La castaña había despertado adentro de una celda de vidrio. Ella se había percatado que le habían despojado de sus reliquias cuando se encontraba inconsciente. El efecto de las Arenas de Nisanti todavía tenía efecto en Stephen y America. Kelyani no tenía idea que tenía heridas en el rostro hasta que despertó y vio su reflejo en el cristal.
— Kelly – la mencionada volteó para encontrarse con America despierta –. ¿Qué pasó?
— Mordo nos tendió una trampa para encerrarnos porque, aparentemente, somos una amenaza más grade que Wanda deambulando – vio la cara de preocupación de America –. Oye, no te culpes por eso. Ninguno de los tres sabía que mi Otra Otra Yo y el Otro Otro Stephen estaban muertos – soltó un suspiro –. Debe de haber alguien que nos pueda ayudar.
La adolescente se quedó pensativa ante las palabras de la hechicera. Kelyani soltó un suspiro al darse cuenta lo conflictuada que estaba su protegida, seguramente culpándose de lo que había ocurrido. Como se lo había dicho anteriormente, no era su culpa.
— ¿Primera vez en la cárcel? – America volteó hacia la hechicera –. La mía también – la adolescente se rio por debajo.
Las puerta del lugar se abrieron haciendo que Kelyani se levantara de inmediato de su lugar al percatarse de quien se trataba. La latina se veía asustada, pero la hechicera trataba de calmarla con un gesto en la mano.
— Kelyani Knowlton –las esposas que Mordo le había puesto horas atrás se juntaron como un imán haciendo que fuera imposible su movimiento –. Los Iluminati quieren verte.
La puerta de la celda se abrió haciendo que intercambiara mirada con la adolescente. Ella soltó un suspiro en lo que bajaba los escalones refunfuñando. Una legión de Ultrons la estaban esperando para escoltarla a donde sea que estuvieran esperándola.
— ¡Kelly! – escuchó la voz de America haciendo que se detuviera para voltear.
— No te preocupes, America. Estaré bien – trataba de tranquilizarla –. Buscaré a alguien que esté dispuesto a ayudarnos con Wanda.
La legión de los Ultrons le dieron la indicación que continuara caminando. Las instalaciones del lugar le recordaba a un museo que había ido a Londres con Steve durante el Blip. La hechicera no había dicho nada en lo que Mordo guiaba a la comitiva por las instalaciones. Aunque la castaña no lo diría en voz alta, tenía curiosidad de saber quienes eran los Iluminati y que era lo que harían. Entró a un pequeño pasillo para dar paso hacia una enorme estancia con varias sillas distribuidas por el estrado.
— Kelyani Knowlton, estás en presencia de los Iluminati – anunció Mordo con solemnidad.
— Knwolton-Strange para ti – le corrigió enfadada.
— Yo, el Barón Karl Mordo el Hechicero Supremo, declaró...
— Oh, no. Este universo está perdido – soltó Kelyani de manera burlona.
— Tiene más actitud de lo que recordaba, amiga mía – escuchó una voz femenina.
La atención de Kelyani fue hacia una mujer de cabello castaño con un traje parecido al de Steve. En vez de tener una estrella y las barras en la parte de arriba de su traje, llevaba el símbolo del Reino Unido. Se pudo percatar que su escudo era un caso parecido, así como los colores no variaban. Ella se dio cuenta que era la mujer que se encontraba en la brújula de Steve que siempre cargaba con él.
— ¿Peggy Carter? – preguntó la hechicera sorprendida.
— Capitana Peggy Carter, la Primera Vengadora.
— Es un gusto volver a verte, Kelyani – la chica sacudió su cabeza al ver la confianza que tenía con ella –. Te uniste a los Vengadores mucho antes de tu muerte.
— Sí, bueno, yo conocí a Steve Rogers porque es el Primer Vengador en mi universo. Y es mi ex-novio – respondió Kelly nerviosa haciendo que obtuviera la atención de la Capitana –. De hecho en mi universo, regresó en el tiempo para estar contigo.
— Espero que trates este tema con seriedad, Knowlton – otra voz femenina interrumpió.
— ¿Y tú eres...? – cuestionó la hechicera confundida por lo vagamente familiar que se le hacía.
— Capitana Marvel – la presentó Mordo –. Defensora de los Cosmos.
— Definitivamente eres más interesante de lo que Mordo, Carter y Strange decía – opinó la morena.
Un hombre entró con un traje completo de color azul, con las mangas y botas de color negro, en su pecho se encontraba un cuatro haciendo que la hechicera alzará su ceja interesada. No sabía quien era y tenía mucho interés de saber de quien se trataba. Ella estaba segura que nunca había visto al hombre en su universo.
— El hombre más listo, Reed Richards, de los Cuatro Fantásticos.
— Te pareces a Jim Halpert de The Office – sentenció la hechicera.
— Es un gusto finalmente conocerte, Kelyani Knowlton – comentó Reed viendo a la mencionada –. Al igual que la Capitana Marvel, no tuve la oportunidad de conocerte, pero empiezo a comprender porque Stephen te amaba demasiado.
Un hombre con un traje completamente negro y algunos bordados plateados se encontraba cerca de Peggy. En su capucha se encontraba un decorado extraño haciendo que se sintiera muy diferente a los demás integrantes de los Iluminati. Se preguntaba de quien se trataba porque él tampoco existía, o eso creía porque tampoco había aparecido.
— Blackagar Boltagon. Guardián de la Niebla Tierrigena, el rey inhumano – presentó a la última persona que se encontraba presente.
— ¿Por qué no hablas? No seas tímido, te prometo que no como.
El hombre hizo un movimiento con las manos, pareciendo que la Capitana Carter comprendía lo que decía haciendo que la hechicera solo esperaba que alguien pudiera darle una interpretación para saber que le decía.
— Black Bolt sugiere que no hables con él a menos que sea necesario – empezó hablar a Peggy haciendo que su atención regresará a la hechicera –. No quiere que otro universo termine destruido por tu causa.
— ¿Qué? – preguntó confundida.
— Y por último, el profesor Charles Xavier.
Un ruido llamó la atención de Kelyani. Un hombre mayor entró en silla de ruedas para acomodarse en el espacio que se encontraba vacío. Kelly considero que de todos los presentes, él podría ser la persona indicada que los pudieran ayudar con la Bruja Escarlata. Ella solo quería que todo acabará pronto y estar a lado de sus niños.
— Es un gusto conocer a la mujer que deslumbró al Doctor Strange por su inteligencia y su capacidad de luchar en el combate. Y lo puedo ver por los moretones y heridas que tiene el barón Mordo – la chica se dio cuenta de lo que tenía el mencionado en algunas partes de su rostro, cuello y manos.
— Kelyani Knowlton, estás aquí para ser enjuiciada por estar transgrediendo las normas de la realidad al estar incursionando...
— No, no. Alto ahí – Kelyani detuvo las palabras de Mordo –. Uno, yo no hablo con malditos traidores como tú. Dos, estoy casada con Stephen, así que el nombre correcto es Kelyani Knowlton-Strange. Tercero, Stephen, America y yo ni siquiera deberíamos de estar aquí. Es más, ninguno de los tres deseábamos estar aquí. Tengo a mi hijo y a mi sobrina esperándome en mi universo. Créanme que lo menos que queríamos es estar... incrustados...
— Incursionando – la corrigió Reed.
— Oigan, las últimas 48 horas han sido caóticas para mí. Se suponía que debería de estar en mi casa con mis hijos y mi esposo. Y no estar aquí.
— ¿Y por qué te encuentras aquí? De lo contrario, me harías creer de que estás aquí a propósito – comentó la Capitana Marvel.
— Oiga, en nombre de la admiración que le tengo a su hija en mi universo, le dejare pasar esa acusación en alto – alzó sus manos –. Y créanme que todo fue para salvar a la niña. Ya le fallé dos veces, no pienso hacerlo una tercera vez, aunque eso me meta en demasiados problemas.
>> Estamos aquí porque estábamos escapando de la Bruja Escarlata. Ella activó los poderes de America, que consiste en abrir portales a otros universos y solo lo hace cuando está asustada. Es solo una niña y todavía no sabe como controlarlos – cerró los ojos para tranquilizarse –. Nosotros solo queremos regresar a casa. Nuestro Kamar-Taj fue atacado por nuestra Wanda y ni siquiera se si mis amigos están vivos.
>> Y esto no es una situación rara para mí. Combatí a los seguidores de Kaecilius, luche contra Thanos dos veces, casi le doy un golpiza a Ebony Maw de no ser que ordenaron atacar en la Batalla de los Vengadores y participe en el Atraco al Tiempo haciendo que obtuviera con éxito la Gema del Tiempo junto con Bruce Banner.
>> Por favor, tienen que creerme que solo quiero regresar a casa – Kelyani vio a Charles al pensar que podría ser un buen aliado.
— Pruébalo – dijo Peggy interesada.
— Es que es más complicado de lo que parece – comentó nerviosa –. Porque si les dijera lo que pasó en los últimos dos días, jamás me creerían.
— Kelyani, se que tienes buenas intenciones – Reed se le quedó viendo –. Pero ustedes son el mayor peligro en estos momentos.
— En serio, tienen que creerme que lo único que queremos Stephen y yo es regresar a casa.
— Kelyani – la mencionada se asustó al escuchar una voz en su cabeza haciendo que volteará a Xavier –. ¿Crees que puedas compartir tus recuerdos conmigo?
— Solo si me garantiza que intentará ayudarme – respondió desesperada.
— Haré todo lo posible para ayudarlos.
Ella cerró sus ojos para compartir sus recuerdos. La hechicera le compartió las cosas más importantes que había sucedido en las últimas horas. Una vez que abrió los ojos con algo de esperanza. Ella vio como el hombre asentía con la cabeza.
— Hablaremos con tu Strange para luego hacer la votación – concluyó el profesor Xavier en voz alta.
(Nota de la autora:
Okey, lo confieso, cuando escribí este capítulo, tenía poco de haber visto Quantumania. por eso el chiste de Kelyani, porque es la primera vez en vida que está encerrada. Me encanta su amistad con Scott porque son tan parecidos en algunas cosas.
Pero en fin, Kelyani ya conoció a los Iluminati. Tenemos algunas pistas de la vida de la Kelyani del universo 838, aunque más adelante verán porque están todos un poco resilientes por la presencia de Kelyani, al igual que la de Stephen.
Creo que sería todo de mi parte y nos estamos leyendo en el próximo capítulo.
April Hdzz Capaldi fuera.)