Era loco a decir verdad, también raro, ¿por qué su lobo de sentía de esa manera?, el llevaba su carrito con las cosas que Jungkook veía y las metía, tener a Jungkook con ropa informal y descomplicado con una maldita sonrisa lo cuál hace que todo se vuelva complicado.
Suspiró por décima vez en el día
— ¿Que tanto suspiras Kim?— Se da una vuelta — ¿Tan tragado estás por mí?, bueno te entiendo, soy irresistible — le guiña un ojo
— Solo compra Jeon, estos olores me asfixian— Rueda lo ojos
— Sí, como sea, quedate aquí iré al otro pasillo a buscar algo —
Taehyung no dijo nada y solo se dedicó a mirar varias cosas cerca de él, ummm ¿condones? su mirada se quita y ve otras cosas, cuando pasaron 7 minutos dudó por qué Jungkook sé demoraba, así que con el carro de compras, lo buscó por los pasillos y justo cuando casi se pasa, frenó y lo vio con una rubia con el top más abajo para que vieran sus tetas -aguadas según Taehyung -
— Maldito Jeon — murmuró entre dientes¿por qué le sonreía a la maldita beta?, su lobo gruñó molesto y ahí perdió el control
— Sí, ahora mismo me tengo que ir yo- — Jungkook dejó de hablar cuando vió a Taehyung acercarse...¿furioso?, tragó saliva, sí, prácticamente el tenía más masa muscular que Tae además de que practicaba boxeo le temía a un Kim Taehyung molesto y más cuando vió el brillo en sus ojos
— ¿Alfa, que haces?—su voz sonaba ronca y sus ojos llenos de un color rojo profundo, hizo que la beta saliera corriendo — Eres mío, mío, mío¿oíste?, ninguna maldita perra puede olerte ni mucho menos acercarte
y Jungkook se quiso desmayar