—¡EVAN! ¡DIOS, NO TE IMAGINAS QUE ALEGRÍA ME DA VERTE!
Me abalancé sobre él para darle un fuerte abrazo, realmente había pasado mucho miedo y mi cuerpo estaba notando ahora las consecuencias. Extrañamente, Evan no se inmutó, se quedó estático mirando hacia en frente.
—Tienes cara de haber visto un fantas-
Se me entrecortó la voz cuando me di la vuelta y me di cuenta de que había una chica justo frente a nosotros, llevaba un uniforme similar al nuestro, un poco cambiados algunos detalles y tenía una mirada totalmente vacía. Fueron tan solo unas milésimas de segundo las que pasamos manteniendo contacto visual cuando se cayó inconsciente entre los pupitres. Evan y yo corrimos a socorrerla y ver que le había pasado.
—¿ES UN FANTASMA?
"Supongo."
—¡QUÉ BONITA!
"¿Y qué piensas hacer con ella?"
—Buena pregunta... Hmm... Supongo que, ¿preguntarle cómo ha llegado a aquí?
"No se, Raine, nada de esto me da buena espina. Además, está dormida."
—Pues despertémosla.
"¿Y si es un fantasma de los malos?"
—Habrá que averiguarlo.
Mientras hablaba me agaché simultáneamente a intentar tocarla pero mi mano atravesó su cuerpo de manera inesperada y terminé perdiendo el equilibrio y cayendo sobre la chica. Mientras me quejaba del dolor de la caída contra el suelo noté como la fantasma abría sus ojos de golpe.
"¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!"
—¿QUÉ TE PASA?
Grité un poco avergonzada por la situación.
"¡M-ME ESTÁS ATRAVESANDO!"
La chica levantó su espalda apoyándose en sus antebrazos y como no podía tocarme de forma directa, cogió una silla y me la tiró encima violentamente.
-¡ESO HA DOLIDO, Y MUCHO!
"QUÍTATE DE ENCIMA, BICHO RARO, ¡AHHHHHHH!"
Evan, sin posibilidad de hacer nada más, me estiró de los brazos y me ayudó a alejarme de la esquizofrénica esa.
"Te dije que sería un fantasma de los malos."
Un silencio incómodo reinó en la habitación después de ese extraño encuentro.
"Lo siento, creo que me he precipitado."
Interrumpió la desconocida al echar un vistazo a su alrededor y darse cuenta de que éramos simples estudiantes de su misma secundaria.
—No me digas.
Respondí apoyando mi mano en mi cabeza y frotándola para intentar aliviar el dolor.
"¿Qué hago aquí? ¿Quiénes sois?"
"Somos estudiantes de este instituto al igual que tú, aparentemente. Te hemos encontrado aquí hace unos minutos. ¿No recuerdas nada?"
"Pues... la verdad es que no."
Evan me cogió de los hombros y me dio la vuelta hacia él para susurrarme en el oído.
"¿Cómo le explicamos que lo más probable es que esté muerta?"
—No lo sé... Quizás lo mejor es ir al grano.
Volví a dirigirme hacia la joven misteriosa.
—Verás... Uhmm... no tengo muy claro como decirte esto pero... ehh... lo más probable es que estés muerta.
Ella pegó un chillido tan fuerte que probablemente lo escucharon todas las personas que se encontraban en las instalaciones. De repente comenzó a llorar y me acerqué a ella cautelosamente.
—¿Estás bien?
"Pues claro que no."
Respondió entre sollozos.
"No recuerdo nada, no se quienes sois ni donde me encuentro, estoy demasiado confundida."
—Hmm...
Miré apenada a Evan y fue capaz de saber en qué estaba pensando, automáticamente comenzó a negarme con la cabeza.
—¡Te ayudaremos a averiguar que haces aquí! Al fin y al cabo, no puedes haber aparecido de la nada, ¿no?
Evan se golpeó la cara con la palma de la mano decepcionado.
—Quedaos los dos a dormir a mi casa y allí hablamos más tranquilamente.
"Está bien."
Respondió la fantasma secándose las lágrimas y los mocos, por otro lado a Evan no le convencía en lo absoluto la idea.
"¿Y la tía Colette?"
—A ella no le importará, decimos que es una nueva amiga.
"Raine..."
—¿Qué?
Soltó un largo suspiro que me hizo entristecerme un poco.
"Nada."
Y así Evan y yo, ahora acompañados por un espíritu, regresamos a mi casa. La tía Colette me preguntó que quien era la nueva chica y le respondí que una compañera de clase, después de eso los tres subimos a mi cuarto. Era una habitación modesta pero acomodada, tenía una litera que debajo en vez de tener una cama, estaba un escritorio con mi portátil y un montón de artilugios de todo tipo escampados. En mi techo había estrellas y planetas que brillaban en la oscuridad, un ventilador y una lámpara un poco anticuada. Colgando de los barrotes de mi litera había bombillas decorativas y en las paredes un armario empotrado donde guardaba mi ropa y muchos posters de series varias.
Saqué un par de colchas del armario y las extendí, luego fui a buscar un bolígrafo y una libreta.
—Bien, os doy la bienvenida a la inauguración del club... eh... IFR, investigando fantasmas raritos, compuesto por una servidora, Evan y una fantasma rarita.
"Oye."
Se quejaron ambos al mismo tiempo.
—Se aceptan sugerencias de nombres.
"No somos un club, ni si quiera sabemos si lo que dice la "fantasma rarita" es cierto."
"¡Hey! Yo no estoy mintiendo."
—Vale, vale, relajaos, era broma.
Centré mi mirada directamente en la fantasma rarita.
—¿No hay ABSOLUTAMENTE NADA que recuerdes?
"A ver, sí recuerdo cosas. Por ejemplo, estoy hablando ahora mismo, si no recordase absolutamente nada, no podría. Pero se me hace extraño conocer el significado de las palabras que estoy diciendo ahora mismo cuando jamás nadie me ha enseñado a hablar. Siento como si esta información o recuerdos no me pertenecieran. ¿Por qué se me viene a la cabeza la versión conceptual de palabras que nadie me ha enseñado?"
—Creo que entiendo a lo que te refieres. No tienes recuerdos de cuando estuviste viva, sin embargo, eres capaz de emplear los conocimientos que adquiriste mientras lo estuviste. ¿No tienes algún recuerdo más personal?
"No estoy segura de si es un recuerdo certero, es un poco raro."
—¿Y cuál es?
"Quiero ver una lluvia de estrellas."
—Quizás eso nos pueda servir más adelante, por ahora intentaremos investigar sobre tu identidad. Te llamarás, temporalmente... ¡Agente 3!
"Eso es ridículo."
Agregó Evan.
"Opino lo mismo, es un poco vergonzoso... Creo que lo mejor es que simplemente me llaméis por "ella" o "tú", al menos hasta saber mi verdadero nombre."
—Está bieeeen. Bueno, si quieres ver una lluvia de estrellas puede que sea porque antes de que murieras, quizás, quedaba poco para que aconteciera una, y que fueras de nuestro instituto es una pista importante. Mañana buscaremos un poco al respecto en la biblioteca.
Sugerí mientras apuntaba todo lo importante en la libreta y después la guardaba nuevamente en mi mochila. Después de eso fui al baño a cambiarme y colocarme algo de ropa más cómoda, Evan hizo lo mismo detrás de mi, ya tenia algo de ropa de recambio de haberse quedado otras veces a dormir. De vuelta a la habitación le pregunté a ella si no quería que le prestara algo de ropa para no tener que ir con el uniforme.
"Mis sentidos no alcanzan lo suficiente como para diferenciar entre que es cómodo o que es incómodo."
Puse una cara de tristeza que intenté disimular dirigiendo mi mirada a otro lado.
"P-Pero... Supongo que no me importaría."
—¡BIEEEN! ¡Será divertido!
Y de este modo le presté unas cuantas cosas y se fue a probárselas al baño. Jugamos a estar en un desfile de moda, como cuando éramos pequeños, era divertido analizar las combinaciones y colores.
"Creo que me quedaré con mi uniforme... Simplemente estas prendas, hmm... no son de mi estilo."
Volvió a colocarse su uniforme y mientras tanto aproveché para ir a por un objeto bastante especial.
—Ya que ella no conserva sus recuerdos... ¿por qué no aprovechamos para hacerle una guía por los nuestros?
Extendí mis brazos mostrando un álbum de fotos un poco lleno de polvo, lo había querido guardar para una ocasión especial. Me senté en una de las colchas y apoyé el libro en el hueco que se generaba entre las dos sabanas.
"No estoy muy seguro de querer verlo."
—¿Por qué no? Nos lo pasábamos genial en aquel entonces.
Lo abrí por la primera página, la primera foto era de mi décimo cumpleaños, cuando me regalaron la cámara y el álbum. Estaba tan emocionada que le preferí sacarle una foto al álbum antes que aparecer yo en ella. Seguimos avanzando por las hojas hasta llegar a una en la que aparecía tomándome un selfie con otra persona.
"¿Quién es?"
—Es Evan.
"¿Por qué parece una chica?"
"..."
—Creo que será mejor que dejemos el asunto del álbum para otro momento.
Guardé nuevamente el álbum un poco avergonzada por si había hecho sentir incómodo a Evan. Mientras tanto la fantasma estuvo haciéndonos algunas preguntas con curiosidad.
"Parece que sois buenos amigos desde hace mucho, ¿no?"
—Bueno, no siempre fue así... Yo me mudé de aquí a los 12 años.
"Sin ni siquiera despedirte de mí."
—Es que pensaba que te enfadarías.
"¿Y eso es justificación para no saber nada de ti en dos años? Tenía que pedirle a mi madre que preguntara por ti a la tuya."
—Evan...
"Ni si quiera una triste felicitación de cumpleaños."
—Yo... Uhmm... Simplemente no estaba pasando por una situación personal fácil.
"¿Y crees que yo sí? Aún así me esforcé en de verdad mantener contacto, pero parece que a ti no te importó."
—E-Evan...
"... Lo siento, creo que lo mejor será que nos vayamos ya a dormir."
Con una mala sensación en el cuerpo apagué las luces e intenté dormir en mi litera, dándole vueltas a lo ocurrido sin cesar. Realmente entendía el punto de vista de Evan, su mejor amiga de la infancia lo había dejado sin explicaciones a los doce años solo para volver como si nada mucho tiempo después, ademas en una etapa crítica de su vida. Las horas sin conseguir dormir se sintieron eternas y no dejaba de dar vueltas en la cama, al cabo de un rato finalmente conseguí descansar.
6 DÍAS RESTANTES
-Martes-
A la mañana siguiente nos despertamos con bastante antelación para bajar a desayunar, no sin antes alistarnos. El uniforme de ella era prácticamente idéntico al nuestro pero por si acaso le dejé uno de mis lazos y le hicimos quitarse el jersey para no llamar la atención. Mi tía había tenido que marcharse a hacer un recado así que nos lo dejó todo listo. Era panadera y, de hecho, su casa estaba fusionada con su establecimiento, así que nunca faltaba un buen desayuno. Cuando terminamos nos marchamos en dirección al instituto nuevamente, al llegar le dijimos al espíritu que se quedase en el aula en desuso donde la encontramos hasta la hora del recreo. Las primeras 3 horas se pasaron relativamente rápidas, estuve constantemente dándole vueltas al asunto de por qué ella había llegado hasta aquí.
Finalmente el receso llegó y después de encontrarme con Evan fuimos hacia el aula de encuentro, nos quedamos petrificados cuando nos percatamos de que la fantasma no estaba allí.
—¿¡QUÉ!? ¡¿DÓNDE HA IDO?!
"No lo se, ayer mencionaste de ir a la biblioteca, quizás le dio curiosidad y fue."
—Eso espero...
Retomamos nuestro rumbo, esta vez con la biblioteca como destino. Sentí un gran alivio cuando nos la encontramos nada más entrar.
—¡QUE BIEN QUE TE HEMOS ENCONTRADO!
Me abalancé a abrazarla pero olvidé completamente que cuando intentaba tocarla la atravesaba y terminé cayendo al suelo, afortunadamente la bibliotecaria estaba distraída y no vio nada.
—No vuelvas a darnos estos sustos.
"Lo siento, lo siento... es que en aquella aula vacía sentía una sensación rara que me asustaba un poco. Por otro lado, aquí he podido aprender mucho, además, la chica bibliotecaria es muy simpática."
—¿Has encontrado información de valor?
"Efectivamente, resulta que la última lluvia de meteoros que hubo en la ciudad fue hace unos 30 años, pero lamentablemente no hay más información en esta biblioteca escolar."
—Veamos si hay algún rastro de ti en los álbumes de fotos de la escuela de aquel entonces.
Encontramos todos los registros fotográficos de graduaciones, excursiones y de más y nos los repartimos para investigar pero no hubo resultado, ni rastro de alguna chica parecida a ella. Sin embargo, si notamos en ocasiones un cierto patrón en algunas de las fotos que habían desaparecidas, mas no fue suficiente para sacar conclusiones.
—Bueno... si fue hace 30 años, quizás alguno de los profesores más ancianos sepa algo. Sin embargo, no podemos presentarte así como si nada porque si te reconoce y por algún casual sabe que estás muerta, causaríamos una fuerte conmoción al verte aquí de nuevo, así que te sacaremos una foto y te quedarás aquí.
"Está bien."
Y tal como lo dijimos, lo hicimos, le saqué una foto con mi teléfono móvil y fui junto a Evan a la sala de profesores, allí estuvimos preguntando a unos cuantos sin obtener respuestas. No obstante, uno si pareció reconocerla. Tenía unos 62 años y llevaba en el centro 32 años, su nombre era Roy Scott.
-Señor, ¿reconoce a esta chica?
Le extendí mi teléfono con la fotografía y en seguida su rostro se volvió de terror.
"¿¡AMELIÉ!?"
—¿Es así como se llama la chica?
"¿De dónde habéis sacado esa foto, niños?"
Preguntó altamente nervioso, de repente, su mirada se dirigió hacia detrás de nosotros y sentimos una mirada clavada en nuestras espaldas, no obstante, para cuando me di la vuelta la persona a la que se suponía que Roy estaba mirando ya se había desvanecido o camuflado entre los demás profesores.
"O-Olvidad eso, chicos, la he confundido con otra persona."
Evan y yo nos miramos al mismo tiempo con cara de que no nos fiábamos un pelo de esta última declaración, de todos modos decidimos zanjar el tema ahí y regresamos con, ahora llamada (en teoría), "Amelié".
—Tenemos buenas y malas noticias.
"¿Uhm?"
-Las buenas parece ser que tu nombre en vida fue Amelié. Las malas, por motivos que desconocemos, los profesores del instituto parecen evitar a toda costa hablar de ti.
"Eso es raro."
—Supongo, quizás es porque el recuerdo de tu muerte no es agradable.
Una voz desconocida interrumpió.
"Yo quizás si pueda conseguir algo de información."
Era la joven bibliotecaria que había estado todo este tiempo aquí. Evan y yo solíamos frecuentar mucho la biblioteca en primero de secundaria y la conocíamos bastante, era de confianza.
-¡AHHH! ¡NO ME DIGAS QUE LO HAS ESCUCHADO TODO!
"Como no voy a hacerlo, gritáis muchísimo. Además vuestra querida amiguita no sabe disimular muy bien ser un fantasma, van 4 libros que intenta coger y que accidentalmente se le caen atravesando sus manos."
—Oh...
"Pero no os preocupéis, no me importa, al contrario, me parece interesante y divertido veros.Al yo formar parte del profesorado quizás pueda conseguir algo, estoy realmente aburrida aquí todos los días sin hacer nada."
—Pues asunto resuelto. ¡Muchas gracias! Nosotros nos vamos ya que en nada sonará el timbre para regresar a clase.
Evan y yo abandonamos la sala y nos separamos para cada uno ir hacia nuestro salón. Ya allí estuve recibiendo otras 3 aburridas clases en las que me dieron otros cuantos sermones repetitivos, ya fuesen a mi o a mis compañeros molestos. No obstante no les presté en absoluto atención y mientras tanto estuve apuntando la información que habíamos conseguido en mi libreta.
Cuando sonó el último timbre nos reunimos todos y la bibliotecaria nos contó que se llevaría a Amelié a casa y la cuidaría (tarea bastante sencilla), así nosotros podíamos concentrarnos en nuestros estudios. Asentí y me despedí de ambas, Evan me acompañó hasta mi casa y se fue. Al llegar saludé a la tía Colette la cual estaba terminando de preparar la cena, mientras ponía la mesa reflexioné sobre ella. Había soportado sola el duelo de la temprana muerte de mis abuelos y todas las cosas horribles que le hizo pasar mi padre, además de tener que ver como su hermana iba cayendo en la desesperación y aún así tenía fuerzas para cuidar de mi, una niña a veces demasiado impertinente que ni si quiera era su hija. Quizás era repentino, sobretodo para ella, pero me levanté y le di un abrazo silencioso por la espalda. Se extrañó y justo después nos sentamos a cenar.
"Por cierto, llevé a pulir la piedra que me diste ayer."
-¡Genial!
El día anterior, nada más llegamos a casa, le pedí a la tía Colette si podía llevar a pulir la piedra estrella y así llevarla en forma de colgante, ahora era una bonita joya con forma de estrella y un agujero en su interior. Después de la cena subí hasta mi habitación y me tumbé en mi cama pensando en todo lo ocurrido a lo largo del día, por el cansancio los ojos se me terminaron cerrando solos.
NOTA DEL AUTOR
LETS GOOO he sobrevivido a terminar el capítulo 2 HAJAJA me daba miedo que no me diese tiempo a acabarlo para la fecha esperada pero si se pudo gente, poco a poco me vuelvo a acostumbrar a la publicación semanal.
Por fin he podido presentar al personaje del que todo el argumento gira al rededor y tengo ganas de ir mostrando su pasado poco a poco. Su nombre lo escogí de una amiga que se llama igual pero con el acento en otra vocal JAJJA de hecho quizás esa amiga esté leyendo esto ahora mismo.
Espero que alguien haya notado un paralelismo MUY fuerte que ha habido en este capítulo, no digo más.
El personaje de la bibliotecaria se me ha ocurrido mientras escribía el capítulo y la verdad, me ha gustado, intentaré integrarla un poco más en la historia principal JAJAJ
Ah si, y en el título he querido hacer una especie de juego de palabras ya que tendría dos interpretaciones "Viejos (Evan, ya que son amigos de la infancia) y nuevos (Amelié debido a que acaban de conocerla) amigos" o "Viejos (Amelié porque nació mucho antes que ellos) y nuevos (Evan, pues como han pasado 2 años está totalmente cambiado y es como si fuese alguien nuevo) amigos".
Por cierto, quizás no haya capítulo ni la semana que viene ni la siguiente, estoy hasta el cuello de exámenes. 😿😿😿
En fin, ya iréis viendo como se va desarrollando la historia 🙀
DATOS EXTRA
Diseño definitivo de Amelié
Diseños casi finales de Evan y Raine (y una primera idea de Amelié, luego decidí hacer que pudieses pasar más desapercibida)
Concept arts del Pueblo y de casa de Raine