si en partidos anteriores tenia nervios, en esta final estaba a punto de desmayarme. confiaba que la íbamos a ganar, algo en mi decía que por fin se terminaba la mala racha, que íbamos a volver a ser campeones del mundo pero del otro lado se encontraba francia, ni más ni menos la última campeona. era imposible no sentirme nerviosa.
no quise demostrarlo, no cuando lo que más necesitaba lisandro en estos momentos era tranquilidad. necesitaba mostrarme fuerte para que él tenga, fuera del círculo de los jugadores, a alguien en quien apoyarse.
me había comenzado a preparar desde muy temprano, sentía que necesitaba mantener la mente ocupada porque iba a explotar. aunque varias de las cosas se veían interrumpidas por imágenes en mi mente, algunas donde estábamos todos desbordados de alegría al ver a la selección alzar la copa más importante del mundo y otras donde volvíamos a vivir uno de los momentos más desoladores.
mi celular comenzó a sonar interrumpiendo las canciones de taylor que se estaban reproduciendo en un volumen bajo para no molestar a los demás huéspedes. lisandro me estaba haciendo una videollamada, probablemente estaba en el horario de la siesta.
atendí para apoyar el celular en una de las pilas de ropa que se encontraba en la cama, en ese momento estaba realizando una de las tantas valijas que debía acomodar debido a que apenas terminara el partido, más bien un par de horas después, debía emprender viaje directo hacia argentina. no teníamos margen de descanso.
- hola, amor - dije guardando de la mejor posible algunas de las polleras que había llevado
me parecía surrealista que ya el mundial estaba terminando y que este viaje hermoso había llegado a su fin. sin dudas todo había valido la pena, me iba con varios lugares conocidos y una nueva experiencia. siempre iba a estar agradecida con la vida por lo que me estaba tocando vivir.
- ¿dejaste todo para último momento y ahora estás apurada? - preguntó lisandro riéndose, paré lo que estaba haciendo para mirarlo con una sonrisa
- estaba negada a hacerlo antes, no quiero que termine - dije sentándome al lado de todos la ropa para agarrar el celular y prestarle completa atención a lo que el entrerriano quería decirme
- te juro que nosotros tampoco pero también estamos ansiosos, queremos ya saber el resultado
se lo notaba preocupado y nervioso, como para no estarlo a unas horas de jugar la final del mundo.
- vamos a ganar, vas a ver, vos confía que se nos va a dar - respondi manteniendo la calma, como dije antes, si alguien debía mantener los pies en la tierra en estos momentos era yo
- y cuando la ganemos te voy a dar un beso frente a todos, justo como te dije en las semis - dijo sonriendo logrando que sus ojos de achinen, me parecía lo más hermoso del mundo
no pude evitar que una sonrisa estúpida aparezca en mi rostro, definitivamente estaba muy enamorada de lisandro, no lo podía evitar. me tenía completamente loca.
- me muero de ganas de que llegue el momento
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nos quedamos hablando con lisandro todo lo que duró su siesta, no me importó absolutamente más nada en ese momento, tan solo quería hablar con él para calmar todo lo que estaba sintiendo. más tarde encontraría la forma de guardar todo a tiempo.
hacia el estadio donde se jugaría la final del mundo viajé junto a valen, leo y camila. las cuatro juntas, como siempre hacíamos. llevé puesta también la camiseta de lisandro, no me interesó en lo más mínimo que no fuera del todo profesional, en momentos como ese quería y necesitaba mostrarle mi apoyo.
- se nos da hoy o me muero acá - dijo cami mayan sentándose en los lugares que les habían tocado, por mi parte las había acompañado porque luego me tendría que ir al sector de prensa
- con la ilusión que tenemos se muere todo el país - dije mirando hacia la cancha, en ese momento ingresó todo el plantel de la selección argentina con lionel messi a la cabeza, como siempre
mis ojos se pusieron llorosos, no podía creer el evento que estaba a punto de presenciar. más allá de ser una final del mundo, donde otra vez el mejor jugador de la historia intentaba alcanzar la eterna gloria, me emocionaba por lisandro. me hacia recordar a cuando apenas comenzábamos a hablar y lo consolaba con respecto a todos los malos comentarios, hoy en día recibía muy pocos. su excelente rendimiento y talento lo habían llevado hacia donde estaba hoy en día, no podía estar más orgullosa.
- no puedo estar tan nerviosa, desde que me levanté me tiemblan las manos, apenas pude terminar de guardar todo para viajar - dijo leo sosteniendo a olivia sobre su regazo
- yo intenté mostrarme fuerte ante licha pero la verdad es que me estoy muriendo de los nervios, no aguanto más sin saber el resultado de este partido - respondi mientras observaba cada movimiento que hacía mi novio
- si, yo hice lo mismo. lo poco que hablamos con ale intenté que esté tranquilo para hoy pero seguro estaba nervioso porque no hablaba mucho, estaba medio raro
cuando terminó de hablar camila no supe que responder, desde el comienzo del mundial alexis estaba raro. me partía el alma verla tan apagada a pesar de haberla conocido hace poco. no merecía que alguien la tratara de esa forma.
- ¿estas segura de que esta todo bien, cam? - preguntó valen sentada a su lado poniéndole una mano en la espalda
ella con una sonrisa en el rostro, como siempre, tan solo asintió. me preocupaba y bastante.
- sabes que nos podemos llamar a cualquiera una vez el mundial termine ¿no? no te quedes en un lugar donde no te valoran - respondi para luego mirar la hora, debía comenzar a dirigirme hacia la zona de prensa
el nudo en el estómago comenzó a ser más fuerte.
- tranquilas que lo se, gracias por estar aunque nos hayamos conocido hace muy poco
con ellas comprendí que a veces no era cuestión de tiempo, más bien era por encontrar a las personas correctas que te hagan bien. sin dudas, a pesar de que nuestra amistad podía o no durar, las iba a recordar siempre.
mi celular comenzó a sonar indicando que gaston me estaba llamando, ya me había quedado sin tiempo. no podía no estar justo en la final del mundial.
- me tengo que ir, ojalá cuando nos volvamos a ver sea festejando allá abajo
se nos tenía que dar.
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mirandaortiz vía instastory
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