DELICATE | julián álvarez

By lvndrhaze

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"Mi reputación nunca estuvo peor, y soy consciente de que esto no es lo mejor, pero aún así me gustaría que m... More

DELICATE
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EN EL MOMENTO EN QUE TODOS los jugadores ya estaban instalados en el predio de Ezeiza donde se estarían quedando para los amistosos que se llevarían a cabo en el país con el objetivo de celebrar la copa, lo primero que hicieron fue organizar una juntada en el mismo para ver a sus familias, y es que algunos llevaban días sin verlas como lo era el caso de Julián con Gianna y Allegra. Mientras que Julián se había quedado en Manchester hasta el último día por tener un partido con el City, Gianna y Allegra habían viajado a Argentina unos días antes acompañadas de Valentina y Olivia para que las nenas tuvieran más tiempo de adaptación luego del viaje, además de que así podían instalarse con tranquilidad en sus hogares. Sí, habían hecho videollamadas, al igual que con Paulo pero no era lo mismo que verlas en persona y poder llenarlas de abrazos.

— Quedate quieto loco, ¿qué tenés hormigas en el culo? —ante las palabras de Enzo, Julián colocó sus ojos en blanco, ignorándolo por completo y continuando con su caminata de lado a lado en la habitación, su mirada puesta en la pantalla de su celular esperando el mensaje de su novia.

— Se supone que ya tendrían que haber llegado, ¿y si les pasó algo?

Enzo sonrió al ver a su amigo de esa forma— No les pasó nada boludo, debe haber banda de tráfico, aparte primero tenían que pasar a buscar a Valentina y Oli. —Julián suspiró sabiendo que el jugador del Chelsea tenía razón, sabiendo que estaba exagerando— ¿Un mate? —le preguntó tendiéndole el mate que acababa de hacer.

Antes de que Julián pudiera responderle, escucharon que golpeaban la puerta que segundos más tarde fue abierta dejando ver el rostro de Paulo con una sonrisa— Si quieren ir yendo al comedor, ya están pasando todos por el control y en unos minutos están acá.

No hizo falta que dijera nada más para que Julián saliera de la habitación con él hacia el comedor, donde ya había varios de los jugadores esperando por sus familias. Los dos cordobeses tomaron asiento en uno de los sillones donde ya estaba sentado el Dibu hablando con el Huevo y con Rulli.

— ¿Al final Oriana no viene?

Paulo negó con su cabeza ante la pregunta del Dibu— No, tenía un compromiso ya arreglado y no podía moverlo, pero para el otro si ya vendría igual que para la joda esa.

— ¿Ya saben donde van a dejar a Allegra, Juli?

— Catherine se ofreció a cuidarla, ya se ha quedado varias veces con ellos así que Alle no va a tener problemas. —respondió Julián con una sonrisa— Aparte, con Gianna le conseguimos todo un set de dibujo para que se entretenga dibujando y pintando.

— ¿Con quién dejaron a Boo? —preguntó Paulo.

— ¿Boo? —preguntaron los que estaban alrededor observando confundidos al cordobés.

— Es el perrito que adoptamos para Allegra, la perrita de uno de los del City tuvo crías y adoptamos uno, creo que es obvio que Allegra le puso el nombre. —dijo soltando una risa y provocando la de los demás— La dejamos con ellos, son sólo unos días y es un lugar que el cachorrito ya conocía, no podíamos traerlo con nosotros, es muy chiquito para andar moviendolo tanto y encima en avión.

— Ya estás hecho todo un hombre de familia, hasta perro tienen, bien ahí araña. —le dijo Ota dándole unas palmadas en la espalda provocando que Julián frunciera el ceño por la fuerza con la que lo había hecho mientras los demás reían— Igual, ¿cómo van a hacer para tenerlo? ¿no vivías en un departamento chiquito?

— Ah, ¿no les contó? —preguntó Paulo con diversión.

— ¿El qué? —preguntó De Paul alzando una ceja.

— Compré una casa, ya no vivimos en el departamento, tenemos nuestra propia casa.

— Para, para, para. Me parece que me perdí de algo acá, dijiste "nuestra propia casa". —dijo Leandro señalando al cordobés.

— Sí, porque Gianna y Allegra se mudaron conmigo, vivimos juntos.

— ¡Ah bueno! ¿Y no pensabas contarnos? ¿Si no era por Paulo no nos enteramos? —exclamó el bostero con un tono de indignación, seguido por los demás provocando que Paulo se carcajeara con Enzo, que también sabía de la casa, y con Máximo Perrone, el jugador que había sido reclutado por Scaloni junto con otros sub20, y que era amigo de Julián y Gianna por el Manchester City, y que por ende ya sabía todo, mientras Julián se ponía todo rojo riendo nerviosamente.

— ¿Qué más nos estás ocultando culiado? No contaste del perro, no contaste de la casa, ¿así nos tratas? ¿Nos vas a dejar también? ¿Te vas a ir a la selección inglesa? —le dijo el Cuti llevando una mano a su pecho, fingiendo dolor— ¿Dónde quedaron los códigos hermano?

Todos estaban completamente tentados con lo que estaba pasando que no se percataron de que la puerta principal se había abierto permitiendo el paso de los familiares, pequeños pasos pertenecientes a los nenes escuchándose en el lugar.

— ¡Mateo no corras, hijo! —la voz de Antonella llamando a su segundo hijo fue lo que llamó finalmente la atención del grupo de jugadores.

La mirada de Julián se removió por todo el grupo, divisando primero a sus hermanos y padres, levantándose rápidamente de su asiento para saludarlos y abrazarlos, siendo seguido por Paulo que se había puesto a joder con Rafael y Agustín, porque así como Oriana no había podido asistir tampoco iba a poder hacerlo la madre de los Dybala.

— ¡Papá! —la voz de Allegra llamó la atención del cordobés, que rápidamente dejó de mirar a su madre para girarse hacia la puerta donde venía Allegra corriendo, con sus peluches en brazo, hacia él por lo que se puso en cuclillas para recibirla en un abrazo y alzarla.

— Hola pulga, te extrañé mucho. —le dijo Julián dejando un besito en su cabeza para luego sonreír como un tonto cuando vio a Gianna acercándose, rodeándola por la cintura con su brazo libre para atraerla hacia él en un abrazo— Hola amor, a vos también te extrañé mucho. —susurró en su oído, dejando un beso en su mejilla con suavidad, disfrutando de volver a tenerlas a ambas a su lado.

— Bueno, a ver si van haciendo espacio y me dejan saludar a mi también. —dijo Paulo poniendo sus manos entre su hermana y su cuñado, haciendo fuerza hacia afuera para separarlos, provocando la risa de los dos y de la familia Álvarez— Yo soy el que tendría que tener prioridad acá loco, tío, padrino y hermano, y una araña me saca el lugar, así no son las cosas che.

— ¿Cada vez que nos veamos vas a hacer el mismo berrinche? —preguntó Gianna colocando sus ojos en blanco.

— Obvio. —respondió Paulo sin dudarlo, sonriendo al tomar a Allegra en sus brazos, dejando muchos besitos en su cabeza mientras le decía que la tía Oriana le mandaba muchos saludos y que ya quería verla, igual que la abuela.

Mientras Paulo se llevaba a Allegra para ir a saludar juntos a los demás jugadores, Gianna se había quedado con Julián y su familia, hablando de cómo había estado el viaje y el último partido del City antes de volver.

— En unos días sale el libro, ¿cómo venís con eso?

Gianna observó a su suegra con una sonrisa— Nerviosa, estoy constantemente hablando con la editorial chequeando los mismos detalles una y otra vez porque no quiero que nada salga mal.

— Ya le dije que va a salir todo bien, se preocupa al pedo. —Julián se encogió de hombros.

— ¿Ya lo leíste Araña?

Julián negó con su cabeza, una mueca en sus labios— No me dejó, ni siquiera me dio un adelanto de algo, y eso que le rompí muchísimo las bolas.

— Que paciencia Gia, te compadezco. —le dijo Rafael ganándose la risa de los demás mientras Julián le daba un golpe en el costado— Y sí, si cuando te pones así sos insoportable, es como tener otro nene más. Menos mal que ya tiene experiencia con Allegra.

El jugador del City le sacó la lengua a su hermano, provocando que rieran nuevamente, mientras se dirigían a donde estaban todos los demás ya preparándose para tomar unos mates todos juntos. Mientras se sentaban en uno de los sillones, Julián sacó su termo, que estaba repleto de stickers entre los cuales estaban los escudos del City y River, él con las camisetas de ambos clubes, algunas del mundial como Messi con la copa, él con la copa, él y Enzo alzando la copa en la caravana e incluso uno del Dibu atajando. Pero, los que más resaltaban eran los stickers con su familia, uno donde estaban todos los Álvarez en el festejo de la final con él en el medio abrazando a Gianna y Allegra, otro sólo de ellos tres, y uno donde solo aparecían Gianna y Allegra sonriendo con dulzura.

— Alle, ¿te quedás conmigo o vas con papá? —ante la pregunta de Máximo, que era el que ahora tenía a Allegra en brazos, los demás jugadores lo observaron confundidos y preocupados, al igual que los familiares que sabían de la situación de Gianna, Allegra y Ambroos.

Un ruido de sorpresa colectivo haciéndose presente cuando vieron que la nena le pedía que la bajara y corría hasta Julián, soltando un "Upa, papi", que sin dudarlo la alzó sentándola en su regazo mientras Gianna preparaba el mate a su lado. Y es que ellos ya estaban acostumbrados, al igual que sus familias, Enzo y Valentina con quienes más hablaban, y Máximo porque pasaba bastante tiempo con ellos en Manchester, pero los demás no tenían idea de que varios días atrás Allegra había comenzado a llamar a Julián "Papá".

— Y las sorpresas de la Araña siguen nomás. —murmuró Leandro incrédulo, pero sintiendo una gran felicidad por ellos tres.

— Que guardado se tenían todo ustedes, se supone que somos una familia che, tenemos que saber todo de todos. —dijo el Dibu con indignación mientras Mandinha le pedía que se callara.

— ¿Cuándo... ¿Cuándo pasó eso? —preguntó Camila Galante con una sonrisa dulce.

— Hace unos días, ella tuvo una pesadilla y estaba pidiendo por el papá, solamente se calmó cuando apareció Julián. —respondió Gianna señalando a Julián— Ya son uña y carne, me empiezo a sentir desplazada. —agregó jodiendo y provocando que rieran mientras Julián le tiraba un beso.

Todos fueron felicitando al futbolista y Gianna, jodiendo al jugador y molestándolo mientras le decían "Papito", "Dilf" y otros apodos relacionados a su papel ahora más oficial como la figura paterna de Allegra. Algunos, los que ya eran padres, diciéndole que podían darles consejos o que podía escribirles cuando tuviera dudas al respeto, aprovechando que ya tenían más cancha en el asunto.

— ¿Mariconeó como pensábamos que lo iba a hacer?—preguntó Cuti riendo.

— No, para nada. —respondió Julián mientras Gianna a su lado soltaba una carcajada porque era demasiado notorio que estaba mintiendo.

— Ni terminó de escucharla que ya estaba llorando. —murmuró la chica provocando la risa de los demás mientras Julián colocaba sus ojos en blanco, sintiendo como se ponía todo rojo. Un ruido de indignación escapando de sus labios cuando vio que algunos de sus compañeros se pasaban plata entre ellos— ¿Apostaron que iba a llorar? Son unos hijos de... —detuvo sus palabras al recordar que Allegra estaba en su regazo y escuchaba todo con atención— ...mil, no lo puedo creer. —los familiares de todos estaban completamente tentados con lo que estaba pasando, cada juntada juntos era aún mejor que la anterior por todas las cosas que terminaban pasando.

— A ver, todos sabíamos que ibas a llorar Araña, eso nadie lo dudaba. —le explicó Lisandro recibiendo plata de Nahuel y Cuti— Así que apostamos el momento en el que ibas a llorar.

— ¿Ustedes también apostaron? —cuestionó mirando a Paulo y Enzo que recibían plata de el Dibu, Rodrigo, Rulli, Leandro, el Huevo y Lautaro.

Los dos asintieron, contando los billetes que habían recibido— Obvio, era una apuesta que sabíamos que íbamos a ganar. —respondió Enzo encogiéndose de hombros.

— Cuando se trata de Gianna o Allegra sos más emocional, por no decir maricón, así que sabíamos que llorabas al toque.

— Si hubieses esperado a que no estuviera ella para llorar me llevaba toda la plata loco, esperaba más de vos Julián. —le dijo el Dibu chasqueando la lengua— Una falta de respeto de tu parte, la verdad.

— Ah bueno, ¿apuestan si lloro o no y encima yo soy el que les falta el respeto? Menos mal que somos amigos.

— No te calentes pa, tomate un mate. —le dijo Rodrigo tendiéndole uno mientras los demás reían.

— Lo tomo pero con mucha bronca. —le dijo aunque estaba claro que estaba igual de divertido que los demás con la situación.

— Bueno, entonces... ¿Para cuando el casorio?

— ¡Cristian!





PARECÍA QUE EN CUALQUIER SEGUNDO el estadio se vendría abajo gracias a la cantidad de gente que había asistido al encuentro amistoso entre Argentina y Panamá, una excusa para que los campeones del mundo pudieran celebrar la victoria del mundial con su gente, en su país, en su casa.

El estadio Monumental estaba repleto de hinchas que querían festejar junto a la selección, repleto de hinchas que habían disfrutado de los show musicales previos al partido de la mano de la mano de diversos artistas nacionales y que aguardaban la salida de los jugadores a la cancha para el momento de los himnos. Gianna estaba con el teléfono en su mano, la cámara abierta, esperando para empezar a sacar fotos, al igual que las demás mujeres de la Scaloneta, todas a un costadito de la cancha y es que los jugadores no iban a entrar acompañados de nenes que no conocían sino que de sus propias familias. Todas las miradas estaban puestas en el grupo de mujeres, muchos tomando fotos de las interacciones entre ellas y hablando de ello, tanto dentro de la cancha como en las redes sociales. Decenas y decenas de tweets hablando de la presencia de Gianna entre las botineras, ya no solo como la hermana de Paulo, sino también como la pareja de Julián, y lo mucho que se notaba la buena relación que tenía con las demás.

— ¿Estaba nerviosa Alle? —ante la pregunta de Antonella, Gianna negó sonriendo.

— Creo que yo estoy mil veces más nerviosa que ella. Dios estaba tan emocionada que por poco me tira de la cama para que me levantara hoy a la mañana porque no quería que lleguemos tarde.

— Mi vida, me mata de ternura. —Jorgelina sonrió al escuchar eso, abrazando a la cordobesa por los hombros, sonriendo para la foto que Mandinha les estaba sacando— ¿Ya sabes a qué jardín la van a mandar?

Gianna negó con su cabeza— Todavía no elegimos ninguno pero tenemos varias opciones. —comenzó a explicar— Cuando Julián compró la casa buscó que estuviera cerca de las escuelas y a varios de esos van los hijos de los demás jugadores del club, así que les pidió consejos y reseñas para ver cuál convendría más para Alle.

— Me muero de amor Gia, estuvo en todos los detalles. —le dijo Camila Galante con una sonrisa dulce.

— La verdad que sí, hasta me dijo que estuvo averiguando si existía la posibilidad de que Allegra fuera con una traductora por lo menos los primeros meses hasta que se acostumbre al idioma, porque ya está yendo a clases de inglés con él.

Un "Awww" colectivo se escuchó entre las chicas que estaban hablando con ella— No, no, no, es un amor por favor.

— Sabía que Julián era un sol con Allegra y que no le iba a costar adaptarse porque ya lo veía cuando estaba con Oli, pero superó todas las expectativas. —comentó Valentina, que había sido una de las más emocionadas con todo el asunto de que Gianna y Allegra se mudaran definitivamente a Inglaterra, porque significaba que podían pasar mucho más tiempo juntas.

— Es lo mejor que nos pasó. —murmuró Gianna sintiendo como sus mejillas se sonrojaban de la vergüenza por toda la atención que estaba recibiendo.

No pasó demasiado hasta que la voz de Sergio Goycochea anunció por el parlante que los jugadores saldrían a la cancha, por lo que Gianna alzó su teléfono para comenzar a grabar. Una oleada de gritos se escuchó en el lugar cuando los jugadores salieron a la cancha acompañados por sus hijos, y no solo aquellos que serían titulares sino también los suplentes. Los ojos de Gianna se llenaron de lágrimas cuando vio a Julián, que era titular, y a Paulo, que era suplente, entrando con Allegra sujetando las manos de ambos. La nena estaba con una sonrisa radiante en su carita, misma sonrisa que tenían Julián y Paulo, portando los audífonos que suprimían todo el ruido excesivo del lugar y unos rodetitos adornados con colitas que tenían pequeñas arañas, además de que llevaba la camiseta de su padrino.

En el momento en que tuvieron que colocarse de pie en la hilera para el himno y Paulo tuvo que ubicarse con el resto de los suplentes, Allegra se quedó con Julián, siendo alzada en brazos por el jugador del City que se había colocado entre Alexis y Enzo, quien también tenía a Olivia en brazos. Y si Gianna ya estaba a nada de llorar cuando habían entrado en la cancha, el ver a Julián acomodando los audífonos de Allegra y preguntándole si estaba bien mientras la hacía reír, fue suficiente para que las lágrimas comenzaran a caer. Una risa escapando de sus labios cuando vio que Julián le decía algo a Allegra para luego señalar a donde estaba ella mientras los dos agitaban sus manos para saludarla, alzando su mano para devolverles el saludo.

Gianna aprovechó a sacar varias fotos antes del himno y grabó todo el desarrollo del mismo, sonriendo al ver que Allegra estaba más que tranquila en los brazos de Julián mientras el cordobés cantaba el himno junto a sus compañeros de equipo. Y Gianna no sabía si era por lo que el partido ahí significaba, si era porque era un recuerdo de haber ganado el Mundial, si era por tener a su hija con su pareja y familia o qué, pero sintió el momento del himno como nunca antes, una sensación de orgullo creciente en su pecho mientras veía a sus amigos de pie siendo ovacionados por la gente.

Cuando toda la ceremonia de los himnos había finalizado, los jugadores se acercaron con los nenes hacia la zona donde ellas se encontraban, Gianna sonriendo con dulzura cuando escuchó a Julián hablando con Allegra— Ahí está mamá pulga, te vas a portar muy bien ¿no? ¿Vas a gritar por el tío Pau y por mí?

Allegra asintió, soltando una risita cuando Julián dejó un beso en su cachetito para entregársela en brazos a Gianna— Suerte en la cancha Juli.

— ¡Suerte papá! —exclamó la nena imitando a su madre. Julián las observó con una sonrisa, atrapándolas a las dos en un abrazo, y aprovechando la cercanía para robarle un beso a Gianna que provocó que se pusiera toda roja sabiendo que todos estaban viendo, mientras el cordobés sonreía con orgullo.

— Era para la buena suerte Gia, sin el beso no funciona. —explicó guiñandole un ojo para luego dirigirse hacia la cancha con los demás.

Para cuando el partido había finalizado, Argentina había terminado ganando con un dos a cero de la mano de Messi y Thiago Almada. Habían salido victoriosos y ahora solo quedaba festejar con su gente lo que tanto habían esperado, esa copa que tanto se había hecho desear. En el medio de la cancha habían colocado numerosos pilares sobre los cuales habían colocado copias de la Copa del Mundo, y tanto los jugadores como el resto del plantel argentino estaban en la cancha observando junto a los hinchas y sus familias los videos sobre el Mundial que pasaban por las pantallas del Monumental. De fondo podía escucharse como entonaban "Muchachos" mientras un cartel que agradecía a los campeones hacía acto de presencia en el estadio.

Gianna sonrió viendo como los jugadores saltaban y se empujaban entre ellos, como un grupito de nenes descontrolados, abrazándose y girando en una ronda.

EN ARGENTINA NACÍ, TIERRA DE DIEGO Y LIONEL, DE LOS PIBES DE MALVINAS QUE JAMÁS OLVIDARÉ. Era una fiesta, el Monumental estaba de fiesta, Argentina estaba de fiesta.

Tanto Lionel Messi como Lionel Scaloni habían dicho algunas palabras, agradeciendo el apoyo de la gente, de los jugadores, de todo el equipo, al punto de que Scaloni casi lloraba mientras hablaba, en un estado bastante similar al que se encontraban los demás. Allegra en sus brazos aplaudía cada vez que la gente estallaba en aplausos, provocando la risa de su madre, mientras los demás nenes se movían de un lado a otro en la zona que les habían asignado a las parejas e hijos de los jugadores, esperando para ingresar a la cancha con ellos.

En el momento en que Scaloni terminó con sus palabras, el ingreso de las familias fue permitido y cada una se acercó a los jugadores que estaban de pie en las columnas que tenían sus copas individuales para que tuvieran de recuerdo. Las Dybala se acercaron rápidamente hacia donde Julián y Paulo estaban, ya que habían quedado uno al lado del otro, siendo recibidos por abrazos, Allegra saltando de los brazos de su madre a los brazos de Paulo que con su mano libre sujetaba su copa.

— ...Claudia Tapia y Alejandro Domínguez le entregan la Copa nuevamente a nuestro capitán que la levanta, y cada uno de nuestros campeones del mundo levanta su trofeo y nosotros los alentamos de esta manera. —hablaba Goycochea por el micrófono que retumbaba por todo el Monumental— Los reconocemos así porque nos brindaron una alegría impresionante.

Y en el momento en que Messi y toda la Scaloneta levantaron sus copas, el estadio estalló en gritos y aplausos una vez más, pudiendo escucharse de fondo los gritos que coreaban "DALE CAMPEÓN, DALE CAMPEÓN"

Y todo terminó por explotar cuando "La K'onga" empezó a sonar de fondo, poniéndole música a la celebración. Fue en ese momento que permitieron que bajaran el resto de los familiares, entre ellos la familia Álvarez, para sumarse al festejo de los campeones. Gianna era abrazada por Julián, que tenía su brazo alrededor de la cintura de la cordobesa, mientras sonreía a más no poder con la copa en su otra mano libre, ya que Allegra continuaba en brazos de Paulo, que la hacía bailar entre risas.

Mientras daban la vuelta olímpica con sus familias, los jugadores aprovechaban la música para bailar, como era el caso del Cuti y Paulo que bailaban entre ellos con Allegra ya que ni Oriana ni Karen con Valentino habían podido asistir. Gianna aprovechando a sacarles fotos y a grabarlos, aún sabiendo que era muy probable que las redes estarían llenas de videos de ese momento. Una risa brotó de sus labios cuando Julián la tomó de la mano y la hizo girar mientras bailaban juntos como si fueran ellos solos, como si solo estuvieran ellos dos en su propio mundo, disfrutando de la compañía y la presencia del otro.

— Te amo. —le dijo el cordobés robándole una sonrisa dulce cuando dejó un beso fugaz en sus labios— Demasiado Gia.

— Yo también Juli, ¿cómo no hacerlo? —fue la respuesta de Gianna que logró acelerar el corazón del futbolista. Podían pasar meses y aún así el saber que Gianna lo amaba de la misma forma en que él la amaba a ella le podía por completo.

— ¿Podemos hacer un intercambio? —la voz de Paulo llamó la atención de ambos, viendo que se acercaba con Allegra y la familia de Julián. El jugador del City tomó a la nena en sus brazos mientras Paulo agarraba a su hermana de la mano y la hacía girar provocando que riera, los dos bailando "Te mentiría" de La K'onga que continuaban con su show, mientras Julián movía a Allegra también en sus brazos al ritmo de la música.

La galería del teléfono de Gianna estaba a punto de explotar de la cantidad de fotos que se estaban sacando, muchas de esas eran de ella, Julián y Allegra, los tres solitos y abrazados con la copa, muchas otras con la adición de Paulo y otras sumando a la familia de Julián, y otras cuantas solo de los tres Dybala para enviarle a la madre de ambos y a Oriana.

Habían empezado a repartirles a los jugadores banderas argentinas, pilusos con los colores de la selección, bombos y cosas para seguir festejando. Gianna sonriendo como tonta cuando vio a Julián con un piluso que le quedaba pintado.

— Creo que ya te lo dije, pero deberías usar piluso más seguido, te quedan muy bien.

Julián alzó una ceja— ¿Ah sí? ¿Te gusta como me quedan?

Gianna asintió con su cabeza, sonriendo cuando Julián dejó un besito en su nariz— Me encanta como te quedan, ya sé que regalarte la próxima, ¿algún color que quieras?

— Cualquiera que a vos te guste, Gia.

El cordobés se acercó a la persona que estaba entregando los pilusos, pidiéndole otro para volver a donde estaban Gianna y su familia, todo bajo la mirada atenta de la cordobesa. Un ruidito de ternura escapando de sus labios cuando vio que Julián colocaba el piluso en la cabeza de Allegra, acomodandolo para que no se le cayera, mientras la nena le tendía los brazos para que la tomara ya que estaba a upa de Agustín.

— No, no, no, estoy muertisima de amor. —dijo la chica provocando que rieran— No nos vamos de acá hasta que tenga mínimo veinte fotos de ustedes dos así. —Julián soltó una carcajada, pero aún así se colocó con Allegra frente a la cámara del teléfono de Gianna, ambos sonriendo y posando con diversión para las fotos, y la cordobesa no tardó ni cinco minutos en colocar una de todas esas de fondo de pantalla.

— Te tenemos un regalito Gia, de nuestra parte y también de parte de Enzo. —la chica observó al mayor de sus cuñados con curiosidad, notando que Enzo y Valentina se habían acercado con Olivia— En realidad es para vos y para Allegra.

Agustín le tendió una bolsa de papel madera y Gianna la agarró llena de curiosidad, sin notar que Valentina estaba grabando toda la secuencia— No puede ser. —dijo la chica al ver el regalo, provocando que rieran, Julián que tampoco tenía idea del regalo soltó una carcajada.

— Nos parecía una falta de respeto que estuvieran nuestra casa y no tuvieran nuestra camiseta.

Y es que los hermanos Álvarez y Enzo les habían regalado la camiseta de River con el número nueve y el apellido Álvarez en la espalda, una para ella y otra más chiquita para Allegra. Los tres completamente tentados viendo la cara de horror que tenía Gianna viendo la camiseta, sobre todo cuando Allegra le dijo que quería ponérsela. Paulo a su lado trataba de contener la risa porque a pesar de que no quería a su sobrina en esos colores toda la secuencia era increíble.

Mientras Gianna seguía mirando su propia camiseta y escuchando las jodas de Rafael, Enzo y Agustin, Julián le había puesto a Allegra la suya, que todavía le quedaba un poquitito grande— Le queda pintada, como al papá. —dijo Mariana con una sonrisa. Fue entonces que Gianna colocó la vista en su hija y su pareja, y a pesar de que detestaba esos colores no pudo evitar morirse de ternura al ver Allegra de esa forma con Julián, la nena toda emocionada porque tenía una nueva camiseta de su papá y podían combinar.

— ¡Gianna! ¿¡Qué haces con esa cosa en la mano!? —la voz de Leandro llegó a sus oídos— ¿Cómo vas a dejar que Allegra se ponga eso? No Alle, caca eso, tiralo, hay que quemarlo. —trató de acercarse a la nena, pero Camilalo detuvo provocando que los demás rieran.

— Me encantaría hacerlo, pero es un regalo. —se quejó Gianna como una nena— Son unos hijos de puta, ya me voy a vengar. —les dijo a los hermanos Álvarez y Enzo en voz baja para que Allegra no llegara a escuchar— ¿Te gusta hija? —preguntó acercándose a ella y Julián, un quejido abandonando sus labios cuando Allegra asintió diciendo que le encantaba— ¿Cómo se dice?

— ¡Gracias tíos! —exclamó la nena mirando a los tres, y es que Enzo sin dudas había pasado a ser un tío más, así como Julián lo era para Olivia.

— ¡Siiii! ¡Gracias tíos! —exclamó Gianna con falsa emoción y los demás ya no daban más de la risa.

Julián pasó su brazo libre por la cintura de Gianna, atrayéndola hacia él mientras dejaba un besito en su mejilla— Te dije que tarde o temprano iba a conseguir que usaran estos colores.

Gianna alzó una ceja— ¿Cómo te ves usando la casaca de boca? Porque si yo caigo, vos también querido. —el cordobés soltó una carcajada, negando con su cabeza.

— Dios mío, cómo las adoro por favor. 














nota de la autora: 

Buenas... Sigo viva ahre, perdón por haber tardado tanto tiempo en subir un nuevo capítulo, pero posta no tenía la inspiración para ponerme a escribir. Hace semanas tenía detallado lo que tenía que incluir en este capítulo y cada vez que me sentaba a escribir no salía nada. Así que les pido mil disculpas, encima veía que me llegaban mensajes o comentarios preguntando cuando publicaba otro capítulo yo estaba que le daba cabezazos al teclado por poco ajsajsja

En fin, espero que lo disfruten!! Cada vez falta menos para el final y para por fin darle cierre a esta historia, y tengo muchísimas ganas de empezar otra pero no con futbolistas sino de F1, mi nueva obsesión (nunca son suficientes), así que no se extrañen si en breve subo una o dos historias de Charles kjjjj

Muchas, muchas, muchas gracias por seguir dándole bola a esta historia, por seguir votando y comentando, posta lo aprecio una banda! :)))


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