Cuando todo termine

By karin331912

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No fue mi error conocerte. No fue mi error confiar en ti. Mi error fue no decirte que lo que hacías estaba ma... More

Dedicatoria
Prólogo
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Epílogo
Nota del autor

Capitulo 8

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By karin331912


-Tú... eres de lo que no hay, Clark.
Yo antes de ti/Jojo Moyes.

-Hola Charles -saludo dándole un beso en la mejilla.

-Aa hola Keyla pasa.

Entro, me lleva a la cocina.

-¿Estabas cenando? -pregunto un poco avergonzada por interrumpir.

-No Keyla, en serio -dice pasándose la mano por el cabello.

-¿Eres solar?

-No Keyla, no soy solar.

-Oye Charles ¿Puedo hablar contigo?

-Claro Keyla para eso son los amigos ¿Quieres subir? -pregunta señalando las escaleras?

-Claro.

Lo sigo por las escaleras; su casa es hermosa, esta decorada de diferentes maneras, llena de cuadros de pintura en otros fotografías, en algunas está con Edwin y Josh sosteniendo un trofeo con el uniforme de Barcelona.

-Pasa Keyla -dice abriendo la puerta de una habitación, entro es su recámara, muy bonita por cierto decorada con póster de películas, reviso todas con la mirada y veo una que se me hace conocida. Es Katniss Everdeen, la protagonista de Los juegos del hambre.

-¿Te gusta la saga de Los juegos del hambre?

-Mm es mi favorita ¿Has leído la saga?

-Si la he leído muchas veces, de hecho la autora del libro esta en mi top diez de escritoras favoritas -digo sentándome en su cama.

-¿Y la película la has visto?

-Si he visto todas.

-En serio ¿Cual fue tu parte favorita?

-Cuando Peeta le dijo a Panem que estaba enamorado de su compañera.

-Así quien no lloro con esa parte -nos reímos no se por que, pero no hace daño reírse.

Mi mirada se detiene en una estantería llena de libros.

-¿Te gusta leer?

-¡¡Que si me gusta, me encanta!!

-¿Y cual es tu libro favorito?

-Mm pensándolo bien son muchos, esta el de A dos metros de ti, que por cierto llore en el final, me hizo reflexionar mucho sobre saber apreciar a las personas.

-Si yo también lloré -comento pasando una mano por mi cabello.

-Aja también esta la saga Meses a tu lado.

-Yo la amo.

-Tambien Boulevard.

-¿Lo has leído?

-Si muchas veces, cuando termine la carrera de Dirección audiovisual le pediré a Flor que me deje hacerle una adaptación cinematográfica a su libro.

-¿Quieres estudiar Dirección audiovisual?

-Si nació mi pasión por ello cuando era un niño Papá quería hacerlo pero debido a la economía de sus padre no pudo así que quiero hacerlo yo.

-Bueno seras el mejor director.

-¿Eso crees Keyla? Josh y Edwin dicen que estoy loco.

-Tal vez -digo entre risas.

-¿Tal vez? Me parece que tu también estas loca.

-¿Yo? Eso jamas.

-Por favor Keyla las letras te vuelven loca.

-Eso no es cierto, además ¿Como lo sabes?

-Edwin me lo dije, por cierto hacen bonita pareja, supongo que mi segunda película narrara el romance de ustedes.

-No Charles mejor haz la película sobre el romance entre tu y Karely -decir el nombre de mi amiga hace que se sonroje.

-¿Romance?

-Por favor Charles, el otra vez tuvisteis una cita no me lo niegues.

-Pues no lo niego.

-Dios mio sois novios -digo emocionada dando brincos en la cama, pero Charles me jala y me tira en la cama.

-Calmate fiera.

-Los gatitos están enamorados.

-Keyla ya.

-¿Que pasa? -pregunto sentándome otra vez, Charles pone un cojín en medio para señalar su territorio.

-¿Tu crees que le gusto o mas bien que nos gustamos?

-Pues la verdad ella te gusta no lo niegues, segundo a ella también le gustas, aunque mejor dale un poco de tiempo.

-¿Por que?

-Es que eso es clasificado.

-Keyla ¿Me estas encubriendo algo?

-No bueno la verdad es que ella no esta lista para volver a enamorarse, ella a sufrido mucho, siempre ha sido, como te digo, es no se muy irresistible a que la llamen, mm no se, como si fuera lo mas hermoso en esta tierra.

-Lo es claro igual que tu.

-Que dulce eres Charles.

-Tampoco es para tanto -dijo encogiéndose de hombros-. ¿Quieres decir que ella no es la primera vez que se enamora?

-La verdad si ha sufrido mucho y tiene miedo en volver a caer.

-Entonces ¿Quieres que me aleje de ella? -pregunta con lágrimas en los ojos. Me acerco y lo abrazo.

-No Charles no te pedí eso, solo te pido que le des tiempo, claro sin alejarte de ella -respondo acariciando su cabello.

-Pero eso es imposible Keyla cada vez que la veo pierdo la cabeza -comenta sollozando.

-Lo se, pero así sabrá que puede confiar en ti, aunque no creo que se quede por mucho tiempo -contestó con una voz tan triste.

-¿A que te refieres?

-Ella estudia en Canadá, y quiere ser militar, sabes a que me refiero, tendrá que alejarse de todos su familia, amigos de todos.

-Pensé que se quedaría para siempre -me dice llorando con mas fuerza.

Durante una hora me paso consolando a Charles ¿Así de duró era enamorase?

Claro como tu no pasate por eso no sabes lo que se siente.
Claro que se lo que se siente.
Hay por favor es la primera vez que sales con alguien.
Uy que genio amargada.
Callate se te olvido que soy parte de ti.
Si gracias por recordármelo conciencia.

-¿Keyla estas bien?

Doy un respingo, odio esto cuando hablo con mi conciencia siempre salgo de mi órbita, que se me olvida donde estoy.

-Si Charles estoy bien.

-¿De verdad? -pregunta apartándose de mi.

-Si si -asiento.

-Dijiste que querías hablar conmigo y mira te distraje.

-No pasa nada siempre es bueno desahogarse.

-Si supongo.

-¿Cuando es el cumple de Edwin?

-Te lo diré pero si me dices el de Karely.

Eso es chantaje.

-Va pues su cumple es el veintiuno de marzo.

-El de Edwin es el cinco de febrero.

-En serio dicen que lo mas hermoso nace en febrero.

-No lo creo Edwin es un poco chiflado ni siquiera le presta atención a lo que hace.

-Me dijiste fea -digo desilusionada.

-No dije eso.

-Claro que lo dijiste ¿Quieres que te lo recuerde?

-Perdón Keyla, no sabía que tu cumple también era en ese mes.

-Bien pues ahora lo sabés.

-Ya perdoname.

-Ya pues estas perdonado Charles.

-¿Alguna otra pregunta?

-¿Desde cuando son amigos?

-Mm pensándolo bien desde que teníamos cinco años.

-Eso es mucho tiempo.

-Lo se, pero ha sido genial, nos conocimos de niños eramos diferentes en todo, él era rico y yo pues no era así, empezamos a llevarnos bien, ya que papá era el chofer de su padre, él solía llevarme a su casa y pues jugábamos juntos, la amistad comenzó cuando estudiábamos en el mismo colegio, ahí nos volvimos inseparables, él no me trataba como si fuera poca cosa, me trataba como su hermano, siempre voy a deberle muchas cosas.

-¿A que te refieres?

-Pues aunque a Papá le pagaban bien no bastaba ya que mi abuela estaba enferma y su tratamiento era carisimo, debido a eso Papá me dijo que tenia que dejar la escuela cuando tenia quince años, Edwin se entero y como regalo de cumple me pago la escuela ese año, un año mas tarde nos pago a mi y a Josh la inscripción para entrar a Barça Academy.

Vaya yo pensando que era el chico que solía ser el de mayor rango, no puedo creerlo.

-Bueno Edwin es una excelente persona. De hecho si no fuera por ti él seria un chiflado que se la pasa haciéndole bromas a la gente.

-¿Le gusta bromear?

-Mas de lo que debería. Pero no le digas que te lo dije yo.

-¿Por que?

-Siempre hay un momento de la vida en la que muestras tu carácter.

-Supongo que si -digo encogiendo los hombros.

-Oye ¿Es cierto?

-¿Que cosa?

-¿Eres hija del dueño de una empresa de tequila?

-¿Como sabes?

-Mm Edwin me lo dijo.

-Bueno si mi papá me hereda le empresa -cosa que jamás va a pasar- sera un millonario extravagante.

-Si tu lo dices -contesta entre risas.

-Si, soy la hija del dueño de una empresa de tequila.

-En serio, por tu forma de tratar a la gente y todo eso no me pintaba que fueras millonaria.

-Bueno gracias a Oscár no tengo la pinta de eso, él me crió diciéndome que no confiara del todo en el dinero, que solo destruiría mi vida, tarde o temprano llegaría a un vida miserable como la de Papá y Mamá

-Bueno Oscár hizo su trabajo bien.

-Si lo hizo excelente. Bueno tengo que irme.

-Esta bien Keyla.

←★♥∞♥★→

-¿Donde estabas? -pregunta Karely preocupada.

-En ningún lado Karely -digo sentándome en el sofá al lado de ella.

-¿Segura?

Hay que aclarar una cosa, aunque Karely por muy despistada que este, siempre hace que le digas la respuesta.

-Estaba con Charles, no te enojes sólo le fui a preguntar cosas sobre Edwin.

Karely me ve como si Charles tuviera algo que ver, pero en fin lo que piensa ella no es cierto.

-Va eso no importa, este quería hablar contigo.

Ooo vaya es hora de ser la Psicóloga. Callate tu también necesitas una.
Eso en es cierto.
¿Quieres que te lo recuerde?
Muy buena oferta conciencia, buena oferta, pero no gracias asi estoy bien.

-Esta bien Karely te escucho.

-Bueno la verdad es que anule mi inscripción a la escuela militar -dice agachando la cabeza, como si hubiera cometido el peor pecado del mundo.

-¿Que? ¿Pero por que Karely? Ser militar esa tu mas grande sueño.

-Era Keyla, en la infancia ahora ya no lo es.

-Karely no se te ocurra hacer locuras de las que después te arrepentirás.

-No, estoy segura al cien por ciento.

-Bien si estas segura dime ¿Por que
decidiste no ir a esa escuela?

-No es lo que yo quiero. Se necesitan muchas cosas, como alejarme de mi familia, mis amigos, de todos Keyla.

-Asi son las cosas.

-Lo se pero ya fue mucho, me aleje de la gente que me rodea para estudiar el instituto, creó que ya fue suficiente.

-Si es lo que quieres Karely esta bien.

-Si es lo que quiero mi amor -aclara dándome un abrazo.

-Estoy orgullosa de ti Karely.

-Gracias Keyla. Bueno deberías descansar.

-Esta bien Karely. Buenas noches.

Bien aquí estoy acostada en mi cama sin saber que hacer, se supone que por ser el último día del año tendrías muchas cosas que hacer, pero en el caso mio no es así, no hasta en la noche. Pasa por mi mente lo que Edwin me dijo, su papá quería conocerme, a mi también me gustaría presentarle a mis padre pero no es posible cada quien vive su vida, que incluso se les olvidaba que tienen hijos, y si los tienen solo los buscan cuando vienen los problemas.

Suena mi móvil, lo veo es un mensaje de Edwin.

Edwin: Paso por ti dentro de dos horas.
Posdata: Te escribo solo para que no se te olvidara bruja.

Keyla: Gracias que amable, por cierto no soy una bruja, y para tu información no tengo alzheimer.

Dejo el móvil en la cama, me doy una larga ducha, una vez terminada me pongo la ropa interior, una bata, seco el cabello, lo trenso, me pongo a buscar algo bonito esta noche.

Decido por un jersey color rosa, una falda de tubo color negro, y unos Vans blancos. Una vez que mi cabello está seco lo suelto, dejo los dos mechones de cabello caer sobre mi frente, colocó el rimen, y el labial café chocolate.

Tocan de manera desesperada la puerta de mi habitación, me asustó y camino despacio para abrir.

Abro la puerta y para alivio de mi alma y corazón es Edwin.

-Hola capullo -saludo lo cual hace que suelte una mueca de horror.

-Hola bruja -dice regalándome una gran sonrisa.

Me recorre con su mirada sin descaro alguno, claro yo también lo veo a él lleva unos tenis blancos, unos jeans negros y una sudadera color negro.

-Estas viendo el clima y se te ocurre vestirte como si estuvieras en primavera -dice entrando a mi habitación dejándose caer en la cama.

Cierro la puerta y me coloco la chaqueta.

-En realidad no voy ir así, sin mi chaqueta.

-Si tu lo dices.

-Si vaya que lo diga yo.

-Bien debemos irnos.

-Esta bien pero espera -corro al tocador y tomó mi móvil.

-¿Lista?

-Si estoy lista.

-Trae eso -dice quitándome el móvil, lo mete en uno de los bolsillos de sus jeans.

-Ahora si, en caso de que lo necesites me avisas.

-Esta bien -contestó asintiendo con la cabeza.

Caminamos de la mano por el pequeño camino que nos lleva a su casa ya que prácticamente vive al lado de mi casa, entramos y me quedó sorprendida, si mi casa es grande, la de él esta multiplicada por tres, ver cada una de las decoraciones me recuerda a casa, me lleva a un salón grande donde hay sofás, una mesita en medio, una chimenea que esta encendida dándole calor al salón, criadas que entran y salen com grandes bandejas.

-Hola Keyla -saluda Daliza emocionada.

-Hola Daliza -le doy un abrazo y un beso en la mejilla.

-Hola Edwin.

-Hola enana -responde Edwin al saludo dándole un abrazo

-O vaya siempre tienes un apodo para las personas, espero y no le hayas puesto uno a Keyla -él me mira con una sonrisa malvada.

-No Daliza yo jamas haría eso -responde Edwin sentándose en el sofá.

-Bueno eso espero, en fin ahora vuelvo -dice dirigiéndose al salón de al lado.

Me siento al lado de Edwin, me acerca mas a él, rodea mi cuello con su mano, mientras acomoda uno de mis mechones de caballo.

-Que hermosa estas hoy.

-Supongo, no todos los días estoy así, lastima que no pueda usar maquillaje como tu hermana.

-Arzul dejate de chorradas, no necesitas maquillaje para verte bien, eres hermosa al natural.

-¿Eso crees? -preguntó mirándolo a los ojos.

-Si lo creo mi niña -contesta rozando mis mejillas con la punta de su nariz.

Escuchamos los pasos de alguien acercándose, él se aleja de mi, me giro, hay un hombre que según yo debe tener treinta años, vestido de traje, mientras mas se acerca su colonia invade el salón.

Solo espero no estornudar.

-Hola hijo ¿Como estas?

-Estoy bien Papá -responde Edwin poniéndose de pie, se acerca a su padre, le da un abrazo, su padre se lo devuelve y antes de que se aparte le revuelve el cabello con su mano.

-Mirate aun pareces un niño de cinco años Edwin Junior -dice su padre con una gran sonrisa.

-Ya Papá no empieces -pide Edwin acomodándose el cabello, su padre desvía la mira de él deteniéndose en mi, yo en cambio me pongo nerviosa, encogiéndome para hacerme mas pequeñita.

-Papá, ella es Keyla Arzul. Keyla él es mi Papá.

-Hola Keyla es un placer -dice estrechando su mano, la aceptó.

-El placer es mio señor -digo con una sonrisa.

-Oo no me llames señor puedes llamarme Rusell.

-Esta bien Rusell.

-Bien hijo ¿Donde están lo demás?

-Perdidos en algún lugar del mundo.

-Tu y tus bromas Edwin.

-De eso vivo Papá.

-Tonterias -Edwin se ríe a carcajadas con su padre, mientras nos llevan a otro salón.

Hay un salón idéntico al de casa, con una gran mesa, sillas lujosas, me siento en una de las sillas y Edwin se sienta a mi lado. Estamos todos reunidos en la mesa, la cena no esta mal es pollo a la plancha y todo tipo de comida.

-Bien Edwin espero que Keyla te haga madurar -comenta su padre.

-Como los cocos -dice Marcus.

-Papá tiene razón -dijo Christian.

-La verdad es que si -opina Daliza.

-Como ustedes digan -comenta Edwin.

-Bueno Keyla, Edwin me ha hablado mucho de ti, pero aun no hay cosas muy claras -dice eso hace que casi me atragante, aclaro la garganta.

-Papá no le hables así a la hija de el dueño de una empresa de tequila -reprocha Daliza

-¿Eso es cierto Keyla? -pregunta él señor Rusell lleno de curiosidad.

-La verdad si lo soy -respondo con una voz casi audible.
Soy hija de un empresario tequilero, además de que él también trabaja en la mafia.

Algo que nadie sabe solo yo.

-Eso es bueno.

-Lo es Russell.

-¿Sabes quienes somos nosotros? -pregunta lo cual hace que Edwin me mire con unos ojos enormes.

-La verdad no -confieso.

-Bien, nosotros somos grandes empresarios ¿Conoces a Ferrari?

-Si, lo conozco.

-Yo soy su dueño.

Mi corazón se detiene, maldita sea, él tiene la empresa que yo siempre quise tener.

-He escuchado mucho sobre la empresa -comento.

Con razón Edwin tiene un montón de coches, ya ni yo...

Maldita.

Sea.

Esa.

Empresa.

Debería.

Ser.

Mía.

-Me encanta tu cabello dice Daliza mientras come un panque.

-Gracias, el tuyo también es hermoso.

Platicamos durante un rato mientras los chicos juegan con su padre la consola. Es bonito que alguien te acepte. Daliza me habla sobre las travesuras que hacían de pequeños.

-Daliza cuando termines de platicar con Arzul deja que vaya a mi habitación.

-Esta bien hermanito -Edwin pasa a mi lado haciendo un guiño lo cual hace que me vuelva roja como un tomate.

-Bien esto es todo Keyla deberías subir o mi hermano se volverá loco.

-Esta bien Daliza con permiso.

Salgo del salón y subo por las escaleras, lo escucho hablar, me acercó con cuidado esta en el pasillo hablando sólo.

-Sabes estas loco no entiendo como sigues vivo.

-Loco yo, de es no nada -dice arrugando la nariz.

-Por favor Edwin no empieces.

-No callate donde la Bruja se entere te tomará como un loco.

-Por eso no le digas.

-No claro que no ¿Acaso piensas que estoy loco?

-No estas loco, mas bien estas loquisimo.

-Por favor no empieces Edwin.

No para de hablar como un loco lo cual hace que me den ganas de reírme con fuerza así que mejor salgo de ahí.

-¿Hablas solo?

Da un respingo y niega con la cabeza.

-No para nada.

-Entonces estoy loca

-No es cierto, ven aquí.

Abre una puerta, entro es hermosa decorada con luces, me quito la chaqueta y me siento en la cama.

-Linda habitación -digo acariciando las sabanas de su cama.

-No tan linda como la tuya.

-Pues a mi me gusta mas la tuya.

-Pues no lo se.

Es tan bonita tiene un pared de vidrio que da a mi habitación.

-Supongo que por aquí me espías.

-Si, y me pagan bien.

-Idiota -desvío la mirada y veo una estantería de libros me levantó me acercó para tomar uno.

-Dijiste que tu no leías -digo mirando el libro.

-Si pero no de los que lees tu. Yo solo leo monárquicos.

-Bueno pero lees, este es el de El príncipe cruel.

-¿Lo has leído?

-Si lo he leído

-¿Has leído algo referente a esto?

-Bueno solo uno.

-¿Cual?

-La trilogía Aprendiz de asesino.

-Oo esa no la he leído, en fin ven.

Me lleva a la cama con el libro, se acuesta, y yo me siento.

-Me lo lees -pide con un brillo en sus ojos asiento y empiezo a leer.

Él perfume del rey by Karine Bernal Lobo.

Quiero convencerme de que estoy haciendo algo bueno
al ir con ella y solo concentrarme en eso. Aunque lo cierto
es que la posibilidad de terminar comprometida con alguien
del reino Lacrontte no me abandona. Ellos son el enemigo,
todo lo que me enseñaron a temer y ahora los tendré en
frente como a futuros aliados, mientras ruego en silencio
que ninguno haga una propuesta que me arranque de mi
hogar. La última cosa que deseo es convertirme en una
súbdita del impiadoso rey Magnus.


-Ven Arzul quiero enseñarte algo -dice interrumpiendo la lectura.

-Aun no lo he terminado de leer.

-Nos pasaremos una noche y día sin comer ni beber, mucho menos dormir si quieres terminarlo, así que mueve el culo de una vez.

Me pongo de pie de mala gana, y lo sigo. Abre la puerta que está al lado donde está una azotea.

-Es hermoso.

-Como usted si.

Se acerca a mi y vemos las estrellas, la luna es hermosa ya que es luna llena.

-Hay muchas estrellas.

-Si pero sólo una es hermosa -dice mirándome a los ojos.

-¿Cual es? -preguntó llena de curiosidad.

-Tu.

-Edwin no empieces.

-Vamos Keyla no me arrebates la inspiración.

-Esta bien.

-Bueno estamos a unos segundos de iniciar un nuevo año. Pide un deseo.

-Estar contigo. Ahora pide uno tu.

-Quedarme con mi Bruja.

-¡Edwin ya basta no me llames así!

-Ya pues no digo nada -responde alzando las manos en señal de rendición-. Arzul ¿Te digo algo?

-¿Que cosa?

-Siempre quise esto, tener a alguien asi a mi lado, todas las noches pedía una estrella, pero él universo fue tan bueno conmigo que decidió enviarme una galaxia, y eso es lo que eres para mí, una galaxia, una constelación en medio de este gran universo.

-Edwin eres un poeta -susurro con lágrimas en los ojos.

-Si yo pensaba que no te gustaría.

-Seras Idiota, claro que me gusto Edwin -digo abrazándolo.

-Vale fingiré que no me has llamado Idiota.

Estoy tan pagada a él, acerca sus labios a los mios ,empieza a besarme con tanta necesidad e intensidad todo en mi se activa haciendo que un cálido calor recorra mi pecho. Me besa con delicadeza succiona mis labios con fuerza, sin medir su control, y yo solo me dejó llevar.

-Bien vamos, te voy a dejar a casa.

Entro a la habitación con Edwin detrás de mi.

-¿Tienes frío? -pregunto ya que ni siquiera tomo su sudadera.

-No pasa nada Arzul -dice acostándose en mi cama.

Me quito la chaqueta, voy al closet donde tengo guardado el regalo de Edwin.

-Ten toma, tu regalo de año nuevo -digo ofreciéndole la caja de regalo.

Edwin lo abre contento, como un niño al que acabas de dar una golosina.

-Una chaqueta -dice emocionado.

-Asi es.

-Gracias Arzul, eres genial -dice abrazándome con fuerza.

-Tu también lo eres.

Él me suelta y me mira a los ojos.

-Yo también tengo algo para ti -anuncia con una gran sonrisa.

-¿Que cosa? -preguntó emocionada.

-Cierra los ojos.

-Esta bien -contesto cerrando los ojos. Toma mi mano y pone algo, lo siento es una cajita.

-Ahora si puedes verla.

Abro los ojos, abro la cajita. Y lo veo un collar en forma de corazón, lo saco hay algo escrito incrustado de diamantes.

A & E son las iniciales de nuestros nombres. Claro es algo tan hermoso que las lágrimas empiezan a recorrer mi cara.

-Gracias Edwin, eres el mejor -contesto abrazándolo por el cuello. Me sienta en su regazo.

-Lo se mi niña hermosa. Se supone que es de diamantes, y si no ya me transaron.

-Edwin no digas eso.

Toma mi cara y la acerca a la de él. Me estoy volviendo loca cada ves que me besa pierdo el control de mi. Siento un calor recorriendo mi cuerpo, cada beso significa perder todo mi oxígeno.

-¿Te preguntó algo?

-¿.Que cosa Edwin?

-¿Cual es el sueño que quiere que se haga realidad?

-Mm hay muchos.

-¿Pero cual es el que mas te tiene atrapada?

-Bueno ir a un GP con el amor de mi vida, aun partido de fútbol, manejar un RB, y volver a participar en una carrera como cuando tenía quince años.

-Arzul no creo que Oscár te deje hacer eso.

-Él no , pero tu si.

-Tienes razón, haría todo por verte feliz.

-Por eso te escojo a ti -confieso besándolo.

-Bien tengo que irme ya es noche y tienes que descansar.

-Esta bien Edwin.

-Vengo a traerte mañana.

-¿Para que?

-Mañana lo sabrás. Paso por ti a las siete.

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