Derek dio fuerza al pie que pisoteó el hombro de su subordinado. No habría sucedido si se tratara de una patada ordinaria, pero como estaba cargada de poder mágico, cada patada era dolorosa como si perforara la carne con una espada afilada. Lucas hizo una expresión extraña con las comisuras de los ojos torcidas y las comisuras de la boca torcidas.
-¿Sabías que el Mundo Demoníaco está en caos en este momento?
-Lo escuché de Carmen.
-Necesitamos nombrar un nuevo Rey. Por eso vine a ver a Maxillion.
-Dijiste que unificara ese título. Si me llamas Comandante, llámame Comandante, si te llamo por tu nombre, llámame por mi nombre.
-Me gustan ambos. No hables más que eso.
Lucas se apresuró a detectar su lánguido cambio de tema.
Derek se pasó una pasada aleatoria por su pelo negro despeinado y se puso el cigarro en el dedo. El olor acre de los cigarrillos llenó rápidamente la oficina.
-Como puedes ver, no puedo volver ahora mismo porque es así.
Era una palabra que no quería decir porque su orgullo estaba herido. Como Lucas ridiculizó, ser apuñalado por la espalda por un mestizo equivalía a hacer añicos la reputación que había construido.
-Tienes que atrapar al mestizo y decirle que levante la maldición. Si es necesario, convocaré a todo mi personal.
-Será difícil. Ese bastardo se esconde en un cuerpo humano en este momento.
-¿Eek? ¿Ese es un mestizo?
Lucas se sobresaltó y sus ojos estaban a punto de salirse de sus órbitas. Fue una reacción algo comprensible. Como Lucas estaba en pie de igualdad con Aníbal como miembro del personal, sabía cuánto odiaba Aníbal a los humanos.
-Wow, el mestizo debe haber querido aniquilar al verdadero Comandante.
-Quiero decir.
-Pensar que saldría de una manera tan sucia cuando no podría pagarle al comandante su favor por el resto de su vida. Supongo que es por eso que no cosechan híbridos rojo nieve.
Otras veces, habría dicho que era un problema que no podía generalizarse, pero esta vez, Derek estuvo de acuerdo con Lucas.
Originalmente, Aníbal estaba en una posición en la que ni siquiera podía convertirse en ayudante. Cuando se le preguntó por qué, fue simplemente porque era un mestizo. Esa fue solo una situación mestiza.
Sin embargo, Derek valoró su habilidad en la magia del sistema mental y voluntariamente colocó a Aníbal en el puesto de su ayudante. El ayudante de campo era uno de los puestos de más alto rango en el distrito después del comandante. Incluso después de ser tan amable, regresar fue una terrible traición.
-Pero últimamente, han estado circulando extraños rumores en el reino de los demonios.
Lucas abrió la boca suavemente, como si de repente hubiera recordado algo.
-¿Qué rumores?
-Ese estúpido mestizo. Hay una historia de que absorbió el maná del Rey moribundo.
Derek, que estaba masticando el filtro de su cigarro, vaciló. Sus ojos rojos, que habían vuelto a su color original antes de darse cuenta, brillaron con frialdad.
-... ¿Qué?
-Como sabe, Comandante, la condición del Rey justo antes de la Guerra de los Cien Años era un poco extraña. Había un dicho que decía que todo era obra de híbridos... Luego, al final, desapareció sin dejar rastro.
Aníbal absorbió la magia del Rey...
Ahora que lo pensó, había un rincón extraño en todas partes. Derek era un purasangre, por lo que ascendió fácilmente al puesto de Comandante, pero pudo mantener el puesto de todos modos porque era el más fuerte de los demonios del distrito. Derek Maxillion era fuerte. Incluso más que Aníbal, que se sentó en el ayudante de campo. Por mucho que estuviera, no podía creer que a pesar de que estaba en guerra, Aníbal, que era más débil que yo, lo derrotara sin poder hacer nada.
Sin embargo, si, en ese momento, Aníbal hubiera absorbido la magia del Rey anterior y se hubiera vuelto más fuerte, la historia sería diferente.
-¿No recuerdas la época de la guerra?
-Eso es extraño. Mi recuerdo de esa época es muy confuso.
Derek también revisó innumerables recuerdos para descubrir cómo fui maldecido. Aún así, extrañamente, estaba borroso, como si solo ese recuerdo hubiera sido cortado. Quizá incluso este fuera un truco de Aníbal.
Pero ahora, ¿cuál es la importancia de la situación anterior? Ahora que había ocurrido el incidente, lo más importante era cómo salir de este cuerpo.
-Por ahora, algo de magia ha regresado.
Derek juntó la palma de su mano, que había estado mirando. Una humana, Judith, no lo sentiría, pero su condición se estaba recuperando rápidamente. Ahora, no sintió que el maná lleno de energía negativa se filtrara como veneno. Era la prueba de que había comenzado a asentarse de manera estable en su cuerpo.
-¿Estás ingiriendo la energía yin de ese humano?
-Bueno.
Hablando de ese humano, le vino a la mente el rostro de Judith, el cual estaba muy asustada.
-Más allá de eso, ¿qué clase de cosa mierda hiciste? ¿Es esa broma mala otra vez?
Entre los 12 distritos del reino de los demonios, los demonios en el distrito 2, que Derek gobernaba, eran bastante completos. E incluso esos demonios eran tan malvados que podían sacar la lengua. Era Lucas. Ya que él era un caso atípico, algo que hizo que Judith se cansara de eso no habría sido más que una 'broma' para él.
En cierto modo, Lucas era el verdadero conglomerado del mal. Es vicioso, astuto y cruel. Mirándolo, se dio cuenta de que un demonio es un ser que obtiene un placer genuino de la desesperación y el dolor de los demás.
-Fue la primera vez que vi al comandante sonreírle a alguien. Así que tenía curiosidad.
Lucas ya había llegado cuando comieron en el restaurante. La apariencia del jefe asomándose por la ventana era tan desconocida que dudó de sus ojos por un momento.
-Originalmente, solo quería echar un vistazo más de cerca y asustarla un poco...
Se frotó el puente de la nariz aturdido, tal vez recordándose a sí mismo el olor de Judith que había llenado el dormitorio en poco tiempo.
-El olor me hizo poner los ojos en blanco por un segundo. ¿Qué es? Ese olor.
Era como si estuviera escuchando sus sentimientos, por lo que Derek involuntariamente suavizó un poco su ánimo. No importa qué demonio sea, si huele el dulce aroma de Judith, no recuperará el sentido. Era un aroma tan encantador y acogedor que resultaba infinitamente tentador. Aunque eso no significa que esté perdonado.
-¿Está bien usar ese humano?
-... ¿Usar?
-Para recuperar tu magia.
Lucas recordó la escena que había visto antes en el dormitorio.
El Comandante, que por lo general no prestaba atención a sus bromas, pero no se detuvo, mostró su rabia como llamas por primera vez. Por una mujer humana que tiembla porque solo tuvo miedo una vez.
¿No es eso todo, ni siquiera es calmar suavemente a la mujer humana? Era una escena pocas veces vista en un Comandante con mal genio. Mientras estaba estupefacto, la parte posterior de su cabeza que había sido sacudida y golpeada contra él todavía latía.
Sabía que la respuesta saldría de la boca de Derek, por supuesto. Todas esas acciones no fueron más que una artimaña para apaciguar a una mujer humana.
Sin embargo, el superior luchaba con los brazos cruzados. Cuanto más se demoraba su respuesta, más se endurecía la expresión de Lucas momento a momento. Pronto se frotó la piel de gallina y estiró los labios.
-No, ¿por qué no me respondiste? ¿Podría ser que este perro está sintiendo amor?
-No es así.
Ante la leve negación, Lucas reprimió un poco su creciente ansiedad.
-Por favor vamos. ¿Estás tratando de criar un híbrido?
Se preguntaba por qué estaba tan atípicamente serio. Derek se rió de la pregunta de Lucas, quien tenía un punto de vista completamente diferente.
-Estoy en un cuerpo humano de todos modos. Si Judith tiene un hijo, será un niño humano normal, no un híbrido diablo-humano.
-Ah, bueno, eso es bueno. Pero no hagas nada estúpido.
Derek miró hacia arriba para ver si podía oír lo que quieres decir con 'estupidez'.
-Se trata de darle a la gente un corazón. ¿Qué haces al darle tu corazón a un ser que de todos modos no vivirá mucho?
Derek se quedó en silencio por un rato ante la explicación de Lucas. Al igual que alguien que se encuentra con un problema inesperado. Los ojos rojos, inmersos en la angustia, se hundieron tan profundamente como el mar profundo.
No fue hasta que se acabó la mitad del cigarro encendido que abrió sus fuertes palabras.
-No sabía si es en la medida en que di mi corazón.
-...
-Mirarlo me hace sentir mejor.
La Judith que ve es difícil de definir simplemente en una oración.
A veces linda, a veces descarada. Y a veces, era tan erótico que se disparaba un deseo ardiente. Aunque claramente sabía que era un demonio, su voz susurrando que tenía curiosidad era como el susurro de un hada, y cuando se dormía, sus inquietos gestos le recordaban a un gatito que no soportaría que lo cuidaran.
A veces, cuando le sonreía, el interior de su pecho picaba como si una pluma hubiera aterrizado en él.
-Debe ser porque huele delicioso. ¿Cómo recuperas el sentido cuando lo hueles?
Lucas se quejó. Entendía lo que dijo, pero eso no es lo que Derek estaba pensando. A él también, al principio, le importaba todo el olor de ella. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, descubrió gradualmente sus diversos aspectos, y Derek gradualmente se fue coloreando con esos aspectos coloridos.
-Esta es una idea loca. Soy humano. Son débiles, codiciosos y no saben cuándo van a morir.
-Está bien, ahora cállate.
-Una vez que regreses. Judith se asustará cuando te vea.
Lucas lo miró con una mirada que realmente no podía entender. Es una expresión absurda preguntar si realmente ama a esa mujer. Ignorando la pregunta obvia, Derek encendió el cigarro.
-Regresa a Pandemonium y busca por todo el Reino de Aníbal. Tenemos que averiguar cuál es la maldición que puso. Estoy recuperando mi fuerza, pero no puedo salir de aquí a menos que rompa la maldición.
El olor a cigarro se quedó en su boca. No fue una sensación muy agradable hoy. En lugar de este olor repulsivo, quería inhalar el dulce olor de Judith.
«Ella debe estar acostada en la cama ahora».
Quería subirse encima de ese pequeño cuerpo, arrancarle el vestido y deleitarse con la carne expuesta a la luz de la luna. Lamer sus labios, chupar sus pechos, abrirle las piernas, y mientras tanto, beber toda el agua dulce...
-Mierda.
Derek escupió una dura maldición a sus instintos que estaba abultada con solo imaginarlo. Lucas también notó el cambio en él y negó con la cabeza.
-Está bien.
-Si los rumores que dijiste son ciertos, serán difíciles de encontrar. Debe haber sido completamente escondido usando el poder del Rey.
-Si descubro algo sobre él, volveré.
-Entonces, no hagas las cosas como hoy.
Derek advirtió con voz severa.
Nunca había visto a Judith tan pálida. Tanto el cuerpo tembloroso como los ojos dorados temblorosos hicieron que el interior de su pecho fuera insoportablemente frío.
No quería volver a ver su rostro así nunca más.
-Nunca.