La mañana amaneció tranquila y serena, envuelta en un suave manto de calma. Los rayos del sol se filtraban tímidamente entre las cortinas, pintando la habitación de una luz cálida y reconfortante. Sin embargo, a pesar de la tranquilidad del entorno, Taehyung no podía evitar sentir que los nervios lo inundaban por completo.
Hoy era el inicio del tan esperado torneo, a pesar de que tal y como Jungkook dijo, él no sería quien saldría a jugar, no podía evitar sentir una extraña mezcla de emoción y ansiedad. Los pensamientos se agolpaban en su mente, creando una especie de torbellino de dudas y preocupaciones.
Para Taehyung, cada nueva experiencia era como adentrarse en un territorio desconocido, un emocionante desafío que mezclaba nerviosismo y curiosidad en proporciones iguales. A pesar de los cambios significativos que había experimentado en los últimos meses, enfrentarse a lo desconocido aún le generaba cierta inquietud. Asistir a un torneo de baloncesto para animar a su novio era algo completamente inesperado para él. Recordaba vívidamente la primera vez que lo acompañó a un partido, cuando su relación apenas estaba en sus primeras etapas. Ahora, su conexión había crecido y se había fortalecido, y sentía un profundo deseo de hacer algo especial por Jungkook en esta ocasión.
Sin embargo, a pesar de su determinación, Taehyung se encontraba un tanto perdido. La falta de experiencia en eventos deportivos le dejaba sin ideas claras sobre cómo hacer de aquel día algo verdaderamente memorable.
Suspiró rendido, sintiendo cómo el peso de sus preocupaciones se aliviaba un poco al dejarlas de lado temporalmente. Bajó las escaleras hacia la planta baja, al llegar a la sala de estar, pudo ver a su hermana sentada en el sofá, absorta en la lectura de un libro. Una suave sonrisa se formó en sus labios al verla allí, sumida en su propio mundo.
— Buenos días, Jisoo — saludó con una sonrisa, capturando la atención de su hermana, quien le devolvió la sonrisa. — ¿Y papá?
— Buen día, Taehyungie. Tuvo que salir temprano por unas cosas del trabajo, volverá a la hora del almuerzo — respondió Jisoo, y el menor asintió comprensivamente. — ¿Ya estás listo?
Taehyung asintió y se acercó un poco más a su hermana, buscando su complicidad y apoyo. Los nervios se formaban en su pecho mientras intentaba formular su pregunta.
— Si... De hecho, quería preguntarte algo — murmuró con nerviosismo, jugueteando con los dedos.
La mayor dejó el libro a un lado y le dedicó toda su atención a su hermano menor. Podía percibir su inquietud y estaba dispuesta a escucharlo y brindarle su apoyo.
— Claro, Tae. ¿Qué ocurre? Luces nervioso. ¿Te sientes bien? — cuestionó con preocupación, notando la ligera inquietud en los ojos de su hermano.
Taehyung tomó aire, buscando las palabras adecuadas para expresar sus pensamientos. Sabía que su hermana siempre estaría allí para él, pero aún así, la ansiedad lo invadía.
— Estoy bien, descuida — aseguró con una suave sonrisa, intentando tranquilizar a Jisoo— Verás, he estado pensando en el torneo de Jungkook y, bueno... Siento como si no supiera qué hacer o cómo apoyarlo de manera significativa. No quiero ser un estorbo o hacer algo incorrecto, ¿entiendes? — confesó, fijando sus ojos en los de su hermana en busca de comprensión.
Jisoo sonrió con ternura, comprendiendo las preocupaciones de su hermano. Extendió su mano y suavemente acarició su mejilla, transmitiéndole seguridad y confianza.
— Entiendo cómo te sientes, Tae. Es normal tener esas preocupaciones, sobre todo porque no estás acostumbrado a este tipo de eventos. Pero quiero que sepas que no importa que sepas poco sobre baloncesto, lo que importa es que conoces a Jungkook. Eres alguien especial para él y tu sola presencia ahí es lo más valioso que puedes darle— expresó Jisoo con suavidad, dejando que sus palabras se filtraran en el corazón de su hermano.
Las palabras de Jisoo resonaron en lo más profundo de Taehyung, disipando gran parte de sus preocupaciones. Sentía una profunda gratitud por tener a alguien como Jisoo a su lado, alguien que siempre estaba dispuesta a aliviar su carga emocional.
Taehyung sonrió, agradecido por el apoyo incondicional de su hermana. Sabía que podía confiar en ella y que siempre estaría a su lado, sin importar qué.
— Tienes razón, estoy siendo un poco ridículo — murmuró, cubriendo su rostro con ambas manos, sintiendo cómo el calor del rubor se extendía por sus mejillas.
Jisoo negó con la cabeza, dejando escapar una risita divertida. — No, para nada. En realidad, estás siendo demasiado tierno. Y eso es extraño, sí, pero es lindo de ver.
El castaño alzó la mirada y vio la sonrisa juguetona de su hermana, lo cual hizo que su vergüenza se disipara y se uniera a su risa. En ese momento, el timbre sonó, anunciando posiblemente la llegada de Hoseok.
— Seguro que es Hobi — dijo a su hermana, mientras se ponía de pie, tomaba sus cosas y se dirigía hacia la puerta.
Al abrir, se encontró a su amigo, quien le miraba con una enorme sonrisa. — ¿Listo? — preguntó, y Taehyung asintió.
Se giró hacia Jisoo, quien estaba a su lado, para despedirse de ella con un beso en la mejilla. — Me voy, nos vemos.
— Vale, con cuidado. Dile a mi cuñado que lamento no poder ir hoy, pero no dudo que ganará, y en el próximo torneo iremos con Seokjin a apoyarle — respondió con un tono de afecto y entusiasmo.
Taehyung asintió, apreciando sus palabras, y se dirigió hacia Hoseok, listo para enfrentar el día y apoyar a su novio en el torneo. Juntos, caminaron hacia el automóvil, pero en ese momento algo captó la atención del castaño y detuvo su andar. Sus ojos se posaron en una figura familiar que se encontraba frente a ellos.
— Oh, sí. Olvidé comentarte que alguien más vendría con nosotros —dijo Hobi, notando la distracción de su amigo.
A pasos lentos, Taehyung se acercó a la mujer frente suyo mientras sus ojos se humedecían— ¿Yuri?
La mujer asintió, con una bonita sonrisa— Hola, TaeTae. Has crecido mucho.
Sorpresa y alegría se reflejaron en el rostro de Taehyung mientras la miraba. Sin poder contenerse, acortó rápidamente la distancia entre ellos y la envolvió en un cálido abrazo, dejando escapar un suspiro de alivio y felicidad.
— No puedo creer que estés aquí. Yoongi no me dijo nada, joder voy a golpearlo cuando lo vea.
La mayor rio suavemente, correspondiendo al abrazo con ternura y afecto. Sus ojos brillaban con emoción mientras acariciaba suavemente la espalda de Taehyung.
— Quería que fuera una sorpresa para ti. Nos encontramos ayer nuevamente, así que igual y no tuvo el tiempo de hacerlo.
La emoción seguía palpitando en el corazón de Taehyung mientras se separaba lentamente del abrazo. Miró a la pelinegra con una expresión de cariño sincero. — Me da mucho gusto verte de nuevo, estoy feliz de que pudieras volver a la vida de Yoongi — expresó con honestidad, permitiendo que su voz reflejara la alegría que sentía.
— Yo estoy agradecida de saber que sigues a su lado, Tae. Gracias por ser un apoyo para mi hijo en mi ausencia.
Kim negó suavemente, bajando la mirada mientras un atisbo de pesar se reflejaba en sus ojos.— En realidad pasaron muchas cosas, yo...
Yuri interrumpió sus palabras con ternura, levantando delicadamente el rostro de Taehyung con una mano reconfortante.
— Lo sé, Yoongi me contó. Pero no te agobies con ello, lo importante es enfocarse en el hoy, en el hecho de que están juntos nuevamente.
Taehyung asintió, permitiendo que las palabras ajenas le dieran consuelo y fuerza para dejar atrás los pesares del pasado.
— De acuerdo— respondió con determinación, sintiendo cómo se aligeraba la carga que llevaba consigo.
La sonrisa de la contraria se desvaneció de repente, y su mirada se llenó de tristeza mientras hablaba pesar— Supe lo de tu madre, lo siento mucho...— murmuró con honestidad—. Lamento no haber estado ahí para ella, y tampoco para ti.
Taehyung sintió sus ojos humedecerse y rápidamente negó— No te culpes, no había forma. Pero todo está bien, ella se fue con una sonrisa en su rostro y, aunque fue difícil para mí, ahora soy capaz de enfrentarlo todo de manera adecuada.
El alivio se reflejó en la mirada de Yuri, y una chispa de orgullo apareció en sus ojos mientras observaba a Taehyung.
— Eres valiente y fuerte, Tae. Estoy segura de que tu madre estaría orgullosa de ti— afirmó con sinceridad, transmitiendo un sentido de apoyo y confianza.
El ambiente lleno de emociones se vio interrumpido por un leve carraspeo que rompió la intimidad del momento. Una voz conocida se hizo presente, recordándoles la necesidad de apresurarse.
— No quisiera interrumpir, pero si no nos damos prisa no vamos a encontrar un buen sitio.
Ambos se giraron para ver a Hobi y asintieron en acuerdo con sus palabras. Era cierto que no podían permitirse llegar tarde al torneo. Justamente por esa razón habían decidido salir temprano.
— Es verdad, vamos — respondió Taehyung, confirmando la necesidad de apresurarse.
Los tres se montaron en el auto, con Hoseok tomando el volante y la madre de Yoongi ocupando el asiento del copiloto. Kim se acomodó en los asientos traseros, disfrutando del espacio.
— No sabía que podías conducir — comentó Taehyung, mostrando curiosidad hacia su amigo.
Hoseok soltó una risa divertida mientras ajustaba el retrovisor. — Casi no lo hago, Yoongi es quien me lleva a todos lados — explicó. — Pero para este tipo de eventos, la escuela siempre les brinda un autobús para transportarse. Así que Yoongi me dijo que tomara el auto para que pudiéramos estar más cómodos y así movernos con facilidad.
— Entiendo — murmuró Kim, acomodándose en su asiento mientras se preparaba para el viaje, consciente de que aunque no era demasiado largo, les llevaría varios minutos llegar al lugar.
El trayecto se sintió más corto de lo esperado gracias a las animadas charlas y risas que compartieron los tres. Hoseok y Taehyung se encargaron de poner al día a la madre de Yoongi sobre todas las cosas que se había perdido durante su ausencia. Los recuerdos y anécdotas se entrelazaban, llenando el automóvil con un ambiente cálido y agradable.
Cuando finalmente Hoseok encontró un lugar para estacionarse, los tres salieron del vehículo. Kim observaba el lugar con ojos llenos de asombro y expectativa. Era un auditorio deportivo impresionante, con múltiples canchas de baloncesto que se extendían frente a ellos, ofreciendo un escenario ideal para el torneo.
— Wow, es enorme — exclamó Kim, dejando escapar su admiración.
— Sí, es genial. Estoy emocionado por ver a los chicos jugar— asintió de acuerdo.
Taehyung se preparó para continuar su camino hacia el auditorio. Sin embargo, Hoseok lo detuvo antes de que pudiera avanzar, capturando su atención. Con una expresión intrigada, observó cómo Hobi le extendía una tela roja. Sin saber qué esperar, la tomó entre sus manos y su sorpresa fue evidente cuando desplegó la camiseta que sostenía. Era idéntica a la que Jungkook solía usar durante los juegos, con su nombre y número en la parte posterior.
Levantó la mirada para encontrarse con la sonrisa juguetona de Hoseok. — Estoy seguro de que a Jungkook le encantará verte con ella.
Taehyung estaba seguro que esta era una de esas ridiculeces que a su novio le encantaba. Aunque se sintió un poco avergonzado por tener que usarla, también sintió gratitud hacia Hoseok, quien siempre lograba rescatarlo en momentos en los que se sentía perdido.
— Seguro que sí, gracias — respondió Taehyung con una sonrisa, notando la confusión en la mirada de su amigo.
— Vaya, estaba listo para discutir contigo si te negabas a usarla. ¡Practiqué muchos argumentos! Pero tú... Lo aceptaste. Bien, eso es nuevo — comentó Hoseok, mostrando una mezcla de sorpresa y diversión.
Taehyung soltó una risa y finalmente continuaron su camino hacia el auditorio. En ese momento, todas las inseguridades que lo habían atacado por la mañana se desvanecieron, dejando lugar a una emoción creciente en su interior.
— ¿Seguro que es aquí? — Kim cuestionó, mientras tomaban asiento en las gradas. Habían logrado conseguir un buen lugar.
— Lo es, lo corroboré con Yoongi. Aquí es donde ellos jugaran— explicó— ya le avisé también que ya llegamos. Me dijo que vendrá con Jungkook en un momento, están observando el partido del equipo con el que van a enfrentarse.
— Ya veo— Taehyung asintió lentamente, pero su mirada revelaba una ligera incomodidad.
— ¿Ocurre algo, Tae? — preguntó la madre de Yoongi, preocupada por el cambio de expresión en el rostro del menor.
— Estoy bien, no te preocupes — respondió con calma —. Solo que... hay más gente de la que esperaba, y eso me pone un poco ansioso.
La madre de Yoongi asintió comprensivamente.— Entiendo, Tae. No te preocupes, estaremos aquí contigo. Vamos a disfrutar del torneo y apoyaremos a los chicos — le aseguró, colocando una mano reconfortante sobre su hombro.
Taehyung asintió, agradecido por el apoyo y la comprensión de la mayor. Sabía que no estaba solo en ese momento, y eso le brindaba la confianza necesaria para enfrentar su ansiedad y disfrutar del evento.
Luego de un rato, Yoongi y Jungkook llegaron a donde se encontraban. Taehyung esbozó una tímida sonrisa al ver la manera en la que su novio le observaba, debido a la camiseta que estaba usando. Los ojos de Jungkook se llenaron de alegría, pues ni siquiera en sueños se hubiera imaginado a Taehyung usando la camiseta del equipo y que para hacerlo mucho mejor, tenía su nombre y número. Él realmente jura que podría morir feliz en ese momento.
— Hobi, necesito pedirte un favor realmente importante, es de vida o muerte — dijo en voz alta, asegurándose de que su amigo lo escuchara mientras sus ojos seguían clavados en Taehyung.
Hoseok frunció el ceño, mostrando una leve preocupación. — ¿Qué sucede? — preguntó, captando la seriedad en la voz de Jungkook.
— Necesito que le tomes muchas fotos a Tae y luego me las envíes. No tengo mi teléfono conmigo, y quiero enmarcar una foto de este momento — explicó con urgencia.
Hoseok asintió con determinación. — Claro, lo haré. Puedes contar conmigo.
Taehyung soltó un suspiro exasperado, frunciendo el ceño mientras señalaba a su amigo con el dedo. — Deja de apoyarlo en sus locuras — reprochó, sabiendo que sus palabras caerían en oídos sordos, pues Hobi siempre hacía lo que quería. — Y tú— dijo señalando a su novio—. Deja de exagerar— musitó más tímido.
Jungkook sonrió con ternura, acercándose a Taehyung para dejar un suave beso en su frente. — Nunca exagero cuando se trata de ti— respondió sinceramente.
— Siempre lo haces, especialmente cuando se trata de mí — contraatacó Taehyung, cruzándose de brazos en un gesto de indignación fingida.
— Vale, lo admito. Pero es que eres tan lindo.
Justo en ese momento, una risa resonó a su alrededor, interrumpiendo el intercambio entre los dos. Taehyung recordó rápidamente dónde se encontraban y con quién, sintiéndose repentinamente avergonzado.
— Así que tú eres Jungkook — dijo la madre de Yoongi, sonriendo mientras observaba al joven de cabello azabache.
El mencionado la miró y asintió suavemente, sintiéndose un poco nervioso ante la atenta mirada de la mujer en él.
— Ella es mi madre— Yoongi explicó al ver la confusión en el rostro de su amigo.
— Oh, entiendo. Es un placer conocerla— pronunció con una sonrisa en su rostro.
La madre de Yoongi asintió complacida. — El gusto es mío, Jungkook. Me alegra conocerte finalmente. Mi hijo me contó sobre ti, gracias por tenerle paciencia.
— Yoongi es un buen amigo, aunque admito que muchas veces quise darle uno que otro golpe — respondió con diversión en su voz, provocando risas entre ellos. El rostro de Yoongi se mostró ligeramente ofendido. — Ni me mires así, sabes que te lo buscaste— reprochó, provocando un chasquido de lengua de parte del contrario.
— Bien, lo acepto. En fin, solo vinimos rápidamente a saludar. Tenemos que regresar con el equipo para preparar una estrategia. No falta mucho para que sea nuestro turno de jugar.
La madre de Yoongi asintió comprensiva. — Entiendo. Les deseo mucha suerte. Estaremos animándolos con los chicos desde aquí.
— De acuerdo — Yoongi murmuró, acercándose a Hoseok para dejar un beso en su cabeza —. Te ves tan bonito usando esa camiseta, gracias, bebé.
Por su parte, Jungkook se puso de cuclillas frente a Taehyung, observándolo con una sonrisa. — No te imaginas cuánto significa para mí que estés aquí, letritas. Gracias — se levantó y con suavidad depositó un casto beso en los labios ajenos. Luego, se acercó a su oreja para susurrar solo para él — No dejes de verme, te dedicaré muchos puntos.
Taehyung sintió sus mejillas arder, pero asintió — Suerte, osito.
Cuando finalmente ambos chicos se marcharon, Kim se sintió un poco más aliviado después de haber visto a su novio. Al fin y al cabo, era por él por quien estaba allí. El peso de la ansiedad que lo había estado acosando durante el día comenzó a disminuir, permitiéndole concentrarse en lo realmente importante: animar a Jungkook.
Sin embargo, mientras reflexionaba sobre su papel como animador en el partido, una preocupación se apoderó de Taehyung. No se veía a sí mismo gritando y saltando entre la multitud, animando efusivamente como la mayoría de los fanáticos. Él no era así, su forma de expresar su apoyo era diferente.
La duda se instaló en la mente de Taehyung. ¿Sería su novio capaz de comprenderlo? ¿Entendería que su apoyo era igual de genuino, aunque se manifestara de manera más tranquila y reservada? Taehyung sabía que no tenía que cambiar su esencia para encajar en un molde preestablecido, sobre todo cuando Jungkook le repetía constantemente que era perfecto tal y como era. Sin embargo, era consciente de que a su novio siempre le gustaban esas muestras de amor más evidentes.
Suspiró, decidiendo no pensar demasiado en ello por ahora. Ya evaluaría la situación cuando llegara el momento adecuado.
— Quiero ir a comprar algo para tomar antes de que empiece el partido— dijo Hoseok, mirando a Taehyung.— ¿Me acompañas?
— Claro, vamos. ¿No te molesta quedarte a cuidar los asientos?— le preguntó a la madre de Yoongi quien rápidamente negó.
— Claro que no, vayan. Yo me quedo aquí— aseguró la mayor.
Con una sonrisa en su rostro ambos chicos fueron directo a la cafetería más cercana. Al llegar, se colocaron en la fila. Taehyung observó a su alrededor y se sintió ligeramente abrumado por la multitud que lo rodeaba.
— Hobi, ¿Podrías conseguirme una botella de agua? Iré rápido al baño— pidió, a lo cual su amigo asintió.
— Seguro.
— Gracias.
Después de hacer la petición, Taehyung se alejó rápidamente, siguiendo el letrero que indicaba la ubicación de los baños. Con determinación en sus pasos, se adentró en el área designada y se dirigió directamente a uno de los lavabos. Sentía la necesidad de refrescarse el rostro para ayudar a calmar su ansiedad. Dejó que el agua fresca corriera sobre sus manos, mientras respiraba profundamente, concentrándose en controlar sus emociones.
Repitió en su mente que todo estaba bien. Tenía a Hobi y a Yuri con él, podía confiar plenamente en que todo saldría bien. No había razón para sentirse tan abrumado.
En ese momento, mientras se concentraba en sus pensamientos positivos, Taehyung sintió que todo su cuerpo se tensaba al escuchar una voz conocida. Una sensación incómoda recorrió su espalda, interrumpiendo su tranquilidad.
—Vaya, vaya... Qué sorpresa encontrarte aquí, Tae —dijo la voz, resonando en el ambiente de manera desafiante.
Taehyung elevó la mirada, mirando directamente al chico reflejado en el espejo que se encontraba detrás de él.
— Park...
Casi me olvidaba de subir esto asdfghjklñ lo siento😳 ¿Qué les pareció el capítulo? No me dejó satisfecha del todo pero espero a ustedes si les guste /u\ Ya volvió a aparecer Jimin 7u7
Ya veremos que sucede, trataré de volver pronto👀
En unas horas es el último concierto de Yoongi:c sigo manifestando que cante con Jimin, Tony Montana🤞🏻 1% de probabilidad, 99% de fe🕯
En fin, cuídense mucho y mantenganse sanos, chau~