[Pov Becky]
CUATRO MESES DESPUÉS...
—¿Y cómo te has sentido?—preguntó el chico castaño que estaba frente a mí
—Bien, hoy tuve ganas de venir. Creo que ya era hora de regresar a la empresa—le respondí encogiéndome de hombros
—Me da gusto volver a verte—soltó para luego negar haciendo movimientos con su cabeza—.Quise decir... Qué bueno que regresaste a la empresa
— Haeng, quiero pedirte una disculpa. Yo me porté pésimo contigo cuando tú me mostraste tu apoyo, pero para serte franca en esos momentos tenía muchísimos problemas...
—Te entiendo. Bueno... yo no sabía de tú... ya sabes...—soltó y eché una risa sarcástica
—Es más que obvio, ¿no crees?—él negó
—Eres muy linda Becky, nunca imaginé que fueras así...
—¿Así?—pregunté—¿Lesbiana es lo que quieres decir? Haber Haeng, se ve que sigues con la mente cerrada al igual que los idiotas que andan por el mundo humillando a la comunidad gay. Sí, soy gay, lesbiana o como quieras decirle... Así soy, así nací, a si me amo, y soy feliz—me defendí—.Creí que eras diferente Haeng
— Becky yo no...
—Retirate de mi oficina, por favor-le señalé la puerta con mi mano
—No quiero que... Te pido una disculpa
—Retirate
Sin decir ninguna palabra más Haeng tomó sus papeles que tenía sobre mi escritorio y salió de mi oficina hecho una furia.
Suspiré cuando cerró la puerta, llevé mis manos a mi sien, Haeng me provocó un mal momento. A decir verdad, me arruinó mi mañana.
Después de haber tenido ese momento con Haeng, salí de mi oficina para entrar a la de mi padre.
Alice me dijo que estaba ocupado atendiendo al señor Philips. El señor Philips es un empresario importante de Miami, mi padre y él han sido socios desde hace varios años, a decir verdad desde que yo tenía aproximadamente tres años.
—Hija, ¿qué pasa?—preguntó mi padre al verme entrar a su oficina
—Quiero hablar contigo, pa—le di un beso en la mejilla para luego tomar asiento frente a él
—¿Sobre qué, hija?—preguntó
—Quería pedirte si me puedes cambiar mi asistente—pedí y él frunció el ceño
—¿Algún problema con Mahone?
—Si, bueno no... Hoy tuvimos una conversación un tanto incómoda y no creo seguir trabajando con él
—Haber cuéntame hija, sabes que te creo todo pero no puedo mover a Haeng así como así. Cuéntame princesa—suspiré
Le comencé a contar a mi papá todo, desde que llegó, su comportamiento, sus coqueteos hacía a mi, incluso los besos.
Mi papá se enojó y comenzó a maldecir al castaño una y otra vez. Traté de tranquilizarlo y afortunadamente lo logré, mi papá llegó a la decisión de cambiarlo y mandarlo a otro puesto lo suficiente lejos de mí.
*****
—Oye mami— Sam habló durante el trayecto a casa
—Dime hija —respondí mirándola por el retrovisor
—Mañana es viernes, me iré con mamá Freen, y el sábado es mi partido... prometiste ir a verme
Cierto, el sábado Sam tiene partido. Había prometido ir a verla, pero no creo que sea buena idea estar cerca de Freen.
—Mamá, ¿me escuchaste?
—Si bebé por supuesto que te escuché, y claro que iré
—¡Genial!—exclamó emocionada
Reí al verla y seguimos con nuestro camino.
Al llegar a casa Sam saludó a mi madre quién estaba en el jardín arreglado su jardín. Mi hija subió a su habitación hacer su tarea para jugar con Jack
—¿Qué haces, mi amor?—pregunté entrando a su habitación. Me acerqué a su escritorio donde estaba sentada para besar su mejilla
—La miss nos dejó hacer un cuento ¿me ayudas?
—Por supuesto en que te ayudo, ¿de que será tu cuento?—pregunté
—No sé—se encogió de hombros—.¡Ya sé! Quiero que se trate de que tú, mamá Freen y yo—sonreí débil cuando mencionó a Freen
—¿Y qué más?
—Hmm... Qué estamos en la playa
—Ok... Entonces comencemos tu cuento
Sam y yo comenzamos hacer su cuento. La historia era de que Freen, sam y yo íbamos en vacaciones de Verano a Sidney Australia, Sam sueña con ir un día ahí. Cuando terminamos su cuento, Sam se encargó de hacer sus dibujos, ella dibuja excelente y ese talento lo sacó de Freen
—¿Cómo quedó, mami?—preguntó enseñandome su cuaderno
—Muy bonito, hija
— Becky—entró mi hermana a la habitación
—Dime—respondí
—Mamá dice que si puedes bajar, creo que te busca alguien
—¿Crees?— ella se encogió de hombros—.Haber Meena, ¿quién es?
—Ay Becky baja, creo que te irá bien su visita. Anda, yo le ayudo a Sam—suspiré
—Vengo en un momento, mi amor—Sam asintió, besé su mejilla y salí de la habitación de mi hija
—Últimamente estuvo muy distraída—escuché la voz de mi madre mientras bajaba por las escaleras
—Lo sé señora Phon pero debe enterla. Yo le prometo que haré lo posible para que vuelva a sonreír—fruncí el ceño al escuchar esa voz
—Gracias querida pero ya sabes que mi hija estu...
—Aquí estoy madre—interrumpí su conversación con Kendall—Hola Kendall—saludé a la chica con un beso en la mejilla
—Hola Bec—ella me abrazó
—¿De que hablaban?—pregunté señalando a ambas
—De nada mija. Kendall me estaba contando de cómo le va en la universidad. Hablábamos de eso, hija
—Ok—respondí arqueando mi ceja—.¿Qué te trae por aquí? No sabía que vendrías—miré a Kendall
—Hace mucho tiempo que no te veía, solo hablábamos por mensajes y estaba preocupada por ti. Lo siento, no sabía que estabas ocupada
—No te preocupes, estaba con Sam haciendo su tarea. ¿Quieres subir a verla?—pregunté y ella sonrió
—¡Por supuesto! Hace tiempo que no la veo
—Bien, vamos arriba
—Con su permiso señora—le habló a mi madre
—Pasa querida, ésta es tu casa
Ambas subimos las escaleras, Kendall tomó mi mano lo cual me pareció extraño pero a la vez sentía un escalofrío recorriendo de mi espalda hasta mi nuca. Inespicable.
Miré a Kendall, mi mirada débil se conectó con esos ojos cafés, ella me sonrió y besó mi frente al sentir el tacto de sus labios cerré mis ojos.
—I love you... never forget that—me habló en susurro
—I love you too—respondí en el mismo tono
Su rostro se iluminó con una sonrisa extravagante. Ninguna dijo nada, tomó mi mano entrelazando nuestros dedos y seguimos subiendo. Entramos a la habitación de Sam quién estaba en compañía de Meena cuyo estaba atenta mirando su iPad.
—Claro, bien que ayudas a mi hija —le hablé sarcásticamente a Meena
—La estoy cuidando—se defendió
—¡Kendall!— Sam se levantó de su escritorio y corrió hasta Kendall que se encontraba a lado mío
—Princesa —la cargó para besar su mejilla
—Qué bueno que viniste, hace mucho que no venías...— Sam le dijo a Kendall y ella se puso a su altura para acariciar su mejilla
—Estaba ocupada con la universidad—mintió
*****
—¿Cómo te va en la universidad, Kendall?—le preguntó mi padre a la chica
—Bien señor, aún me falta para terminar la carrera pero es algo que anhelo—ella respondió.
Mi padre bebió su copa de vino sin dejar de mirar, noté que Kendall comenzó a tensarse, toqué su mano quién estaba sobre la mesa. Ella me miró notandose más relajada, por mi parte seguí comiendo
—¿A qué se dedica tu familia?—mi padre siguió con su interrogatorio, si él quería intimidar a Kendall lo estaba logrando
—Médicos, señor—respondió y mi padre alzó las cejas sorprendidos
—Yo quiero ir a la universidad, abuelito—habló Sam yo quiero ser como mamá Fre.
—¿No que futbolista?— Meena preguntó—.¿Dónde quedó el fútbol, Sam?
—No quiero ser futbolista, tía—respondió
—Irás a la universidad, y estudiarás lo que tú quieras—mi padre le respondió a Sam y ella asintió para seguir comiendo
Seguimos comiendo pero ésta vez en silencio. Cuando terminamos de comer, Kendall, Meena, Sam, Sofi y yo subimos a la planta de arriba para ver una película en el mini cine. Sam y Sofi se encargaron de escoger la película, Meena puso la película que los niños escogieron "Un gran Dinosaurio" Sofi se sentó junto a nuestra hermana, mi hija junto a Sofi, yo junto a Sam y Kendall a lado mío. Sonreí de lado al sentir que su brazo rodeó mis hombros, dejó un beso sobre mi mejilla, me sonrojé al sentir su tacto y ella lo notó porque dejó salir una risita.
*****
—Me tengo que ir—Kendall dijo cuando la película terminó
—No te vallas, aún falta ver la de él último hombre— Meena dijo levantándose de su aciento para poner la otra película
—Enserio tengo que irme, tengo que hacer tarea. Será la próxima—ella se puso de pie y comenzó a despedirse de los presentes y hasta el último de mí—.Adiós bonita—besó mi frente
—Te acompaño a la puerta—me ofrecí y ella asintió. Tomó su bolso y salimos
—Te vas con cuidado—le dije y ella me abrazó
—Lo haré...—habló en medio del abrazo—.Me la pasé increíble
—Pero solo vimos una película
—Aún así, me la pasé increíble contigo...—tomó mis manos y las besó—.Ahora sí me tengo que ir—dejó un beso en la comisura de mis labios. Dejándome totalmente en shock
[Pov Freen]
—Si anotas, apuesto que mañana tú anotarás el gol ganador— ella sonrió poniendo su balón sobre el césped y yo colocándome en la "portería" que Sam y yo hicimos—.¿Listo?
—¡Listo!
—A la cuenta de tres, tiras— ella asintió—One, two... three!
Sam dió dos pasos atrás para obtener más fuerza en su tiro, su empeine golpeó el balón con fuerza. El balón atravesó por la portería, Sam estaba celebrando y gritando gol, yo me levanté del césped, quería detener el balón pero mis reflejos me fallaron, Sam ganó. Me levanté para ir junto a ella.
—Muy bien eh...—me puse a su altura tomé sus manitos
—¡Te gané, te gané!—me presumía
—Ya presumida—reí—.Mañana tienes que anotar no un solo gol si no muchos ¿ok?
—Sí mamá Fre. ¡Mañana mami Becky irá al partido!—sonreí
—Genial, entonces... Una excusa más para que ganes
*****
—¿A qué hora va a llegar mami Becky?—preguntó mientras le ayudaba a bajar del auto
—No lo sé hija, debe haber mucho tráfico—respondí mientras la tomaba de la mano y caminábamos hacía el campo donde a ella le tocaba jugar
—¿Y si le pasó algo?
—Hey, no digas eso. Ahorita le hablo y le pregunto ¿ok?— ella asintió—.Ahora ve con tus amiguitos, yo me encargo de hablarle a tu mamá
Ella asintió y corrió hacía sus compañeros y a su entrenador.
Saqué mi celular y marqué el número de Becky pero me mandaba a la contestadora, suspiré y los peores pensamientos vagaron en mi mente, marqué una y otra vez pero no respondía.
El juego ya había comenzado, los niños del equipo de Sam estaban en la mira. Sam tenía una oportunidad de anotar pero falló. Frucí el ceño al ver que no había obtenido ventaja, me mentí al campo para hablarle.
—¿Qué pasó, prins?—pregunté—.Esa oportunidad era tuya
—Mi mami no ha llegado, ¿le hablaste?
—Por supuesto
—¿Y qué te dijo?—preguntó
—Qué ya viene en camino—mentí—.Ahora, concéntrate en tu juego y mete muchos goles. Anda ve
—Te quiero—me abrazó
—Y yo a ti, chaparro
El partido seguía, Sam no se podía concentrar al ver que Becky no llegaba, se la pasaba mirando hacía a mí, yo solo le sonreía para tranquilizarla.
El albitro dió el pitazo, indicaba el medio tiempo y el marcador seguía en cero por ambos equipos.
El entrenamiento de mi hija junto a todo el grupo de once pequeños, veía que les hablaba, Sam y los otros niños estaban sentados en el césped poniendo atención a su superior.
Becky seguía sin llegar.
Inconscientemente volteé y vi a la castaña llegar corriendo, traía unos pantalones vaqueros, una blusa blanca que dejaba ver notar su abdomen y sus hombros, sus zapatillas, su cabello amarrado y sus Ray Ban. Se veía sumamente preciosa.
—Se me hizo tarde—fue lo dijo al verme
—No te preocupes, ¿todo bien?—ella asintió—. Sam ha estado un poco inquieta pero apuesto que se pondrá las pilas al verte
Ella sonrió al ver a nuestro hija quién prestaba atención a su entrenador. Cuando ya se iba a iniciar el segundo tiempo, Sam vió a su madre junto a mí, ella sonrió le saludó haciendo señas con sus manito, la castaña hizo la misma seña y le mandó besos.
—Ahí la tienes, prins—susurré al ver a Sam corriendo por el balón hacía la portería del equipo contrario
—¡Goooooool!—todos gritamos
Sam sonrió, sus compañeros y su entrenador lo celebraban, Becky daba brincos de la emoción al igual que yo.
*****
El partido finalizó, el marcador quedó 1-0 favor el equipo de Sam
—Muy bien, muy bien—la cargué
—Estuviste increíble— Becky le habló y besó su mejilla
—Mami, estaba preocupanda porque no llegabas
—Perdóname mi amor, pero se me hizo tarde. No volverá a pasar ¿si?—Sam asintió—Ven aquí que te quiero abrazar, mi niña hermosa —le extendió sus brazos y le entregué a Sam
—Mami mami, ¿puedes acompañarnos a mamá Fre y a mí a ir a ver la escuela de arte?— Becky me miró con el ceño fruncido
—¿Escuela de arte?—preguntó, asentí mordiendo mi labio inferior
—Eh... sí... Ella quiere ir a una escuela donde enseñan a niños dibujar, a Sam le interesa y le dije que si él quería la iba inscribir siempre y cuando le guste—respondí nerviosa. Becky se puso sería y se cruzó de brazos
—¿Por qué no me habías dicho?
—Hmm... te iba a de...—me interrumpió
—¿Me ibas a decir cuándo ya estaba inscrita?—negué—Si no fuera por ella —señaló a Sam quién miraba atenta la conversación—.No me hubiera enterado. Freen, no puedes tomar decisiones de Sam sin no consultarmelo antes. Recuerda que yo tengo la patria potestad
—Lo sé Becky, discúlpame. Pero Becky yo...
— Becky nada—me interrumpió molesta—.No tiene el dere...
—¡Haber ya!—gritó Sam dejando sin habla a Becky—Ya no peleen por mí, no me gusta que sigan peleando
—No estamos peleando prins—me puse a su altura—.Tú no te preocupes
—Es que yo no quiero que sigan peleando... Yo tengo muchas ganas de ir a esa escuela para aprender a dibujar. Convence a mami Becky de que me deje ir—asentí sonríendo de lado
—Lo haré... Anda ve a patear tu balón— ella asintió, tomó su balón y corrió hacia el campo que ya estaba medio vacío, había varios de sus compañeritos jugando entre ellos
—Me altere, lo siento. Olvidé que estaba ella —la castaña habló cuando Sam ya estaba lo suficientemente lejos
—Te entiendo... Aún así, pienso que si Sam quiere asistir a esa escuela la distraerá un poco
—Tienes razón
*****
Entramos las tres tomadas de la mano, el local estaba en perfectas condiciones, la decoración era blanca y verde era un lugar armónico. Había pequeños escritorios uno delante del otro, la mayoría de la edad de Sam, había una mujer con una niña, al vernos le dijo algo a la pequeña y se acercó a nosotras.
—Bienvenidos a Green Art—habló la señora de aproximadamente de treinta y tantos años—Soy Scarlett Arroyo, ¿Vienen a pedir informes?
— Freen Sarocha—estreché mi mano con la mujer—.Si, venimos a preguntar para clases, mi hija quiere aprender—señalé a Sam con la mirada y la mujer asintió
—Si claro pero tomen asiento, por favor— Becky tuvo que cargar a Sam en sus piernas porque solo había dos asientos—. ¿Qué edad tiene?
—En un mes y medio cumple seis años—respondió Becky.
—Manejamos las clases por una vez a la semana y por dos veces a la semana, ¿quieren que ella tome dos clases por semana?—preguntó. Becky y yo asentimos—.Ok, La colegiatura es de 60 dólares al mes, el material se los vendemos aquí y su costo es de 12 dólares—explicó
—¡Mami, mira ese dibujo!—exclamó Sam señalando un dibujo que colgaba de las pared al igual que otros dibujos muy hermosos
—¿Los dibujos son de los alumnos o usted los hizo?—preguntó Becky y la mujer negó
—Todos los dibujos que ustedes ven son hechos por los alumnos. Los materiales que vemos son; Lápiz, carboncillo, acuarela, acrílico, gis pastel, óleo, entre otros...— Becky quedó miraba sorprendida los dibujos—.¿Cómo ven? ¿Se animan?
— Sam hija, ¿seguro que quieres tomar clases aquí?—pregunté
—Si, yo quiero aprender a dibujar y me gustó mucho este lugar para hacerlo—respondió y sonreí
—Sí, nos animamos—respondí y ella asintió
Nos hizo una pequeña entrevista a Becky y a mí para hacer su inscripción de Sam, pagué con tarjeta de crédito y nos entregó su kit de material con el que empezaría a dibujar. Sam estaba emocionada.
—¿Estás emocionada?—pregunté y ella asintió
—Mucho
—Si gustan, puede comenzar su primera clase hoy—miré a la castaña y ella se encogió de hombros
—¿Quieres tomar la clase hoy, mi amor?—le preguntó a nuestro hija
—Si mami
La maestra sonrió, presentó a Sam con el pequeño grupo de niños que tenía, Sam se sentó en un escritorio, Scarlett le comenzó a explicar lo que tenía que hacer.
Camila y yo nos sentamos en un sillón que tenían que daba una vista perfecta para ver a Sam. Ella prestaba atención a lo que le decía la maestra.
El celular de la castaña comenzó a sonar, salió del local. Mi cuerpo se comenzó a tensar cuando ella salió, ¿quién le hablaría? Mi cabeza se comenzó hacer preguntas y hacer respuestas sin llegar a ningún lado.
—Saldré un momento, se lo encargo—le dije a la maestra y ella asintió
—No se preocupe
—Ahorita vuelvo hija — ella asintió volviendo la vista a la profesora
Salí del lugar y comencé a mirar a todos lados pero no la encontraba, hasta que la vi cerca de mi auto, estaba de espaldas con el celular en la oreja, caminé despacio sin hacer mucho ruido para que no sintiera mi presencia
—Sí.....Ayer igual me pase increíblemente bien contigo....—fruncí el ceño—Hmm no.....¿Te parece si hablamos al rato?.....Te quiero, adiós—colgó, dió la vuelta para encontrarse conmigo— Freen—habló asustada tocando su pecho—.Me asustaste
—Lo siento... ¿Todo bien?—ella asistió
Comencé acercarme a ella su mirada estaba inmovilizada pero no me detenía, la cogí por la cintura para tenerla más cerca a mi su piel se erizó al sentir mis manos tomaron su cintura desnuda, el olor a vainilla natural de su cuerpo llegó a mis fosas nasales, exquisito.
Sus manos tocaron mi pecho. Una de mis manos tomé su rostro, ella suspiró al sentir mi mano tocarla.
Rocé mis labios con los de ella, comenzando un movimiento más rápido y suave dándome una sensación de mariposas en el estómago, mis pies estaban comenzandose a dormirse de la emoción. La pegué al auto, acorralandola con mi cuerpo, ella no me lo impedía, nadie lo impedía.
Solo éramos ella y yo, como siempre debió ser así, ella y yo nada más.
La castaña rodeó mi cuello con sus brazos, por mi parte mis manos seguían tomando su cintura. El beso subió a un tono más alto, nuestras lenguas chocaban entre sí, daba pequeñas mordidas en su labio inferior, eso sí, sin lastimarle.
—Esto... esto no está bien...—su respiración estaba del tanto agotada como la mía
—Por favor, no arruines esto—pedí y ella negó
—No está bien, Freen—me empujó levemente
—No Becky...—la tomé de mano para detenerla
—Ya Freen. Esto se acabó, tú te encargaste de acabarlo—se soltó de mi agarre y caminó hasta entrar nuevamente al local
Di un golpe en el cobre de mi auto
—¡Maldita sea!—solté una patada en la llanta
FLASHBACK
—¿Qué piensas?—me preguntó mientras veía el cielo azulado lleno de nubes que lo hacían lucir hermoso
—En nada...—mentí
—Mentirosa. Ya dime qué te traes
—¿De verdad quieres saber?—ella asintió—Pienso en un futuro contigo... Dándome una familia, siendo felices tú y yo—ella sonrió para luego darme un beso en mis labios
—Te amo
—Y yo a ti...—besé sus labios nuevamente
—Yo también quiero un futuro contigo, quiero que seas la segunda madre de mis hijos. Y qué en este mundo, solo seamos tú y yo solamente
—Así será mi amada mía
FIN DEL FLASHBACK
Dejé salir un suspiro ante mis recuerdos. miré el cielo estaba igual de azul pero yo lo veía gris, saqué de mi chaqueta un cigarrillo; lo puse entre mis labios y lo encendí.
El fumar me relaja de alguna forma u otra, el tabaco daña tu salud pero en tu momento te quita todo ese estrés que te cargas día con día, qué patético vicio ¿no? Es tonto, pero el sacar el humo de tu boca es como sacar tus palabras que no puedes decir, que no puedes gritar. Las palabras que te callas, y que no pueden ser para la persona que quieres, que ocupe nuevamente tu corazón.
—Regresamela una vez más, por favor—le hablaba al cielo—Prometo cuidarla, pero ésta vez si con mi corazón