Mi destinado oculto.

By Sofi-01kv

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Desde que Jungkook era un cachorro soñaba con ser un omega y encontrar a su destinado como sucedía en las bon... More

Capitulo 1.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capitulo 6.
Capítulo 7.
Capitulo 8.
Capitulo 9.
Capítulo 10

Capitulo 2.

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By Sofi-01kv

Meses antes.

- ¡Mamá!.- gritaba Jungkook desde su habitación mientras  estaba sentado en el suelo  rodeado de muchísima ropa.- ¡Mamá!.- volvió a llamarla pero seguía sin responder, se levantó y salió corriendo en busca de la omega pero no se encontraba en ninguna de las habitaciones cercanas a la suya así que bajo las escaleras corriendo hasta que justo antes de bajar el último escalón se encontró con la mirada de su mamá que para nada transmitía alegría, el omega le sonrió y bajo tranquilamente lo que le faltaba de la escalera.
- Jungkook, te he dicho que no bajes así te puedes caer.- regaño la señora Jeon a su cachorro de 18 años porque sin importarle la edad que tenga para ella sus hijos siempre serian sus cachorros. El omega le volvió a sonreír a su mamá para que no lo regañara más y funcionó porque la omega le regresó la sonrisa y le apretó sus mejillas.- No lo sigas haciendo la otra vez te resbalaste y te lastimaste la espalda...
- Y quede lleno de moretones.- interrumpió Jungkook para terminar el sermón que su mamá le recitaba cada que vez que bajaba de aquella manera las escaleras. La omega solo negó con la cabeza y le dio un ligero golpe en el brazo.- Mamá,  tus golpes me van a dejar igual que cuando me caí.
- Eres un exagerado.- la señora Jeon regresó a la sala donde estaba mirando un programa de cocina, se sentó y Jungkook hizo lo mismo a lado de ella pero tomó uno de los cojines del sillón para abrazarlo. El omega estaba más que  cómodo y toda su atención se fue a los concursantes del programa que utilizaban unos moldes para cortar la masa para hacer galletas.- Hace rato estabas llamándome y ahora no dices nada.
- ¡Ohh!, Cierto.- Jungkook seguía observando la televisión.- Estaba buscando mi suéter gris y mi sudadera azul.
- El suéter lo guardaste en la ropa SooBin y ...- su mamá se quedó pensativa tratando de recordar.- ¿Cuál sudadera?. Ayer guarde varias en tu closet, ahí debe de estar.
- Es azul marino y tiene letras rojas pero ya saque toda la ropa y no la encuentro.-  respondió el omega mientras su mamá no entendia porque sacaba toda la ropa si ella apenas la había doblado, amaba a sus cachorros pero odiaba cuando al mayor se le ocurría buscar algo y sino lo encontraba hacia un desastre por donde pasara.- ¡Ya me acorde! La deje en casa de HaNeul hace una semana que hicimos la pijamada.

La señora Jeon abrió la boca por la sorpresa de lo que acababa de escuchar; estaba en lo cierto cuando dijo que su hijo todavia era un cachorro aunque tenía que admitir que era más ordenado y cuidadoso de pequeño.

- Tranquila mamá.- Jungkook la abrazó y le dio un sonoro beso en la mejilla.- Te prometo que dejaré impecable mi habitación antes de irme a Seúl.

Ahora prefería limpiar el desorden de Jungkook con tal de que no dejara su casa pero seria egoísta pedirle algo así al omega que estaba ilusionado con estudiar en Seúl junto a sus mejores amigos: HaNeul y EunWoo.
Sólo le sonrió a su pequeño y le acarició el cabello, era difícil y triste dejarlo ir pero al verlo tan feliz, con sus ojitos brillando e ilusionado lo compensaba todo y por lo menos tendría a sus amigos que llorarian con ella porque seguramente estarían igual mientras HaNeul y EunWoo preparan todo para su viaje en compañía de Jungkook.

- ¿Te falta mucho por empacar?.
- Si...no...- el omega solto una risita y se levantó del sofa.- Más o menos estoy revisando que ropa me voy a llevar, los zapatos ya los empaque, libros,  demás cosas personales ya están listas y también las cosas que nos dividimos entre los tres para no cargar tanto.
- Que bueno que tienen a HaNeul para organizarlos, ¿Vas a ir a su casa?¿Tambien EunWoo?.- cuestionó su mamá y él solo asintió.- En tu closet guarde varias prendas que han olvidado, deberías llevárselas a lo mejor las están buscando.
- Seguramente, mamá.- Jungkook le dio un beso más y subió a su habitación.- Gracias.

Jungkook entró a su habitación y soltó un largo y triste suspiro, parecía que había pasado un tornado en su habitación; había ropa tirada por todas partes hasta en la lámpara y sus maletas estaban vacías sobre su cama ¿En serio, eso lo había hecho él?
Ya sabia la razón de que su mamá se espantaba cada vez que buscaba su ropa, siempre tenía la razón pero en su defensa esta vez era para saber que tenía y que podía llevarse, es más, no sabía que tenía  tanta ropa y de algunas ni siquiera se acordaba.
Ahora si ya era hora de empacar no podía seguir retrasandolo y aunque no le agradará tendría que dejar algunas cosas pero apesar de ello, estaba muy emocionado porque en unos días se iría a vivir a Seúl junto con sus mejores amigos además que entrarían juntos a la Universidad.

Conocía a sus amigos desde que tenia  cuatro años durante su primer día de clases en el Jardin de Niños. Por ser la primera vez que iba a la escuela no solo él estaba emocionado sino tambien sus padres, tanto que, su papá llegó más tarde a su oficina con tal de estar a lado de su cachorro. Iba tomado de las manos de sus papás y de vez en cuando lo levantaban de sus bracitos para que diera un gran salto provocando que riera y ellos sonrieran por la ternura que les daba ver a su pequeño.
Así fue hasta que llegaron a la puerta de la escuela y quiso entrar de inmediato, sin embargo, todavía faltaban unos minutos para que abrieran pero ya había varios niños esperando. Los  mayores jugaban entre ellos mientras sus padres platicaban, en cuanto a los demás cachorritos no dejaban de llorar, se veían tristes y otros no querían soltarse de sus papás que intentaban calmarlos para que entraran a la escuela en su primer día, él no entendían porque se comportaban de esa manera cuando él estaba ansioso por entrar para hacer amiguitos y aprender mucho.

Siguió observando hasta que a lo lejos se encontró con una niña en los brazos de su papá y que recibía un besito de su otro papá mientras ella sonreía y se sonrojaba, después de unos minutos su papá la bajo y ella no dejaba de dar saltitos cuando su papá omega le ponía su mochila sobre sus hombros. Era una niña muy bonita que llevaba dos coletitas con unos moñitos rosas y cuando se dio cuanta de que Jungkook la estaba mirando lo saludo con su manita para después correr a su lado.

- Hola, me llamo Ahn HaNeul.- decía la cachorrita con una sonrisa y movía nuevamente su manita saludando.- ¿Y tú?
- Jeon Jungkook.- respondió felizmente el cachorro que agradecía que por lo menos alguien estuviera emocionado como él por ir a la escuela.

Así fue como se conocieron y también lo hicieron sus padres porque los de HaNeul fueron detrás de ella, de esta manera fue como empezó la amistad entre ambas familias con unos cachorritos platicando y sus padres muriendo de ternura por lo lindos que eran.
Una vez que las puertas se abrieron las maestras les dieron la bienvenida para dejar entrar a los niños mayores mientras los de nuevo ingreso se les informaba en que grupo estarian.
Jungkook y HaNeul estaban atentos para saber en que grupo estarían y no dejaban de decir que deseaban estar juntos, las maestras seguían nombrando a los niños que iban haciendo una fila frente a la maestra que estaria a cargo del grupo hasta que solo quedaban ellos dos y un niño que no dejaba de mirar el suelo. Antes de que entraran sus papás los abrazaron y les dieron muchos besitos además de que les pedía  que se portarán bien y que le hicieran caso a sus profesoras; NaHeul fue la primera en ser nombrada y fue a formarse en la primera fila con la esperanza de que el cachorro de ojos bonitos estuviera en su grupo y afortunadamente fue al siguiente a quien llamaron para el mismo grupo, Jungkook se volvió a despedir se sus papás y corrió a donde estaba HaNeul sin dejar de sonreír igual que la niña.

Después conocieron a EunWoo que fue el último niño al que llamaron y aunque le sonrieron amablemente el cachorro no les respondió y solo bajo la mirada por lo tímido que era aunque HaNeul le parecía una niña muy linda.

Era su primer día de clases y EunWoo ya quería irse a su casa a jugar con sus carritos o ver caricaturas pero todavía le quedaba mucho tiempo por estar en la escuela y lo peor era que no quería que llegara la hora del recreo porque ya todos tenían con quien jugar y él estaba solito creyendo que nadie quería ser su amigo. Salieron al patio y todos sus compañeritos corrían de un lado a otro pero él como no tenía amigos se quedó sentado en el suelo a lado de la puerta de su salón, siempre había sido muy tímido pero su mamá había asegurado que no se debia preocuparse porque no faltaría alguien que se acercara a él, sin embargo, eso no sucedía por lo que estaba a punto de llorar pero hacía todo lo posible por evitarlo.

- Hola.- escuchó a dos vocesitas que se dirigían a él aunque no estaba seguro, poco a poco levantó la mirada y se encontró con la niña bonita que vio antes de entrar junto con el niño que se formó antes que él.
- ¿Quieres jugar con nosotros?.- preguntó el cachorro tímidamente y provocando que EunWoo sonriera porque su mamá tenía la razón y mo estaria solo.
- Jungkookie, primero debemos presentarnos.- la niña soltó una risita, al mismo que tiempo se cubría la boca con su manita.- Mi nombre es Ahn HaNeul.
- Y yo soy Jeon Jungkook.
- S- Soy ...Cha Eu- EunWoo.- tartamudeo con nerviosismo y se puso de pie.
- Bien, ahora que ya nos presentamos.¿Te gustaría jugar con nosotros?.- volvió a hablar HaNeul.
- Di que si, por favor.- Jungkook le suplicaba con sus manitas.- Es que queremos jugar luz verde luz roja.
- Si, quiero jugar.- respondió alegremente EunWoo y sonrió otra vez.

Desde ese día se convirtieron en mejores amigos y desde entonces no se separaban y con el tiempo sus padres también se hicieron amigos, tanto que ahora eran como familia y así seguirían toda la vida.

¿Sabes? No solo existe el color negro.
Hay muchos colores con los que te verías increíble.

Comentaba su lobito que veía con aburrimiento las maletas y más porque no se notaba otro color que no fuera el negro, gris o azul aunque predominaba más el negro. Kookie no negaría que el omega tenia un buen estilo y que se veían hermoso con lo que se ponía pero también le gustaría que por lo menos algún día dejara su ropa tan holgada y usará una de las lindas camisas que compraba pero nunca utilizaba.

Eres exagerado también uso estas playeras blancas.

Habló Jungkook con seguridad, mostrandole una de sus playeras que era enorme como toda su ropa y su lobito enseguida empezó a reír provocando que el omega formará un puchero.

Si, claro solo  cambias de colores pero es lo mismo.

Decia su lobito con diversión y rodaba  de un lado a otro en señal de burla debido a ello Jungkook se enojo un poquito frunciendo el ceño.

Si te sigues riendo de mi no habrá carne de cerdo para la cena.

Hazlo si quieres ese castigo no será solo para mi.

Dijo su lobito de manera desafiante y el omega suspiro en resignación.

- Bueno tienes razón en eso pero deja de burlarte de mi ropa, Kookie.- dijo en voz alta el omega y siguió guardando ropa en su maleta.
- Así es Kookie, nuestro Jungkook tiene un gran estilo para vestirse. - comentó EunWoo que iba entrando a la habitación de Jungkook e iba directo a acostarse en su cama.
- Hola, pensé que llegarías un poco más tarde.- se notaba avergonzado el omega que rápidamente levantaba su ropa interior que seguía tirada en el suelo con otras prendas a lo que el alfa se rio un poquito por ver a su amigo sonrojado.
- Te prometo que no vi nada.- sonrió divertido mientras mantenía los ojos cerrados y levantaba su mano derecha en promesa.- ¿Ya puedo ver?.- preguntaba y movía sus pies con impaciencia mientras el omega guardaba apresuradamente su ropa interior.
- Ya puedes abrirlos.- en cuanto escuchó que cerraba unos cajones abrió los ojos y se dio cuenta de que como siempre su amigo era un poco desordenado pero por lo menos ya tenia hechas sus maletas y solo estaba guardando algunas prendas.- ¿Me ayudas?
- No quiero.- nuevamente EunWoo se acostó en su cama y empezó a revisar su celular.
- Esta bien no lo hagas.- dijo sin darle importancia y siguió doblando su ropa.- Pero no te diré quien invitó a salir a HaNeul.

Inmediatamente el alfa se puso de pie y comenzó a doblar la ropa mientras su amigo solo lo miraba con diversión, ya que, con solo mencionar a su amiga EunWoo siempre hacia todo por saber de ella y más si se trataba cuando la invitaban a salir. HaNeul era una linda beta que a donde fuera llamaba la atención aunque nunca era su intención y sin importar que fueran alfas u omegas que la invitaran a salir ella los rechazaba.

- Descansa, Jungkook.- el alfa le quitó de las manos el pantalón que estaba doblando y lo tomó de los hombros para llevarlo hasta su cama y que se sentara.- Ya hiciste mucho y para que esta tu mejor amigo sino es para ayudarte.

Una sonrisa se apoderó de los labios del omega porque había logrado lo que quería, estaba seguro que EunWoo pensaba hacerse cargo de todo pero aún así seguía doblando su ropa y pasándosela a el alfa para que la guardará. Por momentos pensaba que se aprovechaba de su amigo pero se le pasaba cuando recordaba que el alfa lo hacía porque también necesitaba algo de él, por lo que todo era justo.

- Young-jae, la invito a salir ayer.- soltó el omega y el alfa abrió sus ojos de par en par por la sorpresa.
- ¡¿Cómo se atreve?!.- exclamó con molestia mientras caminaba de un lado a otro, era obvio que ya se habia terminado la ayuda para Jungkook pero para su suerte ya habían terminado.- Que no entiende que no le agrada.- dio un golpe con su pie en el suelo como cuando era aún cachorro y hacia berrinche provocando que Jungkook sonriera.

Ese maldito alfa.

Te dije que debiste golpearlo desde la primera vez.

No sabes cuanto me arrepiento pero todavía estamos a tiempo.

Tanto EunWoo como su lobo se encontraban más que enojados, que no dejaban de gruñir y con unas ganas inmensas de buscar al alfa para alejarlo de HaNeul. ¿Qué no entendia ese alfa? Ya lo había rechazado un montón de veces que hasta llevaba la cuenta y sabía que eran 23 veces las que su amiga la respondía que no pero aún así seguía insistiendo, es más, en casi la mitad de esas ocasiones había apostado con HaNeul en varios juegos y hasta la fecha ella ganaba pero por lo visto ni eso sirvió para que se alejata de ella.

¿Y si esta vez acepto?.

Preguntaba con miedo Woonie, el lobo del alfa, que de repente se echo estirando sus patitas de enfrente con sus orejas agachadas y mostrando su tristeza en su aroma a caramelo que se hacia cada vez más amargo.

- EunWoo, calmate.- dijo Jungkook al alfa que parecía muy distraído con la mirada fija en un lugar mientras apretaba la chamarra favorita de su amigo y su olor se hacia más fuerte.
- Es que...- soltó un grito por lo frustrado que estaba. Jungkook abrio la ventana para que se ventilara un poco porque el aroma a caramelo era muy amargo y lo estaba molestando.
- Te entiendo amigo pero intenta tranquilizarte y dime que pasa.- el omega le sonrió, quitó la ropa de sus manos y lo llevo a su cama para que se sentara.

Para Jungkook no era secreto lo que EunWoo sentía por su amiga, bueno, tampoco lo era para ella que desde hace años fingia no saber nada; entonces solo el omega era el único que estaba para él cuando necesitaba desahogarse con alguien sobre sus sentimientos y quien hacia todo lo posible por animarlo.- Me pone nervioso y triste verte así.
- Me da miedo que HaNeul haya aceptado salir con Young-jae, muchos en la secundaria dicen que es muy lindo aunque me molesta creo que no es un mal alfa y siempre que hablan la hace reír.- soltó una largo suspiro lleno de tristeza para después dejarse caer completamente en la cama.- A lo mejor si acepto.
- Deja de ser tan pesimista.- Jungkook se recostó a su lado.- Estoy seguro que no acepto.
- ¿Ella te dijo?.- el alfa se sentó rápidamente al mismo tiempo que preguntaba con ilusión volviendo a sonreír pero cuando Jungkook negó lentamente, EunWoo se volvió a recostar sin ánimos.- Ya la perdí.
- Luna, ayúdame con este alfa.- levantó las manos al cielo mientras EunWoo agarro uno de sus peluches para abrazarlo como cuando se deprimia pero era deber de su mejor amigo no dejarlo morir en su miseria, se levantó de un salto de la cama y lo jaló de su mano para levantarlo.- Ahora vamonos tenemos que ir a verla a su casa.
- Tal vez no esté en casa Jungkookie y esta en una cita romántica con ese idiota, planeando su futuro.- EunWoo nuevamente se acostó en la cama mientras el omega respiraba profundamente y contaba hasta 10 porque siempre que su amigo se ponía así debía tener paciencia.  
- Eres un dramático.- otra vez lo levantó y lo puso de pie.- ¿Dónde está aquel pequeño EunWoo que siempre decía que estarían juntos?.- trataba animar al alfa que hacía un puchero.- Dile lo que sientes por ella.
- Mi hermano tiene razón.- dieron un grito los dos cuando SooBin, el hermano menor del omega entró a la habitación.
- SooBin, si sigues así un día de estos nos vas a matar.- comentaba EunWoo que tenía una mano sobre su corazón que latía rápidamente mientras su lobo tenía el pelo crispado por el susto.

Hasta el cachorrito es más inteligente.

Dijo Kookie cuando el omega cargo a su hermanito y le dio un sonoro beso en la mejilla mientras el lobito no dejaba de mover de un lado a otro su colita por lo feliz que le hacía tener al cachorro cerca y porque amaba su aroma a leche.

Eres así con todos los cachorros.

¿Imagínate cuando sean los nuestros?.

Jungkook, sonrió por lo dicho por Kookie porque al igual que su lobo él también quería muchos cachorros pero en unos años no como Kookie que cada que veía un bebé le pedía que buscará a su alfa y formarán una familia.

- ¿Quieres jugar conmigo? Es que me siento un poquito sólito.- dijo el pequeño haciendo un puchero por lo que EunWoo le sonrió y se lo quito de los brazos a su hermano para cargarlo y darle vueltas que provocaban que SooBin riera a carcajadas.
- Lo siento, SooBin pero ahorita no podemos jugar porque vamos a casa de HaNeul.

Los ojitos del cachorro brillaron de emoción y no dejaba de dar saltitos en la cama porque ahí lo dejó EunWoo, que a diferencia de SooBin estaba de pie sin hacer ninguna expresión pero por dentro temblaba de miedo por lo que podría pasar entre Young-jae y HaNeul.

- Yo también quiero ver a Nonna.- decia con una sonrisa SooBin que dejó de saltar y se bajo de la cama con un saltito.- Voy con ustedes.
- Me parece bien.- interrumpió el alfa a su amigo que pensaba dejar a su hermano en casa pero fue más rápido que él y salió con el cachorro antes de que dijera algo porque no dejaría al pequeño.

Bueno, tenía que aprovechar el poco tiempo que le quedaba con SooBin y sabía que sus amigos también estarían felices de tener al cachorro con ellos porque desde que había nacido eran muy cercanos a él y lo cuidaban como si fuera un hijo para ellos. Cuando observaba a sus amigos con SooBin sentía como si viera el futuro porque podía apostar todas lechitas de platano, su lámpara favorita y su bocina a que en unos años serían pareja.
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¿Es tan difícil entender un no? Eso era lo que HaNeul no dejaba de preguntarse después de que respondiera una llamada de YoungJae que no dejaba de insistir  para que salieran a donde ella quisiera; no quería ser grosera pero después de escuchar por treinta minutos las razones por las que serían una linda pareja se arrepentía de haberle contestado pero aún así con toda la paciencia del mundo logró hacer entender al alfa o eso queria pensar, solo esperaba que no se le ocurriera llevarle flores como la vez anterior pero por cualquier cosa planeaba salir un rato. Aunque no lo dijera en voz alta se sentía mal por rechazar al alfa pero pensaba que eso era lo mejor ya que con ella solo perdería el tiempo además que tampoco pensaba ser su entretenimiento por un rato, ni él ni el de nadie porque eso era lo único para lo que querían a los betas.
Si algo deseaba HaNeul era poder ver el mundo otra vez como lo hacía cuando era una cachorrita y pensaba que no había ningún mal en el mundo o que por lo menos cerca de ella no lo encontraba hasta que cumplió 14 años, edad donde se suponía debía presentarse algo que no pasó pero aún así ni ella ni sus padres perdian la ilusión de que algún dia sucediera.
El tiempo siguió transcurriendo sin piedad para HaNeul y cada que podía le mostraba que todos a su alrededor se presentaban como alfas u omegas y  seguía preguntándose que habia mal en ella; lo que antes esperaba con tanta ilusión después de dos años era su mayor miedo porque no había señal de que algún día se fuera a presentar hasta que el médico le confirmo  que  formaba parte de ese pequeño porcentaje de aquellos pocos betas. Había escuchado sobre ellos en la escuela aunque no conocía a ninguno porque eran muy raro que alguien no se presentara, sin embargo, no pensaba que fuera algo malo ser beta, o eso era lo que ella pensaba, hasta que escucho hablar a sus tíos y abuelos con sus padres sobre lo mucho que les preocupaba HaNeul porque no tenía la fortuna de tener una pareja destinada, no podría formar una familia porque ningún alfa u omega se enamoraría de una beta además de que tenía pocas probabilidades de ser mamá.

No iba a negar que le dolían esos comentarios pero tenía claro que lo decían porque se preocupaban y estaba segura que podía contar con su familia para lo que fuera porque cada que podía se lo hacían saber; pensaba que podía con todo o ese creyo hasta que se enteraron en la escuela que era beta y sus compañeros no perdieron el tiempo para hacerle saber su lugar que según ellos era entretener a cualquiera hasta que esa persona conociera a su destinado o destinada y la desechara, según ellos le decían antes de que la lastimaran y cometiera el error de entrometerse en la unión de un alfa y omega.
Se sentía como si fuera un estorbo en el mundo pero lo peor de todo eran las miradas de lastima y pena que le daban todos cuando sabía cual era su casta porque en ocasiones la llegaban a confundir con una omega, algo que odiaba a sobremanera, e inmediatamente aclaraba que era beta. Pero no negaría que alguna vez soñó con que sería omega, le hubiera encantado ser una y poder tener una pareja destinada, alguien que la Luna mandara para complementarla y ella pudiera hacer lo mismo, posteriormente portar una marca que seria el símbolo de unión con su alfa...
Eso era lo que pensaba y quería hace unos años pero justo ahora ya ni siquiera quedaba un poco de aquellos sueños infantiles como ella les decía, lo único que quería ahora era entrar a la Universidad para poder estudiar Diseño de modas como era su sueño; eso era lo único que quería y en sus planes para nada estaba enamorarse, sin embargo...

- Cariño, te esperan abajo.- gritó su papá omega, HaJoon, interrumpiendo sus pensamientos o mejor dicho haciendolos presentes porque estaba segura de a quien encontraría abajo, respiró profundamente para calmarse y correr con sus amigos. Eso era lo que se repetía todos los días solo eran amigos como unos hermanos para ella no podía pensar en algo más pero solo con ver a...

- Hola chicos ¿como están?.- HaNeul como siempre tenía una linda sonrisa para todos, bajo rápidamente las escaleras cuando notó que SooBin la saludaba con su manita llamando así toda su atención.- ¡Hola Binnie!.- corrió a abrazar a SooBin para darle  un pequeño beso en la mejilla provocando que el pequeño se sonrojara.
- Holi Nonna.- el cachorro también  le dio un beso pero en ese momento su pancita gruño.- Tengo hambre.- hizo un puchero y coloco sus manitas sobre su pancita que volvía a gruñir.- Les dije que tenía hambre pero no me dejaron comer con mis papás.

Sin querer, el pequeño SooBin estaba acusando a su hermano y a EunWoo que se miraban entre ellos con preocupación porque sabían de la debilidad que tenía por el cachorro y que hacía hasta lo imposible por verlo sonreír, por lo que estaban seguros que se les avecinaba un gran problema y eso que todavía no se enteraba que la mamá de Jungkook les había cocinado algo delicioso que no probaron porque el alfa quería asegurarse que HaNeul no haya aceptado salir con su compañero.

- Cachorro, ven, acabo de hornear unas galletas.- HaNeul, entrego a SooBin con su papá. Los ojitos del pequeño se iluminaron y volvió a sonreír, le encantaba la comida de su mamá pero amaba los postres que la beta y su padre hacían además de que le gustaba que lo mimaran.

- Suerte chicos.- dijo a manera de burla HaJoon para luego llevarse al pequeño cachorro a la cocina. El omega sentó al cachorro que buscaba con la mirada sus galletas favoritas provocando una risita en el mayor que tomaba un plato de la alacena para poner las galletas y dárselas a SooBin que daba pequeños aplausos alegremente al mismo tiempo que sacaba de la nevera una lechita de fresa que tanto le gustaban a su hija.

- Gracias, tío.- comentó SooBin cuando le dio la cajita de leche.- Creo que Nonna regañara a mi hermanito y a EunWoo por mi culpa.- se escuchaba la voz del cachorro con tristeza que de inmediato se borró cuando probó las galletas, haciendo que el  padre de HaNeul riera un poco y  abrazara al pequeño.
- Tranquilo pequeño los adora no les hara nada.- el pequeño sonrió y siguió comiendo para después tomar su lechita mientras el omega lo miraba y deseaba tener otro cachorro porque siempre quiso tener una gran familia, sin embargo, al nacer HaNeul decidió dedicar todo su tiempo a su hija, su esposo y a su trabajo pero ahora quería tener un bebé, le gustaban los cachorros y su lindo aroma además de que todavía era joven como para tener un cachorro más solo faltaba contárselo a su alfa.

Mientras tanto en la
sala, EunWoo y Jungkook estaban sentados manteniendo la mirada en su regazo, HaNeul estaba frente a ellos con los brazos cruzados esperando que alguno de los dos se atreviera a hablar pero solo observaba que se codeaban el uno al otro para que hablaran.

- Y bien que dirán en su defensa.- la beta los miraba algo molesta y muy seria ya que cada vez que hacían algo mal ella los regañaba demasiado.

Creo que ahora estaremos en problemas de por vida con HaNeul y no podremos hacer que nos ame.

Decía con tristeza el lobito que no dejaba de mirarla mientras mantenía sus orejitas agachadas para después soltar un suspiro.

No digas eso, solo cometimos un pequeño error no creo que sea para tanto.

A diferencia de Woonie, EunWoo estaba muy feliz aunque no quería demostrarlo pero saber que otra vez había rechazado a YoungJae le alegraba el día aunque todavía tenían un problema que no sabia como saldrían.

Lo mejor es que  aceptes toda la culpa.
Se va a enojar pero nos va a perdonar.

- Lo siento, es que los tres queríamos venir a verte, SooBin nos dijo que tenia hambre pero tenia planeado invitar a todos a comer en nuestro restaurant favorito aunque ahora me siento mal por no comer lo que la tia SunHee nos preparó.

- Se que hicimos mal pero ahora que lo pienso ¿Qué tal si vamos a comer a mi casa?.- preguntó con un poco de nerviosismo Jungkook y sus amigos solo asintieron.
- Voy por mi celular y nos vamos.

HaNeul, subió corriendo las escaleras mientras ambos chicos se miraban entre si sin entender lo que sucedía, esperaba que los regañara pero por lo visto quería salir se su casa.

- ¿Nos salvamos?.- cuestionaba con asombro el omega que esperaba la respuesta de EunWoo que miraba con ojos de enamorado por donde su amiga se había ido y otra vez lo había perdido. Desde pequeño visitaba a HaNeul que tenía la confianza de andar por toda la casa sin problemas así que fue a la cocina donde su hermanito estaba comiendo galletas y todavía tenia migajas en las mejillas.

- Ya se me hacia raro que no hicieras ruido.- el omega se sentó a lado del cachorro para robarle una galleta e inmediatamente SooBin se alejó con todo y sus galletas haciendo reír a ambos omegas.
- Que bueno que hoy tuve antojo de galletas e hice muchas.- HaJoon, estaba guardando varias galletas en unos refractarios y después las metió en una bolsa.- Unas son para ti y otras para EunWoo.
- ¿Y para mi no hay?.- habló HaNeul que acababa de entrar a la cocina seguida del alfa, la beta fue con su padre y le hizo ojitos por lo que el omega le entregó varias en un plato.- Gracias.- le dio un beso en la mejilla mientras Jungkook limpiaba la carita de su hermano.

- ¡Ya se secaron!.- exclamó felizmente el padre alfa de HaNeul, DoYun, que llegaba a casa después de ir a comprar unas cosas, se unió con los demás en la cocina para darle un beso en la frente a su hija y robarle un beso rápido a su omega.- Que bueno que están aquí.- se dirigió a los amigos de su hija.- Necesitaba a alguien de mi lado. - salió dejando a todos confundidos pero cuando regresó llevaba unas flores que todavia estaban en buen estado pero tenian uno que otro pétalo a punto de marchitarse.
- No vas a descansar hasta verlas en la basura ¿verdad?.- el alfa mayor asintió a lo que decía su esposo.- No sé que va a ser de ti cuando mi niña tenga novio.
- Para eso falta mucho, primero debe terminar la universidad.- Jungkook se quedó mirando a EunWoo que asentía a lo que decía el alfa mayor.

Es un mentiroso.

Jungkook le dio la razón a su lobito, si tan solo supiera los planes de EunWoo.

- Pero ese no es el punto, lo que quería decir es que como ya se secaron las flores hay que tirarlas.
- ¿Por qué si son muy bonitas?.- preguntó SooBin que las miraba con interés mientras HaJoon comenzaba a reírse provocando que su esposo lo viera con los ojos entrecerrados.
- Se las regalaron a HaNeul.- respondió el omega que se tocaba su cabeza  concentrándose.- Se las dio...Young, ¿Cómo era?.
- YoungJae.- EunWoo habló seriamente manteniendo la mirada sobre su amiga que lo estaba evitando pero los demás los observaban con curiosidad.- Yo creo lo mismo que usted, ya están secas.
- Bien, hay que tirarlas.- HaNeul tomó  las flores para echarlas al bote de la basura porque ya quetia salir de su casa.- Ya es hora de irnos.- metió sus galletas en una bolsita y se las paso a EunWoo para después darles un beso a sus padres a manera de despedida.

Así era desde que se conocían HaNeul, EunWoo y Jungkook, siempre iban de un lado a otro juntos y se apoyaban en todo. No solo ellos estaban acostumbrados también sus padres y extrañarían demasiado a sus hijos y a los amigos de ellos que eran como un hijo más,  estaban tan acostumbrados a verlos ir y venir de sus casas que sería raro no tenerlos cerca. El tiempo ya se les había terminado y solo les quedaba una semana antes de que se fueran a vivir a Seúl.

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