Requiem for Freedom. || Levi...

By KVWong

52.7K 5.1K 771

Como un ángel caído que cayó del cielo, ven, desciende hasta donde estoy. En la noche estrellada está la oscu... More

Presentación
Prólogo
Arco I
Capítulo 1: La nueva recluta
Capítulo 2: El miedo de una nueva expedición
Capítulo 3: El nacimiento de una leyenda
Capítulo 4: La caída
Capítulo 5 Capitán
Información actualmente divulgable
Capítulo 6: Tiempo
Capítulo 7: Cargas de conciencia
Capítulo 8: La batalla perdida
Ova. Deseos de media noche
Arco 2
Capítulo 9: Distancia
Capítulo 11: Amargos recuerdos
Capítulo 12: El Titán de ataque
Información pública divulgada
Capítulo 13: Compañeros.
información pública divulgada
Capítulo 14: El juicio
Arco 3
Capítulo 15: El escuadrón de Levi
Información pública divulgada
Capítulo 16: La unidad de Jaz
Información pública divulgada
17 La Legión de Reconocimiento
Capítulo 18: Confianza
Capítulo 19: Novatos
Información actualmente divulgable
OVA: Serenidad
Capítulo 20 Operación captura
RFF: Chimi kyara
Capítulo 21: Operación captura
Información actualmente divulgable
Ova: El último adios al primer escuadrón
Capítulo 22 Annie Leonhart
Capítulo 23: Después de victoria
Arco 4
Capítulo 24: Nueva amenaza
Capítulo 25: La noche mas larga
Capítulo 26: Traidores
RFF: Junior high
Capítulo 27: Titán acorazado
Capítulo 28: Camino al Rescate
Capítulo 29 Calma
Información actualmente divulgable
Capítulo 30: Caminos separados
Arco 5
Capítulo 31 Muralla de piedra
Capítulo 32: Enemigo común
Capítulo 33: Muralla de madera
Información actualmente divulgable
Capítulo 34: Obviedad
Información clasificada
Capítulo 35: La otra cara de la tortura
Capítulo 36: Incertidumbre
RFF: Junior high
Capítulo 37: Enfrentamiento
Capítulo 38: Muralla de lodo
Capítulo 39: Muralla de papel
Capítulo 40: Preparativos
Arco seis
Ova. Cena de agradecimiento
Capítulo 41: Shiganshina
Capítulo 42: El primer ataque
Capítulo 43: Adiós
Capítulo 44: María
Capítulo 45: Elección
Capítulo 46: Sótano
Capítulo 47: Alida
Capítulo 48 Muralla de humo
Capítulo 49: Visiones
Capítulo 50: Nueva vida
Capítulo 51: El mar
Información actualmente divulgable
Arco siete
Memorias de un pasado futuro
Capítulo 52: Bienvenidos a la isla de los demonios
Capítulo 53: Voluntarios
Capítulo 54: Celos
Capítulo 55: Llegó la hora
Capítulo 56: fragmentado
Información confidencial
Capítulo: 57 Aliados
Capítulo 58: Resolución
Información actualmente divulgable
Capítulo 59: Marley
Capítulo 60: Corazón roto
Información actualmente divulgable
Capítulo 61: La otra cara de la moneda
Capítulo 62: Dolor
Capítulo 63: Tristeza
OVA: El sueño de Levi
Capítulo 64: Reconciliación
Arco 8
Capítulo 65: El camino de la batalla
Capítulo 66: La batalla de Liberio
Capítulo 67: Campo de guerra
Capítulo 68: Victoria amarga

Capítulo 10: la ciudad subterránea

847 74 2
By KVWong

◆━━━━━▣✦▣━━━━━◆

Capítulo 10: La Ciudad Subterránea

Un lugar donde no hay ley, un lugar donde se pueden desatar a los verdaderos demonios.

◆━━━━━▣✦▣━━━━━◆

Jazmín caminaba a lado de Levi, recordando la ubicación que su tío les dio. Ambos se habían vuelto a cambiar con ropa más modesta para pasar lo más desapercibidos posible, también portaban una capa marrón que cubría sus identidades, en especial la de Levi. Una persona como él ya no era bien visto, menos cuando para esa ciudad él seguía siendo un vil criminal.

La ciudad no había cambiado nada según recordaba Levi: calles sucias y malolientes, con varios puestos ofreciendo lo que la superficie no le servía; gente tirada en los rincones esperando su muerte y niños escapando con un trozo de pan duro que habían robado. La inmundicia que tanto odiaba lo estaba viendo de nuevo, estaba allí, pisando ese suelo lleno de tierra y charcos con sabrá los titanes de que líquido estaba conformado, pero no la dejaría sola. Sabía por Hange que Jazmín había pasado una corta temporada ahí, pero no sabía que tanto tuvo que presenciar como para saber qué clase de vida y peligros existen en esa ciudad con techo.

Jazmín fruncia el ceño cada vez que veía las injusticias de aquel lugar, queriendo meterse entre las riñas para defender a los niños que habían sido atrapados robando, darles dinero suficiente a las mujeres que se metían a los burdeles donde trabajaban para que no hicieran algo que no deseaban. Quería llorar como una vez lo hizo en los brazos de aquel muchacho que la consoló al ver que ella no pertenecía a esa vida, pero ni siquiera sabía dónde encontrar a ese amigo sin nombre.

—No te separes de mí —le dijo Levi al notarla algo distraída viendo a unos niños jugar ignorando el mundo que los rodeaba, ante esto, Levi la tomó de la mano—. Enfócate, Lawson.

—Lo siento, es solo que... olvídalo —susurro. Ella se conocía, sabía que estar de nuevo en ese lugar solo le traía viejos recuerdos que quería mantenerlos encerrados en lo más profundo de su ser

—No tengas lastima de esos mocosos —advirtió el hombre pues sería como tenerle lastima a él

—No les tengo lastima, les tengo envidia —corrigió

—¿De qué vivan en la miseria? Te has superado, Lawson —dijo irónico sintiendo como se le subía la bilis

—No seas idiota, ¿acaso no los ves? A pesar de sus condiciones de vida, están sonriendo y jugando como si no vivieran en el abandono —expresó con molestia, no entendiendo su punto—. Yo nací en el lugar más seguro y conocí lugares hermosos dentro de las murallas, pero aun así nunca sonreía como ellos. Envidio su inocencia.

Levi bajó la mirada, entendiendo a la perfección ese sentimiento. Algo tan puro como es la inocencia de un niño, un ser sin maldad que solo quiere salir a jugar sin importar si es rico o pobre, si vive arriba o abajo; él tampoco conoció ese sentimiento. Él vio a la muerte de cerca, robó, peleó, hirió y asesinó desde niño para poder sobrevivir. No sabía lo que había pasado Jazmín, pero el saber que vivió un tiempo en ese sitio, pudo darse una idea. Odiaba el duro entrenamiento que tuvo y a la vez lo agradecía porque eso era lo que la mantenía con vida en las expediciones.

—¿Quién es esa persona que están seguros que se unirá a tu escuadrón? —inquirió Levi al pasar un tiempo en silencio

—El hombre que está casi a mi nivel —respondió la castaña recordando las calles—, mi primo. 

Llegaron a un conjunto de casas destartaladas, Jazmín reconoció el lugar. Era aquella casa, la que estaba arriba, donde ella vivió una temporada, buscando aquel hombre del bajo mundo para que le enseñara a pelear como solo en esa ciudad está acostumbrada.

—Aquí es, esta es la ubicación que te dio tu tío —informó Levi mientras las soltaba y sacaba una navaja—. Quédate detrás de mí.

Jazmín lo tomó del brazo y negó, él no sabía quién es su primo, ella sí.

—No, tú quédate atrás y mantén distancia —dijo revelando una catana que ocultaba gracias a la capa

Levi no dijo nada, tan solo se hizo a un lado. Con paso silencioso y la catana en mano, abrió la puerta de una patada, recibiendo el primer ataque. El choque de armas resonó por la habitación, ambos habían ejercido fuerza, pero Jazmín tenía una clara ventaja.

—¡¿Jazmín?! —inquirió con sorpresa aquel hombre al verla tan de cerca, siendo los filos de las resplandecientes armas lo único que los separaba

—Cuanto tiempo, Alexandre —saludó la mujer mostrando un atisbo de sonrisa

Ambos bajaron las catanas, pero Alexandre vio un movimiento atrás de la mujer y sin dudar la hizo a un lado mientras alzaba la espada. Levi esquivó el ataque, pero un segundo no podría, afortunadamente Jazmín pateó a su primo detrás de las rodillas haciendo que cayera, y lo tomó de los brazos para inmovilizarlo.

—Idiota, es el capitán Levi —regañó la mujer, haciendo que Alexandre viera al hombre de baja estatura

—Ya suéltame. Fue un error, lo siento. —se quejó Alexandre, Jazmín rodó los ojos y lo soltó, dejando que se pusiera de pie—. ¿Qué haces aquí?

—Tu padre y tu hermano quieren terminar lo antes posible el trabajo. Dinos que tienes, me quiero largar de aquí —respondió con hastío mirando a su alrededor

—Tengo a uno en el que era tu habitación, pero no puedo sacarle la información —confesó el más alto—. Ya le he quitado varias uñas y le he roto una mano.

Jazmín suspiro con pesadez mientras se sacaba la capa y dejaba ver una pequeña bolsa colgar de su cadera. Sacó un frasco pequeño que contenía una sustancia transparente y luego sacó una daga.

—No entren y si lo hacen... no hablen —ordenó mirándolos sobre sus hombros

Levi dio un paso hacia adelante con claras intenciones de ir con ella, pero una mano lo detuvo. Aquel hombre hizo un movimiento de cabeza, dejándole en claro que era mejor que se quedará afuera. Decidió hacerle caso y observó el lugar, estaba asqueroso, lleno de polvo y telarañas, pero luego su atención se centró en el hombre que comenzaba a sacudir la mesa y las pocas sillas.

—De saber que venía Jazmín, me hubiera tomado la molestia de limpiar este cuchitril.

Alexandre Lawson era un tipo demasiado alto a comparación de Levi, con un metro y ochenta centímetros de altura. No se parecía físicamente en nada a Albert o al mismo subgeneral. Tenía el cabello negro atado en un moño mal hecho con algunos mechones cayendo por su rostro, unos ojos oscuros y una mirada cansada. Para Levi, él no tenía finta de ser miembro de la Policía Militar.

—¿Para qué limpiar? —preguntó Levi de forma tosca mientras se cruzaba de brazos—. Total, nos vamos a ir cuando Jazmín termine.

—Capitán, ¿hace cuánto tiempo conoce a mi prima? —Levi frunció el ceño, provocando que Alexandre levantará ambas cejas—. Entonces no sabe el motivo.

—¿De qué diablos hablas?

—De la obsesión de Jazmín por la limpieza —respondió derrotado por saber que la casucha seguiría igual de sucia cuando su prima saliera—. Lo siento, si no se lo ha dicho, yo no seré quien lo haga.

Levi rodó los ojos con molestia. Jazmín nunca le habló sobre el tema, él daba por hecho que solo era una persona con un sentido claro de lo que se trataba de ser limpio e higiénico. Sus pensamientos se vieron interrumpidos por los gritos provenientes de la habitación donde estaba Jazmín, sintiendo una inmensa curiosidad por saber que tanto le hacía.

—Si te lo preguntas, no, ella no lo está golpeando. Jazmín los tortura solo con palabras, ni siquiera yo sé cómo lo hace, pero logra quebrarlos. —La voz de Alexandre se hizo presente, intuyendo que Levi quería entrar y ver lo que sucedía

—Entonces, ¿para qué la daga y el frasco?

—Los usa para infundir temor, cualquiera le tendría miedo sabiendo que es cualquier clase de veneno.

Levi abrió los ojos con sorpresa, dirigiendo su mirada hacia la puerta que lo separaba de su compañera. Él sabía cómo torturar, lo había hecho en varias ocasiones debido a su antigua vida y conocía lo agotador que era, pero ella no parecía ser ese tipo de persona. Torturar cambia a la gente para siempre y Jazmín era un ser lleno de luz que no encajaba en ese tipo de situaciones

La puerta se abrió, dejando ver a una Jazmín con el ceño fruncido y evidente molestia. Se paro hasta llegar a la mesa y sacó un pañuelo para limpiar la daga.

—¿La usaste? —preguntó con asombró Alexandre a lo que Jazmín asintió—. ¿Por qué?

—Es un cerdo miserable —respondió en voz baja—. Sé dónde se encuentra el lugar.

—Bien, quédense aquí, iré a terminar con ese miserable —informó Alexandre, pero Jazmín lo interrumpió

—Todavía no término, el frasco contenía agua —dijo tomando una hoja de papel para volver a cruzar la puerta.

Esta vez Levi no se quedaría con la duda, tenía que saber, y sin hacer ruido, ingresó al cuarto. Un hombre permanecía sentado con los ojos llorosos y los mocos bajando por su boca, una vista repugnante. Pudo observar que le faltaban varias uñas y la mano derecha estaba rota, tal cual Alexandre había mencionado, pero le llamó la atención varios cortes en su piel: uno en la frente, otro en el brazo derecho y supuso que otro en la pierna izquierda dado a la rasgadura de la tela del pantalón.

—¿Sabías por qué es fácil engañar a las escorias como tú? —habló Jazmín con voz neutra mientras comenzaba a doblar la hoja—. Esto se debe porque ustedes cargan con tanta mierda encima que piensan que las amenazas del que tiene un arma es verdad. No vas a morir por esos cortes.

—¿Cómo dices? —preguntó con un hilo de voz el hombre

—Que no vas a morir por los cortes, tu miedo no pudo reconocer que era agua.

«Pero ella no usa el dolor físico» se cuestionó Levi sin entender porque la joven le daba explicaciones.

—Siento haber utilizado la daga, yo no suelo usarla más que para intimidar, pero dada las circunstancias —volvió hablar la mujer, siendo interrumpida por ella misma al estornudar—. Mi primo iba a matarte de una forma rápida, pero no creo que lo merezcas.

—¿Me dejarás libre? —preguntó con algo de esperanza el hombre viendo estornudar un par de veces más a Jazmín

—No, yo misma lo haré, pero de una manera en la que te arrepientas de haber nacido —su voz fue clara y concisa, su mirada no había duda y su lenguaje corporal solo lo afirmaba—. Será indolora, no podrás hacer nada, solo serás el espectador de como tu vida se va apagando lentamente.

Levi observó con lujo de detalles: el miedo de ese hombre nunca lo había visto antes, la mirada vacía de Jazmín como si fuera otra persona, el alfiler que ella escondía en su mano derecha y la hoja doblada en forma de pico en la mano izquierda. Lo recordaba, haría lo que una vez le dijo a Hange en forma de broma, mataría a aquel tipo con una simple hoja.

Jazmín se posicionó atrás del hombre y clavó el alfiler en la parte de la nuca del hombre, él no se movió, sus brazos dejaron de responder, su cuerpo ya no intentaba forcejear contra las cuerdas.

—Quiero que veas como se te escapa la vida, quiero que sufras como esas personas sufrieron —explicó Jazmín al ponerse frente al hombre—. En otras circunstancias esto te causaría que perdieras la conciencia, por eso seré cuidadosa. —Jazmín pinchó con la hoja al hombre, en la parte baja de la barbilla, provocando que saliera un hilo de sangre—. Morirás y no podrás hacer nada, sentirás y no podrás quejarte, así como lo hicieron aquellas personas.

Jazmín vio a Levi parado en la entrada, había presenciado la aberración que era. Salió sin decir nada pues los estornudos no paraban y allí lo supo Levi.

—¿Eres alérgica al polvo? —preguntó dejando atrás el tema del hombre, él no era nadie para juzgarla pues él también tenía las manos manchadas de sangre

—Ya sabes porque soy enemiga de la suciedad —bromeó, pero su semblante volvió a transformarse en uno serio al ver a Alexandre. Sus ánimos estaban decayendo con cada segundo que pasaba, ella odiaba torturar.

Jazmín no dijo nada, salió de la casucha y camino con paso seguro por las calles de la ciudad, siendo seguidas por los dos hombres. Alexandre la conocía como la palma de su mano, ella estaba preparándose mentalmente para lo siguiente que haría. A ella jamás le había gustado la idea de matar, siempre evitaba esos entrenamientos donde tenía que acabar con animales para saber los puntos más importantes y que perdiera el miedo por verse cubierta de sangre. Su prima lloraba en sus brazos cada vez que la obligaban a entrenar, era un alma pura que la obligaron a cambiar.

—Alexandre, ¿qué sabes del escuadrón de control anti-personal? —inquirió la mujer

—No mucho, es una subunidad de la Policía Militar creada este año para acabar con miembros autorizados a usar el equipo de maniobras —respondió con el ceño fruncido—. Desconozco quién sea el capitán o la razón por la cual fue creada. Mi padre se opuso, pero no sirvió de mucho. ¿Por qué?

—Estos imbéciles son los intermediarios. Puede que nos crucemos con alguno.

—Seremos presas fáciles sin equipos —susurro Levi siendo escuchado por los Lawson

—Seguro que dentro de ese lugar hay por lo menos un equipo, ese se lo queda usted, capitán —sugirió Alexandre—. Jazmín y yo podemos escapar sin problemas.

—¿Estás diciendo que soy un idiota para no ser capaz de pelear contra esos inútiles? —habló con voz suave mientras alzaba una ceja, Jazmín supo de inmediato que se había molestado y mucho

—Lo que Alexandre quiere decir es que como eres capitán, tu vida es más importante. Eso nos lo inculcaron desde pequeños —explicó Jazmín—. Aunque yo me lo paso por...

—No seas vulgar —interrumpió Alexandre

Levi bajó la mirada pensativo, ¿en realidad Jazmín moriría por algún alto rango? Se negaba a creerlo, de serlo así, su padre no hubiera dado su vida por la de sus subordinados. Volvió a centrarse en la misión, ni siquiera sabía que era a lo que venían, pero sea cual sea la situación confiaría en ella.

Llegaron a una pequeña fábrica de cebada, entraron sigilosamente, pero para su desgracia no encontraron nada. «busca en los lugares menos sospechosos» pensó Alexandre para dirigir su mirada al suelo. En una esquina vio las marcas de un escritorio recorrido, unas muy profundas marcas. Alexandre recorrió el mueble y sonrió satisfecho al ver una puerta que daba un sótano.

Las tres personas bajaron en silencio, notando como el olor de la sangre era cada vez más penetrante. Levi pisó algo viscoso desprendiendo un olor putrefacto, algo andaba mal y, lo comprobó al ver dos habitaciones al final del túnel. Alexandre iba a hablar para sugerir que se dividieran, pero una voz en el cuarto de la derecha se adelantó.

—¡Quédate quieto, maldito mocoso! —Los gritos salían sin control hasta que llegó a un punto donde se volvían más agonizantes.

Jazmín no lo soportó y entró, encontrándose con un hombre vestido con un delantal negro y un trozo de tela cubriendo medio rostro. A lado de él se encontraba una mesita con varios cuchillos de diferentes tamaños, pinzas y tijeras; junto a la mesa donde descansaba un niño que los miraba con lágrimas en los ojos, pidiendo ayuda mientras la sangre escurría.

El hombre sacó el cuchillo del cuerpo del infante sin cuidado, provocando que un chorro de sangre saliera disparado. Alexandre se lamentó en silencio, ese niño ya no tenía salvación y ese órgano ya no podría venderse. Levi observó el lugar, varias mesas estaban cubiertas de sangre seca, algo realmente repugnante.

Jazmín desenvainó la catana y de un corte limpió, decapitó al hombre sin haberle dado oportunidad de defenderse. Levi observó todo, ella se acercó al niño y se disculpó, advirtiéndole su final. El niño que había pasado por otras cosas, la miró agradecido y le sonrió porque por fin alguien le daría paz. Jazmín lo tomó de su cabeza con cuidado, dándole unas pequeñas caricias y cuando menos lo esperaron, le tronó el cuello.

«Sigue siendo un ángel porque le trajo paz a una pobre alma» pensó Levi.

Jazmín salió sin decir palabra, dirigiéndose a la siguiente puerta, sin darle tiempo a sus compañeros de siquiera idear un plan o procesar lo ocurrido. Jazmín alzó la catana al encontrase a varios hombres conversando sin preocupaciones. Encajó el filo sobre el estómago de uno y deslizó la espada hacia arriba, sacando las vísceras. Los demás la vieron aturdidos sin perder el tiempo de sacar sus navajas. Menos de un minuto basto para que todos quedaran muertos, Jazmín había sacado por segunda vez esa naturaleza que desconocía. 

Alexandre y Levi se quedaron petrificados al ver la habitación hecha un desastre. Manos, cabezas y viseras regadas por el suelo; y sangre manchando las paredes y piso. Jazmín partió en dos al último hombre que logró hacerle un corte profundo en la mejilla.

—¡Jazmin Lawson, basta! —gritó su primo al ver como clavaba la catana sobre las cabezas de los hombres que daban sus últimas exhalaciones—. Es hora de irnos.

Levi le tendió la mano a Jazmín quien no dudo en tomarla, mientras dejaba a Alexandre ir adelante. Ella estaba alterada de ver la porquería de la humanidad, pero no estaba sola. Él no la iba a juzgar, jamás lo haría y más porque ahora tenían otra cosa en común: Jazmín tenía sus manos manchadas o eso pensaba.

—Toma, cúbrete la mejilla —ordenó Alexandre a su prima mientras le tendía un pañuelo de seda, Jazmín no replicó y se lo colocó cubriéndole medio rostro

Jazmín volvió a tomar la mano de Levi, sintiéndose protegida de alguna forma mientras él le daba indicaciones a Alexandre de donde encontrarlos, pues él se quedaría a quemar el lugar.

—Iremos a mi... al lugar donde vivía —le explicó Levi a Jazmín al salir de la fabrica

El instinto de ambos los alertó, llevaron sus miradas a lo alto de las casas aledañas, observando a los hombres que portaban el equipo de maniobras y armas de corto alcance. Los estaban esperando, pero no sabían con quienes se estaban enfrentando.

—Descansar no es prioridad, tenemos que quitarnos a estas escorias —comentó Jazmín, sacando una daga y entregándole a Levi la catana—. Vamos, yo sé que has querido usarla desde hace mucho.

Ambos se dieron una mirada que expresaba un volveré, antes de tomar cada quien un camino diferente para terminar con las amenazas...

Continue Reading

You'll Also Like

11.8K 1.9K 10
Hyunjin es un chico de dieciocho años que debido a un mal diagnóstico sufre un desprendimiento completo de la retina, perdiendo su vista para siempre...
180K 20.8K 36
En donde Emma Larusso y Robby Keene sufren por lo mismo, la ausencia de una verdadera figura paterna.
248K 16.2K 40
-no hagas esto porque lo haces- dijo preocupado-lo hago porque tu no me amas- dijo llorando-pero yo si te amo, te amo demasiado, tanto que verte hace...
18.5K 1.9K 10
❝ 𝐏𝐈𝐍𝐊 ──── 𝘑𝘰𝘬𝘦𝘳 ❞ ╰╮・🌸୨︰𝖋𝖆𝖓𝖋𝖎𝖈𝖙𝖎𝖔𝖓₊˚ ━━Desde que la conoció no para de pensar en ella, sus mechas rosas, su sudadera rosa, sus...