a mí más que nadie
por tratar de entender
a alguien que no tenía el
futuro ni en si mismo.
a mi madre que me
trata de enseñar que
amar no es lastimarse,
es querer a alguien y
quererse uno mismo.
a mi hermana por ser
la fiel lectora que siempre
he deseado.
a mi confidente, Samuel,
quién siempre admira
mis tonterías como si
fuesen el universo entero.
Y a ti, por estar aquí
y leer aunque sea por
diversión.