My Destiny

By EscritosDelAlma

213 19 19

NO COPIAR, NI ADAPTAR. Micaela Gallego es una joven sin padres, ni familia. Con lo poco que le daban trataba... More

Prologo
I De las calles a ¿una mansión?

II Dormir

74 6 8
By EscritosDelAlma

II

Ya me estaba acostumbrando a la idea de que no iba a salir tan fácilmente de este lugar.

Llevaba una semana de estar aquí y todavía seguía vagabundeando por dentro de la casona. Con el joven señor solo comía en el desayuno después se iba todo el día a hacer sus asuntos.

No tenía con que distraerme más que solo caminar, vi una puerta grande pero más pequeña que la de la salida, entre y era una biblioteca grande. Por fin algo con que distraerme. Empecé a ver los libros y ver todo el cuarto estaba ordenados por los más viejos hasta los más actuales y por sección de categoría. Tome uno que se titulaba Inapropiadamente Hermosa, leí la trama y empecé a leer el primer capítulo.

― ¡Señorita!― me llamaron―.

Levante mi vista del libro y vi que era Rosalie, la mucama del primer día.

― ¿Qué sucede?― le pregunte porque vino con paso desesperado―

―Le hemos estado buscando―manifestó relajada de encontrarme ¿por qué tanto alboroto?― El joven señor ha avisado que vendrá a almorzar y se requiere de su presencia―tal vez hoy tendría la oportunidad de preguntarle más―.

Rosalie me puso un vestido azul oscuro con unos zapatos del mismo color y de tacón de aguja, menos mal eran chiquitos porque aún me costada dominarlos. Me maquillo natural y me hizo un peinado ligero. Siempre me arreglaban de seguro él también les había ordenado eso.

La hora del almuerzo llego y él también, lo chistoso era que de las pocas veces que lo veía, no me decía su nombre o algo, básicamente no sabía nada de él.

Almorzamos en silencio, hasta que hable.

― ¿Cuándo me dejara irme?― no me respondió y siguió comiendo― Por lo menos dígame su nombre, por lo menos eso debo de saber de mi secuestrador―.

Terminamos de comer y se fue. Yo me fui a mi cuarto ¿por qué me tenía retenida aquí? Sé que debo de estar loca por no estar feliz de tener lo que nunca tuve, una gran casa, gente que me atendiera, comida para cuando yo quisiera y que ¿para qué irme? Nadie me estaba esperando, estaba sola en este mísero mundo.

Pero la pregunta del millón era ¿Por qué me tenía aquí? Hasta el momento no me había hecho nada. Solo me tenía como una prisionera sin salir. Cada vez tenía más preguntas y menos respuestas. La intriga me carcomía por dentro.

Pase el día en la biblioteca continuando mi lectura. Rosalie se acercó para avisarme de que la cena ya estaba lista y el joven amo llegara pronto a comer.

Silencio. Eso era lo que nos rodeaba en la cena. Siempre tan callado, a veces me preguntaba si tenía problemas para socializar o no le gustaba hablar aunque su voz no era mala.

― Por favor, dígame la razón por la cual estoy aquí― le rogué, por lo menos un poquito que me dijera estaría satisfecha―.

― Es muy pronto―.

― ¿Por qué tanta espera? ¿Por qué no ya? Así acabamos con tanto misterio―insistí, eso hizo que se levantara bruscamente y me dejara sola en el comedor―.

Creo que lo hice enfadar con tanta pregunta ¿ahora que va a pasar? ¿Me va seguir ignorando? O ¿no me volverá a dirigirme la palabra? Con estas palabras en mi cabeza termine de comer y me dirigí a mi cuarto. Me puse mi ropa de dormir y me acosté en mi cama para dormir.

Llevaba poco tiempo con los ojos cerrados tratando de dormir, sentí que la puerta se abrió.

―Todavía no es tiempo que lo sepas. Ten paciencia, Micaela―oí una voz cerca de mi cama―.

No pude oír más ya que el sueño me venció.

A la mañana siguiente me levante y recordé todo lo de anoche. ¡No podía ser! Me había llamado por mi nombre de pila, él nunca se dirigía a mí con mi nombre, solo me hablaba y ya. Y de paso que vino a mi cuarto a tranquilizar mi intriga. Me dio un temblorcito en todo el cuerpo al recordar el sonido de su voz, como dije era rara la vez que le escuchaba hablar y cuando le escuchaba me entraba un poco de nervios.

Rosalie pasó a vestirme y me puso un vestido amarrillo suave y sandalias. Me sorprendí de que ya habían servido el desayuno y el joven amo no estuviera.

― Hoy el joven amo no le hará compañía en las horas de la comida ya que se ha ido a un viaje de negocios, lo más probable es que llegue en tres días― me informo Rosalie―.

Eso significaba más soledad de la normal. Por lo menos los libros me hacían compañía. Me estaba empezando a cansar y a aburrir ¿Qué sentido tenia de estar aquí? si ni siquiera me dejaban hacer algo. La vez pasada intente ir a ayudar a una criada a limpiar peo asustada me dijo que yo no tenía que ayudarle que ese era su trabajo.

Ni siquiera podía salir a respirar aire fresco, eso era frustrante y ya me estaba empezando a impacientar. En tres días le vería de nuevo, esperaba obtener respuestas.

Tres días pasaron un tanto rápidos para mi gusto. Me encontraba en la sala principal, cuando Rosalie anuncio que el joven amo había llegado y ella con otras mucamas salieron a recibirle, yo les acompañe porque estaba desesperada por verle.

Al entrar saludo con un ligero movimiento con la cabeza a todos mientras le hacian una reverencia mientras caminaba, al llegar al final se sorprendió al verme. Me tomo del brazo y me llevo a su oficina, eso sí me sorprendió, tan de repente.

― ¿Qué sucede? ¿Por qué me ha traído tan de repente a su oficina?―.

―Micaela...Yo..

Abrí mis ojos como platos, me llamo por mi nombre ¡otra vez! Algo estaba pasando.

Vi que dudo en seguir hablando, oh...tenía que animarse a seguir, no me podía seguir dejando con ganas de saber.

―Va a venir una visita y no puedes salir de tu habitación―.

― ¡¿Qué?! ¿Por qué?― suficiente era estar encerrada en la casa y ahora solo en el cuarto. Solo por una visita― ¿Quién viene?― por lo menos eso debía de saber ¿no? ―.

― Una persona. Así que espero que no salgas de tu cuarto― fue lo último que me dijo para salir de su oficina.

¿Quién será? Probablemente era una mujer y por eso no quería que saliera. O tal vez no. Para la hora del almuerzo me encerraron en mi habitación y me llevaron el almuerzo. Comí y trate de salir pero me tenían encerrada en el cuarto. Vi la ventana y también estaba con llave.

Rosalie llego a traer los platos de la comida.

― ¿Quiénes han venido de visita?― no me respondió― Por lo menos dime cuantos son y si son hombres o mujeres―.

Se puso nerviosa y entro en duda si decirme o no. Oh por favor, eso no era tan difícil de responder.

―Un hombre y una mujer― tomo el plato con el vaso y se fue rápidamente como que lo que me respondió fuera un pecado―.

¿Serían los amigos del joven maestro? ¿Será gente de su trabajo? Este hombre me va a volver loca con tanta pregunta en mi cerebro.

Pasaron muchas horas hasta hacerse tarde y no tenía con que distraerme en mi cuarto, ni había un televisor para distraerme.

Sin nada que hacer me dormí en mi cama.

Sentí que me tocaron la mejilla.

―Tan tranquila...― era el joven amo―.

Me besaron cerca de la comisura de mis labios.

―Pronto serás mía, Micaela― pude escuchar y salió―.

¿A qué se refería a que sería suya? ¿Me querrá violar? No pude dormir por estar pensando eso. Tal vez solo me va a vender y por eso me tenía retenida aquí.

No estaba lista para verle la cara, ya era otro día y entro al comedor. Trate de no verlo y concentrarme en mi comida. Sentí su mirada sobre mí, eso espantaba mis nervios.

― ¿Por qué tan callada?― pregunto extrañado de mi actitud―.

―Tengo hambre―.

―No has ni empezado a comer, llevas un buen rato viendo la comida―.

De seguro sospechaba que algo me pasaba.

―No pude dormir bien anoche― vi que su mirada se suavizo―.

― ¿Padece de insomnio?―.

―No sé― había quedado despierta hasta altas horas e incluso días en las calles, así que no era muy nuevo para mi―.

―Mmm...Ya le hallaremos solución a eso―se levantó ya que termino de comer y se fue―.

A la noche, me encontraba acostada en mi cama, pensativa de todo lo que ha pasado. De repente sentí que alguien se acostaba a mi lado. Mire la figura y era ¡el joven amo!

― ¿Qué hace usted aquí?― le pregunte nerviosa sin dejar de verle―.

―No es bueno lo del insomnio, así que dormirá más rápido si tiene compañía―.

¿Acaso estaba pensado que dormirá conmigo?

Continue Reading

You'll Also Like

1M 68.1K 65
Emilia Matthews es una amante jugadora del fútbol, no piensa en otras cosas más que en entrenar y ganar sus partidos, en su vida no importa otra cosa...
67.2K 2.8K 74
¿Que pasará cuando se enteré?
34.4M 3.5M 70
Lluvia y sol. Chocolate y menta. Multicolor y monocromía. Así son Floyd y Felix; dos amigos de la infancia que se reencuentran bajo las circunstancia...
38.1K 2.2K 17
Arodmy Darotski, no se enamora él se obsesiona. Su pensamiento siempre fue no perder el tiempo con crías menores que él, seres inexpertos como suele...