Süleyman se retiro al día siguiente luego de pasar una noche con su amada Nükhet, el palacio entero se regocijo con la noticia del nuevo bebé, excepto dos personas, Firuze hatun y Hatice sultan, ambas maldecian a Nükhet y a su descendencia.
—Sultana - Nürhan se acercó, Nükhet se sentó rápidamente.
—¿Lo sabes ya?
—Seguí a la mujer que salio de los aposentos del sultán hasta el palacio de la sultana Hatice.
—Esa bruja otomana como siempre - Nürhan asintió.—¿Viste su rostro? ¿Sabes algo más?
—Sí, vi a una niña correr hacia ella, le gritaba mamá.
—Raziye tenía razón... esa niña llamó tía a Hatice - Nürhan asintió nuevamente y se preparo para hablar —Brujas.
—La mujer ha estado más cerca de lo que pensamos sultana, esa mujer es Firuze hatun, la criada de la sultana Mihrimah - Nükhet abrió su boca sorprendía y solto a reír sin control.
—Maldita zorra, escudandote detrás de la hija de la mujer que te puede matar sin piedad - negó —Que buen dato tenemos Nürhan, esto es oro puro.
—Gracias a usted lo sabemos, es inteligente.
—Sin su ayuda no podría - Nürhan sonrió.
—¿Qué hará con ella?
—Yo no, se de alguien que le hará la vida imposible.
Nükhet reposo en el pecho de Süleyman y dejó un pequeño beso en el, Süleyman le regalo una pequeña sonrisa y acaricio sus mejillas con cariño.
—Cuándo te embarazas reluces más, brillas - Nükhet asintió, odiaba estar embarazada, cada vez era más y más difícil, pero el había decidido darle hijos hasta más no poder, y ahora aquel bastardo que albergaba en su vientre venía, no sabía si lo amaba o no, pero ya estaba ahí.
—¿Está feliz? -lo vio asentir —Yo también, pero me ponen tristes algunas cosas...
Süleyman suspiro, sabía que venía, hablar sobre Firuze.
—Quiero más días con usted, aprendí a pintar en estos años, quiero hacerle un cuadro - Süleyman sonrió, le sorprendía que su amada Joya no le hablara de su favorita —Déjeme hacerlo.
—Haz lo que quieras conmigo - Nükhet soltó a reír y asintió, se levantó y se apoyo sobre sus rodillas.
—¿Lo que quieras? - el sonrió, ella acomodo sus piernas una a cada lado de el y se sentó sobre su miembro —Quisiera ser su única mujer pero pido mucho, así que lo que quiero es su amor, su amor para mis hijos, quiero que los ame cada día y a cada respiro.
Süleyman soltó una leve risa y asintió, amaba verla actuar de aquella forma tan infantil y mandona.
—Y también lo deseo a usted - un pequeño susurro salio de sus labios, Nükhet se quito la sábana de encima y comenzó a hacer aquellos movimientos de caderas que volvían loco a Süleyman.
Hürrem apoyo su rostro entre sus manos, se sentía agotada y sola, día a día veía como Süleyman la desplazaba, solo era la madre de sus hijo, la directora del harén, pero su consorte no.
—Sultana, Nükhet sultan está afuera - Nazli habló, Hürrem asintió algo distraída.
—El amor es un arma de doble filo, mata y pone triste a todos - la voz de Nükhet la saco de sus pensamientos.
—¿Qué deseas? - Nükhet se sentó a su lado, Hürrem suspiro.
—Te tengo algo que te pondrá de peor humor.
—Eres molesta - Nükhet sonrió.
—He esto te interesa más que a mi, finalmente encontré a la garrapata que buscabas - Hürrem la miro raro —Esa favorita que todos ocultan de nosotras, finalmente se quien es.
—¿Cómo lo supiste?
—Hatice es un dolor de cabeza, así que la inculpe de algo que yo misma planee, obviamente su majestad le resto importancia.
—Ciertamente, Süleyman siempre ignora lo que ellas hacen, siempre me enviaba fuera a mi y a ellas no - Nükhet asintió.
—Lo se, ¿No es cruel contigo misma seguir amandolo? - Hürrem la miro —En fin, la favorita es alguien cercano a ti, a tu hija Mihrimah, aquella a la que pensabas enviar con el príncipe Mehmet.
—¿Aquien? - su duda fue callada.
—Firuze es esa mujer - la garganta de Hürrem se seco, su mente dio vueltas y una rabia enorme creció en ella.
—Mientes...
—Y eso no es todo - Hürrem la miro mal.
—¡Di todo de una vez!
—Que sexy - Nükhet soltó una risa —Lo peor es que en estos años ocultaron a una niña idéntica a ella, Hafsa sultan, nacida de Firuze y ocultada por la bruja de Osman - Hürrem se levantó de golpe y miró a Nükhet sin poder creerlo — Raziye la encontró en el jardín, dijo abiertamente que su tía Hatice le daba lindos vestidos ya que era importante - habló con voz infantil —Que bien lo hizo Hatice esta vez, no sólo oculto a Firuze, si no también a una bastarda.
—Tú sinceridad me da dolor de estómago - Nükhet asintió —Sí es así Firuze debe de tener un rango, dio a luz a una niña... una kadin, y si sigue así...
—Dara a luz a un principe y ahí si estaremos acabadas.
Zeki veía a sus hermanas jugar con aburrimiento, sus clases habían terminado y no tenia más nada que hacer, eso fue hasta que Iskender se acercó a él.
—Hermano vamos a luchar con espadas - Zeki negó frenéticamente —Vamos hermano.
—No quiero, eso es de bárbaros.
—¿Adina que? Lo somos - Zeki le miró mal —Hermano.
—Déjalo en paz Iskender - Mahşa se acercó a ellos —Busca a Bali Bey, deja a Zeki quieto - Iskender les saco la lengua y salió —Hola hermano.
—Me das dolor de cabeza Mahşa.
—Que insolente, soy tu hermana mayor.
—Y mi mayor problema - Mahşa me dio un leve golpe a la cabeza.
—Ire a ver unas telas con la costurera, ¿Me acompañas?
—No - Mahşa suspiro.
—Es Ceda de China... - Zeki alzó la vista — nunca antes vista...
—Bien iré - Mahşa aplaudió contenta y abrazo a su hermano menor, sabía que aquella sería una salida inolvidable.
Firuze cargo entre sus brazos a Hafsa, repartió besos en sus mejillas regordetas y sonrió, su hija era lo que más amaba, por ella era capaz de ser una asesina de verdad.
—Mamá... la tía Hatice me regalo un collar, dice que atrae buena suerte - Firuze sonrió.
—Me alegra cielo, mereces las cosas más hermosas - Mereces lo que Mahşa y Mihrimah tienen, aquel pensamiento siempre estaba en su cabeza, su hija merecía cosas más hermosas que aquellas dos malcriadas.
Ya se supo la verdad, ¿que creen que pase?
Mis redes.