—Sultana Havva, Juro que te mataré. —Antes de poder ver de quien se trataba...
Me desperté.
—Por allah —Me incorpore en mi cama rápidamente. Y vi a Melek frente a mi
—Qué? —preguntó de forma grosera— Te comió la lengua el gato? — me levante y le di una cachetada
Pero antes de que pudiera decir algo
—Que sucede aquí...? —Mehmed Justo entraba en la habitación, se acercó a mi rápidamente y tomó mi mano. - Así es como planeabas protegerla? —Estaba muy molesto.
—Bueno, si esta mujer fuera más respetuosa no haría este tipo de cosas. —Me solté de su agarre con dificultad.
— Así es como quieres que confíe en ti, si no cumples lo que prometes? — Empezaba a molestarme
—Deberías enseñarle modales a tu mujer, porque al parecer la sacaste de un burdel — Dije señalando a la concubina
—Como puedes decir eso? —Frunció el ceño
—Se comporta de forma vulgar frente a mí todo el tiempo! Es así como la futura madre de una sultana debe comportarse? —Fruncí mi ceño viéndolo a los ojos.
—Debiste hablar conmigo antes !
—Para que?! Para que me dieras una lección cómo esta? Pues no, no puedo confiar en ti ciegamente, así que hago lo que tengo que hacer por mi misma. Así sea educar a una cortesana
—Nunca me pediste hacer nada por ti! —Eleve mis cejas.
—Te pedí que la expulsaras del palacio, para evitar escándalos o estos accidentes!
—Como echaría a alguien que amo?! —Esas palabras revolvieron mi estómago.
—Si tanto la amas porque aceptaste no volver a llamarla a tus aposentos! —Le grite perdiendo la compostura, y Mehmed me dedicó una mirada asustado.
—Que? —Preguntó Melek levantándose.— Su alteza usted hizo que? —Ella lo miró pero Mehmed me miró a mi.
— Se enteraría con el tiempo, asume tus decisiones —Dije y me dirigí a la salida de mis aposentos pero Mehmed me tomó del brazo.
—así pretendes irte? Que cobarde
—Cobarde? Esto no me incumbe su alteza, es su amante y su decisión de no volver a llamarla a sus aposentos. Que tengo que ver yo en ese asunto? —Lo miré con desdén ya molesta por la situación.
—Eres despreciable.
—Y tu que eres Mehmed? —Me Solté de un tirón y salí de los aposentos hacia los jardines .
Encontré un lugar parecido a una habitación con paredes de arbustos y una angosta entrada apenas visible a los ojos, me escondí ahí.
Me senté en la grama y contuve las lágrimas, respirando profundamente, me sentía bastante mal, a decir verdad las palabras de Mehmed me habían dolido, pero estaba segura de que la mujer esa se sentiría peor, incluso puede que haya roto su orgullo y eso me hace querer sonreír.
—De que te ríes? — Casi di un salto.
—Sultana Mirihmah! —iba a levantarme pero ella me detuvo. — Como es que está...?
—Este era mi lugar favorito de niña, con Mehmed siempre, veníamos aquí para saltarnos algunas lecciones
— El príncipe Mehmed? Saltándose sus lecciones?
—De vez en cuando, lo arrastraba aquí conmigo —Me reí un poco. — Qué haces tú aquí Havva? Es por la pelea con Mehmed?
—Estaba ahí sultana?
—Pasaba por el lugar. parecía... fuerte —Me miró preocupada
—Bueno... no tengo mucho que decir acerca de la pelea
— Te gusta mi hermano, no es cierto?
—No es así. —Negué lo más rápido que pude.
—Havva, tenemos casi la misma edad y... tal vez no te conozca de mucho tiempo pero, puedo identificar a alguien enamorado.
—No estoy enamorada de su alteza el príncipe Mehmed, y perdóneme si le parece grosero pero ya debo retirarme
—Havva...
Hice una reverencia y me retire lo más rápido posible. Que difícil es esto, en que momento me convertí en una sultana? En que momento... yo... me enamore de el príncipe Mehmed.
—Sultana —Me encontré con Sumbul .— La sultana Hurrem desea verla en sus aposentos.
Que extraño, supongo que sería importante.
—Iré enseguida.
Caminé un poco hasta llegar a los aposentos de la sultana Hurrem y entré.
—Sultana —Hice una reverencia.— Pedia por mi presencia? —La miré pero ella estaba de espaldas.— Sultana..?
Ella se volteó para verme la sultana Hurrem tenía un semblante serio mas serio de lo usual, parecía molesta y me miró con sus ojos que juro estaban llenos de fuego.
— Sultana Havva, No puedo creer que me ocultasen algo como esto
—a que se refiere ? —pregunté confundida
—Como me ocultan qué hay una concubina embarazada en el palacio? —Ella gritó muy molesta. — Me toman por tonta?
—Sultana, a mi parecer, no hay nada de malo con la concubina, porque... su alteza mehmet pronto partirá a Amasya y ella dará a luz ahí. —Traté de defender a la mujer que más odiaba en este momento, que amargo sabor me generaba todo esto
—Havva... si ella da a luz, tendrá que casarse con el príncipe, entiendes eso? —me miro fijamente.
—No, claro que no, el príncipe dijo que... — En realidad Mehmed nunca hablo sobre matrimonio con ella pero tampoco dijo que no se casaría con Melek.
—Que inocente eres, acaso no sabes que es una mujer libre? —Se acercó a mi hasta quedar a escasos metros
— Yo...
En ese momento entró el príncipe Mehmet a los aposentos.
—Madre —Mehmet fue interrumpido por su madre. —Déjame explicarte... —Mehmed en ese momento se percató de mi presencia.— Qué haces tu...
—Mehmet, estoy muy decepcionada, de ti. —Lo interrumpió la sultana
—Donde está ella madre? —Estaba muy preocupado
—Ahora mismo le están practicando un aborto y luego la expulsarán
—No, no, madre es mi hijo de quien hablamos! —pude ver la como la preocupación de Mehmed aumentaba — Madre... como puedes
—Tendrías que haberlo pensado dos veces, antes de ocultármelo o estar con una mujer libre. —Le gritó la sultana a su hijo.— Te creí más inteligente! Esto que hiciste es una inmadurez
—Pero madre..
—Silencio! Si hubieses acudido a mi, habríamos encontrado una solución pero me lo ocultaste, Mehmed. Ahora largo de aquí!
Ambos salimos de los aposentos, Mehmed se veía muy triste.
—Prin...príncipe.. —Lo llamé pero lo que vi me dejó helada, pude ver como esa tristeza se volvía ira.
—Tu lo hiciste no es cierto? —Preguntó viendo al frente
—De que hablas?
—Tu se lo dijiste a mi madre! — Me acusó pero esta vez volteó a verme
—Que? No! Crees que estaría ahí si yo le hubiese dicho? —Fruncí mi ceño.
—Quien mas si no? —Me tomó de los hombros.
—Eres tan egoísta! —le grité, me solté de su agarre e iba a irme pero me tomó otra vez del brazo.— Suéltame! —Alcé la voz una vez más.
—Espera, Havva, yo... —Tapó su cara con una de sus manos.— Es que esto... es difícil para mi y eras la única que lo sabía.
—Y es por eso que es fácil acusarme a mi, claro, lo entiendo, no se preocupe príncipe Mehmed por supuesto que usted está mal es por eso, desquitese conmigo todo el tiempo que quiera, por favor, hágalo. Ja! —Hablé de manera irónica. — Tu crees que yo no sufro?
—Pues te veo sonriente todo el tiempo!
—Porque no puedo ser débil frente a nadie, Mehmed! —Le grité.— No es fácil! Mi vida cambio en un abrir y cerrar de ojos, aún no puedo ni adaptarme a mis aposentos! —alcé la voz otra vez, estaba perdiendo la compostura.— Y tu, no me dejas nada fácil, todo el tiempo dándome razones para querer huir de todo esto! Todo el maldito tiempo! No puedes dejarme en paz ?
—Tu eres la que nunca me deja en paz! Me buscas para pelear conmigo y cuando pienso que estamos bien...
—Lo arruinas! Tú lo arruinas! Me he equivocado contigo y lo acepto pero ¿ tú? Trataste de humillarme frente a una concubina! Soy una sultana!
—Y eso hiere tu ego? Sentirte inferior a una concubina?
—Tu que sabes?! —Una lagrima rodó por mi mejilla, era una lagrima de rabia, estaba tan enojada y triste en ese momento. Seguida a ella salieron más lágrimas todavía y baje mi cabeza
— Aún no te entiendo del todo...pero... —El me jaló del brazo y me estrechó fuertemente entre sus brazos.— No quiero verte llorar —Susurró suavemente
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Cortesana: las mujeres que se dedicaban a la prostitución dentro de la clase alta se les llamaba "cortesanas."
Y bueno, aquí está un nuevo capítulo de esta serie que al parecer será un poco extensa, gracias por leer 😚😚