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By yxvis0

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SOMEONE
I
II
III
IV
V
VI
VII
VIII

VIX

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By yxvis0






" DON'T HIT WOMAN "
episode nine







Movió el paño nuevamente quitando la mayor cantidad de sangre posible.

Karube hizo una mueca pero no se quejó, observando atento a Nyoko limpiar su herida. Una vez estuvieron de vuelta y luego de saludar a Chota, la chica lo apresuró a curar su costado, a lo que no rechistó y se dejó tratar.

Ambos se encontraban sentados en un sofá en completo silencio, Arisu estaba frente a ellos examinando el teléfono del juego con aire pensativo, muy metido en su cabeza como para prestarles atención. Mientras que al parecer Shibuki se había llevado a Chota para cambiar la venda de su pierna.

— ¿Estas segura que no eres doctora? — Karube hablo mientras sostenía su camisa, dejando su abdomen al aire para que pudiera tratar el profundo corte sin problema.

— Mi carrera ayudaba a las personas mentalmente, no mucho físicamente. — Nyoko comentó obvia, terminando de desinfectar.

— Pues sabes lo qué haces, y no creo que lo hayas aprendido mágicamente. — despegó su espalda del respaldo cuando le hizo una seña.

— Pues de hecho soy tan increíble que puedo curarte con mi sentido común. — el rubio alzó una ceja ante su sarcasmo, recibiendo una pequeña sonrisa divertida por la chica. Nyoko negó mientras pasaba sus manos por detrás de su espalda, empezando a vendar su abdomen con cuidado.

— Ahora, enserio ¿como sabes? — Volvio a preguntar Karube, curioso. La chica suspiro deteniendo su tarea por un momento, mirándolo a los ojos, con duda.

Su padre no era un tema del cual le gustara hablar, y todo lo relacionado con el boxeo tenía que ver con el. Decidió dejar de pensar en su progenitor y simplemente responder con sinceridad, claramente evitando ciertos hechos.

— Allá en el otro mundo practicaba boxeo. — Empezó, volviendo a vendar el estómago del rubio que la escuchó atento. — Digamos que nunca me gusto que el resto fuera suave conmigo por el hecho de ser mujer, así que aprendí a tratarme los golpes que recibía de unos gigantones con los que solía entrenar.

Karube le sonrió en cuanto volvieron a conectar miradas. — Eso explica muchas cosas. — recordó hace unas horas la batalla que tuvieron contra la cosa, comprendiendo de una vez por todas lo molesta que se veía cuando le dijo que sería peligroso para ella pelear. — Es genial.

Nyoko sonrió ante su halago, sin decir mucho más mientras ajustaba la venda, para que así no se soltara a menos que ellos mismos la quitaran.

Shibuki y Chota aparecieron sentándose a su alrededor, el rubio le agradeció bajando su camisa a lo que correspondió con un asentimiento, notando lo seria que se volvía su expresión mientras observaba el Wookiee que consiguieron en el juego.

— Si vamos a ese lugar, la playa. — el rubio volvió a sacar el tema sobre lo que escuchó en el juego. — creo que quizás descubramos algo.

— ¿Como a donde fue la gente que desapareció?

Karube desvió la mirada cuando Shibuki preguntó, simplemente asintiendo mirando de reojo a Nyoko. — ¿un refugio tal vez? quizás estén todos ahí.

— ¿Las playas más cercanas están en Shonan, Izu e Ito, verdad?

Por su parte la chica decidió quedarse en silencio, simplemente se recostó en el respaldo del sofá mirando el techo, pensativa.

'La playa', se le hacía demasiado conocido ese mote. Estaba segura que lo había escuchado por parte de los tantos jugadores que conocía en los juegos, pero por más que quisiera intentar recordar, nunca le prestó la atención suficiente; de hecho no le prestaba atención a nada que no le beneficiara de alguna forma.

— Nuestras visas.. se vencen hoy. — miro de arriba abajo a Shibuki en cuanto hablo, rodando los ojos. Le disgustaba la forma en la que se hacía la víctima cuando la primera vez que la conocieron andaba con los aires por las nubes.

— Terminaremos el juego de hoy y ampliaremos sus visas... y después, buscaremos la playa mañana ¿si? — Karube intentó convencerlos.

Apretó los labios al escuchar sus palabras, totalmente en desacuerdo. Ella no correría el riesgo a morir solo por un cojo y una tipa narcisista. Se levantó llamando la atención del resto. Los observo a todos en silencio por un segundo y se dio vuelta.

— Volveré en unas horas.

— ¿Adonde vas? — Ignoró la pregunta de Arisu y simplemente siguió caminando, agarrando su bolso en el transcurso.


[...]


Una, dos, tres veces golpeó el saco. Se agachó como si esquivara un golpe y repitió.

Su cabeza estaba llena, no había un solo segundo donde su mente dejará de carcomerla con todo tipo de pensamientos. De vez en cuando venía a entrenar, le ayudaba a organizar su mente en momentos estresantes como este.

Le traía demasiada nostalgia ver el gimnasio completamente destrozado, abandonado, cuando solo un par de meses atrás acababa de practicar con un par de amigos, con todo reluciendo perfectamente, en buen estado.

Dio un golpe final, deteniendo con los guantes el saco y que así no le llegara a la cara, recostándose y abrazándolo con cansancio, inhalo hondo, su respiración agitada siendo el único sonido en el establecimiento.

— Así que aquí estabas.

Giró bruscamente, alzando sus puños a la defensiva, sin embargo, se quedo completamente quieta al encontrarse con Karube a un par de metros, levantando las manos en son de paz.
Suspiro frunciendo el ceño, intentando controlar su respiración, todavía sintiendo el intenso entrenamiento que acababa de hacer.

— ¿Que mierda haces aquí? — Apoyo sus manos en su cintura, agachándose ligeramente. — ¿Como me encontraste?

El rubio hizo una pequeña mueca, encogiéndose de hombros. — Trabajaba en un bar esta calle, fui a buscar algo y escuché ruidos, solo eso.

Nyoko suspiro sin decir nada, acercándose al ring de boxeo, sentándose en el suelo y apoyándose en este, el sudor frío caía por su espalda baja. Ignorando la presencia del otro, volvió a sus pensamientos, sin prestarle atención cuando Karube se sentó a su lado.

El la miró de reojo, contemplando su coleta despeinada, al igual que todo el sudor reluciente en su cuello y abdomen, visible gracias al conjunto deportivo corto que llevaba. Carraspeó, sintiéndose algo incómodo por el silencio, observando el lugar completo. — ¿Aquí es donde practicabas boxeo?

Lo miro de reojo, tomando agua de la botella que trajo consigo. — Si... aunque nunca estuvo en tan mal estado como ahora.

— Me imagino, todo parece estar abandonado en este mundo. — El asintió, todavía viendo las máquinas que estaban a su alrededor, pasando por los sacos de boxeo hasta terminar en el ring detrás suyo. Se levantó mirándolo en silencio, imaginándose a la chica a su lado darle palizas a tipos más grande que ella. — ¿Luchabas aquí?

Ahane lo vio dar un par de palmadas a la base, alzando una ceja, asintió. — Claro, en algún lado debía practicar.

— ¿Y eras buena? — el rubio sonrió, subiéndose al ring y tomando un par de guantes que estaban tirados en una esquina.

— ¿Tu que crees? — lo observo colocarse los guantes, cruzándose de brazos ante su obvia pregunta. Claro que era buena, demasiado para su suerte.

— Creo que podría vencerte en... — Empezó a dar golpes al aire, bastante entretenido moviéndose de un lado al otro como si estuviera luchando. — Mmm... ¿cinco minutos?

Sus cejas inevitablemente se alzaron por sus palabras, tan incrédula como indignada. Sin creer que verdaderamente había dicho eso, menos aún luego de que ambos lucharan con la cosa en la última prueba.

— ¿Es un chiste o algo? Porque te aseguro que no es nada gracioso.

Karube se encogió de hombros sonriendo juguetón. — Tómalo como quieras.

La chica apretó sus labios en una fina línea, el joven parecía mucho más relajado en ese momento en comparación a los últimos días, tal vez se había tomado algo en ese bar que mencionó, pero no le parecía que estuviera desafiándola de esa forma. Lo pensó solo un segundo, y rápidamente estuvo sobre el ring.

El rubio dejó de dar golpes al aire, chocando sus puños entre sí, totalmente consciente de que sus acciones sólo la provocaban. Sonrió divertido. — ¿Quieres un round?

Nyoko no dijo nada, solo hizo una reverencio como siempre hacía antes de empezar una pelea, el contrario lo noto rápidamente, borrando su sonrisa por un segundo al verla acercarse. — Hey, solo estaba bromeando, no voy a golpear a una... — Se calló abruptamente cuando le llegó un puñetazo directo en la cara.

— ¿A una que? ¿A una mujer? — Ahora ella sonrió por fin, pero no era una sonrisa genuina, lo estaba desafiando.

Karube abrió la boca un par de veces, su mandíbula incomodándole gracias al golpe. Se giró observándola fijamente, tomándose en serio el reto. — El primero en caer al suelo pierde.

Ambos asintieron, dando vueltas sin quitarse los ojos de encima, ninguno dando el siguiente paso. No fue hasta que el muchacho se armó de valor y le lanzó un golpe, el cual Nyoko esquivó con facilidad, agachándose y atacando su abdomen derecho al dejarlo al descubierto, haciéndolo retroceder unos pasos.

El orgullo de Karube fue tocado al notarla golpear sus guantes entre sí, con una leve sonrisa en el rostro, hasta parecía estar divirtiéndose. Era la primera vez que la veía ser genuina pero no le agradaba que su diversión fuera a causa de su orgullo herido.

Volvió a lanzarle otro golpe, el cual esquivó de nuevo, era más rápida de lo que pensó. Pero aprovecho a tomarla del brazo cuando ahora ella se lanzo, así girándola en su lugar, atrapándola contra su pecho restringiendo su brazo contra su espalda.

— ¿Creíste que te la dejaría fácil? — Preguntó riendo levemente al sentirla moverse intentando liberarse, o eso pensó.

— De hecho, acabas de hacerlo, gracias de todas formas.

El ceño de Karube se frunció ante sus palabras, entendiéndolas solo un momento después cuando esta aplastó su pie, e inconscientemente la soltó por el dolor. Nyoko envolvió sus brazos alrededor de su cuello, abalanzándose hacía adelante, haciendo al chico volar por sobre ella, ambos girando en el suelo, Karube terminando tendido en el piso y ella de pie justo a su lado.

— ¿Que habías dicho? ¿Cinco minutos? — colocó un dedo debajo de su mentón, ladeando la cabeza con falsa confusión. — Me parece que ni si quiera duraste tres, querido Karube.

Su pecho se alzaba repetidas veces, ni si quiera proceso en que momento estuvo detrás de ella y ahora desparramado en el ring. Tomó una buena bocanada de aire, observando a la chica al revés, la apunto con su índice. — Lo que acabas de hacer... no es normal.

Ahane rió, acercándose y extendiéndole una mano. — Solo porque nunca te haya sucedido no significa que no pase.

El rubio volvió a tomar aire, solo para expulsarlo en un suspiro. Sujeto su palma, impulsandose hacia arriba, colocándose de pie. Tuvo que bajar la cabeza para observarla a los ojos. No creía que esa pequeña mujer lo había derribado tan fácilmente.

— Tienes razón.

— Lo se. — se encogió de hombros, alejándose y bajando del ring. Karube soltó una risita por sus palabras, siguiéndola no mucho después.



[...]


Se quedaron un tiempo más allí, se sentía terriblemente sudada cosa que le disgustaba demasiado, pero gracias a la nula energía del lugar, se tuvo que conformar limpiándose con una toalla en la cual hecho un poco de agua de una botella que llevó consigo.

Asqueroso.

Suspiró rodando los ojos, se les había hecho un tantito tarde y Karube había insistido en correr para llegar junto al resto. Sus amigos deberían de estar esperándolos, ella no tenía prisa alguna, su visa debería tener al menos una semana libre, pero ante la insistencia del rubio, a muy regañadientes, corrió a su lado.

— ¡Karube!

Terminó por subir las escaleras eléctricas, alzando una ceja ante lo cansado que se veía el nombrado. Arisu los miró con preocupación.

— Lo siento, fui hacer algo. — se disculpó, respirando entrecortado.

— ¿¡Como que "lo siento"!? — todos agrandaron los ojos, sin esperarse para nada el súbito arrebatamiento de Chota. — Shibuki y yo... es nuestro fin.

Nyoko alzó una ceja, dándole un vistazo a la mujer que sostenía su brazo. Pareció sentir su mirada ya que le correspondió, desviándola rápidamente al encontrarse con sus sospechosos ojos. Algo le de decía que ella tenía mucho que ver con el inesperado comportamiento del cojo hacia sus amigos.

Hizo una mueca, no quería esperar a que se arreglaran u observar su reconciliación y así, por lo que en silencio se alejó, siendo seguida rápidamente por el resto. Gracias a Chota, Arisu intento buscar el juego más cercano, así que no caminar más de un par de cuadras antes de encontrarse con un gran jardín botánico.

— Vamos, ¿les parece? — Observo a Karube el cual estaba a su lado, todos frente a la entrada. Les dio una mirada a cada uno, más cuando sus ojos se enfocaron en ella, no se la devolvió, no desvió sus ojos del frente.

Se cruzó de brazos, solo contemplando como Arisu, Shibuki, Chota y Karube daban un paso adelante, adentrándose al juego y el típico ruido sonaba. Sin embargo ella no se movió, no dio ápice de mover un solo músculo, llamando la atención del resto.

— ¿Ahane? — el desaliñado castaño la observo confundido, se encogió de hombros ante su mirada, importándole poco.

— No pienso entrar al juego. — explicó en brevedad. Recibiendo el ceño fruncido de cada uno.

— ¿Que? ¿Porque? Habíamos accedido a..— El rubio habló, acercándose un paso, empero lo interrumpió al instante, tanto porque no tenía razón, al igual que no deseaba que sin querer cruzara el umbral y saliera herido; para que decir, muerto.

— Yo nunca accedí a jugar hoy, nunca dije que si. — negó. Su expresión indiferente incómodo a más de uno, todos pensaban que entrarían juntos. — Todavía me queda una semana, no pienso arriesgarme así por dos desconocidos.

No mencionó nombres, pero fue obvio quienes hablaba. Shibuki apretó los dientes, dándole una furiosa mirada. — Oh si que eres una..

— ¿Una que? — alzó las cejas, retándola a decir lo que tanto deseaba. Su silencio fue suficiente para hacerle saber que no se atrevería. — Eso pensé.

— Nyoko. — volvió sus ojos hacia Karube, por su expresión parecía ser el más confundido de todos. — Pensé que vendrías conmigo.. digo, con nosotros.

Lo observo de arriba abajo, apretando los labios, entre todos era quien más le agradaba, hasta tal vez podría decir que, en un tiempo más si aún se mantenían unidos, le agarraría cariño, pero en ese momento simplemente era alguien de su agrado, nada más. Sospeso los pros y contras de quedarse con ellos, conflictuada.

No deseaba que ninguno muriera, pero sentía que era inevitable que alguno lo hiciera. Quedarse más tiempo con ellos simplemente le haría más difícil el luto.

— Talvez... los espere aquí afuera. — Fue su simple respuesta, apretujando las correas de su bolso. Les dio una mirada a cada unos, sin embargo la mantuvo en el alto rubio teñido al hablar. — Intenten no morir.

No les dio tiempo de decir más, dio media vuelta y se alejó en silencio. Soltando un suspiro una vez estuvo fuera, se escuchó por los altavoces que el juego había cerrado.

No sentía que hubiera hecho lo incorrecto, más tampoco se sentía bien. Solo debía velar por sus seguridad y seguir sobreviviendo. Crear lazos solo lo haría más difícil, sin embargo, extrañaba a su hermano, extrañaba el cariño externo, la compañía, lo extrañaba fervientemente.

El sonido de un motor la colocó alerta, las lejanas luces de un auto llamaron su atención. Retrocedió un par de pasos, las risas lejanas fue suficiente para saber que no debía dejar que la vieran. Tiempo atrás, un grupito de idiotas intentaron robar su baraja de cartas, y recordaba perfectamente esa maniaca risa. Salió ilesa y logró escapar, no pensaba encontrárselos de nuevo.

Sin embargo, antes de que si quiera pudiera salir corriendo, un golpe en su cabeza logró hacerla tambalear. Rápidamente todo se volvió borroso, y no logró decir palabra antes de caer inconsciente.

Mierda.


NEXT LEVEL?
——>








Holaaaaaaa,
VOLVÍ A ACTUALIZAR ESTA HISTORIA ES UN MILAGRO.

No esperen mucho de mi, según yo podía escribir varias historias al mismo tiempo pero soy muy delulu así q obviamente no pude JAKSJSJS.

Este cap lo hice como en un año wn, así como q aveces me acordaba y añadía una frase y ahí quedaba, muy poca motivación la verda, pero es que el hecho de que todavía no se quien mierda va a ser el endgame de esta historia me quita la imaginación 😪

Bueno sin más q decir, dejo este cap y rezo para que pueda escribir otro más pronto.

Muak.
-yxvis0

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