ki!—el niño que tenía mejillas rosaditas y regordetas, rostro redondito y una expresión infantil se colgó del cuello del alfita Hwang.
—Hola bonito—Yukio mordió un pedazo del algodón mientras veía la tierna escena.
—Son tan malditamente lindos—murmuró el omega mayor ganándose un asentimiento del alfa.
—¡Reiji, no corras así!—la voz de una alfa llamó la atención. Una pelinegra aparecido antes de darle una mirada de reproche al pequeño alfa que bajó su mirada triste por el regaño, pero sin soltarse del Hwang menor.
—Perdón omma—susurró. La alfa acarició el cabello del cachorro.
—No te preocupes, hola Ni-Ki.
—Hola señora Momo—saludó el alfita antes de ver a Yukio que seguía mordiendo su algodón azucarado y aferrándose más al alfa—. Los presentó, él es mi hermano mayor HyunJin, y él es su esposo Yukio.
—Un gusto—saludó la alfa ganándose un saludo silencioso de parte del omega Kang.
—Igualmente es un gusto conocerla—saludó HyunJin—. Disculpe que viniéramos pero mi omega insistió en venir.
—No se preocupe, además contra un omega embarazado no se puede hacer mucho—dijo al observar el vientre del menor, a lo Hyunjin asintió de acuerdo.
—Jinnie—susurró Yukio ganando la atención del alfa—. Tengo sed.
—Ni-Ki, quédate con la señora Momo, cuando sea hora de irnos te buscaremos, ¿okey?
—Sí—la alfa los despidió prometiendo que los tendría vigilados.
El alfa llevaba a su omega en búsqueda de algo para que esté bebiera. Prefería comprarle una botella de agua a cualquiera de esas bebidas azucaradas que vendían. Además Yukio ya había comido mucho azúcar.
—¡No gané!—se quejó el omega entre lloriqueos mirando a HyunJin que lo tenía abrazado.
—No te preocupes, precioso.
—Pero quería ese gran peluche para nuestro cachorro—dijo entre sollozos mirando a su alfa que le dió un beso en la frente antes de separse e ir al puesto de tiró al blanco.
Pagó por el turno y tomó el rifle. Bien, agradecía ir a esos aburridos campamentos de verano. Cuando el hombre dió la señal empezó a disparar dando en los objetivos con una gran precisión.
—¡Ha ganado el premio mayor!—dijo el hombre del negocio aún sorprendido.
—¡Ese es mi alfa!—chilló Yukio corriendo hacia HyunJin que lo recibió con los brazos abiertos, está de más decir que se sorprendió mucho cuando sus labios se conectaron y por primera vez, Yukio no se apartó, en cambio siguió el beso.
—Gané—el omega asintió pero se asustó cuando el gigantesco oso de peluche fue puesto a un lado de él—. Joder, es más grande de lo que pensé.
—No parecía hace unos minutos. ¿Cómo lo llevaremos a casa?
—En el asiento de Ni-Ki.
Yukio rió dejando otro corto beso en los labios de HyunJin que lo sujetó por la cintura.
El alfa le tomó la mano para con el brazo libre sujetar el inmenso peluche, de incluso más grande que Yukio.
Ambos empezaron a caminar por el ahora iluminado parque de diversiones, y es que había caído la noche en un dos por tres.
Ambos tomaron asiento en una banca frente a la rueda de la fortuna.
—Jinnie—el alfa miró al omega que lo sujetó de la camisa antes de besarlo. Sorprendido demoró algo de tiempo en poder seguirle el beso, pero cuando lo hizo apretó contra su cuerpo al pequeño omega.
—¿Y eso por qué fue?—preguntó entre jadeos.
—Hace unas semanas atrás me dijiste que me querías cortejar para empezar una relación verdadera. Esperando que ese sentimiento no haya cambiado, ¿quieres ser mi alfa oficial, Hwang HyunJin?
—¡SÍ!—gritó llamando un poco la atención. Sin mucho que decir volvió a besar al omega que jadeó entre el beso—. Por lo general el alfa hace esa pregunta.
—A veces creo que es bueno cambiar la tradición—y otra vez se volvieron a besar.
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