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La suciedad por las manchas en las sabanas desprendían un olor repugnante al igual que la sangre que salia del cuerpo agonizante que ya hacia en el suelo, no pudo contenerse por mucho tiempo y fue abusado de una forma terrible, tenia las costillas abiertas al igual que grietas alrededor de su boca por que lo había obligado a soportar lo insoportable, había sido suerte de que haya sobrevivido o.. quizás una perdición?.
Pero aun así no quería morir aun, no cuando sabia que lo iban a dejar solo y votado como basura por mucho tiempo para que lo devuelvan a recoger como un propietario olvidando algo muy poco preciado, un objeto reemplazable solo volviendo a el para verlo sufrir. Aun no entendía el porque siempre volvía a el, porque disfrutaba de su sufrimiento?, porque la serpiente lo eligió a el a comparación de las miles de monstruos alrededor de el.
"Que tengo de especial".
Una pregunta que no sabia como responderse, no veía nada hermoso de el... ya no mas, solo veía un ser horrendo y defectuoso, ya no podía verse a si mismo como un ser majestuoso como antes penso que era.
Se sentía tan roto metafóricamente y literalmente, prácticamente parecía una pobre muñeca destrozada por un niño, un niño que seguía jugando incluso con sus partes restantes sin aburrirse, llevando aquellas partes de plástico a la boca para morderlo y hacerlo sufrir por la eternidad.
Era justamente el como se sentía, tan horrible, tan agonizante, como ahora, podía verlo vigilandolo desde la oscuridad esta vez desprendiendo una luz violeta y rosa de sus cuencas, viendo los corazones en sus cuencas, haciéndolo estremecerse, sabiendo lo que le haría.
Después de todo la hora ya indicaba que era ya de mañana.
Había mantenido su promesa, en el momento que perdió el control la alarma ya había sonado. Mantenía sus retorcidas pero ni siquiera podía prometer algo tan simple como no hacerle daño?.
Era notable que solo cumplía lo que quería.
Rio ligeramente, dejando que sus lagrimas bajaran de sus pómulos para caer de su barbilla, empezaba a burlarse de su propio sufrimiento, perdiendo la cordura cada vez que lo observaba con ese deseo perverso, pero su mente quería modificar nuevamente su realidad para suavizar aquella horrible realidad a la que estaba viviendo. Solo que esta vez era imposible.
Ahora se estaba enfocando en su realidad, ya no quería ilusionarse pero.. ahora mismo lo estaba haciendo, acariciándolo y diciéndole cosas dulces para seguir con su pequeño juego.
Un juego sin final... igual que un bucle..
Bucle que solo se rompería si Ink se aburría de el..
Algo que era bueno para el pero no quería que lo dejara solo...
No podría aceptarlo... su cuerpo y mente ya estaban acostumbrados a este sufrimiento. Si lo sacaban de el seguro..
Colapsaria.
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