Muy buenas tardes de domingo!!!!
Aquí vamos nuevamente 🤯🤯
Recuerden Naga = Serpiente
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En medio del bosque gotas de agua caían de los árboles de acuerdo a la corriente de viento que fluía. El suelo se movía y sonido se sentía miéntras se deslizaba y se arrastraba un Naga.
"¿Padre me llamó para qué?" dijo una dulce voz preguntándole a Phaya Warasin, Padre del clan Chabbayaputta. Antes de que su largo torso se transformara en una hermosa chica con una bella figura vestida con un Vestido de plata, brillando en todo el lugar como el cristal.
"Tengo algo que discutir contigo". Dijo un hombre de rostro envejecido y sombrío muy serio a quien acababa de llegar.
"¿Qué ocurre?" Respondió la chica de bello rostro que parecía una diosa venida del cielo, asintiendo levemente. Luego se sentó en una roca junto al arroyo que fluía.
"Todavía no te has rendido con Than Phaya Suriyen, ¿Cierto?" Phaya Warasin se volvió para mirar a su hija mayor e hizo una pregunta, sorprendiendo mucho a Sirarin.
Desde la muerte de su madre, ésta debe haber debe ser la primera vez que su padre negociaba con ella en un tono agradable, no tan despectivo como siempre. Pero a pesar de ello, ella ni siquiera una vez pensó en estar enojada con él, ni siquiera por la diferencia que su padre le daba más amor a su hija menor. Era comprensible porque ella había nacido del primer amor y ella no.
"Yo...."
La boca carmesí se mantuvo apretada, sin atreverse a decir nada, por temor a ofender a la otra parte.
"Si quieres estar con Phaya Suriyen, debes hacer méritos como tu hermana", los ojos negros lo miraron en forma astuta a su hija "¿entiendes eso?... Sirarin"
Phaya Warasin sabía que su hija mayor había entregado su corazón al gobernante del inframundo Than Phaya Suriyen.Y también sabía que como ella estaría dispuesta a hacer cualquier cosa con el fin de obtener lo que deseaba poseer.
"¿Qué quiere mi padre que haga? por favor muéstrame el camino" la delgada chica se levantó de su asiento y se arrodilló frente al Príncipe que reinaba el bosque sagrado de las serpientes arcoiris y otros animales.
Era exactamente lo que había pensado Phaya Warasin. Todavía circulaba dentro del cuerpo de la lamentable persona frente a él, su anterior esposa. Aquella mujer que no tuvo derecho a elegir, la emperatriz de sangre fría que asesinó a su verdadera amante con crueldad.
“Debes ir a practicar y acumular méritos en la cueva Phu Song Sin con el maestro hasta que tu cuerpo será fuerte y estés lista para convertirte en la emperatriz principal de Than Phaya Suriyen", dijo esto haciendo un gesto severo, con la esperanza que la otra persona aceptara.
"Estoy de acuerdo, haré lo que dice Padre." Sirarin Thewi estuvo de acuerdo de inmediato por querer ser la consorte principal de la persona que amaba.
No importaba la forma de convertirse en la reina del Señor que dominaba el inframundo, aunque fuera difícil tendría que hacerlo. Cuanto tiempo se tardara no importaba porque ella estaba dispuesta a hacer todo para poder estar junto al hombre que tanto amaba.
"Entonces, al amanecer de mañana prepárate, enviaré a Puchong para que te lleve a la boca de la cueva. Esperaré para atenderte hasta que completes los méritos y vuelvas sana y salva" dijo Phaya Warasin.
"Gracias Padre."
El sol de la tarde brillaba a través de las ramas de un gran árbol y descendían sobre la tierra húmeda, unos pies descalzos pisaban el fangoso suelo hasta que llegaron a la mitad del camino.
"¿Puedo tomar un descanso por un tiempo?", La persona de hermoso rostro se dio la vuelta y preguntó a un musculoso joven que la siguía de cerca.
El viaje era arduo y habían tenido que salir de la ciudad a pie temprano en la mañana antes de que el sol saliera por el horizonte y como era méritos lo que debía cumplir no podía usar su forma de serpiente para facilitar el camino.
puede usar la forma de bestia facilitarlos.
“Siéntate aquí y esperame ké a buscar un poco de agua para que bebas", dijo el joven granjero, antes de mover el recipiente de agua de mano y caminar hacia el gran arroyo que se veía a lo lejos, casi hasta donde alcanzaba la vista.
Cansada de viajar todo el día, Sirarin Thewi se apoyó contra el baúl de Jamjuree, luego se quedó dormido ir fácilmente.
Pero en medio del espeso bosque los diferentes árboles y arbustos temblaban con un sonido de advertencia a la hermosa persona que todavía dormía inconscientemente.
Pero ella no lo escuchó.
El dulce aroma de las flores de Kannika flotaba hasta la punta de su nariz, despertando a la frágil persona de su sueño. Sus delgados párpados se abrieron lentamente, ajustándose a la brillante luz que había entrado en las pupilas.
'¿Qué es esta luz?'
Sus delgados brazos se sostenían en el frio suelo como una piedra. Intentaba levantarse para sentarse, pero le dolía la cabeza, como si la hubiera golpeado una gran fuerza, hasta que tuvo que levantar la mano y sujetarla, luego cerró los ojos con fuerza.
'¿Qué me ocurrió?'
Cuando de alguna manera volvió a su estado normal, miró alrededor del área en que se encontraba, antes de tropezar con un cristal dorado brillante en medio de una cueva de piedra. Estaba en medio de una cueva con espectaculares estalactitas y estalacmitas, era tan hermoso como aterrador al mismo tiempo.
'¿Una cueva como esta?'
"¿Cómo llegué aquí?", murmuró Sirarin para sí mismo.
La persona bajó las piernas de la roca que había usado como lugar de descanso, antes de caminar hacia un alto pedestal de piedra que contenía una hermosa joya con un círculo dorado descansaba sobre él. Levantó las manos para tocarlo pero tuvo que retirarse rápidamente debido al fuerte calor en la superficie.
"Puchong, ¿dónde estás?" Gritó fuertemente, llamando a su acompañante, pero no importaba cuántas veces llamara, nunca hubo una respuesta.
Sirarin Thewi continuó llamando a su sirviente y caminó por el arroyo donde su cuerpo pudo penetrar, con la esperanza de encontrar una salida de la oscura cueva, pero hasta el momento no había señales de encontrarlo.
Los delgados bordes de sus ojos comenzaron a calentarse como fuego, de repente comenzó a fluir agua de sus hermosos ojos que bañaban sus suaves mejillas blancas. Fuertes sollozos resonaban por los espacios de aire hasta que el sonido se desvanece gradualmente a medida que su fuerza física comenzaba a agotarse.
“Alguien, por favor saquenme de aquí.” suplicó muchas veces, antes que sus largas piernas colapsarán y cayeran sobre el húmedo suelo.
Manos delgadas alcanzaron un collar de oro decorado con nueve hermosas gemas y un patrón de diseño de dos serpientes. Lo mantuvo sujetado fuertemente, ya que, era como un ancla para el corazón. Este collar se había confeccionado para ser llevado a la persona que amaba con todo su corazón. Pero que nunca tuvo la oportunidad de hacerlo.
Sus delgados brazos se envolvieron alrededor de unas rocas para sostener su cabeza. Ahora ni siquiera tenía fuerzas para soltar un resoplido de su propia boca, sus delgados párpados se cerraron lentamente mientras la corriente fluía sin cesar.
"Phi..."
"Ayúdame...."
¡Foo Foo!
Sus pesados párpados se abrieron lentamente al escuchar el sonido de un pequeño reptil en su oído, sus ojos color zafiro divisaron dos crías de cobra real, ambas levantaban su cuello y se quedaron mirándola con sospecha.
"Todavía no estoy muerto". La persona que yacía en suelo levantó su rostro para mirar a las dos jóvenes serpientes, mientras acercaba su mano y las dejaba arrastrarse alrededor de su muñeca. "Mis amigas".
Ahora, Sirarin Thewi sabía que su padre la había engañado haciéndola viajar hasta allí encerrandola para evitar que volviera a casa, para disuadir los oídos y ojos de todos, así robarle todo a la diosa Sasikorn, su hija favorita.
Decepcionada, Sirarin Thewi decidió arrastrar su cuerpo cansado de regreso, pero lo que su padre le había hecho, era demasiado. Había entregado su cuerpo y alma al mal.
Con su cuerpo sin fuerzas, intentó llegar hasta un pedestal de cristal dorado mirando hacia el amplio salón de la cueva. Luego cerró lentamente los ojos y comenzó a pensar en su madre que era tan hermosa como el sol. Pero que su hermoso corazón había sido calumniado por distintas personas y marcada como la persona que mató a la amante de su padre, aunque en realidad, ese día su madre había ido a visitar a su abuelo y no había hecho tal cosa. Su madre no era tan despiadada como su padre lo decía.
"Madre... te vengaré."
Sirarin Thewi volvió a abrir los ojos. Pero esta vez, sus ojos color zafiro brillaron con venganza. La persona caminó derecha y se sentó en una gran roca al lado de un altar de gemas sagrado. Luego se acomodó con las piernas cruzadas, llevando sus delgadas manos hasta su regazo. Cerró los ojos y dejó que su mente fluyera por el camino de la meditación.
'... de día a mes....'
'... de mes a año...'
'Shora es el momento, que vuelvas a reclamar cada tu camino de regreso...'
Después de perseverar en el entrenamiento hasta lograr sus objetivos, Sirarin Devi usó su inmenso poder que había acumulado para liberar la magia de Phaya Warasin que cubría el área circundante, haciendo que desapareciera en el aire. De inmediato ella pudo volver a convertirse en su hermoso y largo cuerpo negro, deslizándose fuera de la cueva para dirigirse directamente a su tierra natal, lista para destruir todo aquello que al hizo volverse así.
Dentro de unas semanas, los seguidores Nagas de la ex amante de Than Phaya Warasin, quien solía acosar a la emperatriz, poco a poco fueron desapareciendo y muriendo a manos de Sirarin Thewi. Ella causó graves problemas para el clan de su padre, que este tuvo que salir para disuadir a su hija de no hacer cosas malas.
Pero, ¿podría existir alguna forma de que ella escuchara?
Cuando vio que no podía detener a su hija, Phaya Warasin decidió dirigirse a la ciudad subterránea y contar todas aquellas historias que habían sucedido a Phaya Suriyen, para que él se enterara de lo sucedido y luego le rogó que lo ayudara a negociar con ella para que no muriera más gente, ya que, la única persona a la que Sirarin Thewi escucharía era Suriyen.
"Deja de crear más karma y muerte... Sirarin Thewi"
Palabras que provenían de una profunda voz, de aquella persona en la que había estado pensando durante casi diez años. Esto provocó que el gigantesco y deslumbrante cuerpo negro con el torso de Naga con los colores del arcoíris que estaba desgarrando y mordiendo gente, se detuviera antes de soltar lentamente su lastimoso cuerpo contra el suelo. Luego cambia de cuerpo volver a su cuerpo original.
El hedor a sangre se extendía por toda el área, no era diferente de las manos y la boca del gran cuerpo del Naga que estaban cubierto de manchas de sangre, asustando a todos en esa zona hasta que todos entraran en pánico.
"Phi..."
Sirarin Thewi trató de exprimir el sonido de su garganta, sin siquiera volverse para mirar al hombre que era dueño de su corazón. Él la había visto así, por lo tanto, la odiaría hasta la eternidad.
"No hagas más daño a nadie".
Una elegante persona vestida con una túnica verde esmeralda dijo, mientras caminaba en línea recta y se paró frente a ella, quien temblaba por los sollozos. De pronto, unas gruesas manos limpiaron las manchas de sangre de el hermoso rostro de Sirarin Thewi con dulzura.
"Los odio. Ellos causaron la muerte de mi madre, ¡Ellos me hicieron así!”.
Sirarin Thewi gritó con fuerza. El fuego del resentimiento que pululaba dentro de su pecho estalló hasta que fue difícil extinguirlo, pero las lágrimas de tristeza todavía fluían por sus suaves mejillas.
"Sirarin Thewi, a quien he conocido, es amable, gentil y querida", trató de convencer Suriyen a la joven Naga frente a el recordando la historia de antes "Eres la pequeña Naga, que siempre se preocupa de ayudar a todos. Siempre esta preocupada de hacer sonreír a los demás para siempre. Siempre has sido así".
“Pero ahora he cambiado, Phi. No soy la débil Sirarin debilitar, ya no seré más esa persona.” La persona levantó su triste rostro para mirar al hombre que siempre había amado. Luego sus ojos llenos de dolor comenzaron a regresar, endureciéndose, "Aniquilaré a todos aquemlos que se interpongan en mi camino".
"Sirarin Thewi" dijo Phaya Suriyen con voz profunda para suprimir el calor de la otra parte.
Phaya Suriyen no quería usar la fuerza contra esta hermosa Naga. Pero si todo estaba fuera de control, debía hacerlo para proteger a la gente y que no fueran dañados por algo que no tenían nada que ver.
"Nadie realmente me ama, ni siquiera tú. No me has entregado tu corazón, a pesar de que sabes cuanto te amo. Ahora, ¿Qué debo hacer para que Phi Suriyen me ame?"
Al terminar de hablar, el cuerpo frágil de la persona nuevamente cambió, volviendo al cuerpo de la bestia otra vez. Grandes ojos negros se acercaron para reconocer el rostro de su hombre amado, luego con aquellos ojos tristes se volvió para deslizarse a través de los restos de las distintas personas que yacían en el suelo, ya fueran Nagas o Naki, a quienes había atacado llevándolos a la muerte. Luego, sólo desapareció en lo profundo del bosque.
'¿No puedo ser yo?'
Una persona de un huerto, vestida con una túnica negra reluciente con lentejuelas, se detuvo frente a la entrada del palacio subterráneo. El lugar donde se llevaba a cabo la sagrada ceremonia de compromiso entre Phaya Suriyen y Sasikorn Tewi, para llevar regalos a su hombre amado.
De repente, su par de hermosos ojos miraron a su hermana que se escapaba de la ceremonia a toda prisa, antes de transformarse en su forma de bestia para deslízarse lejos del aquella tierra. Pero quien corría tras ella era el poderoso Phaya Suriyen, que iba vestido con una túnica verde esmeralda bordado con hilos dorados por todo sus bordes.
Al ver eso Sirarin Thewi no se demoró, por lo que, rápidamente se transformó siguiendo a las dos serpientes con su sed de conocimiento.
'¿Escapando así de la ceremonia de compromiso?'
El enorme cuerpo se transformó nuevamente, la mirada de ojos de zafiro seguían a Suriyen dejó de moverse, cuando vio que su hermana se deslizaba a través de una cascada que era una cortina de agua, mientras la luna flotaba sobre sus cabezas en el ancho cielo. Suriyen se retiró, aquella serpiente de color verde esmeralda se arrastró de vuelta a camino original.
'¿Por qué Phi Suriyen no la siguió?'
Aunque quería saber el motivo de la fuga de su hermana de la ceremonia, pero eso no era tan interesante como el hombre que estaba buscando. Sirarin Thewi se apresuró en ir tras él, de regreso al Inframundo y aprovecharía la oportunidad para conseguir su corazón.
Pero sin importar cuánto tiempo había pasado, Phaya Suriyen no tenía la intención a darse la vuelta y mirar a la joven Naga que siempre había estado a su lado durante sus momentos de dolor. Seguramente no dejaba de pensar en su prometida que había huido a lo profundo del bosque. Eso hizo que Sirarin Thewi se sintiera aún más resentida y queria sacar la astilla enterrada en lo profundo de su corazón y llegar más allá.
Sirarin Thewi decidió usar magia negra en secreto para mezclar agua, luego dejó que Phaya Suriyen la bebiera ponerlo a dormir, pero para completar su misión lanzó un hechizo para transformarse en la gran serpiente Suriyen y dirigirse a la cortina de cascada de agua en donde Suriyen había dejado escapar a Sasikorn Thewi.
Coincidentemente, vio a su hermana con un joven Garuda llamado 'Sattabun' se quedó asombrada mirando fijamente y de inmediato supo que los dos eran amantes. Entonces ella atacó Phaya Garuda hasta la muerte, sin temer al poder del cielo porque el cuerpo de la Serpiente Suriyen era noble de nacimiento, esto significa que Phaya Sattabun no podía hacerle nada.
Phaya Sattabun no pudo resistir la fuerza de la Joven serpiente, trató de ponerse de pie pero no podía soportar el veneno que se irradiaba dentro de su cuerpo. Un grito de Sasikorn Thewi resonó desde lo alto, cuando Sirarin estaba en el cuerpo de Phaya Suriyen, luego lanzó un hechizo para disipar a la furiosa Naga y mantenerla alejado de su ser amado. Pero en ese momento la furiosa Naga en el cuerpo de Suriyen movió su gran cola para golpear el cuerpo corpulento de del joven Garuda lanzándolo lejos entre las rocas, hasta que el joven se convirtió en un cuerpo sin alma.
"¡Sasikorn!"
El fuerte grito de un recién llegado resonó llamando a la joven Naga, pero ella había escupido la gema de vida de su boca junto con su alma, para ir al cielo siguiendo a su amante, mientras sus cuerpos se transformaban en cenizas.
Sirarin Thewi, que escuchó la voz de Phaya Suriyen, se apresuró a cambiar de nuevo a cuerpo blanco cubierto con un vestido negro brillante mirando las cenizas de la pareja con una feliz sonrisa.
“Pero, ¿Qué has hecho?. Mataste a alguien que amo..." Dijo una voz ronca, su rostro mostrando dolor.
“Ella me quitó todo. Tanto el amor de padre, como el amor de la persona que amo con todo mi corazón. Padre la dio como tu esposa en vez de a mí.” Su hermoso rostro sollozó y lágrimas claras se desbordaron de las esquinas de sus ojos fluyendo por sus blancas y suaves sus mejillas. "A pesar de que he estado a tu lado todo el tiempo ¿Por qué no fuí yo a quien amarás?"
El cuerpo de la joven Naga se sentó en la arena, ambas manos las apretaba con fuerza, mirando al joven Naga frente a ella con ojos suplicantes.
"¿Alguna vez me has tenido en tu corazón?" Preguntó una voz sollozante.
"Mi corazón ya ha sido entregado a Sasikorn", dijo el joven con firmeza: "No importa cuántos cientos y miles de años pasen, solo esperaré a Sasikarn, solo a ella".
"Yo haré todo para que sufras y te duela como me duele a mi ¡A ella la perseguiré y la exterminaré en cada vida, una y otra vez!”
"Pues entonces, y seguiré protegiendo a la persona que amo en cada vida, una y otra vez". Suriyen miró a su alrededor, "¡Eh! Eres patética."
"¡Phi!"
¡Patética!
Unos delgados párpados se abrieron en la oscuridad de la noche, solo iluminada por la luna. Su cálido aliento salía con dificultad desde su estrecho pecho, antes de que el joven que yacía en una cama se levantara y se sentara, luego levantó sus manos y se frotó el rostro empapado de sudor.
"¿Estás despierto?" preguntó una dulce voz antes de que se acercara y se sentara junto al hombre blanco que había dormido durante más de tres días.
"Esa mujer, eres tú, ¿Verdad?" Una voz débil escapó de unos labios resecos de un dulce rostro que se giró para mirar a la chica con ojos aterrorizados.
"Sí... soy yo" sonrió débilmente "¿No crees que soy tan malo como eso".
Salin negó con la cabeza ligeramente, los sueños que increíblemente había tenido en todo este último tiempo, eran tan reales que era muy difícil negarlo.
“Soy peor de lo que crees.” Tristemente bajó la mirada. "¿Quieres saber por qué?"
"¿Puedes llevarme de regreso a esas historias?"
"Está bien, te lo contaré".