Polluelos / ASL ONE PIECE FAN...

By Melody146089

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Wendy Darling se vuelve madre del ASL, uniendo asi sus historias. Peter pan dejara ser un simple cuento, los... More

SALVAR UN HERMANO [V.F]
JUNTOS NOSOTROS 4 [VF]
TENEMOS MAMÁ [VF]
ENCUENTRO DE MADRES [V.F]
DESDE LAS CENIZAS (1/2) [V.F]
DESDE LAS CENIZAS (2/2) [V.F]
VOLANDO SIN MIEDO [V.F]
TU NOBLE CORAZÓN [V.F]
ESCUELA [V.F]
TAMBO, TAMBO [V.F]
PREPARANDO UNA SORPRESA [V.F]
PAJARO AL ROJO [V.F]
FELIZ CUMPLEAÑOS LUFFY [V.F]
ANUNCIO!
PUÑO DE FUEGO [V.F]
PERDIDO [V.F]
EL REY [V.F]
LILING, LILIN, LIN (1/3 V.F)
LILING, LILIN, LIN (2/3 V.F)
LILING, LILIN, LIN (3/3 V.F)
ROSAS DEL AYER (1/2 V.F)
ROSAS DEL AYER (2/2 V.F)
ACE VS DOFLAMINGO
CAMBIANDO EL FUTURO
Mellizos Li [Art 1]
EL REVOLUCIONARIO
LA ALIANZA
JARDINES DE KENSINGTON
PRESO
Nota
JURAMENTO
✖Travesura Nocturna✖
PESADILLA
WENDY DARLING
LA ISLA DE LA PROMESA
ENTRE AQUÍ Y ALLÁ (1/2)
ENTRE AQUÍ Y ALLÁ (2/2)
ECLIPSE ROJO
PAÑOLETA DE PROMESAS
JUEGA COMO CABALLERO
BIENVENIDOS A TEX-TEX
TAYSON EL COBARDE
PELEA A TODA RUEDAS
TODOS VS GRAN "B"
SABAODY

EL POPPER

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By Melody146089

Frente a los niños se encontraba un grupo de guardias, sosteniendo sus espadas en alto.

"¡Niños, esto no es un juego!" dijo uno de ellos enojado, reprendiendo a los niños por su comportamiento.

"¡Oh, pero lo es!" respondió Prince riendo.

"¡No, no lo es!".

"¡Sí, lo es!".

Se enzarzaron en una acalorada discusión, cada uno tratando de demostrar su punto. Sin embargo, su disputa fue interrumpida abruptamente cuando alguien irrumpió con fuerza desde atrás de los guardias.

"¡Basta! ¡Este niño comió sin pagar!" Wellington, el chef más prestigioso de toda la isla, estaba furioso porque aparentemente Prince se había ido sin pagar en su restaurante.

"¡Oye! ¡Tú eres el Bacalao que sirve esa deliciosa comida! Para ser un bacalao, no estuvo tan mal". Tan pronto como esas palabras salieron de la pequeña boca de Prince, saltó alto en el aire y reapareció detrás del hombre que intentó golpearlo.

Ese trato de acertar otro golpe pero Prince lo esquivó hábilmente. Prince estaba preparado para contraatacar cuando algo arrastró al dueño al suelo, como si lo estuvieran arrastrando bajo el agua en una piscina. El hombre volvió a salir a la superficie, claramente desconcertado, mientras Chunk lo enviaba volando.

"¡Hey! ¡No dije que el juego había comenzado!" se quejó el Príncipe, molesto por la interferencia de Chunk.

Chunk es uno de los dos gemelos, conocido por ser competitivo, de voluntad fuerte y poseer la fruta de nadar (la misma fruta que un día tendra Mr.Pink).

"¡Qué lástima! ¡Esos son 20 puntos!" Chunk se burló, disfrutando de molestar a Prince.

"¡Chunk hizo trampa!, ¡Eso no cuenta! Y... bien, ¡continuemos!" ordenó Prince todavía claramente molesto con Chunk.

Los guardias trajeron más refuerzos ya que los niños no dejaban de derribarlos. Algo que claramente los tenía soprendidamente molestos.

Por otro lado Prince se estaba divirtiendo muchísimo; era difícil creer que algo más pudiera desviar su atención.

Sin embargo, tan rápido Bourgeois notó que el aura del Príncipe se alejaba en la distancia, exclamó: "Y se fue...".

"Ya lo conoces, siempre haciendo lo suyo" comentó Chank, el hermano gemelo de Chunk, con un toque de sarcasmo. "Nunca sigue a nadie más que a sí mismo, ese rufián arrogante".

De repente, una bala pasó cerca de Chank, enfureciendo al pequeño. "¡Oye! ¡Eso es grosero! ¿No ves que estamos en medio de una conversación?".

Bourgeois dio un paso adelante, dirigiendo a Chank una mirada que transmitía silenciosamente: "Déjamelo a mí".

"Elige, hombre sin honor; irte o perece", pronunció Bourgeois sus palabras con una simplicidad directa que dejaba poco margen para malinterpretaciones.

"¿Este niño está hablando en serio?" se rió uno de los espectadores, divertido por la vista del bastón de guía que indicaba la discapacidad del niño.

"Entonces, perece", Bourgeois tomó una respiración profunda, concentrándose.

Mientras otros veían meras imágenes claras, Bourgeois veía la aura de cada ser vivo. Siendo ciego y expuesto regularmente a batallas, había perfeccionado sus habilidades para desbloquear lo que muchos llamarían haki de observación avanzado.

Pero para él, es simplemente otra forma diferente de ver.

"¡Eso vale 100 puntos! ¡No está nada mal en lo absoluto! ¡Prince se molestará cuando se dé cuenta de que está muy lejos de la cima!" exclamó Chank con una sonrisa traviesa, presenciando cómo su amigo elimina sin esfuerzo a cada oponente al instante.

"Percibo más enemigos en camino" alertó Bourgeois a su amigo, agarrando firmemente su pistola. "Yo me encargaré de ellos; tú ve tras ese idiota. ¡Quién sabe qué tipo de caos está causando ya!" Chanks le dió una palmada a su compañero en señal de apoyo.

El corazón de Bourgeois se llenó de agradecimiento mientras corría en busqueda de su capitán.

Dicho capitán que se encontraba en medio de la multitud tan distraído que chocó accidentalmente con alguien, haciendo que tropezara y cayera.

"¿Estás bien?" preguntó con sincera preocupación, ofreciendo una mano para ayudar a la niña que todavía estaba un poco aturdida. La niña le miró brevemente, luego se levantó y se alejó corriendo sin mirar atrás.

"Que raro..", pensó el Príncipe mientras continuaba su caminó a lo que había captado su atención.

Esto resultó ser un espectáculo de marionetas.

El niño estaba tan emocionado, que se olvidó por completo del juego que se supone que estaba jugando con sus amigos.

Prince incluso se preguntó durante el espectáculo sobre cuando fue la última vez que escuchó una historia, ya que nadie en su tripulación era un cuentacuentos. Y asi se pasaría su tiempo hasta que sus pensamientos fueron abruptamente interrumpidos por la voz de su francotirador. "¡Aquí estás!" exclamó Bourgeois. "Si no te apuras, ¡vas a perder!".

"¿Qué voy a perder?" Prince se había olvidado por completo el juego, demasiado absorto en la obra. Bourgeois, acostumbrado a este tipo de comportamientos de su capitán, rodó los ojos molesto.

"¡El juego!".

El capitán sintió como si algo le hubiera drenado hasta la última gota de sangre. La adrenalina del momento lo hizo huir en busca de una pelea, mientras dejaba atrás a un Bourgeois confundido y bastante desconcertado.

La búsqueda de Prince se detuvo cuando vio a la niña de antes, sus lágrimas derramándose incontrolablemente en la bahía.

"¡Oye! ¿Por qué estás sola?" El Príncipe se acercó a ella, su curiosidad despertada por sus lágrimas solitarias. No podía entender por qué nadie estaba allí para consolarla.

"Porque quiero" respondió la chica, causándole una gran confusión. "No entiendo", pronunció él, sintiéndose cada vez más mareado mientras más pensaba en ello.

"¿Qué quieres decir?" preguntó la chica, intrigada por su curiosidad.

"¿Por qué deseas estar sola?" La pregunta de Prince hizo que la chica se pusiera tensa y se mordiera el labio en un intento por mantenerse firme.

Normalmente, el Príncipe se habría alejado cuando se enfrentaba a tales reacciones, inseguro de cómo responder. Pero sus palabras le impactaron, recordándole los momentos en los que se sentía increíblemente solo y perdido en el palacio.

Recordando lo único que le brindaba consuelo en aquel entonces, el regaló más grande que le pudo dar Campanita, reunió el coraje suficiente para preguntarle: "¿Realmente quieres estar sola? ¡Si no es así, únete a mí!".

Respetar el espacio personal nunca fue su punto fuerte, pero no le importaba. Acercándose a ella, sus rostros casi se rozaban, esperaba que ella pudiera ver la profundidad de sus emociones a través de sus ojos.

Después de todo, dicen que los ojos son las ventanas del alma.

"¿Unirme a ti?" Ella lo cuestionó una vez más, y por alguna razón inexplicable, no pudo dejar de sonreír.

"¡Sí! ¡Conviértete en parte de mi tripulación! ¡Sé mi nakama! ¡Así nunca estarás sola de nuevo!" exclamó, extendiendo sus brazos con tanta emoción que su corazón latía con tanta fuerza como una bomba a punto de explotar.

Después de todo, tener un nuevo nakama era emocionante y podía llevarlo a una gran fiesta.

Y vaya, él adoraba las fiestas.

"Si lo hiciera... ¿cuál sería el nombre de mi capitán?" preguntó ella, secando las lágrimas de sus mejillas sonrojadas.

"La gente me llama de muchas maneras", comenzó el Príncipe.

Y no exageraba; en la Isla de la Promesa, se había enfrentado a varios adversarios, cada uno de los cuales se refería a él con diferentes nombres.

Lo llamaron el Flautista de la Tierra Prometida, El Pan, Pan, El Niño Perdido, El Perseguidor de Sombras, El Soñador Encantado, y muchos más que ya no caben en su pequeña cabecita.

"Pero para ti, soy Prince", afirmó con toda la confianza que tenía. En respuesta, la niña soltó una suave risita.

"¡Oye! ¿Por qué te ríes?" preguntó él, con tanta curiosidad que la niña no pudo evitar reír aún más fuerte. "¿Prince? ¿Como un príncipe? ¡Eso es tan ridículo!" exclamó entre ataques de risa.

"¿Te estás riendo de mi nombre?" preguntó el, su pregunta teñida de sorpresa en lugar de enojo.

Nadie se reía de ello ni hacía chistes tontos al respecto. Todos lo respetaban demasiado para eso. Excepto por...

"Sí", la niña sonrió con malicia mientras la última lágrima se secaba.

"Espera, ¡no te pregunté tu nombre!" finalmente se dio cuenta el Príncipe, mientras una traviesa sonrisa se atravesaba por su rostro.

La niña se dio la vuelta, echando una mirada al mar, antes de responder: "Oh, en realidad me llamo Aika. Significa... pájaro cantor", su voz llevaba un toque de melancolía con el que el Príncipe no pudo evitar identificarse.

Sabo observó la interacción con ojos cansados, uniendo los puntos. Aika era el primer nombre de su madre, antes de que tuviera que adoptar diferentes nombres como por ejemplo; Wendy Darling.

"Pero no sé si todavía lo quiero", la voz de la niña se quebró ligeramente al recordar a las personas que solían llamarla así, las personas a las que había decepcionado, las personas que había perdido.

"Entonces permíteme darte uno. Somos piratas, somos libres de ser quienes queramos", sugirió Prince irradiando felicidad como si se tratase del mismo sol.

Aika, o quien fuera que fuera, respondió con risitas, su curiosidad despertada por su sugerencia. "Entonces, ¿qué sugieres?".

La amplia sonrisa traviesa del Príncipe se hizo aún más grande, mientras hacía la expresión más juguetona que uno pudiera imaginar.

"Sara. Significa Princesa". El rostro de Sara se sonrojó atónita. A lo que el Príncipe se reía como si la respuesta fuera obvia. "Si soy el Príncipe de estos mares... entonces necesitaré una princesa, ¿no lo crees?" Al Príncipe le encantaba jugar a fingir, jugaban a que él era el Príncipe de los mares, el príncipe de todos los piratas.

Y qué divertido sería tener otra participante en su juego tan divertido.

"Claro", respondió Sara, aún confundida.

"¡Ahí está!" Ambos niños se dieron la vuelta solo para encontrarse con un pequeño grupo de niños corriendo hacia ellos. Sara se tensó, pero Prince la tranquilizó con una suave sonrisa que transmitía: "Está bien, son mis amigos".

"¡Hola chicos, ¿qué tal?!". El Príncipe los saludó con una sonrisa, mientras el resto del grupo alternaba entre parecer enojados y reír, anticipando lo que estaba a punto de sucederle a su capitán. "¿Qué tal? Bueno, Chunk, haya hecho trampas o no, obtuvo más puntos en el juego, lo que lo convierte en el ganador", Explicó Bourgeois traviesamente.

"¡Chunk, no puedes hacer eso! ¡Ninguno de ustedes puede hacer eso! ¿Qué pasa con la regla de que nadie puede ser mejor que yo o parecerse a mí? ¡Niñatos!". Por cada minuto que pasaba el rostro de Prince se volvía cada vez más rojo, al igual que las risas de sus nakamas.

"Bueno, capitán, eso no habría sucedido si no te hubieras ido corriendo, ¡quién sabe a dónde!" Chank guiñó un ojo al Príncipe mientras sonreía.

"Mi hermano tiene razón, Capitán. Yo gané", Chunk se acercó a Prince, quien no había mirado a nadie desde que comenzó todo este lío. "¡Justamente!" Chunk parecía incapaz de quedarse callado, siendo tan competitivo y presumido que podía resultar realmente molesto a veces.

"Tal vez debería ser nombrado capitán en su lugar", Chunk nunca sabía cuándo moderar sus comentarios, incluso cuando su vida podría estar en peligro. Como ahora...

"¡Chunk! ¡Ni siquiera lo menciones!" El rostro del Príncipe parecía como si el diablo mismo lo hubiera poseído.

"¡Yo gané!" Tan rápido como esas palabras salieron de la boca de Chunk, Prince soltó un grito tan fuerte como el que te gritaría tu abuela por desobeder una de sus tantas exigencias.

"¡No puedo oírte! ¡Estoy sordo!" el Príncipe comenzó a repetir, tapándose los oídos.

"¡Yo gané!".

"¡No puedo oírte!".

"¡Yo gané!".

Chunk bailaba alrededor del Príncipe, repitiendo las mismas palabras. Solo se detuvo cuando Prince dejó de gritar y se dio la vuelta, "Dejaré pasar esto solo porque tengo algo que mostrarles" y declaró que tenía algo que decir.

La curiosidad se extendió entre el grupo cuando notaron la presencia de una extraña junto a su capitán. El Príncipe, lleno de orgullo, presentó a Sara como su nueva nakama.

"¿Una nueva nakama?" exclamaron Avispado y Presuntuoso, llenos de emoción.

"¿Cuál es tu color favorito?" preguntó Avispado emocionado.

"¿Recuerdas a tu madre?" añadió Presuntuoso.

"¿Cuál es tu comida favorita?" agregó Chank.

"¿Sabes que es verdad que yo gané, ¿verdad?" afirmó confiadamente Chunk.

En un instante, una ráfaga de preguntas de todo tipo abrumó a la niña. Ella respondió cada una pacientemente hasta que llegó el momento de partir.

"¡Zarpemos hacia la Isla de la Promesa!" Le ordenó Prince a Lelo, su navegante, mientras subían al barco. El destino tomó por sorpresa a Sara, cogiéndola desprevenida.

Por un momento, sintió como si estuviera soñando.

La isla Promesa, un lugar donde todas las razas coexistían en paz y armonía, donde los sueños se convertían en realidad para aquellos que los perseguían con suficiente pasión. Sara había compartido la historia de este lugar innumerables veces con Marco, George y Michael.

- Quizás algún día podamos verlo juntos. ¿No sería genial? - Marco algún día habia soñado en ir juntos a aquél lugar que sonaba tan magico, como un paraíso.

Y ahora, aquí estaba, en camino hacia ese mismo lugar.

"¡Ahoy, capitán!" exclamó Lelo confiadamente, echando un vistazo a su Eternal pose para confirmar su rumbo. El grupo de niños zarparon, con los ojos fijos en el horizonte, mientras un atento Sabo disfrutaba del espectáculo.

La risa y la alegría llenaban el aire mientras los niños se alejaban en su barco, el caos se desataba para las personas que quedaban en tierra.

"¿Dónde está Wendy?" exclamó Prescott, con su cordura colgando de un hilo. Stella, igual de angustiada, replicó: "¡No lo sé! ¡Se suponía que tu la estabas vigilando!" Lágrimas surcaban su rostro, emborronando su maquillaje que antes posaba impecable en su hermoso rostro.

Prescott se detuvo por un momento, sintiendo el peso de su desesperación, y se dejó caer en la silla más cercana. "¿No crees que lo sé?... Soy... un hombre muerto. Stella, estás hablando con un cadáver..." confesó, reuniendo el coraje para enfrentar su sombría realidad. Miró directamente a los ojos de Stella y reveló su estado actual.

"¡Prescott, ni siquiera lo menciones!" intervino Stella urgentemente, sosteniendo sus mejillas para captar su atención. "No te va a pasar nada. ¡Tenemos que encontrar una solución!". Prescott no podía apartar la mirada de ella, su corazón se rompía al ver sus ojos llenos de lágrimas.

"Entonces debemos actuar rápidamente. Wendy debía presentarse hoy y la gente ya ha comprado boletos para el concierto", recuperó su compostura, mientras buscaba de sus bolsillos una servilleta. Una vez en sus manos la uso para limpiar con suavidad las lágrimas del rostro de su Stella.

"Creo que conozco a alguien que puede ayudarnos. Iré a buscarlo, tú intenta mantener todo bajo control mientras esté fuera. Y por favor, sonríe. Le queda perfecto a tus hermosos vestidos". Estas fueron las últimas palabras de Prescott mientras partía, dejando a Stella con su confianza renovada para enfrentar la tarea que tenían por delante.

Prescott atravesó apresuradamente el castillo, buscando desesperadamente alguna pista que pudiera llevarlo a la persona que necesitaba.

"¿Por qué tanta prisa, señor?" preguntó una doncella preocupada al observar a Prescott moverse frenéticamente por todas partes. "Mi señora, ¿podrías hacerme un favor? Por favor, busca al Señor Yin e informele que Prescott busca su ayuda de manera urgente", suplicó Prescott, inclinándose con desesperación evidente en su voz. "Por supuesto, señor. Haré lo posible", respondió la doncella, decidida a ayudar.

La mujer continuó informando a numerosos miembros del personal sobre la solicitud. Algunos de ellos se quejaron, cuestionando por qué deberían hacer un favor a alguien que ni siquiera era su superior. Sin embargo, incluso frente a la resistencia, algunos accedieron después de que ella detallará la expresión desolada que el desafortunado hombre había mostrado.

"¡Señor Yin!" Finalmente, un joven descubrió al señor Yin en medio de los pasillos, mientras este guardaba apresuradamente algo en una bolsa.

Yin se sobresaltó, retrocediendo ante el repentino acercamiento. "¿Sí?" tartamudeó Yin con su corazón que se salía de su pecho.

"El señor Prescott te está buscando con urgencia", la tensión de Yin se alivió momentáneamente. "¿Podrías llevarme hasta él?", le preguntó al sirviente, quien asintió de inmediato.

Pronto ambos se encontraron frente a Prescott, quien parecía casi sin vida,como si su corazón hubiera dejado de latir.

"Señor Prescott, aquí está el señor Yin", anunció el sirviente. En respuesta a su llegada, Prescott pareció regresar al reino de los vivos, aunque seguía aparentando estar sin vida, como un zombi. Ni aquí ni allá.

"¡Yin! ¡Gracias a Oda que estás aquí!" Prescott exclamó, su voz llena de desesperación como si su vida dependiera de ello. Yin se sorprendió por la intensidad de la angustia de Prescott, dándose cuenta de que nunca lo había visto en un estado tan desesperado. "¡Wendy se ha ido! Tu sabes que ella estaba a mi cuidado y aun asi la perdí. Te juro que hice mi mayor esfuerzo no se como paso esto...."

Prescott le confesó todo a Yin, quien escuchó atentamente hasta el final.

"Prescott, escúchame", comenzó Yin. "Yo fui quien movió hilos para darte ese puesto. ¿Sabes por qué? Porque eres mi amigo y, como tu amigo, convenceré a Jonsy de que perdone tu vida. ¡Así que por favor, deja de comportarte como un zombi!". Las palabras de Yin sacudieron a Prescott, logrando lo imposible; regresarlo a la vida.

"Por ahora tenemos otro problema. Wendy tiene un concierto que comienza pronto, ¿verdad?" Yin preguntó a Prescott, buscando confirmación. Prescott no perdió tiempo y asintió en respuesta. "Entonces dirijamonos discretamente hacia dónde está Stella. Tengo una idea para solucionar esto, pero no podemos dejar que Jonsy se entere. Si descubre nuestro plan, seguramente me detendrá antes de que tenga oportunidad de hacer algo", explicó Yin, lo que hizo que Prescott asintiera con entusiasmo y expresara su eterna gratitud.

Intentaron moverse discretamente, o al menos eso pensaban. Sin embargo, su comportamiento no pasó desapercibido para algunas personas que resultaron ser los seguidores más leales de la persona a cargo de la isla en ese momento; (precisamente a quien intentaban evitar).

Sin percatarse Yin y Prescott se mantuvieron enfocados en llegar a Stella.

Esta esperaba ansiosamente su llegada mientras la multitud se volvía cada vez más inquieta, clamando por Wendy como animales hambrientos por su comida.

"¡Stella, tu héroe ha llegado!" exclamó Yin, y Stella saltó de la emoción. "¡Yinny! ¡Has venido!" Stella dio piruetas alrededor de Yin, llena de alivio y alegría.

"¡Por supuesto que vendría! Eres como una hermana para mí. Nunca permitiría que te pasara algo a ti o a Prescott", declaró Yin, adoptando una pose heroica, sin importar cuán ridícula pudiera parecer.

"Hablaré con Jonsy sobre Prescott, así que no te preocupes. Sin embargo, deberías preocuparte por encontrar un atuendo que yo pueda usar", afirmó Yin, tomando a Stella desprevenida. "¡Eres muy gracioso, Yinny!" se rió, asumiendo inicialmente que estaba bromeando. Sin embargo, pronto notó la seriedad en su expresión.

"Stella, no tenemos tiempo para largas explicaciones. Seré directo contigo", comenzó Yin, con un tono sincero. "Voy a ocupar el lugar de Wendy en el escenario. Ya he pensado qué decirle al público, pero necesito tu ayuda con todo lo demás". Stella asintió en acuerdo, sintiéndose aún un poco insegura sobre si esta era una buena idea.

Stella buscó algo que le quedara bien a Yin y afortunadamente, encontró un atuendo no tan hermoso como le hubiera gustado. Pero tendrían que arreglárselas con lo que tenían y eso era lo que había.

"¿Qué te parece?", preguntó Stella con orgullo, presentando su elección a Yin. "Es perfecto, excepto que los pantalones están demasiado ajustados", se quejó Yin, ligeramente molesto. Sin embargo, lo dejó pasar y se dirigió hacia el resto de los músicos que iban tocar.

Yin no perdió tiempo en proporcionarles las partituras. Una vez resuelto eso, se dirigió al escenario lo más rápido posible.

"Hola a todos, sé que han estado esperando ansiosamente a Wendy. Desafortunadamente, es mi triste deber informarles que Wendy Darling está gravemente enferma después de un terrible accidente. Pero en su nombre, yo cantaré hoy. Así que por favor, cantemos juntos por la salud de Wendy", anunció Yin, pronunciando sus palabras de apertura mientras la banda comenzaba a tocar.

"Cariño, puedes encontrarme bajo las luces. Diamantes bajo mis ojos", comenzó a cantar, desviando su mirada hacia la izquierda donde notó que Jones Jonathan, a quien cariñosamente llamaba Jonsy, lo miraba directamente a los ojos. En respuesta, Yin le guiñó un ojo y continuó cantando con todas sus fuerzas.

"Llevo mi ropa demasiado apretada".

Jonsy estaba listo para saltar e interrumpir todo el concierto. Yin decidió que la mejor manera de detenerlo era avergonzarlo. Mientras cantaba, movió sus manos hacia sus muslos y agitó sus caderas, agregando un toque juguetón a su actuación.

"Puedes ver los latidos de mi corazón esta noche. Puedo soportar la presión, cariño, créalo. Ese es el momento en el que brillo".

Sin preocuparse, Yin continuó su actuación en el escenario, provocando que Jonathan se acercara tanto a golpearse a sí mismo por la frustración.

"Stella, ¿podrías explicarme por qué Yin está actuando?" Stella y todos los demás en bambalinas se quedaron congelados, inclinándose por el miedo. Stella incluso presionó su cabeza contra el suelo con más fuerza, haciendo lo posible para evitar el contacto visual.

"El señor Yin nos informó que esta era su forma de salvar el concierto", respondió Stella, sus palabras fueron recibidas con un prolongado silencio mientras Jonathan se acercaba para presenciar lo que Yin estaba haciendo.

"Cuando mi corazón se rompe (ellos nunca lo verán, nunca lo verán)".

Una cuerda descendió cerca de Yin, esto captó la atención de Jonathan, quien rápidamente preguntó a la persona más cercana qué estaba pasando.

"Cuando mi mundo se estremece (me siento vivo, me siento vivo)".

Para su sorpresa, resultó ser una tirolina, instalada sin las precauciones adecuadas, para el uso exclusivo de Wendy.

Se rumoreaba que Wendy poseía la capacidad de manipular el aire a su alrededor, lo que le otorgaba un efecto etéreo y volador similar al de un usuario de una fruta del diablo con poderes basados en el viento. En consecuencia, la tirolina estaba destinada a alguien capaz de volar y escapar antes de llegar a su destino final.

"No juego seguro (ooh), ¿no sabes sobre mí? (Uh-huh)".

Yin saltó con confianza sobre la tirolina, deslizándose sin esfuerzo hacia la línea de meta sin una pizca de preocupación. Percibiendo la urgencia, Jonathan saltó al escenario y se abrió paso entre la multitud, que amablemente se apartó para facilitar su paso.

"Puedo bailar, puedo bailar..." Yin chocó contra la pared como un mosquito que repentinamente es aplastado. Antes de que pudiera caer al suelo, los reflejos ultrarrápidos de Jonathan lo interceptaron, agarrándolo en el aire y evitando una posible caída.

"Parece que no tendré que matarte; te has encargado de hacerlo tú mismo", pensó Jonathan, llevando a Yin de regreso a bambalinas.

"Oh, Yinny", exclamó Stella preocupada cuando vio el rostro magullado de Yin.

"Stella, hazme un favor y busca a los 'Hermanos B', llevaré a Yin a su habitación. Los estaré esperando allí", ordenó Jonathan mientras regresaba al castillo.

{...}

Después de unos días, Yin se asemejaba a una momia viviente.

La voz de Yin se ahogaba, sonando terrible cuando pronunció: "J...oO...nChsy".

Jonathan, sentado cerca de Yin, respondió: "Por favor, evita llamarme así por el momento". Yin intentó disculparse, pero su rostro hinchado dificulta su capacidad para hablar claramente.

"¿Entendemos por qué estoy irritado contigo y Prescott? Wendy desaparece y, en lugar de informarme y buscar mi ayuda para el concierto, ustedes dos se van por su cuenta... ¡y mira tu rostro! Parece como si te hubieran picado abejas", comentó Jonathan, masajeándose la sien.

"Ahora vas a ayudarme a ver que le decimos a todo el mundo. Por que aparentemente le dijistes a todo el mundo que la pobre Wendy está gravemente enferma". Ante la declaración de Jonathan, Yin intentó quejarse pero no pudo lograrlo.

"Pero supongo que tendremos que esperar hasta que te hayas recuperado lo suficiente para hablar. Sinceramente, Yin, esta no es la primera vez que haces una locura como esta. Debería haberte asignado un cuidador como hice con Wendy, porque parece que tú, como adulto, aún necesitas supervisión", señaló Jonathan, recordando cada acto impulsivo en el que se había involucrado Yin.

"Y no intentes negarlo, ¿recuerdas cuando nos conocimos?" añadió burlonamente mientras obligaba al pobre Yin recordar cuando se conocieron.

{...}

Fue en una noche cuando Yin se infiltró en la prestigiosa y renombrada institución conocida como Eton.

El plan era robar los suministros de comida de esos niños engreídos que cenaban como reyes mientras el resto tenía que conformarse con las sobras.

Si lograba tener éxito, ganaría la reputación de ser el ladrón más grande de los mares. Todos conocerán el nombre del Ave del Nunca Jamás, aquel que robaba a los ricos y daba a los pobres, pero nunca era atrapado.

Todo parecía ir según el plan, o al menos eso creía. Sin embargo, su confianza se desvaneció rápidamente cuando se vio perseguido por guardias. En un intento desesperado de evadir captura, corrió hacia el tejado, pero para su sorpresa, fue interceptado por un misterioso joven cuyos ojos ardían con tanta intensidad que una sola mirada podría matarte.

Yin no le prestó atención a la identidad del desconocido y escaneó frenéticamente el edificio más cercano al que podría saltar. Sin embargo, pronto se dio cuenta de un detalle crucial que había pasado por alto: no había ningún lugar al que escapar saltando. Con el enemigo acercándose, tomó una decisión en fracciones de segundo y saltó al abismo, esperando resistir la caída y huir después.

Lamentablemente, la realidad no se alineó con sus expectativas. El acto impulsivo resultó en heridas graves y, al recobrar la conciencia, Yin se encontró confinado en una celda, su cuerpo adornado con suturas.

"Si no hubiera decidido investigar al supuesto prisionero, ahora mismo no estarías aquí", las palabras de Jonathan hicieron que Yin volviera al presente mientras le dirigía una mirada seria. "Yin, debes aprender a controlar tus tendencias impulsivas antes de que te lleven a tu muerte".

La declaración de Jonathan resonó en Yin. Era consciente de que la impulsividad era su principio rector, pero no podía negar que cada acto impulsivo había traído algún tipo de consecuencia, para bien o para mal. Mayormente para bien, como conocer a Jonsy.

Después de estar confinado en su celda, recibió la noticia de que un vicealmirante estaba en camino para llevarlo a Impel Down. Le era indiferente, ya que no había nadie quien lo estuviera esperando allá afuera. Ya había hecho suficiente por la gente y tal vez el encarcelamiento podría servir como un retiro adecuado.

Sin embargo, su percepción cambió cuando el joven de mirada intensa y penetrante lo visitó. Inicialmente, había un aire de reserva y superioridad, pero con cada encuentro posterior, el joven se mostraba más abierto.

Este desarrollo inesperado lo intrigó enormemente. La curiosidad eventualmente se apoderó de él.

- Hola, Garfio, ¿Qué te trae a visitar a este pequeñín tan seguido? No me di cuenta de que poseía tanto encanto - dijo, adoptando intencionalmente un tono exageradamente cursi. El apodo "Garfio" desconcertó lo suficiente al joven como para acercarse a su celda.

-Tus cejas parecen un par de garfios, y como no conozco tu nombre, ¿qué más se supone que debía llamarte? - replicó, fingiendo molestia y rudeza con las mejillas infladas.

-Una persona con buenos modales siempre pregunta por el nombre del contrario. Pero supongo que no puedo esperar mucho de alguien como tú...- respondió Garfio proyectando una actitud de desdén e indiferencia total.

-Bueno, joven Garfio, ¿cuál es tu nombre?-.

Jones Jonathan.

Ese era su nombre, el joven de mirada feroz e intimidante era conocido como Jones Jonathan.

Saber su nombre redujo un poco su nivel de curiosidad, pero aún así quería saber más. Quería entender realmente quién era Jones Jonathan.

Después de varias visitas, empezó a disfrutar de la compañía de Jonathan.

Este seguía siendo un poco demasiado educado, y tal vez eso lo hacía un poco intimidante. Esa era probablemente la cosa que más le desagradaba de él: parecía tener demasiado miedo de ser grosero, indisciplinado o de espíritu libre.

¿Cómo podía alguien tener tanto miedo a la libertad? ¿Quién podía detestarla hasta tal punto que una mera mirada a sus ojos revelaba una profunda tristeza oculta bajo la superficie de su ira hirviente, similar a la lava fundida?.

- ¿Qué pasó hoy? - preguntó mientras Jonathan descendía para visitarlo, su rostro marcado por un evidente agotamiento. - A veces me pregunto por qué te preocupas más por mí que por ti mismo - respondió Jonathan, mirando al techo, reflexionando por qué al ave del nunca jamás, no parecía importarle mucho la perdida de su libertad.

Sin que Jonathan lo supiera, Yin no veía la prisión como la muerte de su libertad. Cada elección que hacía, la hacía voluntariamente, sin influencias externas. Nadie dictaba su destino, pues seguía sus deseos a su antojo. Su corazón permanecía tan libre como un pájaro.

- Qué puedo decir, es fácil aburrirse aquí. Realmente deberías traerme algo más que hacer, Jonsy...- En lugar de dirigirse a él como "Garfio", lo llamaba "Jonsy", un acto deliberado desafiante. Lo había dejado claro antes y lo reiteraba ahora: ¡a pesar de estar confinado en una celda, aún poseía la libertad de expresión! ¡La libertad de molestar al hombre de pelo rosado, jaja.

- Algunos de mis compañeros poppers estaban ignorando las reglas y protocolos a los que todo etoniano debe adherirse, así que los enfrenté...-. Comenzó Jonathan a explicar, finalmente dando a Yin la respuesta que había estado esperando con ansias. Sin embargo, su explicación se detuvo abruptamente, dejando a Yin exasperado. - ¡Vamos! ¡No puedes simplemente detenerte a la mitad! - se quejó Yin, incapaz de contener su frustración. Ante la falta de respuesta, se quedó en silencio. Jonathan intentó irse, pero a mitad de camino se detuvo, se dio la vuelta y cruzó miradas con.

En ese momento, Yin percibió una emoción que nadie jamás habia dirigido hacia él: la envidia.

En las últimas semanas, aprendió que Jones Jonathan provenía de una familia adinerada. No estaba seguro de los detalles exactos, pero era una familia prestigiosa sin duda. Además, era estudiante en Eton, que es posiblemente la institución más prestigiosa, y formaba parte del exclusivo grupo social conocido como el Pop.

El Pop es un grupo de prefectos escolares compuesto por solo unos dieciséis miembros. Es un grupo altamente selectivo al que pertenecer. Las principales responsabilidades del Pop incluyen vigilar a los chicos en la capilla, controlar la asistencia de los chicos a ciertos eventos y servir como asistentes generales. Puede sonar como una tarea, pero el poder que se obtiene al supervisar a los demás compensa la carga de trabajo adicional.

Esto explica perfectamente por qué Jonathan estaba furioso con los demás miembros del Pop o por qué era capaz de bajar a verlo. Sin embargo, además de eso, Jonathan tenía mucho más que él. Jonathan nació en privilegio, mientras que él, Yin, era solo un ladrón. ¿Qué podría tener Yin que hiciera que alguien como Jonathan sintiera envidia?.

¿Tal vez su encantador cabello?.

Bueno, al menos no en este momento, ya que Yin no se ha bañado en mucho tiempo.

- La Marina teme profundamente al Ave del Nunca Jamás, aún asi es venerada por mucha gente. Te has convertido en un faro de esperanza para aquellos que se atrevieron a desafiar al gobierno. Y déjame decirte, lograr eso requiere un carisma inmenso- 'Yin' el Popper, susurró casi como expresión de admiración.

Era bastante divertido imaginarlo.

Imágenes de él mismo y de Jonsy como garabatos vinieron a su mente.

Garabato Jonsy se erguía triunfante sobre el mundo, mirando la luna con admiración. Curiosamente, la luna llevaba su propio rostro.

- ¿Estás prestando atención, o las cosas en las que alucinas son más cautivadoras? - Jonathan se burló, dándose cuenta de que Yin se había alejado momentáneamente, absorto en sus peculiares escenarios de garabatos.

- Sí, por favor, continúa, querido Popper - añadió con un guiño, concediendo a Jonsy el permiso para seguir.

- Puede que no esté de acuerdo con tus acciones; para mí, parecen tontas e insensatas. Las cosas son como son por una razón, y aquellos que lo desafían no son más que tontos esperando a que la realidad aplaste sus sueños - comentó Jonathan. Era tan claro como el cristal que consideraba a aquellos que se oponían a tales principios como simples idiotas. Sin embargo, en lo más profundo de su corazón, ¿acaso temía al cambio?.

Yin, cada vez más desesperado, preguntó: - Entonces, ¿cuál es el punto? - Las palabras repetitivas y vacías de Jonathan no conducían a ninguna parte.

- ¡El punto es que tienes un don con las personas! ¡Suficiente como para que te admiren, incluso si eres un idiota! Tienes carisma, mientras que cuando sonrío a los niños, ¡ellos huyen!-. La voz de Jonathan tembló ligeramente al recordar el incidente cuando un niño intentó hablarle y él respondió con una sonrisa. El niño se asustó y huyó hacia su madre, quien casi se acercó a Jonathan para quejarse, pero se detuvo al darse cuenta de quien era.

Ahora, tanto la madre como el niño estaban asustados: uno debido a una impresión honesta y el otro debido a su posición social.

- Mis compañeros del Pop hablan mal de mí a mis espaldas, mi sombra me informa.

Sin embargo, cumplen con todo lo que sugiero o pido, puramente por miedo

Me temen no solo por mi poder social, sino también porque impongo temor.

En cambio, tú tienes carisma... y sí, estoy frustrado por eso. Quiero que la gente me admire como te admiran a ti, no que me tema... Simplemente no logro entender qué estoy haciendo mal-. El rostro de Jonathan permaneció compuesto, ocultando cualquier señal de debilidad o lágrimas. Sin embargo, eran sus hábitos nerviosos, el girar de sus pies y las miradas persistentes, los que revelaban verdaderamente su sinceridad hacia Yin.

Jonathan no era para nada discreto.

- Quiero hacer un trato - dijo, reuniendo valor mientras su corazón latía acelerado. Miró de reojo al Popper, decidido a no perder el enfoque.

- Te ayudaré, pero no puedo hacerlo aquí en esta celda. Encuentra una forma de liberarme y trataré de transmitirte algo de mi encanto -. Intentó agregar algo de picardía a su discurso, pero resultó algo tonto, provocando la risa incontrolable de Jonathan por primera vez.

- Vaya cambio de actitud para alguien a quien no le importaba ir a prisión. ¿Finalmente tienes miedo? - Jonathan bromeó juguetonamente, lo que hizo que Yin respondiera con su sonrisa más amplia; - Todo el mundo teme algo, Jonsy. Nunca dije que no temiera a la prisión. Pero algo ha cambiado...-. Y Yin no mentía, antes era indiferente, ya que no habia nada o nadie esperándolo.

Pero ahora era diferente, cada día alguien esperaba el momento de verlo, alguien lo estaba esperando.

En los confines gélidos de su celda, la llegada de Jonsy se sentía como si se abriera una ventana de par en par, permitiendo que los rayos radiantes del sol penetraran en la habitación. Ya no deseaba meros rayos. Quería conocer al sol mismo. Era fascinante, intrigante y ardiente, y lo más importante, estaba vivo de una manera en la que él nunca había estado.

Sin embargo, eso también planteaba un problema. Cuando el sol arde sin control, destruye en lugar de construir. El sol necesita a la luna, y la luna necesita al sol, y la Tierra necesita a ambos.

- Acepto, pero tendrás que estar de acuerdo con otra cosa...-. Jonathan se inclinó hacia adelante y susurró algo al oído de Yin, causando que se pusiera pálido. - ¡No, no puedes hacer eso! -. protestó Yin, pero finalmente cedió, aceptando a regañadientes al final.

{...}

"Obviamente necesitan saberlo, pero... ¡Yin! ¿Estás soñando despierto de nuevo?!" interrumpió Jonathan a Yin.

"Oh... Jonsy... sí, lo siento", respondió Yin, todavía sacudiéndose el adormecimiento y volviendo al presente. "Entonces, ¿alguna idea de cómo manejar toda la situación con Wendy?" La pregunta de Jonathan recordó a Yin que se habían reunido para encontrar una solución a todo el dilema que había creado en torno a Wendy ahora que había recuperado su capacidad para hablar.

"Bueno, yo... ¡lo sé! ¿Recuerdas cómo me rescataste de esa celda y evitaste que el vicealmirante me llevara?" Yin le preguntó a Jonathan con entusiasmo. Al instante, el rostro de Jonathan se contrajo en un ceño fruncido, como si la pregunta de Yin le molestara, pero no pudo evitar sonreír, como si despertara en él una peculiar sensación de alegría. "¿Todo lo de '¿el pájaro blanco escapó?' y la familia Birdwhistle?" Jonathan dijo, sin comprender lo que Yin trataba de decir.

"¡Exactamente! ¡Haremos lo mismo con Wendy!" Yin se rió.

En aquellos días, Jonathan había abusado ligeramente de su poder como Popper y como dragón Celestial; lo último era algo de lo que no era consciente en ese entonces.

Jonathan había chantajeado al vicealmirante y a todos los demás en Eton que conocían la situación del ladron. Dado que nadie, aparte de Jonathan, había visto al ave del nunca jamás sin su máscara, fue relativamente fácil crear una nueva identidad para él.

- ¿Y los Birdwhistle? - sugirió Jonathan.

La madre de Yin resultó ser descendiente de inmigrantes ilegales de Wano. Se había casado con un hombre honorable de la adinerada familia Birdwhistle en el North Blue, (O al menos eso creerían todos).

Le habían pagado a la familia Birdwhistle para que colaboraran con su historia fabricada y permitieran a Yin usar su apellido.

Sorprendentemente, funcionó perfectamente, especialmente porque las características distintivas de Yin le permitieron pasar como alguien de Wano.

No obstante, Yin logró ingresar a Eton y estudiar junto a Jonathan...

"Pero eso es mentir", exclamó Jonathan, finalmente comprendiendo el gran plan de Yin. "Ya lo hemos hecho una vez antes. ¿Por qué no hacerlo de nuevo?" Yin se sentía como el mayor imbécil del mundo en este momento, pero si eso ayudaría a resolver este lío, entonces que así sea.

"Podemos encubrirlo, hacer que parezca un suicidio", sugirió Yin sin vacilar.

"Pero ¿por qué un suicidio?" Jonathan pregunto confundido.

"No aprobaste la decisión que tus padres tomaron con respecto a Wendy, pero en ese momento no había nada que pudieras hacer al respecto. Pero los tiempos han cambiado", hizo una pausa antes de continuar su discurso.

"Oh no, ¡Wendy ha fallecido! Aun así, su fallecimiento sirve como mi inspiración. ¡Oh Wendy, fuiste la estrella más grande que jamás haya iluminado nuestra presencia!" Exageró sus gestos, intentando ofrecer la interpretación más dramática posible. "¡Últimas noticias! ¡Los álbumes de Wendy están completamente agotados! ¡La compañía de Sam está al borde de un auge de ventas!".

Jonathan soltó una suave risa antes de preguntar: "Aún necesitamos localizar a Wendy. ¿Qué sucede si regresa? Los muertos no pueden volver".

"Si ella regresara, no sería como Wendy. Podríamos asignarle una nueva identidad, como la sobrina de Prescott, y mantenerla bajo supervisión constante. No tendría que seguir siendo Wendy... Tus padres aún se beneficiarían de ella, excepto que ya no tendría que interpretar a Wendy para ser útil". Yin ocultaba motivos ulteriores detrás de esta elaborada tapadera, así que cuando presenció la alegría en el rostro de Jonsy, se sintió como un completo bacalao.

Podía imaginárselo, un collage de imágenes de bacalaos superpuestas sobre su propio cuerpo.

"Bueno querido Genio, será mejor que comienzes a escribir una carta", las palabras de Jonathan lo dejaron completamente confundido. Su expresión perpleja era evidente en su rostro. "¿La carta de suicidio? Fue tu idea, así que creo que es justo que la escribas", explicó Jonathan mientras le entregaba tinta y papel.

"A ver qué se me ocurre..." Se sentó en el escritorio y comenzó a escribir.

"Yo soy Wendy Moira Angela Darling,
Pero todos me conocen solo como Wendy.

Wendy es un personaje, Moira Angela es la persona detrás de él. Aquella que derrama lágrimas por la noche, cargada de la soledad que conlleva ser Wendy.

Después de todo, nadie mira a mis ojos y me ve a mí; solo ven a ella.

Ellos creen que las estrellas siempre brillan, pero incluso las estrellas pueden desvanecerse en la atmósfera.

Cuando Wendy brille, recuerden que Moira Angela brilla junto a ella,
Así que no se desvanecerá,
Como polvo de estrellas".

"¿Polvo de estrellas? ¿En serio estás reciclando palabras que ella usó en sus canciones?" Jonathan replicó mientras Yin rodaba los ojos. "Shhh, ¡me estás quitando la inspiración!"

Como decía...

"Den mi ropa al orfanato más cercano,
Donen el 2% de mi fortuna a escuelas sin fondos y den todo lo demás a quienes lo necesiten.

Quizás al irme, Moira Angela pueda dejar su huella en los corazones de las personas, tal como lo hizo Wendy".

Tan pronto como la carta estuvo terminada, fue impresa y distribuida por todas partes, incluso a través de Morgana, la propietaria de Newscoo, quien lo declaró como; "¡Últimas noticias!".

La noticia de la muerte de Wendy se extendió lejos y ancho, llegando a todos los rincones. Parecía que todos lo habían oído. El apoyo sincero se derramó para la afligida familia falsa de Wendy, como innumerables tarjetas de condolencia.

Pero otro oleada de emociones abrumó a Yin: el peso de las preguntas sin respuesta y la tristeza de dos niños inocentes.

El plan de Wendy había llegado a su fin y el destino de los niños Darling estaba en juego. Yin estaba tan absorto en resolver otros asuntos que había pasado por alto el hecho de que estos pequeños serían devueltos al trabajo forzado.

"¿Quieres a ambos?" preguntó Jonsy a Yin después de que solicitara tener la custodia de los niños que habían sido parte del engaño de Wendy.

¡Pero mi cumpleaños está próximo!" Yin suplicó desesperadamente, sin querer que los niños fueran entregados a otra persona. Por eso utilizó su mirada de cachorro más convincente.

Jonathan trató de resistirse, añadiendo excusas para evitar cumplirla, pero finalmente, cuando se enfrentó a la mirada de cachorro persistente y molesta pero encantadora de Yin, cedió. "Bien, bien. Puedes quedártelos, al menos haz que duren una semana".

Jonathan rápidamente lamentó su decisión cuando los niños comenzaron a seguirlos a todas partes.

"¿Por qué están aquí?" Yin y Jonathan habían reservado asientos en el teatro para ver Robin Hood solo ellos dos, pero al parecer otras dos personitas venian pero bien felices con ellos.

"¡Para ayudar, obviamente! En serio, Jonsy, te estás volviendo ciego. Necesitas conseguirte unos anteojos", replicó Yin.

Jonathan rápidamente les lanzo a los pequeños una mirada de disgusto.

"Odio a los niños", murmuró Jonathan, pero Yin lo ignoró y continuó hacia sus asientos.

A lo largo del día, Jonathan hizo múltiples intentos de imponer su autoridad sobre los niños, mientras que Yin constantemente trató de animarlo a adoptar un enfoque más amable.

Una de sus numerosas quejas era: "Deberían estar a mi servicio, no al revés. ¡No soy su niñera!".

"¡Huevos escoceses¹ listos para llevar, señor!" Fuera del teatro, vendían huevos escoceses de crema, una receta de chocolate que era una de las favoritas de Jonathan. Como era de esperar, Yin también le dio algunos huevos a los niños.

"¡Mi huevo!" El huevo de Michael cayó al suelo después de que un hombre chocara con él sin siquiera disculparse. Yin se acercó rápidamente al pequeño, tratando de consolarlo.

Para sorpresa de todos, Jonathan se acercó y, al encontrarse con los ojos de Michael, el pequeño inmediatamente se acobardó avergonzado. El hermano de Michael, George, se arrodilló y suplicó clemencia. "Amo lo siento mucho. Sabemos que usted pagó por eso y estamos dispuestos a devolverle hasta la última migaja".

Jonathan ignoró a George y se acercó al hombre que había chocado con Michael.

"¿Qué... mi señor!" El hombre se arrodilló de inmediato sin perder un momento. "Chocó con el niño cuyo huevo escocés yo compre. El mismo huevo que cayó al suelo por su descuido. ¿No es marca de un caballero disculparse y enmendar sus errores?" Jonathan poseía modales impecables que incluso podían hacer temblar a un rey marino.

"¿A qué estás esperando? ¿O es posible que un esclavo posea más honor que tú?" El disgusto de Jonathan era evidente y el hombre no perdió tiempo en comprar no solo uno, sino cuatro huevos.

"No estoy defendiendo a nadie. Sabes muy bien lo que detesto más", explicó Jonathan a Yin, quien era consciente de que Jonsy se refería a su aversión por la arrogancia y los malos modales. Yin se sorprendió genuinamente de que aún estuviera vivo, lo que solo podía significar una cosa: no era tan molesto como él creía.

Sin embargo, para Yin era evidente que esto era solo una excusa. Después de todo, Jonathan no era completamente malo como muchos creían. Tenía afición por las flores y la música delicada (tocaba el clavecín), y era seguro asumir que realmente no odiaba a los niños.

Aunque Jonathan pudiera parecer arrogante, en realidad era autoritario. Despreciaba la arrogancia hasta tal punto que incluso en pleno calor de la batalla, respetaba a sus enemigos, especialmente a los más débiles, siempre y cuando ellos recíprocaran el mismo respeto. Un solo acto de arrogancia les costaría la vida.

Quizás por eso evitaba a los niños, ya que la mayoría, si no todos, solían ser arrogantes.

"Bueno, ¡devoremos esos huevos, tengo hambre!" Yin se quejó con Jonsy, expresando su frustración por la excesiva contemplación y la insuficiente ingesta. Estaba ansioso por saborear el huevo.

"Niño, ¿podrías traerme otros 45 huevos, por favor?" Jonathan ordenó a George mientras se deleitaba con su comida. "¡Claro, señor!" George se dispuso ansiosamente a conseguir los huevos, pero su tarea fue interrumpida. "Quédate con cuatro de esos huevos para ti. Sé cómo son los niños y no quiero que los dos babeen por mis huevos mientras intento disfrutarlos", dijo Jonathan, sintiendo un atisbo de vergüenza mientras se limpiaba delicadamente el chocolate de la cara.

No eran el tipo de niños que él había anticipado, especialmente George, quien mostraba un comportamiento tan caballeroso. Si Jonathan fuera Papá Noel, definitivamente lo incluiría en la lista de niños buenos.

"Oye, odiador de niños, alguien quiere hablar contigo", le dijo Yin, a lo que Jonathan escaneó el entorno en busca de la persona que lo buscaba. Finalmente, su mirada se posó en el pequeño Michael.

"¡Señor, gracias! ¡Puede tener mi huevo!" Con sus pequeñas manos, Michael le ofreció su huevo de chocolate. El rostro de Jonathan se iluminó con una pequeña sonrisa y respondió: "No era necesario". El niño le devolvió la sonrisa.

Jonathan permaneció en silencio e inmóvil durante un tiempo considerable, lo que llevó a Yin a preguntar si todavía pensaba comer sus huevos, ofreciéndose a hacerlo por él si no los quería.

"No huyó asustado", murmuró Jonathan antes de desplomarse en el suelo, inconsciente, con el huevo aún en la mano.

"¡Jonsy!" exclamó Yin.

Pasaron los días y la actitud de Jonathan hacia los niños y su costumbre de mandarles comenzaron a cambiar. Incluso les permitió conocer a Bonzo, su Pitbull, e acariciarlo.

"Tal vez podamos usarlos como compañeros de juego de Bonzo. No puedo estar con él todo el tiempo, así que podría usar a alguien más para jugar con él". Era evidente para Yin que Jonathan se había encariñado con los niños, aunque intentaba seguir actuando como si estuviera utilizando a sus esclavos para hacer su trabajo.

"No es una mala idea, pero ¿qué hay de..." La frase de Yin fue interrumpida por un sirviente que se acercó a ellos, gritando.

"Es de mala educación, señorita mía, interrumpir a alguien", respondió Jonathan, claramente molesto por la interrupción.

"¡Amo mio, por favor, discúlpeme! Es urgente... ¡tus padres han regresado de su viaje de negocios!" La dama balbuceó nerviosamente antes de alejarse apresuradamente.

Jonathan dejó a Yin y volvió al interior del castillo, donde se abrió paso entre los pasillos.

Dichos pasillos estaban adornados con pinturas que capturaban hermosamente momentos especiales de su familia.

Por la apariencia de cada una, podías darte cuenta de que sus padres estaban locos, excéntricos en palabras más refinadas. Pero incluso en cada travesura loca, siempre se aseguraban de hacerlo perfectamente, sin un solo error, sin un solo cabello suelto, sin una sola pizca de duda.

Y la que destacaba más era un retrato familiar sencillo, con su madre en el centro mientras él y su padre estaban a su lado.

Era perfecto, sin un solo error. Todo estaba capturado con una perfección absoluta. Y eso lo hacía sonreír; quería mantener todo en orden, como siempre había sido.

"Oh, joven amo, ¡ahí estás!", exclamó uno de los sirvientes más nuevos mientras chocaba accidentalmente con Jonathan, haciendo que ambos tropezaran y cayeran.

"Me disculpo, amo, lo siento mucho", balbuceó el sirviente, dándose cuenta de su error y luchando por encontrar la valentía para hablar.

La mirada de Jonathan se desvió hacia la alfombra arrugada, sus ojos llenos de decepción. "La alfombra... estaba impecable hace unos momentos", comentó, señalando el ahora imperfecto tapete que antes emcajaba perfectamente con las pinturas impecables que adornaban la habitación. El rostro del sirviente palideció y de inmediato presionó su frente contra el suelo, buscando perdón, su voz temblando de miedo.

"Una persona educada comprende su lugar. No pierden tiempo buscando perdón por sus errores", afirmó Jonathan, erguido y recto como un gobernante. Su voz resonaba con una autoridad inquebrantable, sin ira. En cambio, transmitía un aire de sofisticación y elegancia. "Ellos los solucionan..." Y así, Jonathan parecía aún más imponente y formidable que un noble cualquiera.

"¡Lo arreglaré!" El sirviente ya estaba preparado para reparar la alfombra, pero sus esfuerzos fueron detenidos abruptamente por la repulsión que se reflejó en el rostro del noble. "¡Guardias!" Con una sola orden, dos guardias cercanos se acercaron rápidamente a la escena.

"No, por favor, ¡señor! ¡Puedo arreglarlo!" El sirviente suplicó desesperadamente mientras era retenido por los guardias. "Caballeros, llévalo afuera. Fue un error de juicio contratarlo", declaró Jonathan sin un ápice de remordimiento o incertidumbre.

Después de todo, una persona educada se hace responsable de cualquier error cometido.

"Encuentren a alguien para reparar la alfombra de inmediato. No podemos permitir que mis padres vean este desastre", añadió Jonathan, dando su última directiva. Luego se dirigió hacia la sala del trono, arreglándose y asegurando una apariencia presentable.

"¡Sombra, elevate!" Antes de entrar en la cámara donde sus padres esperaban ansiosamente su llegada, Jonathan ordenó a su sombra sustituta que se magnificara en tamaño. La sombra cumplió diligentemente, su obediencia fue perfecta y en poco tiempo, Jonathan entró en la habitación acompañado por una imponente y alta figura formada por su sombra agrandada, acentuando su presencia.

Las puertas se cerraron y los días siguientes descendieron en el caos...

{...}

"Eso es todo, señorita", Stella asintió, anotando los detalles en su pequeño cuaderno rosa con forma de corazón.

"Gracias, cariño. Te veremos si regresamos", Stella se despidió del hombre que entregó el último lote de suministros.

"¡Prescott! ¿Qué estás haciendo?" Stella exclamó al ver a Prescott con un cigarrillo. "¡Tratando de relajarme!" Prescott respondió, exhalando humo de sus pulmones exhaustos.

"¡Los médicos te advirtieron que si continúas con este hábito morirás! ¡Déjalo! ¿Qué hay de todo el progreso que hiciste el año pasado? ¡Estabas progresando excepcionalmente bien!" Stella le recordó, pero antes de que Prescott pudiera responder, otra persona se acercó por detrás de Stella. "Déjalo, bombón. Y tal vez, después de que él perezca, finalmente aceptes mi invitación a salir", era Natan, el entrevistador de Wendy, o como lo conocía Prescott, un imbécil.

"Natan, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos, y sinceramente, había esperado que así se quedara", murmuró Prescott, su enojo aumentando ante la mera vista de ese idiota.

"Natan, Prescott, Stella", de repente, los tres se encontraron envueltos en un abrazo fuerte por un par de brazos fuertes.

"Ton..." Natan intentó hablar pero no pudo debido al abrazo sofocante. "Natan, veo que tú y Prescott están peleando de nuevo. Parece que no pierden tiempo. ¿Por qué no se besan de una vez?", bromeó Wellington, haciendo que tanto Prescott como Natan se sintieran nauseabundos al instante.

"Nunca estaría con alguien de su estatus social, y si alguien merece estar conmigo, ¡es Stella!" Natan respondió rápidamente.

"Y solo para que lo sepas, ¡Stella y yo nos casamos el año pasado!" Prescott mostró orgullosamente su anillo de matrimonio.

"Estoy esperando ansiosamente tu muerte", Natan escupió las palabras y comenzó la pelea a puñetazos entre él y Prescott.

"Entonces, Stella, ¿cómo has estado?" Wellington preguntó, mientras los dos observaban la pelea entre esos otros dos.

"Sinceramente, Ton, he estado estresada", Stella finalmente confesó. "Lo entiendo. Después de que ese niño se fue sin pagar, pensé que eso era lo peor que podría pasar. Y ahora, míranos, un momento lo teníamos todo, y ahora volvemos a una vida de piratería común". Wellington no estaba equivocado; para todos ellos, este era el peor resultado posible.

Hace años, Jones Jonathan asumió la identidad de Jonathan Black, el famoso pirata conocido como el "Caballero Oscuro de los Mares". Rápidamente ganó reconocimiento y se ganó la reputación de ser uno de los más grandes piratas de su era.

Al adoptar esta nueva identidad, Jonathan logró llevar a cabo sus actividades ilegales sin manchar el nombre de su familia.

Dicha familia lo envió al mar para que hicera misiones para ellos.

Además, poseía una excepcional habilidad para eludir las cámaras, lo que protegía su verdadera identidad (y casi siempre usaba la máscara de cobertura de su armadura de caballero).

Al completar cada misión, se retiraba a su isla, aunque en los últimos años, tales misiones se habían vuelto escasas. Sin embargo, la tranquilidad de la vida de este pirata estaba a punto de ser interrumpida.

Una mañana, los miembros de la tripulación de Jonathan fueron informados de que tenían una nueva misión que emprender, diferente de cualquier tarea anterior. El fracaso en cumplir esta tarea resultaría en la pérdida de su muy deseado Perdón Divino, un privilegio que todos compartían mientras realizaran estas misiones.

"Recuerda por qué nos unimos en primer lugar. El Perdón Divino", recordó Wellington a Stella, su voz llena de urgencia.

La tripulación de Jonathan se había reunido a través del legendario Perdón Divino, atrayendo a los piratas más formidables y resistentes. Esta codiciada oportunidad era considerada un boleto de oro para cualquier pirata que buscara abandonar la vida de la piratería (hasta cierto punto).

Una vez que te unías a la tripulación de Jonathan, tu participación en la piratería se limitaría a las misiones iniciadas por él. Al completarlas, tendrías el privilegio de residir en la isla de Jonathan sin ningún problema. El Perdón Divino te absolvería de tus transgresiones piratas, permitiéndote llevar una existencia tranquila de acuerdo con tus deseos personales en aquella isla.

En términos sencillos, las recompensas de los miembros de la tripulación de Jonathan quedaban efectivamente congeladas, asegurando que los Marines no los detuvieran siempre y cuando permanecieran leales a él. Esto ilustra vívidamente la tremenda influencia ejercida por los padres de Jonathan.

"Pero debes entender, si fallamos en cumplir esta tarea, perderemos el Perdón Divino y... hay rumores circulando en el castillo sobre la vida de alguien pende de un hilo, además de otras cuestiones inciertas", susurró Wellington cautelosamente, esperando no ser escuchado.

"Esperemos que no sea ninguno de nosotros", murmuró Stella, su voz llena de un toque de esperanza.

Pronto, Stella y Wellington llegaron a la parte superior del Jolly Roger, y pronto llegó el resto de la tripulación.

"¡Atención, tripulación!" Yin se erguía alto en la proa del barco, observando a cada miembro con autoridad. "El Capitán está actualmente en su camarote y ha ordenado explícitamente que nadie lo moleste. Como vicecapitán, es mi deber informarles sobre los objetivos de nuestra misión". Yin tomó una respiración profunda, tan profunda como las palabras que estaba a punto de decir.

"¡Ninguno de nosotros, incluido el Capitán, regresará a menos que recuperemos la cabeza de Wendy! Sí, lo escucharon correctamente. ¡Ella está viva, pero Saint Cherry la quiere muerta!" La voz de Yin irradiaba poder, aunque internamente sentía que su confianza se desvanecía. Deseaba ser absorbido por el mar y convencerse de que esto era solo una terrible pesadilla.

"¿Y cómo pretendemos encontrarla?" Yin casi tropezó cuando uno de los hermanos B apareció de repente frente a él. "¡Bliant!" La alegría de Yin casi lo impulsó a dar un salto alegre, pero rápidamente recuperó la compostura. "Ah, sí. ¡El señor Jonathan posee una vivre card de Wendy!" Reveló esta sorprendente información para asombro de todos los presentes. Incluso él se sorprendió al enterarse de que la madre de Jonathan tenía una vivre card de Wendy todo este tiempo.

Quizás esto era a lo que Jonathan se refería cuando afirmó que sus padres no caerían en la elaborada farsa de la muerte de Wendy.

"Y, lo más importante", Yin metió la mano en sus bolsillos, "todos recibirán esto: una foto de Wendy sin su disfraz, para que puedan identificarla fácilmente".

"Y por último, hay una cosa más crucial que mencionar: Wendy es un Fénix. Ustedes son piratas por ende es natural que se tienten en reclamarla para ustedes mismos en esperanzas de hacer una fortuna. Sin embargo, no solo Saint Cherry desea su muerte..." Yin hizo una pausa, permitiendo que el silencio dominará la habitación, creando una atmósfera de tensión.

"Es el propio mundo. ¿Están dispuestos a apostarlo todo por un puñado de monedas de oro?".

En silencio, no se pronunció palabra alguna, como si hubiera un acuerdo no hablado de que ninguno era lo suficientemente tonto como para mencionar algo así. (Cosas de este estilo son algo que solo Luffy y Prince hacen).

"¡No hay forma de que entrará en pánico por una niña!" Los gritos de Natan rompieron el silencio en innumerables pedazos. "Pensé que esta misión sería difícil, pero todo lo que tenemos que hacer para asegurar el Perdón Divino es matar a una niñita". Natan rió irónicamente, y todos los piratas se unieron.

"Natan tiene razón, ¡es solo una niña!" exclamó ansiosamente otro pirata.

"Pero ella es un Fénix..." dijo otro temerosamente.

"Y nuestro capitán es el hijo de Smith Sam", Bona, el gemelo de Bliant, finalmente hizo su aparición. "Él es el creador de armas hechas de la oscuridad misma, su debilidad definitiva. De hecho, vi algunos suministros de esta ser transportados al barco está mañana". Bona terminó con una pequeña risa.

"¡Bona tiene razón! ¡Y además nuestro capitán es el asesino de pájaros!" Blaint estuvo de acuerdo con su hermana. Después de todo, Jonathan Black ataco toda una isla de esas criaturas hace años.

"¡Lo escucharon! ¡Ahora presten atención!" Natan dijo con confianza, mientras Yin comenzaba a despreciar todo este espectáculo desde la distancia.

"¿Quién va a morir?" Natan preguntó, y la respuesta unánime resonó, "¡Wendy!".

"¿Cuándo?" Esta vez la respuesta llegó rápidamente, "¡Pronto!".

"¿Y quién va a vivir?!" La pregunta final fue recibida con aclamaciones resonantes que proclamaban, "¡Nosotros!".

"¡Exactamente! ¡Todos excepto Prescott. No creo que sobreviva esta vez!". Natan, por supuesto, no pudo resistir molestar a Prescott.

Y continuó haciéndolo por un tiempo hasta que alguien colocó una mano en su brazo. "Natan, ya que eres tan eficiente, ¿puedes instruir a todos para que zarpen?" Un escalofrío recorrió la espina dorsal de Natan cuando se dio cuenta de que su capitán estaba parado justo a su lado.

"¡Escucharon al capitán! ¡Izen las velas!" exclamó Natan mientras Jonathan le entregaba la vivre card. Después de todo Natan era el navegante.

"No perdamos más tiempo, quiero este barco a máxima velocidad." Y así, todos se pusieron en acción y en poco tiempo, el Jolly Roger zarpó hacia Wendy.

{...}

A medida que caía la noche, Yin se dirigía hacia su camarote. Solo unos pocos tenían el privilegio de tener su propio camarote, incluido el capitán y él mismo. Los camarotes de las chicas también estaban disponibles, pero se compartían entre ellas.

Una vez adentro, Yin sintió un gran alivio, como si finalmente pudiera respirar. Encendió rápidamente la linterna, preparándose para saltar directo a su cama cuando vio algo inesperado...

"¿George?! ¿Michael?" exclamó Yin al encontrarlos encima de su cama.

"¡Los deje con las mucamas! ¡Al menos eso creo!" dijo Yin, tratando de mantener la compostura. "Lo siento, mi señor, pero somos tus sirvientes. Debemos estar contigo para servirte", respondió George, refiriéndose a sí mismos como sirvientes porque entendía que a Yin no le gustaba el término "esclavos".

"Y te ordené que te quedaras en la isla, no que vinieras..." Yin luchaba por contener su frustración y abordar la situación con una actitud más tranquila.

"Señor... escuchamos algunas cosas en la cubierta", dijo George rápidamente, tartamudeando un poco. "George, ¿cómo llegaron ustedes dos aquí? ¿Se escondieron en la carga de suministros? ¿O estaban metidos en mis cosas?" Yin trató de desviar la pregunta de George y se centró más en desentrañar el misterio de cómo terminaron en el barco.

"Dicen que Wendy no está muerta..." insistió George.

"¿Cómo lograron evadir a las mucamas y a todos los demás?" Yin no pudo evitar la pregunta, y al final...

"¡Y dicen que todos planean matarla!" la afirmación de George cortó el aire, haciendo que Yin se detuviera en seco, sintiendo su corazón hundirse.

"De acuerdo, niños, escuchen" Yin se dirigió a los niños, finalmente encontrando sus miradas, sintiendo el abrumador peso de la culpa sobre él.

"Todo lo que se dijo en la cubierta es verdad. Esa es precisamente la razón por la que no quería que vinieran. Este barco está lleno de personas que no dudarían en hacerle daño incluso a un niño". Las palabras de Yin estaban cargadas de remordimiento, y deseaba sentir el dolor de cada sílaba mientras le confirmaba a los niños que lo que habían escuchado era la cruda verdad.

"El señor Jonathan es un caballero, él nunca le haría daño de verdad, ¿verdad?" George luchaba desesperadamente por aceptar la posibilidad como cierta.

A lo largo de su vida, anhelo encarnar las cualidades de un caballero, pero nunca había encontrado un modelo a seguir digno hasta que Jonathan entró en su vida.

A veces, Jonathan parecía irritado por su presencia, pero eso era solo una fachada. En realidad, incluso le impartió a George algunas valiosas lecciones sobre el comportamiento caballeroso.

- Y recuerda siempre, un verdadero caballero debe dejar a un lado la arrogancia y tratar a todos con respeto-. transmitió Jonathan, enfatizando la importancia de vivir y, si es necesario morir como todo un caballero.

"Normalmente, no lo haría, pero... él tiene una obsesión", confesó Yin titubeante, retrocediendo ligeramente.

"Busca validación de los demás y hará lo que sea para complacerlos, especialmente a sus padres. No sé qué le dijeron al regresar, pero estoy seguro de que le amenazaron con la pérdida de su amor". Con cada palabra pronunciada por Yin, se hundía más en la desesperación, como si fuera un usuario de fruta del diablo, siendo arrastrado inexorablemente por el implacable mar.

"Pero, ¿acaso no sabe que el amor es incondicional?" finalmente habló el pequeño Michael después de haber permanecido en silencio todo este tiempo.

"No quiere aceptarlo", respondió Yin, sintiendo un sabor amargo subir por su garganta al pronunciar esas palabras.

"¿Por qué?" Michael inclinó su pequeña cabeza, luchando por comprender la situación que se le explicaba.

"Porque es un tonto con cabello rosa", respondió Yin, solo para ser bombardeado con más preguntas.

"¿Qué significa 'tonto'?"

Al final, George le dijo a Michael que se lo explicaría más tarde.

"Señor Yin, ¿es Sir Jonathan completamente malo? ¿Es realmente solo un tonto?" preguntó George desesperadamente.

"Lo es. Pero por ahora, es mejor que nadie sepa que ustedes dos están aquí. Confío en Jonathan, pero en este momento está inestable, y para empeorar las cosas, su sombra ha regresado. Acompañó a sus padres en su viaje de negocios, pero ahora que ha vuelto, ningún lugar es seguro excepto mi camarote", explicó Yin con un tono serio.

"¿Por qué?" Michael preguntó una vez más, buscando más claridad.

"Me desprecia y prefiere no molestarme. Sin embargo, he reforzado todo el camarote con kairoseki, la única cosa capaz de repeler su sombra y cualquier otra sombra bajo el control de Jonathan. Y si les demuestran amor a sus propias sombras o les hablan amablemente todos los días, les aseguro que no los venderán a la sombra de Jonathan. Solo les obedecerán a ustedes y a Jonathan", detalló Yin.

"Pero para estar seguros, mantendremos las luces encendidas". Ambos niños asintieron de inmediato.

"No lo entiendo. ¿Por qué su sombra es mala?" Michael preguntó una vez más.

"Porque es un rompebolas", respondió Yin.

"¿Qué es un 'rompebolas'?" Michael preguntó, y esta vez Yin se puso colorado, sintiéndose completamente avergonzado.

"¿No están cansados ustedes dos?" Yin tosió, aún ligeramente avergonzado.

"¿Qué les parece si les canto una canción esta vez?" ofreció, y los dos estallaron inmediatamente de emoción.

"Dado que es difícil creer que Jonathan no es tan malo, déjenme cantarles una pequeña canción que escribí sobre él". Yin tomó a los niños y los colocó en su cama. Afortunadamente, la cama era lo suficientemente grande para los tres.

"Extraña visión, te paras en la luz, estás equivocado pero estás en lo correcto. Mi corazón late salvajemente. Extraño, cómo tengo miedo pero también estoy encantado, asustado pero emocionado".

Yin comenzó a cantar después de todo, cantar era una de las últimas cosas que su madre le dejó, por lo que para Yin tenia un verdadero valor emocional.

De vuelta en esa celda, tenía un poco de miedo de Jonsy, pero al mismo tiempo estaba emocionado porque era un cambio inesperado. Además, Jonathan no se lo ponía fácil; tenía razón en casi todo respecto los buenos modales, pero al mismo tiempo estaba equivocado. Era tan interesante.

"Tienes un corazón frío, eres imprudente y distante. Pero seré persistente, te comprenderé".

Cuando Jonathan pidió ayuda, Yin se sintió obligado a ayudarlo. Sin embargo, al hacerlo, Yin se dio cuenta de que necesitaba comprender realmente la naturaleza de Jonathan. Cuanto más Yin se adentraba en su comprensión, más evidente se hacía que Jonathan poseía un lado imprudente, frío y distante, que a menudo pasaba desapercibido.

Inicialmente, resultó ser un desafío, pero la persistencia de Yin prevaleció.

"Extraño, cómo me siento atraído por el peligro. Extenderé mi mano hacia ti".

A pesar de ser consciente de que estar en presencia de Jonathan era como caminar al borde de un volcán en erupción, Yin entendía las consecuencias nefastas de exponer su verdadera identidad. Tal revelación probablemente resultaría en la ejecución de Yin junto con Wendy.

Sin embargo, Yin alberga un fuerte deseo de preservar su propia vida, ya que aún tenía la responsabilidad de guiar la transformación de Jonsy de un tonto a un estúpido.

"¿Anhelas quedarte completamente solo?, Separado con un corazón de piedra. Permíteme ayudar, comencemos. Permíteme aprender, ¿me dejarás entrar a tu vida?".

La mirada de Jonathan tenía la capacidad sorprendente de hacer que las personas huyeran de miedo, pero en realidad, él anhelaba compañía. En el instante en que Yin entró en su vida, no hubo tiempo perdido. Yin se dispuso de inmediato a domar el fuego feroz que rugía dentro de Jonathan, un fuego que se asemejaba a un león indomable.

"Toda la luz, déjala brillar. Eres una extraña visión. Una especie de maravilla nueva. Con el bien oculto, estoy seguro de que es cierto".

Realmente creía en sus palabras cuando afirmaba que no era completamente terrible. Si bien no se podía considerar un santo en ningún sentido, había una parte de él en lo más profundo que no era inherentemente malvada.

Aunque tal vez no lo admitiera abiertamente, Jonsy tenía una fuerte convicción de que si los niños no hubieran estado presentes, Jonathan habría sido capaz de hacerle daño al hombre que chocó con Michael, causando que el pequeño perdiera su huevo.

"Extraño, cómo tu oscuridad no me desconcierta. No, no te abandonaré".

Los mismos niños que una vez huían de la presencia de Jonathan ahora estaban a su lado, su admiración por su ingenio brillaba a través de ellos. Incluso para Jonathan, fue una sorpresa presenciar la transformación de ser aquel del que los niños huían a ser aquel a quien admiraban. Tal vez esta fue la razón por la que Yin nunca lo abandonó, decidido a estar a su lado.

"Si estás atrapado en la sombra, entonces date la vuelta. Perdido en la oscuridad, serás encontrado. Si escuchas mi voz, sigueme".

Y aunque todo estuviera en peligro el intentara todo lo posible para recuperarlo aunque se pierda en su obsesión.

"Porque estoy aquí para guiarte a casa".

Porque Yin no tenía ningún otro lugar al que ir que no fuera a donde su capitán.

"¿Anhelas ser dejado completamente solo?, Separado con un corazón de piedra. Hay una luz que brilla. Hay un amor, lo veo en tus ojos, deja ir toda la oscuridad. No estás solo".

Si tan solo Jonathan pudiera entender que el amor es incondicional, como el amor que esos pequeños niños tenían por él, incluso durante el poco tiempo que lo habían conocido.

Sin embargo, él seguirá intentándolo. Aún queda algo de tiempo.

Finalmente se durmió junto a los pequeños, esperando ansiosamente el próximo día y la continuación de esta misión que bien podría ser su última.

PRÓXIMO CAPÍTULO: ISLA DE LA PROMESA

Mini previa del próximo capítulo :

- Prepárense para una aventura pirata llena de acción -.

"¡Prepárate para un impacto sónico!" Starkey pulsó las cuerdas de su guitarra, liberando un poderoso sonido impregnado de haki del conquistador, que fue recibido por la propia onda del Príncipe.

- Y uno que otro impacto sonico -.

Cuando estaba a punto de golpear el mar, el príncipe vio al adulto parado en la parte superior de la barandilla. Intercambiaron miradas, y eso fue todo lo que el príncipe necesitó para entender que la otra persona era como él, una amenaza en pocas palabras.

"Pajarito, te matare", declaró el príncipe, sus palabras escapando de su pequeña boca mientras el agua se precipitaba.

- Acompañadas de enemistades entre dos gotas de agua -.

"Este es el lago de las sirenas".

"¡Las nubes, saben a azúcar!".

"¡¿El arcoiris se puede tocar?!".

- Todo en una isla de promesas magicas -.

Como si del rugido de un león se tratase, el cielo retumbo bajo el ruido de aquellos salvajes y descarados rayos, Sin embargo, ningun rugido podia comparase al grito de guerra que le lanzaba aquel niño a los cielos.

- Donde reside el niño más valiente de todos -.

"Soy la juventud, soy la alegría" respondió Prince por decir algo, "soy un pajarillo recién salido del huevo!".

- Que si le preguntas quien es no esperes una respuesta certera ya que no le tiene respetó a sus mayores -.

"Jovenzuelo vanidoso e insolente," dijo Jonathan "disponte a morir".

"Hombre oscuro y siniestro" contestó Prince, "defiéndete".

- Y mucho menos a Jonathan. O como muchos lo conocen por las burlas de Prince; Garfio.

✸Glosario:

1. Los huevos escoceses que comen en este capítulo son hechos de huevos de chocolate con crema que son cubiertos por una capa de chocolate extra que le da un toque crujiente.

★ Notas del autor:

1. La canciones de este capítulo son: Dance the Night de dualipa. Como tambien; Extraño de Tinkerbell y la bestia de nunca jamás.

▶ Comentarios del autor:

Este capítulo se atrasó un poco por su longitud, dificultad y cosas internas como que nuestro querido editor se nos fue de vacaciones 😭😔.

Aun asi apesar de todo el capítulo aquí esta!. Incluso ya tengo avanzado el próximo capítulo aunque si ven que con el próximo también me tardo es por que es un capítulo muy intenso jaja. Creo que la mini vista previa se deja claro.

Por fin llegue a la parte de contar mi re invención de Peter pan.

Opiniones del capítulo?.

Teorías para lo que sigue?. Quien es Yin?, Que va a pasar?.

{Dibujito de Jonathan de niño por mi}:

{Dibujo de Jonathan y Yin rápido hecho por mi}:

•|Meme;


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