W - larry (traducción)

By darklittleparadise

56.6K 7.5K 6.9K

Harry Styles-Tomlinson es un psicólogo forense que ayuda al FBI en su búsqueda de un asesino serial responsab... More

Avisos
Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Epílogo
Curiosidades y Agradecimientos
Extra - parte 2
Extra - Parte Final

Extra - Parte 1

1.3K 169 136
By darklittleparadise


HARRY POV

I was in your wet dream
Driving in my car
Saw you at the side of the road
There's no one else around
You're touching yourself, touching yourself
Touching your, touching yourself
Touching yourself
You said, "Baby, do you want to come home with me?

Iba conduciendo por la carretera llana y ancha en medio del desierto americano con el equipo de música a todo volumen.

El viaje de vuelta de Florida a Chicago sonaba perfecto.

Iba en mi auto, y no era precisamente un descapotable, pero sentí una inmensa libertad cuando tomé una buena velocidad y el viento de las ventanillas abiertas me hizo volar el pelo. Me sentía como en una mezcla de vídeo musical y final de película de Thelma & Louise.

Saqué la mano izquierda por la ventanilla, mientras sujetaba el volante sólo con la derecha, aceleré y abrí la palma de la mano contra el viento que la empujaba hacia atrás. Cerré los ojos y me reí mientras conducía un rato con los ojos cerrados, una mano sintiendo el viento rápido y sólo la otra en el volante.

Así debe de sonar la libertad.

Luego volví a abrir los ojos, cerré los dedos de la mano y estiré sólo el índice y el corazón imitando como si caminaran el árido paisaje de la campiña estadounidense.

Beam me up (beam me up)
Count me in (count me in)
Three, two, one (three, two, one)
Let's begin
Here we go (here we go)
Here we go (here we go)

- ¡HERE WE GO! - Grité junto con la música en un estado de éxtasis, girando mi mano hacia adentro mientras la golpeaba en el volante al ritmo.

Miro por el retrovisor y veo a Edward sentado en el asiento trasero mirándome fijamente y sonrío. Él me devuelve la sonrisa.

Y entonces mi sonrisa se hace más amplia y empiezo a reír. Y me río un poco más. Edward me sigue. Y entonces nos reímos.

Me río con fuerza, antes de abrir los ojos, sacudir la cabeza y soltar un grito de celebración.

- ¡YEEEEEEEEEEAH! ¡¡¡UUUUUUUUU!!!

Y vuelvo a reírme, antes de volver a subir el sonido.

Here we go, here we go, here we go

Me siento feliz. Me siento lleno. Y vuelvo a sonreír mientras me paso la mano por el pelo para intentar controlarlo con el viento, mientras acelero aún más, y mi sonrisa se hace más grande.

No tenía ni idea de que matar a Liam sería tan liberador. Sentí como si me hubiera quitado de encima unas cuantas toneladas que me oprimían el corazón en forma de angustia.

Era sencillo, y estaba hecho.

🔪

Entré tarde en el pequeño auditorio.

El diablo ya estaba en el pequeño escenario hablando todo su repertorio de mierda, con una foto de Louis proyectada en la pantalla blanca detrás de él.

Hoy es la tercera presentación que veo de este pseudoinvestigador que se propone escribir una biografía no autorizada de mi marido, y me enoja, porque ni siquiera ha escuchado lo que Louis tiene que decir, y por eso ha escrito escenas ficticias sobre su psicosis. Entre ellas, que habría comenzado la disociación cuando era niño, y creado a W cuando aún era un adolescente, representándolo con un joven delincuente al que el Estado no tuvo el debido cuidado de castigar de antemano, para evitar que todo sucediera, creando así un aura más oscura al caso, como si éste no fuera ya suficientemente oscuro.

Sus presentaciones, entrevistas y la supuesta salida del libro reavivaron en el gran público una nueva gama de comentarios mezquinos sobre Louis, trayendo una serie de debates e historias mentirosas y sensacionalistas que devuelven todo tipo de odio contra él, que ni siquiera tiene acceso a ella, y no puede defenderse.

De hecho, fue un asesino en serie y ya está pagando por sus crímenes, así que no necesita más medios negativos sobre él.

Sigo sin encontrar el hilo que me lleve a este idiota de la misma forma que me llevó a Liam, y por eso he estado buscando sin descanso.

Me siento atrás, como de costumbre, y llevo un bocadillo de Mc Donalds en la mano, ya que no tuve tiempo de comer cuando salí del Hospital.

- Lo que he podido concluir de mi investigación -habla con voz empoderada- es que Louis Tomlinson es un obsesivo con la realidad alterada, y que no hay posibilidad de rehabilitación, por lo que una vez que salga no debería pasar mucho tiempo antes de que empiece a mostrar su comportamiento agresivo...

SOOOOORBO

Hago un ruido muy fuerte con la pajita cuando toca el fondo del vaso, en cuanto bebo todo el líquido y se vacía.

El ruido es bastante fuerte y todo el auditorio me mira desde el fondo de la sala.

Edward se ríe al ver la reacción de todos mirándonos con desaprobación. Hago como que no me doy cuenta y vuelvo a chupar la pajita aún más fuerte, lo que hace que el ruido sea aún mayor.

SOOOOORBO

Me pongo de pie con los pies apoyados en el respaldo del sillón que tengo delante y sigo sacando aire por la pajita dando un pequeño meneo con los pies como si el ruido del vacío dentro del vaso fuera una graciosa musiquilla.

- ¿Se encuentra bien, señor? - me pregunta directamente el interlocutor

- ¿Le he estorbado? - Finjo inocencia y Edward vuelve a reírse - Lo siento. Creo que me he quedado sin refresco- Levanto el vaso y lo agito, haciendo sólo el ruido del hielo.

- Bueno, como iba diciendo... - La mierda sigue hablando y echo la cabeza hacia atrás resoplando. Edward me mira sonriente y hace una señal de pistola con la mano como si se estuviera disparando en la cabeza y yo me río un poco fuerte, atrayendo de nuevo las miradas hacia mí.

- Lo siento -vuelvo a fingir inocencia, mientras lanzo una papa frita al aire e intento atraparla con la boca como si fuera un partido de baloncesto.

Honestamente, esta conferencia es un poco más que insoportable, y en el fondo, sé que a diferencia de las otras conferencias serias que he visto, con una verdadera intención académica, ésta está lejos de tener cualquier seriedad, y no he venido aquí para confrontar y cuestionar, sobre la conferencia en sí.

- Me pregunto si es gay. - me pregunta Edward susurrando mientras el hombre sigue hablando delante de él

- Seguramente. Mi radar no me deja engañarme. Es súper gay -respondo encogiéndome de hombros.

- Estupendo. Entonces tenemos un plan -Ed esboza una sonrisa de lado algo maliciosa.

- ¡Por supuesto! - Se me ilumina la cara- ¡Voy por la laptop!

Abro la pestaña de google e inicio una búsqueda sobre el escroto que dice sin parar todo tipo de tonterías delante de mí. Tecleo rápidamente: Dr. Ferdinand Skinner.

Mis ojos ruedan con páginas y más páginas de autopromoción, o de artículos que hablan de su "asombrosamente preciso trabajo sobre el asesino en serie, W".

Genial, tendré que lidiar con otro narcisista patológico. De hecho, esto puede convertirse en mi patrón. El gran asesino en serie, E, que sólo mata a hijos de puta y bastardos narcisistas patológicos.

- Edward... - Lo llamo mientras está distraído chupando una paleta.

- Habla...

- ¿Prefieres que te conozcan como E o como Ed?

- Hmmm -se para a pensar un rato mientras se da golpecitos con los dedos en la cara- Ed es repetitivo, porque ya existe Ed Gein, y es famoso, ¿no?

- Cierto, firmemos E de todas formas.

Sigo tecleando mientras Edward vuelve a distraerse cantando alguna canción que hemos oído antes en tiktok.

Edward apareció por mí en cuanto regresé a nuestra casa después de un buen tiempo en rehabilitación. Durante todos esos meses en rehabilitación, no tuve ningún tipo de disociación, alteración o alucinación, pero fue volver a la rutina y volvieron.

Al principio estaba muy asustado, no quería estar solo, y Gemma, mi madre e incluso Zayn se turnaban para quedarse conmigo.

Pero un día entré solo en casa y allí estaba Edward, sentado en la encimera de mi cocina, con un chándal blanco con corazones rojos y un top de lunares, y agitando los pies en el aire como un niño que está ahí casualmente.

Era tan real, tan concreto, que me negué a creer que fuera un producto de mi mente. Así que me acerqué movido por la curiosidad. Entré en la habitación por primera vez en más de un año y lo toqué. Lo sentí en mi tacto. Le pellizqué y soltó un sonoro "ay" que me hizo reír. Y entonces perdí el miedo. Desde entonces es como si se hubiera convertido en mi mejor amigo imaginario, una especie de Bogus.

Es divertido, inteligente y perspicaz. Me complementa. Y sólo tenemos un acuerdo, él no se materializa cuando estoy con Louis.

El respeto a la intimidad es importante incluso para los locos.

Le prometí que siempre tendrá a W, mientras que yo tendré a Lou. Hicimos un acuerdo también, cuya regla número uno es no hablar de nuestra amistad con nadie, porque obviamente me harían tomar medicamentos que lo harían desaparecer y yo deliberadamente, deliberadamente no quiero que desaparezca. Así que me atengo fielmente a nuestra regla de no hablar de... ya sabes quién.

- Creo que he encontrado algo interesante. - Mantengo la voz baja para no llamar la atención esta vez, a diferencia de las otras en las que realmente quería molestar.

- ¿Qué? - Edward salta una silla para acercarse a mi laptop.

- Tenía un blog hace unos años.

- Los narcisistas son tan predecibles. Esto podría convertirse en nuestro estándar - Ed se ríe

- Idiota Lo dices porque se me ha ocurrido a mí hace un rato.

- Sí -se ríe-, es que es mejor cuando lo dices en voz alta. Mira: "¡Se pone por defecto a matar narcisistas hijos de puta!". - Y suelto una risita, pero mordiéndome la mano para que no salga en voz alta.

Una mujer que está unas sillas más adelante me mira con cara de regañina y yo levanto la mano en señal de disculpa, pero riéndome suavemente otra vez. Tengo suerte de estar en las últimas filas y de estar solo, sólo con Edward, ya que para los simples mortales debo estar hablando solo.

- Anda, sigue leyendo...- Me dice y me sumerjo en la lectura del blog fechado hace más de 10 años.

🔪

- Estupendo. ¿Quieres volver a repasar nuestro plan? - me pregunta Edward

- No hace falta. Ya está todo planeado. Confía y vámonos.

Me acerco al hombre que está en el pasillo del auditorio. Acababa de despedirse de un grupo de personas que lo rodeaban, azuzándolo e inflando aún más su ego, mientras él sonreía y se pavoneaba como un pavo real.

Cómo me gustaría que todos estos idiotas enfermizamente cariñosos se ahogaran como el que les puso el nombre a sus mierdas psíquicas....

Tengo que contener mi asco cuando por fin lo veo solo y me acerco a él.

- Hola, ¿qué tal? - Pongo mi mejor sonrisa, pensando "¡Es para Louis, es para Louis!".

- Buenas tardes -El hombre me devuelve la sonrisa y veo que me ha lanzado una mirada nada discreta de arriba abajo. Qué gay.

- He asistido a su conferencia. Muy interesante por cierto.

- Ya lo sé. Por cierto, creo que necesitas un refresco nuevo.

- Lo siento. Estaba tan absorto en su discurso que no me di cuenta de que el refresco se acabó, haciendo ese ruido.

"¡DIOS MÍO, QUÉ FALSO SOY!"

- Está bien, no me estorbó.

- ¡Oh! Creo que no me he presentado, soy Harry Styles -digo mi apellido de soltero, al fin y al cabo, ¿qué posibilidades hay de que me reconozca como un Tomlinson?

- ¿Styles? - Levanta una ceja - Espera, ¡eres el marido de Louis Tomllinson! - Bien, debería haber usado otro nombre falso, al fin y al cabo este imbécil que tengo delante es el biógrafo de mi marido y debería saber bien quién soy - Bueno, su fisonomía no me resultaba extraña.

- ¡Ex-marido! - Uso una última carta

- ¡Ah! Siento que tu matrimonio se haya acabado - Ahora no sé quién es más falso.

- No pasa nada. Louis fue arrestado y la vida sigue, ¿verdad? - Le parpadeo en la ardua tarea de no vomitar mientras intento ligar.

- Claro, claro -El hombre esboza una sonrisa. Y creo que el hecho de que me haya reconocido no está nada mal, ya que puedo utilizarlo como excusa para acercarme y completar mi plan.

- Bueno, déjeme ir directo al grano. He oído que estás escribiendo una biografía sobre Louis, y creo que me gustaría ser entrevistado y dar mis declaraciones, ya que estuve allí desde el principio. ¿Qué te parece? - Edward se acerca por detrás y se pone frente a mí, hace un signo de aprobación con la mano y dice "perfecto" solo con los labios, y yo tengo que contenerme para no reírme.

- ¿Harías eso? - el hombre parece borracho con la idea de tener a alguien cercano a Louis avalando su mierda de trabajo, y ni siquiera duda en aceptar mi "ayuda"

- Claro. Me parece bien que tengas mi versión de todo. Puedo ir a tu casa, tal vez podamos hablar con más calma -hablo un poco más suave la última parte mientras toco inocentemente la correa de su mochila y el hombre traga en seco.

- Perfectamente... Quiero decir, por supuesto. Le daré la dirección.

A las ocho de la tarde, me detengo ante una cafetería que está junto al piso del hombre de la dirección indicada. Observo que se trata de una cafetería sencilla pero muy concurrida. Y prefiero parar aquí que exactamente en su puerta, ya que entonces me confundirían fácilmente con cualquiera de los clientes habituales del establecimiento. Me bajo del taxi, ya que no quiero que reconozcan mi auto.

El edificio del hombre es de ladrillo y pequeño, de tres plantas como mucho. Le agradezco mentalmente que no tenga cámaras de seguridad. Y así me siento la persona más afortunada del mundo.

Otra suerte es que en Chicago hace frío y por eso llevo guantes, ya que en invierno aquí la temperatura media es de 3ºC.

Se puede decir que todo está a mi favor, y estoy con poca necesidad de pensar tanto en los menores. Edward está a mi lado sonriendo y ayudándome a comprobar todos los detalles necesarios, confirmando que todo está limpio.

Me dirijo al piso del hombre y hago sonar el pequeño interfono, al que responde rápidamente, como si tuviera prisa.

Al entrar en el piso, el hombre me mira con ojos hambrientos y siento asco, pero me mantengo firme en mi propósito, repitiendo un mantra mental de que es para Louis.

Me señala el sofá del salón y empezamos a charlar sobre la biografía, en la que juego psicológicamente a inflar su ego.

Parece un déjà vu, ya que hice lo mismo con Liam. Tan fácil. Es un bla bla bla en el que tengo poco interés, pero me mantengo firme como parte del plan.

La conversación se prolonga durante media hora interminable, en la que uso todo mi latín y mi falsa amabilidad para llevarlo a donde necesito.

Y entonces, me encuentro con mi tercer golpe de suerte del día. Había planeado montar toda una escena para desviar la atención de mi crimen, pero no tendré necesidad de ello. Recorro la propiedad con la mirada y veo que hay mucho desorden por todas partes, como en ese tópico de los periodistas que beben, se drogan y teclean informes solos por la noche, regados con alcohol y drogas.

Junto a su portátil, sobre la mesa, hay botellas de whisky vacías, montones de papeles arrugados, revistas y libros viejos, latas de cerveza vacías y un cenicero lleno de colillas con un buen montón de ceniza. Este hombre es asqueroso.

Mi plan y el de Edward es simple incluso.

Gran parte del blog de Skinner habla de su adicción a las drogas. Él lucha con la adicción a las drogas, y vamos a darle una sobredosis. Exactamente. Ya ha pasado los 45, y probablemente no goza de la misma salud que hace unos años, así que no necesita tanto. Por supuesto, no esperaba contar con suerte, y dentro de mi chaqueta hay una cantidad interesante de cocaína y heroína, que me aventuré a comprar antes.

Me aseguré de darle mi número de teléfono falso cuando me lo pidió mientras aún estaba en el auditorio, ya que así no habrá ninguna forma de comunicación entre él y yo, de modo que sólo seré un fantasma para la policía. Del mismo modo, no he dejado que mis botas se ensucien para dejar huellas, no me he quitado los guantes de invierno para no dejar huellas dactilares, y tengo el pelo firmemente recogido en un moño para que no caiga ningún mechón de mi rizada cabeza.

Edward y yo hemos pensado en todo.

Me preguntaba cómo introducir el tema de las drogas en nuestra conversación, pero no me costó mucho esfuerzo, ya que había una pajita de metal sobre la mesa y un resto de cocaína por ahí. Su pupila ya estaba dilatada, y supe desde el momento en que entré que la había esnifado, justo antes de que yo llegara.

Gracias por ser un idiota y formar parte de mi trabajo.

Miro fijamente la pajita y los restos de la droga sobre la mesa y el hombre parece darse cuenta.

- Siento el desorden. - Dice tartamudeando sin gracia y se levanta, acercándose para coger la pajita metálica e intentar esconderla.

- No, no hace falta esconderla. Yo también las uso. De hecho, estaba pensando en lo mucho que nos parecemos -sonrío socarronamente y él aprieta los ojos tratando de entenderme. Entonces meto la mano en el bolsillo y saco un paquetito con una cantidad considerable de polvos blancos, y su cara se ilumina.

Está hipnotizado. Tan fácil que no me lo puedo creer.

En cuestión de segundos, está inclinado sobre la mesa esnifando una carrera que él mismo ha hecho y yo me río a carcajadas. Hago una y finjo esnifarla, utilizando mi cuerpo para taparle la vista de la droga, cuando en realidad soplo y esparzo la droga por todas partes.

Él sonríe mientras echo la cabeza hacia atrás y finjo que la droga me está haciendo efecto. Le ofrezco otra carrera y dice que está bien.

Insisto. Se niega.

Vuelvo a insistir y esta vez me siento en su regazo intentando poner cara de cachorro. Vuelvo a jugar con su ego diciéndole que sé que puede con ello. Y él va a por ello.

Idiota.

Olisquea otra carrera, y cae perdido con el cuerpo contra el sofá con los ojos cerrados, totalmente aturdido. Echa la cabeza hacia atrás y parece estar en otra dimensión.

Me río suavemente. No creía que fuera tan fácil.

Le tomo del brazo y me mira preguntándome qué voy a hacer. Sólo le digo, totalmente sensual y despacio, que cierre el ojo y disfrute que aún tengo una sorpresa. Parece demasiado loco para resistirse. Sus pupilas son enormes.

Le subo la manga y, sin que se dé cuenta ni lo sienta, saco una jeringuilla que también había traído conmigo, con una cantidad casi sobrenatural de droga que había preparado con antelación. Pensé que tendría que hacer algún esfuerzo, pero ni siquiera fue necesario, cuando le pinché en la vena y ni siquiera se dio cuenta, anestesiado por la cantidad de cocaína que ya había ingerido, y en la pureza que me aseguré de traer. Pagué una fortuna directamente al jefe del narcotráfico para conseguir un poco con este nivel de pureza. Llevo un conjunto extremadamente sexy bajo la chaqueta, mientras me preparaba para jugar con él toda la noche, seduciéndole hasta que consumiera la droga que yo quería. Pero al parecer, su alma drogada es más prevalente que su alma gay.

Le inyecto la droga en el brazo tan rápido que sus ojos se abren de par en par cuando la droga entra en su torrente sanguíneo. Es suficiente para matar a tres seres humanos, por supuesto.

Y en cuestión de segundos, pone los ojos en blanco y minutos después empieza a convulsionar, sacudiendo el cuerpo, temblando, poniendo los ojos en blanco y retorciéndose.

Edward se ríe y lo celebra.

Mientras se retuerce como un lagarto, compruebo cualquier rastro que haya podido dejar, como los paquetes de droga o cualquier resto de adn en el sofá.

Después de un largo rato, le tomo el pulso. Y ya está.

- Ha sido un placer conocerte, cariño. - Me río mientras doy por terminado mi trabajo.

🔪

LOUIS POV

Una lluvia torrencial caía sobre Chicago. Hacía mucho tiempo que no veía una lluvia así y, por alguna razón, seguía pensando en mi trabajo como ingeniero, donde construí uno de los mejores sistemas de drenaje de aguas pluviales de todo el país. A veces quería volver a trabajar, sólo para sentirme útil.

El tratamiento con todos los fármacos de caja negra ha funcionado y por fin he tenido algo de paz de todas las voces que he dejado que controlaran mi cabeza durante tanto tiempo. El problema de estar tan lúcido es tener que lidiar con la lucidez, que deja clara la mierda que he hecho mientras he estado de juerga y la soledad a la que me enfrento ahora en una celda de unos pocos metros cuadrados.

No digo que no mereciera estar aquí, porque sé que lo merezco. No actué bien, y soy plenamente consciente de ello e incluso estoy algo arrepentido. Si volviera atrás en el tiempo, en cuanto William se me apareció, se lo habría dicho a mi marido, en lugar de sucumbir a su manipulación.

Es un asco pensar que fui manipulado por mi propia mente, como una marioneta de mi propio psíquico. Pero no tiene sentido lamentarlo. Está hecho y ahora debo lidiar con las consecuencias.

Llevo 5 días sin ver a Harry y esta es con diferencia la peor consecuencia de todas. Estar sin él cada noche, no poder despertarme a su lado, no poder vivir una verdadera vida juntos. No me importan las privaciones de libertad, ni la mala comida de aquí, ni siquiera que esté pagando por mis crímenes, lo único que realmente me duele es no estar con mi marido como siempre he estado.

Me tumbo en la incómoda cama de mi celda y pienso en él hasta que el sueño me alcanza. La almohada ha tomado su olor por haber estado tumbado conmigo un rato la última vez que nos vimos.

Harry dijo que necesitaba viajar, pero no me explicó muy bien el motivo del viaje, sólo dijo que era algo por negocios. Sabiendo con lo que trabaja, esto está lejos de tranquilizarme. Ni siquiera cuando me estaba acosando sentí paz, ya que tenía mucho miedo de meterle en la espiral de mierda en la que me encontraba. Y mi terror se consolidó, porque eso fue lo que pasó.

Después de dar vueltas en la cama durante un rato, finalmente el somnífero que me dan a las 9 de la noche hizo efecto y me desmayé.

La medicación me impide soñar, ya que para soñar hay que estar en una fase de sueño ligero llamada REM, y la medicación me deja en blanco directamente en sueño profundo, así que sigo soñando despierto, pensando en cómo saldré de aquí dentro de 22 años y cómo será mi vida después

- ¡Buenos días, guapo! - oigo la voz profunda que me llama desde la puerta de mi celda

- Buenos días, Gerrard. - Me levanto de la cama, ya llevaba un rato despierto - Sabes que mi marido es celoso y si ve que me llamas así, no podré defenderte - digo sonriendo

- No le tengo miedo al doctor Tomlinson. Serás guapo Louis, pero aún no me has vuelto gay. Está a salvo de encandilarte con mi encanto - Se ríe en secuencia, haciéndome reír a mí también. Gerrard debe de ser una de las personas más agradables de este hospital, y de hecho, nos ha ayudado mucho a Harry y a mí, y a todos nuestros encuentros. - Vamos, levántate, Bello Durmiente. Tienes que ir a terapia por la mañana.

- De acuerdo... Ahora mismo voy. - Refunfuño un poco mientras me arrastro para cepillarme los dientes y seguir con mi horario de tratamiento - ¿Has sabido algo de Harry?

- No. No he vuelto a hablar con él desde aquel día, pero por lo que me ha informado, volverá hoy. No te preocupes, Louis. Tu marido te quiere y volverá directamente a tus brazos. De hecho, creo que nunca he visto un amor como el suyo. Ni siquiera por mi mujer puedo decir que ame así.

- Lo sé... - Hablo con voz contenida y triste.

- Vamos, guapo. Anímate, tu marido volverá pronto y le prometí que cuidaría de ti.

- ¡Eres un buen hombre, Gerrard! Muchas gracias por todo esto.

- Yo sólo hago mi trabajo y sé que el amor del Dr. Tomlinson por ti es una gran parte de tu tratamiento y para que te rehabilites y te pongas bien. Esa es la verdadera función de este lugar, ¿no? ¿Vigilar, castigar... y rehabilitar?

- Sí -sonrío ante su optimismo.

La mañana pasa lentamente, hago mi terapia, algunos ejercicios y luego me sueltan en una sala de estar, donde hay un televisor en abierto con una señal horrible. Lo único que tenemos que nos conecta con el mundo fuera de aquí.

Por la tarde tengo que volver a mi celda, ya que sólo podemos utilizar la sala común durante 1 hora.

Estoy leyendo una revista que Harry me trajo el otro día, cuando oigo que se abre la puerta de la celda y mi ser rizado la atraviesa sonriendo y dando saltitos, antes de saltar a mi regazo. Sólo tengo tiempo de extender los brazos y estrechar su cuerpo contra el mío, mientras me sujeta la cara con ambas manos y empieza a dejarme varios besos por todo el espacio, las mejillas, la nariz, la frente, los párpados y la mandíbula. Y dejo escapar mi mejor sonrisa mientras huelo su perfume.

- ¡Puta mierda! ¡Te he echado de menos, Lou! - habla entre besos-.

- Yo también te he echado de menos -respondo mientras lo atraigo hacia mí para hundir un beso contra él y apretar más su cuerpo contra el mío. - ¡No viajes más! - Le pido, poniendo cara de cachorro abandonado mientras termino el beso

- Nunca más. Ahora sólo viajo contigo. Pero ya he resuelto todo lo que tenía que resolver. Ahora vuelvo a ser sólo tuyo.

- Todo mío. - Sonrío y vuelvo a besarle, moviendo nuestros labios y lenguas, dejando escapar casi un gemido por saborearle después de tantos días.

- ¡Ha sido estupendo!

- ¿Conseguiste hacer todo lo que tenías que hacer?

- ¡Todo! - Sonríe y me da otro beso

- ¿Puedes contarme qué has hecho en este viaje? - le pregunto, todavía un poco preocupado.

- No mucho. Sólo necesitaba resolver un asunto aburrido, hacer una entrega de un nuevo proyecto que desarrollé. Pero cambiemos de tema. No quiero hablar de eso. Te quiero a ti, Lou -refunfuña la última parte y no sé si me satisface su respuesta, pero conozco a Harry y sé que no dirá más que eso, así que me conformo con lo que tengo y trato de dejar pasar todo lo que me preocupa.

- ¿Cuánto tiempo tenemos? - pregunto mientras me muerde el labio inferior y me atrae hacia sí.

- Increíbles dos horas antes de que tenga que trabajar de verdad.

- ¿En serio? - Me sorprendo por la hora

- Ajá - Responde dedicándome una sonrisa traviesa y volviendo a besarme intensamente, y empujándome para que me tumbe de nuevo en la cama.

En fin... Todo lo que me preocupaba parecía estar pasando

🔪

Han pasado tres meses desde el viaje de mi marido y no ha vuelto a hablar de viajar. Al contrario, su rutina aquí en el hospital es mayor que nunca y ha estado pasando casi todo el tiempo aquí. Siempre llega una hora antes de su turno y viene directamente a verme. Nos quedamos juntos, a veces sólo hablamos, otras es más travieso y sediento, y otras simplemente aparece con el ojo hinchado de alguien que acaba de despertarse y se acuesta a dormir la siguiente hora conmigo, hasta su turno.

Y me encantan todas las cosas que hace conmigo. Poco después se va a su despacho, y apenas le vislumbro en unos instantes, mientras atiende o soluciona algún problema con alguien en estado de arrebato. Luego, antes de irse, viene de nuevo a mi celda, y disfrutamos hasta que termina el turno de Gerrard. Por supuesto, aún quedan las escapadas que hago a su habitación durante el servicio, pero no se puede hacer tan a menudo.

Hoy es martes, y un guardia que no es Gerrard me llama a la puerta de mi celda.

- Tomlinson, ¡visita para ti!

Me resulta extraño, porque no recibo visitas que no sean de Harry. Y él no utiliza la sala de visitas ni el locutorio para hablar, entre otras cosas porque esas zonas están muy vigiladas y filmadas.

Cuando llego a la pequeña sala con el cristal que divide la zona de los internos y la de las visitas, mis ojos se posan en el hombre sentado al otro lado del cristal, y reconozco su cara.

Es el marido de una de las víctimas que maté durante mi brote.

Trago en seco, ya que nunca ha venido ningún pariente o familiar de una víctima a enfrentarse a mí. Sólo los vi durante el juicio, pero ninguno se dirigió a mí ni se enfrentó a mí, ni siquiera por orden expresa del tribunal. No sé qué decirle a ese hombre, sobre todo porque ahora soy plenamente capaz de ponerme en su lugar, y saber cómo debe ser el dolor de perder a tu amor, algo que nunca quise que me ocurriera.

- Hola... - hablo en voz baja mientras tiendo la mano hacia el intercomunicador que permite oír al otro a través del grueso cristal.

- Hola, Louis - me saluda el hombre y siento que sus ojos se clavan en los míos y me limito a bajar la mirada hacia mi regazo porque no puedo evitar darle vueltas a mi sentimiento de culpa. Lo vi con su mujer cuando estaba investigando cómo matarla, influenciado por William que me dijo que fuera precavido y obtuviera toda la información de las víctimas antes de atacarlas.

- Yo... - Tartamudeo, preguntándome qué decir - Sé que no hay excusa. Pero lo siento...

- No he venido a hablar de Ariela - el hombre me corta como un cuchillo afilado-. No quiero oír tus mierdas sobre ella.

- Está bien... - Agacho la cabeza y permanezco en silencio esperando lo que va a decir. No estoy en condiciones de replicar ni decir nada. Yo la maté. Y punto.

- No he venido aquí por mi amor a Ariela, porque eso no tiene perdón y nunca lo tendrá - siento el rencor en su voz y creo que es justo - he venido por mi amor a Harry

¿HARRY?

Mi corazón se detiene en el mismo instante. Levanto la cabeza hacia él y mis ojos se abren de par en par. Mentiría si no digo que no se me pasaron mil cosas por la cabeza después de escuchar eso y se me seca la garganta.

Me pregunto si lo he oído bien y si está hablando de amar a mi marido? ¿A mi Harry?

Ni siquiera puedo sentir rabia, tal es mi conmoción y mi miedo. Desde el primer día que entré en este maldito lugar, sólo he tenido un miedo. Perder a Harry. Y he pensado innumerables veces en las diferencias entre nuestras vidas, y en la posibilidad de que empezara de nuevo con otro. Pero tener esa posibilidad tan real me hizo perder todo el terreno. Sobre todo porque mi marido siempre había negado esa posibilidad.

- ¿H-harry? - balbuceé con un hilo de voz-, ¿Tu amor por Harry?

- Sí. Pero no tienes que pensar cosas. Él no me corresponde. Sólo te ama a ti, no hay oportunidad para nadie más. Y por eso he venido a hablar contigo -siento un alivio parcial, aunque la cabeza me sigue dando vueltas.

- ¿Qué quieres decir?

- Louis. - Arregla su postura y se rasca la garganta para empezar a hablar - A Harry le pasa algo y tú eres el único que puede ayudarle

- No lo entiendo.

- Harry ha estado actuando de forma extraña. Lo he visto hablando solo varias veces. Y bueno... No sé cómo decir esto sin que suene como un insulto, pero...

- ¿Hablando solo? - Una película se reproduce en mi cabeza y recuerdo lo que me pasó.

- Sí... En fin. Además, un policía estuvo hablando con él estos días. Es el que supuestamente tomó la comida que mató a Liam.

- ¡¿Liam?! - Doy un grito - ¿Mur-murió?

- Sí. La policía acaba de tomarle declaración, porque la muerte fue tratada como accidental, ya que parece que Liam tuvo una reacción alérgica. Pero Harry estaba con él. Vieron en las cámaras de seguridad del edificio cuando se fue y tenía sus huellas en el paquete de comida.

- ¿Sospecharon que había sido Harry? - pregunto con la boca seca.

- ¡No! Sólo le preguntaron si sabía lo de la alergia de Liam, cuándo se fue, si se fue antes de que Liam comiera, de qué hablaron y cerraron el caso.

- Eso está bien - intento decir algo mientras organizo mis pensamientos- Pero no entiendo dónde entro yo y por qué has venido a hablar conmigo.

- Entiéndelo, Louis. Quiero a Harry y quiero que esté bien. Y si fuiste capaz de matar a Ariela por amor, eres capaz de escucharme y ayudarme también por amor a él. Hay algo extraño. Harry dijo que iba a Florida por negocios, pero se encontró con Liam. Y bueno... Ha estado asistiendo a todas las conferencias que hay cuyo tema eres tú. Y la última vez, uno de los conferencistas anunció que escribiría tu biografía, lo que enfureció a Harry. Además, su conferencia tenía un tenor sensacionalista y agradecí estar cerca, porque creo que Harry avanzaría sobre el tipo. Y anoche, llegué por sorpresa a su casa, y él estaba investigando a fondo en el ordenador sobre el tipo.

- ¿Qué estás insinuando? - digo un poco irritado.

- No pretendo insinuar nada. Sólo quiero que Harry deje de machacarse con este tema. Que deje de ir detrás de la gente y de escuchar conferencias. Podrían haberlo puesto como sospechoso de la muerte de Liam si la policía no hubiera concluido que fue accidental. ¿Y tienes idea de a cuántas de esas conferencias ha asistido? Y si yo no hubiera estado allí, ¿habría armado un escándalo? Le quiero, pero no puedo estar con él todo el tiempo, entre otras cosas porque no me quiere. Sólo te quiere a ti, sólo te escucha a ti. Ayuda a Harry, Louis. Intenta que se abra a ti y que busque ayuda profesional. Porque no quiero perder a otra persona que quiero, por culpa del mismo asesino -Dice la última parte con cierto veneno, y entendí el ataque directo hacia mí, pero aún estoy asimilando sus palabras y comprendí que está aquí, enfrentándose al asesino de su mujer por causa de lo que siente por mi marido. Así como me muero de celos y me carcome una parte de mí, me preocupa toda la información que me ha traído, como la muerte de Liam y una especie de obsesión que tiene Harry con conferencias sobre mí.

- Realmente no sé qué hacer. Necesito algo de tiempo para pensar en algo. Pero hablaré con él. Estoy seguro de que haré algo.

- De acuerdo. Espero que hagas algo bien esta vez. Harry no merece sufrir más por tu culpa. Ya ha sido suficiente -Suelta algo más de veneno y hace ademán de apagar el interfono.

- ¡Eh! Espera -le grito antes de que cuelgue, dejando el teléfono colgado

- ¿Qué ocurre? - pregunta un poco impaciente

- Perdona Necesitaba decírtelo antes de irme, que yo... Lo siento mucho

Andy cuelga el teléfono sin contestarme y se da la vuelta para marcharse, dándome la espalda mientras lo veo alejarse.

Resoplo y vuelvo a mi celda para quedarme a solas con mi cabeza y la tonelada de información que me ha echado encima, así como el odio y el resentimiento que vi en sus ojos, que será una cosa más que tendré que digerir en mi tratamiento.

Y ni siquiera puedo culparlo, en su lugar, yo literalmente hubiera matado a alguien que atentara contra la persona que amo.

Harry no tarda en aparecer como cada tarde. Sonríe nada más abrir la puerta, pero yo no puedo sonreír tan abiertamente ya que me hierve el cerebro. Ni siquiera sé cómo empezar el tema. ¿Debería decirle que Andy estuvo aquí? ¿Y si lo hago y Harry reacciona mal ante el chico?

Aunque si reacciona mal, tal vez se aleje de un chico que se declaró abiertamente enamorado de él, y eso no estaría mal. Pero sería egoísta.

Y este mismo chico vino aquí, a pesar de que soy quien soy, sólo para proteger a Harry. Y si los alejo, será malo, porque Harry podría estar a la deriva con los demonios que le he metido en la cabeza. Al menos este chico, que no me agrada, está vigilando y cuidando, ya que yo no puedo. Y mi marido siempre estará al frente de mis prioridades. Necesita a alguien que lo cuide.

¡Dios mío, voy a enloquecer de nuevo!

- ¡Hola, amor de mi vida! - Harry se acerca y me abraza, pasándome los brazos por el cuello mientras estoy de pie cerca de la pared trasera de la celda.

- Hola, cariño -le saludo con una sonrisa, pero sin mucha emoción, y él frunce el ceño, mirándome fijamente mientras aparta la cara de mi cuello, donde me ha depositado un beso-.

- ¿Qué pasa, Lou?

- Sol, creo que tenemos que hablar. Me he enterado de la muerte de Liam.

- Ahhh... - Pone una expresión de sorpresa, pero sólo deja escapar una interjección de sus labios.

- ¿Por qué no me lo dijiste? ¿Por qué no me dijiste que había muerto y que estabas con él?

- Lou...

- Harry -respondo con seriedad y él resopla.

- ¿Cómo lo sabías?

- Lo escuché de los guardias -decido preservar la amistad de Harry con el idiota, y una parte de mí me está odiando -Vamos. Dime... Te conozco, Hazza. Dime qué está pasando. ¿Por qué fuiste tras Liam y por qué no me lo dijiste?

- ¡Odio a los chismes! - se queja como un adolescente y yo pongo los ojos en blanco-. No te lo dije porque sé que Liam ya no te agradaba. Me di cuenta de que me llamaba por mi apellido de soltero por puro rencor hacia ti. Además del hecho de que era un narcisista hijo de puta y te disparó.

- Entonces, ¿por qué fuiste allí?

- Porque necesitaba decirle algunas cosas cara a cara que no se había dicho antes.

- ¿Como qué?

- Como el hecho de que era un idiota y no se merecía tu amistad ni la de Zayn.

- ¿Ya está? - Le arqueo una ceja- Hazza...

- ¡Basta, Louis! No quiero hablar más del tema. Liam está muerto y que la tierra se coma su cadáver mientras se pudre. Ya está.

- Sí... Eso es -acepto, aunque en realidad todavía no estoy seguro al cien por cien.

Me vuelve a besar con ganas, y hoy está en el día sediento. Y aunque no estuviera de humor basta con que se acerque como un conejito cachondo para que todo mi cuerpo entre en combustión.

Está jadeando en mi boca cuando de repente levanta los ojos, mira hacia otro lado y traga en seco.

Sus ojos se abren de par en par, sus músculos se tensan y parece hipnotizado mirando la esquina de mi celda.

Miro a los lados y no hay nada más que las mismas paredes grises y transparentes.

- Hazza... ¿Qué te pasa? Háblame, cariño. - Le miro con cuidado pasándole la mano por el pelo mientras la otra sigue en su cintura sujetándole. Mis ojos alternan entre él y la esquina a la que mira- ¿Hazza? ¿Hazza?

- L-Lou - Tartamudea mi nombre - es W

- ¿Qué? - pregunto sin entender nada

- E-es W, está aquí...

.

Hace mucho que no actualizo, pero por fin pude empezar a traducir los extras de W. Gracias por seguir aquí, disfruten!! Nos leemos luego.

Continue Reading

You'll Also Like

513 53 12
✧⋄⋆⋅⋆⋄✧⋄⋆⋅⋆⋄✧ ~Enredados AU~ El príncipe Harry ha pasado la mayor parte de su vida atrapado dentro de las murallas del castillo, obligado a esconders...
215K 23.1K 35
Harry está enamorado de su mejor amigo y crea chats con él mismo imaginando que toma el valor para decirle a Louis lo que siente.
1.3M 82.9K 60
¿Qué pasaría si tuvieras que vivir un tiempo con la persona que más detestabas en el mundo? Esa era una pregunta que, sin duda, Chiara podía responde...
144K 13.7K 35
¿Que gano a cambio de quedarme callado? - Violación - Malos tratos - Lenguaje vulgar - Odio hacia Louis ( Lo siento ) » Si eres sensible te recomie...