[Pov Omnisciente]
—Mija, ¿ya irás por Sam? — Phon entró a la habitación de su hija mayor
—Si, salgo en diez minutos. —Respondió Becky, quién terminando de peinar su cabello - ¿Necesitas algo? —Le preguntó a su madre
—Quería pedirte que fuéramos juntas por mi nieta, de ahí ir por Sofi e ir las cuatro al supermercado, nos urge ir por despensa. - respondió la mayor ya Becky le pareció buena idea
—Claro ma, bajo en un momento. - la castaña respondió a su madre, ella solo le sonrió y salió de la habitación cerrando la puerta
Después de que Phon desapareció de la habitación de su hija, ésta dió un gran suspiro que retumbó en toda la habitación, se levantó del borde de su cama y caminó hasta una de mis dos mesitas de noche que tiene en cada lado de su cama, abrió la cajonera de una de ella y tomó una fotografía, la miró por varios segundos, delicadamente la besó, una lágrima corrió por su mejilla ya su vez dijo:
—¿Por qué de ti? ¿Por qué me tuve que haber enamorado de ti? Si solo me has dado dolor en vez de amor ... Dime el por qué ... porque te juro que no yo misma no lo entiendo ... Acaso, ¿lo merezco? ¿Merezco estar así por ti? ¿Merecí tus golpes e insultos? Hay momentos en los que te odio, pero mi amor por ti no cambia, aveces me odio por amarte tanto ...
Para la castaña hacer eso ya era costumbre, era como su rutina diaria de su día. Ver, hablarle y besar una fotografía de su aún esposa era su rutina.
Quizá hacer eso, era para ella como una necesidad, quizás se sentia menos triste, menos estresada.
Miró por última vez la foto, y así mismo la guardó en el mismo lugar, su cajonera.
Salió de su habitación tomando su bolso para encontrarse con su madre quién la estaba esperando en la gran sala de estar
—Vámonos - Becky le dijo a su madre al verla, Phon se levantó de su sofá de piel y la miró extrañada
—¿Lloraste? —Le preguntó a su hija, ya que Becky tenía los ojos un poco hinchados, su delineador corrido, y la punta de su nariz rojiza
—No má. - Becky mintió, pero phon conocía a su hija perfectamente
—Hija ... Te conozco mi amor. - se acercó hasta Becky y le dió un cálido abrazo - Cuando volvamos hablaremos señorita ¿Ok? — Becky rió bajo
—Está bien ...— suspiró y su madre besó su mejilla
—Vamos que se nos hace tarde para ir por mi nieta.
Ambas salieron de la mansión, y así, subieron a la camioneta de lujo color blanca, le indicaron a Josh, el chófer personal de la familia Armstrong que las llevaría al colegio donde acude la más pequeña.
En el camino Becky iba retocando su maquillaje arruinando gracias a su llanto, Phon iba conversando por teléfono con un familiar, Becky no iba prestando atención a la conversación de su madre, ella seguía en lo suyo.
—Llegamos. - anunció el chófer
La madre joven le dijo a Phon que la esperase dentro del auto.
Becky caminó hasta la entrada del colegio de lujo de su hija, la chicharra sonó y eso significaba que los n***s saldrían.
Todos los padres de familia se acercaron a la entrada, y la persona encargada abrió la puerta comenzando a repartir a los n***s más pequeños de sus padres, Becky tuvo que esperar el grupo de su pequeña.
—¿Por quién viene? —Le preguntó la persona encargada en entregar a cada niño a sus padres
— Samantha ... Sarocha Armstrong - la morena se trabó al pronunciar el apellido de su esposa
La señora de la entrada asintió y voceo el nombre de la niña por un micrófono.
Sam escuchó su nombre, se despidió de su primo James y salió hasta la salida con su pequeña mochila en su espalda y su pequeña lonchera, al ver a su madre la abrazó y ella gustosa besó la pequeña frente de su pequeña
—¿Cómo te fue, mi vida? —Preguntó Becky a su hija mientras caminaban tomados de la mano hasta donde se encontraron estacionada la camioneta
—Bien mami, y ¿a ti?
—Bien hija, la abuelita nos está esperando en la camioneta, ahorita iremos con a recoger a Sofi y después iremos las cuatro al supermercado. ¿Te gusta la idea?
—Por supuesto que si mami respondió - emocionada la pelinegra
Después de que Becky y Sam subieran al auto, Josh se dirigió al colegio donde estudiaba Sofi.
Josh estacionó frente a la escuela primaria, la niña saludó a todos y se alegró al ver a su pequeña sobrina y a su hermana, ya que ellos nunca iba a recogerla.
Ya en el centro comercial, Phon iba empujando el pequeño carrito donde podías ir metiendo sus compras.
—¿Qué más falta? —La mayor se preguntó así misma viendo su carrito lleno
—Ya llevamos muchas cosas, abuelita. - le dijo su nieta
—Si mija, pero estoy viendo de que no nos olvidemos de nada. - Phon le respondió a su nieta - Becky hija llamó a su hija quién estaba viendo su celular - Ve al pasillo donde están las pastas y trae varias.
Becky asintió y caminó buscando el pasillo donde podría encontrar lo que le pidió su madre, pasó por el pasillo de lácteos, vinos y licores, frituras, y nada.
Hasta que decidió preguntarle a un joven que estaba uniformado con colores que asimilaban al supermercado, y un gafete que traía colgando en su pecho.
Después de que diera las indicaciones como llegar al dichoso pasillo Becky caminó como le dijo el joven.
-Por fin. - murmuró para si misma al ver el pasillo que buscaba
Mientras comenzaba a caminar sobre éste, sintió que su celular dió una vibración, ella sin dudarlo sacó su iPhone de su bolso de mano para ver de qué se trataba
Becky, mañana saldremos
Nam y yo a ver una galería
fotográfica ¿te unes? :)
Becky sonrió al ver el mensaje de su vieja amiga, quizás era buena idea salir con Yuri, últimamente Yuri la invitaba a todos los lados que iba, ya que Becky le había contado de su divorcio con Freen, la Polinesia pensaba que distraer a Becky es buena idea ya que Becky estaba apunto de caer en depresión.
Hola Yu, claro que me uno
con ustedes. (:
Becky le respondió a su amiga, sintió que alguien chocó con ella provocando que las cosas de la otra persona cayeran al suelo
—Lo siento ...— Becky se agachó para recoger las pertenencias
—No te preocupes. - escuchó una voz femenina, muy dulce a decir verdad
Becky recogió un bolígrafo, una cartera color rosa, y un perfume de bolsillo, la morena notó que el celular de la chica de voz dulce también había caído al suelo, ella lo iba a tomar cuando su mano chocó con la mano de la otra chica provocando que ambas se mirasen a los ojos.
Ambas se quedaron estáticas al verse.
—Creo que esto te pertenece. - la morena le dijo con voz suave, entregó aquellas pertenencias que por su culpa estaba caído al suelo
—Qué preciosa eres ...— la otra joven de cabello lacio murmuró al ver la perfecta belleza de Becky
—¿Disculpa? —Preguntó Becky y ésta se sonrojó
—N-no nada ... Que muchas gracias.
—Fue mi culpa, yo venía mirando mi móvil y ah ... Discúlpame. - Becky soltó una risita nerviosa ya la joven que tenía frente a ella le pareció adorable
—No te preocupes. - negó sonriendole - Por cierto, me llamo Kendall, mucho gusto. - le estiró la mano en forma de saludo, Becky estrechó su mano con Kendall provocando que ésta saliera una sonrisa de oreja a oreja
— Becky, el gusto es mío.
Kendall no se cansaba de ver aquella morena de ojos grises, la miraba como si fuera lo mejor del mundo, como si el más hermoso paisaje se encontrase en la mirada de la castaña. Kendall temía que ese momento acabara porque el día de mañana quizá no volvería a ver a Becky, y Becky ... Ella también sintió una nube de emociones al ver a la joven.
—Yo-yo tengo que irme. Un placer Kendall. - Becky dijo nerviosa
Dejó a Kendall sin habla, Becky tomó los primeros sobres de pastas que vio y apresuró su paso para encontrarse con su madre, hermana e hija.
— Becky ...— Kendall sonrió al decir el nombre de la morena - Bello nombre.