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gracias :)
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PI, PI, PI
La alarmica de los cojones.
Lunes.
Bueno, ¿que puede salir mal?.
Me levanto de la cama y me estiro.
Pregunta seria:
¿Tu me ves a mi con cara de tener ganas de empezar las clases?
Ahora sí, lo primero es darse una ducha, asi que me dirijo al baño para darme una rápida, y cuando termino, me visto.
Vamos a ver que me pongo hoy. Tengo el primer entreno de voley, y después... conservatorio... asi que.
Me pongo unos pantalones largos verde army, y una camisa de manga corta, negra. Básico. Me guardo en la mochila el equipo de voley, ya sean las rodilleras, mangas, y camiseta y pantalones.
Me tengo que llevar el oboe, y el material de armonía y composición.
Bueno, no se si te habías enterado todavía, a lo mejor eres un poco cortica, asi que como soy la bondad personificada, te lo voy a explicar.
Yo voy al conservatorio, Daniela, mi mejor amiga, también va. Ambas vamos a quinto de profesional, lo que, si no eres músico divo y no entiendes, sería el penúltimo año de profesional.
Yo toco el oboe, y ella, la trompeta. Somos "band girls".
Hoy es el primer día, así que estoy un poco nerviosa.
Bueno, que ya te he soltado todo el rollo, pero es que me gusta mucho, sinceramente.
Salgo al salon y me dirijo a la cocina, para coger algo de comer. Aprovecho y subo las persianas y abro las ventanas para que esto se ventile un poquico.
Abro la nevera para coger un cartón de leche, y me preparo un colacao, desayuno de campeones.
Tuesto unas tostadas en la tostadora y les unto mantequilla con sal. Si, parece una combinación rara, pero está riquísima.
Termino de desayunar, y, para comprobarlo, salgo a la terraza para ver su hace frio, cosa que resulta que si, hace mucho frío, demasiado para mi gusto.
Vuelvo a entrar al salón, agarro la sudadera (que por cierto, es una joya, de verdad), y me reviso la mochila por enésima vez, asegurándome de que no me olvido nada, ya que en el espacio que tengo entre el entrenamiento y el conservatorio, no me da tiempo a volver a mi casa.
Salgo de casa, y cierro dando un portazo. Camino por las calles, y, para salir de la urbanización, tego que pasar por la calle de Lucía, así que cuando paso, me fijo si sale de su casa, para irnos juntas, pero no, nada cerca de su puerta se mueve.
Salgo de la urbanización y bajo al metro, dirijiendome al instituto, que queda a unos 20 minutos.
Salgo a la calle y camino hacia la puerta del instituto, que queda a 5 minutos.
- ¡Ale! - oigo que me llama una voz conocido. Me giro y veo a Daniela. Me acerco a ella y le doy un abrazo.
- ¡Hola! - la saludo, tenía ganas de verla.
- ¿Te has traído lo del conser? - me pregunta, a lo que asiento con la cabeza, afirmando - Menos mal, me tienes que dejar los horarios, que llevamos los mismos, y los he perdido - dice, aliviada, y me empiezo a reír.
- ¿Ni siquiera hemos empezado y ya los has perdido? - le pregunto, esbozando una sonrisa burlona
- Tu solo dedícate a pasarmelos.
- Ahora te mando una foto, tranquila - digo, y comenzamos a andar hacia la entrada. Aún quedan 20 minutos para que comiencen las clases, por lo que no hace falta que vayamos con prisas.
Comenzamos a hablar de todo un poco, pero generalmente del conservatorio. Ambas tenemos muchas ganas de empezar. Sí, lo sé, somos unas pesadas.
Seguimos hablando, cuando alguien nos interrumpe.
- ¡Chicas, ya quería encontraros a vosotras! - suelta la tipa que nos agarra por los hombros. Dani y yo nos giramos rápidamente, alarmadas, solo para encontrarnos con Isa.
- ¡Isa! - gritamos Dani y yo a la vez, y corremos a abrazarla.
Nos devuelve el abrazo cariñosamente, y segundos después nos separamos.
- ¡Cuanto tiempo! - digo, alegre
- Todo el verano... - suelta Dani, aún si creerse que la haya visto.
- Pensaba que te quedabas en Irlanda.
- Pues he vuelto, sorpresa - contesta Isa.
- A las chicas les va a encantar.
Empezamos a hablar otra vez, como cotorras, y no paramos, hasta que vamos a por las llaves de las taquillas, y nos dirigimos a ellas, que se encuentran todas juntas, cuando alguien me golpea el hombro.
Me giro y la veo.
A ella.
Va vestida con unos pantalones cortos de chandal (Nota adicional: no se como sobrevive) y una sudadera gris ancha. Va escuchando música. Lleva el pelo recogido en un moño alto.
- Perdón - suelta, y sigue andando, hasta que se da cuenta de que ha chocado conmigo (la reina del mundo, ejem, ejem) y se gira - Ay, hola, perdón, ¿vas a ir al entrenamiento? - me pregunta
- Sí, ¿a que hora es? - respondo
- A las tres - contesta
- Pues te veo después
- Vale, chao.
Se aleja caminando divinamente, y mientras yo me giro, encontrándome a a Isa y Dani mirándome estupefactas.
- ¿LUCÍA...? - empieza a decir Dani.
- ¿ARNEDO...? - continúa Isa
- ¿CON LA QUE JUGASTE EL AÑO PASADO? - gritan las dos a la vez - ¿¡TE LLEVAS CON ELLA?!
- Tranquilas, por favor - digo, reprimiendo una sonrisa - vamos juntas al equipo de voley, ¿por?
- No sabía que venía aquí - suelta Dani.
- Lo mismo digo - dice Isa.
abro la taquilla y guardo los libros del conservatorio, y la trompeta. Cierro la puerta y le hecho la llave.
- ¿Vas a dejar la trompeta ahi? - dice
- Si, ¿por? - pregunto
- ¿Y si te lo roban? - dice, visiblemente preocupada - es muy expensive eh.
- Ya lo sé, que quieres, ¿que vaya cargada toda la mañana? - vuelvo a preguntar
- Pues sí - suelta
- Bueno, vale - vuelvo a decir, y saco la trompeta de la taquilla.
Si que es verdad que también me daba miedo dejarla sola ahí, la verdad.
Empezamos a caminar hacia la primera clase que nos toca, que está en el otro edificio del instituto, el de letras. Nosotras estábamos en recepción.
Faltan 5 minutos y nos hemos perdido. No encontramos la clase.
- ¡Que el conserje dijo hacia la derecha! - grita Isa.
- ¡Que no, dijo que subiéramos por las escaleras del centro! - le respondo
- ¿Dijo eso? - se para y dice Dani.
Corremos por los pasillos, vacíos.
Tras 10 minutos más de búsqueda, damos con la clase, y entramos.
- No sabía yo que este instituto era tan grande - oigo murmurar a Dani.
- Rodríguez, García, Navarro, llegáis tarde - dice la profesora, que resulta ser la de matemáticas. Es una señora mayor, con el pelo blanco - García, Rodríguez, ¿que lleváis en las manos? - dice, mientras se dirige a Dani y a mí.
- Los instrumentos - respondemos.
- Aquí no podéis meter eso - suelta.
- "Eso" se llama oboe, y la tengo que llevar, no lo dejo en la taquilla ni loca, aunque si usted se ofrece voluntaria para pagar 2550 euros de instrumento, yo lo dejo allí sin problema - digo, y paso al lado de la profesora, dirijiendome a una mesa que hay al final libre.
Escucho como Dani e Isa siguen mis pasos, y se sientan en otras mesas libres.
Saco mi libreta y me dispongo a tomar nota de la clase, ya que matemáticas... como que no.
- ¿Os venís para afuera? - le pregunto a las chicas, cuando termina la tercera clase del día, ya que se puede salir fuera del instituto durante el recreo.
- Claro - asienten las dos, y ya cuando hemos terminado de recoger todas nuestras cosas, salimos del instituto.
La verdad que desde fuera se ve super imponente. Es gigante, con 4 edificios, uno para dirección, que sería el más pequeño, y los otros para cada bachiller.
Después, al final del recinto, están todos los clubes con sus respectivos campos.
- ¡ALEJANDRA! - oigo gritar a una voz conocida por detrás. Es Marta, y viene corriendo hacia mi, acompañada de Carla, Ana y Alba - ¡TE LLEVAS CON ARNEDO! - grita
Perfecto, ya se han enterado. Resulta curioso, ¿no?
- Que es mi compañera de equipo solo - aclaro por enésima vez en lo que va de día.
- Bueno, bueno... No te creo - suelta Marta.
- Ay si solo fuera compañera... - empieza a decir Dani, para picar, pero se calla cuando el doy una colleja, y entiende que, si quiere seguir con vida, es mejor que se calle.
Pasamos el recreo hablando de todo el verano, chismes, cotilleos, es lo que predomina, ya que, como no nos hemos visto en mucho tiempo, tenemos que ponernos al día.
Termina el horario escolar con normalidad, y me dirijo hacia el patio para comer, ya que a las 15:30 tengo el entrenamiento, y no me da tiempo a ir a mi casa.
Me siento en un banco que hay a la sombra, y,ahora que me he dado cuenta, no me he hechado nada para comer, así que...
Simplemente pasaré el rato.
Aprovecho y llamo a Dani antes de que se vaya para que me recoja en su moto, y no tener que ir andando, porque si, tengo pereza, mucha.
Saco el móvil y me pongo música, en mis auriculares empieza a sonar "...are you ready for it?" de Taylor Swift, una diosa, mi estilo de vida.
Saco la libreta de matemáticas y el libro, y me pongo a hacer los deberes, ya que, si, la profesora ya ha mandado deberes, que desgraciada, encima ya me ha cogido manía, ¿todo bien?
Entro al gimnasio, saludando a Andrea y a Noa, que ya están aquí, charlando.
- ¡Ale! - me llama Andrea - ¡Ve calentando, porfa!
Dejo las cosas en un banco que hay, y me coloco las mangas, para no quemarme, y las rodilleras. Me recojo el pelo en una coleta alta, y cojo un balón.
Vale, soy líbero, sí, pero también suelo practicar saques, asi que me pongo a hacer unos cuantos, cuando van llegando las demás.
- ¡Buenas tardes! - saluda Annie, una central, cuand entra.
Me dispongo a hacer voleos, cuando alguien me llama.
- ¡ALE, RECIBE! - grita Carla, la opuesto, y hace un saque con salto, muy, pero que muy potente.
Consigo recibirlo, y el balón se dirije hacia la línea del colocador.
Perfecto.
Veo que Lucía entra con las mismas pintas que llevaba esta mañana, cola alta... etc, etc.
- ¡NOS REUNIMOS! - nos llama Andrea, la capitana, cuando ve que ya estamos todas preparadas.
Nos dirigimos todas hacia ella, formando un círculo.
Noa entra por la puerta con unos papeles en la mano, que, supongo, serán cosas de capitanas.
- Vamos a ver, no se si habeis oido hablar del bachiller de Vernisianos, ¿os suena? - pregunta
- Si, ¿es uno de los equipos mas fuertes de la liga femenina?, ¿no? - pregunta Charlie, otra central.
- Exacto... Bueno, pues resulta que su nuevo entrenador era muy amigo de nuestro antiguo entrenador, y ha visto que han entrado dos muy buenas de primero - dice, mirándonos a Lucía y a mi - y ha querido invitarnos a un partido de entrenamiento...
- ¡¿CONTRA LOS MEJORES DE LA LIGA!? - grita Annie
- Si, ann, si, contra los mejores de la liga - responde andrea
- ¿Y cuando es el partido? - pregunta Lucía.
- La semana que viene..
- ¿¡QUEEEEEEEE?! - vuelve a gritar Annie, pero esta vez acompañada de Carla y Marta - ¿¡TU ESTÁS LOCA!?
- Mirad, ya está aceptado, no acepto quejas, así que a entrenar - dice, y me mira, y al ver mi sonrisa de emoción, suelta - Mirad, a Ale si que le hace ilusión.
Noto todas las mirada sobre mí, y se me suben los colores directamente.
- Si yo quiero eh, no te confundas Andreita de mi corazón - dice Annie, con cara inocente - Pero me parece un poco precipitado., no sabemos ni su estilo de juego.
- Bueno, eso de no saber su estilo de juego, tengo una sorpresa para vosotras, solo necesito que sigáis mis indicaciones... - dice, y procede a explicarnos todo.
Quiere colarnos en el bachiller de las Versis. No me queda claro si esto termina de ser totalmente legal. Ella dice que si. Yo apuesto que no.
- ¡Pero tírate de plancha, que si no no llegas! - me grita Noa, al ver que no alcanzo un balón.
- ¿¡Quieres que me aplaste las tetas o que?! - grito, pero al final accedo a tirarme de esa manera.
Estamos practicando recepciones a zona dos, tres, y cuatro, mientras que las demás nos rematan y sacan.
Veo que Carla va a sacar, y me entran escalofríos por todo el cuerpo.
- ¡Ay que saca! - digo, asustada, y se empieza a reír.
¿Qué porque le tengo miedo a los saques y remates de Carla?
Bueno, es una respuesta fácil:
Porque te revientan la cabeza si no los recibes bien.
Pero bueno, tengo que aceptar qu eme encanta recibirlos, y sentir ese cosquilleo en los antebrazos me da vida.
Me preparo para recibir el saque, que es... ay no flotante.
Me pongo un poco mas adelante y veo venir el balón con una trayectoria recta, pero en el último momento se desvía, y tengo que moverme hacia la derecha para lograr recibirlo, aunque no lo hago perfectamente, ya que los voleos no se me dan nada, pero que nada bien.
Veo que Lucía se cambia de campo rápidamente y llega a colocar el balón para Charlie, que también se ha cambiado de campo, y remata, pero todo ocurre muy deprisa.
Annie y Andrea bloquean, y el balón sale directo a tocar el suelo, pero reacciono rápidamente y me tiro ha salvarlo, cosa que logro.
El balón toca el suelo después de mi salvada. Todas nos hemos quedado paralizadas. Como ha ocurrido todo, sin ninguna comunicación, ha sido sorprendente.
- Más os vale tener esta compenetración contra los Versis o si no, cate, ¿eh? - dice Andre bromeando, y liberando la tensión, provocando que todas nos riamos.
Nos volvemos a colocar en nuestras posiciones y seguimos entrenando, hasta que Andrea nos dice que tenemos 15 minutos de descanso, y yo me voy hacia los vestuarios, a asearme un poco, aunque no haya terminado.
Cojo el móvil y miro la hora, son las 4, no tengo conservatorio hasta las 6, y como tiene que pasarse Dani a recogerme... me puedo quedar un rato más, bueno, un rato largo.
Salgo a la cancha otra vez, y me encuentro a Lucía haciendo voleos contra la pared.
Esta chica no para.
Está sola, asi que supongo que las demás habrán salido a tomar el aire un poco.
- ¡Lucía! - la llamo - ¿Me rematas? - le pregunto
- Claro, vem aquí - dice, y me dirijo hacia ella, para ponerme enfrente suya, y prepararme para recibir
Empieza a rematarme, asi que me pongo a recibir. Se las doy todas perfectas, por lo que empieza a rematar mas fuerte, y yo sigo devolviendoselas perfectamente, hasta que se cansa de rematar, y cansada, me pregunta:
- ¿Porque recibes tan bien? - me pregunta
- Cualidades de líbero - le digo, haciendome la chula.
- Me gusta - contesta
Entran las chicas y seguimos entrenando, hasta que llegan las 5, cuando Andrea nos dice que nos podemos marchar.
Me dirijo al vestuario, donde se encuetran ya todas las chicas, porque yo me he entretenido recordandole a Dani que no se olvidara de pasar a recogerme.
- ¿Oye nos podemos duchar? - pregunto
- Claro que sí chica, ¿para que están si no las duchas? - me contesta Charlie, a lo que me meto a una ducha.
Me desnudo y me meto bajo el agua fria.
Ya duchada me pongo una toalla alrededor del cuerpo y salgo al vestuario, donde me encuentro a las demás en el mismo estado que yo, cotorreando y cotilleando.
Mientras me seco el pelo y todo, están detrás mía gritando de emoción, supongo que alguna habrá conseguido un lío.
Mientras libro una batalla contra mi pelo, veo a Lucía salir con una toalla, y se mete a un baño para vestirse, a lo que opto por imitarla y vestirme yo también porque si no voy a llegar tarde.
Minutos después salgo yo, y me dispongo a intentar peinarme, por lo menos a intentarlo, cuando Lucía me llama por atrás.
Annie y Charlie ya se han marchado, mientras que Andrea, Noa y Carla siguen cotorreando.
- ¿Quieres que te peine? - me pregunta Lucía
- Si porfa - le digo, y se sienta detrás mía.
Noto si aliento en mi nuca, a la vez que su mirada clavada en mi cuello.
- ¿Que quieres? - me pregunta
- ¿Una trenza, porfa?
- Claro - asiente, y empieza a peinarme y a hacerme la trenza.
- Es que mi pelo es muy complicado - le digo
- Pues a mi me encanta, tu marrón es muy peculiar - responde
- Ser rubia es mejor, te lo aseguro, ligas más - Le contradigo
- ¿En serio? - dice.
- Pero si tu eres rubia, lo tendrás que saber, ¿no? - le digo - Además, eres super guapa...
¿¡ACABAS DE DECIRLE A LUCÍA QUE ES GUAPA?!
- Asi que te parezco guapa... - me dice
- Si, tendrñas que ligar muchísimo
- ¿Y tu no ligas? - me pregunta.
A ver, es una pregunta complicada... ya que, bueno, si que he gustado de chicos, y ellos de mí, aunque nunca me ha terminado de gustar eso...
- Ni idea
- Pues yo conozco a una persona que gusta de tí - suelta
- ¿¡Quién!?
- No lo voy a desvelar, guapa - me dice, y acto seguido posa sus manos en mis caderas, gesto que me pone muy, muy, muy nerviosa - ¿Te giras un momento, porfa? - me pide, a lo que me hace caso, y nada mas hacerlo, se que ha sido un error.
Nuestras caras quedan a centímetros de distancia, lo cual resulta que me pone un poco nerviosa.
Quita sus manos de mi cadera y las levanta para colocarme unos pelos que se habñian salido de su sitio.
- Ya está - dice, y se levanta para recoger sus cosas.
- ¡Espera, que yo tambien me voy! - le digo, y salgo con ella hacia fuera.
- ¿Donde vas? - me pregunta
- Al conservatorio, que hoy es el primer día
- Suerte - me desea, a lo que yo le agradezco
Me fijo en una moto amarilla que hay al fondo del aparcamiento, y se que es Dani.
Camino con Lucía al lado, y noto que su mano roza la mía. La aparto rápidamente, pero al segundo me arrepiento.
Llegamos al lado de Dani, y la saludo.
- ¡LA DANICLETA! - chillo, y las dos se ríen.
- ¿Te montas? - me pregunta Dani.
- Ale - me llamada Lucía - ¿Nos vemos mañana? - me pregunta
- Claro que si, ¿ves que ya te has encariñado de mi? - le digo
-En tus sueños, enana - dice, y se despide con un rápido abrazo antes de empezar a alejarse.
La miro mientras se aleja, y pienso, hasta que Dani me dice otra vez que suba.
A lo mejor si que es guapa.
Bueno,
muy guapa.
- ¡TÍA, NO CORRAS TANTO! - le grito a Dani, ya que va super rápido, y en un giro me caigo y me meto la ostia de mi vida.
- ¡QUE LLEGAMOS TARDE! - me grita de vuelta.
Si, tiene razón, llegamos tarde, PORQUE DOÑA DANIELA SE HA QUERIDO PARAR A COMPRAR UN CRUASÁN.
Acelera aún más y en 5 minutos estamos en el conservatorio. Aparca la moto y entramos corriendo al edificio principal, como si nos fuera la vida en ello.
Nos dirigimos hacia secretaría, para preguntar la clase de Historia de la música. Son las 17:55, yo creo que nos da tiempo, la clase empieza a las 18:00.
- Perdona, ¿donde está la clase de historia de la música de quinto? - le pregunto a Carlos, el que siempre esta aquí.
- Hombre, ya os echaba yo de menos a vosotras dos, tormentas - dice, mira el ordenador - es el aula... 55, y la clase empieza a las... 19:00.
- ¡¿A LAS SIETE?! - grita por detrás Dani.
- ¡ ME DIJISTE QUE ERA A LAS 18:001! - grito
- Me he confundido - dice, y se pone a reírse, porque si, por la cara, re casual.
- Bueno chicas, ya sabéis donde es, a ver si al final váis a llegar tarde.
- ¡Carlos! - vuelvo a llamarlo, al ver que se aleja - ¿Y la clase de introducción a la composición musical?
- El aula... - me contesta - 76.
- Vale gracias - digo, y Dani y yo nos alejamos para salir del edificio e irnos hacia el de las clases grupales, donde se encuentran las aulas de todas las clases y cursos de análisis, historia de la música, armonía, composición... etc.
Y dentro del edificio nos sentamos en un banco, y toca esperar una hora, hasta que a Dani se le ocurre una idea maravillosamente maravillosa.
- ¡¿COGEMOS UN AULA?! - chilla Dani, como si no estuviera a su lado, y yo asiento.
Vamos casi corriendo hacia al armario de las llaves y cojemos una que está libre.
A ver, aquí podemos coger aula prestadas para ensayar y todas esas cosas. Solo tienes que apuntar que has cogido la llave, el horario y después a segurarte de que la has devuelto, porque si no... ¡multa!
Cogemos la llave del aula 80 y corremos hacia ella.
Dani abre la puerta casi arremetiendo contra ella y entramos al aula.
Si estamos un poquito emocionadas, pero solo un poquito.
Y cuando estamos dentro del aula, sacamos nuestros instrumentos de las fundas y nos preparamos para tocar, cuando Dani comienza a hablar.
- Te juro que echaba este sitio muchísimo de menos - suelta, y sinceramente, yo también, el conservatorio es como mi segunda casa.
- Bua, ya ves, es que paso aquí más horas que en mi propia casa - le contesto.
- Oye, ¿te puedo hacer una pregunta? - dice. A ver, me temo lo peor.
- Claro, pero controlate un poquico eh - le respondo, porque como he dicho, me temo lo peor.
- ¿Porque has elegido introducción a la composición? - me pregunta. Bueno, por lo menos no es lo que yo pensaba que me iba a preguntar, asi que vamos bien.
- No sé, porque me mola, imagínate, "Ale, la compositora del año" - suelto yo, provocando que se ría.
- Anda tira por ahí, flipada - dice, mientras me pega una colleja AMISTOSA - ¿Tocamos? - me pregunta, como si no me hubiese pegado una colleja.
Comenzamos a tocar cada una nuestros respectivos instrumentos, Dani la trompeta y yo el oboe.
Estamos tocando un dúo de oboe y trompeta compuesto por... una tal "Petruska". No es muy conocida, aunque compone unas pedazo obras... que te cagas.
Rápidamente se nos pasa la hora, y nos encontramos con que quedan 10 minutos para empezar la clase siguiente.
Salimos corriendo (otra vez) del aula y dejamos las llaves donde estaban, apuntamos todo y nos marchamos en dirección al aula 55, y entramos.
Es un aula bastante pequeña, pero lo suficiente para 15 personas.
Nos sentamos en última fila y esperamos a que el profesor venga.
- ¿Cuánto dura esta clase? - me pregunta Dani
- 1 hora y media, ¿no lo sabías? - le respondo
- Sí, pero pensaba que al ser la primera, duraría menos. - dice - ¿Después tienes individual?
- Sí - Digo.
- ¿Entonces a que hora sales? - pregunta - Muy tarde, ¿no?
- A las 22:00, y mañana clases, buf... - respondo.
Si que es verdad que llevar conservatorio e instituto a la vez es muy complicado, más que nada por los horarios, porque mañana por ejemplo voy a estar súper cansada.
- Pues me espero y te llevo a tu casa, ¿vale? - me dice.
- Tía, que si no vas a llegar a tu casa muy tarde, y vas a estar esperando media hora para nada... - empiezo a decir, pero me interrumpe.
- Alejandra, no te vas a ir tú sola a tu casa, porque paso, ¿vale? -me dice, y asinto. Estas amigas son las que valen
- Vale, gracias - le respondo, y le doy un abrazo en forma de agradecimiento, pero no entra el profesor y la clase da comienzo.
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Salgo de la clase y me dirijo hacia el exterior del edificio, para encontrarme con Dani.
A ver, podría haber sido peor.
Historia ha estado bien, pero como siempre, no es una asignatura que me encante especialmente, es empollar un poco y ya está.
Después... Individual..., bueno, para que mentir, el profesor es un amor, y como este verano he estudiado un poco, me ha dado la enhorabuena, asi que todo perfecto.
Salgo al vestíbulo y me encuentro otra vez con Carlos.
Paso saludándole y salgo al aparcamiento, donde me encuentro con Dani, esperándome. Me monto y me pregunta que tal y como ha ido todo.
Me lleva a su casa, y cuando paso por la puerta de casa de Lucía no puedo evitar sonreír.
Llego a mi casa, me desnudo, me pongo el pijama, como algo y me voy a mi habitación
Hoy ha sido un buen día, ¿no?.
Además ese momento con Lucía... me ha encantado.
Me tumbo en mi cama, y cierro los ojos.
Pienso, pienso y pienso.
Pienso en una persona en concreto.
Y me duermo pensando en una persona en concreto.