Comic (Camren)

By SkyWithEsmeralds

47.6K 4.4K 932

Ella parecía mucho más allá de su alcance... ¿Podría el amor unirlas? Durante años, la tímida diseñadora Laur... More

¡ESTOY ENAMORADA!
AMABILIDAD DE LA A A LA Z
ADULACIÓN
ADIÓS, MUNDO GEEK
CERRANDO NEGOCIOS
PANTALONES DE YOGA
SOY CLARK KENT
DESPLIEGUE DE CORAZONES
EXTRA ESPECIALES MEJORES AMIGAS
CHICA PERFECTA, TIEMPO EQUIVOCADO
MUJER CON TRAJE
UNA MUY PEQUEÑA BANANA
EL PREMIO VA PARA...
PIJAMADA AL ESTILO SECUNDARIA
UNA NUEVA MUJER
SANTA, EL CONEJO DE PASCUA Y CAMILA
PANTALONES MAGICOS
CÓMO ENAMORAR A UNA CHICA
ACOSO 101
EMPEZAMOS EL WOO
MAESTRA DEL WOO
INDY TIENE A SU MUJER MARAVILLA
ESTILO ANIMAL
FIN DEL WOO
LO QUE ES MÍO ¿ES TUYO?
PERSUASIÓN
ENTREGA EN CASA
SOLDADAS HERIDOS
HACIENDO MAGIA
UNA VALLA DE PIQUETE Y PIXAR

BUSCANDO A LA MUJER MARAVILLA

1.1K 138 21
By SkyWithEsmeralds

—¡No, de ninguna maldita manera!

Dani parece que va a matar a alguien, bueno, a Mojo para ser precisos.

—¿Puede hacer eso?— Pregunta Nick, luciendo enfermo del estómago.

—No estoy segura. Si peleo, incluso si él no gana la demanda, parece que me arrastrará por los tribunales durante mucho tiempo. Creo que seguirá así hasta que me destruya financiera y emocionalmente.

Ambos me miran con horror grabado en sus rostros.

—Pero de alguna manera ya me ha roto. Si hubieran podido ver la cara de Camila...

—Joder,— susurra Nick, sacudiendo la cabeza.

—Y el imbécil dice, 'Camila, siento mucho lo que te ha hecho esta perdedoa que solo llora...' como si fuera a consolarla de mi extraña explotación y abuso.

—hija de puta —Jadea Dani. —¡Tienes que pelear, Lauren!

—Lo haré —digo con determinación. —¿Qué opción tengo? Si gana y roba a C-Girl, no creo que sobreviva.

—¿Qué dice Camila al respecto?— Pregunta Nick preocupado.

—Todavía no he podido hablar con ella. Todavía deben estar hablando con ella.

—¿Hablando? Te refieres a derribarla, —lanza Dani.

—Y la he llamado varias veces pero su teléfono sigue apagado. Morgan está alerta para llamarme en cuanto salga de allí. Solo necesito una oportunidad para explicarle todo. —Mi cabeza cae. —La necesito.

—Lo sé... Lo sé —dice Nick. —Ella te ama. No importa lo mal que se vea en este momento, ella se recuperará.

—Espero que tengas razón— digo, tratando de no desmoronarme por dentro. —Sé que Mojo se va a seguir metiendo con ella, y eso me mata.

—El hija de puta necesita un mensaje —Anuncia Dani crípticamente.

Nick se ilumina.

—¿De lo qué hablamos antes?

—Sí, sí. Vayamos a ver a mi hermano después de que nos vayamos de aquí. Esto estará justo en su callejón.

—Eres una genio— Dice Nick con admiración. —El ejército se está construyendo mientras hablamos. Será épico.—

—Lo sé— Reconoce ella. —Y juntos sacudiremos esta cosa.

—¿De qué están hablando?— Pregunto con cautela. —¿Qué van a hacer?

—Nada que debas saber— Me informa Dani.

—Chicos... En serio, no quiero que estén en problemas por mi culpa.

—Es no es justo, Lauren; a pesar de la situación, eso nos ha inspirado. Esto es para todos los artistas y personas creativas que se dejan joder por los trajes. Esto es para todos nosotros.

—Está bien, solo tengan cuidado—, imploro. —No puedo soportar más la culpa en este momento. Si también perdieran sus trabajos, no creo que pueda manejarlo.

—Somos superdetectives, somos ninjas—, sisea. —Para mañana...

—Cariño, siendo realistas, estaba pensando en pasado mañana...

—Pasado mañana—continúa—Mojo verá su futuro con las mismas personas que hacen lucir bien su inútil trasero, y créeme, Lauren, no será brillante.

Después de que Nick y Dani se van, llamo a mi papá y le doy las malas noticias. Como si no fuera lo suficientemente horrible contarle que Arnauld robó a C-Girl, mi humillación es total al tener que describir a Camila y mis travesuras en la sala de conferencias. Pregunta por Camila y le explico que aún no he hablado con ella, que no estoy segura de lo que siente por mí después de la gran revelación. Con el corazón apesadumbrado, finalmente le cuento sobre su falta de respuesta cuando la llamé antes de que se fuera de la reunión.

Estoy agradecida de que no me sermonee, solo permanezca en silencio mientras trato de racionalizar mi estupidez imprudente. Cuando termino, se ofrece a llamar a Walter en mi nombre. Puedo sentir lo preocupado que está por mí cuando ni siquiera un solo cálculo o deducción se incluye en sus tranquilas palabras.

Momentos después de que colgamos, suena mi teléfono. Respondo tan rápido que ni siquiera reviso mi pantalla para saber quién es.

Primero escucho los gritos y se me encoge el corazón. Mis dedos se aprietan sobre mi teléfono celular.

—¿Camila?— Jadeo.

—No... Morgan...— Tartamudea.

—¿Estás bien, Morgan? ¿Qué ha pasado? —Pregunto, la preocupación me inunda. Nuestra dura amiga se ha resquebrajado. Esto es malo.

Ella toma una respiración profunda e irregular.

—Está todo jodido, ¿No Lauren?— pregunta ella.

—Sí,— lo admito solemnemente.

—Camila se ha ido —Dice. —Se fue y tengo el presentimiento de que no va a volver.— Empieza a llorar de nuevo, y me siento enferma de preocupación por ella y por mí.

—¿Dónde estás?— Pregunto. —¿Necesitas que vaya a buscarte?— Tengo que llegar a Camila, pero también necesito cuidar de Morgan.

—No, necesito quedarme aquí y vigilar el fuerte por Camila por si acaso. Simplemente vinieron y se llevaron su computadora.

—Joder.— Esto realmente está pasando.

—¿Qué quisiste decir, Morgan... Cuando dijiste que se había ido?

—Me dio su teléfono y dijo que iba a desaparecer por un tiempo. Ella me dijo que me consideraba una amiga. Y que me iba a extrañar.— Empieza a llorar de nuevo.

¿Por qué le daría a Morgan su teléfono antes de que me devolviera la llamada? ¿Ella incluso recibió mi mensaje?

—¿Desaparecer? ¿Qué quiso decir con 'desaparecer'?

—No estoy segura. Nunca la he visto así. Ella estaba llorando. Se veía horrible y asustada... Como si estuviera a punto de caminar a través del fuego.

—Camila...— Susurro.

—Había algo en que pudieran rastrearla con su teléfono.

Ay Dios mío. Mi Camila está asustada, muy asustada. Tengo que llegar a ella. Pero en el mismo momento me doy cuenta de que sin su teléfono, no tengo forma de contactarla, de encontrarla. Ella también está perdida para mí.

—¿Te dijo adónde va?— Pregunto.

—No, dijo que no podía saberlo, pero que se comunicaría conmigo a mi celular en cuanto pudiera.

No es propio de Camila ser paranoica. Esto me está volviendo loca.

—¿Tienes alguna idea de adónde iría?

—No realmente...— Morgan olfatea, luego continúa, —...Porque por lo que parece, no irá a ningún lugar tan obvio como el de su amiga, Jenn. Parece que no quiere que la encuentren.

Tampoco suena como si ella estuviera viniendo a mí y esa comprensión me mata. Ella sabe que haría cualquier cosa por ella, pero no soy lo que ella quiere en este momento.

Todavía en el teléfono, me levanto y tomo las llaves de mi auto. Estoy a medio camino de mi auto cuando me doy cuenta de que ni siquiera cerré mi frente puerta. Doy un paso hacia atrás, dándome cuenta de que tengo que calmarme y concentrarme. No puedo conducir en este estado o seré insegura para los demás. Tomo una respiración profunda.

—Está bien, Morgan, déjame pensar un minuto. Retrocedamos unos pasos. ¿Cuánto tiempo estuvo en Recursos Humanos?

—Bueno, más de una hora—, dice tranquilizándose una vez que escucha que estoy tratando de mantener la calma.

—¿Y luego?

—Regresó aquí blanca como un fantasma y realmente agitada. Me dijo que llamara por teléfono a ese abogado jefe de legal, Ruiz. Luego entró en su oficina y cerró la puerta.

—Está bien, así que ella habló con el abogado...— Le digo.

—Y luego, después de unos minutos, veo que la luz de su extensión en mi teléfono se apaga. Así que espero un poco, y cuando no sale llamo a la puerta. Ella no responde, así que abro la puerta para mirar.

—¿Y?— Pregunto ansiosa.

—Maldita sea, Lauren, estaba acurrucada sobre su escritorio con la cara hacia abajo, sollozando... Solo sollozando. Oh Dios. Fue horrible. Así que entré, cerrando la puerta detrás de mí. Me acerqué a ella, pero no estaba segura de qué decir, qué hacer... Así que solo le ofrecí un montón de Kleenex.

—¿Dijo algo?

—Ella seguía diciendo, 'es mi culpa... por mi culpa... ella está arruinado.'

—¿Arruinada?— Siento que me acaban de dar un puñetazo en el estómago. Sé que está hablando de mí.

—Lo siento mucho, Lauren. ¿Qué te hicieron?

—Arnauld robó mi cómic y se apoderó de él.

—Joder... ¡No! Sabía que era algo realmente malo. Sabía que de alguna manera se vengaría de que Camila se enamorara de ti.

—Sí, sabía que él también lo haría. Nunca soñé que sería esto.

—Bueno, eso explicaría lo que dijo a continuación. Me dijo que te dijera que iba a hacer todo lo posible para detenerlo. Que no podría enfrentarte de nuevo hasta que arreglara esto de alguna manera.

—¿Dijo ella cómo lo iba a arreglar?

—No, ni siquiera podía decir si tenía un plan, o si solo estaba divagando desesperada.

—¿Dijo algo más?

Hay una larga pausa.

—¿Qué, Morgan?

—Mierda, Lauren, no quiero decirte esto...

—Necesito saberlo todo. Por favor.

—Entonces ella me dijo que siempre supo que no era lo suficientemente buena para ti, y esto lo demuestra. Estarías mucho mejor sin ella jodiendo tu vida.

—¿Qué?

¿Qué?

Estoy casi enojada con ella... Furiosa. ¿Cómo puede decir eso después de todo lo que hemos compartido juntas? La necesito ahora más que nunca.

—Tal vez solo estaba siendo dramática, Lauren. Estaba tan angustiada.

—Voy a ir a su casa, a ver si está. Tendría que ir a buscar cosas si se va a ir por un tiempo.

—Date prisa entonces— Advierte ella. —Estoy segura de que no estará allí por mucho tiempo. Hace al menos una hora que se ha ido. No podía salir a llamar con todo el asunto de la computadora. Y antes de eso, Arnauld irrumpió aquí y gritó, luego me interrogó porque se suponía que debía llamar a su oficina en el momento en que ella regresara de Recursos Humanos.

—¿Te gritó el hija de puta?

—Sí, evidentemente aún no había terminado con ella. ¿Y sabes qué? No me importa si me despide. Lidiar con él en ese momento era lo último que necesitaba.

Siento una poderosa oleada de gratitud hacia Morgan.

—Hiciste lo correcto. Gracias por estar siempre pendiente de Camila— Le digo tranquilizandola.

—Por supuesto.

—Está bien, mejor me voy. Me comunicaré contigo más tarde.

—Está bien. ¿Oye, Lauren?

—¿Sí?

—Lo siento mucho. Lo siento por todos nosotros.

***

Puse todo mi enfoque en la conducción ya que mi mente y mi espíritu están disparados. Mantengo la calma hasta que doy la vuelta al lago Hollywood y descubro que tienen la carretera cerrada debido a la filmación de una película. El policía de locaciones me informa que, a menos que pueda esperar unos cuarenta y cinco minutos, lo único que puedo hacer es volver sobre mis pasos y luego subir desde el frente, a través de Hollywood. Solo eso tomará casi treinta minutos o más debido al tráfico. Y ahí es cuando pierdo la calma.

Giro mi auto como un conductor de Indie 500 y lo acelero en el camino ventoso que rodea el lago. Para cuando llegué a Barham Blvd. dirigiéndome hacia Hollywood, estoy completamente ansiosa.

Ella no puede simplemente dejarme cuando más la necesito. Ella me dijo que me amaba. Ella me dijo que era para siempre. Una cosa fue cuando pensé que estaba enojada conmigo por C-Girl, pero esto es otra.

Estoy enojado con esta débil Camila que se escabulle de mí cuando las cosas se ponen difíciles. Quiero a mi Camila fuerte, que estará a mi lado en la batalla. Podríamos luchar contra esto juntas.

Tan pronto como llego a su casa puedo decir que ya se ha ido. Entro por la puerta, luego llamo inútilmente al timbre una y otra vez y miro por las ventanas delanteras. No hay señales de ella.

Nunca me he sentido más derrotada. Me siento en el umbral de su puerta con la cabeza entre las manos tratando de averiguar qué hacer a continuación.

—No me hagas esto, Camila— Le susurro. —Por favor, no me hagas esto.

Estoy casi de regreso a mi casa cuando suena mi celular.

—¿Dónde estás?— Pregunta Chris, renunciando a las formalidades.

—Conduciendo a casa.

—Ven a la tienda de Billie. Papá llamó y me dijo lo que está pasando. Necesitamos hablar.

—No creo que pueda, Chris. Soy un desastre.

—Camila estuvo aquí no hace mucho. Billie la atendió.

—Estaré ahí.

Cuando finalmente llego a Outer Limits, Billie tiene una expresión de preocupación cuando se acercan a mí. Chris asiente con un saludo abreviado.

—Chris dice que Camila estuvo aquí— Le digo directamente a Billie. —¿Qué pasó?

Billie se detiene justo frente a mí y apoya los puños en las caderas a la defensiva. Su expresión se transforma de preocupación, a tormentosa, a feroz.

—Le dije que se largara de mi tienda.— Gimo y me tapo la cara con las manos.

—¿Por qué, Billie?

—Chris acababa de llamarme para decirme que no salió en t defensa en la reunión... Y luego apareció aquí. Ella estaba tratando de comprar un juego completo de tus cómics y eso me molestó. ¿Qué pasa si ella los lleva a ese idiota de Arnauld?

—Te lo aseguro. Ya tiene un set.

—Y entonces se puso a llorar como un bebé, y a balbucear que no es lo que pensaba. Además, alguna mierda de que ella quiere ayudarte. Entonces le pregunté por qué no estuvo contigo cuando más la necesitabas. ¿No entendía ella lo que significaba ser amada así? ¿Lo suficiente como para crear un personaje en su nombre y mostrarle todo el amor del mundo? ¿Quiero decir, qué demonios?

—Oh, Billie— Digo derrotada.

—Ella balbuceó que no era buena para ti, que estarías mejor sin ella.

Sacudo la cabeza con desesperación.

—Entonces le dije que si era tan cobarde, en mi opinión, tiene razón... Pero que nunca la verías así. Si ella te abandona, te matará.

—¿Qué dijo ella a eso?

—Solo lloró más fuerte. Que emo.

—¡Billie!

—Entonces le dije que se llevara los libros y que no quería su dinero. Solo quiero que ella haga lo correcto contigo.

—No debías decirle esas cosas.

—¿Qué? Si ella te va a abandonar cuando más la necesitas, entonces he terminado con ella. Lo siento Lauren, pero está mal.

—No es lo que piensas Billie. También le dijo a su asistente que va a tratar de ayudarme. Incluso si Camila está enojada con C-Girl, necesito creer que todavía se preocupa por mí. Lo juro, ella no dejaría que Arnauld me derrotara sin tratar de hacer algo. ¿No puedes ver eso?

—Solo estoy mirando lo que está justo frente a mí. Y tú también deberías.

Sus palabras me persiguen todo el camino a casa y con cada hora que pasa se pone peor.

Camila podría haberme alcanzado ya. No me importa si fue por un maldito teléfono público o por telegrama. Si ella me conoce en absoluto, sabría lo desesperadamente que necesito que me tranquilicen ahora.

Incluso si no puede manejar el hecho de que estuve obsesionada con ella durante tanto tiempo y le oculté a C-Girl, me debe al menos hablar de eso. Una corriente de pensamientos angustiosos da vueltas en mi cabeza, jugando una y otra y otra vez hasta que creo que me estoy volviendo loca. Tomo la decisión calculada de rendirme al alcohol para adormecer mis pensamientos torturados y desesperados.

***

Es una noche larga y oscura con mi teléfono celular silencioso agarrado en una mano, un vaso lleno de ámbar sin hielo en la otra mientras deambulo sin rumbo por mi casa embrujada. Soy un fantasma, mis profundos suspiros hacen eco doloroso, mientras temo la pérdida de la vida que siempre quise.

Veo a Camila en todas partes... Sus espejismos brillantes se burlan de mí. Pero cada vez que la alcanzo, mis dedos temblorosos no agarran nada más que aire.

A la mañana siguiente, la luz brillante del baño me quema los ojos. Me pongo de pie con un ligero tambaleo antes de ajustarme y acercarme al fregadero.

¿Qué día es de todos modos? Ah sí, martes... El día después del peor día de mi vida.

Observo mi reflejo. Menos mal que Camila no me está viendo ahora. Esto prácticamente sellaría el trato.

—Oye Lauren, ¿Sabías que Jack Daniels no es un buen sustituto de Camila?— Me pregunto en voz alta.

—¿No?— Respondo.

Mi reflejo en el espejo es borroso. Probablemente no sea una buena señal que me esté hablando a mí mismo.

—Pero anoche pensé que valía la pena probar el Jack Daniels.

En el espejo veo mis manos levantarse en un gesto como si estuviera explicando mi razonamiento. Luego frunzo el ceño y sacudo la cabeza con desaprobación.

—De vuelta a la mesa de dibujo, Lauren.

Me inclino sobre el lavabo y me echo agua en la cara hinchada y los ojos hinchados. Pensé que solo los locos hablaban solos. Así que ahora soy un cabrón loco. La mañana es una perra fría y dura.

Con un conflicto interno considerable, respondo la llamada telefónica de mi papá. Aparentemente, mis respuestas de zombi a sus preguntas lo desalientan.

—Lauren, ¿Has comido algo, o solo bebiste anoche?

—¿De verdad quieres saber?— Pregunto, descorazonada.

—Ah, hija. Voy para allá. Pero primero hay buenas noticias. Walter acaba de llamar, y no están investigando el tema de la sala de conferencias. Parece que ayer Camila los convenció de que era consentido, que ella fomentaba la conducta agresiva. También les dijo que tenía muchas ganas de tener sexo contigo mientras se inclinaba sobre la mesa de la sala de conferencias.

—Papá. Detente. Realmente no quiero escucharlo. Ni siquiera puedo sentirme aliviada.

—Bueno, estoy extremadamente seguro de que este problema de Lothario depredador se ha puesto a descansar. ¿Pero no te he enseñado nada, hija, sobre la aversión al riesgo? La próxima vez, ten un momento para considerar los peligros de la exposición, en comparación con el momento fugaz pero eufórico de la liberación física. La practicidad ganará siempre.

—Sí, soy una idiota. Anotado,— arrastré las palabras ligeramente. —¿Terminamos?—

—¿Sigues borracha?

—Tal vez.

—Dúchate y vístete. Estoy en camino.

Minutos después de colgar escucho campanas sonar de nuevo. El jodido ruido tiene que parar. En mi estupor, me doy cuenta de que es mi teléfono y finalmente lo contesto.

—¿Lauren?

—¿Sí, Walter?

—Necesito que revises todo tu arte y busques ejemplos de cómo podrías haber estado desarrollando estos personajes antes de tu tiempo en Sketch Republic.

—Pero no los desarrollé hasta que estuve en Sketch Republic.

—Creo que no me estás entendiendo Lauren. ¿Quieres ganar o no?

Mientras cuelgo, siento una sacudida de realidad. ¿Quiero ganar? ¿Está bromeando?

Tengo que ganar A pesar de mi patético estado de desesperación, no he perdido de vista que Camila y C-Girl lo son todo para mí. Me hundo en la silla de la sala e imagino mi vida sin mis dos mejores chicas, y mi garganta comienza a apretarse hasta que siento que no puedo respirar. Mis ojos recorren las cajas de coleccionables y noto que cada figurita y figura de acción está estoicamente posada y quieta como si esperara su orden para nuestra próxima batalla.

¿Están preocupados por mí? ¿También extrañan a Camila? Tengo que imaginar que lo hacen... ¿Quién no lo haría?

Me levanto a buscar mi teléfono y decido dejar un mensaje en el teléfono fijo de la casa de Camila.

—Camila, si alguna vez vuelves a tu casa y escuchas tu contestador automático, y si alguna vez te preocupas por mí y lo que pienso de nuevo, ¿Me llamarás? Pensé que esto era todo: Tú y yo, amor verdadero y todo eso. Ahora te has ido y yo estoy perdida. Estoy muriendo aquí. ¿Puedes llamarme?

***

Papá me encuentra en el patio trasero, sentada en una silla de jardín con mis pantalones Scooby PJ y sin la parte superior. La botella casi vacía de Jack Daniels está en el suelo a mi lado, pero la botella grande de agua es mi bebida preferida ahora, mientras tomo sorbos lentamente y miro los arbustos.

Suspira con resignación y acerca una silla frente a mí. Solo se sienta en silencio por un rato y me observa.

Finalmente, se aclara la garganta y comienza a hablar, pero antes de que pronuncie las palabras, levanto la mano para detenerlo.

Sacudo la cabeza con firmeza y él se recuesta en silencio. Pasa otro minuto.

—¿Tal vez todo fue un sueño? —ofrezco finalmente.

—¿Ayer?— Pregunta.

—No, ayer fue muy real. Quizás todo antes de ayer fue un sueño... La parte donde Camila estaba enamorada de mí. Tenía un gran trabajo y un contrato de cómics... Porque ahora todos se han evaporado en el aire, así que tal vez nunca fueron reales.

Me mira directamente a los ojos.

—Hija, lo único que se fue es ese trabajo. Y tal como estaba, estabas lista para seguir adelante. El resto sigue siendo abundantemente real. Todavía son tuyos para tener. Solo tienes un trabajo fastidioso que hacer.

—No estoy segura de tenerlo en mí, papá. No sé si puedo luchar para salir de esto sin Camila.—

Papá se pasa los dedos por el cabello frustrado. Creo que lo estoy volviendo loco, pero ya no me importa en este momento.

—Debes recomponerte y luchar, Lauren. Tienes que hacerlo por ti misma, y tienes que hacerlo para mostrarle de qué estás hecha.

—Pero tal vez ella ya no me ama. Tal vez nunca la compensaré. Tal vez viviré el resto de mi vida sola.

—Te diré que. Soportaré este lloriqueo malhumorado hoy, considerando el estado en el que te encuentras y por lo que acabas de pasar. Pero entonces, suficiente. Necesitas encontrar tu confianza y tu poderosa fuerza para la batalla, hija, no solo revolcarte en tus desilusiones.

—Tengo todo el derecho a revolcarme —Gimo, inclinándome hacia delante con la cara entre las manos. Mis codos se clavan en mis rodillas y el dolor casi se siente bien. —Yo podría ser la maldita rey de la depresión.

—Lauren, ¿Qué te imaginas que pensaría Camila si te viera así?

—Que soy una perdedora que no vale su tiempo.

Papá se aclara la garganta y hay un largo momento en el que puedo decir que está sopesando sus palabras, haciendo diagramas de flujo mentales de mis posibles respuestas y el contra-argumento apropiado para cada una.

—Hija, ¿Has olvidado que Camila está en algún tipo de misión para ayudarte? ¿Eso significa algo para ti? Sus acciones con respecto al secreto y alejarse de su posición cuidadosamente perfeccionada muestran su compromiso inquebrantable contigo. También asegura que ella no te hará más vulnerable a Arnauld de lo que ya eres.

—No puedo imaginar por qué está haciendo algo. Creo que odiaba a C-Girl.

—No tienes forma de saber eso. El hecho de que actuó desinteresadamente con un grupo que sabía que contaba con una reacción dramática, demuestra que es astuta y rápida. Me niego a subestimar sus habilidades, y si yo fuera tú tampoco lo haría.

—¿En serio?— Pregunto débilmente.

—Nunca sabrás lo que realmente siente por C-Girl hasta que estén juntas a solas y tengan la oportunidad de hablarlo. Presiento que eso no sucederá hasta que ella sepa que estás a salvo de su traición.

—Supongo— digo con incertidumbre.

—Dale un poco de tiempo, hija. Ella vendrá a ti cuando esté lista. Recuerda que ella también fue duramente golpeada ayer. Tampoco parece que tenga un sistema de apoyo como el tuyo. Fue expuesta y humillada por las imágenes de la sala de conferencias. Ya no tiene trabajo, ya sea por voluntad propia o no. Finalmente se enteró que la persona de la que estaba enamorada, le guardaba un secreto muy grande, que la involucraba a ella, durante toda su relación.

Sus palabras me golpearon con fuerza, mi coraza exterior enojada se agrietó y cayó en pequeños pedazos a mi alrededor. Tomo un trago de agua y me siento un poco más alto en mi silla.

—¿Qué hago ahora?

—Necesitas concentrarte en tu defensa y cooperar con Walter. Revisa todo tu arte y busca cualquier cosa que pueda ayudar a tu caso. Cuídate rigurosamente durante este momento de estrés extremo... No más borracheras. Sus electrolitos deben estar completamente fuera de equilibrio.

—Todo está fuera de control— admito, rodando los ojos.

—Necesitas estructurar tu día, ejercitarte meticulosamente y comer sano.

Maldita sea... Mi papá y su locura práctica pueden ser increíblemente molestos a veces.

—¿Comer saludable?— Estiro las piernas y noto que el Scooby-Doo en mi espinilla derecha debe haber sido rociado con whisky en algún momento anoche.

Papá se pone de pie.

—Mira, métete en la ducha y te busco algo en la cocina para que comas. Cuando haya terminado, debe comenzar a revisar sus archivos. Nos reuniremos con Walter por la mañana.

Al principio, la ducha de agua caliente se siente como mil agujas penetrando mi piel, pero después de un minuto realmente me calma. En el momento en que salgo y me seco, empiezo a sentirme humana de nuevo... Todavía miserable, pero al menos humana. Cuando entro en la cocina, huelo café recién hecho y mantequilla de maní.

Mike se ve severo mientras niega con la cabeza.

—Tu alacena están prácticamente vacíos, Lauren. Lo mejor que pude hacer es mantequilla de maní y mermelada. Apenas hay evidencia aquí de dos grandes grupos de alimentos, los otros tres están completamente ausentes. Me sorprende que no muestres signos de desnutrición.

Me encojo de hombros.

—Me encanta la mantequilla de maní y la mermelada. Y normalmente tengo leche aquí para mi cereal Lucky Charms, pero Camila y yo estábamos muy ocupadas esta semana y se me acabó. Ese es otro grupo de alimentos... Tres de cada cinco, papá.

Simplemente niega con la cabeza, empuja el plato hacia mí y luego sirve una taza de café.

Se une a mí en la mesa y, como un papá oso, me observa comer lentamente. No hablamos, pero estamos cómodos en el silencio. A medida que mi cabeza comienza a despejarse, no puedo evitar apreciar que él está aquí tratando de ayudarme.

Cuando termino, aparto el plato y me froto la cara enérgicamente.

—Está bien— digo, tratando de asegurarle que estaré bien, incluso si yo mismo no estoy tan segura.

—Está bien—responde aliviado. —Entonces, ¿Vas a ponerte a trabajar ahora?

Asiento con la cabeza.

—Buena chica.

Le sonrío y él me devuelve la sonrisa cuando se da cuenta de cómo sonó eso.

Se pone de pie para irse.

—Te llamo más tarde y si no escucho progreso, vuelvo—, advierte sonriendo.

¿Mi papá acaba de hacer una interpretación de Terminator? Sonrío.

—Bien, gracias papá.

Él tira de mí en un abrazo.

—Te amo hija. Vamos a superar esto.

—Te creo, papá. Y te amo también.

***

Cuando abro el primer cajón de la oficina de mi casa, comienza mi lucha interna. Cierro los ojos haciendo una mueca. No estoy segura de poder hacer esto ahora mismo. Abro los ojos y miro brevemente la ordenada pila de dibujos. Cada boceto me hace pensar en Camila y vasos de Starbucks, Arnauld tomando C-Girl y Sketch Republic sin mí. Resistiendo el impulso de huir, miro hacia la ventana y noto mi figura de la Mujer Maravilla encaramada en el estante cercano. Me levanto y me acerco a ella, admirando su majestuosa postura.

Con un impulso repentino, la levanto y la llevo de regreso al área de mi escritorio. La poso encima de la librería mirando hacia donde estoy tratando de trabajar. Me invade un sentimiento.

—Oye, Mujer Maravilla— digo en voz baja. —Me vendría bien un poco de motivación ahora mismo. ¿Podrías ayudarme? —Ni siquiera me siento como el bicho raro que soy mientras la estudio, esperando pacientemente su respuesta. —Si pudieras hablar, apuesto a que me dirías que sea fuerte... ¿No?

Me acerco e inclino su cabeza hacia adelante como si estuviera asintiendo.

—¿Puedes compartir conmigo un poco de tus superpoderes? Y ya que voy por el camino de la locura, ¿Puedo preguntar otra cosa? —Sus ojitos me miran fijamente. —¿También puedes cuidar a Camila?

Ni siquiera tengo que asentir con la cabeza para ella, porque en ese momento la luz de la ventana cambia y ella brilla. Puede que me lo esté imaginando, pero me reconforta de todos modos. Ella nos ayudará a mostrarnos el camino.

Alcanzo el cajón abierto con nueva resolución. Mi corazón puede estar destrozado, y todavía temo no volver a abrazar a mi Camila, pero tengo que demostrarme a mí mismo ya Camila de qué estoy hecho. Voy a tratar de luchar por mi C-Girl como lo haría cualquier superhéroe.

Vuelvo a mirar a la pequeña heroína y asiento.

—Está bien, Mujer Maravilla, acabemos con esto.

***

Entiendo su posición de lectoras y de querer terminar algo que empezaron a leer porque yo también soy lectora. Pero deben ser pacientes. La manera en la que me escribían por privado, por comentarios, por Twitter diciendome que era una irresponsable y una estafadora por no hacer el maratón que había prometido, me quitaron las ganas en su momento de hacer cualquier actualización con Comic. 

Para empezar, yo tuve la iniciativa de hacer el maratón porque tenía la energía de hacerlo con todas las historias. Nunca entendí el acoso y la falta de respeto por tardarme una semana en subir algo respecto a Comic. Pensé en hacer actualizar después de cancelar el maratón pero las ganas de hacerlo bajaron más y más y después de un mes, es que pueden volver a leer algo de Comic.

No tengo problemas de que digan que actualice, es normal. Mi límite es cuando escriben por todos los lados existentes de que soy una irresponsable y una estafadora. Si esto es un trabajo, estaría en la banca rota porque no estoy siendo beneficiada en nada. Este es mi hobby, amo mi hobby y entiendan que un hobby no conlleva ninguna responsabilidad más que disfrutar de él y yo cuido mucho eso.

Twitter: skylojoregui.

Continue Reading

You'll Also Like

35.6K 2.9K 61
En una época donde el mundo era gobernado por reyes, nació en una familia noble una hermosa niña llamada Lauren Jauregui hija del duque. Teniendo co...
317K 31.1K 60
La noticia de que Red Bull se arriesgo al contratar a una mujer para que reemplace a Sergio Pérez luego de su repentina salida del equipo, ronda por...
73.7K 6.5K 7
|🌷| 𝘖𝘩 𝘐 𝘶𝘴𝘦𝘥 𝘵𝘰 𝘴𝘢𝘺, 𝘪 𝘸𝘰𝘶𝘭𝘥 𝘯𝘦𝘷𝘦𝘳 𝘧𝘢𝘭𝘭 𝘪𝘯 𝘭𝘰𝘷𝘦 𝘢𝘨𝘢𝘪𝘯 𝘶𝘯𝘵𝘪𝘭 𝘪 𝘧𝘰𝘶𝘯𝘥 𝘩𝘪𝘮... Luzu, un chico em...
9.8K 404 12
tn llega a playtime co después de la desaparicion de bastantes trabajadores incluyendo a su padre así que unos días después de la desaparición de su...