El grito agudo de Jake hizo que Sunghoon se levantara de repente, alarmado.
—Jake, ¡¿Qué pasó?!—preguntó asustado al verlo parado al lado de la puerta cerrada.
El pelinegro corrió a la cama y saltó sobre ella, terminando la mitad de su torso encima de Sunghoon.
—¡Hay algo en el comedor!—dijo histerico, preocupando más al menor.
—¿Cómo que "algo"?—preguntó con dificultad por el peso extra sobre él.
Jake salió de encima del menor pero sus caras todavía estaban cerca.
—¡Te digo que no sé! ¡¿Una rata?!—
Sunghoon frunció las cejas y después suavizó su rostro y en cambio, una sonrisa divertida se plasmó en su rostro.
—Ay gordo, sos un boludo. Es el conejo, cuando te dormiste Jungwon lo metió a adentro porque le dió lástima.—explicó.
Jake lo miró mal y se levantó de la cama ofendido. Sunghoon no entendió por qué se enojó si el tarado era él.
—¿Te vas a levantar?—preguntó Jake cambiandose la remera bajo la mirada de su pareja.—
—¿Desayunamos?—
Jake asintió varias veces y Sunghoon sonrió levantandose de la cama.
—Tomá.—Sunghoon le pasó un mate al mayor que aceptó sin problema.
Ambos desayunaban en la cocina mientras al parecer, el resto dormía.
El conejito rondaba por la casa así que tenían cuidado cada vez que se movían.
—¿Qué vamos a hacer hoy?—
—No sé Hoon..dormir.—respondió y el otro rodó los ojos.
—No podemos dormir todo el día, tenemos que salir.—acusó.
—Salí vos entonces, boludito, yo me quedo acá.—
—Sos un vago de mierda.—
—Uy cómo me ofendés.—respondió y en eso alguien entró a la cocina.
—Epa, ¿interrumpí una discusión mañanera?—preguntó Riki abriendo la heladera y sacó una jarra de jugo.
—¿Por lo menos te lavaste lo dientes?—acusó Jake.
—Si, qué te pensás.—dijo y cuando miró al piso se encontró con el animalito así que lo levantó.
—¿Querés un sanguchito Riki?—preguntó Sunghoon y el menor aceptó.
—Gracias capo. Bueno, voy a levantar a los chicos así le encontramos la casa al chiquito.—avisó volviendo a la pieza.
Sunoo, Jungwon y Riki salieron de la casa en busca del dueño del animalito.
—¿Qué hacemos?—preguntó Jungwon.
—Ir golpeando puertas y preguntar.—respondió Sunoo.
—No seas tarado, no podemos hacer eso.—retó Riki—Tenemos que preguntar solamente si saben de alguien que tenga un conejo, sino cualquiera va a decir que es suyo.—explicó y Sunoo asintió entendiendo el punto.
—Bueno, vamos a la casa de enfrente primero.—dijo Jungwon.
—Pero hablá vos, a mi me da vergüenza.—avisó Sunoo.
—A mi también.—dijo Jungwon.
—¿Vieron? por eso los gorrean.—suspiró fuertemente y Jungwon alzó una ceja ofendido—Dame acá.—le sacó el conejo a Sunoo—Hablo yo.—
Riki golpeó la puerta y unos segundos después, les abrió una chica más o menos de su edad.
—¡Hola!—saludó.
—Hola, soy Ni-Ki.—se presentó.
—Minyeon—respondió la chica con una sonrisa—¿Qué necesitan?—
—Estamos alquilando en frente.—señaló.—Y anoche nos encontramos un conejo en la vereda, queriamos saber si era tuyo o si podías decirnos de quién es para devolverlo.—explicó.
La chica asintió, entendiendo la situación.
—No, no es mío. La verdad que no sabía que algún vecino tenía conejos, pero te puedo ayudar si querés..—ofreció dandole una mirada que recorrió el cuerpo del alto.
Sunoo frunció las cejas sin dejar pasar la actitud de la flaca esa que claramente le estaba coqueteando a Riki, pero el muy tarado como buen varón que era, no se daba cuenta.
La chica salió de su casa y les dió un recorrido al barrio mientras buscaban la posible casa del animalito.
—¿Están solo ustedes tres alquilando?—preguntó curiosa.
—Con otros amigos.—respondió Riki, la verdad es que la chica le pareció simpática.
A Jungwon le dió igual y Sunoo estaba que la agarraba de los pelos en cualquier momento.
La chica creyó que en alguien en la casa donde pararon podría ayudarlos así que golpeó y espero junto a Jungwon mientras Sunoo arrastró al pelinegro unos metros más lejos.
—¿Que pasó Sun-
No llegó ni a completar la pregunta y ya tenía los labios del bajito sobre los suyos, sintiendo todo el reclamo que el mayor quería exteriorizar.
—Wow, mínimo un café primero.—dijo después de que se separaron.
—Esa chica te quiere levantar, no soy pelotudo.—acusó sintiendo la mano del pelinegro sobre su cintura.
—¿Vos decís? Ni que fuera a darle bola, demasiado homosexual para su gusto.—bromeó haciendole rodar los ojos—No te pongas celoso, no pasa nada.—aseguró con una sonrisa y después le dió un corto beso.
—Vamos a de una vez encontrar a los dueños de ese animal.—pidió Sunoo y Riki asintió con una sonrisa.
Holaaa 😁
¿Cómo estuvo su lunes? ¡Espero
que bien! actualicé temprano sjsj
🫶🏻🫶🏻