— Yibo — llamó. — ¿Qué dirías si supieras que te amo?
Wang Yibo abrió sus ojos como platos poco a poco, para luego parpadear un par de veces.
— ¿Qu-qué?
Xiao Zhan rió bajo dejando caer su cabeza hacia adelante, no quería avergonzarlo al reírse mirándolo a los ojos.
— Yibo. Tus mejores amigos son algo... Muy increíble — volvió a reír. — ¿No era mucho más fácil preguntarme acerca de quién era Sunmi en vez de investigar en una base de datos de dudosa procedencia la identidad de mi mejor amiga? — volteó a mirarlo.
— ¡E-eso no-...! ¡Yo no tuve nada que ver en eso! ¡Fueron Yan Ji y Xia Gang qui-quienes decidieron hacer eso!
Zhan carcajeó por algunos segundos, luego se sumieron en el silencio del lugar.
— Tienes muy buenos amigos... Te aman demasiado como para ser capaces de hacer cualquier cosa por ti, y me he dado cuenta de que es mutuo... Todo entre ustedes es mutuo y tan genuino, que por cierta parte me alegra y me llena de calma el saber que ellos pertenecen en tu vida. Y que llegaron a tu vida en el momento en el que más lo necesitabas. Estoy agradecido con ellos.
Dijo asintiendo, mirándolo con sinceridad y cariño.
— ¿Po-... Yo... Por qué me estás hablando de mis amigos?
— ¿Sabes por qué no te pregunto nada?
— Porque ya lo sabes todo. Ya lo dijiste — respondió Yibo con obviedad.
Xiao Zhan negó.
— Cuando me referí a saber todo, es todo... ¿Yibo, qué dirías si supieras que te amo? — volvió a preguntar.
— Yo... ¿Tú qué sabes? — preguntó bajando su mirada, pero Zhan no le dió una respuesta inmediata, y Yibo rápidamente supuso lo que habia sucedido. — Por eso mencionas a mis mejores amigos... Ellos te lo dijeron.
Afirmó, y Zhan ladeó su cabeza ligeramente.
— ¿Tomo eso como una respuesta a mi pregunta? — Yibo no respondió. Por su lado Zhan, dejó su mirada fija al frente. — Grababas muchos vídeo diarios. No pensé que te gustaría guardar tus vivencias en vídeos. Y también, no entiendo porque dejaste de hacerlo.
— ¿Viste mis vídeos? — susurró Yibo.
Zhan sonrió.
Días atrás
Xiao Zhan, Wang Yibo y Xia Gang, salían del restaurante en el que se encontraban almorzando y cuál había sido el lugar al que Yan Ji más anhelaba visitar.
— Yo iré por el auto. Xiao Zhan, espere aquí un momento — habló Yibo recibiendo un asentimiento de cabeza. — Y Gang, cuida tu boca.
Zhan sonrió ante la amenaza y la actitud tan despreocupada del rubio a su lado. Y Yibo se fue a buscar el auto.
— Es muy emocionante conocerte al fin Xiao Zhan. Yibo nos ha hablado tanto de ti que siento que te conozco de toda la vida. ¡Oh! ¿No te molesta que te traté de manera informal verdad? — se apresuró a hablar.
— Está bien, tenemos la misma edad y... ¿Yibo les ha hablado de mí?
— No tienes idea de cuánto... Eres su primer amor Xiao Zhan.
— ¡¿Qué?! — preguntó Zhan mirándolo con mucha sorpresa.
— ¿No lo sabías? — preguntó con burla, Zhan negó con su cabeza aún mostrando un rostro de asombro, y Gang suspiró. — Eres el primer amor de Yibo, de hecho, todo este tiempo has sido su único amor. Yibo... Yibo no era una persona que no entendía muy bien el concepto de dar a entender sus emociones de la manera correcta, siempre expresaba muy mal el cómo se sentía verdaderamente, era un problema entenderlo al principio.
— ¿Y cómo lo solucionó?
— Yan Ji... A pesar de que Yan-ge perdió a su familia, ayudó a Yibo a entenderse mucho mejor. Me ayudó a descubrirme y combatir el mundo. Yan-ge nos ha ayudado mucho y nos ha amado, por eso Yibo y yo intentamos darle la familia que perdió. No es por agradecimiento por lo que ha hecho por nosotros, él de alguna manera nos salvó y creamos un vínculo que... No podemos romper aunque nos obligaran a hacerlo. Y volviendo al tema de Yibo, sé que aún demasiado cobarde como para hacerlo, pero...
Xia Gang metió la mano en su bolsillo, sacó una memoria USB con las letras W.Y escritas con marcador y se la extendió a Zhan.
— Encontré esto entre el desorden de la antigua oficina de mi casa. Deberías verlo y por un tiempo guardar el secreto. Tómalo que allí viene.
Y Zhan solo pudo reaccionar cuando sintió la mano del rubio meterse en el bolsillo de su pantalón.
— ¡Yo me dirijo hacia otro lado! — anunció Xia Gang a Yibo que se había estacionado frente a ellos. — ¡Cuida a mi amigo Wang Yibo!
— ¡No es tu amigo!
— ¡Xiao Zhan no piensa igual! ¡Nos vemos!
Y Zhan pudo ver a Xia Gang subirse a su lujoso auto y partir, mientras sujetaba aquella memoria en su mano.
Esa misma noche, ya más tranquilo y cómodo, Xiao Zhan se sentaban en su escritorio, miró la USB sobre la mesa y la tomó colocándola en su computador.
Una página se abrió, y apareció una carpeta.
'Recuerdos de una juventud. Wang Yibo'
Era lo que decía el nombre de la carpeta. Zhan la abrió y rápidamente se desplegó una gran lista de videos, miró las fechas y se sorprendió al darse cuenta que estás coincidían con sus años de colegio y universitarios.
Abrió el último vídeo y espero un par de segundos. En la imagen aparecía un Wang Yibo de dieciocho años, sus cabellos lacios y negros cubrían su frente, estaba sentado frente a la cámara.
— Hola... Esto... Está es la primera vez que hago esto. Vi a ZhanZhan hacerlo, pero solo escribía en un diario — sonrió. — Cuando le pregunté porqué lo hacía dijo que era una manera de liberarse y descargar todas las emociones del día en hojas de papel... Me pareció interesante y quise hacerlo, pero escribir no es lo mío.
Zhan rió y con su cabeza en un asentimiento, le dió la razón.
— Así que pensé que para mí sería mejor grabarlo, creo que serían buenos recuerdos que puedo guardar de una mejor manera... Quiero creer.
El pelinegro sonrió hasta este último comentario, acompañando al joven Wang Yibo en su risa ligera.
— Bien, por ahora, creo que es todo. Luego volveré u contaré algo interesante. ¡Adiós!
El vídeo finalizó, y Zhan continuó revisando cada uno de aquellos videos mientras se repetía una frase. Uno más e iré a dormir.
Fue así como como terminó viendo todos los vídeos que se encontraban en la memoria, con un reloj marcando las nueve de la mañana y con ganas de ver el último vídeo.
— Hola... Luego de dos años había dejado de hacer esto... Y en dos años pasaron muchas cosas que ya no encuentro otra manera para... No lo sé.
Ese Yibo del video, se veía tan triste, su mirada caída y perdida, de alguna manera el semblante de su rostro transmitía tristeza.
— Hoy... Hoy hablé con ZhanZhan. Tuvimos una pelea muy fuerte y todo mi culpa... Él decidió irse, alejarse de mí de por vida y lo entiendo. Dije cosas que fueron jodidamente hirientes, y todo por... Todo por...
Sollozó. Hubo comenzó a sollozar mientras cubría su rostro con su mano.
— No entiendo qué sucede conmigo... No sé porqué tengo tanto miedo... — intentó mirar a la cámara, y sus brillantes orbes resplandecieron, haciendo que Zhan suspirara de forma temblorosa. — No sé porqué se siente raro, no sé porqué mentía. Tampoco sé porque siempre quería que la gente me viera diferente y mientras más hacía eso, más herida a ZhanZhan... Yo siempre quise hacerme creer que era fuerte, pero cuando dijo que le enfermaba estar cerca de mí hace unos días, sentí cómo me quebraba por completo. Cuando lo abrace pidiéndole que no se vaya, terminé desmoronándome cuando dijo que se iba a ir sin importar si yo le pedía que se quedara.
Yibo dejó caer su cabeza en la mesa y la cubrió con sus brazos para llorar sin que la cámara lo viera.
— Tuvo que pasar todo esto para que me diera cuenta de la verdad... Soy un imbécil — susurró. — No quiero que se vaya, quiero que se quede a mi lado, quiero que me siga mirando, que me siga hablando, aún quiero que me abrace.
Entonces, Zhan vio cómo Yibo rompía en llanto. Y lo entendió, luego de haber visto tantos videos, entendía porqué Wang Yibo comenzó a actuar de la manera que tanto detestó en su momento. Estaba aterrorizado, no sabía qué hacer, no sabía a quién acudir, tenía miedo del futuro, tenía miedo de sí mismo y de lo que llegaba a sentir. Intentar mantener el control sobre todo y todos era su manera de evitar que los demás notarán que no tenía control sobre sí mismo.
Wang Yibo se había enamorado de él, y pensaba que eso estaba mal.
Actualmente.
— Algunos pocos... Pero los que vi, me dijeron todo lo que necesitaba saber. ¿Si sentías miedo, porqué no hablaste conmigo?
— No podía hablar contigo porque esa era la razón por la que tenía miedo... No sé cuánto viste, pero tenía miedo de la manera en la que ibas a reaccionar si yo te decía lo que en ese entonces no sabía qué sentía. Pensaba una y otra vez sobre la forma en la que alejarías de ti... Al final, mi miedo se hizo realidad y te fuiste, por mí culpa.
Y así como el vídeo, la voz de Yibo se escuchaba apagada.
— Yibo... — llamó Zhan y se acercó un poco más hasta quedar a su lado. Tomó su mano ganándose una mirada de sorpresa. — Todo lo que sucedió en el pasado, absolutamente todo, olvídalo por favor.
— ¿Qué?
— Lo que dijiste, lo que dije, la forma en cómo nos tratamos momentos antes de que se acabará la relación entre nosotros... Olvídalo. No fue tu culpa y tampoco fue mía, simplemente fuimos dos jóvenes que no supieron afrentar una situación con madurez.
Wang Yibo miró a los ojos de Xiao Zhan, y este sonrió sutil. Allí estaban esos ojitos brillantes que recordaba, que había visto en aquellos. Allí estaban esos ojos llenos de estrellas brillando de la forma más bonita que alguna vez hubiera visto.
— ¿Si lo olvido, qué sucederá luego? — preguntó en un susurro gracias a la cercanía.
— Volveremos a conocernos desde cero. Conoceré al nuevo Wang Yibo y tú conocerás al nuevo Xiao Zhan, sin mentiras y sin dolor. ¿Te gustaría que nos conociéramos de nuevo... Pero está vez, en un contexto diferente y no como amigos?
No hubo una respuesta, solo miradas que a la simple vista podían ser muy simples, pero para alguien observador, eran unas miradas cargadas de ilusión.
Wang Yibo asintió muy levemente, y es que temia incluso respirar, estar tan cerca de Xiao Zhan, aparte de un abrazo, esa era la primer vez que se encontraba tan cerca del pelinegro.
Las comisuras de la boca de Zhan se elevaron en una pequeña sonrisa, la cuál prontamente desapareció así como la distancia que separaban sus labios de ser tocados por el otro.
Poco a poco, la distancia era mucho más corta, ambos sintiendo sus corazones bombear con rapidez y fuerza, ambos emocionados y nerviosos por tan solo un ligero toque.
Yibo cerró sus ojos por inercia, acción que se repitió en Zhan. Las respiraciones podían ajenas podían sentirlas chocar contra su piel. Y aquella anhelada union de sus bocas, llegó. Sus labios se unieron en un inocente y suave beso, entonces ambos se dieron cuenta de un detalle, sus labios encajaban a la perfección.
La mano libre Xiao Zhan se posó en la mejilla de Yibo, y la mano libre de Yibo se posó en el pecho de Zhan.
En un acuerdo no hablado, sus labios comenzaron a moverse de manera lenta y la delicadeza con la que sus manos acariciaban al otro daba a entender lo mucho que apreciaban el tacto del otro.
En medio de ese deseado beso, la emoción de Xiao Zhan lo pudo más y una sonrisa fue la razón por la que se separaron un poco. Hizo que los dos juntaron sus frentes y con su pulgar acarició tiernamente la mejilla de Yibo.
— No sabes cuántas veces soñé con este momento...
— Yo también — respondió Yibo de igual manera en susurro.
— Esto, no volverá a pasar. No quiero que te sientas presionado o incómodo, quiero que las cosas fluyan naturalmente, así que... ¿Te gustaría cenar conmigo...? — Zhan detuvo sus palabras mirando a su alrededor y rió bajo. — Claro, cuando salgamos de aquí.
Ante este último comentario, Yibo por fin rió, asintiendo. Zhan dió una última caricia en su mejilla separándose por completo.
Se puso de pie al igual que Yibo, ambos sin saber qué hacer.
Zhan volvió a presionar el botón de ayuda con la esperanza que alguien respondiera, mientras que Yibo seguía intentando encontrar señal para su teléfono.
— ¡¿Hay alguien allí afuera?! — gritó Xiao Zhan golpeando las puertas.
Yibo levantó su brazo y al ver que la señal llegaba, rápidamente le marcó a su padre.
— ¡Tengo señal! — anunció sin bajar su brazo.
La llamada fue atendida y Yibo lo puso en altavoz.
— ¡Papá!
— Yib-...
— ¡Papá, estamos atrapado en el ascensor de la empresa! ¡Papá!
No había respuesta, finalmente la llamaba se cortó. Yibo suspiró dejando caer los brazos a sus costados.
Los minutos pasaron convirtiéndose en horas, Ambos se encontraban sentados en el piso esperando un milagro, hasta que una voz resonó a través de la pequeña bocina a un lado del botón de auxilio.
— ¿Hola? ¿Hay alguien ahí?
Yibo y Zhan se miraron y rápidamente se pusieron de pie acercándose a la bocina.
— Hola, soy Wang Yibo, estamos atrapados en el ascensor, necesitamos que alguien venga a sacarnos de aquí.
— Señor, en este momento estamos solucionando ese problema, hubo una falla en el sistema, intentaremos sacarlo lo más antes posible.
— Muchas gracias.
Los hombre suspiraron con alivio volviendo a tomar asiento.
— Saldremos de aquí pronto. Eso espero.
Ambos volvieron a mirarse, y rieron.
Era una nueva oportunidad y tuvieron que pasar muchos años para volverse a ver a la cara con una sonrisa.