El atardecer que nunca vimos...

Por Uvita_412

1.6K 472 647

Una bailarina muy despistada, Un autor muy pervertido, Un choque muy repentino, Que una historia de amor emp... Más

Dedicatoria
Sinopsis
Prólogo
Capítulo 1: Un desconocido muy conocido
Capítulo 2: El Festival
Capítulo 4: Mi Casa, Tu Casa.
Capítulo 5: Despistada
Capítulo 6: La Librería
Capítulo 7: Dos Cervezas Y Un Pervertido
Capítulo 8: Problemas
Capítulo 9: Un Beso En El Baño
Capítulo 10: Un Secreto Descubierto
Capítulo 11: Reconciliación
Capítulo 12: Peleas De Familia
Capítulo 13: Bajo La Lluvia
Capítulo 14: Solo Una
Capítulo 15: Cena De Familia
Capítulo 16: Conociendo A Los Suegros
Capítulo 17: Mejores Amigos

Capítulo 3: Peleas y avances.

130 48 66
Por Uvita_412

Hola si encontráis algún fallo no dudéis en comentarlo. Ahora a disfrutar del capítulo.

Cuando abro los ojos, los rayos de sol ya se cuelan en la habitación, de hecho son tan fuertes que molestan.
Me giro sobre mí para alcanzar mi móvil y ver si tengo algún mensaje. Pero cuando lo enciendo y me doy cuenta de la hora casi me da un infarto.

¡Es casi la una de la tarde!

Sí que has dormido ¿eh?

Madre mía Erik me va a matar.

Sería un final interesante.

Antes de levantarme de la cama entro en WhatsApp para escribir a Aike y que pueda guardar mi número. Pero tengo un problema, no sé que ponerle. Después de meditarlo un rato decido que no me voy a enrollar por lo que le pongo un simple hola.

Y después me levanto de un salto de la cama, y me visto lo más rápido que puedo. De hecho lo hago tan rápido que no me doy cuenta de lo que me pongo, pero no podía importarme menos. Creo que hoy ni siquiera voy a salir de casa.

Cuando salgo de la habitación me dirijo a la cocina y me encuentro una escena un poco íntima entre Erik y Katie- su novia-, están teniendo un momento romántico. Katie está sentada en la encimera y Erik está entre sus piernas mientras se están besando. De hecho es un beso tan intenso que poco más y se succionan el uno al otro.

Espera ¿que hago yo viendo esto?

Pues porque eres muuuy cotilla.

Estás en lo cierto.

Me doy media vuelta para marcharme de nuevo a mi cuarto, pero me detengo al escuchar un grito proveniente de la cocina. Así que vuelvo para ver que ha pasado, y me encuentro con que la encimera está vacía porque ahora están los dos en el suelo- Katie encima y Erik debajo- mientras siguen besándose.

Me quedo mirando la escena con cara de asco porque...

Porque el chisme nos llama, anda aparta que quiero ver.

Vale, me estoy volviendo loca.

Cuando veo que Katie está a punto de quitarle la camiseta a Erik, me aclaro la garganta para llamar la atención y ambos se giran hacia mí, y se ponen pálidos al instante.

—Eh... —empieza Erik dudando, y luego se gira hacia su novia-¿volvemos a la habitación?

—Sí, mejor —contesta ella.

Acto seguido, ambos se levantan del suelo y pasan por mi lado con una sonrisa de disculpa, y yo me apresuro a hacer un gesto con la mano para restarle importancia.

Cuando ya se han encerrado en la habitación, me dirijo a la cocina y abro la nevera para comer algo, porque me estoy muriendo de hambre, pero ¡mierda!, la nevera está vacía, salvo por un yogur de fresa que está en la estantería de arriba. Cuando lo cojo para comérmelo me doy cuenta de que lleva caducado más de un mes, por lo que pongo cara de asco y me acerco a la basura para tirarlo.

Nota mental: no dejar a Erik a cargo de hacer la compra.

Estoy de acuerdo, como se lo encargue otra vez morimos de hambre.

Me voy a mi cuarto a prepárame para ir a comprar algo al supermercado que hay aquí abajo. Ya que es domingo y es lo único que esta abierto por la zona.

Cuando me estoy poniendo la camiseta mi móvil suena por la llegada de un mensaje y al acercarme a recogerlo para ver quién me ha escrito me encuentro con que esa persona es mi ex novio, Daniel. Entro en WhatsApp para leer lo que me ha dicho y lo que me encuentro es con que me pide que nos veamos ahora para aclarar las cosas. Tiene que ser importante porque para que me escriba Daniel...Y como no tengo nada mejor que hacer le digo que sí.

Claro, porque ir a hacer la compra no es nada importante.

Termino de vestirme y cojo el bolso y la chaqueta.

¡Hoy te has acordado!

Salgo de casa y voy a las escaleras. Cuando salgo a la calle el frio se adueña de mí, por lo que me abrazo a mi misma intentando mantener el calor corporal. Me siento en las escaleras de la entrada del edificio mientras espero a que llegue Daniel.

Llevo ya casi quince minutos esperando cuando distingo a la persona que se a aproxima a donde estoy sentada. Me levanto y me acerco a él.

—Hola —digo sin más.

—Hola —contesta él.

Y después de eso se forma un silencio bastante incómodo en el cual nos vemos sumidos por casi dos minutos.

Daniel se aclara la garganta y me dice:

—He venido a hablar contigo.

-Eso ya lo suponía-digo poniendo los ojos en blanco.

-He pensado que podríamos ser amigos-dice encogiéndose de hombros.

-¿Para qué te interesa que seamos amigos?-digo alzando un poco la voz-Porque sino recuerdo mal cuando cortamos me dijiste que no querías volver a saber nada de mí.

-He cambiado de opinión-añade torpemente.

-Daniel-empiezo en tono de advertencia al ver que va a seguir hablando-. No sé qué habrás venido a buscar, pero aquí no lo vas a encontrar.

Y con eso doy media vuelta y me alejo. Pero de poco me sirve porque poco después me agarra de la mano y me gira para que siga hablando con él.

-Quiero que me des el dinero que me debes-me dice sin ningún remordimiento.

-No te debo absolutamente nada-le digo yo enfadada.

-Yo creo que sí, sino recuerdo mal te page muchas...

No puede terminar porque el sonido de mi teléfono lo interrumpe. Yo lo cojo y me quedo atónita cuando veo quien es.

El nombre de Aike aparece en la pantalla.

Descuelgo el teléfono y me lo llevo a la oreja.

-¿Sí?-empiezo.

-¿Hablo con a señorita Daira?-dice al otro lado del teléfono.

-Ja, ja. Muy gracioso.

-¿Qué haces?-pregunta ignorando el comentario de antes.

-Nada impórtate-le digo mirando de reojo a Daniel, que parece que está bastante enfadado.

-¿Puedo pasarme por tú casa?

-Sí-y me sorprendo a mi misma con lo poco que me ha costado pensarlo.

-En diez minutos estoy ahí-. Y con eso cuelga el teléfono sin darme opción a respuesta.

Parece que al final no hacemos la compra.

Me giro hacia Daniel que parece que va a empezar a echar humo por las orejas.

-No hace ni un mes que lo dejamos, ¡ y ya estás con otro!-me espeta fuera de si.

-Te recuerdo que cuando estábamos saliendo tú ya estabas con otra-digo, también enfada.

Él se queda callado por la repentina acusación. Pero tarda menos de dos segundos en reponerse.

-No he venido a discutir sobre lo que pasó, sino a decirte que me devuelvas el dinero que me debes-dice bastante cabreado.

-Daniel, ya te he dicho que no te debo absolutamente nada.

-Ah ¿no?

-No

-Yo creo que sí

-¿Sí? ¿ Y qué te debo?

-Pues el dinero que te di para que pudieras pagar el conservatorio.

-Si no recuerdo mal no te lo pedí lo pagaste porque tú quisiste, como regalo de cumpleaños.

-Me da igual que paso, lo pagué y me lo debes.

-Ya te he dicho que no te voy a dar nada.

Eso último parece sacarlo de sus casillas porque me mira muy enfadado y me dice:

-Muy bien, lo haremos por las malas-. Con eso se da media vuelta y se va.

Me quedo observando como se aleja hasta que gira a la derecha y desaparece por una calle. Me doy media vuelta para volver a sentarme en los escalones a esperar Aike, pero no me da tiempo. Porque cuando hago el amago de agacharme él se cuela en mi campo de visión, por lo que no me queda otra que levantarme.
Me acerco y acto seguido él me sonríe.

Adoro esa sonrisa.

-Hola-me dice.

-Hola.

-¿Quién era ese?-me pregunta con curiosidad.

-Mi ex novio-contestó con una mueca de asco.

-Y si es tu ex ¿ Por qué está aquí?

-Ha venido ha pedirme dinero.

-No se lo habrás dado ¿no?-pregunta enarcando una ceja.

-¡Claro que no¡, ¿Por quién me tomas?

-Has hecho bien-dice ignorando la pregunta.

Y con eso nos quedamos mirándonos el uno al otro. Sus ojos azules recorren mi cuerpo y me doy a mi misma el lujo de hacer lo mismo con el suyo.

Lleva unos vaqueros negros y una camiseta ajustada que hace que se le marquen los abdominales. Me quedo mirando esa parte de su cuerpo más tiempo del que nunca voy a admitir.

Espero algún día verlo sin camiseta de por medio.

¡ CONCIENCIA!

¿Qué he hecho ahora?

Pensar cosas turbias.

Perdón, perdón.

Luego me acuerdo de que él me está mirando y recuerdo las pintas que llevo. Un chándal viejo y una camiseta desgastada, llevo el pelo castaño por los hombros. Muchos me diréis que no voy tan mal, pero es que para mí, siempre voy mal. De hecho lo único que me gusta de mí son mis ojos, que son de un color entre el verde y el gris.

Después de estar mirándonos sin decir nada él se aclara la garganta y pregunta:

-¿Puedo subir a tu casa?

Lo pienso un momento, y por un instante le voy a decir que sí, pero luego recuerdo que la parejita está arriba haciendo sus cosas y que tengo que ir a hacer la compra. Así que niego con la cabeza.

-No, lo siento-empiezo bajo su atenta mirada-tengo que hacer cosas.

-No pasa nada-dice haciendo un gesto con la mano para restarle importancia.

-Bueno... eh... yo... me tengo que ir-digo con torpeza.

-No te preocupes-murmura-adiós.

-Adiós-le digo y agitó la mano en señal de despedida.

Cuando se aleja siento un pequeño vacío dentro de mí, pero no es como el del primer día, que creía que no le iba a volver a ver, sino uno al cual no estoy acostumbrada, es como si mi corazón quisiera correr tras él y pedirle que no sé fuera, pero mi cabeza no me deja hacerlo.

***
Es por la tarde, estoy tirada en mi cama con un libro sobre la cabeza-creo que deje de prestarle atención hace un rato-cuando me suena el móvil.

Lo cojo para ver quién me ha escrito y me doy cuenta de que es Aroa-mi mejor amiga-.

Aroa<3: ¿Estás lista?
Daira: ¿ Para qué?

Aroa<3: ¿ Cómo que para qué? ¡ Hemos quedado con Eva y Diego en 15 minutos!

Aroa<3: ¿ No me digas que se te había olvidado?

¡ Mierda! Se me había olvidado por completo.

Madre mía cada día estás peor.

Daira: ¡Claro que no! Si ya estaba lista.

Aroa<3: Genial. En 5 minutos estoy en tu casa.

¡ Mierda! Otra vez.

Me levanto corriendo de la cama y abro el armario. Me pongo lo primero que veo, que resultan ser unos vaqueros y una sudadera vieja. Después me dirijo al baño y cuando me miro al espejo casi me da un infarto.

¡ Estoy fatal! Agarro el cepillo del pelo me peino tan rápido como puedo, intentando quitar todos los enredos que encuentro. Luego cojo el rímel, pero me lo pienso dos veces y no me doy. Porque como lo haga termino peor que antes.

Salgo del baño corriendo y vuelvo a mi habitación, donde cojo el bolso. Después voy al salón y me encuentro a Erik sentado en el sofá viendo la tele.

-¡Me voy¡-le grito, aunque está a mi lado.

-¿Dónde?-pregunta enarcando un ceja.

-No tengo tiempo-digo mirando la hora-adiós.

-Chao.

Estoy saliendo por la puerta para bajar a buscar a Aroa...

¡Llévate una maldita chaqueta!

¡ Hostia! Es verdad. Vuelvo a entrar en casa y Erik me mira sorprendido pero no me dice nada cuando ve que me dirijo a la habitación.

Cuando llego a esta cojo la primera chaqueta que se cruza en mi camino y vuelvo a salir corriendo. Llego al salón y puedo leer la pregunta en los ojos de Erik, a modo de respuesta levanto la chaqueta y él se ríe disimuladamente.

Vuelvo a estar saliendo por la puerta cuando me acuerdo de las llaves por lo que meto una mano dentro de casa y busco las llaves en el cuenco de la entrada, pero no las encuentro. Luego me acuerdo que las tengo en la mano.

¿Me podéis dar otra cabeza por favor?

Ahora sí salgo de casa y cierro la puerta.

Bajo las escaleras corriendo y cuando llego abajo estoy jadeando, pero no le presto demasiada atención.
Abro la puerta del portal y saco el móvil del bolsillo para escribir a Aroa y decirle que estoy abajo. Pero no hace falta, porque cuando salgo a la calle me la encuentro ahí con cara de aburrida.

Cuando levanta la cabeza parece que está un poco irritada por lo que me encojo de hombros y le dedico una sonrisa de disculpa.

Me acerco a ella y la abrazo a modo de saludo, y ella hace lo mismo. Cuando me separo Aroa me mira y pregunta:

-¿No era que ya estabas lista?

-¡Claro que estaba lista!-contesto.

-¿Y porqué has tardado tanto entonces?

-¡Porque Erik me ha distraído!

-Si claro y yo soy la presidenta de España.

-¡Pues yo te veo como una muy buena presidenta!-Digo ya furiosa.

-¿Tanto te cuesta admitir que se te ha olvidado?-pregunta poniendo los ojos en blanco y acto seguido empieza a andar.

-¡Que no sé me ha olvidado!-contesto sin saber que más decir.

Aroa me mira y se ríe.

-No has cambiado nada-añade. Mientras que yo me cruzo de brazos indignada y sigo caminando a su lado.

No tardamos mucho en llegar al bar donde hemos quedado. Eva y Diego ya nos están esperando cuando entramos.

Nos acercamos a la mesa donde están sentados y en cuanto nos ven se levantan para saludarnos. Abrazo a ambos y estos hacen lo mismo con nosotras. Después no sentamos todos en la mesa.

Hace mucho tiempo que no quedamos los cuatro porque Aroa se mudo a otra ciudad y no ha podido venir hasta ahora, y como Eva y Diego son pareja no iba a venir de sujeta velas.

-Bueno...-empieza Diego para romper el silencio-¿Qué tal os va la vida?

-Bien, supongo-contesto yo.

-No me puedo quejar-añade Aroa.

Y así empezamos a hablar de la vida y sus cosas. La verdad, tanto tiempo sin vernos ha hecho que tengamos conversación por un rato y sin mucho silencios de por medio.

-¿Habéis conocido a alguien interesante?-pregunta Eva levantando las cejas.

Sé que la pregunta va para Aroa y para mí, porque ellos ya están juntos.

-Yo me choqué con un chico el otro día-contesto con la esperanza de que no pregunten mucho.

Cosa que sabemos que no va a pasar.

-¿Y?-pregunta Diego.

-Pues nada, me llevo al trabajo, luego vino a mi festival y está mañana ha estado en mi portal hablando con él.

No me había dado cuenta de que he estado sonriendo mientras lo decía hasta que acabo de hablar.

-¿Y como se llama?-Pregunta Aroa curiosa.

-Aike-contesto.

-¿Ese no era el autor que tanto te gustaba?-inquiere Eva.

-Sí-digo simplemente.

Y con eso acaba la conversación. Por un momento pensaba que me iban a hacer un interrogatorio, como hacen siempre, pero no, simplemente lo han dejado pasar.

Después de un rato nos levantamos y cada uno se va a sus respectivas casas. Yo voy andando, aunque sea de noche, porque mi casa no queda muy lejos.

Cuando llego al portal casi me da un Infarto al ver a Aike sentado en las escaleras.

Me acerco a él y Aike se levanta al verme.

-¿Q- qué haces aquí?-pregunto tartamudeando.

-He pasado por aquí y me he acordado de ti-contesta como si nada.

Nos miramos fijamente el uno al otro esperando a que alguien rompa el silencio.

-¿Quieres subir?-pregunto señalando el edificio.

-Si tu quieres.

Sí no quisiera no te lo hubiera preguntado.

-Pues entonces subimos-digo ignorando a mi conciencia.

Nos damos la vuelta y empezamos a caminar.

-He intentado subir antes- empieza-pero un chico me ha cerrado la puerta en las narices en cuanto he dicho tu nombre.

-Erik, mi compañero de piso.

-Pues creo que le caigo mal.

-No te preocupes, es así con todo el mundo que se me acerca.

Todavía recuerdo el día en el que fuimos de fiesta y un chico intentó ligar conmigo y Erik casi le rompe un vaso en la cabeza.

Pero eso no se lo digo a Aike porque no quiero espantarlo.

Llegamos a la puerta de mi piso y saco las llaves del bolso. Abro la puerta y Aike entra detrás de mí.

-Bonita casa-comenta Aike.

-Ven, vamos a mi habitación-le digo.

-Te recuerdo que no nos conocemos mucho, no sé qué intenciones tienes-dice subiendo y bajando las cejas.

-Muy gracioso-digo poniendo los ojos en blanco.

Llegamos a mi cuarto y él lo observa atento, como si lo inspeccionara. Pero sus ojos se detienen en la estantería que tengo llena de libros, y yo hago lo mismo.

-No pensaba que tuvieras tantos libros-dice un poco sorprendido.

-No pensaba que fueras tan observador.

Me ignora completamente y se dirige a la estantería y coge un libro cualquiera, que resulta ser uno de Joana Marcus. Más concretamente " Ciudades de fuego" lo observa atento y luego lo vuelve a dejar en la estantería.

-¿Quieres que te firme los libros?-pregunta señalando todos lo libros qué tengo suyos.

-¿Lo harías?-respondo.

-Sino, no te lo hubiera preguntado-contesta.

-Pues sí, por favor, firmarme todos los libros que encuentres en esa estantería y que sean tuyos.

Y con eso empieza a coger libros y firmarlos. Mientras él se concentrada en su trabajo yo me siento en la cama y lo observo con curiosidad. Mi habitación no es muy pequeña pero ahora que Aike también está aquí dentro es como si las paredes cada estuvieran más cerca. Lo que provoca que mi corazón se desboque y que me cueste respirar.

No tarda mucho en firmarlos todos ya que no tengo muchos libros suyos. Por lo que se acerca y se sienta a mi lado en la cama, la cual se hunde un poco bajo su peso, y así empezamos a hablar de la vida en general. Yo me he ido a alejando poco a poco para no tocarlo por lo que estoy al borde de la cama cuando él recoge sus cosas. Después lo acompaño a la puerta y nos despedimos.

-Gracias por lo de los libros-digo.

-Ha sido un placer.

-Nos vemos otro día.

-Sí.

Y con eso abre la puerta y se va. Mientras que yo me quedo viendo como se aleja. Y cuando ya no está dentro de mí campo de visión mi corazón se relaja.

A todo esto Erik lleva dormido desde que hemos llegado.

Entro en mi habitación y me pongo el pijama. Hoy han pasado demasiadas cosas.

Y tú pensado que no ibas a salir de casa.

Me meto en la cama y cierro los ojos pensando en Aike, y es ahí cuando me doy cuenta de que siento algo por él.

***
Hola amores,
Que tal el capitulo?
Espero que os haya gustado, yo he disfrutado mucho escribiéndolo.
Que os parecen los personajes?
Cuál es vuestro favorito de momento?
El mio Erik.
Nos vemos en el próximo capítulo.
Besos.

Seguir leyendo

También te gustarán

364K 23.5K 37
[SEGUNDO LIBRO] Segundo libro de la Duología [Dominantes] Damon. Él hombre que era frío y calculador. Ese hombre, desapareció. O al menos lo hace cu...
39.3K 3.1K 8
¿Qué ocurriría si una noche despertaras y te dieras cuenta de que tu gato es ahora un humano? Suena como una fantasía, pero para Hyunjin, esto se con...
63.2K 10.2K 40
Que pasaría si tienes 17 años y de quién pensabas estar enamorada no lo estás y sin embargo te sientes atraída por una mujer 8 años mayor que ella...
76K 3.9K 17
Para lenna el solo era el mejor amigo de su hermano aún si ella quería que fueran más. Para alessandro ella era más que que la hermana de su mejor a...