un encuentro inesperado

By holiarrozconalioli

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Dos chicas, rivales en un partido de secundaria. El destino las une en el mismo bachiller y... en el mismo cl... More

PRÓLOGO
CAPITULO UNO
CAPITULO DOS
CAPITULO TRES
CAPITULO CUATRO
CAPITULO SEIS
CAPÍTULO SIETE
CAPITULO OCHO
CAPÍTULO NUEVE
CAPITULO DIEZ
CAPÍTULO ONCE
CAPITULO DOCE
CAPÍTULO TRECE
CAPÍTULO CATORCE

CAPITULO CINCO

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By holiarrozconalioli

No os olvideis de ir comentando y votando, me ayuda mucho <33

gracias :)

____________________________
Lucía -------------------------------------------------





- ¡VIERNEEEEEEEES! - escucho chillar a Alejandra desde la otra punta de la clase. Que energía que tiene, me encanta.

- ¿Alejandra has hecho los deberes de análisis? - dice Dani con una sonrisa, pero borrando la suya a Ale.

- ¿CÓMO QUE DEBERES? - vuelve a chillar, y saca no se que cosas de su mochila, y se pone a escribir. Supongo que estará haciendo los deberes. Me río, es muy olvidadiza.

La verdad es que la actitud de Alejandra me encanta, y podría decir que nos hemos hecho bastante amigas en estas semanas que hemos estado juntas entrenando y en clases y todas esas movidas. Y me encanta que seamos amigas, porque es super maja y todo eso. 

Creo que hablamos más desde que la peiné ese día. Bueno, es que antes de eso yo no moestraba muchas señas de simpatía, pero con ese gesto creo que ya no cree que soy un monstruo y eso y se ha acercado más.

Son las diez de la mañana y estamos en matemáticas ahora, menos mal que es viernes, en eso tiene razón Alejandra. Y esta tarde... planazo.

Tengo unas ganas tremendas, la verdad.

Mientras la profesora explica no se que de logaritmos (no me entero de nada), escucho a Dani y Ale hablando en una última fila de... ¿Cifrado barroco?. Madre mía, parece que tengan un códice secreto, no se les entiende.

- Si, mira, aqui sería tres mas cuatro, porque la sensible es esta, entonces al estar en primera inversión... - dice Ale, pero la profesora la interrumpe.

- Alejandra, ¿que es eso tan interesante de lo que estás hablando? - dice, y suelto una risa, la va a sacar a la pizarra fijo - Supongo que si estás hablando ya te sabrás esto, ¿no? - dice - Sal a la pizarra.

Me giro y veo como Ale se levanta despacio, como retando a la profesora. Tiene una expresión que es una mezcla entre el cabreo y el miedo.

Camina hacia la profesora y se para justo delante de ella, como si se le fuera a encarar. Me giro para ver a Dani y se está descojonando. Me mira, la miro, y nos reímos juntas.

Ale parece escuchar que nos estamos riendo y se gira, para mirarnos de malas maneras, cosas que solo provoca que nos ríamos más.

- Soluciona eso - le dice la profesora a Ale, y ella se le queda mirando modo "¿Tengo cara de haberme enterado de algo?"

Ale coje la tiza que le está tendiendo la profesora y se coloca enfrente de la pizarra. Se gira y me mira con una cara que es para hacerle una foto. Se vuelve a girar e intenta aplicar en la pizarra lo que vimos el otro día.

Empieza a escribir y cuando termina, la profesora está sorprendida.

Lo ha hecho bien. ¿¡CÓMO LO HA HECHO SI NO SE LO SABÍA?!

Ale se giro hacia la profesora y le sonríe.

Se dirige a su sitio, y cuando pasa a mi lado me da un golpecito en el hombro y me sonríe con superioridad.

Lo único que puedo pensar ahora es que es:

Reinota

Guapetona

Una chula

Una empoderada

Una diosa

Una vacilona (Ale como te atreves a vacilar a un profesor estás loca o que)

Una persona superior.




- Vale, pues como habéis visto, así es como se resuelven los logaritmos, muy bien Ale - felicita la profesora, y me giro para ver a Ale, que esta sonriendo roneantemente roneante.

La profesora sigue con la clase, explicando cosas aburridas de las que nunca me enteraré.

Salgo del comedor y me dirijo hacia el gimnasio, para esperar a las chicas.

Entro al este y me lo encuentro vacío, por lo que dejo la bolsa en un banco, me cambio y me cojo un balón.

Me pongo a hacer saques, ya que se me han debilitado un poco desde la el último partido oficial que jugué, que fue contra...Bremen, osea contra Alejandra.

Sinceramente, fue un pedazo de partido, y como se desenvolvía su equipo. Que pena que Ale sea líbero, porque sería una capitana increíble. Los reflejos que tiene y el miedo que no tiene a tirarse o a perder un punto es alucinante. Pero lo que más me sorprendió fueron sus colocaciones, como saltaba antes de tocar la línea y se coordinaba perfectamente con sus centrales y puntas, espectacular.

Pensando en la reina de roma, aparece.

Veo a Ale entrar.

- ¡Buenas tardes, Lucía! - me saluda alegremente.

- Buenas tardes Ale - la saludo, y mientras ella se mete a cambiarse y todo lo demás, yo sigo practicando saques.

Lo me falta hacer es meterles más altura, porque a veces golpeo la bola muy baja, y eso provoca que apenas pase la red, lo que jode, y mucho.

- Lucía... - dice Ale cuando sale del vestuario - ¿Te puedo pedir un favor?

- Claro, guapa, dime - le respondo. Tengo miedo de lo que me vaya a decir, con sus ideas de bombero cualquiera esta tranquila...

- ¿Te puedo colocar para que remates? - Dice. Bua, eso si que no me lo esperaba

- ¿Sabes colocar? - le pregunto

- Quiero intentarlo - respondo, y le tiro el balón para que se coloque en la línea delantera.

- Te vi en el partido - le digo, sorprendiendola. Ella estaba segura de que no iba a tocar ese tema.

- ¿cuál? - pregunta, haciendose la tonta

- El del año pasado. Jugabas bien, has mejorado mucho, salvabas muchas, ¿Lo sabes? - Le digo - Y tus colocaciones... para ser una líbero, eran decentes - suelto todo de un tirón.

- Pues no juego demasiado bien, porque nos ganásteis - dice, con semblante serio. ¿Se resiente por la derrota?.

- ¿En serio? Si hubieras visto a mi entrenador después de ese partido, hablando maravillas de vosotras... - digo, para subirle el ánimo, y lo mejor es que es verdad.

- Si que es verdad que la gente nos infravaloraba mucho - dice - Casi le ganamos a la mejor colocadora de la liga, a "La reina" - dice, acentuando el nombre, provocando que me ría.

- Pues ahora vas con "la reina" al mismo equipo - digo, y se ríe.

Ale se coloca en la línea delantera y se prepara para colocarla. Le lanzo la bola, y ella hace un tercer tiempo perfecto, lo que lleva a un remate directo.

La miro sorprendida, no pensaba que iba a ser tan buena, pues sí que ha mejorado, si.

Me mira y sonríe pícaramente, a la vez que me guiña el ojo.

Me preparo para rematar otra, y esta vez me sorprende haciendo un primer tiempo, que es aún más complicado. Lo remato sin complicaciones.

- No si espérate que tu aún serás colocadora - le suelto, provocando que se ría.

Su risa es muy bonita.

Sigue colocándomela hasta que llega el resto del equipo.

- ¿¡YA LE ESTÁIS DANDO TÍAS?! - grita Carla - ¡NO PARÁIS! - vuelve a chillar.

Andrea nos comenta que tiene que ir a por unas cosas, y que nos esperemos un momento. Ella y Noa salen del gimnasio, y le vuelvo a pedir a Ale que me coloque la última.

Corro hacia la pelota, pero veo que no la coloca. Ya es demasiado tarde, no le da tiempo. Me sale el gesto de rematar solo, y noto que he golpeado algo. El balón.

Cuando caigo al suelo, miro a Alejandra, que me está mirando con una sonrisa de suficiencia, igual que la que ha puesto en matemáticas. Me tiende la mano para que me levante, por lo que me ayudo de ella para hacerlo. Cuando ya estoy de pie, me mira.

- ¿Estas bien? - me pregunta, a lo que yo asiento con la cabeza.

Me giro y veo que están Annie, Charlie, Carla y Marta mirándonos y descojonandose.

- Te has metido buena ostia... - suelta Carla, pero Ale la interrumpe.

- Déjala, es que es rubia, es especial - suelta Ale como si nada. Me giro y veo que se está riendo. La miro seriamente. Me mira, la miro, y, sin pensarlo, me da un abrazo.

Siento su perfume (porque si, lleva perfume, y huele de maravillas) y su aliento en mi cuello. Mi cara roza su pelo, que huele al champu de mercadona maravilloso.

- ¿No te has hecho daño pequeñina? - dice en tono burlón, y riéndose, provocando más risas en las demás.

Me río y me separo de ella, sonriéndole cuando nuestras ojos se vuelven a encontrar.

En cuando se separa y vuelve a coger el balón del suelo, entran Andrea y Annie con unas cajas enormes, mas grandes que ellas, entonces uno hilos.

La semana pasada  nos preguntaron las tallas de ropa que usábamos, lo que me extrañó un poco, pero claro ,es que soy gilipollas, nos los van a dar hoy.

- ¡LOS CHÁNDALES! - chilla Andrea, con paquetes en las manos, y nos los va tendiendo cada que nos acercarnos.

Empiezo a abrir el mío, y veo que tiene.

Hay una chaqueta de chándal negra, y los pantalones holgados del mismo color. Una camiseta roja y otra blanca de manga corta se encuentran al final. La chaqueta y las camisetas tienen el nombre del bachiller, junto con "club de voleibol".

Giro la camiseta esperando ver el número de mi dorsal con el apellido, pero no están. Supongo que solo estarán en el uniforme oficial.

- ¡BUAAAA HERMANAAA! - grita Ale, mirando a Andrea - ¡QUE GUAPOS!

- Tía, relájate, que son solo camisetas rojas y blancas - suelta Charlie, hechando una carcajada.

Me giro, esperando ver el chándal de Alejandra de otro color, osea, a la inversa, pero no, está igual.

- ¿Pero el de Alejandra no debería ser inverso? - digo, ganándome una mirada de reproche de Ale, por decirle "Alejandra".

- ¿Ahora me dices Alejandra? - dice, haciéndose la ofendida. Sonrío, dándome la vuelta, pero como no escucho nada más por su parte, me vuelvo hacia ella, y la veo con Annie y Charlie mirándome con cara de asco al estilo rosalia.

- Eso solo en los uniformes oficiales, que por cierto, es los daremos la semana que viene, todavía no llegan.

- Esto es la ostia - suelta Annie, a lo que Ale asiente emocionada.

Algunas se dirigen hacia el vestuario para cambiarse y ponerse la camiseta oficial, pero yo opto por arrimarme a un rincón y quitarme la que llevo para ponerme la nueva.

Total, no se me va a ver nada...

Me giro ya cambiada y veo que Ale ha decidido seguir los mismos pasos que yo, y ahora está de espaldas mía mientras se quita la camiseta rápidamente.

Noto como me empiezan a sudar las manos y a ponerme colorada. Observo su espalda, bien formada, que parece hasta de gimnasio, y su cintura, conforma de reloj de arena. Dios mío.

Siempre lleva ropa ancha y holgada por lo que no se llega a apreciar bien su figura, pero ahora que la veo así, me muero. 

Lesbian panic.

Se coloca la camiseta nueva y se gira, sorprendiendose cuando me encuentra mirándola.

Sonríe y me guiña un ojo pícaramente.

Me mié.

Aparto la mirada de ella, y justo salen las chicas del vestuario.

- ¡NOS REUNIMOS! - chilla Andrea, y nos colocamos todas en círculo alrededor suya - Vamo a ver, ¿quien de aquí tiene moto? - pregunta, Annie, Charlie y Marta levantan la mano.

- Si me dejas hacer una llamada un momento, te consigo una en nada - dice Ale. Ay dios, esta tía está mal, se la va a quitar a Dani.

- Vale, ahora cuando terminemos, ahora os explico - dice - la semana pasada quedábamos en que nos vamos todas al bachi de los versi a verlas, y está como a 10 kilómetros, entonces, hay dos opciones, ¿moto o metro? - dice. Lo más normal me parece el metro, pero la moto...

- Metro - suelto. Me parece lo más considerable si no quiero acabar o en la policía o en el hospital.

- Creo que es lo más normal, ¿no? - razona Charlie, y Noa le da la razón - además, así vamos todas juntas.

- Vale - responde Andrea - Pues ahora nos vamos todas al metro y para el bachi de los versis, ¿vale? - dice, y asentimos todas.

Voy a recoger mis cosas y me pongo la sudadera. Cojo mi bolsa y salgo del gimnasio, a esperar a las demás chicas, cuando sale Ale.

Son las cuatro de la tarde.

- ¿¡A que horas va a terminar el partido, Andrea?! - chillo hacia dentro del gimnasio, y obtengo una respuesta.

- ¡A las nueve! - me chilla devuelta, y le doy las gracias.

Cojo mi móvil y lo desbloqueo, abro el whatsapp.

ALEC

Guapooooo

Me recoges en el bachi de los versis?

Si

A q hora?

A las 9 y media

Ok

Gracias <3

Después te veoo amor.

Adiós

A veces no sé porque soy así con él, la verdad.

Ale parece ver que se me ha ido la felicidad por la cara, porque me pregunta que qué me pasa.

- ¿Que..? Ah, nada, tranquila - digo, y guardo el móvil cuando salen las demás. Le paso un brazo por el hombro a Ale y caminamos juntas hacia la estación de metro.

Pasamos todas sin ningún inconveniente.

- ¡ANNIE! - chilla Ale - ¡¿ME TIRO COMO SI ESTO FUERA UN TOBOGÁN?!

- ALE COMPÓRTATE - grita Andrea mientras Annie anima a Ale para que se tire.

- Joo... - se queja Ale, como una niña pequeña.

Cuando ya llevamos bastante rato esperando el metro, este llega, y nos montamos.

Me siento al lado de Ale, quien coge su móvil.

Cuando llevámos 10 minutos sentadas como personas normales, y aún nos faltan 30 para llegar al bachi de los versis, Charlie se saca un balón de voley del culo y se pone a hacer pases con la que nos dice que nos comportemos.

Empiezan a pasarsela a Annie, hasta que la tocamos todas, y estamos unas enfrente de otras sentadas, como cuales psicópatas, haciendo voleos hacia otras.

Es que ahora tu entras al metro y dices, ¿Estas tías?

¿Estas tías?

Todo es paz y armonía hasta que a Marta se le escapa el balón y le da a una señora. Se disculpa como hacen los chinos que se tiran hasta el suelo, y guarda el balón.

Tras otros 10 minutos noto un peso en mi hombro. La cabeza de Ale.

La cabeza de Ale.

Espera...

¡¿LA CABEZA DE ALE?!

¡¿EN MI HOMBRO!?

Lucía relájate que te va a dar algo.

Intento moverme lo mínimo posible, para que Ale no se despierte, mientras pienso.

¿Ale dormirá? Nunca se lo he preguntado, claro, tampoco es normal hacerlo. Si ahora me viene una tía y me dice "¿Oye, tú duermes?", yo la tacho de rara, si, cuanto prejuicio.

Miro a las chicas, y están todas con los móviles, después del incidente de la señora no quieren armar más jaleo, así que opto por hacer lo mismo. Me fijo en que algunas llevan hasta los cascos puestos, así que me los pongo yo también. Mientras en mis auriculares suena "Girl at home", de la diosa Taylor, me meto a wattpad, ya que me estoy leyendo un libro que es la ostia.

20 minutos después aún estamos en el metro, aunque queda poco. ya las chicas están más animadas, y parece ser que, después de 30 minutos, no se han dado cuenta de que Ale está dormida.

Andrea tiene una idea maravillosa, y aunque a Noa y a Marta les parece un poco cruel, las demás la animan a que la haga.

La idea en cuestión es ponerle a todo volumen "Flow 2000" de Bad Gyal en el oído, ya que la canción empieza rompiendo directamente.

Andrea le pone el móvil a su lado, y le da al play.

- AAAH - chilla Ale, saltando del asiento, asustada, y se gira para ver a Andrea - HIJA DE PUTA - vuelve a chillar.

Menos mal que el metro está vacío, porque si no ya nos hubieran hechado.

Acto seguido, Ale se ríe, y enseguida estamos todas partiéndose el culo, aunque ha llegado la hora de bajar del metro y dirigirnos al bachiller de los vernisianos.

Nos paramos en frente de la puerta de entrada al campús, que es enorme, y antes de entrar, nos quitamos las chaquetas, para no llamar la atención.

Entramos como si estudiáramos allí, de manera casual, aunque no tenemos ni puta idea de donde está el pabellón de voleibol.

- ¿A donde vamos? - pregunto

- Al pabellón - me contesta Noa

- ¿Y donde está eso? - pregunta Charlie

- Por allá - dice Ale, sorprendiéndonos, ya que pensábamos que nadie sabía donde estaba.

Nos dedicamos a seguirla a través de los edificios del campus, hasta que parece ser que hemos llegado a la zona de deportes. Caminamos, y llegamos a un gimnasio, en el que pone "gimnasio de voleibol".

Creo que es aqui.

gilipollas.

Entramos, y nos encontramos a los dos equipos calentando, y a los padres en las gradas para animar.

Nos dirigimos rápidamente a las gradas, pero cuando me giro y no encuentro a Andrea, me confundo.

- ¿Y Andrea? - le pregunto a Noa, y señala con la cabeza una esquina del pabellón.

Giro la cabeza y la veo abrazada a una chica vestida con el uniforme de los versis, con una sonrisa en la cara y riéndose.

- Es su mejor amiga - suelta Noa, y no parece muy contenta.

Nos sentamos en las gradas, al lado de unos chicos que ahi, pro... espera, ¿llevan nuestro uniforme?, me sorprendo, pero también reconozco una cara.

- ¿Carlos? - digo, y él se gira.

- ¡Lucía! - dice, y viene a darme un abrazo.

- ¿Habéis venido? - pregunto, cmo si no fuera obvio.

- Sí, para ver un poco el cotarro, ¿no?

Ellos son el equipo de voley masculino, los conocí hace poco, ya que vinieron al gimnasio a pedirle no se que cosa a Andrea.

Los saludamos y me levanto para sentarme al lado de Carlos. Es un tío que me da muy buenas vibras y muy buen rollo, además que nos hemos hecho bastante amigos, y como es alto, me subo siempre a su espalda.

El partido está apunto de empezar, asi que nos callamos justo cuando hacen los saludos y se colocan para comenzar.

Saca Capital, el número 24, con un servicio de salto, y la líbero recibe a duras penas, aunque consigue enviarla a la colocadora, que hace un tercer tiempo con la... ¿central? Si, supongo.

La número 3 remata, y ganan punto, ya que Capital no es capaz de salvarla.

El primer set transcurre con normalidad, con Capital sacando bastante ventaja.

Me acuerdo que el año pasado fui a verles, es decir, al bachiller de Capital, y no eran taaaaan buenas, han mejorado mucho este curso, y han entrado nuevos fichajes, que, dicho vulgarmente, son la polla.

Por ejemplo, la número 3 el año pasado no estaba, y gracias a ella están ganando muchos puntos, por sus remates. No se cuanto tiene que medir esta tía, pero 1.80 no, porque es un armario en persona.

La colocadora sí que sigue siendo la misma del año pasado, pero sus colocaciones han alcanzado un nivel de perfección que no es normal. Aunque mis colocaciones siguen siendo mejores que las suyas, obviamente.

Cuánto ego chica.

Me giro para ver a Ale, y me la encuentro mirando fijamente el partido. Está muy centrada, o eso parece.

Me fijo en que frunce el ceño cuando ve como alguien no salva una bola. En como sus ojos reflejan un brillo que solo tienen cuando juega al voley. En su pelo, moreno, que cae como cascadas sobe sus hombros. En cómo sonríe cuando Carlos dice alguna gilipollez que le da gracia.

Y cuando menos lo estoy pensando, me encuentro mirándole los labios. A la vista parece que los tiene suaves, de un color suave, aunque con algunas pieles ya que se los muerde cuando está nerviosa, o concentrada.

Sus labios... parece muy besables.

Enamorada.

No.

Enamorada.

No.

Enamorada.

No...

Aparto la vista de ella cuando escucho que el árbitro pita su silbato.

Van a cambiar de jugadora. Capital.

La jugadora 3 sale, y entra... o no.

Una chica rubia, con el pelo largo recogido en una coleta, entra  a la cancha. Mira a las gradas y me ve. Siento que todo desaparece. Después de tanto tiempo. Una sonrisa aparece en su rostro, pero no es una sonrisa de alegría, sino de burla. Ella sabe porque. Me mira fijamente, y antes de volverse para jugar. Me guiña el ojo.

Vuelvo a la realidad cuando Andrea me sacude el hombro.

- ¿Estás bien? - me pregunta.

- Te has quedado empanada - suelta Ale.

- Estoy bien, estoy bien - respondo, para que no se preocupes, pero veo que Ale no aparta la mirada de mí.

- Esa chica te ha guiñado el ojo, ¿quién es? - pregunta, visiblemente curiosa.

- Una... eh, amiga del instituto - Mentira

- Ah, que guay - dice - ¿Estás bien?

- Si, si, tranquila - le digo, y asiente con la cabeza, pero antes de irse me da un abrazo corto.

Me encantan sus abrazos.

Ya van por el tercer set. 1-1. Esta muy interesante el partido.

Cuando Capital ganó el primer set, parecía que las Versis se iban a echar atrás, pero han apretado mucho no, muchísimo en el segundo set, ganando por mucho, quedando al final 25 - 18.

Ahora van 20-20, y sacan las Versis. La número 10 hace un saque flotante que les hace ganar un punto directo, ya que Capital no es capaz de recibirlo. Otro saque de la número 10 pero esta vez la líbero sí que consigue recibirla, mandándola hacia el colocador, que, inesperadamente, hace una finta, ganando el punto.

21-20.

Vuelven a sacar, y los de Capital intentan hacer un ataque combinado, pero la líbero consigue recibirlo dando una voltereta, y hacen un ataque en primer tiempo, ganando otro punto.

22-20.

Están a punto de ganar. Se nota la frustración de Capital al no poder remontar.

Vuelven a hacer un saque, y Capital cuela una finta, pero la colocadora la recibe, provocando que no puedo colocar, por lo que la líbero lo hace, y para mi sorpresa, lo hace perfectamente, y ganan otro punto.

Me giro y veo a Ale con los ojos abiertos en plan:

"¿Esta puta niña?"

- Tu también colocas así, ¿no? - le pregunto

- Sí que sé, pero no con esa precisión - dice, frunciendo el ceño.

- Entonces necesitarás a una colocadora de ayuda...  - digo, poniendo una sonrisa pícara.

- Mujer, si tanto insistes... - me responde, y hecho una carcajada, haciendo que ella también se ría.

Volviendo al partido, las de Capital han tomado tiempo técnico, y ya de vuelta a la cancha, siguen con las mismas.

Las versis han marcado dos puntos más, quedando a 24-20, punto de partido.

La tensión se huele en el ambiente, y la frustración de las de Capital también.

Vuelven a sacar, pero esta vez Capital logra formar un ataque en condicioness, ganando el punto.

24-21.

Punto de set otra vez.

La número 4 de Capital hace un servicio con salto, pero reciben perfectamente, aunque un bloqueo tapa el remate de las Versis, y hace que pierdan el punto.

24-22.

Punto de set, pero esta vez... Capital remonta.

Capital saca, pero las Versis reciben, y monta un ataque que es bloqueado, aunque el bloqueo...oh no.

El bloqueo se va para atrás disparado. A menos que lo salven, pierden el partido.

La líbero de Capital sale disparada, y se lanza al suelo en forma de pingüino. Se desliza por todo el suelo, pero el balón cae al suelo.

Cae por un centímetro, y por ese centímetro, pierden el partido.

Los gritos de celebración de las Versis resuenan por todo el gimnasio, aunque únicamente era un partido de entrenamiento, supongo que significará mucho para ellas.

Las de Capital hacen el saludo y se van rápidamente, intentando ocultar la tristeza inocultable.

Tras 10 minutos salimos nosotras también.

- Puta madre son muy buenas - suelta Noa.

- Y sus saques... - dice Andrea - me dan miedo.

- Son fáciles de recibir - contesta Ale, comiéndose una barrita energética.

- ¡Si son saques de las mejores de la liga! - exclama Charlie.

- He recibido más dificiles - dice con indiferencia.

- Tenemos una semana para mejorar, mañana es sábado, pero me da lo mismo, maña os quiero en mi casa, os mando la ubicación, y vemos todo lo que tenemos que ver, ¿vale? - dice Andrea.

- Yo no... no puedo, lo siento - dice Ale.

- ¿Porqué? - pregunta Andrea.

- Tengo una reunión y un ensayo del conservatorio

- ¡¿Tocas un instrumentos ?! - exclama Charlie, a lo que ella le respondo que sí.

- Vale, no te preocupes, pues después queda con alguien y que te diga que hemos hablando y todo, ¿vale? - Le contesta Andrea.

- Vale - dice Ale, y se gira hacía mi, sonriendo.

La miro yo también con una sonrisa, y puedo admirar un brillo no común en sus ojos.

Me despido de las chicas, pero Ale se viene conmigo, ya la voy a llevar a casa.

Hablo con ella sobre su ensayo, y todo es perfecto, todo, hasta que llego él.

- ¡Lucía! - grita una voz claramente masculina, y Ale se asusta, pero yo lo distingo, y está viniendo hacia aquí.

- Hola Alec - le saludo, pero el antes de devolverme el saludo, me coge de la cintura y me estampa un beso en la boca.

Ay no. Con razón no se lo había presentado a nadie.

Noto la mirada de Ale en la nuca. Me giro para verla, pero su sonrisa ha desaparecido, y el brillo en sus ojos también.

-¿Te vienes? - le pregunto, intentando ignorar lo que acaba de pasar. Ella asiente con la cabeza, pero Alec habla.

-¿Y adonde se viene esta? - dice, y me empiezo a calentar, de la mala manera por cierto.

- Esta tiene nombre - me giro, y se ve que tengo un poco de mala cara, porque el lo nota de inmediato, aunque no parece demostrarlo, ya que sigue lanzando pullitas.

- Yo no la voy a llevar, he venido solo para recogerte a ti, aquí no soy un taxi - dice.

Dios dame paciencia, porque si me das fuerza...

- Me voy andando, no pasa nada - dice Ale, con cara seria, está por darse la vuelta, pero la agarro del brazo y le doy un abrazo.

- Perdón - le digo, aprovechando que estoy a su lado y Alec no me escucha - Te llamo después.

- Tranquila, si no puedes nada, el lunes nos vemos - responde.

Nos separamos y ella se aleja de espaldas, con los cascos puestos y medio corriendo.

Me giro hacia Alec con mala cara.

- Te has pasado - le digo, y me subo al coche.

- ¿Ya tienes nuevas amiguitas? - dice, con tono de asco.

- Si, ¿y? -le digo.

- No me gusta que te des abrazos con ellas, ya lo sabes - me dice, aunque practicamente le ignoro.

Perdón, pero me tiene hasta el coño. Lo llevo aguantando 5 meses así, y ya cansa. al principio es el tipo chico perfecto, que le encanta a tu madre y todas esas mierdas, ¿pero después?, empezó todo esto, y ya paso, porque el si que puede y yo no.

- Vale - le respondo, y me pongo una nota mental de llamar a Ale cuando llegue a casa.

Sí, ese es mi novio. ¿Ya entiendes porque no se lo he presentado a las chicas?.

Ese es mi novio.

Pero pronto dejará de serlo.

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