๐“๐‡๐„ ๐’๐‚๐Ž๐‘๐‚๐‡ ๐“๐‘๐ˆ๐€๏ฟฝ...

By xElsyLight

20.6K 2.6K 7.8K

๐“๐’๐“๐ˆ๐…โŠฐ;โŠฑ โ Recuerda quiรฉn es el verdadero enemigo. โž แตŽ๐“‚… segundo libro de la trilogรญa. ๐€”. โธฅ ๐‘ป๐’‰๐’๐’Ž๏ฟฝ... More

โ ๐“๐‡๐„ ๐’๐‚๐Ž๐‘๐‚๐‡ ๐“๐‘๐ˆ๐€๐‹๐’ ๐ˆ๐ ๐…๐ˆ๐‘๐„ โž
โ€ ๐‘จ๐’—๐’Š๐’”๐’ ๐’‚๐’๐’•๐’†๐’” ๐’…๐’† ๐’๐’†๐’†๐’“ ;
โ—ž ๐– ๐–ฑ๐–ค๐–  ๐–ฆ๐–ฑ๐– ๐–ฏ๐–ง๐–จ๐–ข !
โ› ๐‚๐‡๐€๐‘๐€๐‚๐“๐„๐‘๐’ (ยน)
โ› ๐‚๐‡๐€๐‘๐€๐‚๐“๐„๐‘๐’ (ยฒ)
โ› ๐‚๐‡๐€๐‘๐€๐‚๐“๐„๐‘๐’ (ยณ)
โ ๐“๐‡๐„ ๐’๐‚๐Ž๐‘๐‚๐‡ ๐“๐‘๐ˆ๐€๐‹๐’ ๐ˆ๐ ๐…๐ˆ๐‘๐„ โž - ๐‘๐‘’๐‘ค๐‘ก๐‘š๐‘Ž๐‘ .
โ€ ๐‘ซ๐’†๐’…๐’Š๐’„๐’‚๐’•๐’๐’“๐’Š๐’‚ ;
โ”โ”โ”โ” ๐—•๐—ข๐—ข๐—ž๐—ง๐—ฅ๐—”๐—œ๐—Ÿ๐—˜๐—ฅ.
โ”โ”โ”โ” แด˜ส€ษชแดแด‡ส€แด€ แด˜แด€ส€แด›แด‡
โ‡ 00 โ†ผ
โ‡ 01 โ†ผ
โ‡ 02 โ†ผ
โ‡ 03 โ†ผ
โ‡ 04 โ†ผ
โ‡ 05 โ†ผ
โ‡ 06 โ†ผ
โ‡ 07 โ†ผ
โ‡ 08 โ†ผ
โ‡ 09 โ†ผ
โ‡ 10 โ†ผ
โ‡ 11 โ†ผ
โ‡ 12 โ†ผ
โ‡ 13 โ†ผ
โ‡ 14 โ†ผ
โ‡ 15 โ†ผ
โ‡ 16 โ†ผ
โ”โ”โ”โ” sแด‡ษขแดœษดแด…แด€ แด˜แด€ส€แด›แด‡.
โ‡ 17 โ†ผ
โ‡ 18โ†ผ
โ‡ 19 โ†ผ
โ‡ 20 โ†ผ
โ‡ 21 โ†ผ
โ‡ 22 โ†ผ
โ‡ 23 โ†ผ
โ‡ 24 โ†ผ
โ‡ 26 โ†ผ
โ‡ 27 โ†ผ
โ‡ 28 โ†ผ
โ‡ 29 โ†ผ
โ‡ 30 โ†ผ
โ‡ 31 โ†ผ
โ‡ 32 โ†ผ
โ‡ 33 โ†ผ
โ‡ 34 โ†ผ
โ‡ 35 โ†ผ
โ‡ 36 โ†ผ
โ‡ 37 โ†ผ
โ‡ 38 โ†ผ
โ‡ 39 โ†ผ
โ‡ 40 โ†ผ
โ‡ 41 โ†ผ
โ”โ”โ” " โ˜… 3 ๐—ฎ๐—ป๐—ฑ ๐˜๐—ต๐—ฒ ๐—น๐—ฎ๐˜€๐˜ ๐—ฝ๐—ฎ๐—ฟ๐˜.
โ‡ 42 โ†ผ
โ‡ 43 โ†ผ
โ‡ 44 โ†ผ
โ‡ 45 โ†ผ
โ‡ 46 โ†ผ
โ‡ 47โ†ผ
โ‡ 48โ†ผ
โ‡ 49โ†ผ
โ‡ 50 โ†ผ
Epรญlogo + Noticia

โ‡ 25 โ†ผ

211 34 66
By xElsyLight


「 ɴᴏ ᴇs ʙᴜᴇɴᴀ sᴇɴ̃ᴀʟ 」



—Entonces... ¿Se supone que con esto ya no sentiremos este agobiante calor? —pregunta bastante curioso Jace, quién parece no creerse ni una palabra de lo que le digo.

Sin embargo, cuando ve a Rose untándose un poco su dedo índice y tras echárselo en la frente sin ningún ápice de duda, no tarda en echárselo a Madi quién sigue dormida, para después seguidamente untárselo a si mismo. Algo aliviado de qué no haya sido muy difícil de convencerles, proto reparto un poco en los demás, mientras digo en alto:

 —Según esto, podremos aguantar sin necesidad de echar alguna otra cantidad por varios días. Entonces, procuremos aprovechar todo lo posible la ventaja que nos han dado. —Aunque ahora me preguntaba cómo demonios sabía Haymitch que acabaría aquí. ¿Podría ser qué...?

Regresando mi atención a Dayana, veo que se lo pasa a Vincent rápidamente y este se echa una minucia en la frente. Dudoso, le pregunto si eso será suficiente, pero se devuelve hacia su mochila, ignorándome, y con el propósito de seguir investigando lo que sea que se encuentre en su interior. Un rato más tarde, sin nadie se haya quedado sin echarse un poco, me la devuelven para resguardarla y regreso con Rose, Isabelle, Jace y Madi.

Tras revisar que lo que ocupa el interior de las mochilas es mayormente comida, alguna que otra manta y agua, tomamos la decisión de resguardarlas bajo as mantas ya teniendo en cuenta qué no necesitamos de estas para cubrirnos la cabeza. Un rato más tarde, estamos todos listos para hacer frente a lo que nos espera. Tenemos que sobrevivir, y después de eso, nos daremos el tiempo de llorar las pérdidas más cercanas.

Sin embargo, a punto de enlistar la caminata con Jace liderándonos, Madi, quién se sujeta a mi brazo bastante emocionada, me señala que si no vamos a esperar a los que faltan. Mi ceño se frunce y no entiendo a qué se refiere, hasta que se ve obligada a decírmelo.

 —Min, me refiero al chico rubio y los otros... —La sola mención consigue que por mi mente se crucen esos ojos avellanas, esos que ocultan tantos secretos y que juraba no poder ver de nuevo.

Siento que un vacío se apodera de mi pecho, y la necesidad de dar media vuelta para regresar a su lado me nacen con más fuerza. Sin embargo, observo el naciente amanecer que se asoma y sé que nos queda un largo camino por delante. Tomando una profunda respiración, pienso en qué no puedo fallarle, en qué tengo que demostrarle que sigo siendo su protector y el chico que aparenta ser más fuerte que él, cuándo obviamente es todo lo contrario.

Aprieto la mano de la niña que me mira con esos ojos curiosos y anhelantes, y decido responderle en un tono bajo y algo cariñoso.

—Se reunirán con nosotros después, ahora debemos seguir hacia adelante, Madi. No te preocupes por ellos, ¿vale? —Con ello, Jace me dirige un asentimiento ligero y emprende el camino, eligiéndome como su segundo. 

Por detrás de mi, viene una nerviosa Rose, que se niega a soltar la mano de Isabelle. Y seguidamente, todos los supervivientes que quedan caminan a un destino que es incierto y del que aún no sabemos si podremos superar. Aun así, por mi parte sigo hacia delante, con la esperanza de poder encontrar todas esas respuestas que no logro comprender todavía.



Probablemente una media hora más tarde, seguimos caminando sin un destino claro al que llegar. Por mi parte, no me duelen todavía los pies de caminar, pero no puedo decir lo mismo en el caso de Madi, que desde hace varias millas más atrás, la cargo en brazos. Estoy pensando seriamente en preguntarle a Jace si sabe a dónde carajos está yendo, sin embargo, alguien coloca una de sus manos en mi hombro derecho y al darme la vuelta descubro que se trata de Dayana.

Su cabello blanquecino reluce bajo la luz solar y sus ojos tan únicos y distintivos brillan con algo que no puedo identificar del todo. Vincent nos sigue unos pasos por detrás.

Algo confundido ante su silencio, trato de hablar primero.

—¿Pasa algo? —Ella muerde sus labios y nerviosa, acaricia suavemente su cabello que está atado en una despelucada trenza.

Momentos después, finalmente suelta aquello que por seguro anda rondándole por la mente ya varias veces.

—Quisiera agradecerte por lo que hiciste. Me salvaste la vida, y ahora estoy en deuda... —La interrumpo antes de si quiera termine la frase. No quiero favores de nadie, suficientes tuve ya de Newt en su tiempo.

—No hace falta, no quiero nada de ti, Dayana. No te preocupes. 

A ella no parece agradarle mi respuesta, pero tampoco hay tiempo de agregar algo más, ya que Jace nos llama la atención desde más adelante. Ambos nos separamos y me doy prisa en regresar al comienzo del camino.

Mi amigo se ha detenido abruptamente y observa algo que se nos muestra en el horizonte. Dirigiendo mi vista en aquella dirección, escucho sus palabras.

—Creo que... nos están tomando el pelo. —Unas millas más adelante, se encuentra un vasto bosque muy semejante a alguna especie de tundra y que parece desentonar mucho con el resto del paisaje árido y seco.

Los de detrás cuándo son capaces de verlo saltan emocionados, otros asustados y, por mi parte, aun sosteniendo a Madi, muestro confusión. Comparto una larga y tensa mirada con Jace, quién parece estar pensando lo mismo que yo.

—Es una maldita trampa —dice, con seguridad, pero aún así, veo la duda pasar por sus ojos—. Sin embargo, puede que sea algún tipo de trampa o prueba que debamos hacer por obligación.

Aquello suena peor de lo que pensaba. Miro a mi grupo, que son básicamente unos jóvenes temerosos por su futuro y sin saber realmente cual será la mejor de las decisiones y las que nos regalará una victoria asegurada. Sorpresivamente, alza una de sus manos uno de los supervivientes del final. Si no me equivoco, la chica se llama Christina.

Su expresión decidida y su cabello corto y negro, dan a entender sin lugar a dudas que prefiere no arriesgarse. Sosteniendo sus cosas con fuerza, da media vuelta, esperanzada de que a todos se nos ocurra mejor regresar y marchar por otro camino.

Sin embargo, Isabelle habla antes de qué haga cualquier movimiento.

—¿Prefieres regresar con esas arañas mutantes? —Su cabello negro y lacio ahora está sujeto en una coleta alta, y está cruzada de brazos. Rose la mira, asintiendo ante lo que dice.

Pero Christina no parece de las que dan a torcer, porque sostiene con seguridad las correas de la mochila y comienza a andar hacia atrás, diciéndonos: —No digo que quiera volver a verlas, pero a lo mejor podríamos tomar otra ruta distinta unas millas más atrás.

Sin embargo y haciendo caso omiso a sus palabras, veo cómo se propone a dejarnos atrás y entonces mis ojos dan con una forma cuadrada de ondas que flota como un cristal combado en el aire. Al principio lo tomo por la luz del sol o por el calor que se refleja en el suelo, pero está fijo en el espacio, no se mueve cuando lo hago yo. Aquello me resulta extrañamente familiar y pronto, no tardo en relacionarlo con lo que veía en las salas de investigación en las que nos mantuvieron por un mes entero y recuerdo que algo parecido usaban los médicos de cargo más alto para observar nuestros avances sin temer qué nos lanzásemos sobre ellos.

Cuando empiezo a gritar la advertencia, ya es muy tarde. La chica grita, nos asustamos y seguidamente se oye un fuerte chasquido para que ella salga volando hacia atrás, expulsada por el campo de fuerza naciente de improvisto. No puede evitar derribar a Vincent, que es el que se encuentra más cerca de ella. Los demás retroceden unos pasos ante la situación y el chico de cabellera rubia no tarda en quitarla de su lado, incorporándose con ayuda de Dayana.

Antes que cualquier otro corro hacia la chica, dejando a Madi en el suelo, aunque el contacto con aquel campo de fuerza me haya dejado una buena vista de una red eléctrica que sólo me ha hecho recordar la que usaron conmigo para dejarme fuera de combate antes de que los secuaces de Ava y Snow me arrastrarán a este miertero lugar. Un escalofrío me recorre de pies a cabeza, pero desechando todas aquellas dudas, reduzco la velocidad al tenerla de frente. 

Está en el suelo y no se mueve, su ropa está hecha jirones.

 —¿Chris? —Huele mucho a quemado, y sé que no es buena señal.

La llamo otra vez, sacudiéndola un poco, pero no responde. Le paso los dedos por los labios y noto que aunque salga un leve aliento, no durará por mucho. Pego la oreja a su pecho, al lugar donde sé que oiré el fuerte y regular latido de su corazón. Sin embargo, sólo encuentro silencio.

Me separo un poco, bastante cohibido ante la idea de qué se está muriendo y no puedo hacer nada para salvarla. Parte de su rostro está quemado y mantiene sus ojos cerrados con fuerza; muy probablemente no será capaz de abrirlos de nuevo.

Pero entonces, mueve uno de sus dedos, algo muy imperceptible, pero que me sirve como señal para pegar mi oreja en sus labios y escuchar su leve susurro: —Lleva... Casa....

No hace falta que diga nada más. Entiendo su mensaje con tan sólo unas pocas palabras y cuando su rostro deja de tener aquel característico color morenito y vivo, sé que se ha ido para nunca más volver. Los demás observan la escena y lloran ante su muerte; lo que lo confirma es aquel desagradable cañón que anuncia su muerte. Quiero cubrirme las orejas de sólo volver a pensar en qué todo esto es real, y de que nunca más seré un maldito espectador.

Siento una mano en mi hombro y al mirar de soslayo, es Rose, quien ahora muestra una expresión madura y me demuestra que es algo que debo afrontar para seguir adelante. Aun así, no puedo evitar apretar mis puños con fuerza, sintiendo una enorme impotencia por fallar a mi promesa. Ni siquiera me pongo a pensar en qué es la primera vez que escucho el cañón desde la locura de la noche anterior y de que los del Capitolio deciden seguir con sus habituales rutinas.

Me levanto con lentitud, notando un peso en mis piernas. Sin embargo, al darme la vuelta todos comparten una expresión severa y estoy seguro de que saben que no tenemos ninguna otra opción que meternos a esa maldita tundra salvaje. Le dedico una última mirada a la chica que tantas veces en el mes que pasamos juntos me dedicaba miradas profundas y me dejaba parte de su almuerzo sin siquiera pedírselo. 

Continuo hacia delante, tomando de la mano a una llorosa Madi, y ahora lidero el camino seguido de un Jace que maldice varias veces con palabras que sólo expresan la rabia y el odio que le invade. Que nos invade realmente a todos por tener que seguir las reglas de este miertero juego. Así que apretando mi agarre en la niña que tanto me recuerda a Lizzy, decido seguir el teatro hasta el final. Mantengo una máscara sobre mi rostro, tratando de que nadie sea capaz de darse cuenta de mis verdaderas intenciones y revisando que Rose tome las pocas pertenencias por previsión de Chris, me adentro en la zona en la que comienza la selva inhóspita y misteriosa que la veas por donde la veas grita peligro por todas partes.

—Allá vamos —menciona Isabelle, tratando de mantener la compostura y de dejar el miedo atrás. Todos seguimos su ejemplo y sin más, dejamos el desierto muy atrás.

No pierdo detalle del frío que comienza a repartirse por mi cuerpo, pero nada me va a detener ahora. Me aseguraré de regresar con Newt vivo, y de alguna manera, recuperar a Lizzy y de sacar a todos los que me acompañan con vida. Me prometo a no dejar que seamos más los queridos peones del Capitolio, ya no más.

N/A → Muchas gracias a todos/as/es por seguir leyendo mi historia y seguir disfrutando con lo que escribo. Espero haber podido mostrarles otro lado de Minho en este apartado, y de que comprendáis que esta vez el Capitolio va a tomar revancha con todos los tributos. Estos juegos van a ser un completo suplicio, pero nadie puede asegurar cuál será el final de todos ellos, sólo el tiempo lo dirá. Dicho esto, ¡nos vemos muy pronto!

Se despide xElsyLight.

Continue Reading

You'll Also Like

1.4K 192 6
Regulus Holmes es un detective que necesita un compaรฑero de cuarto y James Watson es un mรฉdico militar retirado, pero... ยฟQue pueden tener en comรบn? ...
54.7K 4.8K 37
๐“๐‡๐† โŠฐ;โŠฑ โ La esperanza es lo รบnico que tenemos. โž แตŽ๐“‚… primer libro de la trilogรญa. ๐€”. โธฅ ๐‘ป๐’‰๐’๐’Ž๐’‚๐’” ๐’™ ๐‘ต๐’†๐’˜๐’•. โ—œ Crรฉditos de la portada a la...
65.8K 5K 51
โ™ แด‡สŸสŸแดs sแด‡ ส€ษชฬแด‡ษด แด…แด‡ แดษช แด˜แดส€ sแด‡ส€ แด…ษชา“แด‡ส€แด‡ษดแด›แด‡, ส สแด แดแด‡ ส€ษชแด แด…แด‡ แด‡สŸสŸแดs แด˜แดส€ sแด‡ส€ ษชษขแดœแด€สŸแด‡s. โ™
111K 8.1K 58
Dylan O'Brien hace de Thomas y Thomas Brodie-Sangster hace de Newt en Maze Runner. Se conocieron en la primera pelรญcula y empezaron a ser amigos. Lle...