-¡¿Luz?!, ¿qué te ha pasado?- pregunta alterada y preocupada mientras me carga con cuidado y yo estoy que me duele mucho la espalda del dolor- tranquila, te pondrás bien- me deja recostada en posición fetal a un lado para dejar al descubierto mi espalda- madre mía, menudo daño te han hecho, deja que busque una poción para sanarte, aguanta un poco- se va lo más rápido que puede mientras yo sigo llorando, no sólo por el dolor físico, también por el emocional ya que ahora estoy sola, lo he perdido todo, la veo regresar y se queda frente a mí y me ayuda a sentarme de manera que pueda beber la poción- venga, tienes que tomarla toda para que te deje de doler- me ayuda hasta que termino de tragar hasta la última gota y siento cómo mi espalda va sanando hasta que me encuentro mejor pero sigo llorando- ¿qué te pasa?, ¿te duele algo más?-
-É-el lo-los ma-mató, él me los arrebató- consigo pronunciar
-¿Quién?- pregunta más desesperada, intento hablar pero no encuentro palabras por lo que muestro mis recuerdos y consigo hacer que se escuche todo lo que ocurrió hasta que termino y sigo llorando, se acerca y me acoge entre sus brazos- sabía que mi hermano podía ser muchas cosas al igual que podía ser bastante cruel pero esto ya es otro nivel, y todo por sentirse amenazado, ya decía yo que aquel temblor no era normal, lo siento tanto querida, de verdad- escondo mi rostro en su hombro mientras me aferro a ella por un buen rato hasta que consigo calmarme
-Juro que le haré sufrir, que pagará por lo que me ha hecho, le haré sufrir con lo que maś le duela, aunque sea lo último que haga, vengaré a mi familia- declaro decidida de mis palabras
-Y lo harás pero no ahora ni pronto, la venganza es un plato que se sirve bien frío, y es mejor tramar un buen plan, sólo hay que esperar al momento adecuado, la oportunidad vendrá a nosotras, ya lo verás, pero hasta entonces, debemos prepararnos para cuando llegue nuestra oportunidad, no sabía si enseñarte los conjuros más poderosos y a la vez más oscuros, pero creo que ya estás preparada para aprenderlos, ¿te parece bien?-
-Perfectamente, juntas podremos acabar con él- ella asiente sonriendo levemente mientras sigue abrazándome a pesar de estar más calmada, poco a poco me voy quedando dormida ya que ha pasado a acariciar mi nuca y ese es un punto débil para calmarme
-Veo que este es un punto débil- comenta divertida
-Sí, pero no se lo digas a nadie- contesto adormilada
-Lo tendré en cuenta para otras veces, pero ahora debes descansar, debes estar agotada- me deja con cuidado en mi cama y se dispone a alejarse pero tomo el valor de sujetarle el brazo y me mira un poco preocupada- ¿qué pasa?-
-¿Te quedas conmigo hasta que me duerma?, por favor- le suplico con la mirada y tras ella salir de su asombro sonríe
-Claro, descansa mocosa, te lo mereces-
Tras escuchar esto al poco tiempo caigo dormida. Al día siguiente despierto sola y con un poco de dolor en la espalda pero es soportable, me levanto de la cama y encuentro a Úrsula observando la bola de cristal y a través de esta puedo ver a Ariel, me acerco y me quedo a su lado observando, parece que la pelirroja se siente más atraída por el mundo exterior desobedeciendo las órdenes de su padre.
-Veo que la pececita se va a meter en problemas- comento captando su atención
-Pues sí, esto puede resultar interesante- se gira para verme- ¿cómo te encuentras hoy?-
-Mejor, me duele un poco la espalda pero es soportable- le resto importancia y me alcanza algo de cómoda- gracias- empiezo a comer mientras una idea se me pasa por la cabeza
-Se te ha ocurrido una idea, lo veo en tus ojos, ¿qué se te ha pasado por la cabeza?- arque una ceja con curiosidad
-¿Qué te parece si ese hambre de saber más cosas sobre el mundo de arriba poco a poco se va alimentando para que tenga más curiosidad?-
-Explícate-
-Ella está sedienta por saber más sobre el mundo de los humanos, pero no sabe por dónde empezar a investigar, ¿y si poco a poco y con el paso del tiempo le vamos dejando más cosas humanas para que su curiosidad aumente hasta casi volverse una obsesión por ellos?, así desobedecerá a su papaíto y tendrá más ganas de salir a la superficie, y sólo será cuestión de tiempo que ella acabe viniendo a nosotras- parece entender mi idea
-Así aprovechamos la oportunidad para cobrar venganza de Tritón con su punto débil, su hija pequeña- termina de exponer mi idea y sonrío ampliamente- brillante, de verdad, no sabía de este lado tan retorcido tuyo, pero me encanta, así tendremos tiempo para que aprendas todo lo necesario y tramar bien nuestro plan-
-Me has leído el pensamiento al completo, es un proceso lento pero seguro, ya lo verás y aprovecharemos cualquier acontecimiento en nuestro beneficio, pero primero hay que sembrar la semilla para que podamos alimentarla y hacer que brote la planta- me ve un poco confusa- es una manera que tienen los humanos de cultivar algunos alimentos, las semillas de las plantas las meten en la tierra y todos los días o cada cierto tiempo les echan agua dulce y esperan a que crezcan y así poder recolectar sus frutos- le explico y parece entender
-Pero no hay tantas cosas humanas como para que las vea, Tritón siempre se encarga con el resto de sus hijas de deshacerse de los restos de los naufragios, de los pocos que hay- otra idea se me ocurre y sonrío con maldad
-Bueno, supongo que habrá que provocar nuevos hundimientos, los marineros son muy fáciles de cautivar y engañar, sobre todo si se trata de mujeres, mucho tiempo en alta mar les afecta, no pensé tener que usar mi voz para algo así pero será divertido ver la desesperación del pez gordo por hacer todo desaparecer-
-Vaya, vaya, con la pequeña mocosa, me ha salido más lista de lo que parecía- yo le empujo con el hombro divertida por si pequeña burla- ahora hay que ver los lugares que la princesita suele frecuentar para así hundir los barcos por ahí o cerca de ahí-
-Sí, así que hay que vigilarla de cerca y tendré que buscar la melodía exacta para poder cautivar y llevar a su desgracia a los barcos que pasen- pienso en alto
-Sí, pero primero debes recuperarte después de lo de ayer, además de que su ataque dejó marcas en tu espalda que dudo que se logren quitar con magia- me acerco al espejo y veo en la extensión de mi espalda marcas más claras al tono de mi piel que parecen como si fuera el choque de algo contra la piel que hasta incluso llega a mis hombros
-Será desgraciado- maldigo por lo bajo antes de dejar caer mis hombros- supongo que una nueva marca de guerra para la colección- trato de ver el lado bueno de esto, ella se acerca y acaricia mi piel y esta se eriza al instante al igual que empiezo a ponerme nerviosa por su cercanía sin motivo alguno, no sé por qué me pasa esto últimamente
-No sé, a mí me gustan tus marcas, te dan un toque más serio- alza brevemente sus hombros- aún no me has contado la historia tras esas cicatrices que tienes, me causan curiosidad-
-Que va, alguna que otra ha sido por una estupidez, pero otras son diferentes, si pudiera cambiar a mi forma humana ahora verías que en las piernas tengo más por culpa de mi torpeza cuando estaba aprendiendo a caminar por mí misma como el resto de humanos- me río al recordar alguna de mis caídas
-Venga, ¿no podrías contarme al menos la historia de una o dos?- veo que me hace ojitos y la verdad es que se ve muy adorable así y no me puedo resistir
-Está bien, tú ganas- me río un poco y pienso en algo que haya vivido y no haya hecho el ridículo hasta que se me ocurre una idea- de acuerdo, estas que tengo en el abdomen- señalo unas marcas no tan blancas como las de la espalda pero que sí se pueden notar que parecer rasguños un tanto grandes por casi toda la piel- estas fueron cuando estaba en la superficie, había ido en busca de un hombre que habían dicho que tenía magia y que era muy poderoso, no tenía nada que perder a decir verdad, pero cuando llegué descubrí que no era más que no era más que un farsante y estaba estafando a muchas personas con su “magia” ya que les pedía mucho, obviamente iba a correr la voz de su injusticia y entonces me acusó de robo o algo así y me tocó huir y tenían perros que me siguieron y estuve corriendo con tal de salvarme ya que esos animales iban directos a matarme y bueno, un par de plantas me hicieron daño y estuvieron a punto de pillarme pero como estaba cerca del mar, justamente cerca de un acantilado salté y pude salvarme pero también tuve que huir de unos tiburones que olieron mi sangre y estaban ahí cerca, por poco no lo cuento- me río levemente- después algunas de la cara fue por culpa de algún borracho que intentó hacerme lo que quería y aprendí a defenderme a su manera, la mayoría suelen tener armas pequeña encima y bueno, con los que me he topado tenían y pretendían herirme para ver si lograban su objetivo pero lo único que obtuvieron fue un fuerte dolor en sus partes nobles y más lesiones que no recuerdo ahora-
-A pesar de tu corta edad has vivido más que muchos de aquí, eres una pequeña guerrera digna de ser admirada, ¿lo sabías?- me sonríe con sinceridad y siento la sangre subir a mis mejillas
-Tampoco es para tanto, también he cometido mis errores y simplemente me limito a sobrevivir- trato de restarle importancia
-Bueno, yo solo digo lo que pienso, ¿estás preparada para empezar a aprender cosas más avanzadas?-
-Por supuesto-