El ambiente estaba lleno de caos, la poca luz convertía al lugar en un agobiante cuarto tétrico lleno de monstruos hambrientos.
El viento rugia al igual que las criaturas alrededor, el olor era desagradable como si proveniera de alguna cloaca. Alfred Kubin, portador de una habilidad abrumadora ahora con una sonrisa extasiada se encontraba de pie en su trono.
—¡Hora de divertirnos! — Exclamó con plenitud al ver al dúo frente a él.
El soñador bajo de aquel trono con paciencia hasta por fin llegar al nivel del piso, sus monstruos yacían alrededor de él como fieles peones.
Atsushi aún sujetaba al perro de la port mafia para mantener su equilibrio, el pálido sentía que aquel agarré le quemaba su piel a través de la tela, pero lo ignoró y procedió a limpiarse los restos de sangre de la barbilla. Una tos poco audible se hizo presente para después desatar a la infalible bestia negra capaz de arrasar con todo en su camino.
—¡Tenma Tengai! — La voz grave de Akutagawa ordenó a que la tela negra instantáneamente aumentará su tamaño y envolviera sus extreminades antes de cubrir todo su cuerpo.
Aquella perfecta unión de la mortal tela y el cuerpo del pálido dejo otra vez cautivado al albino quien no podía evitar alejar la mirada de aquel magnífico ser y pensó que el cuerpo de Akutagawa era tan esbelto, imponente al igual que un escapelo, alto, delgado y filoso.
—¡Jinko! —Exclamó con fuerza Akutagawa trayendo de vuelta a Atsushi quién se había perdido por un momento.
—¡Bestia lunar! — La voz de Atsushi creó un eco en aquel frío lugar.
La apariencia del tigre blanco se hizo presente mostrando las garras capaz de cortar cualquier habilidad y extinguirla.
—¡Adelante! — Gritó feliz el soñador.
Akutagawa fue hacia él de manera ágil, pero fue frenado por una criatura bastante parecida al qué lo había atormentado.
Media más de dos metros y tenía la epidermis expuesta de color rojo con el cráneo repleto de setas y las extreminades en forma de ramas.
—¡Abominación! — Artículo Akutagawa al sentir asco al ver la apariencia de ese ser.
La velocidad y poder de Rashoumon dotaban al pálido de imensa agilidad y fuerza, sobre todo debía sacar el máximo provecho a la armadura demoníaca, ya que está era solo durante un cierto tiempo, por eso Akutagawa no espero más y fue hasta la criatura.
Tenma Tengai era útil para la defensa y el perro de la port mafia pondría en práctica las lecciones de artes marciales dictadas por su actual mentor Chuuya Nakahara para atacar.
Esquivó las extreminades asquerosas y ramificaciones de la criatura para poder ir hacia ella con unas garras filosas, sin embargo Akutagawa quedo sometido en el aire, ya que ese ser lo envolvió como si se tratará de un enjambre.
—¡Akutagawa! — Gritó Atsushi quien también se enfrentaba a un ser bastante parecido, pero en vez de ramas como extreminades estas eran tentáculos.
Era casi imposible llegar hasta el sonañor pues una muralla hecha de criaturas estaban esperando su turno.
—Denme las gracias niños, si quisiera podría mandar a todos mis amigos contra ustedes, pero quiero divertirme un poco, tenemos toda la noche para las pesadillas— Dijo divertido mientras jugaba con su reloj de bolsillo.
—¿Verdad que es divertido? — Preguntó feliz hacia una bestia alada y de piel escamosa.
Esta bestia chilló en respuesta.
Atsushi se libro rápido del ese ser quién se esfumó como polvo en ves de caer al suelo, asombrando al mismísimo Alfred.
—¡Imposible!...
—¡Deberías saberlo, bastardo! — Aquella voz áspera llamó la atención de Atsushi y del soñador.
Akutagawa tenía parte de su armadura rota cerca a sus caderas, ya que había usado a Rashoumon para impulsarse de aquella trampa y corto a la criatura en miles de pedazos. Atsushi no podía quitarle los ojos de encima al pálido.
—¡Akutagawa!
—¡No me des órdenes, Jinko! — Rugió Akutagawa, ya que sabía perfectamente lo que tenia que hacer.
No era la primera vez que estaba en un enfrentamiento teniendo como compañero al tigre blanco, era como si ambos hablaran por telepatía.
El pálido estuvo firme manteniendo el equilibrio se vio como segundos después la armadura desapareció y en su lugar decenas de telas negras brotaron de la espalda del pálido. Estás perforaron el suelo agrietandolo para luego brotar de este como árboles frondosos.
—Vaya qué formidable habilidad— Admiró el soñador, esquivando rápidamente una de estas telas mortales.
Se escucharon los chillantes gritos de aquellos seres, estos te perforaban en tímpano a tal punto de hacerlos sangrar, ya que la tela demoníaca se tenía capturado a todos los monstruos creador por el soñador.
Como si se tratasen de una vil trampa para osos Rashoumon mordía a las criaturas, mientras que el tigre blanco a una velocidad descomunal acababa con ellos en unos pocos segundos. Las grandes y relucientes garras del del tigre extinguieron a los monstruo creados por el soñador.
Rashoumon regreso a su portador quien tenía el cuerpo casi al límite, era él quien más había sufrido daños físicos en la pelea, ya que el tigre podría regenerarse. Entre costillas rotas, fracturas, contusiones, perforaciones en la piel y sobre todo el chillante sonido palpitante en su tímpano.
—¡Vaya qué gran dúo! — Admiró con evidente sarcasmo el soñador.
Él estaba confiado el sol aún no se anunciaba como un nuevo día, Fiódor lo había advertido acerca de la singularidad entre las habilidades del tigre lunar y la bestia negra, es por eso que Alfred tenía un as bajo la manga una configuración más de su habilidad, la nigromancia de las pesadillas.
Un acto bastante simple solo necesitaba cadáveres.
En las instalaciones de la port mafia
En lo más alto de la torre, base de la port mafia se encontraba el presidente de la agencia armada de detectives, Yukichi Fukuzawa y su sucesor Doppo Kunikida, frente a ellos el líder de la mafia en compañía de Chuuya Nakahara.
El ambiente era tenso las miradas que tenía Chuuya hacia Kunikida eran mortales.
El tema sobre la mesa era bastante absurdo para el doctor Ogai Mori quien parecía no prestarle atención a lo que decía su antiguo compañero de misiones.
—Fukuzawa-Dono no hay de que preocuparse, Akutagawa es capaz para misión— Dijo con una voz despreocupada.
Fukuzawa suspiro en busca de paciencia.
—Doctor Mori acepté enviar a mi agente porque tendría como compañero a Nakahara — Explicó calmado el presidente.
—¡Yo ya no trabajo en dúo! — Artículo con fuerza el pelirrojo.
—Calma Chuuya-Kun — Se apresuró a tranquilar la situación, ya que el paso qué dio Chuuya puso en alerta a Kunikida quien tenía la mano en su bolsillo dispuesto a sacar un arma.
—Se lo diré una vez más Doctor Mori — Fukuzawa se acomodó el haori y volvió a suspirar.
—Nuestros agentes, están en peligro según Rampo la probabilidad de....
—¡Espere! — Gritó Chuuya.
—¿Te refieres a ese niño que me atrapó en ese estúpido libro?.... Quiero saber que opina Dazai sobre esto— Exigió el pelirrojo.
—¡Ten respeto por el presidente! — Exclamó Kunikida con un ceño fruncido.
—¡No te tengo miedo rubio! ...
—¡Yo tampoco, pelirrojo! ..
La tensión entre ellos era visible, y los dos líderes de ambas organizaciones tuvieron que intervenir.
—¡Calma Kunikida! — Ordenó Fukuzawa.
—Disculpe presidente.
De igual manera el Doctor Mori le dirigió una mirada bastante demandante a Chuuya quien bajo el rostro.
—Fukuzawa-dono recuerdale a tu agente qur estamos en una tregua..
—De igual forma Doctor Mori, calma a ese chico.
Las miradas de los líderes también expresaban tensión, era difícil para todos esta situación.
—La agencia de detectives tiene a dos personas capaz de ver los resultados y no me van a decir que no han consulado con ellos antes de venir aquí, lo que me deja en claro que sus prediccioones han sido desfavorables para nuestros agentes en Londres.
—Existen dos opciones, una es confiar en la singularidad de sus habilidades y otra es entrar en una guerra contra Agatha Christie, una mujer bastante aterradora— Explico Mori hacia Fukuzawa qué tenía el ceño fruncido.
—Porque no me dijiste que ella solicitó al nuevo doble negro, si eso hubiera pasado Atsushi jamás hubiera salido de Japón y no hubiera ayudado a tu causa.
—¡Nuestra causa! — Corrigió Mori.
—Fukuzawa-dono ese usuario es ultil para descubrir los planes de aquella rata, ya que los demás no han dicho nada.
—Es útil para tú plan contra Agatha no se que querrás hacer en Londres, pero yo conservo la paz en Yokohama tal cual lo dejo establecido el maestro Natsume.
—Asi que no me pidas que no haga nada para ayudar a mi agente en Londres ¡No me quedaré sentado esperando! — La voz de Fukuzawa retumbó en toda la oficina.
—No soy como tú Doctor Mori, yo no dejo solos a mis subordinados — Expresó y se retiró del lugar junto a Kunikida.
—¡Con que algún usuario más pise Londres crearás una guerra contra Agatha! — Dijo el Doctor pero fue ignorado por Fukuzawa.
Fukuzawa estaba furioso con Mori por aquella mentira y sobre todo con sus subordinados, al ingresar a la agencia todos lo recibieron con una reverencia.
—¡Buenas tardes presidente! — Hablaron todos al unísono.
—¡Rampo! ¡Dazai! ¡A mi oficina! — Ordenó el mayor y los nombrados fueron detrás de él.
Kunikida estaba en silencio y rápidamente Yosano, Kenji, Kyoka, Naomi y Junichiro se acercaron al él.
—¿Que paso en la reunión con Mori? — Preguntó la doctora Yosano.
—El presidente se entero que el jefe de la mafia le mintió, además que él quiere a ese usuario para la mafia lo cual implica un conflicto más grande con la organización londinense, es muy confuso no sabemos lo que realmente planea el líder de mafia.
—¿Rampo, Dazai y tú sabían de esto? — Volvió a formular otra pregunta la doctora.
—Sí..
—¡Kunikida! — Gritó Yosano contra su compañero.
[...]
—¡Presidente! — Dijo Dazai firme.
—Mori es un hombre letal, lo sé porque trabajé para él lo que piensa esta fuera de lo que yo pueda creer...
—Dazai no te hagas la víctima — Interrumpió Rampo mientras comía una paleta.
—¡Silencio Detective! — Dijo Dazai mirando furioso a Rampo.
—¡Rampo bota ese dulce! — Ordenó Fukuzawa.
—No quiero...
—¡Ahora! — La mirada del presidente fue más que demandante, tan filosa como su katana.
El ojiverde gruñó, pero tiro el dulce al pequeño contenedor de basura cerca suyo.
—Van a responder lo que les voy a preguntar— Ambos asintieron sin decir nada.
—¿Porqué Mori quiere a Alfred Kubin entre sus agentes de la mafia? — Preguntó hacia Dazai.
—Según mis deducciones él quiere a ese usuario para que sea el remplazo de Akutagawa, ya que actualmente no es muy útil en los trabajos que le otorga porqué aún tiene el pacto con Atsushi-kun sobre no matar durante seis meses.
—¿Ese usuario sabe algo acerca de los planes de Fiódor?
—Sí, sabe acerca de la identidad de algunos de los integrantes de la Decadencia de los Ángeles — Volvió a responder Dazai.
Rampo se mantenía en silencio y el presidente no volvió a decir nada más, tendría que confiar en la fuerza de Atsushi y es que su habilidad de “Todos los hombres son iguales” le decía que el tigre estaba más que fortalecido quizá será por la compañía de la bestia negra, ya que lo sintió antes y fue en el caso del canibalismo cuando ambos fusionaron sus habilidades.
—Para ambos necesito información de lo que esta sucediendo en Londres en base a eso podremos hacer un plan para que ese usuario nos diga toda la información sobre los planes de Fiódor y no sea callado por los agentes de Agatha.
—Además de que ambos tendrán un castigo por mentirme — Volvió a decir el presidente.
Los dos agentes salieron de ahí a empujones, ya que no querían ser castigados.