Cuando todo termine

By karin331912

819 290 4

No fue mi error conocerte. No fue mi error confiar en ti. Mi error fue no decirte que lo que hacías estaba ma... More

Dedicatoria
Prólogo
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Epílogo
Nota del autor

Capitulo 1

80 13 0
By karin331912





Hubiera dado lo que fuera por volver a aquel instante. No sólo por qué fue el inicio de una historia digna de contar, sino por qué fue el principio. Ahí empezó algo tan especial que me cuesta encontrar palabras para contarlo, pues se me encoje el corazón al recordar todo lo que pasó y pasaría después.

Ébano/Mercedes Ron.

Miro a través del espejo retrovisor, un McLaren Artura aparece de la nada, mi hermano da el volantazo hacia la izquierda, el auto logra mantenerse en correcta posición y sigue su curso.

—¡Ese chofer está loco!

—Se parece a ti.

—¡Calmate Óscar yo soy mejor conductora que tú!

—Si claro ¿Nerviosa? —pregunta mi hermano concentrado en el volante.

—Mmm no, creo que no —respondo un poco nerviosa.

—¿Creo Keyla? ¡Por favor no mientas por fuera finges pero por dentro eres un manojo de nervios!

Hay hermanito gracias por los ánimos.

Oscár mi hermano mayor y el único que tengo claro (los demás son hermanastros). Tiene el cabello castaño despeinado, siempre lo tiene así nunca se peina, ojos azules, alto, y sobre todo guapo. Él ha sido como un padre, obvio tengo padre pero para ser sincera mi hermano si que es como un padre para mi, así que me vine con él, por eso cambie de instituto, encontró un excelente trabajo como ingeniero en mecánica.

—Bueno Keyla nos vemos luego —dice aparcando el coche.

—Claro —contesto tomando mi mochila.

Le doy un beso en la mejilla y abro la puerta del auto.

—Keyla —me detiene mi hermano antes de de que cierre la puerta.

—¿Que pasa?

—Portate bien oíste, presta atención y no le faltes el respeto a tus profesores.

Eso me recuerda a la vez que le vacié mi licuado a la maestra en la cara ¡Se lo merecía!

—¡Hay Oscár! Yo siempre me portó bien soy una niña buena.

—Claro si tu lo dices —contesta volcando los ojos.

—Si vaya que lo digo yo ¿Algo más? —pregunto esperando a que acabe de hacer lo que sea que está haciendo con sus llaves.

—Si, tendrás que regresar a casa tu sola no podre venirte a por ti por que me presentare al trabajo y saldré un poco tarde —respira profundo, continua—. Asi que nada mas al salir de clases te vas derechito a casa oísteis.

—Si Oscár ya escuche.

—Bueno entonces adiós —se despide arrancando el motor.

—Adios.

Salgo del auto y entro a La Miranda: The Global Quality School, Un recuerdo atraviesa mi mente mientras   camino por los pasillos. Yo solía  ser la comidilla del instituto por ser hija de un empresario tequilero, en fin no estamos hablando de eso, entró y observo, es muy bonito con grandes jardines una gran cancha, camino por los pasillos, siento como dos personas me toman por las manos y me dirigen.

Una chica mas bajita que yo, lleva el cabello rubio recogido en una coleta, piel blanca, ojos verdes con unos jeans azul marino y un jersey rosa.

La otra chica al igual que ella, son de la misma altura, excepto que ella lleva el cabello pelirrojo suelto, ojos verdes y lleva puesto un vestido con flores.

Podríamos clasificarlas como candidatas para ser Miss universo.

—Me llamo Amanda —se presenta la chica rubia.

—Y yo me llamo Katerinne —dice la chica pelirroja con una voz chillona que me recuerda a las chicas del instituto anterior.

¡Ay el instituto! Donde las chicas se morían por los chicos, donde cometían locuras sin antes hacer caso de las consecuencias, donde yo tenía que pasar por desapercibida para no quedarme con las chismosas para ver cuál chico estaba más guapo, donde yo deseaba ser una nerd.

—¿Y tu como te llamas? —pregunta Amanda con una pizca de curiosidad.

—Keyla Arzul —respondo evitando sonar tajante, ya que no me gusta hablar de mi.

—Oh, que bonito nombre —alude Katerinne.

—Gracias —digo con una sonrisa en los labios.

¿En serio? Mis hermanos me decían que aquel nombre era el peor del mundo solo a un loco se le ocurriría llamarme así.

Ese es tu padre.

Lo se no me lo repitas conciencia.

Vamos hacia los salones, veo como la gente me mira, claro a Amanda y Katerinne les de igual. Entramos al salón ellas me dejan, se van a ocupar sus lugares. Busco con la mirada un asiento vacío pero todos están ocupados.

Un chico cabello negro, ojos castaños, piel bronceada me llama cediendo el asiento de al lado.

—Hola me llamo Charles —se presenta con una gran sonrisa.

—Hola Charles —saludo con la mejor sonrisa que puedo reunir.

—¿Como te llamas?.

—Keyla Arzul —contesto regalándole una sonrisa.

Las clase de hoy no me sorprendieron mucho solo se trataba de lo que trabajaríamos este año aun así tome nota, me giro para ver por detrás de mi, un chico alto cabello rubio, ojos castaños, piel blanca con pecas en la cara, su cabello rubio ondulado hermoso, peinado con el cabello dividido a la mitad, como si fuera un libro, me mira con bastante curiosidad.

Vaya ese hombre si que es guapo no como él que tenía al lado, él se dio cuenta que lo pille y agacho la cabeza.

En fin la clase tomo su curso, trataba de concentrarme en lo que decía el profesor, pero fue imposible sentí como esa mirada me seguía cada vez que me movía.

Después de un gran día saliendo y entrando de diferentes salones para calentar las bancas doy por concluido mi primer día

—¡Keyla espera! —grita Charles acercándose a mi—. ¿Ya te vas? —pregunta retomando el aire perdido.

—Mm si ¿Porqué?

—Bueno es que me preguntaba si querías ir a la cafetería conmigo.

Sospechoso.

No tan rápido conciencia.

—Oh en serio —digo medio sorprendida ya que casi nadie me invita a ese tipo de cosas bueno si, por qué mentir.

—¿Entonces que dices? —preguntó esperando una respuesta.

—Esta bien —contesté feliz cuando en realidad por dentro estoy hecha una furia.

Nos dirigimos a la cafetería, él me guía a una mesa en el fondo hay dos chicos platicando, entonces lo noto reconozco a uno, él chico que no despegaba su mirada de mi ni por un segundo, bueno si pero solo cuando lo pillaba.

—Hola chicos, les presentó a Keyla Arzul —dice Charles emocionado.

Los dos me miran con cara de perdidos, y ahí en medio de una gran multitud con tres chicos en frente por primera vez sentí como la sangre subía a mis mejillas.

Ooo no.

Como ninguno dijo nada Charles continuó.

—Keyla él es mi amigo Josh —dijo señalando a un chico rubio, cabello rizado, ojos verdes.

—Hola Josh —saludo estrechándole mi mano.

—Hola Keyla, es un placer —contesta aceptando mi mano.

—Bien y él es mi amigo Edwin O' Brien.

Este último me observa con unos ojos bien abiertos y no tuve mas remedio que hacerlo volver a la realidad.

—Hola Edwin —saludo con una sonrisa tímida.

¿Que te está pasando?

Ni yo misma lo se.

Él me mira una vez mas, sonríe, yo le devuelvo la sonrisa y entonces su cara se tiño de rojo .

Miren que tenemos aquí lo hiciste que se sonrojara que raro tu nunca haces eso.

Hay gracias conciencia

—¿Estas bien Edwin? —pregunta Charles pasando una mano frente a su cara.

—Si estoy bien —respondió recuperando la postura—. Perdón Arzul toma asiento.

Y claro al lado de él.

Que emoción.

No tan rápido conciencia

Charles nos pidió un café.

Se pasaron todo el tiempo platicando Charles y Josh.

En cambio Edwin solo me miraba a mi, lo sentía aunque no me girara para verlo, su mirada clavada en mi, me hacia sentir cosas que jamas había sentido, estaba claro muchos chicos me miraban así aunque nunca en mi vida habían ejercido un efecto en mi como aquél, además esto que sentía no tenia comparación. No sabía lo que pasaba realmente, sólo miraba como pasaba el tiempo.

—¿No eres de por aquí verdad? —pregunta aclarando su garganta. Su voz se oía muy chistosa, al pronunciar esa pregunta note su acento italiano.

Ooo Dios su voz es hermosa.

—¿Por que lo preguntas? —miro mi móvil tratando de disimular lo nerviosa que estaba en ésos momentos.

—Bueno lo preguntaba por tu acento —responde enarcando una ceja.

—Bueno supongo que tienes razón, no soy de aquí —conteste mirando mis manos.

Auxilio que alguien me saque de aquí.

—Entonces, ¿De donde eres?

Vaya que curiosidad ,verdad que si.

—Soy de México —lo miro a los ojos. Vaya si que son hermosos.

—¿México? —pronuncio con  el ceño fruncido—. ¿Entonces que haces aquí no hay institutos allá? —pregunto no muy decidido por mi respuesta.

—Si los hay solo que yo me vine por que mi hermano me obligo —conteste dedicándole otra sonrisa.

Mentirosa, eso no es cierto. Tienes que dejar de hacer eso.

No fue mi intención.

—¿Y que tal las clases? —preguntó tratando de contener su rubor.

—Mas o menos.

—¿De verás?

—Si ¿Por que?

—Pues no se, en fin preparate por qué lo peor está por venir.

—¿A que te refieres?

—Los profesores utilizan una técnica la cual es no dejar mucha tarea los primeros días de clase, a pero espera a que pase un mes y vas a ver.

—Supongo que no saldré viva de aquí.

—Tal vez, pero lo mejor de eso es que comeremos pan.

—Si claro para que después mi hermano me resucite y me haga pagar todas sus deudas.

—Procura no gastar mucha plata.

—Lo tomaré en cuenta —digo tomandome el café, miro la hora ¡Dios mio! ¿Cuanto tiempo he estado aquí?

—Bueno chicos tengo que irme —digo poniendome de pie.

—Esta bien hasta mañana Keyla —se despidió Charles.

—Adios chicos nos vemos mañana, gracias por el café.

Tomo mis cosas, aun a pesar de estar lejos podía notar la mirada de Edwin sobre mi, sentía como mi cuerpo se ponía nervioso con solo sentir su mirada salí dirigiéndome a casa.

—¡Arzul espera! —escucho a alguien gritar detrás de mi.

No tenia por que girarme sabía que era él, Edwin así que me detuve.

—¡Oye! ¿Quieres que te lleve a tu casa? —pregunto acercándose a mi.

—Gracias pero mi casa esta a diez minutos de aquí —respondí tratando de no sonar mal educada.

—Mmm ¿Puedo acompañarte? —pregunta rascándose la nuca.

Por que quería acompañarme si apenas nos conocíamos.

—Pero puedo ir sola —contesto tratando de que el nerviosismo no me delate.

—Puedo por lo menos saber donde vives —insistió.

Ya basta solo esta siendo caballeroso contigo, ya no te hagas de rogar.

—Esta bien —cedi derrotada.

Espera ¿Que dijiste? Y dices que no querías.

Ya si sigues así cambio de decisión.

Ya esta bien me callo.

Gracias conciencia.

Así se me olvidaba que yo tenia que guiar verdad, Dios mio que me pasa yo no me he sentido así jamás.

Doy un paso y él me sigue, caminamos por las calles de Barcelona en silencio, un rato  más tarde empiezo su lista de preguntas.

—¿Vives sola? —pregunta él chico Edwin borrando el silencio.

—No —respondí al guapote regalándole una sonrisa.

—¿No? —me mira confundido—. Pense que si.

—Vivo con mi hermano.

—¿Tienes hermanos? —preguntó enarcando una ceja.

—Si, pero solo uno.

Los demás son hermanastros.

—Oh, ya veo —contesto metiendo las manos en los bolsillos.

—Mm, aja —digo nerviosa.

Y sin darme cuenta estábamos enfrente de mi casa.

Tu casa, por favor es de tu hermano.

Ya lo se.

—¿Quieres pasar? —pregunte señalando la puerta.

Apenas lo conoces y ya lo invitas a pasar aprovechada.

Ya callate no ayudas en nada.

—No de todos modos ya es tarde así que tengo que irme, pero te veo mañana.

—Esta bien.

—Bueno entonces hasta mañana —se despidió con una sonrisa.

Se alejo y yo me lo quede mirando, creo que sintió que lo veía, así que se volteo, no me pilló por que entre rápido a casa.

Entró y veo a los trabajadores domésticos ir y venir, camino por la casa buscando a mi hermano, gracias al cielo que mi hermano aun no estaba por que grande seria la bronca que me iba a dar, subo a mi habitación, dejo las cosas y me coloco el pijama.

Bajó a la cocina, me encuentro con macarrones con salsa de tomate.

Tomó asiento y esperó mientras me sirven.

—Hola Keyla ya llegue —saluda dejando sus cosas en la barra americana.

—Hola hermanito.

—¿Te portasteis bien? —pregunta sirviéndose un vaso de zumo.

—Si Oscár me porte bien —contesto llevando un poco de comida a mi boca.

—Mmm ¿Por que están tus mejillas rojas? —pregunta señalando mis mejillas.

Llevo mis manos para comprobar, joder arden como chimeneas.

—Nada —contesto haciendo un gesto de indiferencia.

—Claro si tu lo dices —niega con la cabeza.

—Si ¿Algún problema?

—Keyla he visto ese aspecto muchas veces.

—¿Y? —pregunto clavando mi mirada en el plató.

—¿Con quien salisteis?

—Con nadie.

—Keeyla.

—Te vas a enojar.

—No.

—Te conozco Óscar, te conozco.

Niega con la cabeza divertido.

—¿Que?

—Nada —me mira divertido—. Algún día lo sabré Keyla, esto no durará para siempre.

—Si tu lo dices.

—Claro que lo digo yo.

—Estas loco Óscar, en fin buenas noches —digo saliendo de ahí.

—¡¡Buenas noches Sandy!! —grita con voz chillona.

—¡¡Callate Óscar!!

Voy a mi habitación, me dejó caer en la cama contemplando el cielo desde la ventana, Edwin aparece en mis pensamientos y siento como la sangre se me sube a las mejillas.

Tal vez ese fue el momento en que seríamos algo, el momento en que cambiaron las vidas de ambos, pero siempre hay un final, yo no sabia cual era y aunque no se lo que paso realmente, lo deje entrar sin darme cuenta que esto acabaria de la peor manera.

Ahí fue donde yo me enamore por primera vez.

Y ahí todo lo que construí se derrumbaría














Continue Reading

You'll Also Like

40.7K 1K 27
Rani tiene que casarse con un león de las praderas y Kion se hace un lío enorme con su familia...a continuación una historia de aventura y amor.
6.6M 249K 62
Molly Johnson es una mesera y necesita juntar mucho dinero para salvar a su hermana. Axel Cavelli es un exitoso empresario y necesita una novia por t...
1.3K 110 7
Después de haber pasado por un mal matrimonio junto con un alfa que no lo valoro. Roier tuvo que soportar el abandono de su alfa y tener que cuidar l...
34M 2.6M 91
Alexandra Carlin, es una chica recién graduada de la universidad, sin éxito en el campo laboral, es contratada por fin como secretaria del presidente...