Dos días habían transcurrido desde que los juegos se habían llevado a cabo, por lo tanto, el viaje tan anhelado para el equipo ganador, y del que todo el mundo hablaba, fue anunciado.
— ¿Sabes qué es lo único bueno?
— ¿Que le gané al competitivo Wang Yibo luego de una larga guerra fría? — respondió Zhan ganándose una mirada de desagrado del nombrado.
— ¿Qué tiene que ver la guerra fría con mi competitividad? Y no, te dejé ganar porque es tu primera competencia como CEO...
— Sí, claro — comentó Zhan con algo de sarcasmo, a lo que Yibo simplemente ignoró.
— Lo bueno es que como CEO, no estás en la obligación de ir con tus trabajadores los días de vacaciones para los ganadores. Así que pensé que tal vez tú querrías ir con-
— ¿Quién dice que no iré? Es un tour de playa, con todo pagado durante quince días. ¿Sabes cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que fui a la playa? — habló mirando de soslayo la reacción de Yibo, y cuando lo vio sacar su teléfono, desistió de su mentira.
— Es una broma — dijo rápidamente con una sonrisa.
— ¡Casi te golpeo Xiao Zhan! — reclamó Yibo levantándose de la silla frente al pelinegro, acción que fue imitada por Zhan.
— ¡¿Por qué me golpearías?! — preguntó con ofensa y gracia a la vez.
— ¡Por tu boba sonrisa sarcástica! — respondió de inmediato dejándose caer en el sofá.
Zhan tomó asiento a su lado y agarró la mano ajena.
— Continua con lo que me estabas diciendo por favor.
— Olvídalo, no era nada.
— Anda... Dime lo que planeabas contarme — pidió moviendo un poco la mano de Yibo.
Y al no recibir respuesta suspiró con notoriedad.
— Está bien, entonces yo diré lo que planeé... Ven conmigo a unas vacaciones.
— ¿Qué?
— Ven conmigo a unas vacaciones — repitió. — Quiero pasar un buen tiempo de calidad contigo dónde nuestros encuentros no sean la mayor parte del tiempo por trabajo, quiero que salgamos, tengamos citas, visitemos lugares, nos relajemos, nos conozcamos mejor... Y aprovecho en seguir conquistándote — dijo levantando su ceja de manera ligera.
— ¿Desde cuándo te volviste tan descarado y entusiasta Xiao Zhan?
— ¿Por qué? ¿No te gusta que sea directo y entusiasta contigo?
— Pu-pues sí pero, pero no estoy acostumbrado a que seas así cuando... Cuando eras un poco más reservado en el pasado.
Xiao Zhan sonrió ladino.
— Ese viejo Xiao Zhan ya no existe... Reflexionó y maduró hace mucho tiempo... La verdad, tengo un propósito.
— ¿Y cuál es?
— Te lo diré una vez que estemos paseando juntos en nuestras vacaciones... Si me dices que sí, claro.
Hubo un pequeño silencio.
— ¿Entonces tú respuesta es...?
Yibo asintió con una pequeña sonrisa y brillante, pues su rostro parecía iluminarse aunque aquella acción haya sido pequeña.
— Acepto.
— ¡Bien! Prepara tus maletas nos vamos mañana.
Entonces la sonrisa en el rostro de Wang Yibo desapareció cambiándola por una expresión de asombro y algo de horror.
— ¡¿Có-cómo que mañana?!... — Zhan ladeó su cabeza al no entender. — ¡No puedo hacer eso, tengo una importante reunión por la mañana!
— El fin de semana entonces. Solo déjame... — dijo sacando su teléfono para comenzar a escribir. — Cambiar las fechas...
Y el ceño de Wang Yibo se frunció mientras que sus labios comenzaban a curvarse con gracia.
— ¿Desde hace cuánto tiempo planeaste esto Xiao Zhan?
— Mucho tiempo — respondió de inmediato y Yibo rió bajo.
— Ya veo... Se me hace tarde, tengo una reunión con mi padre para hacer una visita. Hablemos por chat cuando te desocupes — dijo comenzando a caminar hacia la salida, pero su mano fue tomada y por ende, fue detenido.
— Espera... ¿No piensas despedirte de mí? — Zhan se posicionó más cerca de Yibo.
— Estabas ocupado en tu teléfono.
— ¿Y eso qué tiene? Tienes el derecho de tomar mi teléfono y hacer que me despida de ti.
— Hacer eso es muy atrevido. No podría hacerte eso.
— Entonces solo tenías que hacer esto...
Y Zhan acercó sus labios y dejó un pequeño beso en la comisura izquierda de la boca de Yibo.
— Eso era suficiente para mí — comentó separándose, y sonrió al ver el sonrojo en Wang Yibo.
— Tú, termina con tu trabajo.
Yibo se separó saliendo de la oficina ajena a paso veloz y cerrando la puerta de paso. Está acción solo hizo que Xiao Zhan so riera en grande.
Se sentó en el sofá nuevamente soltando un suspiro y dejando caer su cabeza hacia atrás.
Tantos años tuvieron que pasar para que estuviera con Yibo de la manera en la estaban ahora. Tanto tenían que crecer y cambiar para entender al otro, tantas cosas que tuvieron que pasar separados para al fin poder estar juntos. Si bien había pasado mucho tiempo, ahora entendía lo que algunas veces escuchó "A veces estar con la persona que quieres no será posible, quizás por el momento, quizás por el lugar, quizás por cómo eran... Pero definitivamente volverán a encontrarse cuando hayan vivido lo que tenían que vivir, cuando estén en el momento, lugar y tiempo correcto. Si el destino los quiere juntos, el destino se encargará de juntarlos"
Claro que ahora podía entenderlo, eran jóvenes, eran tontos, huían del momento por el hecho de tener miedo al resultado de tomar ese riesgo. Ahora que era adultos, y vivieron momento que necesitaban vivir, eran capaces de afrontar las consecuencias de sus acciones de la manera correcta y sin huir por el miedo.
— No volveré a irme de tu lado... Wang Yibo.
Pensó en voz alta mientras sonreía por imagen del pelinegro en su mente. Tenía en claro el no querer apartarse, no de nuevo.
Días después
— ¡Wang Yibo! — llamó Zhan.
Al Yibo voltear, sonrió. Xiao Zhan sostenía una cámara en sus manos, estaba tomando una foto.
— ¡Quiero ver! — comentó acercándose. — ¡Wao! ¡No has perdido tu toque eh!
Zhan rió.
— Déjame tomarte otra foto.
— ¿Por qué estás tomando demasiadas fotos? No has parado desde que me recogiste en casa y ya han pasado dos días.
Zhan suspiró mirando la foto que había tomado.
— No lo sé... Quizá una parte dentro de mí me pide que haga y capture recuerdos de los últimos años nueve años que no viví contigo... — bajó su cámara para acercarse a Yibo. — Siento que perdimos mucho tiempo, pero de la misma manera siento que que ese tiempo que perdimos fue necesario para que pudiéramos encontrarnos años después. Llámame loco, pero, veo como algo bueno y malo que nos hayamos peleado y luego distanciado...
Hubo un pequeño silencio, y en medio de ese silencio, Yibo dejó de mirarlo para fijar su vista en el mar.
— El que te vayas de mi lado, no fue tan malo... Aunque lloré y sufrí mucho, entendí muchas cosas. Dicen que existen dos tipos de dolor, el que duele y el que cambia. Cambié y la verdad no creo que eso haya sido tan malo si lo veo con esta nueva perspectiva que tengo... Lo que quiero decir es, gracias Xiao Zhan, por todo.
El pelinegro apretó sus labios ligeramente, estiró sus brazos tomando los hombros de Yibo para voltearlo y obligarlo a conectar sus miradas, recibiendo un entrecejo fruncido como respuesta.
— Quería decirte esto al final del viaje pero haces que me sea imposible soportarlo... ¿Recuerdas cuando tuvimos esa conversación sobre porqué era tan descarado y directo cuando de joven no era así y dije que en realidad tenía un propósito?
Yibo dejó salir un ligero bufido en forma de risa y asintió.
— Lo recuerdo perfectamente.
Xiao Zhan tomó sus manos con delicadeza y antes de comenzar a hablar, tomó una bocanada de aire para el valor.
— Mi propósito... Mi propósito es decirte frente a frente, mientras te miro a los ojos, lo mucho que significas para mí, lo mucho que... — Zhan suspiró tratando de encontrar las palabras. — Wang Yibo, luego de mucho tiempo, puedo decirte que al fin sé lo significas para mí, y al fin sé, que te amo... Quizá me tomó mucho tiempo aceptarlo, pero ahora lo sé, lo sé y sé que para mí significas el sol. Eres el sol radiante que aparece luego de la lluvia, haces que el cielo se despeje y de manera inconsciente me hace sonreír... Eres el sol de mi amanecer, eres el sol de mi ocaso, y quiero que sigas siendo mi sol, por el tiempo que duren mis sentimientos por ti, que déjame decirte que no será nada corto... — ambos sonrieron. — Y por el tiempo que el destino deseé que permanezcamos juntos, te mostraré en todas las formas que existentes en este universo lo que siento por ti... Solo, si me lo permites... ¿Wang Yibo, puedo convertirme en tu novio?
Yibo solo podía mirarlo a su bellos ojos, brillantes gracias a las cumbres del ocaso. La ligera brilla movía su cabello con delicadeza y el tacto en sus manos era tan cálido.
Con una pequeña sonrisa tímida, asintió, y rió un poco más fuerte cuando escuchó el suspiro de alivio de Xiao Zhan, quién no dudó en abrazarlo de inmediato. Escondió un poco su rostro en el cuello ajeno y cerró sus ojos ante la abradable sensación.
— Yibo...
— ¿Sí?
— Aunque la primera etapa de nuestra historia juntos no terminó como hubiéramos deseado, aquí inicia otra etapa, la cuál deseo que no tenga fin... Y si lo tiene, que sea a tu lado mientras tomo tu mano.
Aquellas palabras hicieron que el corazón de Yibo palpitara con fuerza. Sonrió en grande afianzando un poco su abrazo.
— Incluso más allá... No me gustaría que soltarás mi mano, porque yo no pienso hacerlo.
Ambos se separaron, y sus miradas volvieron a conectar, transmitiendo todos y cada uno de sus sentimientos más puros. Sí, los ojos son las puertas del alma, y se estaban reflejando en los ojos del otro.
Lentamente se fueron acercando hasta el momento en el que sus respiraciones chocaron, para luego, sus labios unirse en un suave, tierno, lento y hermoso beso.
— Xiao Zhan... — llamó Yibo separándose. — Este el inicio de nuestra nueva historia...
En medio de una pequeña y juguetona risa, se unieron en otro beso, uno lleno de emoción y felicidad, en dónde lo único que podían confesarse era un... Te amo.
FIN.