BEAUTIFUL GANGSTER || KTH & J...

By cwtiecat

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❝Si por besar tus bellos labios carmesí me condenan al infierno, juro que cometería tal hermoso pecado un mil... More

PRÓLOGO
NOTA DE INICIO
UNIVERSO
PERSONAJES PRINCIPALES
I
III
IV
V
VI
VII
VIII
IX
X
XI
XII
XIII
XIV
XV
XVI
XVII
XVIII
XIX
XX
XXI
XXII
XXIII
XXIV
XXV
XXVI
XXVII
XXVIII
XXIX
XXX
XXXI
XXXII
XXXIII
XXXIV
XXXV
XXXVI
XXXVII
XXXVIII
XXXIX

II

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By cwtiecat

– Sabes que no es necesario que debas actuar de esta manera, ¿no?

Espetó entre risillas el omega, dejando ser a su mayor cuando este se ofreció encantado a ayudarle a sentarse, las palmas acaneladas de este jalando en retroceso aquella silla para luego desplazarla de regreso a su lugar en un acto cordial, todo esto para que el omega no realizara el más mínimo esfuerzo.

Taehyung al terminar su labor encaminándose hacia el otro extremo de la mesa para ahora él poder tomar asiento, tal cual como debía de ser ante una cita, y en serio llegó a ser enternecedor como ambos jóvenes se sonrieron cómplices. Siendo acogidos por el frío ambiente que los rodeaba junto con aquellos hermosos y altos árboles de cerezo pertenecientes a aquel singular parque.

Seguramente se preguntarán

¿Por qué lo describía de tal manera?

Simple, ya que el tan solo hecho de estar ahí presentes los volvían partícipes de un total robo a la ciudadanía, y todo gracias a las decisiones arbitrarias de las autoridades que ante sus deseos de lucrarse no se ingeniaron mejor idea que el de arreglar y amoblar aquel centro, supuestamente con el fin de beneficiar a los alrededores esto por conocidas razones habiendo sido una total falacia, al final el antes parque de libre acceso, terminando en una condición que quien deseará el ingreso debía pagar una entrada mayor de por encima de lo cotidiano, impidiéndoles el paso a quienes no disponían de aquellas cifras, pero que regularmente con anterioridad acudían a este, lastimosamente las cosas eran así ¿qué más daba? nadie podía cambiar lo hecho, tan solo hacía falta acoplarse.

¿No era como si pudiera venir y derrumbar aquellas enormes rejas que rodeaban todo el centro recreativo?

Ahora que lo pensaba detalladamente

No sonaba tan mala la idea

– Déjame consentirte – pidió este, su palma extendiéndose hacia los labios del menor para poder limpiarle con delicadeza la esquina de este al haberse visto manchada por el helado de chocolate que le invitó por gusto del menor – Un lindo omega como tú merece el mejor de los tratos, ¿no crees?

– Si lo estás haciendo únicamente para impresionarme, te aseguro que esto no funcionara conmigo – confesó con soberbia, su mentón apoyándose en su palma al observar cómo era debido al alto alfa que destilaba corazones de sus oscuros ojos – Es en vano, Taehyung

Oh, diablos

Que lindo se escuchaba su nombre salir de entre sus labios.

A Taehyung le gustaba...

Joder, le gustaba mucho

– Oh, claro que soy consciente de ello, bonito. Seguramente una cifra descomunal de alfas lo han intentado y han fracasado en el intento – respondió de igual forma, copiando tal cual la postura de su menor que entrecerró sus almendrados ojos cafés, mientras arqueaba su poblada ceja – Pero te puedo asegurar que yo soy diferente

– ¿Diferente? – repitió burlón, ganándose un asentimiento seguro del contrario – ¿Y dime por qué lo serías?

Encantador...

El menor es simplemente encantador

– Porque muy a diferencia del resto yo soy auténtico, Jungkook. Yo no necesito cambiar en lo absoluto para impresionar, jamás lo he hecho – el nombrado viéndose flaquear con levedad ante los nervios cuando el de hebras doradas le recorrió todo el semblante con su penetrante mirada – Pero he de admitir que tú me causas algo inimaginable que nunca me sucedió con alguien más. Contigo sí que deseo esmerarme, esmerarme tanto como pueda para tan siquiera llegar a cautivarte un poco

– Eso lo decidiré yo, no tú – respondió altivo el omega, su índice llevando su largo mechón de cabello tras su oreja, acción que el mayor siguió con detalle – Y bien Taehyung, a lo que vinimos. Conozcámonos, platícame un poco sobre ti

Y aquello era una prueba que lo definiría todo

Lo sabía

Se sabía

Por ende, reconocía que, desde ahora, debía ser sincero.

Joder, debía serlo

– Mi nombre es Kim Taehyung, mi oficio es ser oficial de policía en servicio, tengo veinticinco años, mi estado civil es soltero y soy independiente desde los veinte para ser exactos – relató, sin embargo, que el omega posará con mayor énfasis su mentón sobre, ahora, ambas palmas le hicieron saber que este deseaba que profundizará aún más sobre el tema – Me gusta el Jazz y todo lo que tenga que ver con la época antigua, a mi parecer es encantadora y merece mayor reconocimiento. Mmm, vengo de una familia... se podría decir que ¿acomodada? económicamente, ya que jamás me faltó nada en lo absoluto, mis padres siempre me lo dieron todo y aun así se encargaron de educarme con virtudes. No me puedo quejar, viví bien y feliz durante esa etapa

– Eso quiere decir, que procedes de una familia de estatus social elevado, ¿o me equivoco? – fingió sorpresa Jungkook, estos datos en realidad no siendo un total misterio para él, y no podía negar que una parte de él se alegró que el alfa no mintiera en lo absoluto – Eso explica muchas cosas...

Y aquello último espetado junto a como el cuerpo delgado del omega que se apartó de la mesa para dejarse recostar en el respaldar de su asiento mientras llevaba ambos brazos a entrelazarse en su pecho lo hizo flaquear, Jungkook esperando que su indirecta con respecto a los lujos del alfa fuera recibida, y lo hizo en realidad, tan solo hacía falta apreciar como Taehyung alzaba sus pobladas cejas sorprendido ante la insinuación.

– No me malinterpretes, por favor – pidió este con rapidez, sus palmas alzándose mientras negaba con estas junto con su rostro, lo cual hizo que el lindo omega ladeara su rostro entretenido – Puede ser que mis orígenes sean aquellos, pero desde hace mucho deje de depender de mis padres. Lo único que llegué a aceptar de su parte al ser un obsequio repentino fue la vivienda en la que hoy en día gozó, más allá de ello, todo lo demás de mi posesión lo conseguí por mis esfuerzos, no soy ningún mantenido

– ¿Por qué? – inquirió el menor con la duda en él, todo aquello causándole intriga... demasiada intriga sobre el particular comportar de su acompañante – ¿Por qué si puedes tenerlo todo o mucho más? ¿Cuál es la razón? Tienes la vida hecha, si así lo desearás

Y Jungkook no se esperó lo siguiente

– Porque aquello no me pertenece y no me parece correcto el de apropiármelo – se sinceró el alfa, sus facciones serías y sin una mísera gota de titubeo dejándole saber al contrario que no estaba mintiendo ni por asomo – El dinero que poseen mis padres es suyo, no mío. Son sus esfuerzos de años y ellos ya cumplieron con darme los sustentos básicos para sobrevivir y andar por mi cuenta, prefiero que ellos utilicen aquel dinero para su disfrute que, en mí, siendo sincero. Además, me gusta ganarme las cosas, no que me caigan del cielo sin dar nada a cambio. Esa es mi mentalidad

Interesante...

Meramente interesante

La mente del omega volviéndose un total caos al no esperarse aquella sinceridad y mucho menos que el alfa frente a él fuera tan... fuera de lo común, Diosa, estaba perdido. Jungkook creía que con esta salida dejaría todo por finalizado y cada uno tomaría rumbos diferentes ¡joder! que tan equivocado estaba. Mas aún, cuando sentía una curiosidad que emergía poco a poco en su interior, curiosidad que necesitaba ser menguada rápidamente al desear conocer el origen del por qué aquel alfa era así y no era como comúnmente estos actuaban.

Debía saciar su duda como diera lugar

Debía que

– Hace unos días... – prosiguió el alfa ante el silencio repentino de su contrario al este haberse perdido en sus pensamientos, llegando a ser tierna la imagen de este parpadeando repetidas veces al por fin volver a centrarse en él – Cuando estabas por irte mencionaste que era policía. ¿Cómo lograste saberlo? Claro está si no te incomoda hacérmelo saber. Tan solo tengo aquella duda vagando por mi mente desde ese día

La nerviosa sonrisa cuadrada de Taehyung, junto con la caricia que otorgaba a su propia nuca atrayendo al menor.

– Las medallas de honor – respondió sin más, sus falanges jugando con la cuchara del helado que había dejado olvidado y el cual ya se había derretido un poco – Tienes un sin fin de medallas en tu pared junto a singulares trofeos en un estante que tan solo la policía goza. Confirme mi hipótesis por el cuadro en el pasillo de ti con el uniforme junto a tus ¿padres? en tu graduación – su baja risilla logrando que Taehyung lo observará atento – Gran idea la tuya de no encender la mínima iluminación cuando nos acostamos. Porque déjame confesarte que, si lo hubieras hecho y descubría aquel detalle desde la noche anterior, te dejaba con las ganas, largándome sin más de aquel lugar

Y el rostro de horror del alfa fue de reír, este arropando con rapidez entre sus palmas la del menor que se encontraban reposando sobre la mesa, Jungkook sorprendiéndose tantito ante aquel ansioso actuar.

– ¿Por qué? – soltó de golpe y con la voz titubeante, siéndole imposible al omega no relajar su mirada ante aquel sumiso comportar junto con aquellos hermosos ojos oscuros que se suavizaron para él – ¿Eso quiere decir que no tengo la mínima oportunidad contigo por mi carrera? Yo... Yo en serio no...

– ¡Hey! yo no he dicho eso – cortó de golpe, otorgando un pequeño golpe con su índice en la nariz contraria – Dije que lo hubiera hecho en un comienzo, por dicha o desdicha, las cosas sucedieron de modo diferente – y basto tan solo esta confesión para que el alfa volviera a sentir su alma de regreso a su cuerpo – No te quiero dar falsas esperanzas, pero tampoco te las cortaré, actualmente estás en un veremos si te soy sincero

Y la bonita sonrisa que se dibujó en los labios del mayor lograron que Jungkook se sonrojara con violencia, no quedándole más opción a este que girar su rostro hacía otro lado cuando Taehyung empezó a acariciar dulzón su dorso.

– Bueno, aquello es suficiente para mí, aunque no lo creas...

El fuerte timbrar de una llamada entrante rompiendo la tranquilidad del ambiente, Jungkook volviendo de regreso su atención en el alfa frente a él, quien ya se encontraba con su palma libre sosteniendo su dispositivo móvil chasqueando los dientes frustrado al revisar el remitente.

– Un momento, será rápido. Lo prometo – pidió este, el menor tan solo asintiendo y ante aquella respuesta Taehyung no demorando en levantarse de su asiento alejándose tantito, más no lo suficiente, y sin más, aceptando sin demora la llamada para llevar el objeto a su oreja – ¿Qué sucedió, Seokjin? Que parte de no llamarme durante estas horas no quedó claro

Oh, joder, su voz cambió de forma rotunda

Los vellos corporales del omega crispándose sin desearlo ante aquella entonación profunda, mandona y directa del alfa que se hallaba dándole la espalda y que muy por seguro se encontraba con el semblante serio, pero para desdicha del omega teniendo que dejar aquella ensoñación de su parte de lado ante el escuchar aquel particular nombre saliendo de entre los labios ajenos, esto llamando su total atención no quedándole más opción que agudizar sus sentidos auditivos al desear escuchar aquella conversación.

Sí, lo sé, jefe, pero debía de hacerlo. Ha sucedido una emergencia y el ministro está que me exige ponerme en contacto con usted – espetó el joven tras la línea, este pareciendo estar acostumbrado a la actitud seria de su menor – No tuve otra salida...

– Déjate de ir por los extremos y dime rápido el motivo de esta llamada – soltó sin más, su rostro girando de soslayo para observar al lindo chico tras él, quien al recaer en su mirada le sonrió a labios cerrados

Una patrulla acaba de hallar en un taller abandonado en el distrito de Incheon una pila de cadáveres de la banda que veníamos siguiendo hace meses, la cual venía traficando infantes de diferentes etnias a Estados Unidos – informó apresurado – El jefe de esta organización habiéndosele encontrado colgado del techo sin cabeza y con indicios de haber sufrido tortura... Las autoridades creen que el culpable es aquel chico, Jk, y están que les hacen aviso de aquella información precipitada a los medios de comunicación

– ¡¿Qué demonios?! – rugió enfurecido el alfa, el omega detrás de la línea teniendo que apartarse el dispositivo de su oreja mientras rodaba los ojos al ya haber precavido aquella reacción – Primeramente, ¿por qué creen ello? Segundo, ¿quién fue el inútil que les hizo saber de aquel suceso? Saben que primero se debe seguir el protocolo antes de dar anuncio, ¡¿quién carajo metió la pata esta vez?!

Un muchacho recién egresado – reveló sin más el omega, mientras que mangoneaba con su palma a un grupo de oficiales que traían los implementos necesarios – Iba en la patrulla y se le fue la lengua cuando las autoridades lo llamaron para informar

– Por un demonio... – maldijo Taehyung, su diestra pasándose con frustración por todo su rostro – Bueno, ya, hazte cargo por mí de ese asunto, sabes cómo manejarlo. Con respecto a las muertes, ¿dime cuántas son y hora aproximada de su fallecimiento?

Son en total cuarenta y siete subordinados. Según el médico legista estos tienen una hora de muerte de catorce horas en aproximación, no variando mucho entre cada cadáver, eso quiere decir que se conllevó el atentado a las dos de la madrugada. Mientras tanto, la hora de muerte del cabecilla es de once horas... a las cinco de la mañana, suponemos que durante estas horas de diferencia se le fue torturado hasta que finalmente decidieron acabar con su vida

– ¿Algo más que deba saber?

Se encontró escrito en el pavimento bajo el cuerpo del cabecilla las siglas "Jk". Estas labradas con la sangre del fallecido, por desgracia no encontramos más pistas que esta dejada a propósito, ni una huella o pisada, absolutamente nada como siempre. No podemos tan siquiera asegurar que el cabecilla Jk sea el causante de todo esto, si nos dejamos guiar por pruebas, no tenemos absolutamente nada que lo incriminen, pero si nos dejamos llevar por la macabra escena y sus iniciales...

– Aquellas suposiciones no nos sirven de nada si no existen pruebas que las respalden – cortó de golpe, el leve gruñido saliendo de entre sus labios para luego intentar calmarse, consiguiéndolo – Sigue el protocolo, yo llegaré aproximadamente en ¿tres horas? o un poco más a la escena, los quiero a todos trabajando cuando llegue, Seokjin, ¿quedó claro?

Si, señor

– Envíame todo el informe que han e irán recolectando, lo leeré. De igual forma, envía a alguien de confianza a hablar frente a los medios, no quiero un revuelo innecesario en la sociedad, yo luego me encargó de solucionar esta idiotez que ocasionó el ministro

Si, señor, yo me encargo de todo no se preocupe

Y más rápido que tarde, al no esperarse nada más el pelirrubio cortando la llamada, soltando un fuerte suspirar cansino ante el estrés creciente que iba consumiéndolo con furor, su índice y pulgar en conjunto yéndose a hacer presión en el puente de su nariz ante el presentarse los futuros síntomas de un dolor de cabeza.

Joder, no podía estar tranquilo ni un solo día

– ¿Taehyung?

Oh, Diosa

El cuerpo entero del mayor ante la suave voz del omega perdiendo rigidez siendo completa inercia el de girar su rostro sobre su hombro para observar al lindo joven que se encontraba con sus palmas unidas sobre su regazo, sus bellas hebras pelinegras cubriendo las partes laterales de su rostro hasta un poco más abajo de sus redondos y brillantes ojos almendrados... y se veía tan bonito e irreal ahí sentado sin hacer absolutamente nada, tan bonito con su semblante inclinado con levedad ante la confusión, tan bonito con aquellas prendas de tonalidades oscuras cinco tallas más grandes de lo que deberían... Jeon Jungkook es bonito, tan bonito que sentía su mundo desaparecer al estar junto a él.

El omega alzando su diestra con dirección hacia el mayor, quien no demoró absolutamente nada en avanzar hacía este sosteniendo aquella palma entre las suyas y poder tomar asiento nuevamente frente a él, mientras se llevaba el dorso de la misma hacia sus labios dejando diversos besos en esta en compensación ante su demora por culpa de su trabajo.

– ¿Ya tienes que irte, no es así? – inquirió compasivo el de hebras azabaches, dejándose envolver por la aura tranquila y sumisa que logró reconocer que Taehyung solo presentaba al estar junto a él – Si ese es el caso, está bien. Entiendo que el trabajo está primero

Y la leve negación por parte del alfa lo hizo confundir.

– No olvides que me propuse en hacer las cosas bien contigo, bonito – declaró, aquel singular llamado logrando que un lindo tono rosa se pintara en los mofletes del halagado, Taehyung en ningún momento dejando de acariciar el dorso blanquecino a su disposición – Por ende, que, ahora, ni mi propio trabajo es más importante que tú. Iremos a comer a ese lugar que te prometí y luego yo mismo iré a dejarte a tu casa como es debido – la acanelada palma del mayor extendiéndose sobre la mesa para poder quedar reposada sobre el rostro de su menor, el cual al percatarse de la caricia abrió pasmado sus hermosos ojos cafés, sin embargo, viéndose perder rigidez ante los suaves gestos otorgados – ¿Qué tal suena eso? ¿Me permites consentirte?

La suave risilla del menor contagiando al alfa que de igual forma se vio sonriendo, Jungkook asintiendo a la pregunta que se le fue otorgada.

– Me parece bien

Confesó, ignorando ahora él como fue que su dispositivo móvil empezará a vibrar en su bolsillo ante repetitivos mensajes silenciados.

Los contestaría, sí

Sabía que debía hacerlo

Pero lo haría más tarde, al fin y al cabo, él a diferencia del alfa, podía darse aquel privilegio.

– ¿¡Qué demonios sucede!?

Rugió enfurecido el omega al contestar la llamada entrante su palma aun reposando en la manija de la puerta del baño, su pulgar activando con rapidez el seguro de la misma, mientras que sus ojos recorrían con minuciosidad cualquier indicio sospechoso en aquel lugar, tranquilizándose cuando no halló absolutamente nada.

Junghyun – confesó el hombre tras la línea, y para Jungkook no llegó a pasar desapercibido como la chillona y quejosa voz de su hermano menor prevaleció en el trasfondo, este escuchándose gritar en un berrinche – Está ocasionando todo un caos en la mansión porque no estás, Jungkook. Esta tan molestó que intento quitarle el arma a un guardia

¿Debían estarle jodiendo?

– Pásamelo – exigió, no necesitando algo más para que el hombre comenzara a desplazarse con dirección al infante y hacerle entrega del dispositivo, avisándole de antemano de quien estaba presente en la llamada, Junghyun al escuchar el nombre de su hermano sonriendo en grande sosteniendo entre sus pequeñas manos el objeto – ¿Junghyunie?

¡Hyung! – clamó alegre el infante, sus piecitos descalzos que se encontraban en el aire ante la altura del sillón moviéndose con desenfreno – Hyung, ¿dónde estás? Prometiste ver películas conmigo, ya casi es hora de ir a dormir y tú aún no llegas... ¿qué sucede? ¿tú estás bien? ¿por qué nadie me quiere decir dónde estás para poder ir contigo?

Mierda...

Se había olvidado de aquella promesa

Bravo, Jungkook

Excelente hermano mayor que eres

– Lo sé, cariño, y perdóname por ello, pero no creo poder llegar a tiempo para poder ver películas juntos... mañana tienes escuela y debes levantarte temprano – le recordó y la fuerte queja en protesta del menor hizo a Jungkook sonreír tantito, dejando recostar su cadera en el lavamanos – Me surgió un imprevisto que no podía alargar, Junghyunie. Pero prometo recompensarte el día de mañana con un enorme helado de frutilla, ¿qué te parece? – la emoción del infante inundando la línea al estar festejando – ¡Eh! Aguarda. Tan solo si es que te portas bien hasta que yo llegue, te debo encontrar aseado y con la pijama ya puesta, listo para dormir. Si logras eso, mañana te compro el helado

¡Lo haré, hyung! – prometió el niño, saltando sobre su lugar emocionado – ¡Yo quiero comer helado!

– Entonces debes portarte bien. Recuerda, Namjoon hyung me avisará si lo hiciste – mangoneo, con esto dicho dejando prevalecer la pequeña queja en frustración del infante, el niño girando a ver con aquellos enormes ojos de cachorro a su mayor que arqueo sus pobladas cejas ante la súplica silenciosa, y llegó a ser como si el omega estuviera presente que se encargó de cortar cualquier plan – No valen trampas de complot de por medio, avisados

Y otra vez, un berrinche se dejó escuchar.

¡No te preocupes, Jungkook! – respondió el moreno al haber logrado escuchar la conversación al está estar en altavoz, su enorme palma yendo a revolver la melena del niño que se quejó – Yo te aviso de todo. Además, este pequeño diablillo me debe una por haberme tirado la cena en el rostro

¿Qué diablos dijo?

– ¡¿Que Junghyun hizo, qué?! – gritó el omega, el enojo y vergüenza burbujeando en él ante el tener que dar la cara por las rabietas poco cotidianas, pero desastrosas que actualmente había adoptado su hermano que estaba entrando a su primera década de vida, por lo tanto, y según el especialista, Junghyun sería revoltoso y berrinchudo a más no poder, aquello siendo una total desventaja para el mayor de los Jeon quien gozaba de nula paciencia... en realidad ambos gozando poco de esta al ser algo que los caracterizaba – ¡Por la Diosa, Junghyun!

¡Yo no hice eso, es mentira! – se defendió tras la línea el menor de todos, sus bonitas cejas del infante frunciéndose hacía su mayor que lo observaba con una enorme y burlona sonrisa – ¡Hyung no le creas, él miente!

¿¡Cómo que miento!? – espetó indignado el alfa de hebras marrones cuando Junghyun le saco la lengua en venganza – ¡Todo el servicio te vio tirándome la comida cuando intente darte de avioncito!

¡Me resbalé! Ya te pedí perdón muchas veces, Namjoon hyung

Jungkook viéndose sonriendo contento ante la hogareña discusión de este par, su vista sin desearlo yendo a buscar el reloj digital en su muñeca percatándose que ya llevaba bastante rato escondido en el baño del restaurante, mientras que Taehyung se encargaba de pagar la cuenta.

Debía darse prisa

– Bueno, basta, de eso me cerciorare más tarde con las cámaras de seguridad – cortó la pequeña pelea que se había iniciado en la línea bastando tan solo una orden de su parte para que ambos, tanto hombre como infante, quedaran mudos – Namjoon por favor, sé que este no es tu trabajo, pero que Junghyun se aliste para dormir, llegare en aproximadamente una hora como máximo...

Y la afirmación por parte de este cuando se dejó escuchar fue lo que se necesitaba para finalizar aquella llamada.

¡Hyung, no, espera! – exclamó con tantita alteración Junghyun cuando su mayor le pidió devolver el dispositivo – ¡Hyung! si me prometes que llegarás a darme las buenas noches, ¿no?

La melosa, pero dudosa vocecita haciendo que el corazón del omega se calentara contento, siéndole imposible no consentir a su menor.

– Sí, cariño. Te lo prometo, no te preocupes – la suave risilla contenta tras la línea dejándose escuchar – Ahora pásame con Namjoon hyung, vamos, necesito hablar con él sobre trabajo

Y ahora sí que no existió reproche por el menor, quien gustoso y alegre se despidió de su hermano para entregarle de forma respetuosa el dispositivo al enorme alfa frente a él para luego irse corriendo, quien sabrá a dónde, Namjoon tan solo esperaba que a la ducha, porque o si no todo sería una odisea.

Dime, Jungkook

Espetó este, quitándole el altavoz a la llamada para poder dirigirla hacia su oreja y escuchar cómo era debido la orden que se le daría.

No equivocándose en su suposición, ya que rápidamente el tono neutral del omega se dejó escuchar.

– Si ambientaste la vivienda como te la pedí, ¿no?

¿La que queda en el barrio Ahyeon-dong? – inquirió, tan solo recibiendo una leve afirmación de la parte contraria – Pues sí, la mande a amoblar por fuera esta misma mañana como me lo pediste, los trabajadores le dieron una apariencia "normal" como si esta estuviera siendo habitada

Y la altiva sonrisa de satisfacción por parte del de hebras azabaches dejándose notar.

– De acuerdo, otra cosa – y fue innato que Namjoon se viera sorprendido ante la repentina entonación de su menor, la seriedad con tantito enojo tomando cabida – Ponte en contacto con Seokjin en este mismo momento, y dile que te pase el informe sobre el atentado de esta madrugada que le paso a Kim Taehyung horas atrás

¿Atentado? ¿Nuestro atentado?... Espera, ¿Kim Taehyung? – repitió confundido el moreno, esté intentando recordar entre sus memorias si alguna vez escucho aquel particular nombre, haciéndosele conocido, pero a la misma vez no, por desgracia a los segundos nada viniéndole en memoria – ¿Y ese quién demonios es?

– Es el jefe de tu pareja... – pactó sin pensar mucho Jungkook, rápidamente este frunciendo el ceño al darse cuenta de su desliz – ¿Para qué estoy dando estos detalles? Tú solo pídele tales papeles a Seokjin hyung que quiero saber que dice ese informe

Y lo que pedía, se hacía

De acuerdo, yo le hago saber y en unos minutos te lo paso – espetó, haciendo memoria al no desear olvidársele aquel particular nombre del cual tenía una leve sospecha que lo necesitaría para más tarde, por otra parte, el mayor no desaprovechando la oportunidad que se le fue concedida para molestar – Pero como recompensa yo también quiero un helado

Y la fuerte y chillona risa tras la línea fue contagiosa.

– Vete al diablo

Pactó entre risas Jungkook, Namjoon tras esta mofándose de igual forma junto a él.

Yo también te aprecio, Jungkook. ¡Regresa con cuidado!

(...)

– ¿Listo?

Inquirió con una sonrisa encantadora el alfa, esté levantando el peso de su cuerpo del capote de su automóvil donde con anterioridad se encontraba recostado al estar esperando al omega, mismo que en este momento salía del lujoso restaurante.

Y que perfecta creación era aquel chico...

– Sí. Es más, disculpa por la demora – se sinceró, una baja risilla saliendo de entre sus labios cuando el alfa no contuvo el impulso de apegarlo a su cuerpo, este olisqueando el aroma de sus cabellos azabaches – Había fila para poder ingresar al baño

– No pasa nada, no hace falta que me des explicaciones, bonito. Comprendo – respondió, encantándole en sobre manera como Jungkook no se mostró reacio a su toque, es más, Taehyung logró percibir como este dejo posar la punta de su nariz en su cuello olisqueando tantito su aroma a café – Está empezando a hacer más frío de lo habitual, será mejor ya irnos, no me agradaría la idea que pegaras un resfriado

Y tenía razón en ello

Las bajas temperaturas no ayudaban mucho

Ambos jóvenes pactando distancia para que, como muchas veces anteriores, el alfa se tome la cordialidad de abrir la puerta del copiloto para su acompañante, este mismo ya habiéndose acostumbrado tantito a aquel rarísimo comportar tan solo quedándole el sonreír en agradecimiento para poder dejar desplazar su cuerpo hacía el interior, mientras se dejaba envolver por el cálido ambiente. Taehyung no demorando mucho tiempo en rodear el vehículo subiéndose a este, encendiendo la calefacción junto con el mapa quien lo guiaría de forma certera y por la ruta más rápida al hogar del menor.

Y llegó a ser tan envolvente el agradable ambiente que los rodeo ante las pláticas graciosas por parte del mayor que anhelo buscar hacer reír al bonito omega, consiguiéndolo sin mucho esfuerzo, y si creían que aquello no podría ponerse mejor estaban muy equivocados, ya que este incremento ante la suave melodía de jazz clásico que fue puesta en recomendación del alfa, la rasposa voz del cantautor Louis Armstrong junto a la bellísima voz de Ella Fitzgerald, creando una armonía tan sublime para los oídos que los escuchaban, estos artistas en conjunto interpretando la famosísima obra musical llamada Cheek to Cheek.

Y fue innato en Jungkook que sin darse cuenta se dejó envolver por está empezando a tararearla y la enorme sonrisa que pinto los labios de Taehyung fue encantadora, este empezando, de igual forma, a acompañarlo en la interpretación de la pieza, lo cual hizo sonrojar al menor.

– Cantas hermoso – halago el mayor, cuando el omega se apenó por su accionar, dejando en el olvido el de seguir cantando – Lo digo en serio. Tu voz es preciosa, digna de ti

¿Y podría estar más rojo?

El omega creía que no, pero con aquel alfa no se sabía

– Tampoco hay que mentir por convivir, Taehyung

Soltó burlón el joven sonrojado hasta las orejas, su repentina incomodidad siendo percibida por el alfa quien no dudó en sostener con delicadeza la blanquecina zurda.

– No estoy mintiendo, me sería imposible mentirte – declaró con la veracidad en su voz, llegando a ser encantador como ambas manos se entrelazaron en un firme agarre – Tienes una voz espectacular, Jungkook

Y el nombrado deseó cambiar de tema

Lo deseó tanto

– Haré como que te creo... Oh, cierto casi me olvido. Taehyung, tengo una duda creciendo en mi cabeza desde hace ya unas horas y quería saber si podrías saciármela – espetó sin demora, el alfa logrando interpretar la petición indirecta, por ende no objetando en lo mínimo ante el cambio de conversación – Durante tu llamada de trabajo... de antemano, discúlpame si te llega a incomodarte el que haya sido capaz de escucharla, no fue queriendo – los ojos cafés del menor yendo a parar al perfil del conductor, este tan solo asintiendo animándolo a continuar con la incertidumbre – Bueno, mi duda era... ¿qué cargo gozas en tu centro de trabajo? Debe ser uno importante para que puedas ordenar con libertad

Oh, pequeño omega astuto...

Para ustedes, público en general

¿Alguna vez han escuchado el refrán de?...

"El fingir ignorancia es la carta a la victoria"

¿Lo han hecho?

Si no es el caso, déjenme confesarles la veracidad de esta

¿Por qué?

Porque no hay mejor táctica que hacerle creer a tu contrincante del supuesto ganar, este siendo tan predecible como el hecho de alardear de su victoria con anticipación sin tan siquiera imaginarse que el que en realidad sostenía las riendas del juego, sos vos... Aquel perdedor o poco capaz el cual subestimaron, pero lo que muchos no conocían era que a este le agradaba siempre ir por las sombras preparando sus minuciosos planes para luego atacar con todo y recuperar el lugar que por derecho le correspondía.

Se llama astucia y perseverancia, y no se necesita ser el más fuerte para gozarlas

Pero por desgracia no muchos lo entendían

Y aquello siempre ha sido la razón de sus triunfos

Jungkook no podía negarlo

Siempre las utilizaba, no importaba la causa o razón... y está no será la excepción

– Y no fallas en tu intuición, déjame decirte – respondió alegre Taehyung, este sin tan siquiera sospechar en lo más mínimo ante la pregunta por parte de su menor, según él, creyendo que se trataba de mera curiosidad – El cargo que se me fue concedido hace ya un año atrás por mí, en ese momento, jefe de área, fue el de recomendarme al mismo presidente para mi ocupación como Comisionado General, al según a su juicio tener las capacidades y requisitos para ejercerlo

Confesó, la suave sonrisa en sus labios dejándole saber al omega que aquel recuerdo le enorgullecía.

– Al comienzo, cuando mi jefe tan solo me confesó su accionar, el cual déjame decirte jamás me consultó, por poco me desmayo de los nervios y emoción en su oficina, este tan sólo me recalco lo apto que estaba para el cargo y el de sentirse orgulloso de haber sido mi mentor. Pasaron los meses y a de admitir que hubo un momento donde creí imposible el de ser aceptado con tal honor – la oscura, pero blanda mirada del alfa recayendo de soslayo en el omega que se encontraba escuchándolo atentamente – No me creí apto, pero fui elegido entre muchos y galardonado ante mis méritos, desde ese entonces intento dar lo mejor de mí para no defraudar a las personas que creyeron en mí desde un comienzo, aun cuando ni yo mismo lo hice

El lujoso Lamborghini siendo estacionado frente a una vivienda común de tan solo dos plantas de alto, con un pequeño jardín y una cochera, Jungkook ante el reconocer del llegar a su destino desabrochando su cinturón de seguridad sin atreverse aún a soltar a su mayor, ambos jóvenes conectando mutuamente miradas de sinceridad.

Sinceridad que Jungkook jamás llegó a ver en un alfa

Sinceridad por la cual creía poderse dejar vencer...

– ¿Por qué no te creías apto?

Profundizó, aún con la duda en él, viéndose suspirar de forma entrecortada cuando su rostro fue acariciado por una acanelada palma, misma palma la cual se atrevió a llevar aquellos mechones azabaches rebeldes tras su oreja al desear poder observarlo como era debido.

– Porque había participantes con mayor edad, mayores influencias y, según yo, con mayores virtudes – confesó, su encantadora sonrisa logrando que algo dentro del omega burbujeara y el mismo al darse cuenta de ello desviando la mirada – Yo era nadie comparado a ellos

– Yo no creo aquello – y fue inercia el de exclamar ese desacuerdo, nuevamente ambos dejándose envolver por un cálido ambiente – No todo en este mundo se basa por influencias, Taehyung. Nos regimos en una sociedad que prevalece el de mayor fuerza, pero gobierna el de mayor astucia, y aquel que goce de ambas puede darse por vencedor sin preocuparse por disfrute de terceros en apelación. Y si tú llegaste donde estás actualmente, eso quiere decir que poseíste grandes virtudes las cuales te llevaron a gozar de poder. Y si es tal como me confiesas que cada paso que recorriste fue trazado de forma verídica y sincera, ya puedes darte por zanjado, porque te aseguro... no prevalece aquel que comete pecado, tarde o temprano se le es juzgado

– ¿Juzgado? – repitió curioso el mayor, deseando seguir escuchando aquella prosa característica que recién descubría del lindo omega de hebras azabaches – ¿Quién sería capaz de juzgarlos, Jungkook?

Y que la minuciosa mirada por parte de este fuera gélida, lo dejó pensando, sin embargo, está cambiando tan rotundamente como llego al ser remplazada por una pensativa con destellos de inocencia, el omega luego de unos segundos de aparentar el pensar minuciosamente su respuesta, alzando con desinterés ambos hombros.

– Los jueces son los únicos competentes para juzgar a alguien por lo que tengo entendido... – respondió con divagues al fingir desconocimiento o duda del tema, sin embargo, su disimulada, pero filosa mirada yendo a recaer sobre su acompañante al desear corroborar sus inquietudes con el reaccionar del alfa ante lo próximo que mencionaría – Aunque tengo que admitir que ante las fallas de estos, me causa tantita ¿tranquilidad? lo que hace este omega... ¿cómo era que se llamaba? el que sale habitualmente en los medios y no muestra más que sus ojos

Y tal como lo espero

Las facciones del alfa se tensaron ante el simple mencionar.

– Oh, ¿te refieres a Jk? – inquirió, el lindo chico asintiendo efusivo asegurándole haber acertado. Y por parte de este, Jungkook no supo cómo interpretar la leve sonrisa que se dibujó en los labios contrarios tan de repente, joder, claro que no supo – Al igual que tú, tengo que admitir que su llegada a logrado ser más eficiente que muchas autoridades juntas, si me preguntas como ciudadano... es reconfortante, sin embargo, como funcionario del estado se me prohíbe el aceptar o defender aquellos actos

– ¿Por qué? – espetó sin más, segundos después carraspeando su garganta al intentar disimular – ¿Por qué es un omega?

Y Jungkook se vio en jaque cuando la palma en su mejilla volvió a retomar las caricias, la mirada frente a él observándolo de forma tan irreal que deseó consumirse por esta.

– Su jerarquía es lo menos relevante en sí... bueno, desde mi perspectiva, es así. Sin embargo, se me es imposible defenderlo, ya que, se le persigue por diversos delitos, que, si bien algunos los cometió protegiendo o vengando a alguien, no son correctos. Por gracia de uno y desdicha de otros, nuestro país se rige por un tratado que nos prohíbe, hasta a las mismas autoridades, el decidir por voluntad el cómo extinguir la vida de un individuo, no importa el hecho delictivo que cometa, no podemos, no somos quienes para decidir como una persona debe morir

– Pero... son malas personas, ¿no te causa impotencia? – refutó con un leve puchero, cosa que hizo sonreír tantito al mayor, quien no dudo en pasar su pulgar por el labio abultado – ¿No te enfurece saber que aquella persona luego de haber cometido el peor pecado posible logrará salir libre en un par de días, meses o años, sin sentir un mínimo arrepentimiento?

– Créeme que sí, me frustra muchísimo, más porque soy yo y mi equipo los que tenemos que investigar de cerca todos los casos... viendo el dolor inimaginable e incomprendido de diversas víctimas, sus lágrimas, gritos y furia, es imposible no empatizar... y frustra... créeme que es doloroso, y aunque no me creas ha existido varias ocasiones donde desee tanto olvidar mi papel de oficial y golpear con mis propias manos al culpable para que tan siquiera sea capaz de sentir un cuarto del dolor que él concedió, lo he deseado tanto, pero no está en mí el juzgar, ese no es mi papel... y lamentablemente, los capaces de interpretar y velar por la justicia no las utilizan como es debido, por ello la población cree que nuestra legislación es ineficaz, y para qué negarlo, hasta yo lo he pensado a veces

– O sea... – murmuró bajito el omega, sus ojos jamás abandonando los contrarios – ¿Los únicos culpables son los incompetentes encargados de otorgar justicia?

Taehyung viéndose consumir por aquel hermoso par de almendrados ojos cafés que resplandecían por sí solos, el leve rostro inclinado de su menor otorgándole unas ganas inmensas de no soltarlo jamás.

– Hay muchas cosas de las que he sido espectador en mi corto año de función en un alto cargo, y si me preguntas, Jungkook... te confesaría que no tan solo recae en una sola persona el peso, son varios... un conjunto de ratas que contaminan sin reparo y si no eres capaz de seguir con sus ideales te harán la vida un infierno

Y aquello sí que llamó la atención del omega que alzo su poblada ceja curioso.

– ¿Te ha tocado vivir aquel infierno?

– ¡Oh, claro! Es algo que acarrea un cargo importante – reveló sin más, la tristona sonrisa en sus labios junto al alzar de sus anchos hombros logrando que Jungkook deseara acabar con su estrés – Pero por desgracia de muchos funcionarios, yo no vine con fines de lucro, yo solo me centro en mi labor, la cual es velar por la seguridad y se mejor que nadie que no puedo tenerla esta al cien por ciento como deseo, porque no soy capaz de estar presente en cada lugar donde se comete un delito, pero me esfuerzo en poder solucionarlos y estoy intentando influenciar aquel mismo pensamiento a mi equipo... aunque siempre hay algunos que se niegan

– Mhm, es bueno saber que aún con todo el peso sigues esforzándote – confesó el menor, sus labios dejándose recaer en la mejilla acanelada del alfa que sonrió encantador ante el gesto – Tú sigue tal cual, Taehyung, y no te dejes corromper por esos imbéciles

– ¿Verdad que sí? – respondió alegre el alfa – Mis superiores son unos completos imbéciles

Y aquel dato se le escapó...

Los oscuros ojos del omega sonriendo por si solos ante el gusto de haber podido recibir información útil, ¿qué si se sentía un tantito mal por estar utilizando al alfa? Puede ser, pero son cosas que debía hacer y utilizar para su siguiente movida. Sin embargo, ello no significaba que no le agradecería indirectamente a su mayor por estar cooperando.

Los rosáceos labios del omega yendo a recaer con delicadeza sobre los del alfa, este viéndose suspirar contento al tenerlo nuevamente en su tacto no dudando en dejar ir su palma con total confianza tras la nuca del menor enredando sus largos falanges con los mechones ondeados de este. Taehyung siendo el que tomo la iniciativa de controlar aquel encuentro, su cabeza dejándose ir hacía el lado opuesto al desear profundizarlo como dé lugar aquel choque de belfos que tan solo iba en ascendencia ante el anheló insaciable en él, Jungkook haciéndose chiquito entre sus hombros al lograr percibir como la escurridiza lengua de su mayor tanteo terreno.

¿Y quién era él al impedirle el pasar?

El suave suspiro de ambos amantes ante el choque dulce, pero profundo de sus belfos tomando relevancia ante el silencioso ambiente, una batalla indirecta entre aquel par al desear corroborar quien cedía primero, quedando como triunfante a los minutos el alfa que logró causar sumisión en el omega quien jadeó al darse por vencido mientras se dejaba engatusar por la delicadeza con la que se le era tratado, y maldita sea la necesidad humana del de respirar porque aquel fue el único y principal culpable de aquella separación, separación que termino con dos jóvenes con el aire irregular y mejillas sonrojadas junto a un fino hilo de saliva uniéndolos.

– No te vayas... por favor no te vayas y quédate conmigo

Susurró con la voz ronca y rasposa el mayor, su palma antes posicionada en la nuca contraria dejándose recorrer hacia el cálido moflete del de ojos almendrados, los cuales lo veían entrecerrados al aún estar regulando su pesado respirar, y la baja risilla por parte de este, logrando que el corazón del de hebras rubias bombeara con desenfreno.

– Tienes que ir a trabajar, Taehyung – respondió dulzón, la punta de su nariz jugueteando con la contraria – Y yo tengo algunos pendientes que terminar

Y lo próximo que espetaría el alfa llego a tomar desprevenido al bonito omega.

Oh, joder

Claro que lo haría

– Dame una oportunidad, te lo suplico de rodillas, Jungkook – pidió este, cerrando sus párpados al desear consumirse del delicioso aroma a vainilla que el joven desprendía ante la pequeña emoción que no pudo disimular – Tan solo una. Dame el honor de cortejarte, de consentirte y de pertenecerte. Tan solo te pido una oportunidad para poderte enamorar... y si luego de ello no me consideras apto para ti, desplázame y te aseguro que no objetaré en tu decisión...

Oh

Y Taehyung no supo explicar la euforia que lo invadió cuando un leve asentir junto con una bonita sonrisa y mejillas sonrojadas lo recibieron al volver a abrir sus ojos, el omega viéndose tan bonito e irreal junto a él que su instinto más primitivo le pedía el envolverlo entre sus brazos... y tal cual lo deseó, lo hizo. Jungkook soltando una dulce risilla cuando el alfa lo envolvió con la felicidad desbordante, este empezando a repartir un sin fin de besos por todo su blanquecino rostro prosiguiendo a sus rosáceos labios hinchados.

¿Qué acababa de aceptar?

Debía estar delirando

No podía... él no podía

– Me esforzaré. Te aseguro que me esforzaré – declaró seguro el mayor, la hermosa sonrisa cuadrada logrando que Jungkook se perdiera por un lapso de tiempo olvidando sus inquietudes – Seré un alfa digno de ti, bonito

¿Se arrepentiría de ello más tarde?

Muy probablemente

Pero aquello era lo menos relevante en aquel preciso momento

Jungkook deseaba disfrutar

Deseaba sentirse normal...

– Eso me lo demostraras con el tiempo, bobo – murmuró el menor, viéndose envuelto por el cálido aroma prominente a café que desprendía el mayor ante su felicidad, lastimosamente ya era hora de decir adiós y ambos lo sabían, por ende, la diestra blanquecina no dudando en acariciar el semblante del mayor, quien no demoro en apegarse a su tacto – Me tengo que ir... ¿Nos vemos otro día, va?

– Me dijiste que te encuentras ocupado toda la semana a excepción de los sábados, ¿no? – inquirió dudoso ante su falta de memoria el alfa, grata siendo su sorpresa cuando el azabache asintió – Te invitó al cine el próximo sábado. Todo corre por mi cuenta, tú tan solo debes otorgarme tu valioso tiempo y me sentiré conforme con ello

Nuevamente la baja risilla apenada por parte del omega inundando el automóvil, este tan solo encargándose de asentir conforme con lo que se le era ofrecido, hechizándolo como la palma del mayor en su cadera lo acariciaba con delicadeza absoluta.

– Te escribiré y mandaré presentes cada día – avisó el mayor, aun negándose a soltar al lindo chico que se sonrojaba todo el rato – Y en tus tiempos libres podemos hacer videollamada como si estas fueran citas para poder conocernos aún más. Quiero ser honrado en escucharte hablar por horas sobre tu carrera de fotografía, si así tú me lo permites

– Me encantaría

Respondió avergonzado el omega, ronroneando cuando Taehyung nuevamente se acercó a dejarle un casto beso de despedida en sus labios.

– Y a mí me encantará hacerte feliz de ahora en más

Luego de un par de besos concedidos mutuamente al haber transcurrido largos minutos donde ambos jóvenes se negaron el dejarse ir, el omega fue capaz de reaccionar cuando su dispositivo móvil comenzó a timbrar con furor ante una llamada entrante, esto siendo aquella detonante que lo hizo caer de vuelta en su realidad para de una buena vez irse, muy al pesar de Taehyung, quien se ofreció a acompañarlo hasta la entrada al desear alargar tantito más el encuentro.

Para su desgracia, siendo rechazado cordialmente por el omega que al desear menguar la repentina tristeza contraria volvió a unir ambos labios en recompensa, recompensa la cual el mayor se vio suspirando hechizado dejando ir al contrario cuando este, tiempo después, abrió la puerta del copiloto saliendo tras esta despidiéndose con una venía hacia el alfa antes de ingresar a su vivienda cerrando la puerta tras él. Por ende, no quedándole más opción al oficial que encender nuevamente el motor de su automóvil e irse a su trabajo, del cual cabe decir que no pegaría el ojo durante toda la noche y madrugada.

Larga jornada le esperaba...

El omega asomando su rostro con cuidado por la rendija de la cortina con vista a la calle, siguiendo con parsimonia como el conocido vehículo se perdía por el horizonte para luego girar hacia la izquierda en aquel cruce, y fue cuestión de tiempo el de cerciorarse con extrema cautela que ninguna presencia sospechosa transcurriera por aquella calle.

Bastando tan solo unos minutos para comprobarlo como era debido para terminar alejándose de aquel ventanal llevando ambas palmas hacia sus largos mechones atando estos en una coleta con ayuda de una liga, mientras que a la misma vez dejaba sus pies andar con total confianza en el hogar abandonado, adentrándose hacia la supuesta cocina para seguidamente abrir aquella puerta que lo guiaba a la cochera donde estaba estacionado su lujoso automóvil modelo Bugatti La Voiture Noire.

Estaba de regreso

Jungkook desactivando la alarma de su vehículo para posteriormente presionar aquel particular botón en la pared cercana, el cual le concedería que la puerta de la cochera se abriera dándole por fin aquella libertad hacia el exterior, mientras tanto su diestra abriendo la puerta del conductor dejando desplazar su cuerpo por el interior del mismo, y el suave, pero dominante ronroneo del Bugatti fue de admirar.

Las ruedas de este singular carro yendo en retroceso tal como se lo pidió su dueño al volante para poder lucirse con soberbia en aquella particular noche abandonada, y fue jodidamente encantadora como la sonrisa altiva que acaparó los labios del menor, mientras que afianzaba sus falanges en la cuerina del timón deslumbró con egocentrismo, y lo próximo que se dejó escuchar fue como las ruedas del auto chirriaron ante el caucho quemándose contra el pavimento gracias al acelerador que fue pisado sin demora, la excesiva velocidad causando llamar la atención más aún cuando el llamativo auto se pasaba por los cojones las reglas de tránsito.

Pero ¿quién tendría la valentía de tan siquiera detenerlo?

¿Quién?

Cuando tan solo hacía falta ver el modelo del automóvil para saber quién era el portador

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