decay ━━ daryl dixon

By -poisxn

6.3K 685 96

DECAY | en donde una pequeΓ±a familia rota se ve obligada a luchar si quiere sobrevivir ... More

decay
epigraph & mixtape
graphic gallery
graphic gallery ii
act i
i. house of memories
ii. priorities
iv. dead weight
v. graveyard

iii. bittersweet reunions

414 56 14
By -poisxn













capítulo tres,
( bittersweet reunions )











              ELEANOR STRODE PODÍA SENTIR LAS HORAS CORRIENDO MÁS deprisa de lo normal. Podía sentir la negra y pútrida mano de la muerte alcanzando a los miembros del grupo que se encontraban en Atlanta y su mente no paraba de crear horrendos escenarios en que de alguna u otra manera todos acababan muertos. Su madre, Merle, Glenn, T-Dog, Andrea, Morales, Jacqui. Siempre había sido una persona ansiosa, incapaz de controlar las horribles voces en su mente que le producían temblores y le hacían sudar frío; ahora era peor.

Una o dos horas atrás, T-Dog se había comunicado a través de la radio con noticias devastadoras: estaban atrapados y sin salida. Los muertos los habían alcanzado y esperaban ansiosos para devorarlos. Tan ansiosos como Eleanor se sentía por el peligro que corrían.

Tras colgar su mochila sobre sus omóplatos, Eleanor se sentó sobre un tronco para limpiar su pistola. Si iba a adentrarse al bosque en busca de su hija, más le valía tomar todas las precauciones posibles. Quería con todas sus fuerzas poder confiar en Daryl y en que mantenía a su hija a salvo, pero necesitaba verlo con sus propios ojos. Necesitaba verla y asegurarse de que se encontraba tan seguro como lo estaría en el campamento. No podía seguir allí sentada sin hacer nada.

Y cuando los encontrara, estaba segura de que la odiarían. Y con razón. Hacerlo solo les demostraría que no confiaba en ellos. Pero tal vez ese era el punto. Tal vez no confíaba en que Daryl la pudiera mantener a salvo. No como lo podía hacer ella. Incluso ni siquiera como lo podía hacer Matt.

—Solo quiero decir una última vez que esto me parece una idea terrible.

Eleanor alzó su mirada momentáneamente antes de volver a alternarla a la pistola a medio armar. Momentos como este le recordaban cuanto había odiado a su madre por enseñarle cosas como esta, cosas que no le interesaban, cosas por las que acababa castigada o con moretones si no las hacía bien. Y ahora tenía que estar agradecida. Pero moriría antes de que Jane Strode lo supiera. Si le daba poder a esa mujer nunca lo recuperaría y volvería a ser una niña asustadiza que solo busca aprobación. No podía volver a serlo. Esa niña había muerto hacía mucho tiempo.

—Puedes pensar lo que quieras. Iré. Tú no lo entiendes.

Las palabras resultaron mordaz y al instante se arrepintió. Matt solo quería ayudar. Era lo único que siempre quería. Y por momentos no podía evitar odiar que fuera tan malditamente servicial. A veces creía que era demasiado bueno para ella. Seguramente lo era.

—Sé que no es mi hija. Carajo, todos me lo recuerdan constantemente. Pero quiero a esa niña, Eleanor, y también quiero que esté a salvo. Así que sí, entiendo que no puedas estar feliz y relajada, simplemente esperando. Solo debes pedirlo y sabes que te acompañaría. ¿O acaso tampoco confías en mí? ¿Acaso esa es la razón por la que piensas ir sola?

Por un momento, ninguno emitió palabra. Eleanor incapaz de observarlo. Porque si le decía que confiaba en él entonces se daría cuenta de que estaba mintiendo.

—Oh, vaya —murmuró Matt y retrocedió un paso, mirada repleta de decepción y dolor—. No lo haces. No confías en que pueda cuidar de ella. Tampoco en que pueda cuidarte a ti. ¿Por qué estamos juntos entonces, eh? Dime. Porque si no confías en mí, significa que no me amas.

Eleanor tiró la pistola a medio armar a un lado y se puso en pie para quedar frente a él, más a su nivel a pesar de que era media cabeza más alto que ella.

—Si crees que necesito que cuides de mí, tal vez no me conozcas tan bien como creía. No necesito que cuides de nosotras, Matt. No es esa la razón por la que estamos juntos... Te amo y confío en que eres una buena persona y un buen compañero. No necesito un maldito guardaespaldas, y si no lo puedes entender tal vez tengamos un problema.

Volvieron a pasar unos segundos en que ninguno habló. Simplemente manteniendo la mirada del otro. Matt suspiró y apoyó su mano sobre la mejilla de Eleanor en una caricia. Ella no se movió, porque si él no lo entendía entonces probablemente la relación no funcionaría. Su madre nunca la había protegido, solo le había enseñado a hacerlo por sí misma. Su padre huyó en la primera oportunidad que tuvo. Su hermana corrió al ejército cuando cumplió la mayoría de edad. Y Daryl nunca aprendió la definición de protección, así que no podía brindársela aunque lo intentara.

—Lo entiendo. Pero prométeme que entiendes que solo quiero asegurarme de que te encuentras bien.

Eleanor tomó su muñeca entre sus manos y dejó un beso en su palma. Eso podía entenderlo. También ella quería asegurarse de que él estuviera bien.

—Lo prometo. Volve...

Sus palabras se vieron interrumpidas, sin embargo, por el ruido estridente de la alarma de un auto que se acercaba hacia ellos a toda velocidad. Enseguida tomó la pistola a medio armar que había dejado en el suelo y siguió a Matt al frente de la RV de Dale junto al resto del grupo, uno más confundido que el otro por lo que sucedía.

—¿Son ellos? —inquirió Amy con esperanza—. ¿Regresaron?

—Por Dios —murmuró Dale observando a través de sus binoculares y arriba de su RV.

—¿Qué es?

—Creo que es un auto robado.

Eleanor metió su pistola desarmada dentro de la mochila y tomó la escopeta que llevaba atravesada en la espalda. Matt la observó por el rabillo del ojo con sorpresa. No estaba de humor para recibir sorpresas, sobre todo si se trataba del hombre de la carretera, del que no habían sabido nada más. Nunca había disparado contra una persona y no estaba segura de estar preparada para hacerlo.

A través del camino de tierra que llegaba directo de la cantera, un Dodge Challenger rojo se acercaba a gran velocidad, la alarma sonando cada vez más estridente. La mujer alzó su escopeta mientras la puerta del conductor se abría. Manos temblando levemente. Arma sacudiéndose sobre ellas. Y el alivió fue inmediato al darse cuenta de que se trataba de Glenn y de que la podía bajar.

Amy lo interceptó al instante, sin siquiera preguntarle si se encontraba bien. Repetía una y otra vez si su hermana estaba bien. Shane del otro lado pidiéndole a los gritos que apague la alarma. Eleanor sonrió de lado y, al notarlo, Glenn alzó su dedo medio en su dirección.

—¡Si! —exclamó Glenn al fin—. Si, bien. Todos lo están.

Hizo una pausa, su mirada preocupada intentando de pronto esquivar la de Eleanor. Shane levantó el capó del auto y arrancó unos cables. El sonido estridente de la alarma se detuvo y el silencio se volvió pesado sobre ellos ante la mirada culpable que puso Glenn.

—Bueno, Merle no tanto.

Ante la noticia, Eleanor cerró sus ojos un momento mientras volvía a colgar la escopeta a través de su espalda. Cientos de veces había pensado que todos estarían mejor si Merle estuviera muerto. Ahora no estaba demasiado segura de que fuera cierto. Octavia lo adoraba, aunque fuera una mala influencia, y Daryl besaba la tierra sobre la que caminaba como si fuera su maldito santo personal.

—¿Está muerto? —inquirió Eleanor tratando de sonar al menos un poco apenada, sin demasiado éxito.

—Uh, no realmente —contestó cambiando su peso de una pierna a la otra con clara incomodidad.

—¿Qué carajo significa eso, Glenn? ¿Está lastimado? ¿Lo mordieron?

A pesar de que sus preguntas habían salido de manera más agresiva de lo que esperaba, Glenn pareció no tomarlo de manera personal, optando por negar con su cabeza.

—No... Está atrapado.

Eleanor estuvo a punto de soltar una carcajada. Sentía alivió y también lamentaba que no estuviera muerto. Les dolería a Octavia y a Daryl, por supuesto, pero sería sacarse un gran problema de encima. Porque eso era lo único en lo que Merle Dixon era bueno. Generar problemas que nadie necesitaba.

—¿Atrapado? ¿Atrapado y rodeado de infectados quieres decir?

Matt colocó su mano sobre la base de su espalda y Eleanor se apoyó sobre su costado en busca de apoyo. Carajo, si tenía que decirle a Octavia que su tío estaba atrapado en la ciudad, necesitaba detalles más específicos.

—Uh, no exactamente. Digamos que está esposado en una tubería y sobre una azotea.

Los labios de Eleanor se separaron con estupefacción, pero no pudo preguntar más porque un camión se había detenido detrás del vehículo rojo y los sobrevivientes de Atlanta bajaban a saludar a sus familiares. Andrea y Amy se reencontraron a mitad de camino, lágrimas en ambos de sus rostros mientras se abrazaban. Morales reuniéndose con su esposa e hijos.

Eleanor suspiró con alivio al ver la figura de su madre acercarse. Su relación era tan complicada que ni siquiera ella la entendía por momentos. Un momento se peleaban, se gritaban, se maldecían, y al otro reían y se abrazaban. Aunque no dudaba de que la amaba. Y de que su madre también lo hacía a su manera.

Se acercó a ella a zancadas, ignorando por completo el olor a podredumbre y muerte que traía de la ciudad, y la abrazó por los hombros. Matt se acercó a ellas y Jane lo tomó del brazo para que se uniera a ellas.

—¡Papá! ¡Papá!

Se separaron de repente con los gritos de Carl y observaron al niño correr a los brazos de un hombre vestido de policía. Compartían el mismo tono de azul en sus ojos repletos de lágrimas. Eleanor llevó una mano a su boca mientras alternaba su mirada a Lori y la mueca de pura incredulidad que adornaba sus facciones. Entonces el hombre se acercó a ella con su hijo entre brazos y los tres lloraron juntos.

El reencuentro era un milagro y Jane Strode esperaba que no tuvieran que pagar por él.

























             CON CADA MINUTO QUE PASABA, OCTAVIA COMPRENDÍA CADA vez más porque a su padre le gustaba pasar tanto tiempo en el bosque. No se trataba tanto de la naturaleza, sino de la paz que los rodeaba como una burbuja, protegiendolos del resto del mundo. Allí estaban solo ellos dos. Nadie los molestaba. Nadie les pedía que hicieran cosas que no querían. No los observaban constantemente, esperando el momento en que decidieran robar algo para contarles al resto del campamento y tener así la oportunidad de echarlos.

Porque por supuesto que Octavia lo había notado. Observaban a su padre y a su tío Merle como si fueran escoria debajo de sus zapatos. Como si darles la espalda implicaba que alguien acabaría herido o con faltas. Realmente no los culpaba. A decir verdad, estaban en lo cierto. Pero solo Merle y ella eran responsables de los objetos que les faltaban, su padre no le había robado a nadie. Y simplemente odiaba que pensaran mal de él. Era muy bueno.

—¿Es verdad? —inquirió Octavia en un susurro, pasos suaves sobre las hojas—. Ya sabes, eso que dice el tío Merle.

Daryl la observó sobre su hombro, mirada entornada antes de volverla al frente.

—¿Qué dice el imbécil de tu tío?

—Que robaremos el campamento y nos iremos —murmuró y se encogió de hombros sin darle demasiada importancia—. Está bien si le robamos a Shane y a Ed, tal vez también a Dale. Tiene muchas cosas y no las extrañara. Pero Carol es buena y también Amy. Lori también, pero no cuando está con Shane, así que tal vez podamos sacarle algo. Tal vez incluso a Andrea, a veces es mala.

Daryl soltó un suspiro. Por supuesto que Merle le diría a su sobrina de 12 años que pensaba robar el campamento. Y Eleanor lo mataría a él si la oía, no al estúpido de su hermano.

—No escuches a Merle, O, está demente. Y tampoco le digas a tu madre lo que te dijo o estaremos en problemas.

Octavia cubrió su boca para evitar que su risa se escuchara y espantara a sus presas. Daryl se detuvo para observarla sobre su hombro con una pequeña sonrisa.

—¿Qué es tan gracioso?

—Tú serás el que estará en problemas si mamá se entera, yo no.

El hombre sacudió su cabeza con diversión, retomando el camino. Octavia estaba en lo cierto.

Una rama crujió entre unos arbustos y ambos detuvieron todo movimiento al instante. Alzaron su ballesta y su arco y esperaron. Mirada oscilando de un lado al otro, observando cada mínimo detalle, cada pequeño cambio.

Daryl alzó su mano y señaló un punto frente a ellos. Octavia siguió la dirección de su dedo y lo vió. Los cuartos traseros del venado que seguían por kilómetros asomaban entre la vegetación, el tono pardo de su pelaje confundiéndose con el tronco del árbol detrás suyo.

Octavia tensó su arco y apuntó. Daryl cerró su mano en un puño y cuando colocó el dedo sobre el gatillo de su ballesta, ambos dispararon. El animal soltó un alarido cuando ambas flechas penetraron su glúteo y ambos se apresuraron a colocar otra flecha para volver a dispararle cuando vieran su cabeza.

Pero contrario a lo esperado, el animal comenzó a correr antes de que puedan volver a dispararle.

—¡Demonios! ¡Vamos, O!

—¡No! ¡Odio correr!

Daryl salió corriendo detrás del animal y Octavia tuvo que apresurarse para no perderlos. Su rostro enrojeció al instante mientras intentaba alcanzarlos. Respiración acelerada y corazón palpitando tan fuerte que estaba segura de que saldría de su pecho. Era buena trepando, incluso con algunos deportes, pero solo correr era algo que sencillamente detestaba.

Vio a su padre desaparecer detrás de unos arbustos y cuando lo encontró se encontraba pateando el cuerpo de un infectado al que le habían cortado la cabeza. El maldito había estado comiendo el venado que tanto los hizo correr. Sus flechas aún sobresaliendo de su glúteo. Por alguna razón, el resto del grupo estaban reunidos allí.

—Hijo de perra. ¡Es mi venado! Míralo. Todo roído por este mugriento, portador de enfermedades, desmadrado bastardo roñoso.

Octavia soltó una risa entre dientes mientras Daryl maldecía y pateaba al infectado, como siempre hacía al escuchar todas las palabras que le prohibían repetir. El hombre alzó su mirada al oírla y les guiñó un ojo. La comisura de sus labios alzada de manera imperceptible, pero no para ella.

—¿O? ¿Estás bien?

Octavia dirigió su mirada a Eleanor a escuchar su voz y pasó junto al venado para acercarse a ella. Corrió una vez más, pero solo porque su mente le advertía sobre la posibilidad de que la tomara con sus manos.

—¿Estás bien? —repitió Eleanor tomando su rostro entre sus manos para inspeccionarla.

—Lo estoy —dijo Octavia asintiendo con su cabeza y le dirigió una sonrisa a Matt, parado junto a su madre.

—Cálmate, hijo —pidió Dale a Daryl—. Eso no ayuda.

—¿Y tú qué sabes, viejo? —inquirió Daryl acercándose a él—. ¿Por qué no tomas ese sombrero estúpido y regresas a "Nuestros Años Dorados"? Rastreamos a este venado por kilómetros con O. Lo arrastraré al campamento, cocinaré algo de carne de venado. ¿Qué piensan?

Octavia tuvo que morder el interior de sus mejillas para no reír. Su padre maldiciendo era una de sus cosas favoritas.

—¿Creen que podemos cortar este pedazo mordido?

—Nah —negó Eleanor guardando su cuchillo al darse cuenta de que no aparecería otro infectado—. Nadie comerá eso.

—Es una lástima. Tengo algunas ardillas, una docena, más o menos. Con eso tendrá que bastar.

El infectado revivió tras un momento de inconsciencia y las hermanas Harrison se largaron al campamento. A Octavia le sorprendía que siguiera vivo sin cabeza. Pero era claro que no le habían dado en el cerebro.

—Vamos, gente. ¿Qué demonios?

Antes de que Daryl pueda soltar su flecha, Jane Strode apareció entre los hombres y atravesó su ojo con una rama que acababa de recoger del suelo.

—Tiene que ser el cerebro —espetó la mujer—. ¿No saben nada?

Se dio la vuelta y se alejó hacia el campamento. Daryl los observó de soslayo antes de comenzar a seguirla.

—Vamos, O. Ayúdame con estas ardillas.

Octavia le dirigió una sonrisa a su madre y Matt y se apresuró a alcanzar a su padre.

—Solo las abriré —dijo Octavia—. Sabes que odio tocar las entrañas.

—De acuerdo, pero un día deberás aprender, O. Te prestaré mi cuchillo. ¡Merle! ¡Merle! ¡Trae tu trasero para acá!

Octavia observó de un lado al otro del campamento, esperando ver llegar a Merle entre todos los campistas. Con un cigarrillo en sus labios y la musculosa blanca que siempre se encontraba cubierta de cerveza. Pero lo único que notó fueron las miradas nerviosas de los demás. ¿Por qué los observaban así? ¿Acaso Merle había llevado el plan a cabo por sí solo? ¿Les había robado y se había marchado? ¿Los había dejado?

—¡Conseguí ardillas para nosotros! Guisémoslas.

—Daryl, tranquilízate un poco. Tengo que hablar contigo.

El hombre se detuvo a pedido de Shane y Octavia también lo hizo. Se aferró de su mano al instante y Daryl le dedicó una rápida mirada. No lo hacía desde que cumplió 10 años y le permitieron cruzar la calle sola por primera vez.

—¿Sobre qué?

—Sobre Merle. Hubo un problema en Atlanta.

Daryl observó a su alrededor, notando como todos los campistas habían detenido lo que hacían para mirarlo, y la manera en la que Eleanor, Matt y Jane mantenían sus posturas rígidas. Lo que sea que haya sucedido con Merle era muy malo.

—¿Está muerto?

—No estamos seguros.

—¡Lo está o no lo está! —exclamó Daryl, confundido y un tanto asustado.

Octavia tenía miedo. Miedo por lo que le haya sucedido a su tío. Y miedo porque Daryl no iba a reaccionar bien si la culpa era de alguien más. De modo que se alejó de él y se colocó entre su madre y su abuela. Mirada ansiosa y un tanto vidriosa con la anticipación.

—No es fácil decir esto —dijo un hombre que padre e hija no habían visto antes, vestido de policía—, así que sólo lo diré.

—¿Quién eres tú?

—Rick Grimes.

Daryl lo observó con desdén y se acercó a él receloso, deseando una pelea para soltar toda la frustración y la preocupación que sentía.

Rick Grimes, ¿hay algo que me quieres decir?

Eleanor pasó su brazo sobre los hombros de Octavia, atrayéndola a su lado en un gesto que esperaba que fuera reconfortante para ambas. No lo era. Octavia sintió que la situación solo empeoraría.

—Tu hermano era un peligro para todos nosotros, así que lo esposé en un techo, lo enganché a un pedazo de hierro. Aún está allí.

Dixon se alejó unos pasos de Rick antes de enfrentarlo de nuevo. ¿Quién carajo era este tipo? Acababa de conocerlo y ya había abandonado a Merle en Atlanta. Octavia quiso pegarle.

—Déjame procesarlo. ¿Dices que esposaste a mi hermano en un techo y lo dejaste allí?

Su voz se alzó hacia el final para ocultar la manera en que quería quebrarse. Probablemente nadie lo notara, pero Eleanor lo hizo. Aunque no quisiera admitirlo, lo conocía mejor de lo que ambos creían.

—Sí.

Su cuerpo entero se tensó, la ira y la preocupación batallando en su interior, preparado para atacar. Octavia sintió el interior de sus mejillas sangrar de lo mucho que apretaba sus dientes. Pelearían. Lo sabía. Conocía a su padre.

Daryl lanzó sus ardillas al hombre para distraerlo y Rick logró agacharse para que no lo golpeen. Intentó lanzarse sobre él, pero Shane lo interceptó y tiró al suelo. Con un rápido movimiento, Daryl tomó su cuchillo y volvió a ponerse en pie.

—Mamá, haz algo —pidió Octavia—. Si papá les hace algo nos echarán.

—¡Daryl! —exclamó Eleanor con impaciencia—. Guarda el maldito cuchillo.

Contrario a lo pedido, el hombre trazó arcos en el aire con el arma, intentando rebanar la piel de Rick o Shane, el primero que alcanzara. Pero eran dos ex policías y Shane pronto lo tomó por detrás, inmovilizándolo con una llave de estrangulamiento.

—Okay, okay.

—¡Déjame ir!

—No, creo que mejor no.

—El estrangulamiento es ilegal.

—¡Papá! —chilló Octavia—. ¡Suéltalo! ¡Déjalo en paz, idiota!

Octavia dio un paso al frente con la intención de abalanzarse sobre ellos. Sabía que probablemente la empujarían y eso fuera todo, pero no podía quedarse allí parada mientras lo lastimaban sin razón. ¡Daryl tenía derecho a enojarse con ellos! ¡Habían dejado a su hermano en un techo en medio de la ciudad!

Eleanor dirigió su mirada a Matt. El hombre comprendió lo que le pedía y asintió con su cabeza. Aquel era su ex marido, el padre de su hija, y Octavia tendría un brote nervioso si Daryl seguía siendo estrangulado por el idiota de Shane.

De modo que la mujer tomó su cuchillo y se colocó detrás de Shane. Tomó al hombre del cabello y colocó el filo sobre su cuello. Una amenaza muy clara.

—Déjalo o prometo que te rebano el cuello como al maldito venado.

—No lo harías —dijo Shane en voz queda, sintiendo el filo contra su nuez de adán—. Odias a este imbécil.

Eleanor movió el cuchillo lo suficiente para permitir que un hilillo de sangre cayera. Shane siseó al sentir el ardor.

—No me pongan a prueba.

—Ey, me gustaría que discutiéramos el tema con calma —dijo Rick alzando sus manos, su mirada alternando entre los tres.

—¿Oh, sí? —inquirió Eleanor con sorna—. Que lo suelte y podremos charlar toda la puta tarde. ¿Cómo suena eso?

—Solo si prometes que no volverá a atacar.

Eleanor rió entre dientes con sorna.

—¿Puedes tú prometer que Shane no atacará?

El hombre llevó las manos a su cintura y negó con su cabeza.

—No.

—Pues yo tampoco, maldito imbécil. No es mi puto perro, sino ya te hubiera arrancado las bolas.

Al no obtener respuesta, la mujer tiró del cabello de Shane, exponiendo más su cuello. Mirada clavada en Rick, sin titubear. Shane siseó entre dientes y Rick se dio cuenta que ya no eran ellos los que tenían la ventaja. Sin duda no conocía a Eleanor, pero la había subestimado al creer que no intervendría en la disputa con tanta violencia.

—De acuerdo. Shane, déjalo. Eleanor, tú a él.

Durante un par de segundos, ninguno de los dos se movió. Shane soltó a Daryl, sin embargo, al darse cuenta que la mujer no sería la primera en moverse. Él también la había subestimado.

Cuando Daryl se apartó, Eleanor soltó al ex policía y se paró junto a su ex marido, su mirada aún encendida con determinación. Una advertencia para que no volvieran a intentar algo así de estúpido. No quería que Octavia sufriera por ellos.

—De acuerdo —dijo Rick—. Lo que hice no fue un capricho. Tu hermano no trabaja ni coopera con los demás.

—No fue culpa de Rick —intervino T-Dog—. Yo tenía la llave. La boté.

—¿No la pudiste recoger?

—Bueno, la boté en un resumidero.

Daryl bajó su mirada al suelo y soltó una mezcla de suspiro y jadeo, sin saber qué hacer con toda esta información.

—Si se supone que me haga sentir mejor, no lo hace.

—Bueno, quizá esto si. Le puse una cadena a la puerta del techo para que los cretinos no pudieran llegar a él, con un candado.

—Tiene que servir para algo —asintió Rick.

El rostro de Daryl se frunció, a punto de quebrarse por toda la presión, pero nunca lo haría enfrente de un montón de desconocidos.

—¡Al diablo con todos ustedes! Díganme en donde está para poder ir por él.

—Él te mostrará —dijo Lori viendo a su esposo con intensidad—, ¿verdad?

—Regresaré —aseguró Rick.

Daryl se alejó al bosque y Eleanor soltó un suspiro antes de acercarse de nuevo a Octavia.

—O, ¿por qué no sigues a tu papá y te aseguras de que no planee el asesinato de ninguno de estos idiotas?

—Si lo planea, entonces lo ayudaré.

Octavia sonrió de lado y salió corriendo detrás de su padre antes de que Eleanor pudiera regañarla.

























author's note !

el poder de eleanor en este capítulo omg 🛐

quería mostrar que si bien puede ser amable y social, no deja de ser la ex esposa de daryl. ambos comparten el código familiar de protección 🫶🏻

espero que les esté gustando ❤️

Continue Reading

You'll Also Like

6.6K 571 16
π’πˆ 𝐄𝐒 𝐀𝐐𝐔Í πƒπŽππƒπ„ ππŽπ’ π’π„ππ€π‘π€πŒπŽπ’, 𝐐𝐔𝐄 𝐋𝐀 𝐅𝐔𝐄𝐑𝐙𝐀 𝐄𝐒𝐓É π’πˆπ„πŒππ‘π„ π‚πŽππ“πˆπ†πŽ. Hace mucho tiempo en una gala...
73.2K 6.3K 32
Momentos felices y divertidos formados por la familia Fushiguro. Conformada por Toji, Gojo y el pequeΓ±Γ­n Megumi. Desde que reciΓ©n se conocieron ha...
7.9K 588 16
FUEGO Y SANGRE | Β« morirΓ­a por ti, matarΓ­a por ti... derramarΓ­a toda esta sangre solo por ti Β» Cuando llega la guerra, estΓ‘ no perdona nada ni a nadi...
847K 89.4K 136
1era y 2da temporada β™₯️ Sinopsis: En donde Jimin es un Omega mimado y Jungkook un Alfa amargado, los dos se casan por sus propias conveniencias. ⚠️...