PD: Feliz cumple Emma!!!!
Si habéis leído la info, sabréis cuando es su cumple.
Besoooos💋💋💋
LUNES(CASA)
Oh, joder. Me tenía que levantar.
Espera...
¡YA TENGO 16 AÑOS!
¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
¡Sí, que emoción!
Lo primero que hago es coger el teléfono. Justo me llama Elisa.
—Buenos días, cumpleañera—me saluda.
—Buenos días. ¿Te has levantado pronto solo para llamarme?
—Claro, ¿por quien me tomas?
—Cierto. Pero no me gusta que mi cumple caiga un lunes.
—Bueno, a eso quiéranle importancia. ¿Quieres saber cual es mi regalo?
—¿Es legal saber cual es tu regalo?
—No sé, pero yo te lo quiero decir. ¿Quieres saberlo o no?
—Que sí pesada.
—Vale. Puede que el otro día me colara en tu casa y revisara tu habitación...¡Pero solo para ver que te hacía falta!
—Y lo primero que viste fue el armario—concluyo.
—Em... sí. ¡Necesitas ropa Emma! Para tú suerte, soy una muy buena mejor amiga y el martes vamos a ir al centro comercial. ¿Entendido?
—Entendido.
—Bueno, te cuelgo que seguro tú madre entra a tu habitación y se enfadará al ver que coges el móvil por la mañana.
Eso era cierto. No sé por qué, pero a mi madre le fastidia que coja el móvil nada más despertar.
—Bueno... nos vemos en una hora en el instituto—me despido.
—Hasta dentro de una hora.
Cuelgo y me siento en mi cama. Me estiro para desperezarme un poco, cuando entra mi madre con una caja envuelta en papel azul con un globo colgando hacia arriba de él. Me reí al leer lo que ponía en el globo:
Entre más vieja, más pendeja.
Sí, mi madre ponía esa frase desde que empecé el instituto.
—Buenos días, princesa.
—Buenos días mamá.
—Bueno...¿que se siente levantarse y saber que eres un año más vieja?
—Pues...como cualquier otro día.
Ella sonrío y me tendió la caja. Era una pequeña, como el del tamaño de una tarjeta.
—¿Que es esto?—pregunto.
—Ábrelo y lo descubrirás.
Abro lo mini caja y en ella hay una tarjeta con el nombre de mi librería favorita.
—¡Sorpresa! Es un vale de cien euros para que te lo gastes en libros. Sé que te encantan y por eso he decidido que podía ser un buen regalo.
En vez de agradecerle, le doy una abrazo gigante hasta el punto de que casi la ahogo. Esta vez le doy las gracias y me deja sola para que pueda ducharme. Lo hago y me doy cuenta de que Elisa tiene razón, no tengo casi ropa. Suspiro y me pongo un pantalón corto con una camiseta over-size azul y una sudadera también over-size y de color azul. Encuentro una corra así que me la pongo.
—¡Hija! ¡El desayuno!
—¡Voy mamá!
Bajo rápidamente las escaleras con mi mochila del instituto y le dejé en la entrada antes de llegar a la cocina. El olor a tortitas me hindundó las fosas nasales. Me senté en la barra americana que había justo en medio de la cocina y devoré la comida. Estaba buenísima. Lastimadamente, todo tiene un final, así que llamé a Elisa para que me recogiera y nos fuéramos a clase.
Para mi mala suerte, las clases se me hicieron eternas. Lo bueno era que me había encontrado con Luke, pero no me dijo nada al respecto de lo de mi cumpleaños. Me extrañó al principio, pero luego recordé que nunca se lo dije así que lo dejé pasar.
[* * *]
MÁS TARDE...ENTRENAMIENTO VOLLEYBALL
—Felicidades guapa—me dijeron Annie y Kyra nada más llegué al pabellón.
Me dieron un gran abrazo y les di las gracias.
—Emma, que sepas que no te hemos comprado nada porque no sabíamos que darte, pero te queremos igualmente ¿vale?
Yo me reí ante el comentario de Kyra. En realidad, solo me bastaba con que estuvieran allí para felicitarme.
Cuando salimos de los vestuarios Mario, nuestro entrenador, me felicitó también y me dio un abrazo. Me dijo que de regalo hoy no iba a correr, a lo que yo agradecí con toda mi vida.
También recibí felicitaciones de parte de Jeremy y de Matt. Y de Jack. El último me preguntó si había hablado con Luke, pero le dije que no ya que solo lo saludé por el pasillo esta mañana.
Cuando todos empezaron a correr, yo aproveché para ir a coger las pelotas y traerlas a la pista. Luego, para darles envidia a mis compañeros de que no iba a correr, me quedé sentada en el suelo mientras veía como corrían con Luke—que llegó justo a tiempo —liderando la fila.
El muy idiota me pilló mirándolo y me dedicó una sonrisa burlona.
Idiota.
Sí, idiota.
Cinco minutos más tarde, estaba hablando con Matt de cómo le fue en Londres. Él me dijo que había estado con su familia caminando y visitando sitios de Londres. Me enseñó una foto súper—como yo lo llamaría—aesthetic de él haciendo que hablaba en una de esas cabinas de teléfono. Tengo que admitirlo, estaba bastante guapo pero...
...nadie le llega a Luke.
Sí. Exacto.
De hecho, pensaba que Luke me diría algo sobre mi cumpleaños ya que no me dijo nada en el instituto. Además, Jack podría habérselo dicho ¿no?
—Chicos, poneos en parejas para que practiquemos los pases y los rescates—nos dice el entrenador.
Todos—y digo todos— se apresuran a ponerse en parejas con sus amigos para dejarnos —yo creo que aposta—a Luke y a mi solos.
Cabrones.
—Bueno...parece que hoy nos toca juntos—digo mientras le paso una pelota.
—Sí, será nuestra primera vez.
¿Porque eso ha sonado tan sexual?
—Jugando juntos, pervertida—dijo adivinando mis pensamientos.
Yo le di una sonrisa inocente y me puse en posición. Mario pitó con su silbato y empezamos el partido uno contra uno.
Al final me lo pasé bastante bien. Creo que él y yo estábamos igualados. El problema era que él era mucho más alto que yo, pero no me dejo vencer fácil.
Así se habla, querida.
—¡Ya vale chicos!—nos grita el entrenador haciendo que paremos—. Llevad las pelotas al almacén y estirad. No os olvidéis de decirme quién ha ganado, ¿de acuerdo?
Yo miré a Luke con una sonrisa malvada porque...
—He ganado, idiota—le digo chuleándome.
—Sí espía. Pero solo porque me he dejado.
—Ya, y yo soy el papa Francisco.
—Pues lo pareces—dice riendo.
—Cállate y pásame la pelota.
Él hace lo que le ordeno y yo llevo las pelotas al almacén. Después me acerco al entrenador y le digo que he ganado yo. A continuación, me junto con Kyra y Annie para estirar y salir de allí.
Con nuestro idiota favorito.
Oh yeah.
Cuando llegamos a su coche me pasó su móvil y puse la canción de Cumpleaños feliz. Luke me miró con el ceño fruncido y yo sonreí.
—¿Ahora pones canciones de cumpleaños un día cualquiera?
—¿No pillas la indirecta?
Primero me miró con cara de confusión, luego su rostro empezó a ser con cara de comprensión.
—No jodas—me dice.
—Sí.
—¿No eras capaz de decirme que cumplías años hoy?
—Bueno...pensé que te lo diría Jack. O Elisa o Jana.
—Pues ya sabes que no lo han hecho.
—¿Y no me vas a decir nada?
Me sonrió.
—Feliz cumpleaños, espía.
—Gracias gracias. Has tardado ¿eh?
—Oh vamos. ¿Me vas a molestar con eso toda la vida?
—Sí, por idiota. ¿Que canción quieres?
—Sweater Weather.
—Dicho y hecho.
Puse la canción y me di cuenta de que no íbamos de camino hacia mi casa. Como me picaba la curiosidad, pregunté.
—¿Donde vamos?
—Ya lo verás.
No le presté mucha importancia y tarareé la canción. En unos cinco o diez minutos llegamos a lo que parecía un balcón con unas vistas preciosas a la ciudad. Se veían las luces de distintos colores y los coches pasando rápidamente por la carretera. Me bajé del coche y Luke hizo lo mismo. Paré de caminar para sentarme en el césped y seguir contemplando las vistas. Luke se sentó a mi lado y yo apoyé mi cabeza en su hombro.
Así nos la pasamos un buen rato. Viendo como los coches iban de un lado para otro. Como las luces iluminaban la ciudad.
Hasta que mi móvil empieza a vibrar en mi bolsillo.
Oh no. Es mi madre. Mierda, mierda, mierda y mierda. Se me había olvidado avisarla. Descuelgo la llamada y me acerco el móvil a la oreja con mucho miedo.
—Emma James Brown, ¿¡donde coño estás?!
—Mamá, lo siento mucho estoy con...¡eh!
No pude terminar la frase ya que el idiota me quitó el móvil. El muy estúpido me sonríe con malicia mientras que yo me contengo para pegarle en la cara.
—Hola señora Brown soy Luke, sí ella está conmigo...ajá, ajá...claro. Muchas gracias. Adiós señora madre de Emma.
Me devolvió el móvil con toda al normalidad del mundo. Y yo con toda la rabia del mundo le espeto:
—¿Pero eres idiota o te lo haces? ¿¡Como se te ocurre hablar con mi madre así porque sí?! ¿Sabes lo que va a pensar que hemos hecho? Bueno, mejor ni me respondas. Solo llévame a casa porque mi madre me va a matar.
—Relájate Emma. Es tu cumpleaños.
—Cállate. Y ahora yo elijo la música.
—Vaaaaaaaaaaale. Pesada.
—Idiota.
—Aburrida.
—Capullo.
—Estúpida.
—¡Cállate!
Mientras él se reía a carcajadas, yo lo miraba con mala cara y me subí al coche. Cuando iba a arrancar, me dio un beso en la mejilla y susurró en mi oreja:
—Vamos... no te enfades.
—¡Eh! ¡Para idiota!
Resulta que el muy idiota y capullo y guapo de Luke se puso a hacerme cosquillas. Yo me reía y me retorcía para intentar que parase, pero era imposible. Subí mis piernas al asiento para dificultarle que pudiera hacerme cosquillas en la tripa—cosa que funcionó bastante bien—.
—Muy bien. ¡Has sonreído!
—Que gracioso.
—¿He dicho alguna vez que me encanta tu ironía?
—No, y preferiría no saberlo. Ahora llévame a casa porque si no mañana ves un reportaje de niña muerta por llegar tarde a casa.
Él arrancó.
—Eres una exagerada.
—Si conocieras a mi madre, dirías lo contrario. Déjame tu móvil porfa.
—No.
—¿Porque no?
—Porque estás enfadada conmigo, ¿no?
—Pues ya no estoy enfadada. ¿Me lo dejas ahora?
—Mmm...
—Porfaaa.
—...no sé...
—Porfaaaaaaa.
—...porque puede que...
—¡LUKE!
—Vale, vale. Dramática.
—Cállate.
Al final, sí me dejó su móvil y fuimos a mi casa. Cuando estuvimos allí, me despedí de él y entré en casa. Sinceramente, me moría del miedo. No se me había olvidado la charla que teníamos pendiente mi madre y yo.
—Mamá, ya estoy en casa.
—Hija—me saludó seria—. Ven al salón por favor.
Arrastré mis pies por el suelo hasta llegar al salón. Allí me esperaba mi madre con su pijama de perritos y cara seria.
—Siéntate—me ordenó.
—Mamá, yo...lo siento mucho de verdad ¿vale? Es que le dije a Luke que era mi cumpleaños mientras me traía aquí y...
—¿Quien es ese tal Luke?—me interrumpió.
—Un amigo. Y como te conozco, no, no hemos hecho nada.
—Un amigo...¿con el que hablé hace unos minutos?
—Em... sí.
—¿Y que hacía contigo?
Empezé a pellizcarme la mano. Eso solo lo hago cuando estoy nerviosa.
—Me trae a casa después de los entrenamientos.
—¿Y de los de gimnasia también?
—Puede que...umm...puede que...eh...sí.
Mamá levantó las cejas. Ya sabía por donde iba.
—¿Y no le importa?
—Mamá, no empieces.
—Sí empiezo Emma. Es la primera vez que te gusta alguien.
— Ya pero no quiero hablar de ello ahora mismo. Mira, si quieres que te lo cuente todo,te lo resumo. Solo me lleva a casa cada entrenamiento y hoy me ha llevado a un mirador precioso así porque sí y se me había olvidado avisarte ¿vale?
—Vaaaaale, pero que sepas que voy a convencer a Elisa de que me lo cuente.
—Como quieras. ¿Tienes la cena hecha?Me muero de hambre.
Y así es como salí de una charla de madres. La típica, me entendéis ¿verdad?
Bueno, mi madre tenía preparada una bandeja paisa que madre mía la pinta que tenía. Me la comí en menos de diez minutos y subí a mi cuarto a cambiarme. Después, me puse a hacer los deberes y me tumbé en mi cama a leer un libro. Iba por la mitad cuando me llamó Elisa.
—Hoooooolaaaaaaa—saludo.
—Jack me lo ha contado to-do.
—Vale Elisa.
—No empieces de borde, anda. Bueno...me han dicho que fuisteis a un mirador, ¿no es así?
—Sí.
—Y...¿estaba solo?
—A ver Elisa, pareces mi madre, ¡que no hemos hecho nada!
—Vale vale. Pero sabes que si pasa algo entre tú y Luke, yo soy la primera en saberlo ¿eh?
—Sabes que sí pesada. Buenas noches.
—¿No me vas a dar detalles?
—Mañana. Adioooooooooooós.
Y le cuelgo.
Sassy girl moment baby.
Oh, yeah.
Al final terminé contándole todo por mensaje porque se puso a insistir. Pero bueno...era mi mejor amiga y a esas personas no le puedes ocultar nada.
Ahora que lo pienso...
¡Mañana iré de compras con Elisa!
Sí, soy muy pesada con esas cosas, pero es que me hace ilusión.
Hoooooooooooolaaaaaaaaaaaaa.¿Como estáis?
Creo que este capítulo me ha quedado un poco mal, pero bueno. Este es el capítulo ¿6? No sé, no llevo la cuenta. Espero que os haya gustado!!!
Se os quiere...
Besooooooos💋💋💋