Nükhet observo su reflejo en el espejo y dejo que Nürhan le colocará su velo, con una pequeña sonrisa hacía ella se dirigió hacía la puerta.
—Sí preguntan, fui con Adalet y algunos guardias a ver un terreno, luego yo daré las explicaciones - la mayor asintió y la vio salir.
Para Nürhan no era un secreto que Nükhet no era una santa a como el sultán pensaba, pero poco le importaba a ella su vida sexual, solo debía de servirla hasta el final de su vida.
Nükhet bajo del carruaje con ayuda de Emin, Adalet había cambiado sus ropas con ella y seguiría el camino que Nükhet había planeado.
Ambos caminaron con los rostros cubiertos y con pasos acelerados por todo el mercado, había una fuerte afluencia de personas por lo cual tenía que tener cuidado con todos.
—Por aquí - Nükhet observo la fachada del lugar, dudosa ingreso seguida de Emin.
Una pequeña de ropas costosas corría por el enorme jardín, su inocencia la hizo ir más allá de lo permito y visito el jardín privado de Raziye sultan, la hija menor de Nükhet comía tranquilamente galletas y leía un libro que le había obsequiado su hermano mayor Mehmet.
—¡Uh! - Raziye bajo su libro y observo el lugar, la criada que siempre la acompañaba había ido por más dulces, al encontrar al causante del quejido se acercó elegantemente y se agacho.
—¿Estas bien? - muy madura para su edad y muy refinada, aquellas eran las frases que siempre le repetía su hermana Mahşa —Deja te ayudo - la otra persona se alejo bruscamente.
—¡No me toques! - Raziye frunció su seño y se alejo, grosera, aquel fue su pensamiento —No toques a Hafsa.
—Ni quería tocarte, mi madre me enseñó a ser amable con todos, pero si te comportas así tendré que ser grosera también -la niña de nombre Hafsa se giro avergonzada —¿Quieres un dulce? ¿De qué parte del harén vienes? Traes ropas finas y joyas.
—Mi tía me la regalo - Raziye asintió —La tía Hatice siempre me da regalos, los mejores.
—¿Hatice? - Raziye dudo, pero luego lo dejo de lado, había miles de Hatice en Estambul —Ven prueba estos dulces Hafsa. -la nombrada tomó uno sin delicadeza alguna y se lo llevó de inmediato a la boca, Raziye arrugó un poco su rostro y negó.
Firuze observo de forma molesta a las criadas, habían perdido a su hija en el peor lugar, el palacio era peligroso y más estando las consortes del sultán ahí.
—¡Deben encontrar la! - pronto bajo su irá, si gritaba más se vería descubierta —Rápido, no pierdan tiempo.
La sultana Hatice soltó un suspiro molesta y negó.
—Te dije que era mejor que su majestad fuera a verla a mi palacio.
—El insistió.
—¡Sultana! - Gülfem se acercó rápidamente —Esta en el jardín con Raziye sultan -Hatice asintió, al menos no era Mahşa o Aytaç ambas tenían el mismo carácter terrible de Nükhet.
—Yo iré - aviso Firuze — Dire que una hanim la dejo aquí...
—No, Gülfem ve tu, si la niña te ve te dirá madre, y si me ve a mi será peor - Gülfem corrió directamente al jardín en donde Hafsa y Raziye se encontraban.
—Sultana Raziye -la menor alzó la vista al ver a Gülfem, aunque Gülfem no era una sultana todos le respetaban, por lo cual ella le hacía reverencia, admiraba en secreto a Gülfem.
—Señorita Gülfem, ¿Qué la trae por aquí?
—Hafsa se perdió del lado de su madre... la hanim la espera - Raziye asintió.
—Bien, se había caído y la ayudé, puedes llevártela - Raziye se había cansado del comportamiento de Hafsa y amablemente la había despedido de su lado, Gülfem tomó a la menor de la mano y salió rápidamente de ahí. —Que extrañas.
Zeki observo las hermosas coronas y tiaras de su madre, cada adorno y cada joya habían sido un regalo exquisito de parte del sultán, cada tela y cada bordado, todo lo admiraba con gran anhelo.
—¿Te gustan tanto las joyas de nuestra madre? - Mahşa hablo detrás de él causando un ligero temblor —Padre tiene un buen gusto, todo lo bueno viene a dar a nuestra madre.
—Son lindos... -Mahşa sonrió, para ella nada estaba oculto entre sus hermanos.
—Se te vería bien... - Zeki abrió su boca con sorpresa, Mahşa coloco la enorme corona en su cabeza.
—¡Mahşa! -la mayor sonrió.
—Eres hermoso, no importa lo que te guste hermano mío - Zeki negó, seria ejecutado si alguien se enteraba —Ven conmigo.
—Basta Mahşa, no me molestes -la mayor sonrió —Quita esa sonrisa.
—Esta hermana mayor te verá en sus aposentos cuando quieras, habrán algunos obsequios bonitos para ti - la mayor dejo un pequeño beso en su mejilla y salió.
Zeki suspiro y negó, solo eran tonterías suyas, nada de ello era real, todas las joyas y vestidos, por más hermosos que se vieran ante sus ojos eran algo que jamás podría llevar por sí mismo.
Nükhet se acomodo el vestido y miró expectante al mayor, con una pequeña mirada sonrió.
—No se preocupe Hanim, solo esta encinta, tiene aproximadamente dos meses - Nükhet toco sus cienes mientras Emin sonreía de oreja a oreja, dejando una bolsa con oro en la mano del mayor ambos salieron.
—No se que te alegra tanto, soy la consorte principal de su majestad, este bebé es un bastardo - Emine negó.
—Es nuestro hijo.
—Eres un idiota, si este niño nace igual a ti la que va a morir soy yo y todos mis hijos serán puestos en dudas - suspiro — Reza para que se parezca a mi, lo necesitas más que nadie.
Nükhet ingreso a sus aposentos en dónde sus hijos menores comían un bocadillo en espera a la cena, con una sonrisa cargo a Raziye en sus brazos y acaricio la cabeza de Umut.
—Madre, hoy conocí a una niña de mi edad -sonrió Raziye —Era un poco maleducada pero me agrado.
—¿Ah si? ¿Vine alguien de afuera al palacio?
—No madre, seguro se lo imagino.
—No, la señorita Gülfem llego por ella, dijo que su tía Hatice la llenaba de joyas y vestidos, yo también quiero joyas y vestidos de parte de nuestra tía - Nükhet suspiro y nego.
—Yo te daré todos los regalos que quieras mi niña - Raziye la miro —Ahora vamos a comer -beso sus cabezas y se acomodo al lado de Mahşa y de Iskender.
Nuevo bebé en camino señoras, drama y más drama.
Pronto caerá un teatro.
Mis redes.