Dulce y amarga espera © (DYAE...

By ivanitakuu

634 225 826

Dante es un chico gruñón y frío, mientras que Abigail es una chica dulce y amable. Ambos son polos opuestos... More

⚠️ANTES DE LEER⚠️
Prólogo
♥*•.¸Playlist¸.•*♥
1. Reunión en la Biblioteca
2. Café negro y una malteada de fresa
3. Un invitado no deseado
4. Un día nublado sin sol
5. Una visita con flores
6. Encuentro en un bar
7. Un poeta enamorado
8. Un malentendido con sabor a miel
9. Cita en el museo
9. Cita en el museo pt.2
10. Levi, el insoportable
11. Dante, el pedante

12. El insoportable y el pedante.

21 7 54
By ivanitakuu


La mañana llego, y eso significaba que teníamos que entregar el proyecto del profesor Núñez.

Me levante, hice mi cama y me fui a bañar para luego ponerme un pantalón de vestir negro junto con un suéter café oscuro. Estaba un poco indeciso con los zapatos, pero opte por lo más sencillo, unos oxford negros.

Cuando salí de mi cuarto ya listo, me encontré a Levi durmiendo plácidamente en mi sofá. Al principio pensé que estaba viendo un fantasma, pero en efecto, era él en carne y hueso. Había olvidado por completo que lo invite a pasar la noche o mejor dicho, la madrugada.

No podía dejarlo más tiempo descansando, por lo que me decidí por despertarlo de la forma más amable posible. Arrojándole una almohada.

—Levántate, ya es hora de irnos —dije alzando un poco mi voz mientras guardaba mi laptop con el USB de la tarea en mi bolso.

—¿Eh? —chilló Levi confundido, al parecer no había aterrizado en tierra todavía.

—¡Ya nos tenemos que ir! —exclamé acercándome a él.

—¡Eh! ¡¿Tan temprano?! —asustado se incorporó de su posición.

—No es temprano, son las 8:15 de la mañana —expliqué mostrándole la hora de mi celular.

—¡Eso es muy temprano! —gritó indignado pasando sus manos por su cabello oscuro— ¡Las clases empiezan a las 10!

—Creo que olvidaste que uso el transporte público, eso me toma tiempo. —respondí alejándome de la sala.

Al parecer Levi aún se estaba recuperando de la impresión. Pero yo no tenía por qué esperarlo, así que tome mis llaves y me dispuse a irme.

—¡Espera! —exclamó el gritón poniéndose sus tenis con rapidez para después tomar sus cosas de la mesa.

Para mi sorpresa en un abrir y cerrar de ojos ya estaba afuera.

—Eres un hospedador horrible... —dijo en voz baja pasando su mano por su rostro.

—Y tú un invitado desagradecido —respondí cerrando la puerta de mi apartamento, encaminándome a las escaleras.

—¡Espera! —Levi gritó de nuevo apresurándose para seguirme el paso.

Admito que fue divertido verlo seguirme como si de su vida dependiera. De hecho así era, pues yo tenía el proyecto.

Saliendo de la zona donde vivía, tomamos en la parada más próxima un camión que nos dejaba un par de cuadras antes de la universidad. Al llegar caminamos con tranquilidad, pues tiempo nos sobraba.

Levi estuvo en silencio durante el trayecto del autobús, aquello me extraño, me imagine que era por su falta de sueño, porque volvió a la normalidad en cuanto bajamos del bus.

—¿Si sabes que falta como 1 hora para que empiecen las clases? —preguntó soltando un gran suspiro.

—Soy consciente de eso, pero prefiero llegar antes que tarde.

—Te entiendo, pero ¿No te parece DEMASIADO temprano? —dijo haciendo énfasis en lo temprano que era.

—Te repito, antes temprano que tarde.

—Como digas... —contestó sin ganas, dándose por vencido.

Después de eso hubo silencio, eso me alegro, aunque fuera por solo unos segundos.

—¿No tienes hambre? ¿Qué sueles desayunar? —preguntó con entusiasmo, como siempre.

No pude evitar dirigir mi mirada hacia él, asombrado por cómo puede ir de un tema a otro.

—¿Qué pasa? —me preguntó desconcertado y añadió al verme enfocar de nuevo la vista en el camino— ¿Tú desayunas verdad?

—Prefiero limitarme a comer dos veces al día. —respondí un tanto incomodo, aclarando mi garganta.

—¡¿Qué?! ¿¡Tú no desayunas!? —exclamó en voz alta, haciendo que todas las personas a nuestro alrededor nos miraran.

—Grítalo más fuerte, creo que el de la esquina no te escucho —dije un poco molesto, señalando la esquina.

—¿No te da hambre? —me ignora por completo y sigue insistiendo— Ahora que lo pienso, tal vez por eso es que estas tan delgado...

Ganas de callarlo no me faltaban, pero estaba siendo considerado, pues no quería molestar a las personas que pasaban.

—Claro que me da hambre, pero no todos nos podemos dar el lujo de comer tres veces al día.

—Ya veo, lo siento, no sabía que eras un tacaño... —mencionó en voz baja.

Nadie en 25 años me había llamado tacaño...

—No soy tacaño, solo administro mis gastos de la mejor forma. —expliqué con la vista fija en el camino.

—No tienes que explicarte, entiendo que no quieres gastar dinero. —dijo soltando un suspiro.

Creo que Levi no me entendió, no se trata de que no quiera gastar dinero para comer, como si hubiera algo más importante, es que literalmente no puedo permitírmelo teniendo un apartamento que pago mensualmente y como no sé cocinar, mis gastos en ir a restaurantes son mayores.

No quisiera pedirles dinero a mis padres, pues ellos ya me han ayudado bastante, sin ellos no creo poder tener la casa que tengo y puede que ser corrector de textos en línea no sea el mejor trabajo, pero al menos gracias a eso puedo pagar mis necesidades básicas.

Deseaba explicarle todo esto, pero creo que solo gastaría saliva y energía en alguien que claramente ya se ha hecho una idea sólida sobre mí.

—No es eso... —susurré en voz baja, resignándome a ignorarlo.

—¿Qué pasó? —preguntó mirándome con atención, al parecer tiene un oído demasiado afinado.

—Nada, mira ya llegamos —respondí desviando su pregunta, apresurando mi paso.

Entonces entramos a la facultad, habíamos llegado una media hora antes, así que entramos tranquilamente al aula, era un auditorio con varias gradas de forma semi circular. Me senté en una de las primeras filas para poder escuchar y ver con mayor claridad.

Comencé a sacar mis cosas para acomodarlas, pero mi tranquilidad fue interrumpida. La verdad pensé que una vez que llegáramos a la universidad me dejaría en paz.

Que tonto fui.

—¿Por qué te sientas tan adelante? —Levi se acercó, sentándose a mi lado.

—Para ver y escuchar. —respondí sin prestarle mucha atención, tal vez así capte la indirecta.

—Deberías sentarte más arriba, ahí el profe no te presta mucha atención y hasta puedes comer sin que se dé cuenta.

—Justo lo que no quiero —entonces saqué mi laptop de mi bolso, la prendí y metí el USB con nuestro proyecto solo para revisar que todo estuviera en orden.

—Eres demasiado rígido, te vendría bien relajarte —comentó recargándose en el respaldo de la silla.

—A ti te vendría bien sentarte en otro lado y dejar de ser tan preguntón.

—¿Si sabes que solo somos tú y yo en toda esta sala? —cuestionó en voz alta estirando sus brazos.

—¿Si sabes que no me importa un pepino? —le respondí con la misma pregunta de forma burlona.

—Está bien, ya entendí que no me quieres aquí. Me voy.

Me alivie cuando vi a Levi abandonar su asiento, para sentarse en otro lado. Al parecer entendió mi indirecta porque no volvió a dirigirme la palabra, después de un rato llegaron todos, incluido el profesor.

Pidió que todos entregaran la tarea que había asignado por correo, varios estaban apresurados enviándolo, pero yo me precaví enviándola antes. También nos comentó que la clasificación del proyecto nos la daría al día siguiente.

La clase estuvo bien, tome apuntes y tuve algunas dudas, así que decidí preguntarle después al profesor. Una vez que culmino, me acerque a él, hablamos por un tiempo hasta que ambos nos quedamos a solas en el auditorio.

Como ya era tarde y tenía bastante hambre, le di las gracias y me dispuse a irme, pero una voz conocida e insoportable me detuvo cruzando la puerta del aula, invitándome una comida en el restaurante de mi preferencia.

Por el susto y el hambre, acepte sin pensarlo mucho, es decir, él por su propia voluntad quiere pagarme una comida, ¿Quién soy yo para rechazarlo?

Continue Reading

You'll Also Like

1M 53.4K 45
Desde el momento que subí al tren del expreso de Hogwarts y choque con Draco y Blaise mi vida no volvió a ser la misma. Más cuando el sombrero selecc...
429K 27.9K 29
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca. -¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen. -Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a e...
66.7K 3.5K 78
Enamorarse fue fácil. Lo que viene después es el verdadero desafío... Keeping 13 «Los chicos de Tommen #2», de Chloe Walsh.
1.9M 131K 89
Becky tiene 23 años y una hija de 4 años que fue diagnosticada con leucemia, para salvar la vida de su hija ella decide vender su cuerpo en un club...